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Capítulo II

2.1.1Introducción a la dialéctica trascendental

En el aspecto biográfico de este pensador, se identifican dos etapas de su pensamiento. En la

primera etapa, conocida como el periodo precrítico, se destaca su interés por temas científicos a

partir de la física y las matemáticas, asignaturas que conoció en la universidad de Koningsberg

por medio de la enseñanza de sus principales maestros Schultz y Knutzen, su interés se centra

particularmente en la física de Newton y el racionalismo de Wolff.

La segunda etapa es considerada como el periodo crítico, que inicia a partir de la

elaboración de su obra magna KrV en sus dos versiones, la de 1781 y 1787 donde desarrolló su

sistema filosófico a partir de indagaciones trascendentales1 sobre el proceso del conocimiento, es

decir, sometiendo a crítica la razón, valiéndose de sí misma, respondiendo a la pregunta ¿Qué

puedo saber? Posteriormente publicó su fundamentación de la metafísica de las costumbres,

crítica a la razón práctica, crítica del juicio además de otras obras y ensayos, por lo que compete

a este trabajo, es preciso detenerme en la KrV.

Esta obra se divide en tres partes principales, la primera es la estética trascendental, la

cual está dedicada a estudiar las formas a priori de la sensibilidad, la segunda es la analítica

trascendental que trata de explicar la naturaleza y las funciones de las normas a priori, es decir, el

uso de las categorías por el entendimiento esto es, según Kant, el uso legítimo. Por último, la

tercera parte corresponde a la dialéctica trascendental, que se dedica al examen del uso ilegítimo

de las categorías del entendimiento. Será entonces en la dialéctica trascendental donde se aborde

el problema de fondo de esta investigación.

1
Cuando se habla de trascendental en sentido Kantiano, corresponde al conocimiento puro, aquel que no
corresponde al producto de la experiencia, sino que es elaborado apriorísticamente.
Conocimiento a partir de las percepciones del entendimiento y elaboración de

conceptos

Para comprender en qué consiste la dialéctica trascendental propuesta por el prusiano, es

necesario entender que en la analítica trascendental Kant explica que el sujeto pensante, posee

formas a priori, también llamados conceptos puros del intelecto que son anteriores a la

experiencia 2, pero son únicamente válidos si se les considera como condiciones de la

experiencia real o posible, aunque en sí mismos permanezcan vacíos, de ahí que no se pueda ir

más allá de la experiencia posible.

El entendimiento se encarga de percibir los objetos en cuanto que son fenómenos y la

razón sintetiza todas esas percepciones en un concepto general, un ejemplo que puede ilustrar

este proceso de conocimiento es el siguiente: un sujeto va por la calle y observa una mesa, el

entendimiento percibe las propiedades de esa mesa, pero el concepto “mesa”, lo elabora la razón

a partir de las categorías del entendimiento. Por lo tanto, la función de la razón es sintetizar las

percepciones del entendimiento para elaborar conceptos, ahora bien, esa función sintética no se

limita exclusivamente a lo sintetizable, sino que, por el contrario, ocurre que también la razón

tiende a sintetizar lo insintetizable. Cuando esto sucede, la razón elabora conceptos como los de

alma, mundo y Dios que Kant llamará trascendentales.

Los trascendentales

Para evitar posibles confusiones, es preciso aclarar que Kant habla de los conceptos de

alma, mundo y Dios como ideas en un sentido platónico puesto que estas representan

2
La analítica trascendental es llamada lógica de la verdad porque allí se tratan los conceptos a priori del
entendimiento que son espacio y tiempo, sin los cuales, no es posible pensar objeto alguno.
perfecciones que están más allá de la experiencia (Abbagnano, 1964), Esto con el agregado de

que son vacíos de contenido real, así lo indica el filósofo prusiano:

“Entiendo por «idea» un concepto necesario de razón del que no puede darse en los

sentidos un objeto correspondiente. Los conceptos puros de razón que ahora

consideramos son, pues, ideas trascendentales. Son conceptos de la razón pura, puesto

que contemplan todo conocimiento empírico como determinado por una absoluta

totalidad de condiciones. No son invenciones arbitrarias, sino que vienen planteadas por

la naturaleza misma de la razón y, por ello, se refieren necesariamente a todo el uso del

entendimiento. Son, por fin, trascendentes y rebasan el límite de toda experiencia, en

cuyo campo no puede hallarse nunca un objeto que sea adecuado a la idea trascendental”

(Kant, 1997, B 384).

