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UNIVERSIDAD MICHOACANA DE

SAN NICOLÁS DE HIDALGO

FACULTAD DE DERECHO Y
CIENCIAS SOCIALES

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AUTOMATIZACION
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Fecha: 2011.01.13 10:18:28 -06'00'

TESIS

“EXAMEN DEL DELITO DE DESPOJO Y PROPUESTA


DE REFORMA LEGAL”

TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE

LICENCIADO EN DERECHO

SUSTENTA

HAJAIDA OROZCO GONZÁLEZ

DIRECTOR DE TESIS:

LIC. JUAN HERNÁNDEZ CALVILLO

MORELIA, MICHOACÁN; OCTUBRE DEL 2010.


ÍNDICE

PÁGS.

INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………….. I

CAPITULO 1.- LOS DELITOS PATRIMONIALES…………………………………......... 3

1.1.- Concepto de patrimonio……………………………………………………………… 3


1.2.- Teorías Patrimoniales………………………………………………………………… 3
1.3.- Denominación de los delitos patrimoniales………………………………………. 6
1.4.- Antecedentes de los delitos patrimoniales en la Legislación Mexicana…….. 9
1.5.- Clasificación de los delitos patrimoniales………………………………………… 10

CAPÍTULO 2.- EL DELITO DE DESPOJO: CONCEPTO, HISTORIEDAD Y


JURISPRUDENCIA………..………………………………………………… 14

2.1.- Delito de despojo en el CPF………………………………………………………….. 14


2.2.- Historiedad………………………………………………………………………………. 15
2.3.- Jurisprudencia………………………………………………………………………...… 22
2.4.- Elemento engaño……………………………………………………………………….. 30
2.5.- Bien jurídico titulado…………………………………………………………………… 32
2.6. - Despojo de aguas……………………………………………………………………… 33

CAPÍTULO 3.- EL DELITO DE DESPOJO EN LOS CÓDIGOS PENALES


LOCALES……………………………………………………………………. 36

3.1.- Código del Estado de Michoacán………………………………………………….... 36


3.2.- Código Penal de EDOMEX……………………………………………………………. 37
3.3.- Código Penal para el Distrito Federal………………………………………………..38
3.4.- Código Penal de Coahuila………………………………………………………..…… 39
3.5.- Código Penal de Chihuahua………………………………………………………….. 39
3.6.- Código Penal de Nayarit………………………………………………………………..40
3.7.- Código Penal de Jalisco (Análisis Diagnóstico-Jurídico)………………………. 40
CAPÍTULO 4.- EL DELITO DE DESPOJO (USURPACIÓN) EN EL CÓDIGO PENAL
ARGENTINO (COMPARATIVO)………………………………………...… 48

4.1.- Usurpación de inmuebles…………………………………………………………..…. 48


4.1.1.- Usurpación por despojo………………………………………………..…… 50
4.1.2.- Destrucción o alteración de límites………………………………..……… 55
4.1.3.- Turbación de la posesión o tenencia………………………………………57
4.1.4.- Usurpaciones Agravadas…………………………………………………….60
4.2.- Usurpación de aguas……………………………………………………………...…… 60

PROPUESTAS………………………………………………………………………………… 65
CONCLUSIONES……………………………………………………………………………… 67
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………………… 69
JURISPRUDENCIA……………………………………………………………………………. 70
LEGISLACIÓN…………………………………………………………………………………. 71
INTRODUCCIÓN

El vocablo despojo proviene del latín despoliare, que significa acción y efecto de
despojo o despojarse, privar a uno de lo que goza y tiene y desposeerlo de ello con
violencia. Quitar jurídicamente la posesión de los bienes o habitación que uno tenía para
dársela a su legítima dueña. En el acto violento clandestino o de abuso de confianza por el
cual un poseedor o tenedor es totalmente excluido de su poder. El despojo históricamente
existió en el fuero juzgo (ley II, tít. I libro VIII), también en el fuero real (ley IV, tít. IV),
igualmente la partida, VII, ley XII, tít. X, posteriormente el Código penal español de 1850 y
en el de 1870, de igual manera se manifestaba el código penal italiano de esas épocas.

En nuestro país el Código penal en 1817, en su artículo 442. En el Código penal de


1929 y en el de 1931, en su art. 395 reformado por decreto del 31 de Diciembre de 1945,
se refiere al “despojo de cosas inmuebles o de agua”, el texto original señalaba como
medios de conservación la violencia, la furtividad y el empleo de amenazas y engaño.
Elementos que se mantienen actualmente vigentes. En relación con la violencia en los
códigos penales de 1929 y 1931 no se advierte una especificación clara de lo que es ella o
de lo que ella consiste, y se reduce a señalar que la violencia verse sobre las personas
conforme a las reformas de 1945 (Diciembre) no se hace una especificación de si la
violencia es únicamente sobre las personas y sobre las cosas, por lo que se ha
considerado que puede recaer sobre las personas y sobre las cosas, por otra parte al
hablar del artículo 395 de la violencia, no se detalla si se trata de violencia física o también
de violencia moral, pero se enciende que se refiere sólo a la violencia física (no absoluta),
según el sentido de la reforma de 1945, con la que la violencia se amplía a los casos, sin
embargo no quedó del todo excluida la violencia moral: se admite que el despojo también
puede realizarse “empleando amenazas” como lo dice el propio precepto en cuestión. La
violencia física sobre el inmueble consiste el despliegue de una fuerza que transforme,
altere e incluso distraiga el objeto de la acción con el fin de hacer posible la ocupación o
uso por el que ella debe proceder o se simultáneo a dicha ocupación o uso. El empleo de
amenazas a su vez, consiste en la realización de actos o de palabras sobre las personas
con lo que se le da a entender que se le hará un mal si se opone a que se ocupe o se
haga uso del inmueble o de las aguas. El empleo del engaño supone la realización de una

I
actividad falsa que tiende a predecir una situación de error en el sujeto pasivo y debe ser
el medio idóneo para lograr la ocupación del inmueble o su uso y la ocupación de las
aguas o de los derechos reales. Plantea consideraciones importantes para distinguir el
delito de despojo cometido mediante engaño, y el delito de fraude, que tiene por objeto un
bien inmueble. La furtividad, consiste en una maniobra clandestina, es decir a escondidas
para ocupar o usar el inmueble o las aguas. La parte final del artículo 395 del CPF se
refiere por decreto publicado en el Periódico Oficial de la Federación el 14 de Enero de
1985, donde se modifica la punibilidad en general, estamos a unos meses de que se
cumplan 26 años de que el texto legal federal haya sufrido modificación alguna y el
derecho vivo y actuante exige reformas para adecuarlo a las actuales circunstancias
política y sociales; nuestras propuestas están encaminadas a reformar el Código Penal del
Estado de Michoacán de Ocampo.

II
CAPÍTULO 1.- LOS DELITOS PATRIMONIALES

1.1.- Concepto de Patrimonio.

En Derecho Civil el patrimonio es el conjunto de bienes, derechos, obligaciones y


cargas apreciables en dinero, que constituyen una universalidad jurídica y que pertenecen
a una persona física o moral. Se distingue el activo patrimonial que comprende los bienes
y los derechos y el pasivo patrimonial que comprende las obligaciones y las cargas.
Obviamente los delitos patrimoniales sólo afectan el activo patrimonial.1

Respecto al concepto de patrimonio en Derecho Penal, Giuseppe Maggiore se


plantea: ¿Coincide con la noción de patrimonio en Derecho Privado?

1.2.- Teorías Patrimoniales.

Dos teorías se dividen el campo en este asunto:

a) La teoría de la identidad o de la correspondencia sostiene la identidad de las dos


nociones de patrimonio. Dice Remo Pannain, que cuando se trata de un término
empleado para designar una institución, que tiene su configuración técnica en otra
rama del Derecho, debe presumirse que en el Derecho Penal tenga igual
significación, pues el Derecho es único y la concepción de las instituciones, como la
de los términos empleados, debe unificarse en cuanto sea posible.

Considera que los términos técnico-jurídicos oriundos de otras ramas no penales


del Derecho que aparecen empleados en el Código Penal, v. g. r., “patrimonio”, “cosa”,
“mueble”, “ajenidad”, “prenda”, “depósito”, “contrato público o privado”, “dominio”, “depósito
judicial”, etcétera, han de ser entendido en idéntico sentido que a los mismos acuerda la
rama del Derecho de donde proceden.

En el fondo se le reconoce al Derecho Penal un carácter exclusivamente


sancionatorio. Este Derecho no crearía nada, sino que se limitaría a reforzar las sanciones

1
REYNOSO DÁVILA, Roberto. “Delitos Patrimoniales”. Pág. 1
3
protectoras del patrimonio, impuestas por el Derecho privado, aceptando llanamente la
noción dada por éste.

b) La teoría de la autonomía o de la independencia, sostenida por Vincenzo Manzini,


Giuseppe Maggiore y Biagio Petrocelli, parten de la consideración de que las
nociones de patrimonio y de cada uno de los derechos patrimoniales toman
distintos aspectos ante el Derecho Penal, aunque en general se deduzcan del
Derecho Privado, dada la diversidad de fines y de medios que existen entre ambas
disciplinas.

Afirma Mariano Jiménez Huerta que como el Derecho Penal persigue una finalidad
distinta que el Derecho Civil, esta diversidad finalística puede influir sobre el significado de
un instituto mencionado en dos normas, una civil y otra penal y, en consecuencia, los
conceptos civilísticos asumen ante el Derecho Penal una significación independiente y
autónoma. 2

Sigue diciendo Mariano Jiménez Huerta, citando a Francesco Antolisei, que como
se trata de un problema de interpretación, el punto de partida deben ser las nociones
elaboradas y acogidas por el Derecho Privado, al que pertenezcan los relativos institutos.
Pero es necesario que tales nociones sean aquilatadas a la luz de las normas del Derecho
Penal para descubrir las consecuencias que se derivan de su aplicación. Si de dicho
examen resulta que la cumplida y rigurosa aplicación de los conceptos privatísticos lleva a
resultados en contraste con el fin de la norma incriminadora y con la exigencia propia del
Derecho Penal, el penalista no sólo puede, sino debe aportar a los conceptos aquellas
modificaciones, ampliadoras o restrictivas, que son indispensables para evitar los
antedichos resultados. Así, operando, él no invade el campo del Derecho privado y tanto
menos crea un nuevo concepto de este o aquel instituto, sino afirma solamente que en el
ámbito del Derecho Penal el término debe asumir un particular significado. Esto no implica
nada de arbitrario o de anormal, ya que es bastante frecuente el caso de que, en algunas
normas o sectores del ordenamiento jurídico, la ley atribuya a determinada palabra un
significado diverso de aquel propio del lenguaje técnico y también de aquel propio de la
vida corriente.
2
JIMÉNEZ HUERTA, Mariano. “Derecho Penal Mexicano”. Tomo IV. Pp. 112 y 55.
4
Afirma José María Rodríguez Devesa que es una labor de interpretación la que
caso a caso ha de indicar si los conceptos conservan su valor originario o al insertarse en
la ley penal adquieren un contenido diverso y que frente a los conceptos provenientes de
otras disciplinas es inadmisible una posición apriorística y radical de identidad, o por el
contrario, de autonomía.

Porque si bien hay términos que coinciden sin género de duda, hay otros en que es
igualmente indudable que la aceptación penal y la privada no son idénticas.

Las necesidades de la administración de justicia penal no permiten siempre la


estricta observancia de los preceptos civilísticos, sino que a veces obligan a deformarlos y
como afirma Ricardo C. Núñez, el Derecho Penal no está incondicionalmente ligado a los
conceptos y a las instituciones del Derecho civil sobre el patrimonio.

En nuestra legislación penal se protege no sólo las cosas materiales sino también
los bienes inmateriales, ya que como afirma Mariano Jiménez Huerta, el patrimonio
también está formado por créditos y por derechos intelectuales e industriales, por lo que
han surgido también nuevas formas fraudulentas de enriquecimiento en perjuicio de la
ajena actividad patrimonial.3

Por otra parte, como afirma Humberto Barrera Domínguez, no todos los delitos que
afectan el patrimonio ajeno están ubicados dentro del grupo de delitos patrimoniales,
atendiendo a que lesionan otros intereses que se estiman prevalentes.

“a) El peculado, previsto como delito contra la administración pública da lugar a un


daño contra los intereses económicos de las entidades oficiales.
“b) Los casos de incendio, inundación y demás eventos que envuelve un peligro
común, al mismo tiempo que representan un daño contra la salud y la integridad
colectivas, originan una ofensa al patrimonio económico de los demás.
“c) Los hechos sancionados como delitos contra la economía nacional, la industria
y el comercio, también implican un daño contra el patrimonio económico particular.

3
Ibidem.
5
“d) Algunas formas de terrorismo, sabotaje, piratería, ataques a las vías de
comunicación, etcétera”.

Son numerosos los delitos que tipifican conductas que atacan o ponen en peligro
intereses que deben considerarse como patrimoniales, v. gr., los derechos de autor, los de
invención y sobre marcas de fábrica, sobre dibujos, la obra artística, literaria, musical, el
descubrimiento científico y las producciones del ingenio y del talento de una persona se
hallan protegidas penalmente por leyes especiales, como la Ley Federal del Derecho de
Auto y la Ley de la Propiedad Industrial.

Manzini sostiene que el apoderamiento de cosas que carezcan de valor económico,


desprovistos de valor de cambio y que sólo tienen valor moral, un puro valor de afección,
importa lesión al patrimonio, ya que para el dueño representan una utilidad de la que se ve
privado, como indica Mariano Jiménez Huerta, una guedeja de cabellos de la hija muerta,
de gran valor emotivo para la persona ofendida, aun cuando dicha guedeja no tuviera ni el
más mínimo valor económico.4

Sostiene Carlos Creus que la cosa que puede carecer de valor para cualquier
persona que no sea su propietario, pero en cuanto esté actualmente incorporada a un
patrimonio, tiene valor patrimonial; ello resuelve cualquier cuestión que se plantee en
orden a la entidad del valor económico o de cambio: el nulo o íntimo valor de la cosa en
ese sentido no le quita el carácter de objeto del delito.5

Se exceptúan del delito de robo, dice Giuseppe Maggiore, las cosas que no tengan
ni valor económico ni afectivo, v.gr., una piedra encontrada en la calle, una telaraña, un
clavo herrumbroso, etcétera.

1.3.- Denominación de los Delitos Patrimoniales.

Unas legislaciones agrupan estos delitos bajo el rubro “Delitos contra la Propiedad”;
otras, bajo el rubro “Delitos contra el Patrimonio” o “Delitos Patrimoniales”.
4
Idem.
5
CREUS, Carlos. “Derecho Penal”. Tomo Uno. Pp. 556-55.
6
a) La denominación “delitos contra la propiedad” es la tradicional en las legislaciones
positivas, como en los Códigos españoles de 1822, 1848, 1870, 1932, 1944 y
1963. Sin embargo, la palabra propiedad no se toma en su estricta noción civilista,
sino como lo declaró Giuseppe Zanardelli en la Exposición de motivos del Código
Penal italiano de 1889, que la expresión “propiedad” había de entenderse en ese
cuerpo legal, en sentido amplio, de modo que incluyese, no sólo el derecho de
propiedad stricto sensu, sino también la posesión y todo derecho real y
obligacional.

Carlos Fontán Balestra manifiesta que la palabra propiedad tiene una acepción que
se adapta perfectamente a la hermenéutica legal, y más cuando usando de ella, se
superan las dificultades, sin necesidad de recurrir a otras expresiones. Dice Rodríguez
Muñoz: la propiedad está tomada en el sentido filosófico, según el cual puede construirse
no sólo sobre una cosa corporal, sino sobe los derechos reales y sobre los derechos
personales, como son los créditos.

Eugenio Cuello Calón dice que la designación “delitos contra la propiedad” empleada
por los Códigos españoles no es de extremada exactitud, pues las infracciones reunida
bajo este epígrafe no están integradas solamente por hechos dirigidos contra el derecho
de propiedad, sino también contra la posesión, hasta en su forma más rudimentaria de
mera tenencia de las cosas, y aun contra los derechos reales y en ciertos casos contra
derechos provenientes de obligaciones. Así que la expresión “propiedad” debe entenderse
aquí en un amplio sentido, como comprensiva de todos los derechos que forman el
patrimonio del hombre, es decir, de sus derechos patrimoniales.6

b) Federico Puig Peña estima que la expresión “delitos contra el patrimonio” debe ser
aceptada, ya que con ella se entiende empleada, en sentido lato, la palabra
propiedad, puesto que se comprenden además otros derechos, como el de
posesión, aún en su forma de simple tenencia, y los derechos reales en general.
Giuseppe Maggiore opina que representa un evidente adelanto técnico y Carlos
Saltelli y Romano Di Falco la califican como “un perfeccionamiento de técnica
legislativa”.
6
CUELLO CALÓN, Eugenio. “Derecho Penal, Parte Especial”. Tomo III. P. 182
7
El maestro Francisco González de la Vega, respecto a la denominación “delitos en
contra de las personas en su patrimonio”, dice que “nos recuerda que las personas, tanto
físicas como morales, pueden ser posibles sujetos pasivos de las infracciones ya
enumeradas, y también nos hace notar que el objeto de la tutela penal no es únicamente
la protección del derecho de propiedad, sino, en general, la salvaguarda jurídica de
cualesquiera otros derechos que puedan construir el activo patrimonial de una persona” 7 y
citando a Marcel Planiol dice que “la noción de patrimonio es inseparable de la noción de
persona en Derecho”.

Dice Antonio Quintano Ripollés que no es la propiedad, en el sentido civil del


término, el bien jurídico que en estas infracciones se viola, ni siquiera el que
primordialmente se asegura por la vía penal. Por otra parte, algunos juristas arguyen que
la tacha de imprecisión y vaguedad que puede oponerse a la rúbrica de “propiedad”,
alcanza asimismo a la de “patrimonio”.

