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Libertad y la persona moderna

Las personas de hoy en día tienen acceso a muchas cosas y facilidades, cosas en las cuales
la sociedad los puede apoyar en algunos aspectos, ya que no siempre se encontrarán de
acuerdo con ello. Se piensa que la sociedad puede corregir cualquier mínimo desacuerdo,
porque lo encuentran inútil o simplemente no les gusta, por el puro hecho de ir contra la
corriente de los demás, esto es una problemática evidente de la libertad de
pensamiento u expresión.
Se habla de que la gente tiene libertad de fallar porque sienten que ellos tienen derecho a
no alcanzar su propio confort por ellos o uno mismo, significa que uno es libre de no
esforzarse, y que el resto de la sociedad está prácticamente obligada a ayudar. Esto quiere
decir, que yo soy libre de fracasar, pero que tú no eres libre de ignorar mi malestar, enojo o
tristeza. La sociedad ha creado libertades para las personas, y que al no destacar o alcanzar
sus obligaciones, han implementado obligaciones, las cuales son las que rige la libertad,
como dice Jean- Jacques Rousseau (1755): "el hombre nació libre, pero en todas partes
vive encadenado". Se refería a un concepto puro, o en otras palabras, abstracto, no
era materializable, sino en el concepto como tal, por lo tanto si el ser humano permanece
aislado ejerce un libertad plena individual, pero como la libertad está hecha para ser ejercida
en comunidad, cuando el ser humano llega a habitar en sociedad esta plena libertad individual
se ve reducida para dar paso a una libertad social, pero está ya no es plena porque ahora hay
que respetar ciertas normas de convivencia en esa comunidad; por lo tanto el hombre vive
encadenado en todas partes porque nunca se puede desprender de la sociedad, pues el
concepto de Hombre no se puede dar individualmente de la sociedad, a que todos nacemos
libres, tenemos la libertad de crecer y escoger los caminos que seguiremos en nuestra vida,
pero nos ligado a un sinnúmero de cosas que nos hacen ser esclavos, encadenados.
Muchas veces creemos ser libres, pero somos encadenados de las circunstancias. La
concepción moral que se tenía del hombre hacía que la libertad solamente se pudiera ejercer
dentro del espacio público y según los términos de la moral instituida en el Estado, sin
embargo, se mantiene igual. Algunas sociedades prefieren el orden y otras la libertad.
Esta visión de la liberad se cambió con la llegada de la modernidad y así mismo con las
personas modernas. Este pensamiento es una consecuencia de la independización que el
hombre moderno realiza respecto de su entorno. Y en consecuencia de esto sigue una
migración del dominio de la libertad al pasar del espacio público al privado.
Donde más se pone en juego la libertad es en el acto de la decisión, porque no sólo
elegimos tal o cual oportunidad, o generamos tal o cual alternativa; sino que al hacerlo nos
elegimos a nosotros mismos, debido a que en el acto voluntario es la persona la que acompaña
al acto voluntario.
Dentro del contexto de la rama de la metafísica, a mediados del siglo XIX, Soren
Kierkegaard (1844), quiso refutar una idea de un filósofo alemán en donde analiza las
acciones y consecuencias del pensamiento liberal, explica que, cuando tomamos decisiones,
tenemos una absoluta libertad de elección, nos damos cuenta de que podemos elegir no
hacer nada o hacer cualquier cosa, ante el pensamiento de la libertad absoluta, nuestras
mentes se desequilibran o simplemente es un sentimiento de espanto o angustia que
acompaña a ese pensamiento. En ese momento nació la duda existencial de que "la angustia
es el vértigo de la libertad".
En primer lugar, es importante tener en cuenta el significado de la palabra angustia, la
angustia es una reacción afectiva ante algo, siendo la tensión ante la nada o el vacío. Ahora
bien, la angustia es el vértigo de la libertad porque como la libertad es la capacidad del ser
humano de obrar o no obrar a lo largo de su vida por decisión propia, pues la angustia es el
factor que produce una especie de temor de la libertad, ya que para ser libre implica tomar
tú solo las decisiones sin intervención de los demás de manera que al tomar esas decisiones
solos, no encontramos un punto de apoyo y sentimos el mismo vacío que cuando miramos
una profundidad abismal, en la que solo dependemos de nosotros mismos, llevándonos así a
un estado de angustia que nos produce como vértigos. De ahí que digamos que la angustia es
el vértigo de la libertad.
En teoría, la angustia es como el vértigo de la libertad, ya que cuando la tenemos y no
tenemos límites solo los nuestros, pues en nuestro interior se genera una angustia parecida a
un vértigo hacia la libertad porque nos sentimos solos y dependemos de nosotros mismos.
En conclusión, podemos decir que, dentro de los parámetros de la libertad, a pesar del
paso del tiempo y la evolución del hombre, la libertad sigue estando sustraída por el Estado
y la sociedad. El hombre ha tenido la intención de cambiar
esta modalidad, pero en consecuencia de que vivimos en un mundo y/o país marginado por
"leyes", leyes que debemos cumplir ya que, si no, nos sancionan o debemos cumplir un
castigo, no se ha logrado ese cambio, hasta en algunos aspectos se manifiesta de manera
negativa esta intención. Estas leyes fueron constituidas por el Estado para el supuesto bien
de la sociedad, ya que quizás no es para todos, las mejores medidas. Cabe destacar
que, no existe libertad total de expresión o actividad. Lo que busca el hombre es que, en la
medida en la que superamos nuestras limitaciones podemos ser más libres, y que nuestro ser
personal puede “manifestarse” mejor.

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