2.1.1Ilusión en la dialéctica transcendental

La metafísica tradicional ha tomado los conceptos trascendentales con el objetivo de

comprender la realidad, sin embargo, no logra con su cometido, por el contrario, estos llevan a la

razón a caer en lo que Kant llama ilusión trascendental:

[…]Nos ocupamos sólo de la ilusión trascendental, que influye en principios cuyo uso ni

siquiera se basa en la experiencia, caso en el que tendríamos al menos una piedra de

toque para controlar si es correcto, sino que nos lleva, contra todas las advertencias de la

crítica, más allá del uso empírico de las categorías y nos entretiene con el espejismo de

una ampliación del entendimiento puro. (Kant, 1997, B 352)


Siguiendo la misma línea, Kant prosigue indicando que esta ilusión que lleva a pensar en

conceptos más allá del mundo de los fenómenos reales o posibles se da porque la razón no ha

sido refrenada mediante la crítica y también por desconocimiento de los límites en los cuales

puede actuar el entendimiento puro. (Kant, 1997)

Sin embargo, estos espejismos en los que cae la razón, son ilusiones estructurales puesto

que no son voluntarias sino involuntarias ya que están planteadas por la naturaleza misma de la

razón. (Kant, 1997). Por tal motivo, la dialéctica, constituirá la crítica a tales ilusiones así lo

indican Reale y Antiseri citando a Kant:

«Se llama dialéctica trascendental, no porque sea un arte de suscitar dogmáticamente tal

apariencia (arte muy corriente, que da origen a distintos embustes metafísicos), sino en

cuanto crítica del intelecto y de la razón con respecto a su utilización más allá de lo físico,

para desvelar la falaz apariencia de sus infundadas presunciones y reducir sus

pretensiones de descubrimiento y ampliación de conocimientos, que se ilusiona en

conseguir gracias a los principios trascendentales, al simple juicio del intelecto puro y a

su mantenimiento de las ilusiones sofísticas » (Reale y Antiseri, 1988, p.751)

Como hemos visto, Kant no se contenta con decir simplemente que el conocimiento que

pretende suministrar la metafísica tradicional es ilusorio, sino que también desea ilustrar y

confirmar la verdad de esa afirmación mediante una crítica detallada de la psicología

especulativa, la cosmología especulativa y la teología natural.3 (Copleston, 1960)

Tales argumentos aparecen de manera sucesiva, de acuerdo con el orden de las ideas

trascendentales mencionadas anteriormente. (Kant, 1997, B 455). Será entonces, la crítica a cada

una de estas ideas, el núcleo de la dialéctica trascendental, presentada por Kant, en un primer

3
Entiéndase teología natural como teodisea o teología filosófica.
https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/Teolog%C3%ADa_natural
capítulo, como ejercicio de la razón que sintetiza fenómenos físicos y trata de explicarlos por

medio de teorías metafísicas acerca del mundo. En un segundo capítulo, como la síntesis de

fenómenos y su explicación a partir de teorías metafísicas acerca del alma. Y en un tercer

capítulo, sobre la existencia de Dios, donde el prusiano presenta argumentos y teorías metafísicas

que pretenden explicar una causa suprema de los fenómenos físico y psíquicos lo que constituye

el ideal de la razón.

Sin embargo, en lo correspondiente al objeto de estudio de esta investigación es preciso

hacer énfasis en la cosmología especulativa, ya que nuestro foco de atención estará en una de las

teorías metafísicas que pretende explicar el origen del mundo en términos de libertad.

2.1.2Cosmología especulativa y Antinomías de la razón

En sus esfuerzos, la cosmología especulativa pretende alcanzar el mundo como principio no

condicionado que representa la totalidad de los fenómenos externos y de sus condiciones. De

esta pretensión nacen las antinomias o conflictos de la razón, en cada una de las cuales la tesis y

la antítesis son por igual justificables, todo porque parten del presupuesto de que es posible

conocer la totalidad de los fenómenos. (Vélez, 1959)

Y es precisamente de esta manera que surgen las antinomias, que, al estilo clásico, son

presentadas por Kant como conflictos de razón con dos argumentos, una tesis y una síntesis, sin

llegar a una conclusión final, pues ambas, tienen validez lógica-argumentativa.

Estas antinomias, Kant las enuncia de acuerdo a las cuatro clases de categorías, la

primera es la antinomia de cantidad, la segunda, de cualidad, la tercera, de relación y la cuarta,

de modalidad. (Klimke & Colomer, 1961).