Dice José María Rodríguez Devesa que “el concepto de patrimonio no es pacífico,
todas las definiciones que he podido compulsar coinciden en que se refiere a un conjunto,
a una unidad. Y lo cierto es que no hay delitos contra el patrimonio con tal unidad”, y no
siendo posible un ataque al pasivo que en realidad no se traduzca en una disminución del
activo se viene a parar en definitiva a una noción que sólo terminológicamente se
diferencia de la de “propiedad” en el sentido amplio en que, como se ha aclarado, la
emplean algunos textos legales punitivos.

Por su parte Sebastián Soler dice que el término “delitos contra el patrimonio” no
resulta mucho mejor, puesto que el patrimonio es una universalidad jurídica, que consta de
un activo y un pasivo.

Los delitos de este título no atentan contra el patrimonio en cuanto atributo de la


personalidad, ya que siendo una universalidad jurídica es, en abstracto, inmueble. Basta
dar una ojeada superficial a la legislación penal, dice Maggiore, para persuadirnos prima
facie de que el patrimonio, como universalidad de derechos tocantes a una persona, no

7
GONZÁLEZ DE LA VEGA, Francisco. “Derecho Penal Mexicano”. Pp. 288 y 55
8
puede convertirse en objeto de delito; únicamente puede dar lugar a incriminación cada
uno de los bienes y derechos que lo componen, y más precisamente del activo del
patrimonio, cuando son agredidos.

Sin embargo, como afirma Luis Jiménez de Asúa, cualquier vocablo puede ser mal
empleado cuando de sembrar la inseguridad se trata. Las divergencias, dudas y equívocos
que percibimos en los autores, se debe a que, han nutrido de diverso contenido una
misma palabra. Debe evitarse caer en el bizantinismo de la alquimia de las palabras, pues
como dice el jurista y filósofo Andrés Bello: “En el lenguaje lo convencional y arbitrario
abraza más de lo que comúnmente se piensa”.

1.4.- Antecedentes de los Delitos Patrimoniales en la Legislación Mexicana.

El Código Penal de 1817 denominaba los delitos contra el patrimonio “Delitos contra
la Propiedad”, comprendiendo las siguientes figuras: robo; robo sin violencia; robo con
violencia a las personas; abuso de confianza; fraude contra la propiedad”; quiebra
fraudulenta; despojo de cosa inmueble o de aguas; amenazas-amagos-violencias físicas;
destrucción o deterioro causado en propiedad ajena por incendio; destrucción o deterioro
causado por inundación; destrucción, deterioro y daños causados en propiedad ajena por
otros medios.

La denominación “Delitos contra la Propiedad”, a primera vista, daba a entender


que el único derecho protegido, como institución jurídica abstracta, era la propiedad, no
obstante que estas infracciones lesionan algunos otros derechos patrimoniales, como los
de un poseedor, de un usuario, de un usufructuario, de un acreedor, o en general, de
cualquier titular de derechos sobre los bienes en que recaiga el delito. Incluía los delitos de
amenazas, amagos o violencia física, olvidando que estos últimos delitos pueden
perseguir finalidades no patrimoniales, como cuando se requiere al ofendido para que
ejecute un acto cualquiera contrario a su voluntad.

El Código Penal de 1929 bajo el título “De los Delitos contra la Propiedad”
compendió: del robo general; del robo sin violencia; del robo con violencia; del abuso de

9
confianza; de la estafa; de la quiebra culpable o fraudulenta; del despojo e cosa inmueble
o de aguas; de la destrucción y del deterioro de la propiedad por incendio; de la
destrucción y del deterioro causado por inundación; de la destrucción, del deterioro y de
los daños causados en propiedad ajena por otros medios. Y al delito “De los delitos contra
la paz y seguridad de las personas”.

El Código Penal vigente de 1931 bajo la denominación genérica de “delitos contra


las personas en su patrimonio”, enumera en capítulos especiales los siguientes delitos: I.
Robo; II. Abuso de Confianza; III. Fraude; III. Bis. Extorsión (fue creado o adicionado por
decreto de 30 de Diciembre de 1983, publicado en el Diario Oficial de 13 de Enero de
1984 y después reformado por decreto publicado en el Diario Oficial de 10 de Enero de
1994); IV. De los delitos cometidos por los comerciantes sujetos a concurso (derogado por
decreto el 29 de Diciembre de 1984, publicado en el Diario Oficial el 14 de Enero de 1985);
V. Despojo de cosas inmuebles o de aguas; y VI. Daño en propiedad ajena.

1.5.- Clasificación de los Delitos Patrimoniales.

Afirma José María Rodríguez Devesa que la clasificación de los delitos contra la
propiedad ofrece grandes dificultades y para resolverlo se han propuesto muy diferentes
criterios.

Francesco Carrara divide estas infracciones en delitos que se cometen con ánimo
de lucro, también llamados de enriquecimiento ilícito, en los que concomitantemente a la
merma patrimonial del sujeto pasivo del delito hay un beneficio patrimonial del sujeto
activo y que corresponde a todos los delitos patrimoniales, con excepción de los delitos en
los que sin beneficio patrimonial del sujeto activo, éste procede con ánimo de venganza,
llamados también e simple injuria patrimonial, como el delito de daño en propiedad ajena.

Considera Carrara que éste es un caso de la excepción a la regla sentada por él


mismo en el sentido de que el motivo del delito no se puede tomar como criterio
constitutivo esencial del mismo.8

8
CARRARA, Francesco.- “Programas de Derecho Criminal”. Tomo 1. Pág. 214
10
Dice Eusebio Gómez que el animus lucrandi da fisonomía propia, casi
invariablemente, a los delitos contra la propiedad y en el daño aparece sustituido por el
animus nocendi, que es de su esencia, y que se inspira en el odio, en el deseo de
venganza o en sentimiento análogo.

En cuanto a los delitos de enriquecimiento ilícito cabe la máxima del gran moralista
y pensador francés Michel Exquem, señor de Montaigne (1533-1592): Le profit de l´un est
le dommage de l´autre (El provecho de uno es e perjuicio de otro).

Todos los delitos patrimoniales sólo revisten forma dolorosa en su comportamiento,


excepto el de daño a las cosas que también pueden revestir forma culposa. Se discute el
delito de quiebra culpable.

En cuanto a la naturaleza física o jurídica del objeto material del delito, los delitos
patrimoniales se dividen en delitos de robo y abuso de confianza que tutelan,
exclusivamente, los bienes muebles; el delito de despojo tutela, exclusivamente, los
bienes inmuebles; y los demás delitos patrimoniales tutelan tanto los bienes muebles,
como los inmuebles.

En término generales en el delito de robo el sujeto activo realiza una acción de


apoderamiento de los bienes de la víctima sin consentimiento de ésta. En el delito de
abuso de confianza, el abusario se apropia indebidamente de un bien de la víctima
respecto del que sólo ostenta la tenencia previa. En el fraude y en la extorsión la víctima
realiza voluntariamente una disposición patrimonial a favor del sujeto activo del delito; pero
dicha voluntad está viciada, en el primero por el error y en el segundo por la coacción o el
temor. En el delito de despojo el sujeto activo realiza una acción de invasión del inmueble
de la víctima. En el delito de daño en propiedad ajena el sujeto activo realiza una acción
de dañar, destruir o deteriorar bienes de la víctima.

Mariano Jiménez Huerta9 cita la clasificación de los delitos patrimoniales que hace
Pedrazzi, en delitos de ejecución unilateral que se perfeccionan por la sola acción directa

9
JIMÉNEZ HUERTA, Mariano. Ob. Cit. P. 114
11
del sujeto activo, como serían el robo, el abuso de confianza, el despojo y el de daños, en
los cuales toda la parte activa del proceso lesivo la realiza el sujeto activo del delito, o sea
el arbitrio unilateral con el que éste invade la esfera ajena; y los delitos de cooperación
artificiosa, caracterizados por el signo de la cooperación entre el sujeto activo y su víctima,
pues ésta es quien efectúa el acto decisivo, es decir, el acto el acto de disposición, como
en los delitos de extorsión, de fraude y en la usura, en los que la “ilicitud no surge aquí en
una abierta ilegalidad de forma y de resultado, sino de las malas artes usadas por el sujeto
activo para obtener la cooperación de la víctima”. Sin embargo, el propio Mariano Jiménez
Huerta califica esta clasificación de “inoperancia convicta, pues escinde arbitrariamente los
tipos delictivos” y que carece de bases dogmáticas.10

Francesco Antolisei estima que la clasificación de los delitos patrimoniales


encuentra un obstáculo probablemente insuperable, pero si bien tienen el mismo objeto
jurídico en cuanto ofenden el patrimonio, las diferencias existentes entre unos y otros
dependen de un notable número de elementos de variada índole, como la modalidad de la
acción criminosa, la naturaleza y especie del objeto material, la intención del agente, etc.,
elementos que por añadidura frecuentemente se enlazan entre sí.

“El problema, dice Mariano Jiménez Huerta, no es, pus, de clasificación o


sistematización, sino de delimitación y fijación de los perfiles y contornos típicos de cada
delito patrimonial. Cuando esto se logra, queda al descubierto el elemento activo del
patrimonio que cada tipo autónomo protege, la forma específica de lesionar dicho
elemento activo y el fin, alcance y sentido de la tutela penal”.11

Algunos autores pretenden ver, en los delitos patrimoniales, algunas características


comunes y otras diferenciales, intentando inclusive clasificaciones de ellos, desde puntos
de vista diversos: Ricardo C. Núñez considera que son tres las características comunes a
todos los delitos contra la propiedad (denominación dada en el Código argentino a los
delitos contra el patrimonio): 1º El delito recae siempre sobre un bien; 2º El autor es
movido siempre por una intención específica; 3º El perjuicio a la propiedad debe ser invito
domino, explicando que dichas características permiten delimitar con claridad el margen

10
Ibidem. P. 115.
11
Idem. P. 116
12
del Título del Código penal12. Cuello Calón, por su parte, destaca como nota común a
todos los delitos contra la propiedad (con referencia al código penal español), el daño o
menoscabo que todos ellos causan en las cosas o en los derechos que constituyen el
patrimonio de las personas13.

El mexicano Francisco González de la Vega, tomando como base la acción que


caracteriza a los diversos delitos patrimoniales, precisa que, en el robo, la acción lesiva
“radica en el apoderamiento violento, astuto o subrepticio de la cosa mueble objeto del
delito”, en el abuso de confianza, en la disposición indebida, “cambio ilícito de destino
del bien mueble confiado previamente al agente en precaria tenencia”, en los fraudes, el
engaño o el aprovechamiento del error “para lograr la entrega del bien o la obtención de
un lucro cualquiera”; en los delitos cometidos por comerciantes sujetos a concurso,
“el perjuicio a los acreedores” a través de “ocultaciones, maniobras o arbitrios
tendientes a la disminución de la masa de los bienes”; en los despojos, por la “ocupación
violenta, furtiva, amenazante o engañosa, del inmueble o de las aguas”, en el daño ”por la
destrucción total o parcial de la cosa. En razón de sus efectos en el sujeto pasivo, los
delitos patrimoniales son: de enriquecimiento indebido, y de simple injuria, ubicando en
los primeros al robo, al abuso de confianza, a los fraudes, al despojo, y a los cometidos
por comerciantes sujetos a concurso, excepto el daño de propiedad ajena, admitiendo que
puede darse una apropiación delictiva sin afán de beneficio o de codicia, como en el caso
de robar la cosa ajena por simple venganza y después abandonarla, destruirla o perderla.
En razón de la naturaleza mueble o inmueble del bien objeto del delito, distingue: el robo
y el abuso de confianza, que recaen siempre sobre bienes muebles, y los fraudes, las
quiebras delictivas y el daño en propiedad ajena, cuyo objeto material puede ser
indistintamente muebles o inmuebles.14

12
NÚÑEZ C., Ricardo. “Delitos contra la Propiedad”. P. 27
13
CUELLO CALÓN, Eugenio. Ob. Cit. P. 748
14
GONZÁLEZ DE LA VEGA, Francisco. “Derecho Penal Mexicano, los Delitos”. Pp. 163-165
13
CAPÍTULO 2.- EL DELITO DE DESPOJO:
CONCEPTO, HISTORIEDAD Y JURISPRUDENCIA

2.1.- Delito de Despojo en el CPF.

El Código Penal Federal15 establece:

Artículo 395.- Se aplicará la pena de tres meses a cinco años de prisión y multa de
cincuenta a quinientos pesos:

I. Al que de propia autoridad y haciendo violencia o furtivamente, o empleando


amenaza o engaño, ocupe un inmueble ajeno o haga uso de él, o de un derecho
real que no le pertenezca;

II. Al que de propia autoridad y haciendo uso de los medios indicados en la fracción
anterior, ocupe un inmueble de su propiedad, en los casos en que la ley no lo
permite por hallarse en poder de otra persona o ejerza actos de dominio que
lesionen derechos legítimos del ocupante, y

III. Al que en los términos de las fracciones anteriores, cometa despojo de aguas.

La pena será aplicable, aun cuando el derecho a la posesión de la cosa usurpada


sea dudosa o esté en disputa. Cuando el despojo se realice por grupo o grupos, que en
conjunto sean mayores de cinco personas, además de la pena señalada en este artículo,
se aplicará a los autores intelectuales y a quienes dirijan la invasión, de uno a seis años de
prisión.

A quienes se dediquen en forma reiterada a promover el despojo de inmuebles


urbanos en el Distrito Federal, se les aplicará una sanción de dos a nueve años de prisión.
Se considera que se dedican a promover el despojo de inmuebles urbanos en forma
reiterada, quienes hayan sido anteriormente condenados por esta forma de participación
en el despojo, o bien, se les hubiere decretado en más de dos ocasiones auto de formal

15
Código Penal Federal Vigente (2010).
14
prisión por este mismo delito, salvo cuando en el proceso correspondiente se hubiese
resuelto el desvanecimiento de datos, el sobreseimiento ó la absolución del inculpado.

Artículo 396 - A las penas que señala el artículo anterior, se acumulará la que
corresponda por la violencia o la amenaza.

Dice el maestro Francisco González de la Vega que el delito de despojo puede


reconocer exclusivamente como objetos materiales en que recae la acción, las cosas
inmuebles o los derechos reales sobre inmuebles. Difiere de esta afirmación Mariano
Jiménez Huerta quien dice que no se percata de que los derechos reales no son objetos
materiales, sino que el objeto material es la cosa sobre que recaen, la cual cuando es un
inmueble puede configurar el delito de despojo.

La posibilidad fáctica que los objetos ofrecen de ser ocupados o de usarse sin
desplazados de su primigenia ubicación y la imposibilidad ontológica que presentan de ser
removidos y separados del suelo sin alterar su forma y sustancia, es lo que los hace
factibles de ser objetos materiales del delito de despojo.

Dice Raúl Carrancá que es un "delito de lesión, doloso. Es configurable la tentativa.


El dolo consiste en la voluntad y conciencia en el agente de perpetrar la ocupación,
cualquiera que sea la intención ulterior. El delito es instantáneo salvo que, para mantener
su efecto, sea necesaria una actividad constante e ininterrumpida en el agente. El objeto
jurídico del delito es la posesión del inmueble, careciéndose de derecho para ella; y es
poseedor de una cosa el que ejerce sobre ella un poder de hecho. Posee un derecho el
que goza de él".16

2.2.- Historiedad.

Evolución del delito de despojo. Antonio Quintano Ripollés relata que "es cosa harto
sabida la paulatina evolución de los conceptos de riqueza a través de la historia
económica de Occidente, en que el acento de suma importancia cualitativa ha ido

16
CARRANCÁ y TRUJILLO, Raúl. “Derecho Penal Mexicano”. P. 865
15
derivando de lo inmobiliario a lo mobiliario, y de esto a lo crediticio. Evolución que,
naturalmente, ha tenido su inmediato reflejo en el correlativo aspecto de la protección
penal, más o menos severa según la estimativa superior o inferior de una determinada
especie de bienes. Por lo mismo no es de extrañar la máxima dureza con que la mayoría
de los Derechos antiguos incriminaron los atentados perpetrados contra la propiedad
inmobiliaria, y más singularmente la agrícola, base fundamental de sus rudimentarias
economías, y que contrasta con la relativa benignidad observada respecto a la mueble,
contraste que del modo más característico aparece en los Derechos romano y germánico,
acordes en tal extremo, sobre todo en las épocas más arcaicas, que coinciden en el
máximo rigor en la represión de los delitos de usurpación, y en el mínimo de los hurtos no
cualificados".17 De los inmuebles se decía: inmobilia non contraectantur, sed invaduntur
(los inmuebles no se sustraen, sino que se invaden).

Francesco Carrara comenta que en Roma, la pena de la remoción de términos varió


desde Numa Pompilio, que la conminó con pena capital, hasta Adriano, quien ordenó se
aplicara, alternativamente, relegación, trabajos públicos o flagelación, según las
condiciones del delincuente”.18

En el Fuero Juzgo (primera mitad del siglo VII) se castigaba al que echaba por
fuerza a otro de lo suyo; la violencia era un aspecto de relevancia para poder hablar de
este delito. En las Siete Partidas de Alfonso X "El Sabio" (1256-1263, aunque su vigencia
dilatara a los siglos posteriores) se contemplaba también lo relativo al delito de despojo,
teniendo como elemento constitutivo la fuerza que se utiliza; o sea la violencia, para la
adquisición del bien, sin mandato del juzgado.En el Código Penal español de 1850,
artículo 440, esta característica de violencia se diluye; restaurándose nuevamente en el
Código Penal de 1870; es decir, para que exista una sanción era necesario el empleo de
la violencia física o moral.

