Professional Documents
Culture Documents
“El desarrollo de un ser humano comienza con la fecundación, fenómeno por el cual el
espermatozoide del varón y el ovocito de la mujer se unen para dar origen a un nuevo
organismo, el cigoto”, sostiene Langman, un embriólogo estadounidense en su libro
Medical Embriology (Embriología Médica).
Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, sería una falacia entonces decir que
el hecho de que la vida comienza a partir de la concepción es una afirmación puramente
religiosa. Lo sostiene fundamentalmente la ciencia, y también el derecho.
"La mujer que está embarazada es pobre y encima tiene otro hijo ya nacido que
mantener" es otro de los argumentos sensibleros más habituales. O sea que en vez de
ayudar a rescatar a la mujer de la pobreza, lo que proponen sus "representantes" es
matar al niño por nacer a los fines ahorrativos
Nadie pretende obligar a la mujer embarazada a tener un hijo no querido, pero ocurre
que "el hijo no querido" ella ya lo tiene consigo: el bebé en gestación no es una persona
de existencia potencial sino actual.
¿Hay mujeres que corren riesgo de muerte tras abortar en ámbitos clandestinos? Sí. Y es
triste y lamentable. Pero el detalle es que la mujer que muere al exponerse
voluntariamente al delito filicida no es víctima sino victimaria, y en calidad de tal acaba
accidentalmente muriendo: aquí la verdadera víctima es el niño.
Nadie le niega a la mujer el derecho a disponer de su cuerpo, pero una cosa es disponer
de "su cuerpo" y otra distinta es disponer del cuerpo de un tercero, y que encima ese
tercero sea su propio hijo y cuya "disposición" consistiría en asesinarlo.
Pero aunque contemplemos el caso hipotético de una violación real de la cual surja una
preñez efectiva: ¿no cabría concentrar la energía en castigar al violador antes que en
matar al menor?
Que como consecuencia del aberrante delito la madre no quiera tener un hijo ello
constituye una desgracia insalvable: al hijo ya lo tiene consigo en el vientre. Que no lo
quiera criar y hacerse cargo de la criatura sí es algo salvable, puesto que lo puede dar en
adopción. Al mismo tiempo, es el Estado el que tiene que contener afectiva y
psicológicamente a la madre ante tan fatídico tránsito, cuidar la vida del niño en
gestación y, por supuesto, darle un castigo categórico y ejemplar al depravado.
“De existir el aborto clandestino, la vida de la madre se pondría en riesgo porque ella
estaría cometiendo un delito (artículo 88 del Código Penal) y, consecuentemente, no
puede pretender el amparo del derecho (a su salud) sin aceptar las consecuencias que el
derecho impone a su ilícito e inconstitucional accionar.”