2.2 Conflicto entre libertad trascendental y determinismo causal


Ahora veamos la tercera antinomia correspondiente a la categoría de relación, pues es la que

presenta específicamente el conflicto de razón en el que se propone como tesis el principio de

libertad incondicionada por las leyes de la naturaleza y como antítesis, la contradicción o

imposibilidad de este principio frente a la ley de causalidad.

Ocampo (2014) dice que, tanto la tesis como la antítesis son argumentos que están

fundados en la suposición de un realismo trascendental,4 sin embargo, la posición antitética

desarrollada en la dialéctica trascendental no puede sustentar tal doctrina puesto que lleva a la

razón a contradecirse a sí misma.

Tal conflicto de razón expuesto por Kant es enunciado constituyendo como núcleo

fundamental de este desarrollo, la oposición entre libertad y necesidad, que también se puede

entender como confrontación entre libertad y determinismo. (Ferreiro, 2009)

2.2.1Libertad trascendental como causalidad de las leyes de la naturaleza

En el contexto del mundo, la ley de causalidad unifica y organiza el conjunto de todos los

fenómenos y sus series. Esto sucede así porque, según Kant, la libertad es un tipo de causalidad

que está en estrecha relación con la causalidad de la naturaleza, pero estas son totalmente

diferentes puesto que la una lleva a la otra. Tal afirmación, se puede evidenciar a partir de la tesis

enunciada: “La causalidad según leyes de la naturaleza no es la única de la que pueden derivar

los fenómenos todos del mundo. Para explicar éstos nos hace falta otra causalidad por libertad.”

(Kant, B.472)

En este enunciado, el filósofo prusiano quiere poner a prueba la posibilidad de pensar que

no existe otra causalidad según las leyes de la naturaleza y para ello, pone como ejemplo la

4
El Realismo Trascendental es la postura filosófica que identifica las apariencias y las cosas en sí mismas,
es decir, sostiene que lo que se presenta al sujeto en el espacio y el tiempo es también lo que realmente existe
independientemente de él.
evidencia de sucesión de estados que se da en la misma naturaleza a los que se sigue

inevitablemente de acuerdo a una regla.

En una sucesión de estados en el mundo real, es necesario entender que cuando se hace

referencia a un estado antecedente, este ha llegado a ser en el tiempo, teniendo como evidencia

lógica el que antes no haya existido, puesto que, si hubiese existido desde siempre, no sería

posible producir en el momento presente su consecuencia, sino que esta hubiese existido desde

siempre.

Por otro lado, la causalidad de la causa en una sucesión dada en el mundo real, se

comprende al pensar que lo sucedido, presupone un estado previo y la causalidad de tal estado es

otro previo y así sucesivamente. De esta manera, llega a afirmar Kant (1997): “Si todo sucede,

pues, sólo según las leyes de la naturaleza, no hay más que comienzos subalternos, nunca un

primer comienzo. En consecuencia, jamás se completa la serie por el lado de las causas derivadas

unas de otras.” (B.474).

Esto lleva a pensar en primer lugar, que no todo está determinado según las leyes de la

naturaleza y en segundo lugar induce a la pregunta ¿Cómo es posible esto? A lo que Kant

responde que suponer una causalidad en virtud de la cual sucede algo sin que la causa de este

algo siga estando, a su vez, determinada por otra anterior según leyes necesarias; es decir,

debemos suponer una absoluta espontaneidad causal que inicie por sí misma una serie de

fenómenos que se desarrollen según leyes de la naturaleza, esto es, una libertad trascendental.

Pensar en libertad trascendental es, por lo tanto, llevar la razón a un nivel que permita

descubrir nouménicamente un principio que no es condicionado por las leyes de la naturaleza, es

el eslabón perdido que servirá para dar explicación al origen de los fenómenos del mundo

regidos por las leyes de la naturaleza.


2.2.2Libertad trascendental y oposición al principio de causalidad

Por otro lado, como antítesis Kant propone lo siguiente: “No hay libertad. Todo cuanto sucede en

el mundo se desarrolla exclusivamente según leyes de la naturaleza.” (Kant, B.473).

En consonancia con la antítesis de Kant, Molina (2013), dice que: “la determinación de la

idea trascendental de la libertad es meramente negativa: nos dice que hay que suponer una

causalidad de la libertad sólo por contraste con la causalidad de la naturaleza, sin aportarnos

ninguna determinación positiva de ella.” (p.59)

Esta antítesis, sostiene como argumento principal que la totalidad de los acontecimientos

del mundo se derivan por causalidad natural, esto es, por causas sujetas a las leyes naturales,

negando por tanto toda causalidad por libertad y toda posible causa incondicionada.