El Código Penal mexicano de 1871 establecía que cometía el delito de despojo "el
que haciendo violencia física a las personas, o empleando la amenaza ocupare una cosa
ajena inmueble o hiciere uso de ella, o de un derecho real que no le pertenezca".
17
QUINTANO RIPOLLÉS, Antonio.
18
CARRARA. Ob. Cit. Pág. 142
16
El maestro Francisco González de la Vega transcribe el siguiente interesante
estudio que hace Emilio Pardo Aspe, quien fuera Director de la Escuela de Derecho de la
Universidad Nacional y Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación:

El primer Código mexicano conserva la espléndida tradición hispana. Además,


profundamente influido por la orientación francesa, advierte la suficiencia de la protección
civil respecto de la propiedad inmueble. Muy explícitos son los expositores del Código
Napoleón en poner de relieve la distinción, primera que tomaron en cuenta las
legislaciones penales para organizar los medios de protección de la propiedad. La de los
inmuebles está menos expuesta que la de los muebles, pues no es posible, por definición,
mudarlos de lugar ni hacer que desaparezca la posesión de ellos, ni disimular su
identidad.

Así, la ley penal ordinariamente confía al Derecho civil la tutela de la propiedad raíz.
En el robo, el abuso de confianza, la estafa, es mueble el objeto de la acción típica. Bien
es cierto que el delito de fraude puede, indistintamente, recaer sobre cosa mueble o
inmueble; mas, si bien se observa, se advertirá que en las infracciones de esta categoría
el ataque se dirige sólo indirectamente contra el bien inmueble.

En la venta doble, en la enajenación fraudulenta de bien raíz, el agente ataca o


usurpa, antes que la cosa, el título o el derecho. Pudiera decirse que el infractor actúa,
bajo estas hipótesis, en el secreto de la Notaria. De allí la necesidad de la protección
penal.

El despojador, en cambio, opera sobre el inmueble. En el sentido romano de la


palabra, roba la posesión. Pero la raíz, ya se ha dicho, no puede ocultarse; no puede ser
trasladado; conserva perpetuamente su identidad. Las sanciones interdictales protegen la
posesión de él con segura eficacia. Luego la tutela penal no ha de extenderse a todos los
casos en que se realice el despojo. El Código mexicano de 1871 la limita, por tanto, por su
artículo 442, a aquellos en que intervengan la violencia física o la amenaza. Certeramente
explica Demetrio Sodi que la infracción se caracteriza por la violencia. Es ella la que presta
tipicidad al hecho.

17
El Código español de 1928, conocido por el Código de la Dictadura, en su afán de
conminar penalmente el mayor número de acciones humanas, precisamente con el
propósito político de circuir la libertad y la conducta del ciudadano, desdeñoso de la mejor
tradición jurídico-penal rompió el molde clásico para tipificar no solamente las formas
coactiva e impositiva del despojo, sino además la engañosa y la furtiva.

Nuestro reformador de 1929, como es sabido, padeció notoriamente la perniciosa


influencia de su contemporáneo español. Texto exótico, en parte considerable adoptó por
modelo el Código de la Dictadura, singularmente en lo que toca al régimen de las
infracciones. En los Trabajos de Revisión, que presidió el maestro Macedo, se recibieron
plausibles iniciativas tendientes a la supresión del delito de despojo. Cierto es que la
Comisión les negó acogida; mas el proyecto definitivo, al dar la fórmula del delito, previó
como punibles solamente las maneras coactiva e impositiva del despojo.

El legislador de 1929 desoyó esa prudente enseñanza para seguir el ejemplo,


acaso por lo flamante y por lo extranjero, del Ordenamiento español de 1928 y trasplantó
al Derecho patrio, sin exponer sus motivos, como última novedad, el despojo no
caracterizado por la violencia ni por la amenaza. Para hacerla punible, basta con el
engaño”.19

Más grave resulta el Código Penal vigente de Sonora de 1994, que establece que
comete el delito de despojo "el que haciendo violencia en las personas o en las cosas, o
furtivamente, o empleando engaño, o amenazas, o sin derecho, ocupe un inmueble ajeno
o haga uso de él o de un derecho real que no le pertenezca".

Paulino Machorra Narváez, quien fuera Diputado Constituyente en 1917, profesor


de Derecho Penal de la Universidad Nacional y ministro de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, dice que "el despojo de inmuebles es por su propia naturaleza mucho menos
frecuente que el apoderamiento de muebles; los robos que diariamente se cometen en la
ciudad de México, por ejemplo, son diez mil veces más numerosos que los despojos de
inmuebles, así es que la sociedad está menos amenazada por esa forma de criminalidad

19
GONZÁLEZ DE LA VEGA, Francisco. Ob. Cit. Pp. 295-296
18
que por la otra; el despojo de inmuebles es el resultado, por lo general, de una cuestión
civil sobre la propiedad de dichos bienes y no obedece a una tentación ocasional; y, casi
siempre se alega por el despojante algún título jurídico; por otra parte, la ocultación del
cuerpo del delito es imposible. De allí que la ley imponga una pena mucho menor,
tratándose de inmuebles, que la que establece respecto de los muebles y que no se
aplique la escala de valores con que se mide la pena en el robo de muebles".20

Antonio de P. Moreno no comparte las ideas anteriores que tienden a limitar a los
medios violentos la integración del delito de despojo. Dicho tratadista dice que "desde
hace largos años, existe un grupo de despojadores de oficio, de los cuales, el principal, ha
formado escuela, que se ocupa en llevar al cabo despojos de inmuebles en todas las
formas practicables. Empleo de violencia física, moral, engaño o furtividad. No se
conforman con producir el atentado de manera instantánea. Procuran consolidar,
inmediatamente, una situación estable y permanentemente delictuosa, para provocar un
verdadero conflicto, que les ayuda en sus propósitos de hacerse de lo ajeno.
Efectivamente, se introduce, mediante el empleo de alguno de los medios consumativos
previstos por la ley, o de varios, en inmuebles ajenos, terrenos urbanos no urbanizados,
en lo general, que alcanzan gran valor comercial. Construyen en ellos barracas de madera
o de otros materiales y forman en el transcurso de unas cuantas horas simuladas colonias
a las' que les dan la apariencia de proletarias y formadas por familias indígenas que
carecen de hogar a quienes es ingente resolver el problema, que en realidad existe y
aumenta constantemente, de la falta de habitaciones, por el crecimiento demográfico. En
algunos casos, cuando los invasores han logrado establecerse en forma permanente en
los terrenos de que se hicieron a consecuencia del delito, para cuyo agotamiento
efectuaron construcciones defectuosas, pero de carácter permanente, la autoridad se ha
visto obligada a expropiar el inmueble a sus legítimos propietarios y a higienizar y aun
urbanizar la colonia, fruto del despojo".21

Y más adelante Antonio de P. Moreno dice: "La repetición constante de los actos
delictuosos brevemente reseñados, que son del dominio público, hace indispensable se
conserve en la legislación penal el artículo 395 de su Código represivo. La legislación
20
REYNOSO DÁVILA. Ob. Cit. P. 357
21
REYNOSO DÁVILA. Ob. Cit. P. 368
19
debe abandonar los historiales jurídicos, por muy laudables que hubieran sido
considerados, a consecuencia de la transformación social y de las necesidades de una
mejor convivencia, que se impongan en el transcurso del tiempo. La propiedad, la
posesión, el orden y la tranquilidad social deben ser debidamente protegidos cuando
impera el régimen de Derecho, que afortunadamente nos rige, al amparo de la
Constitución del país.

Es cierto que el concepto romano de propiedad ha cambiado. El derecho de abusar


de la cosa ha sido restringido en holocausto del interés social. No es abusar de la cosa el
conservar legítimamente su posesión y defenderla en contra de cualquier atentado. La
posesión, lo mismo que la propiedad están debidamente garantizados por la ley; y los
derechos a ellas inherentes solamente ceden, en beneficio de la comunidad, en los casos
que la propia ley prevé y una vez satisfechos los requisitos que señala.

El artículo 27 constitucional es suficientemente expresivo: 'Las expropiaciones sólo


podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante indemnización'. La lentitud de los
procedimientos civiles hacen precarios o inútiles estos 'parcos' remedios”.22

Dice Francisco Pavón Vasconcelos que "el concepto de inmueble para el Derecho
Penal, queda limitado al de inmueble por su propia naturaleza, es decir, al suelo y las
construcciones adheridas a él y a todas aquellas cosas que, comprendidas en la
descripción hecha en el artículo 750 del Código Civil, sean susceptibles de ser ocupadas o
de ser usadas sin desplazarlas del sitio en que se ubican, sin importar que el inmueble sea
rústico o urbano, o con construcciones adheridas a él o no".23

Obviamente los bienes inmuebles no se pueden aprehender o coger y no es posible


hacerlos desaparecer, trasladar o esconder, como sí ocurre con las cosas muebles, por 10
que las acciones civiles para su tutela resultan más que suficientes para recuperar la
posesión o reivindicar el inmueble afectado: reivindicatoria, posesoria y de
restablecimiento de la posesión material.

22
Idem.
23
PAVÓN VASCONCELOS, Francisco. “Diccionario de Derecho Penal”.

20
Puede configurarse el despojo cuando "el autor del hecho penetra al inmueble
ocupado por otro, sin la utilización de ninguna forma de violencia, ya por disponer de la
llave de la puerta de entrada, o por encontrada abierta, o por introducirse con
consentimiento del titular. Luego, una vez en el interior del recinto, saca fuera los muebles
y cosas personales del ocupante y se erige él mismo en ese carácter. Dispone pues del
inmueble, instalándose personalmente o permitiendo que se establezca un tercero en el
lugar.

De modo que al querer el anterior ocupante volver a dicho bien, encuentra vedada
su entrada por esa nueva situación de hecho, siendo indiferente que el impedimento se
manifieste de manera expresa por el nuevo ocupante o resulte implícitamente del reciente
estado creado en el lugar".24

Carlos Fontán Balestra dice que "despojar, gramaticalmente, significa tanto como
desposeer a uno de 10 que disfruta y tiene. El despojo se caracteriza por una doble
consecuencia: de una parte, el poseedor o tenedor del inmueble ha de resultar desplazado
o excluido de su ocupación; de otra, el usurpador ha de estar en condiciones de
permanecer en la ocupación (Carrara), de modo que no podrá hablarse de despojo
cuando el desplazamiento sea tan fugaz, que sólo implique una ocupación momentánea
del inmueble (Carrara).

Ello no debe entenderse como olvido de que la usurpación es un delito instantáneo;


lo que se trata de señalar es que el despojo ha de haber sido realizado por actos capaces
de permitir al que invade prolongar esa ocupación. No ha de confundirse la ocupación
fugaz con la parcial del inmueble, pues si ella excluye a quien tiene la posesión o tenencia
de esa parte de la propiedad, el delito se configura".25

Mariano Jiménez Huerta dice: "Así acontece, por ejemplo, si en ocasión de no ser
visto por nadie se entra en la heredad ajena para descansar o comer bajo los árboles,
beber el agua de su fuente o bañarse en el río que atraviesa dicha heredad, pues
conforme a la teleología del tipo no puede concluirse en buenos términos jurídicos que
24
REYNOSO DÁVILA. Op. Cit. P. 360
25
Idem.
21
exista aquí la ocupación de un inmueble o el uso de las aguas de otro que constituye el
elemento fáctico en que descansa la total estructura de este tipo patrimonial”.26

"Giuseppe Maggiore, con referencia de invasión de terrenos o edificios, razona que


el 'ocupar' o tomar posesión no significa la realización de una acción momentánea, ya que
la ocupación debe tener cierta duración, suficiente para disfrutar del predio, apropiándose
de sus frutos, materiales o rentas, por lo cual lo considera un delito permanente y no
instantáneo con efectos permanentes, abundando en la cuestión al afirmar que en el
concepto 'invadir' está implícito el de 'instalarse' por algún tiempo en el inmueble y la
'consumación dura mientras se prolonga la ocupación y hasta que el inmueble es
restituido a su propietario".27

2.3.- Jurisprudencia.

DESPOJO, ES DELITO INSTANTÁNEO.-El delito de despojo es instantáneo y se


comete en el preciso momento en que se ocupa un inmueble ajeno o se hace uso de él,
aunque para mantener su efecto es necesaria la actividad constante e ininterrumpida en el
agente. (Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.-Competencia 80/63.- Pedro
Sebastián Cruz y Coags.-20 de Octubre de 1964).

DELITO DE DESPOJO. EL CAMBIO DE LOS CANDADOS QUE PROTEGEN UN


INMUEBLE SIN AUTORIZACIÓN DE SU DUEÑO O POSEEDOR, IMPLICA EL MEDIO
DE COMISIÓN DE LA VIOLENCIA EN LAS COSAS.- La violencia en las cosas, como
medio de comisión del delito de despojo, es la acción que se ejerce para vencer los
elementos naturales defensivos que tiene un inmueble o para quebrantar los sistemas de
protección que utiliza su dueño o poseedor; los candados tienen indudablemente la
calidad de instrumentos de resistencia y protección de los bienes, por lo que cambiarlos
sin autorización de quien dispuso tal medida de seguridad, configura el elemento típico en
comento. (Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito.-Amparo en
revisión 454/92.- José García Chávez- 20 de Enero de 1993.-Amparo directo 2289/92.-
María del Pilar Pérez Cruz.-13 de Enero de 1993).
26
JIMÉNEZ HUERTA, Mariano. Ob. Cit. Pp. 322-323
27
REYNOSO DÁVILA. Op. Cit. P. 361
22
DESPOJO POR OCUPACIÓN PARCIAL O TOTAL DE UN INMUEBLE AJENO
MEDIANTE LA DESTRUCCIÓN O ALTERACIÓN DE SEÑALES O LINDEROS.
ELEMENTOS DEL DELITO DE.-El artículo 330, fracción III, del Código Penal del Estado
de Michoacán, contempla como delito de despojo el hecho de que alguien de propia
autoridad y haciendo violencia en las personas o en las cosas, o furtivamente, o
empleando engaño, destruya o altere las señales o linderos de algún inmueble ajeno, con
el fin de ocuparlo o usarlo total o parcialmente; de donde resultan como elementos
constitutivos de tal ilícito no sólo las diversas formas de ocupación de un inmueble ajeno
sino también la existencia de señales o linderos que lo delimiten materialmente, que
puedan ser objetos de destrucción o alteración como medios para lograr la ocupación
ilícita. (Primer Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito.-Amparo en revisión 388/92.-
Luis Alberto Martínez Díaz.- 16 de Marzo de 1993).

DESPOJO INEXISTENTE EN CASO DE COPROPIEDAD.-Si de los datos que


aparecen en la averiguación previa, se desprende que el acusado es copropietario del
inmueble otorgado con posterioridad a los denunciantes, no se configura el delito de
despojo, ya que es de explorado derecho que el copropietario es poseedor de todo el
inmueble en tanto no se haga la división del mismo máxime si la posesión de los
denunciantes es posterior a la del acusado. (Tribunal Colegiado del Octavo Circuito.-
Amparo 468/68.-Principal Penal.- Baltazar Quintero Salazar.-20 de Marzo de 1969).

DESPOJO DE PARCELA EJIDAL, COMPETENCIA DEL FUERO COMÚN.-Si el


proceso se inició, en contra del acusado, por los delitos de despojo y daño en propiedad
ajena en perjuicio de un particular y por estos delitos se le motivó prisión, el caso no queda
comprendido en el artículo 359 del Código Agrario, que establece que los tribunales
federales serán competentes para conocer de los delitos oficiales cometidos por los
miembros de los comités ejecutivos agrarios y de los comisariados ejidales, dado que el
acusado no tiene ninguno de esos cargos, ni se ejercitó acción penal en contra de alguno
de esos funcionarios agrarios; y aunque se trate de una parcela, no puede considerarse
cometido el delito en tierras de propiedad nacional, puesto que el artículo 130 del citado
Código Agrario dispone, que a partir de la diligencia de posesión definitiva, el núcleo de
población agraciado, será propietario y poseedor de las tierras que se le entreguen, en el

23
caso sólo se afectarían intereses particulares, y corresponde conocer del asunto a la
autoridad judicial del fuero común por no quedar comprendido en el artículo 41 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, que [Da cuáles son los delitos del orden
federal. (Suprema Corte de Justicia de la Nación.-Apéndice al Semanario Judicial de la
Federación.-1917-1995.-Tomo II.- P. 73.- Tesis 129).

DESPOJO, NATURALEZA DEL.-El despojo, más que una figura delictiva que
proteja la propiedad, tutela la posesión de un inmueble. (Suprema Corte de Justicia de la
Nación.-Apéndice al Semanario Judicial de la Federación.-1917-1995.-Tomo Il.-P. 74.-
Tesis 130).

DESPOJO. CONCEPTO DE FURTIVIDAD COMO FORMA DE COMETER ESTE


DELITO.-La furtividad consiste en la ocupación de un inmueble sin autorización del
poseedor, llevada a cabo a escondidas por el agente activo, con la finalidad de que el
poseedor no pueda percatarse del momento de la ocupación y, por ende, no se oponga a
su realización. (Apéndice al Semanario Judicial de la Federación.-19172000.-Tomo II.- P.
402.-Tesis 517.-Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito).

DESPOJO DE INMUEBLE. EXISTENCIA DEL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE


NUEVO LEÓN).-Si el quejoso de propia autoridad, en forma furtiva y haciendo uso de
violencia forzó las cerraduras de la puerta de acceso de un inmueble de que ya había sido
desalojado en cumplimiento de un mandato judicial, y se introdujo al mismo con el fin de
ocuparlo de nueva cuenta, no obstante de tener conocimiento de que no tenía ningún
derecho al uso y disfrute de la finca, es inconcuso que su conducta encuadre en el tipo
delictivo previsto en el artículo 399 del anterior Código Penal del Estado y de igual
contenido con el diverso 397 de la actual legislación penal. (Apéndice al Semanario
Judicial de la Federación.-1917-2000.-Tomo II.- P. 402-403.-Tesis 518.-Tercer Tribunal
Colegiado del Cuarto Circuito).

DESPOJO, DELITO DE. BIEN JURÍDICO TUTELADO.-Tratándose del delito de


despojo, el bien jurídico tutelado no es el derecho de propiedad, sino la posesión quieta y
pacífica del inmueble. Así, para la existencia de esa infracción es irrelevante que el

24
ofendido sea o no propietario del respectivo bien. (Apéndice al Semanario Judicial de la
Federación.-1917-1995.-Tomo II.- P. 313.-Tesis 519.-Tercer Tribunal Colegiado del
Segundo Circuito).

DESPOJO, DELITO DE. TUTELA DE LA POSESIÓN, INCLUSIVE LA ORIGINARIA


DE LOS DUEÑOS DE BIENES RAÍCES (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ).-
Los dueños de bienes raíces tienen la posesión originaria de los mismos, que es, entre
otras, la que se tutela con la figura delictiva a que se contrae la fracción I del artículo 191
del Código Penal para el Estado, en la que claramente se tipifica como delito el hecho de
ocupar un inmueble ajeno sin consentimiento de quien tenga derecho a otorgarlo.
(Apéndice al Semanario Judicial de la Federación.-1917-2000.-Tomo II.- P. 404-405.-Tesis
520.-Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito).

DESPOJO. ELEMENTOS (LEGISLACIÓN DE PUEBLA).-De conformidad con el


artículo 408, fracción I, del Código de Defensa Social del Estado de Puebla no basta, para
la configuración del delito de despojo, el que se perturbe la posesión que detenta un
tercero respecto de un predio, ya que para que esta conducta pueda ser constitutiva del
delito de que se trata, ha de reunir circunstancias de objeto, es decir que se encamine
respecto de un bien inmueble ajeno o derechos reales; de forma, consistentes en que el
activo, de propia autoridad, ocupe un inmueble ajeno, haga uso de él o de derechos reales
en provecho propio, altere sus límites o turbe la posesión pacífica que del mismo tenga a
su favor un tercero; y, de ejecución o comisión, entendiéndose por éstos, que el activo al
ocupar, invadir o introducirse en un inmueble, o hacer uso de éste o de un derecho real,
emplee violencia de cualquier índole, amenazas o engaños o lo realice con furtividad,
dicho en otras palabras en forma oculta o clandestina. (Apéndice al Semanario Judicial de
la Federación.-1917-2000.- Tomo II.- P. 406-407.-Tesis 523.-Segundo Tribunal Colegiado
del Sexto Circuito).

DESPOJO. ELEMENTOS QUE INTEGRAN EL DELITO DE.-La infracción penal


tipificada en el artículo 395 del Código Penal aplicable en el Distrito Federal y en toda la
República en Materia Federal, lo requiere como elemento subjetivo para su existencia, la
voluntad en el infractor de apropiarse del bien inmueble que despoja, o sea que

25
pertenezca indefinidamente en el mismo, pues lo que prevé y sanciona la norma legal, es
la toma de posesión de un predio al que no tiene derecho, de propia autoridad ya sea
ejerciendo violencia física, furtivamente o empleando amenaza o engaño, y el fin ulterior
del activo, carece de relevancia jurídica, entiéndase éste como apropiación, uso o
transmisión onerosa o gratuita a un tercero del bien inmueble que despoja, lo que está
acorde con la propia naturaleza jurídica del ilícito en cuestión, que en orden al resultado es
instantáneo, es decir, se agota en el mismo momento en que el agente despoja al
ofendido del bien inmueble que posee, en otras palabras, este último, es desplazado en
los actos de dominio que guardaba con ese bien, y sus efectos tengan la calidad de
permanentes o carezcan de ella, no impide se configure el delito de referencia. (Apéndice
al Semanario Judicial de la Federación.-1917-2000. Tomo II.- P. 407-408.- Tesis 524.-
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito).

DESPOJO. PARA QUE SE CONFIGURE, DEBE PROBARSE LA FORMA EN QUE


SE LLEVÓ A CABO LA OCUPACIÓN (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). De
conformidad con el artículo 408, fracción I, del Código de Defensa Social del Estado de
Puebla, comete el delito de despojo quien de propia autoridad, y haciendo violencia o
furtivamente, o empleando amenaza o engaño ocupe un inmueble ajeno o remueva o
altere sus límites o de otro modo turbe la posesión pacífica del mismo o haga uso de él, o
de un derecho real que no le pertenezca. De lo anterior se sigue que para integrar esta
figura delictiva no basta con que se demuestre que el agente ocupó un inmueble ajeno,
sino que es necesario, además, la prueba de que tal ocupación se llevó a cabo ejerciendo
violencia en forma furtiva o empleado engaño o amenaza y si no se llega a acreditar la
utilización de alguno de estos medios, no se habrá probado el cuerpo del delito y en
consecuencia debe concederse el amparo. (Apéndice al Semanario Judicial de la
Federación.-1917-2000.-Tomo II.- P. 410-411.- Tesis 527.- Primer Tribunal Colegiado del
Sexto Circuito).

DESPOJO, TIPO DEL DELITO DE (LEGISLACIÓN DE VERACRUZ).-El tipo del


delito de despojo contenido en el artículo 191 del Código Penal para el Estado de
Veracruz no establece que la ocupación de un inmueble ajeno sea llevada a cabo por el
activo precisamente ejerciendo violencia, en forma furtiva o utilizando engaños o

26
amenazas, pues ese antisocial se comete, entre otras hipótesis, por el solo hecho de que
el activo ocupe un inmueble ajeno sin el consentimiento de quien tenga derecho a
otorgado. (Apéndice al Semanario Judicial de la Federación.-1917-2000.-Tomo II.-P. 412-
413.-Tesis 529. Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito).

DESPOJO, INEXISTENCIA DEL DELITO DE.- Cuando el inculpado tiene un título


de propiedad y con él ejercita acto de dominio sobre el inmueble al que dicho título se
refiere, no comete el delito de despojo, en la inteligencia de que si la persona que se dice
pasiva también presenta un título sobre el mismo raíz, la conducta atribuida a aquél reviste
más bien el carácter de asunto civil que el de un acto delictuoso. (Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Séptimo Circuito.- Apéndice al Semanario Judicial de la Federación
1917-2000.-Tesis 526.-Tomo II.- P. 409-410).

RESTITUCIÓN EN LA POSESIÓN DE UN PREDIO, ES CONTRARIO A DERECHO


TOMAR DE PROPIA AUTORIDAD LA POSESIÓN DE UN PREDIO QUE SE
ENCUENTRA EN CONFLICTO, AUN CUANDO A VIRTUD DE UNA EJECUTORÍA DE
AMPARO SE HAYA CONCEDIDO ESE DERECHO, PUES TAL CONDUCTA, QUEDA
COMPRENDIDA BAJO LOS SUPUESTOS DEL TIPO PENAL DEL DESPOJO.
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE GUERRERO).- El artículo 17, de la Constitución
General de la República, dispone que ninguna persona podrá hacerse justicia por sí
misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho, luego entonces, resultando cierto lo
aseverado por los recurrentes, en el sentido de que a virtud, de la concesión protección
constitucional otorgada en una ejecutoria de amparo, se introdujeron de propia autoridad
en un predio en controversia; del cual, mediante mandato judicial habían sido desalojados;
resulta claro, que su conducta encuadra presuntamente, en lo dispuesto por el artículo
176, fracción I, del Código Punitivo del Estado de Guerrero, pues para el caso de que
hubiesen tenido derecho a que se les restituyera en la posesión de dicho inmueble, era
necesario solicitar a la autoridad señalada como responsable en el juicio de garantías, en
el que obtuvieron el amparo de la justicia de la unión, el cumplimiento de la ejecutoria
amparadora, o en su caso, seguir el procedimiento de ejecución de sentencia, a que se
refiere el capítulo XII, de la Ley Reglamentaria de los artículos 103 y 107, de la Ley
Fundamental del país, pero no restituirse de motu proprio en la posesión de la que fueron

27
privados por resolución judicial; ya que, tal conducta cae bajo los supuestos legales del
tipo penal de despojo, el cual es sancionado, aun cuando la posesión sea dudosa o se
encuentre en litigio, como lo establece el artículo 178, de la Ley Sustantiva Penal del
Estado de Guerrero. (Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito.- Amparo
en revisión 246/93.- Dominga Neri Olea y Coags.- 21 de Octubre de 1993).

DESPOJO. CONDENA A LA RESTITUCIÓN DEL INMUEBLE OBJETO DEL


DELITO NO IMPLICA PÉRDIDA DE LA PROPIEDAD POR PARTE DEL AGENTE
ACTIVO.- En tratándose del delito de despojo, al condenarse en la sentencia definitiva a la
restitución del inmueble objeto del delito como reparación del daño, si bien implica pérdida
de la posesión por parte del activo, no es conciliatoria de garantías, dado que ello
constituye pena pública fincada previo juicio seguido ante los tribunales anteriormente
establecidos, en el que se cumplieron las formalidades esenciales del procedimiento y
conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho, sin que tal proceder conlleve a
la pérdida de la propiedad, porque así no es fincada la condena ni tiene ese alcance, por
lo cual, en su caso, no impide el ejercicio de la acción correspondiente, (Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito, antes Tercer Tribunal Colegiado del
Séptimo Circuito.

Amparo Directo 271/92.- Linda Rodríguez Ortiz.-1º de julio de 1992).

INTERDICTO DE RECUPERAR LA POSESIÓN, ELEMENTOS DEL. SON


DISTINTOS A LOS DEL DELITO DE DESPOJO.- Aun cuando a los demandados en un
juicio interdictal de recuperar la posesión, se les haya concedido el amparo interpuesto
contra el auto de formal prisión decretado en un proceso penal que se les instruyó por el
delito de despojo, cometido en agravio del tercero perjudicado, en virtud de no haberse
acreditado el empleo de la violencia como medio comisivo de la toma de posesión del
inmueble cuestionado, ello no significa que deban ser absueltos en el juicio interdictal de
recuperar la posesión si se atiende a que la parte actora adujo haber sido desposeída en
vías' de hecho por parte de los quejosos, esto es por medio de hechos no violentos.

(Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. Amparo Directo 952/86.- Armando
Rosales Reyes.- 15 de Enero de 1988).
28
DESPOJO Y ROBO, COEXISTENCIA DE LOS DELITOS DE (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE BAJA CALIFORNIA).- Los ilícitos penales de despojo y robo pueden
coexistir, ya que son dos tipos que no se excluyen, pues si bien ambos reconocen una
acción de apoderamiento, los objetos sobre los que recaen son distintos, a saber en el
despojo, sobre un inmueble, derecho real, uso o desvío de aguas; y en el robo sobre
cosas muebles o derechos respecto de ellas, sin derecho y sin consentimiento de la
persona que con arreglo a la ley puede disponer de las mismas, como lo prevé n los
artículos 226 y 198 del Código Penal del Estado, de ahí la coexistencia de ambos delitos.
Por tanto, son responsables de esos ilícitos, quienes de propia autoridad y furtivamente se
introdujeron y ocuparon un domicilio y, ya en su interior, se apoderaron los bienes muebles
que en él se encontraban. (Primer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito. Amparo
en Revisión 30/97.- Pablo Francisco Patiño Campillo y otra. 26 de Febrero de 1997.

Pluralidad de sujetos activos. Por lo que respecta a la agravante que opera "cuando
el despojo se realice por grupo o grupos, que en conjunto sean mayores de cinco
personas", Mariano Jiménez Huerta dice que dicha agravante "entra en juego tanto si la
invasión colectiva se efectúa por un solo grupo de más de cinco personas, como si se
realiza por diversos grupos que en su conjunto rebasen el número indicado. Empero si la
invasión se efectúa: de una parte, por un grupo de cinco personas, y de otra, por un solo
individuo; o por más de cinco personas que en vez de invadir el terreno por grupos
irrumpieren cada una de ellas aisladamente por linderos distintos, la agravante no puede
tomarse en consideración, habida cuenta de que no se ha realizado por grupos. Hubiera
sido más certero que la ley dijera que la agravante se aplica cuando la invasión se efectúa
por más de cinco personas, ora operen en grupos, ora aisladamente".28

DESPOJO, CALIFICATIVA EN EL DELITO DE, CUANDO SE REALIZA POR


GRUPO QUE EN CONJUNTO SEA MAYOR DE CINCO PERSONAS.- Para la debida
integración de la calificativa a que se contrae la segunda parte del penúltimo párrafo del
artículo 395 del Código Penal para el Distrito Federal (aclarándose que tal párrafo era el
último del artículo en cuestión hasta antes de su adición con un párrafo más por decreto
de fecha 29 de diciembre de 1984), es necesaria la demostración plena de sus elementos

28
JIMÉNEZ HUERTA. Op. Cit. P. 325
29
componentes, a saber: a) que el despojo se realice por grupo o grupos, que en conjunto
sean mayores de cinco personas; y b) que los inculpados sean los autores intelectuales o
quienes dirijan la invasión. Por tanto, la agravación de la pena en el delito en cuestión
conforme al párrafo mencionado, no procederá cuando no haya demostración de la
existencia de alguno de los elementos de la calificativa. (Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito.- Amparo directo 198/88.- Guadalupe Belmont Morales y
otro.-28 de Abril de 1988).

2.4.- Elemento Engaño.

El engaño: ¿despojo o fraude? El engaño constituye otro de los medios requeridos


por la ley penal para que se configure el delito de despojo. Desplegaría ese medio quien
afirmase una falsa calidad para lograr que el titular le franquee la entrada, con el
deliberado propósito de despojado. Tal sería el caso del que manifestase mentidamente
que concurre a realizar un arreglo o revisión de las que son comunes en una casa (línea
telefónica, cables eléctricos, cañerías, etcétera).29

Cuando se emplea engaño, ¿cuándo se configura fraude y cuándo despojo? En el


fraude se ataca engañosamente un derecho sobre un inmueble, ya sea al dominio en sí o
a cualquier otro derecho real sobre el mismo, e incluso a los derechos a la posesión, a la
tenencia o a la cuasiposesión; el engaño está encaminado a lograr la privación del título
por el cual el sujeto pasivo ejercía la tenencia, la posesión o el derecho real de que se
trate. En cambio, en el delito de despojo será necesario que el engaño sea determinante
de la entrega material del inmueble; se vulnera el goce real, material y efectivo de dicho
bien inmueble, pero que en nada perjudica el derecho real del sujeto sobre el referido
inmueble. En el fraude el sujeto activo obtiene la entrega de la cosa inmueble, a virtud del
engaño, en tanto que en el despojo el activo, mediante engaños, ocupa o hace uso del
inmueble, encontrándose la distinción "amadrigada" en la conducta típica.

En lo que respecta al fraude procesal, es común que las partes desplieguen un


ardid o engaño ante la justicia, para obtener a su favor una orden de despojo de un

29
Idem.
30
inmueble, en cuyo caso se plantea el difícil problema de establecer si esa conducta
constituye fraude o despojo. Carlos J. Rubianes y Héctor F. Rojas PelIarano sostienen que
si el ardid se desarrolla ante la justicia, aun para lograr el desalojo de un inmueble, tal
acción debe ser calificada de fraude y no de despojo.

Mariano Jiménez Huerta considera que "estos engaños procesales constituyen la


figura delictiva conocida con el nombre de fraude procesal, pues dicha especie típica se
integra en la fracción X del artículo 387 del vigente ordenamiento penal por la simple
conducta de simular '... un acto o escrito judicial en perjuicio de otro o para obtener
cualquier beneficio indebido'.

En los engaños procesales desplegados para lograr la ocupación de un inmueble


ajeno, concurren cuantos requisitos son necesarios para configurar el fraude judiciario,
pues procesalmente se hace uso de un contrato fingido y se simulan actos o escritos
judiciales para perjudicar a otro u obtener un beneficio indebido. Iniciar un juicio simulado
para privar de la posesión de un inmueble a quien de hecho lo tiene, constituye la
específica figura de fraude procesal descrita en la fracción X del artículo 387, pues no se
precisa para la consumación de este especialísimo fraude que se produzca la entrega de
la cosa.

La voluntad inequívoca de la leyes configurar el fraude procesal como un delito de


simple conducta y de consumación anticipada".30

Carlos J. Rubianes y Héctor F. Rojas Pellarano citan un fallo judicial argentino en el


que se estableció que se comete fraude procesal, en grado de tentativa, cuando la
falsedad puesta en ejercicio por vía judicial, reviste carácter semejante al pretendido
vaIimento de un documento falsificado, desde que, por esa vía, y mediante engaño, se
procuraría obtener para sí, la declaración o reconocimiento de un derecho que no existe, o
la negación para su titular de uno existente, sin que sea excusa que el juicio no haya sido
ganado.

30
Ibidem. P. 321
31
2.5.- Bien Jurídico Titulado.

Bien tutelado. No existe perplejidad alguna, dice Mariano Jiménez Huerta, de que la
objetividad jurídica tutelada en el delito de despojo es el patrimonio de la persona que es
privada, en mayor o menor intensidad, de la posesión del bien inmueble objeto material de
la conducta típica; pero en consideración a que el delito se integra "aun cuando el derecho
a la posesión de la cosa usurpada sea dudosa o esté en disputa" y de que el sujeto activo
del delito puede ser hasta el mismo propietario "de la cosa usurpada" se entrevera
también, "aunque no en forma prevalente, con la objetividad jurídica tutelada en este
delito, una lesión al interés jurídico que la colectividad tiene en que nadie se tome la
justicia por su mano mediante el ejercido arbitrario de las propias razones; interés jurídico
que proclama el artículo 17 Constitucional, en cuanto estatuye que 'ninguna persona podrá
hacerse justicia por sí misma ni ejercer violencia para reclamar su derecho'.

Ya Carrara advirtió la influencia constante que ejerce el ánimo del agente sobre la
esencia jurídica de los delitos, y subrayó que 'si el vecino tiene una justa razón para
estimar que el término que deslinda las heredades ha sido colocado ilícitamente y los
destruye, será responsable a lo sumo de ejercicio arbitrario de las propias razones, pues
no tiene intención de usurpar 10 ajeno sino de rechazar lo arbitrario haciéndose justicia".31

DESPOJO.- El delito de despojo implica un ataque a la posesión y de ninguna


manera se refiere a los derechos de propiedad. Consecuentemente, no es necesario que
el ofendido sea el propietario y compruebe sus derechos de dominio, sino que es bastante
que el sujeto activo se apodere del inmueble en las condiciones que fija la ley para que se
integre el delito. (Semanario Judicial de la Federación.- Sexta Época. Segunda Parte.- Vol.
XIV.- P. 97.- Amparo directo 3696/57).

DESPOJO (LEGISLACIÓN DE MICHOACÁN).- Para la configuración del delito de


despojo se necesita que alguien de propia autoridad y haciendo violencia física o moral a
las personas, o furtivamente o empleando amenaza o engaño, ocupe un inmueble ajeno,
según lo establece el artículo 351, fracción I, del Código Penal de Michoacán.

31

32
Y si el acusado confesó haber efectuado la destrucción de la cerca que se le
atribuye en la denuncia y ocupó el inmueble de propia autoridad, mismo cuya posesión se
había entregado poco antes al denunciante, es indiferente que el ofendido haya sido ese
denunciante u otra persona, pues en el párrafo final del citado artículo 351 del Código
Penal de Michoacán se establece que la pena será aplicable aun cuando la posesión de la
cosa usurpada sea dudosa o esté en disputa. (Semanario Judicial de la Federación.-Sexta
Época. Segunda Parte.- Vol. XXVIII.- P. 62.- Amparo directo 1098/59).

DESPOJO. ELEMENTOS DEL TIPO DEL DELITO DE (LEGISLACIÓN DEL


ESTADO DE PUEBLA).- Es intrascendente que el ofendido y el sujeto activo aleguen la
titularidad de los derechos de propiedad del bien inmueble materia del ilícito, pues lo
realmente importante para comprobar los elementos del tipo de delito de despojo, es que
en autos se encuentre demostrada la posesión material que sobre el inmueble citado tenía
el agraviado y el desapoderamiento que sufrió, ya que la figura delictiva de despojo tutela
la posesión quieta y pacífica, y no el derecho de propiedad de un inmueble. (Segundo
Tribunal Colegiado del Sexto Circuito.- VI. 20. 210P.- Amparo en revisión 17/ 98.-4 de
Febrero de 1998.- Sobre el tema tratado existe denuncia de contradicción de tesis número
45/98, pendiente de resolver en la Primera Sala.- Publicada en la página 640 del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.- Novena Época.-Tomo VII.-:Junio de
1998).

2.6. - Despojo de Aguas.

Despojo de aguas. Dice Sebastián Soler que tradicionalmente, el delito se llama


desviación de aguas, como delito contra la propiedad, y la especialidad de la figura se
funda, también en este caso, en la naturaleza especial del objeto materia sobre el cual
recae la infracción, considerado generalmente como inmueble en cuanto está incorporada
o formando parte del suelo, sea que se halle estancada o que fluya.32

Desviar, dice Giuseppe Maggiore, significa modificar el curso de las aguas,


cambiándoles el cauce. El medio no tiene importancia, como tampoco la tiene que el agua

32
REYNOSO DÁVILA. Ob. Cit. P. 370
33
se pierda o se utilice. No se incluye en el concepto de desviación la extracción de agua
(aquae haustus) por medio de bombas, cubos y cántaros. En algunos casos la extracción -
cuando no es consentida por ley o por costumbre puede constituir robo”.33

Desviar el curso de las aguas públicas o privadas, dice Humberto Barrera


Domínguez, es modificar el cauce por donde se deslizan, ya sea abriendo zanjas o
construyendo cañerías, con el fin de aprovecharlas ilegítimamente y con perjuicio de los
demás ribereños.

El desvío de las aguas, dice Carlos Fontán Balestra, debe hacerse en favor del
autor o de un tercero, de modo que se obtenga o persiga obtener con ello un provecho,
que el fin que la ley asigna a la acción, al tiempo que se lesiona el uso y el goce de esas
aguas por parte de quien le corresponden.

El desvío de aguas sin destino determinado y con el único propósito de causar


perjuicio, no constituye despojo, sino daño. Por provecho se entiende utilidad o beneficio
para el autor o para un tercero, el que comúnmente se ha de traducir en una manifestación
con significado económico mediato o inmediato.34

El perjuicio de terceras personas, dice Luis Carlos Pérez, tiene una fisonomía
especial: debe expresarse en la pérdida del agua propia y en la disminución de su caudal.
Y este perjuicio tiene que ocurrir como consecuencia directa de la usurpación.

Dice Ricardo C. Núñez que el agua en su modalidad jurídica de cosa mueble,


únicamente puede ser objeto de un robo. Por ejemplo, la que se encuentra en recipientes
o que es sacada en ellos de los cauces, fuentes o depósitos en los cuales tiene naturaleza
inmueble. Sacar agua mediante una cañería de uno de estos lugares, constituye un
despojo, porque la cañería no es un recipiente que separe el agua de su masa, sino que la
saca o desvía. En cambio, es un robo sacar agua de la cañería porque en este caso ya no
se la extrae directamente de los lugares mencionados".35

33
Ibidem.
34
FONTÁN BALESTRA, Carlos. “Derecho Penal”. Tomo VI. P. 258
35
NÚÑEZ, Ricardo. Ob. Cit. P. 513
34
Dice Mariano Jiménez Huerta que las aguas contenidas en manantiales, arroyos,
aljibes, estanques o acueductos de un inmueble cuando son extraídas del mismo
mediante un recipiente, son objeto material del delito de robo, pues aunque dichas aguas
en su estado primigenio formaban parte del inmueble, cuando el sujeto activo separa las
porciones que toma con el recipiente imprime a las mismas la movilidad y posibilidad de
remoción necesarias para que puedan ser objeto material del delito de robo.36

La consumación del delito de despojo, dice Federico Puig Peña, se efectúa en


cuanto el agua es desviada, aun cuando no haya llegado al fondo donde se pensaba
llevada o no se aproveche de su obra el agente.

AGUAS. DESPOJO DE, INTERPRETACIÓN DE LA FRACCIÓN III, DEL


ARTÍCULO 287 DEL CÓDIGO PENAL VIGENTE EN EL ESTADO DE CHIHUAHUA.- Es
de capital importancia para la tipificación de la figura delictiva Contenida en el artículo 287,
fracción III, del Código Penal Vigente en el Estado de Chihuahua, la interpretación que se
le dé al párrafo: "Distrajere o desviare en perjuicio de alguien el curso de aguas..."; en
efecto, dicho párrafo se refiere a acciones tendientes a cambiar de dirección o de su cauce
una corriente o caudal de agua, pero precisamente de agua corriente, por lo que el hecho
de impedir la sustracción del agua de un pozo ubicado en diferente predio del que se trata
de regar, utilizando para ello cualquier medio, no implica conducta criminal del presunto
sujeto activo pues no encuadra en la definición antes dicha, la que en todo caso se referirá
a incumplimiento de una obligación de carácter civil que de ninguna manera puede
dilucidarse en la vía penal. (Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito.-
Amparo en revisión 19/95.- 9 de Marzo de 1995).

36
JIMÉNEZ HUERTA. Ob. Cit. P. 36
35
CAPÍTULO 3.- EL DELITO DE DESPOJO EN LOS CÓDIGOS PENALES LOCALES

3.1.- Código del Estado de Michoacán.

EN EL ESTADO DE MICHOACÁN, EL DELITO DE DESPOJO DE INMUEBLE LO


ESTABLECE EL ARTÍCULO 330 DEL CÓDIGO DE PENAL VIGENTE EN EL ESTADO,
EL CUAL REZA:

Artículo 330.- Se aplicarán de seis meses a cinco años de prisión y multa de


cincuenta a quinientos días de salario.

I. Al que de propia autoridad y haciendo violencia a las personas o a las cosas, o


furtivamente, o empleando el engaño, ocupe un inmueble ajeno o haga uso de él o de
un derecho real que no le pertenezca;

II. Al que por los medios indicados por la fracción anterior, ocupe un inmueble de su
propiedad, en los casos en que no pueda disponer de él, por hallarse en poder de otra
persona en virtud de alguna causa legítima;

III. Al que por los mismos medios señalados en la fracción 1, con el fin de ocupar o usar
total o parcialmente un inmueble ajeno, destruyere o alterare las señales o linderos del
mismo; y

IV. Al que, en provecho propio o de un tercero, distrajere o desviare en perjuicio de otro el


curso de aguas que no le pertenezcan.

V. Al que de propia autoridad, impida el acceso a un inmueble a quien legítimamente


tenga derecho a ello.

La sanción será aplicable aunque la posesión de la cosa sea dudosa o esté en


litigio.

Si el despojo se realiza por dos o más personas, se aplicará a los autores


intelectuales y a quienes dirijan la ejecución del despojo, de cinco a diez años de prisión y
multa de cien a quinientos días de salario.
36
3.2.- Código Penal de EDOMEX.

EN EL ESTADO DE MÉXICO EL DELITO DE DESPOJO SE ENCUENTRA


PREVISTO EN EL CAPÍTULO V.

Artículo 308.- Comete el delito de despojo:

I. El que de propia autoridad ocupe un inmueble ajeno o haga uso de él o de un


derecho real que no le pertenezca.

II. El que de propia autoridad ocupe un inmueble de su propiedad, en los casos que la
ley no le permita, por hallarse en poder de otras personas, o ejerza actos de
dominio que lesionen derechos legítimos del ocupante; y

III. El que en términos de las fracciones anteriores distraiga sin derecho el curso de las
aguas.

Al responsable de este delito se le impondrán de uno a cinco años de prisión y de


treinta a ciento veinticinco días multa.

Cuando se trate de un predio que por decreto del ejecutivo del Estado haya sido
declarado área natural protegida en sus diferentes modalidades de parques estatales,
parques municipales, zonas sujetas a conservación ambiental y las demás que determinen
las leyes, se impondrán de dos a siete años de prisión y de cincuenta a ciento setenta y
cinco días multa.

A los autores intelectuales, a quienes dirijan la invasión y a quienes instiguen a la


ocupación del inmueble, cuando el despojo se realice por dos o más personas, se les
impondrán de seis a doce años de prisión y de ciento cincuenta a trescientos días multa.

Si al realizarse el despojo se cometen otros delitos, aún sin la participación física de


los autores intelectuales, de quienes dirijan la invasión e instigadores, se considerará a
todos éstos, inculpados de los delitos cometidos.
37
3.3.- Código Penal para el Distrito Federal.

CAPÍTULO VII.- DESPOJO.

Artículo 237.- Se impondrán de tres meses a cinco años de prisión y de cincuenta a


quinientos días de multa:

I. Al que de propia autoridad, por medio de violencia física o moral, el engaño o


furtivamente, ocupe un inmueble ajeno, haga uso de él o de un derecho real que no
le pertenezca;

II. Al que de propia autoridad y haciendo uso de cualquiera de los medios indicados en
la fracción anterior o furtivamente, ocupe un inmueble de su propiedad, en los
casos en que la ley no lo permite por hallarse en poder de otra persona o ejerza
actos de dominio que lesionen derechos legítimos del ocupante; o

III. Al que en los términos de las fracciones anteriores, cometa despojo de aguas.

El delito se sancionará sin importar si el derecho a la posesión de la cosa usurpada


sea dudosa o esté en disputa.

Artículo 238.- Cuando el despojo se realice por grupo o grupos, que en conjunto
sean mayores de cinco personas, además de la pena señalada en el artículo anterior, se
impondrá a los autores intelectuales y a quienes dirijan la invasión, de uno a seis años de
prisión.

Cuando el delito se cometa en contra de persona mayor de sesenta años de edad o


con discapacidad, las penas previstas en el artículo anterior, se incrementarán en una
tercera parte.

A quienes cometan en forma reiterada despojo de inmuebles urbanos en el Distrito


Federal, se les impondrán de dos a nueve años de prisión y de cien a mil días multa.

38
3.4.- Código Penal de Coahuila.

EN EL ESTADO DE COAHUILA EL DELITO DE DESPOJO SE ENCUENTRA


PREVISTO EN EL LIBRO SEGUNDO PARTE ESPECIAL TÍTULO QUINTO DELITOS
CONTRA EL PATRIMONIO.

CAPÍTULO OCTAVO.

Artículo 431.- Penalidad y figuras típicas de despojo se aplicará prisión de tres


meses a cinco años y multa a quien sin consentimiento de quien tenga derecho a otorgarlo
y por medio de la violencia en las personas, o de daño en las cosas amenazas, furtividad o
engaño o aprovechándose de la falta de vigilancia:

I. Despojo de inmueble se posesione en forma material de un inmueble, o impida


materialmente en el disfrute de un derecho real o el de la posesión.

II. Despojo de aguas distraiga o desvié en perjuicio de otro, el curso de aguas que no
le pertenezcan o de las que no está en posesión.

III. Alteración de linderos altere intencionalmente colindancias o lindero de predios o


cualquier clase de señales o mojoneras destinadas a fijas los limites con el predio o
predios contiguos.

3.5.- Código Penal de Chihuahua.

EN EL CÓDIGO PENAL DE CHIHUAHUA, SE ENCUENTRA PREVISTO EN EL


LIBRO SEGUNDO PARTE ESPECIAL TÍTULO DECIMO CUARTO DELITOS CONTRA
PATRIMONIO.

CAPÍTULO IX DESPOJO.

Artículo 232.- se aplicarán de seis meses a cinco años de prisión y multa de


cincuenta a quinientas veces el salario, a quien por medio de la violencia sobre las
personas o sin el consentimiento de quien legalmente pueda otorgarlo o por engaño:
39
I. Se posesione materialmente de un inmueble ajeno o haga uso de este o de un
derecho' real que no le pertenece.

II. Se posesione materialmente de un inmueble de su propiedad, en los casos en que


no pueda disponer o usar de este, por hallarse en poder de otra persona por una
causa legítima o ejerza actos de dominio que lesionen derechos del ocupante.

III. Distrajera o desviara en perjuicio de alguien el curso de aguas para usarlas en su


provecho o en el de otro.

3.6.- Código Penal de Nayarit.

CAPÍTULO VII
DESPOJO DE INMUEBLES Y AGUAS

Artículo 373.- Se aplicarán las sanciones de uno a cinco años de prisión y multa
de tres a diez días de salario:

I. Al que de propia autoridad y haciendo violencia física o moral en las personas o en


las cosas, o furtivamente, o empleando amenazas o engaño, ocupe un inmueble
ajeno, o haga uso de él o de un derecho real que no le pertenezca;

II. Al que de propia autoridad y haciendo uso de cualquiera de los medios indicados en
la fracción anterior ocupe un inmueble de su propiedad, en los casos en que la Ley
no se lo permita por hallarse en poder de otra persona, o ejerza actos de dominio
que lesionen derechos legítimos del ocupante; y

III. Al que en los términos de las fracciones anteriores, cometa despojo de aguas.

3.7.- Código Penal de Jalisco (Análisis Diagnóstico-Jurídico).

El título de este delito se deriva del verbo "despojar", el cual proviene del latín
despoliare: acción y efecto de despojar o despojarse, privar a uno de lo que goza y tiene.37

37
Diccionario Jurídico Mexicano, P. 1113.
40
Hasta hace relativamente pocos años se consideraba que por medio de este delito se
tutelaba la propiedad mueble e inmueble, por lo que el objeto de este delito podía ser de
fincas, alhajas, derechos, acciones, etc.38

En la actualidad este delito se denomina "usurpación" en algunas legislaciones39 el


objeto de protección es distinto entre nosotros.

La característica más importante de este delito es que el objeto material está


constituido por la desposesión de cualquier tipo de bien inmueble, así como derechos
reales, según algunos autores se debe añadir como característica el "propósito lucrativo"40
nuestra parte, opinamos que el objeto material del delito de despojo, no solamente se
limita a la posesión transitoria o permanente de casas o terrenos, sino a la ocupación que
alguien pueda ejercer de ciertos derechos reales como pudiera tratarse de una
servidumbre de paso, en cuyo caso, según la terminología civil también es un bien
inmueble sobre lo cual existe un derecho del tipo ideal que sólo puede recaer en la acción
de usurpar.

Por otro lado, el tipo tutela el uso y aprovechamiento de aguas, debiéndose respetar
en todo caso el curso natural de las mismas, ya que su desvío puede ocasionar grave
daño a quien tiene derecho al uso de tal recurso natural.

PRESUPUESTO DEL TIPO

Será necesaria la existencia de un bien inmueble para que sea ocupado sin
derecho, o de un derecho real que sea usurpado por quien no tiene derecho a ello, o bien
la existencia de mantos freáticos, canales, ríos, arroyos o cualquier forma material o
artificial de conducción de aguas.

38
CUELLO CALÓN, E. “Derecho Penal”. Parte Especial; pp. 852 y 853. La doctrina trata la usurpación
como la acción consistente en ocupar una cosa mueble o en usurpar, un derecho real inmobiliario ajeno; en
ambos casos se requiere una apropiación y una coetánea desposesión del inmueble o derecho real, y como
resultado exige que se reporte además una continuidad y se cause un daño que sería la condición de
punibilidad.
39
En España, según los artículos 517 y 518 del Código Penal.
40
MUÑOZ CONDE, F. “Derecho Penal”. Parte Especial; p. 268
41
BIEN JURÍDICO TUTELA DO

Por lo que se refiere a bienes inmuebles, es irrelevante la propiedad, ya que incluso


al propietario podrá imputársele el delito cuando ocupe sin derecho el bien de su
propiedad41 tanto en poder de otro42 este sentido, lo protegido por la norma es la posesión,
entendiendo esto como el tranquilo disfrute de las cosas inmuebles, de tal manera que
cualquier perturbación en el ejercicio de este derecho bastará para que se considere
consumado el tipo.

Lo mismo sucede con el derecho real que se tiene sobre bienes inmuebles y sobre
el uso de aguas en cuyo caso la titularidad de los derechos reales se vería afectada por la
conducta típica, así vemos como este delito representa una triple vía de protección,
tutelando de un lado; la posesión de bienes inmuebles, y de otro, los derechos reales que
son violentados y finalmente el derecho de uso de aguas, lesionando con una sola
conducta el contenido jurídico y económico de ambos derechos”.43

EL TIPO LEGAL EN EL CÓDIGO PENAL ESTATAL DE JALISCO.

El artículo referente señala que:

Artículo 262.- Se impondrán de tres meses a tres años de prisión y multa por el
importe de dos a doce días de salario.

I. Al que, de propia autoridad y haciendo violencia física o moral, o furtivamente, o


empleando amenazas o engaño, ocupe o use un inmueble o un derecho real que
no le pertenezca.
41
DESPOJO.- El despojo, más que una figura delictiva que proteja la propiedad, tutela la posesión de un
inmueble. Jurisprudencia.- 1a Sala. Sexta Época. Vol. XXXVI, Segunda Parte, p. 114. Apéndice 1917-1975;
p. 243. La cual puede verse en el libro Jurisprudencia y Tesis sobresalientes de 1955-1963. Vol. Penal.
Segunda Edición. Mayo Ediciones, p. 329.
42
DESPOJO.- Si el propietario de un local que ocupa otra persona, clausura la puerta para impedir que entre
el ocupante, comete el delito de despojo, dado el hecho de cerrar la puerta, evitando la entrada al poseedor,
pone a aquél en posesión de la finca desposeyendo al legítimo poseedor, quedando por lo mismo
satisfechos los requisitos que la ley exige para que se cometa el delito de despojo. 1a Sala. Informe 1956; p.
39. Quinta Época. Tomo CXXIX; p. 465. La cual puede verse en el libro Jurisprudencia y Tesis
Sobresalientes de 1955-1963. Vol. Penal. Segunda Edición. Mayo Ediciones, p. 328
43
BAJO FERNÁNDEZ M. “Manual”. Vol. II, pp. 120 a 122.
42
Siempre se entenderá como uso de violencia cuando el despojo se cometa por
grupos constituidos por tres o más personas.

II. Al que de propia autoridad y haciendo uso de cualquiera de los medios indicados en
la fracción anterior, ocupe un inmueble de su propiedad, en los casos en que la ley
no lo permita por hallarse en poder de otra persona, o ejerza actos de dominio que
lesionen derechos legítimos del ocupante.

III. Al que, en los términos de las fracciones anteriores y en beneficio propio o ajeno,
desviare o utilizare aguas a que no tenga derecho; y

IV. Cuando el despojo de inmuebles se realice por grupos, además de la sanción


señalada, se aplicará a los autores intelectuales y a quienes dirijan la invasión, de
dos a ocho años de prisión.

Las sanciones anteriores serán aplicables aun cuando la posesión de la cosa


usurpada sea dudosa o esté en disputa.

Acto De Propia Autoridad

Se exige, para la integración de esta figura, que el sujeto actúe de propia autoridad,
esto es, que no exista ningún tipo de autorización, ya sea verbal o escrita proveniente de
autoridad o de quien tenga derecho para que el autor haga uso u ocupe bienes de los aquí
descritos.

Ocupar, significa, tomar posesión de una cosa mediante esta conducta, se origina
para el legítimo poseedor, una coetánea pérdida o perturbación, de su posesión material
del inmueble o de un derecho real, la ocupación deberá realizarse mediante actos de
violencia, o furtividad, o mediante engaño o amenaza.

Violencia

Además de requerir que se lleve a cabo un acto de propia autoridad, deberá ir


acompañado de violencia, que podrá ser física o moral. La primera tanto en las cosas
43
como en las personas, que puede ejercerse en las cosas venciendo la resistencia natural
de éstas rompiendo candados, fracturando chapas, ventanas, etc.

En cuanto a la violencia física ejercida en la persona o personas que se encuentren


en el lugar al momento de ocurrir la ocupación, deberá ser suficiente para romper la
oposición a que ocurra esto, bastando la intimidación por medio del hecho de llevar armas
o amagos que impliquen vencer la posible resistencia del ocupante.

Presunción de Violencia.- En los términos de la adición hecha al artículo 262 del


CPE el legislador equipara la violencia cuando los autores son tres o más, aun cuando en
el caso concreto no se haga uso de ningún medio violento, lo cual nos parece que es una
desafortunada adición que no da certeza jurídica a las partes ni al intérprete de la norma.

Furtividad.- En cuanto a la furtividad hemos dicho que actúa de esa manera el que
lleva a cabo actos de asechanza o vigilancia sobre el lugar y las personas con el fin de
aprovechar el momento propicio para facilitarse la ocupación con menos probabilidades de
resistencia.44

Amenaza.- Por "amenaza" hemos señalado que es el anuncio de un mal presente o


futuro en la víctima o en personas ligadas a la víctima, para vencer la resistencia que
pudiese presentar. Es una forma de intimidación que se específicamente para vencer la
resistencia de los legítimos poseedores bien materia de este delito.

Engaño.- Por "engaño" se entiende la representación distinta a la realidad, que


también facilitan al autor el resultado querido.

En este sentido, en materia federal el artículo 396 establece aumento de pena


cuando se hace uso de violencia o amenaza; sin embargo, consideramos que esta
disposición fue incluida en un exceso legislativo en la norma ya que a nivel del tipo

44
DESPOJO DE INMUEBLE.- El elemento furtivo ha de entenderse como lo que se hace a escondidas y
como hurto, tomando (de día o de noche) clandestina o manifiestamente, con ánimo de apropiárselo, un bien
inmueble contra la voluntad de su dueño y sin conocimiento de éste. 1a Sala, Informe 1959; p, 34, Sexta
Época. Vol. XXVII. Segunda Parte; p, 46. La cual puede verse en el libro Jurisprudencia y Tesis
sobresalientes de 1955-1963. Vol. Penal. Segunda Edición. Mayo Ediciones, p 332
44
precisamente la violencia o la amenaza al ser uno de los elementos médiales de esta
figura delictiva no se puede considerar después como circunstancia agravante para
aumentar sanción como si la sola violencia o la amenaza fuesen integradores de un tipo
derivado específico (amenazas, lesiones, daño, etc.).

La aplicación de esta disposición admite que una sola conducta que lesiona un solo
bien jurídico en un solo acto, se debe sancionar como si se tratara de dos actividades con
daño a dos entidades jurídicamente tuteladas, todo lo cual lesiona el principio non bis in
idem, así como el principio de proporcionalidad de la pena al pretender sobrepenalizar
aquello que ha sido motivo de sanción en el tipo básico.

En ambas legislaciones (Federal-Local) se determinan penas graves para quienes


dirigen acciones de despojo por grupos, actividad que ha provocado asentamientos
irregulares y en consecuencia problemas sociales graves por la falta de servicios, en
detrimento de la calidad de vida de las personas que se asientan en terrenos que son
subdivididos y vendidos, sin contar con lo más elemental.

ELEMENTOS DEL TIPO JURÍDICO-PENAL

Atendiendo al tipo

1. BIEN JURÍDICO TUTELADO: La posesión. OBJETO MATERIAL: Bienes de naturaleza


inmueble en cuyo caso serán aquellos que define la legislación civil con excepción de
los bienes que puedan desprenderse y transportarse, en cuyo supuesto hemos dicho
se comete el delito de robo; también será objeto de este delito cualquier derecho real
así como el distraer el curso de aguas que serán públicas, ya que si se trata de aguas
para uso doméstico entonces también se actualiza la conducta equiparada al robo.

2. SEGÚN LA CONSTRUCCIÓN SEMÁNTICA Es un tipo penal cerrado.

3. EN FUNCIÓN DE LA FORMULACIÓN DEL TIPO: Es un delito que contiene una figura


básica y distintas formas derivadas de naturaleza agravada, así por ejemplo, el despojo
mediante invasión.
45
4. SEGÚN LOS ELEMENTOS LINGÜÍSTICOS EN EL TIPO: Es un tipo que contiene
elementos descriptivos y normativos.

5. POR SU AUTONOMÍA O DEPENDENCIA FRENTE A OTROS TIPOS: Es una figura


delictiva autónoma.

Atendiendo a los sujetos

1. SEGÚN LA FORMA DE INTERVENCIÓN EN EL TIPO: Admite todas las formas de


autoría y participación.

2. SEGÚN LA CUALIDAD DE AUTOR: Es un delito de sujeto activo común.

3. POR EL NÚMERO DE SUJETOS QUE INTERVIENEN: Es unipersonal en el tipo


básico y pluripersonal en los tipos derivados.

4. POR LA CUALIDAD DEL SUJETO PASIVO: Se trata de un delito de sujeto pasivo


común.

Atendiendo a la acción

1. POR LA FORMA DE MANIFESTARSE LA CONDUCTA: Es de acción comisiva.

2. ELEMENTO SUBJETIVO DEL TIPO DE INJUSTO: En este delito es necesario el dolo


de querer, ocupar o usurpar ya sea el bien inmueble o aguas o en su caso derechos
reales, por lo que no es admisible la forma culposa de comisión.

3. POR SU GRADO DE EJECUCIÓN: Es un delito que admite la tentativa en el cual su


momento de consumación será cuando se produce la perturbación del derecho real o
la ocupación del inmueble.

Para los efectos de prescripción se tomará como base este momento consumativo
considerando además el momento en que el ofendido se entera que su derecho ha sido
violentado.

46
4. SEGÚN EL NÚMERO DE ACTOS Y SU DURACIÓN: Es un delito de ejecución
instantánea. De acuerdo a la naturaleza del tipo se actualiza la forma permanente la
cual será considerada como un efecto de la conducta inicial que indudablemente cabe
dentro de los parámetros de la instantaneidad, para efectos de establecer el acto de
consumación.

5. POR SU FORMACIÓN: Es un delito casuístico alternativo y acumulativo.

6. POR EL EFECTO DE LA ACCIÓN EN EL OBJETO: Es de lesión.

7. POR LA RELACIÓN EXISTENTE ENTRE LA ACCIÓN Y EL OBJETO DE LA ACCIÓN:


Es un ilícito de resultado.

Aspectos procesales que surgen del delito.

1. SEGÚN SU FORMA DE PERSECUCIÓN: Se persigue oficiosamente en ambos fueros,


con la excepción de que será perseguible previa querella el supuesto del tipo básico
previsto en la fracción I del artículo 395 del CPF.

2. SEGÚN LA GRAVEDAD DEL· TIPO EXPRESADA EN LA LEY: Es un delito


considerado como no grave en el ámbito federal y se considera como grave en el
ámbito local cuando participan en el hecho más de tres.

47
CAPÍTULO 4.- EL DELITO DE DESPOJO (USURPACIÓN)
EN EL CÓDIGO PENAL ARGENTINO
(COMPARATIVO)

OBJETOS DE LOS DELITOS.- En los delitos que a continuación vamos a ver el


objeto es siempre un inmueble, respecto del cual se protege todo derecho real que se
ejerza sobre él, aun en sus formas más simples, de todo acto que impida ese ejercicio o lo
turbe. Debemos distinguir, dentro del capítulo, los tipos que se refieren a inmuebles
consistentes en terrenos, de aquellos que se refieren a derechos que se ejercen sobre las
aguas.45

4.1.- Usurpación de Inmuebles.

CAMBIOS INTRODUCIDOS.- Grandes cambios han sufrido aquí los textos, no


solamente referidos al aspecto de la punibilidad que ahora es en el artículo 181 la de
prisión de seis meses a tres años, sino porque al retornarse a la versión original, las
diferencias con la ley 21.338 resultaron notables. Esta ley 21.338 no había hecho más que
seguir la fórmula de la ley 17.567 en la reforma del arto 181 (la cual había sido dejada sin
efecto en 1984 por la ley 23.077). La ley 24.454, al redactar un nuevo inc. 10 de dicho
artículo, regresó a la fórmula de las leyes 17.567 y 21.338.

CONCEPTO DE INMUEBLE. - El concepto dé inmueble en el sentido penal del art.


181 es exclusivamente el de inmueble por naturaleza, según el art. 2314 del Cód. Civil: el
suelo y las partes sólidas o fluidas (salvo el agua que integra el objeto del art. 182, Cód.
Penal) que forman su superficie o profundidad y lo que está incorporado al suelo de
manera orgánica o se encuentra bajo el suelo sin el hecho del hombre; pero lo que puede
ser objeto del delito es el suelo mismo así formado: lo que integra el suelo o se adhirió a él
orgánica o inorgánicamente no puede ser objeto de usurpación separadamente, ya que
para ello debe ser, precisamente, separado y entonces se convierte en un objeto mueble
susceptible de hurto o robo. Menos constituyen objeto de los delitos los inmuebles por
accesión física (art. 2316, Cód. Civil): su ocupación únicamente puede constituir

45
CREUS. Ob. Cit. Págs. 553-573
48
usurpación si se la realiza mientras siguen adheridos al suelo; si se los separa para
ocuparlos también se darán aquellos otros delitos.

EXTENSIÓN DE LA PROTECCIÓN LEGAL. - Lo que la ley protege no es


propiamente el dominio sobre el inmueble, sino el ejercicio de facultades originadas en
derechos reales que se ejercen sobre él, ya procedan del dominio o de otras
circunstancias o relaciones; o sea, la tenencia, la posesión o el ejercicio de otro derecho
real que permite la ocupación total o parcial del inmueble.

Tiene en el sentido de los derechos reales civiles el que posee efectivamente la


cosa a título autónomo, por sí o por medio de sus representantes, ocupándola total o
parcialmente, aun reconociendo que su dominio pertenece a otro; no es imprescindible un
contacto físico permanente del tenedor con el inmueble: basta que lo ocupe, usándolo y
gozándolo materialmente (arts. 2352, 2461 Y 2462, Cód. Civil); ostentan ese carácter el
locador, el sublocador y sus sucesores, el comodatario, no los que sólo tienen en
representación de otros, sea en forma independiente (mandatario, depositario), sea como
servidor de la tenencia de un tercero (empleados), aunque en algunos casos la ley civil los
designe "simples tenedores".

Se discute la situación del que retiene un inmueble ejerciendo un derecho (arts.


3939 y 3944, Cód. Civil), aun en el caso del constructor; pero allí se trata de una tenencia
en garantía, que responde a un derecho personal y no constituye el ejercicio de un
derecho real, por lo cual, en principio, el desalojo de esa tenencia puede ser materia de
otro delito, pero no de usurpación (contra: Núñez).

Posee el que tiene el inmueble con la intención de someterlo a su derecho de


dominio (art. 2351, Cód. Civil), aunque, como en el caso anterior, no lo haga por medio de
un contacto físico permanente.

Ejercen derechos reales sobre inmuebles todos los que usan o gozan del inmueble
ajeno por un título de aquel carácter (uso, usufructo, servidumbre, habitación, anticresis);
también en este caso, como en los anteriores, es indispensable el efectivo ejercicio actual
de los derechos.
49
CARÁCTER DEL TÍTULO DEL SUJETO PASIVO.- A diferencia de otras
legislaciones que requieren la legitimidad del título que funda la tenencia en cualquiera de
los modos que acabamos de ver, la nuestra no contiene referencia alguna en ese sentido,
por lo cual se ha entendido que esa legitimidad no es un presupuesto del delito; sólo sería
necesaria la "existencia de un poder de hecho y consolidado sobre la cosa" (Soler); el
delito de usurpación podría ser cometido, por lo tanto, por el propietario contra el simple
tenedor, aunque aquél pudiera prevalerse de un interdicto de recobrar o pudiese tener
éxito en una acción civil de despojo, salvo en los casos en que el art. 2470 del Cód. Civil
autoriza el uso de la fuerza para recobrar la posesión, ya que en ellos no se habría dado
todavía la consolidación de la tenencia que justificaría la protección del poder de hecho
contra la actuación del particular al margen de la intervención de la autoridad pública; por
supuesto que la determinación de cuándo ese poder está consolidado o no ("sin intervalo
de tiempo", dice la ley civil) es una cuestión de hecho librada, en cada caso, a la
estimación de los jueces.46

4.1.1.- Usurpación por Despojo.

EL TEXTO LEGAL. VARIACIONES LEGISLATIVAS. - El art. 181, inc. 1º del Cód.


Penal, según ley 24.454 asigna una pena de prisión de seis meses a tres años -común a
los casos previstos en los dos incisos del artículo- al que "por violencia, amenazas,
engaños, abusos de confianza o clandestinidad despojare a otro, total o parcialmente, de
la posesión o tenencia de un inmueble o del ejercicio de un derecho real constituido sobre
él, sea que el despojo se produzca invadiendo el inmueble, manteniéndose en él o
expulsando a los ocupantes".

El texto original del Código Penal punía al que "por violencia, engaño o abuso de
confianza, despojare a otro de la posesión o tenencia de un bien inmueble o de un
derecho real de uso, usufructo, habitación, servidumbre o anticresis, constituido sobre un
inmueble". La fórmula actual, que procede de la ley 17.567, no ha cambiado
esencialmente la figura, salvo quizás en lo que se refiere a la inclusión de la clandestinidad
como medio comisivo, puesto que las demás reformas no han hecho sino responder a las

46
Ibidem.
50
interpretaciones que la doctrina y la jurisprudencia habían dado a la disposición original, ya
que dentro de la violencia se consideraba comprendida la vis moral, que ahora se
menciona como amenazas; en cuanto a los distintos modos de despojo que actualmente
se enuncian taxativamente, habían sido también ya reconocidos y la expresión "del
ejercicio de un derecho real" cubre los supuestos que en la fórmula reemplazada se
enumeraban circunstanciadamente.47

ACCIÓN TÍPICA. - Es la de despojar, lo cual tiene un sentido de quitar, de sacar de


la ocupación o impedir la ocupación del inmueble total o parcialmente, por parte del sujeto
pasivo; puede darse, por consiguiente, desplazando al tenedor, poseedor o ejercitador del
derecho real de que se trate, del lugar (terreno) que constituye el inmueble u oponiéndose
a que aquél continúe realizando los actos propios de su ocupación tal como los venía
ejecutando. Pero, para ser típico, el despojo debe estar signado por la finalidad de
permanecer en el inmueble ocupándolo: el que priva de la tenencia al sujeto pasivo
fugazmente, con voluntad de no permanecer en él, podrá quedar comprendido en otros
tipos (p.ej., el que sólo lo hace para turbar la posesión), pero no en el que estudiamos.

El despojo puede ser total o parcial. Es total cuando se priva al sujeto pasivo de
todo el inmueble; es parcial cuando se lo priva de la tenencia de la parte del inmueble que
aquél ocupa (p.ej., en una tenencia común, impedirle el ejercicio de los derechos que
como tenedor común le corresponden), o cuando el autor excluye al sujeto pasivo de la
ocupación de una parte del inmueble que ocupaba en su totalidad, o cuando trata de
ejercer juntamente con él la ocupación.

La expresa regulación de los modos por los que el agente puede llevar a cabo el
despojo corrobora esta interpretación. Esos modos son la invasión del inmueble, en la cual
el agente penetra en el inmueble aun sin expulsión de sus ocupantes, para ocupado él
conjuntamente en su caso, privando a aquéllos en alguna medida del ejercicio de los
derechos que como tenedores ejercían; el mantenimiento en el inmueble, impidiendo al
ocupante seguir ejerciendo los derechos sobre él cuando le corresponden, 10 cual se da
generalmente en los casos de interversión de título, en los cuales el agente invoca un

47
Idem.
51
título de ocupación que no es aquel en virtud del cual se encontraba en el inmueble,
aunque éstos no agotan los supuestos delictivos, como más adelante veremos; la
expulsión de los ocupantes para hacerse el agente con esa ocupación en forma exclusiva
sobre la totalidad o parte del inmueble.48

MEDIOS TÍPICOS. - Pero para que la acción de despojo resulte típica tiene que
perpetrársela por alguno de los medios taxativamente enunciados en la ley; si se la realiza
por cualquier otro medio, no habrá tipicidad. Por otro lado, esos medios tienen que usarlos
para consumar el despojo en cualquiera de los modos señalados precedentemente; por lo
tanto, si las situaciones de violencia, amenazas, etc., son concomitantes con el despojo,
pero no fueron los medios para llevado a cabo, no se habrá cometido la usurpación de que
aquí tratamos.

La violencia es aquí la vis física que el agente despliega sobre las personas para
vencer la resistencia que oponen o impedir la que pueden oponer a la ocupación que
aquél procura, pero también comprende la fuerza que despliega sobre las cosas que le
impiden o dificultan la penetración invasiva o el mantenimiento de su ocupación exclusiva
(p.ej., cambiar las cerraduras); esto último, que alguna vez puso en duda la doctrina
(Núñez, Fontán Balestra), no parece que pueda plantear dificultades en la taxatividad de la
nueva fórmula: si la fuerza sobre las cosas es el medio de mantenerse en el inmueble, es
un medio comisivo y, por tanto, típico.

Las amenazas constituyen la violencia moral; el concepto válido aquí es el del art.
149 bis del Cód. Penal, figura ésta que queda desplazada por la usurpación a causa del
carácter subsidiario de aquélla, aunque erróneamente alguna doctrina ha sostenido lo
contrario.

El engaño es cualquier conducta que disimule la verdad; puede consistir en un ardid


o en una manifestación simplemente mentirosa que haya inducido en error al sujeto pasivo
o a un tercero, permitiendo la ocupación del agente en cualquiera de los modos previstos;
cuando el engaño no está destinado al logro de la ocupación del inmueble sino a la

48
Ibid.
52
privación del título por el cual el sujeto pasivo ejercía la tenencia, la posesión o el derecho
real de que se trate, no estaremos ante una usurpación, sino ante una defraudación.49

El abuso de confianza no se considera en el tipo como el vicio de la posesión que


regula el arto 2372 del Cód. Civil, sino como la conducta del que despoja al sujeto pasivo
aprovechando la confianza que se le ha otorgado al permitirle el acceso o el uso del
inmueble, manteniéndose en él como ocupante, o intervirtiendo el título en virtud del cual
se le permitía la tenencia o el goce de un determinado derecho real sobre el inmueble. La
interversión del título requiere, por parte del agente, la invocación de una distinta
naturaleza de la ocupación que ya ejerce a título propio o en representación de otro para
mantenerse en aquélla desplazando a quien debe ocupar: que el servidor de la tenencia
ajena invoque ser tenedor autónomo, que el tenedor invoque ser poseedor; en este
sentido, no basta que quien ya ejerce la tenencia o la posesión del inmueble invoque un
título distinto del que fundamenta su ocupación cuando ésta debe igualmente continuar
(p.ej., quien siendo usufructuario invoque ser propietario), ya que entonces no realiza la
actividad desplazante del ocupante anterior que el despojo requiere; tampoco es
usurpador en el concepto típico quien simplemente se niega a dejar el inmueble sin
invocar título alguno, en cuanto no utilice ninguno de los medios típicos para mantenerse
en él; estas situaciones son penalmente impunes y, en principio, sólo solucionables por la
vía civil (Núñez).

La clandestinidad se refiere a la ocultación de los actos de ocupación respecto de


las personas que tienen derecho a oponerse a ella (art. 2369, Cód. Civil), aunque aquéllos
no sean ocultos para terceros; en realidad, siguiendo los lineamientos civiles, aquí se
considera ocultación tanto los actos realizados con precauciones para evitar que sean
conocidos por los que tienen derecho a oponerse, como aquellos en que el agente
aprovecha la ausencia de esos sujetos o de sus representantes.

Claro está que la clandestinidad sólo puede admitirse respecto de los modos de
invasión y mantenimiento; normalmente será difícil que pueda compaginársela con el
modo de expulsión de los ocupantes.

49
CREUS. Parte Especial.
53
CONSUMACIÓN y TENTATIVA.- El despojo usurpador se consuma cuando se
produce la invasión del inmueble constitutiva de la ocupación, aunque no se expulse a los
ocupantes anteriores; o cuando se los expulsa como manifestación de ocupación; o
cuando, intervirtiendo o no el título, el agente que está en el inmueble rechaza o impide la
actividad del sujeto pasivo que importa la continuidad de la ocupación que ejercía.

Puesto que se trata de un delito de resultado, es admisible la tentativa, que está


conformada por la utilización de alguno de los medios típicos, con la intención de
desplazar, total o parcialmente, la ocupación del sujeto pasivo, para asumida el agente.
Cuando los medios empleados son los de violencia o amenazas, la tentativa de
usurpación por despojo puede confundirse con la turbación de la posesión o tenencia que
prevé la parte final del art. 181: la circunstancia de que el despliegue de la violencia o las
amenazas para despojar hayan llegado a turbar la posesión o tenencia no quita al hecho
su carácter de tentativa de usurpación por despojo; pero si aquellos medios fueron
utilizados para turbar la posesión o tenencia, se aplica la parte final del art. 181, aunque el
objetivo del agente sea el de lograr que el ocupante abandone su ocupación: es el dolo
directo correspondiente a cada culpabilidad típica el que soluciona el conflicto de figuras.50

CUESTIONES ATINENTES A LA ANTIJURIDICIDAD.- No dejan de ser aplicables


los principios generales de la justificación, entre ellos el del ejercicio del derecho. Pero no
es una situación de justificación la repulsa violenta admitida por el art. 2470 del Cód. Civil,
en que el agente expulsa por la fuerza a quien lo desplazó de su anterior ocupación,
puesto que en ese caso no se da aún ocupación consolidada, lo que marginará el hecho
de la usurpación típica: trátese de una situación de atipicidad, no de justificación.

CULPABILIDAD.- El dolo es necesariamente el directo, puesto que requiere en el


autor la voluntad de despojar al tenedor por alguno de los medios señalados en la
descripción típica.

La ignorancia y el error (p.ej., sobre la existencia de la tenencia por parte de un


tercero) pueden llegar a eliminar la culpabilidad.

50
Ibid.
54
4.1.2.- Destrucción o Alteración de Límites.

EL TEXTO LEGAL. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO. - El art. 181, inc. 2°, castiga al
que "para apoderarse de todo o parte de un inmueble, destruyere o alterare los términos o
límites del mismo".

A diferencia de lo que ocurre en la usurpación por despojo, en este delito, no sólo


se ataca la posesión o tenencia, sino que la acción puede repercutir sobre el dominio
mismo del inmueble, ya que las modificaciones introducidas por ella pueden menoscabar
los elementos probatorios de su extensión.

ACCIÓN TÍPICA.- La acción puede ser la de destruir o la de alterar. Destruye el que


de cualquier modo elimina los límites o términos, sea deshaciéndolos, sea quitándolos,
hasta hacerlos desaparecer; la característica del elemento subjetivo del tipo indica que la
destrucción debe tener por objeto la total eliminación de los términos o límites; su
destrucción parcial, que permita seguir estableciendo con precisión la delimitación de los
inmuebles (p.ej., quitar parte del alambre de un cerco) no consuma el tipo, aunque
eventualmente pueda quedar comprendida en una tentativa. Altera el que cambia de lugar
los términos o límites, variando de ese modo la extensión de los terrenos linderos,
haciendo avanzar la delimitación sobre el del sujeto pasivo; la simple alteración que no
tenga esa repercusión y no esté guiada por ese significado de la acción, es atípica (p.ej.,
cambiar de lugar un mojón, pero sobre la misma línea de demarcación).51

OBJETOS.- Los objetos son los términos o los límites. Términos son las señales
colocadas expresamente para delimitar un inmueble de otro (como son los mojones).
Límites son los signos afectados a esa función, aunque no se hayan creado expresamente
para ella y cumplan a la vez otras funciones distintas; pueden ser naturales (árboles, vías
de agua, fallas del terreno, piedras, etc.) o artificiales (cercos, edificaciones). Pueden
delimitar inmuebles urbanos o rurales; la ley no hace distinciones.

La alteración de la línea ideal fijada en documentos no constituye este delito.

51
Ibid.
55
ELEMENTO SUBJETIVO. - El tipo está dominado por el elemento subjetivo, puesto
que la alteración o la destrucción de los términos o límites debe ser realizada para
apoderarse de todo o parte de un inmueble.

El apoderamiento a que se refiere la ley se satisface con la finalidad de ocupar la


parte del inmueble ocupada por el sujeto pasivo que queda comprendida dentro de la
alteración o la parte o la totalidad del inmueble que deja de estar delimitado, a causa de la
destrucción. No es necesario que el agente actúe animus domini.

Este elemento subjetivo permite distinguir el delito del previsto en el art. 181, inc. 1º.
El del art. 181, inc. 20, no requiere el despojo, como más adelante veremos, pero si ello
ocurre, cuando el hecho se hubiese perpetrado por destrucción o alteración de términos o
límites exclusivamente, se dará el tipo que venimos estudiando, pero si el despojo que
viene acompañado de esas acciones se perpetró por alguno de los medios previstos en el
art. 181, inc. 1º, nos encontraremos ante una usurpación por despojo y no ante una
destrucción o alteración de límites o términos.

CONSUMACIÓN y TENTATIVA. - La consumación se da cuando, guiado por la


particular finalidad típica, el agente ha conseguido destruir o alterar los términos o límites,
de forma tal que haya llegado a anular la delimitación de los inmuebles o hecho avanzar
los límites de uno sobre otro. Si no ha conseguido eso, pero ha emprendido la acción de
destruir o alterar con la finalidad expresada, el hecho puede quedar en tentativa.

Es indiferente para la consumación que por medio de la alteración o destrucción se


haya llegado a perpetrar el despojo de todo o parte del inmueble afectado por su
ocupación por el agente.52

SUJETO ACTIVO. - Sólo puede serlo el ocupante del fundo vecino al que se ve
afectado por la acción destructiva o alteradora, ya que es el único que se puede apoderar
por esos medios. Un tercero que realice esos actos, estará invadiendo el inmueble, con lo
cual, y en la medida en que su acción implique violencia sobre las personas o fuerza sobre

52
Ib.
56
las cosas o se haya perpetrado desplegando alguno de los otros medios enunciados en el
art. 181, inc. 1°, podría ser perseguido en virtud de dicha norma, pero no la del art. 181,
inc. 2°. No es igual la solución en los derechos que construyen el tipo sobre el elemento
subjetivo constituido por el logro de cualquier provecho (no sólo por la ocupación), en cuyo
caso cualquier persona puede ser autor.

CULPABILIDAD. - Requiere la específica voluntad de utilizar el desplazamiento o


supresión de los límites o términos como medio para ocupar todo o parte del inmueble
vecino; cuando la acción no tiene esas miras, podrá constituir otros delitos (p. ej., hurto si
se ha querido apoderar de las cosas que constituyen los términos o límites; daño, si sólo
se ha pretendido su destrucción), pero no el que aquí nos ocupa.

4.1.3.- Turbación de la posesión o tenencia.

EL TEXTO LEGAL. DISTINCIÓN CON LOS TIPOS ANTERIORES. - El art. 181, inc.
3°, castiga al que "con violencia o amenazas, turbare la posesión o tenencia de un
inmueble".

Los dos tipos que hemos visto hasta ahora son situaciones de despojo, aunque en
el segundo no es indispensable su efectivización. El que ahora veremos está
caracterizado porque la acción del agente lo que hace es restringir el ejercicio pleno de la
posesión o la tenencia, pero sin importar una ocupación total o parcial del inmueble por
parte de aquél, ni ello constituye su finalidad inmediata. Evidentemente, cuando hay
ocupación, aunque sea parcial, o se pretende ejercer derechos reales juntamente con el
anterior ocupante, habrá despojo o voluntad de despojar, lo cual elimina de los actos
simplemente turbatorios todos los que implican ocupación con pretensión de que sea
consolidada.53

LA ACCIÓN TÍPICA. - La acción de turbar la posesión la realiza quien, sin ocupar el


inmueble en el sentido expresado al hablar del art. 181, inc. 1°, restringe temporal o
permanentemente el ejercicio de los derechos que corresponden a la posesión del sujeto

53
Creus. Parte Especial, 1.
57
pasivo. El acto de turbación puede llevarse a cabo en alguno de los modos previstos por
ese inciso, siempre que las acciones no se las realice con intención de ocupar el inmueble,
aunque sea sin pretender excluir al anterior ocupante (p. ej., obreros que impiden la
entrada del dueño de la empresa en apoyo de una actitud de huelga; para el derecho
penal el hecho previsto por el art. 2496, Cód. Civil, es un acto de usurpación por despojo y
lo mismo ocurre con el del art. 2498, Cód. Civil). Vimos, por otra parte, que la actividad de
ocupar total o parcialmente el inmueble con intención de consolidar esa' ocupación sin
lograrlo, no es acto de turbación, sino de tentativa de usurpación por despojo.

Los actos más claros de turbación son los que coartan derechos del poseedor sin
que se dé la presencia del agente en el inmueble afectado, en un sentido físico, como
puede ser el hecho de cortar cables de energía eléctrica u obturar caños de agua corriente
para que el sujeto pasivo no reciba los fluidos; una obra nueva hecha en otro inmueble
que impide o dificulta el paso del sujeto pasivo a su inmueble (art. 2499, Cód. Civil);
expulsar animales de un potrero (la doctrina habla de hacer pastar los animales propios en
el inmueble de otro, pero ello también puede constituir un acto de invasión que se incluya
en la usurpación por despojo); volar un puente establecido en una servidumbre de paso,
etcétera.54

Pero los actos que realice el agente tienen que ser efectivamente restrictivos del
ejercicio de la posesión; si sólo son idóneos para hacer más molesto el ejercicio, la
doctrina considera que se trata de molestias personales que no afectan aquél en la forma
requerida por el tipo, de manera que quedan marginados de él (p. ej., arrojar
sistemáticamente cascotes al techo de una vivienda, dirigir intencionalmente el humo de la
chimenea sobre la finca de un vecino, etc., generalmente estos hechos se prevén como
simples faltas).

El párrafo último del art. 181 de la ley 21.338 determinaba una pena menos severa
que la atribuida para los hechos que preveía en los incs. 1º y 2º, para quien "con violencia
o amenazas turbare la posesión o tenencia de un inmueble". El texto vigente, además de
asignarle la misma pena que para los otros hechos incluyendo la descripción de la figura

54
Loc. Cit.
58
en un inc. 3°, castiga la turbación, violenta o amenazante, de la posesión de un inmueble,
con lo que retorna al erróneo criterio de no punir los hechos turbatorios, llevados a cabo
por los medios típicos, en los que el sujeto pasivo fuere un mero tenedor del inmueble
(Soler, Gómez, etcétera). La conducta turbatoria inmediatamente dirigida contra el mero
tenedor sólo podrá caber en el tipo cuando implique una turbación para el poseedor
(Núñez); fuera de esa hipótesis, las violencias contra las personas y las amenazas
producidas con finalidad turbatoria de la tenencia, tendrán que considerarse a través de
los delitos contra las personas o la libertad si las acciones respondiesen a sus tipicidades.

MEDIOS TÍPICOS y MODOS DE COMISIÓN.- Los actos de turbación son


penalmente típicos cuando se los realiza con violencia o amenazas. La violencia, como en
los supuestos ya vistos, puede recaer sobre las personas o constituir una fuerza sobre las
cosas. La circunstancia de que la ley utilice la preposición con en vez de por (como ocurre
en el inc. l°) ha llevado a parte de la doctrina a sostener que no es indispensable que entre
el despliegue de violencia o la amenaza medie una relación de causa a efecto con la
turbación, bastando "que la violencia o las amenazas acompañen de alguna manera la
ejecución del delito" (Núñez); sin embargo, no cabe duda de que la ley menciona a la
violencia y las amenazas como medios de la turbación y, por tanto, se impone el
reconocimiento de aquella relación causal: la turbación tiene que ser lograda por medio de
la violencia o por medio de amenazas. Ésta es, por otra parte, la solución que se adecua a
la sistemática de la ley, si tenemos en cuenta la taxatividad de los medios previstos para la
usurpación por despojo.55

CONSUMACIÓN Y TENTATIVA. - El delito se consuma cuando la turbación se ha


realizado, es decir, cuando la limitación al ejercicio de la posesión se hizo efectiva
impidiendo la respectiva actividad del sujeto pasivo. Es posible la tentativa.

CUESTIONES SOBRE ANTIJURIDICIDAD.- Como con referencia a los otros


delitos, son aplicables los principios generales de la justificación, no constituye un caso de
esa índole la pretensión, por parte del agente, de hacer valer, por los medios típicos de la
violencia o las amenazas, el título que tenga a la posesión; se estará entonces en la esfera

55
Ib.
59
de la ilegalidad, ya que la ley civil lo prohíbe expresamente, requiriendo que el sujeto
demande "por las vías legales" (art. 2468, Cód. Civil).

CULPABILIDAD. - Puesto que, como vimos, las violencias o amenazas tienen que
estar dirigidas al logro de la turbación, no es admisible otro dolo distinto del directo.

4.1.4.- Usurpaciones Agravadas.

DEROGACIÓN DE LAS FIGURAS AGRAVADAS. - La ley 23.077 derogó el art. 181


bis que traía distintas figuras agravadas, cuyas conductas pasaron a integrarse en las
figuras básicas.

4.2.- Usurpación de Aguas.

COMPARACIÓN DE LOS SISTEMAS.- El art. 182 dice: "Será reprimido con prisión
de quince días a un año:

1) El que ilícitamente y con el propósito de causar perjuicio a otro sacare aguas de


represas, estanques u otros depósitos, ríos, arroyos, fuentes, canales o acueductos o
las sacare en mayor cantidad que aquella a que tenga derecho.

2) El que estorbare el ejercicio de los derechos que un tercero tuviere sobre dichas
aguas.

3) El que ilícitamente y con el propósito de causar perjuicio a otro represare, desviare o


detuviere las aguas de los ríos, arroyos, canales o fuentes o usurpare un derecho
cualquiera referente al curso de ellas.

La pena se aumentará hasta dos años, si para cometer los delitos expresados en
los números anteriores, se rompieren o alteraren diques, esclusas, compuertas u otras
obras semejantes hechas en los ríos, arroyos, fuentes, depósitos, canales o
acueductos".56

56
Idem.
60
De su simple lectura se desprende el profundo cambio operado en la sistemática de
esos delitos, además del referente a la punibilidad, que en la ley 21.338 era,
exclusivamente, la de dos meses a dos años de prisión.

El sistema en esta leyera el siguiente: a) desvío ilegítimo de aguas (inc. 1º), y b)


estorbo o impedimento a la utilización del agua (inc. 2º); no se preveían agravantes.

Actualmente, el sistema queda estructurado de la siguiente manera: a) figuras


básicas: sustracción de aguas (inc. 1º); estorbo a la utilización de aguas (inc. 2°);
represamiento, desvío o detención de aguas (inc. 3º), y b) figura agravada:
quebrantamiento o alteración de obras (párr. último).

EL AGUA COMO INMUEBLE.- El agua, para ser objeto de estos delitos, tiene que
tener carácter de inmueble (art. 2314, Cód. Civil) y no debe perderlo por la acción del
agente.

Debe tratarse, pues, del fluido incorporado como parte del suelo, no el que se
encuentra en recipientes, separado de aquél, que únicamente puede ser objeto de hurto.
Si el agente convierte en transportable el agua con su propia acción (p.ej., sacándola con
baldes) tampoco será una hipótesis de usurpación, sino de hurto; la acción del agente, por
tanto, debe mantener el carácter de inmueble del agua para que su conducta se sitúe en
alguna de las figuras que a continuación vamos a ver: desviar el agua por medio de
canales o cañerías, represarla para que no corra sobre el fundo vecino, contaminarla de
modo que impida o estorbe su utilización.57

EL ELEMENTO SUBJETIVO. - En tanto que la ley 21.338 requería, como elemento


común a todos los tipos que describía, "el fin de obtener un provecho", el texto actual trae
una exigencia subjetiva para los casos de los incs. 1° y 3°, que es el propósito de causar
perjuicio, que no es lo mismo. El provecho implica una ventaja de cualquier orden, el
perjuicio puede darse subjetivamente sin el deseo de obtener tal ventaja por parte del
agente.

57
CREUS. Ob. Cit.
61
Es verdad que las críticas a la exigencia de una finalidad perjudicante en el agente
han planteado dificultades de no escasa entidad, puesto que reduciría considerablemente
la punibilidad excluyendo de ella los supuestos en que aquél no quiere perjudicar, sino
meramente beneficiarse con el empleo del agua cuando legítimamente no le corresponde
(Soler), en tanto por "propósito de causar perjuicio" se entienda una finalidad dañina
trascendente al hecho mismo constitutivo del delito (que se agosten los sembrados, que
enflaquezcan los animales, etc.; González Roura). Para eludir esa consecuencia se
propuso interpretar la norma diciendo que "el perjuicio que constituye su objeto (del delito)
no es un efecto" del hecho, sino que debe entenderse que la conducta "es perjudicial
cuando afecta la posibilidad normal del uso y goce del agua por su derechohabiente" y,
así, por ejemplo, "el propósito de perjudicar a otro mediante la sustracción de agua es... la
intención de hacerla de esa manera" (Núñez), y en el caso del inc. 3°, .el propósito de
causar perjuicio "no es de dañar los bienes ajenos, sino de afectar de manera apreciable
la posibilidad del uso y goce del curso del agua por su derechohabiente" (Núñez); en
concreto: "El criterio para determinar la perjudicialidad del propósito no es, por tanto, la
inocencia o maldad del motivo del autor" (Núñez). Nos parece que esa interpretación, si
bien llegaría a solucionar la inoperancia punitiva de la norma, no hace sino equiparar el
elemento subjetivo a un dolo común, desconociendo la especialidad que a éste le otorga la
ley por intermedio de aquél.

La cuestión, claro está, no se plantea con relación al estorbo del inc. 2°.

PERTENENCIA DEL AGUA. - En tanto la ley 21.338 se refería expresamente a las


aguas públicas o privadas, esas calificaciones no aparecen en el texto vigente. Sin
embargo, la doctrina que ha versado sobre este último llegó a la conclusión de que, siendo
el bien jurídico protegido el uso y goce de las aguas fundado en un derecho personal o
real cualquiera, nada se opone a que aquéllas sean del dominio público (Núñez).58

SUSTRACCIÓN DE AGUAS. - Aunque sobre el elemento normativo (ilícitamente) la


doctrina no cambia y sobre el subjetivo ya hemos referido las cuestiones que plantea,
retornarán las dudas suscitadas por la acción material constitutiva del delito: sacar aguas.

58
Idem.
62
La doctrina más corriente se había conformado con señalar que se trata de una "figura
semejante al hurto" (Soler) a la que "se puede denominar hurto de agua" (Fontán
Balestra), lo que, en verdad, no es muy exacto. Núñez, sin embargo, intentando distinguir
la conducta de sacar agua de la de desviarla, en casos que pueden ser confundidos por el
origen o la localización de aquélla, teniendo presente, además, que si el hecho se comete
mediante la utilización de recipientes (p .ej., llevándose el agua en un camión cisterna) ya
no sería usurpación sino hurto, porque la misma conducta del agente le ha hecho perder al
agua sustraída el carácter de inmueble que caracteriza al delito como usurpación, sostiene
que el tipo pune "la sustracción del agua ajena para usarla o gozarla el autor del hecho o
un tercero".

Pero ése, que pudo ser un requisito de tipicidad (a través de la finalidad del
aprovechamiento del agua) en las leyes 17.567 y 21.338, no lo es ahora. Por supuesto
que la norma está imperfectamente construida, ya que es difícil pensar en un modo de
sacar el agua sin quitarle el carácter de inmueble y sin acudir al procedimiento de
desviarla o hacerla correr (la misma escasez de fallos ha demostrado su inoperancia),
pero tampoco es descartable un procedimiento que permita sacar el agua sin anularla
como inmueble (p.ej., lograrlo por evaporación).

ESTORBO A LA UTILIZACIÓN DE AGUAS. - El inc. 2º -con excepción de la


mención de la conducta de impedir- es similar al que traía la ley 21.338. En cuanto a lo
que constituye la acción de estorbar, nada ha cambiado.

El problema es saber si dentro de ese concepto queda comprendido el estorbo total


de convertir en imposible para el sujeto pasivo el ejercicio de su derecho sobre el agua
(aunque fuere temporariamente) sin emplear el procedimiento del desvío que nos
colocaría en la hipótesis del inc. 30.

Si pensamos que el impedir de la fórmula de la ley 21.338 no mencionaba un


impedimento permanente en cuanto extinción del derecho, los actos de impedimento no
van a quedar excluidos de la punibilidad, pese a la restricción de la norma vigente que no
los enuncia (p.ej., no abrir la compuerta que permita el paso del agua).

63
REPRESAMIENTO, DESVÍO o DETENCIÓN DE AGUAS.- El texto actual restringe
la acción ilícita a las aguas que corren (en vez de la extensión que asumen en el inc. la);
es decir, a las de los ríos, arroyos, canales o fuentes.

Las conductas mencionadas en el inc. 30 son varias; una de ellas, la de desviar, ya


estaba prevista en el inc. 1ª según la ley 21.338; represa el agua quien la estanca no
permitiendo que fluya normalmente; la detiene, quien anula totalmente su corriente
(Núñez).

Pero, en el mismo inciso, la ley contempla lo que podemos caracterizar como una
usurpación genérica del curso de las aguas (que algunos tratan como tipo autónomo),
puniendo al que usurpare un derecho cualquiera referente al curso de ellas. Para nosotros,
esta usurpación tiene que constituirse -aquí sí, por la especial referencia a la nominación
de esa figura- a través de una acción material que signifique el ilegítimo ejercicio de un
derecho real que pertenece a otro y que implique, en todo caso, el goce del agua
(Oderigo) por parte del autor o de un tercero; Núñez, dado el particular sentido que asigna
a la acción de sustraer del inc. l°, llega hasta otorgarle al tipo significado registral que
creemos que no entra en lo que es una usurpación, bajo cuya rubricación, como se dijo,
inscribe la ley a este delito.

FIGURAS AGRAVADAS.- A diferencia de la ley derogada que no contenía


agravantes, el último párrafo del art. 182 califica los delitos de los incs. 1º a 3° en virtud de
los procedimientos empleados para cometerlos: rompimiento o alteración de diques,
esclusas, compuertas u otras obras semejantes, depósitos, canales o acueductos; es
decir, por la destrucción total o parcial de tales obras o por la alteración de sus estructuras
(Núñez), siendo indiferente quién sea su titular (puede serlo hasta el mismo agente).

Sin embargo, la agravante quedará desplazada cuando los hechos constituyeren


los delitos de los arts. 186 y 187, párr. 1º (Soler, Fontán Balestra), en cuyo caso la figura
básica de usurpación de aguas de que se tratare podrá concurrir con aquellas figuras de
delitos contra la seguridad común.59

59
CREUS, Ob. Cit.
64
PROPUESTAS

En general DEL Examen integral al delito de despojo en la legislación federal y en el


ámbito local, especialmente en Michoacán, nos permite esta revisión crítica para proponer
modificaciones puntuales al texto punitivo michoacano a saber: a) Una punibilidad diversa
en tratándose de despojo de uso (pena atenuada), b) La inconstitucionalidad del despojo
de aguas como se encuentra redactada legalmente, así que se propone una nueva
redacción. c) El absurdo de la inclusión de la furtividad y el engaño y que deben
desincorporarse y, d) El delito de despojo en el C. P. de Michoacán, establece que es
perseguible a querella de parte ofendida /Art. 331 bis) y por la gravedad social de la
conducta debe ser perseguible de oficio, e) Así mismo como unos nuevos agravantes.

EN PARTICULAR

PRIMERA.- Artículo 331 Ther. Se aplicarán de dos meses a dos años de prisión y
multa de quince a cien días de salario a quien ocupe o use total o parcialmente un
inmueble ajeno. (Pena atenta).

SEGUNDA.- Artículo 340 IV. (Nuevo texto reformado). “Al que ilícitamente y con
propósito de causar perjuicio a otro realice sustracción de aguas, estorbo a la utilización
de aguas, represamiento, desvío o detención de aguas y quebrante o altere obras
hidráulicas.

TERCERA.- Artículo 340 I. A las cosas (o furtivamente empleando engaño ocupe


un inmueble).

CUARTA.- Artículo 331 bis. Los delitos previstos en este capítulo se perseguirán de
oficio. (Actualmente dice por querella del ofendido).

QUINTA.- Artículo 331 Quater. (Adición). Cuando el delito se comete en contra de


persona mayor de sesenta años de edad o con discapacidad, las penas previstas se
incrementarán en una tercera parte.

65
A quienes cometan en forma reiterada el despojo de inmuebles urbanos en
Michoacán, se les impondrán de dos a nueve años de prisión y de cien a mil días de
multa.

66
CONCLUSIONES

PRIMERA.- Con un enfoque eminentemente práctico podemos establecer que el


derecho es un instrumento y un medio de control social que tiene como objetivo alcanzar y
regular la conducta humana para hacer posible la vida en sociedad.

SEGUNDA.- El derecho penal es un conjunto de normas que rigen la conducta


externa de los hombres en la sociedad, las cuales pueden imponerse a sus destinatarios
mediante la fuerza coactiva de que dispone en el Estado.

El derecho penal es la rama del Derecho Público interno relativa a los delitos, a las
penas, a las medidas de seguridad que tienen por objeto inmediato la creación y
conservación del orden social, es fuente del derecho penal la ley entendida como la norma
obligatoria general, abstracta y permanente, emanada del estado y prevista en una
sanción que constituye el inicio y directa fuente del derecho penal.

TERCERA.- El fin del derecho penal en general, es la protección de los intereses de


la persona humana, o sea de los bienes jurídicos, el objeto o contenido del derecho
criminal indudablemente lo constituyen las normas penales a su vez, compuestos de
precepto y sanción, el derecho penal es de orden público, sancionador, valorativo, finalista
y personalísimo.

CUARTA.- El ser humano se distingue porque no vive aislado de los demás, ya que
busca la compañía de otros individuos para subsistir y obtener en virtud de esa unión los
diferentes satisfactores como son educación, comida, vestido, etcétera pero debido a esa
interacción humana surgen conflictos de intereses entre individuos por lo que para regular
ese conflicto de intereses surgen las normas jurídicas, las cuales tienen como objetivo
evitar que se cometan conductas que perjudiquen al conglomerado. Así pues el derecho
surge de la necesidad de proteger ciertos bienes jurídicos (la vida, la libertad, la salud, el
honor, etcétera) de una manera enérgica pero a la vez eficaz, lo cual logra realizar
mediante la amenaza y aplicación de las sanciones más temidas del ordenamiento jurídico
las penas y medidas de seguridad.

67
QUINTA.- Con todo se ha realizado un estudio minucioso del delito, en donde se
han precisado sus conceptos, clasificaciones, su evolución y se ha profundizado en los
elementos del mismo, podemos definir que el delito como aquella conducta típica,
antijurídica y culpable, elementos consideramos sumamente importantes y señalando
además, que en opinión particular la imputabilidad y la punibilidad no pasarían a formar
parte de los elementos del delito, la imputabilidad por tratarse de una referencia del
delincuente y no al ilícito penal, este elemento consiste en que el sujeto activo pueda
comprender la diferencia entre lo que es licito o ilícito y tomar una decisión en base a tal
discernimiento, la punibilidad es oposición al orden jurídico, la pena es la respuesta del
Estado o el instrumento de que éste se vale para reprimir al delito.

SEXTA.- Por lo que ve a los sujetos del delito, se tiene que el sujeto activo es el
individuo que comete el delito o participa en su comisión, el que lo comete es el activo
primario, el que participa activo secundario; respecto al sujeto pasivo del delito es la
persona física o moral que tiene la titularidad del bien jurídicamente protegido que es
dañado o puesto en peligro por el delito.

SÉPTIMA.- El delito de despojo (inmuebles yaguas) es un ataque al derecho de


posesión que desde las épocas romanas se protegía, sino que el ataque trasciende al
orden social y publico, con lo que se convierte en una verdadera necesidad, su regulación,
su importancia amerita un estudio crítico, a efecto de mejorar el texto legal. Con las
propuestas que hicimos al C. P. de Michoacán.

68
BIBLIOGRAFÍA

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Apéndice al Semanario Judicial de la Federación.

Tribunales Colegiados.

Novena época/Sexta época/Quinta época/

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LEGISLACIÓN

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Código Penal del Estado de Michoacán.

Código Penal del Estado de México.

Código Penal para el Distrito Federal.

Código Penal del Estado de Coahuila.

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Toda la legislación Federal y Local Vigente.

Código Penal Español. Citado por Cuello Colón.

Código Penal de la República de Argentina. Citado por Carlos Creus.

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71

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