(Herszenbaun, 2015)

Como es evidente, la antítesis propone negar radicalmente la posibilidad de la existencia

de una libertad trascendental como a priori de la razón, que pueda explicar la génesis de los

acontecimientos del mundo. Si esta existiera, sería una facultad capaz de iniciar un estado, que

tendría como consecuencia una serie de consecutiva de estados de tal manera que no sólo

comenzaría, en términos absolutos, una serie de estados en virtud de esa espontaneidad, sino la

determinación de ésta para producirlos. En otras palabras, comenzará absolutamente la

causalidad, de suerte que no habrá nada previo que permita determinar mediante leyes constantes

el acto que se está produciendo. (Kant, 1997)

Así pues, dada esta indeterminación, cualquier actividad, en cualquier momento y en

cualquier lugar, podría ser el producto de tal espontaneidad absoluta, situación en la cual, las

leyes constantes de la naturaleza no podrían cumplir con su propósito.


“Ahora bien, todo comienzo de acción supone un estado anterior propio de la causa que

todavía no actúa, y un primer comienzo dinámico de acción supone un estado que no está

unido por ningún vínculo causal con el anterior estado de la misma causa, es decir, no se sigue

en modo alguno de ese estado anterior.” (Kant, 1997, B.475)

De esta manera, queda expuesto el argumento que sostiene la imposibilidad de la libertad

trascendental que se opone a la ley de causalidad pues rompe con el orden de las leyes causales

de la naturaleza.

2.3. Conflicto……….

Los conceptos del entendimiento son clasificados en dos categorías, las cuales se

evidenciarán en la argumentación de las antinomias, las dos primeras constituyen una síntesis

matemática de los fenómenos del mundo y las otras dos corresponden a una síntesis dinámica de

los mismos. (Kant, 1997)

Las antinomias matemáticas presentan un conflicto en el cual, a pesar de presentar

argumentos opuestos son falsos, por el contrario, en las antinomias dinámicas es posible que

tanto tesis como antítesis sean verdaderas. (Allison, 1992)


Según Allison (1992) “De mayor importancia que los argumentos mismos, es la manera

manera en que Kant trata de resolver la antinomia” p.473……………………….

El núcleo principal de

Ahora bien, es evidente el conflicto que se da entre ambas posturas antítesis

representando la causalidad espontánea……..explicación

La tesis abre la posibilidad de una coexistencia de ésta libertad con una causalidad,

respecto a los fenómenos de la naturaleza, de carácter no determinista que Kant denomina

causalidad por libertad. (López, 2006)

Antítesis

la postura característica del escepticismo de corte empirista, el cual, en la medida en que

se propone mantener al entendimiento en el estricto y estrecho ámbito de la experiencia, se ve

forzado a renunciar a la noción de lo incondicionado. (Ferreiro, 2009)

Ambas posiciones tienen validez lógica pues son juicios sintéticos a priori, razón por la

cual,

En un famoso pasaje de la FMC sostiene Kant que:

Ni la filosofía más sutil ni la razón común del hombre pueden nunca excluir la

libertad. Hay, pues que suponer que entre la libertad y necesidad natural de una y

las mismas acciones humanas no existe verdadera contradicción, porque no cabe

suprimir ni el concepto de naturaleza ni el concepto de libertad. (López, 2006)


“La resolución critica de la “Tercera antinomia” resulta crucial para Kant en cuanto que

de esta depende el éxito de la doctrina moral que desarrolla posteriormente, pues la condición

necesaria (aunque no suficiente) para probar que el imperativo categórico es el principio mismo

de la libertad de la voluntad es mostrar que la libertad de la voluntad, en cuanto que depende de

la libertad trascendental, es por lo menos compatible con el determinismo natural.” (Iracheta,

2012, p.92)

Si se compara con su revolución en el dominio del conocimiento teórico, cabría decir que

el descubrimiento por parte de Kant de un nuevo modo de enfocar e intentar dar solución al

problema de la libertad bien puede ser descrito como una “segunda revolución copernicana”,

según la acertada expresión de algunos comentaristas clásicos

El hecho de considerar por parte de Kant que estas cosas tengan cierta conexión, se

deriva de la concepción Leibniziana de la armonía preestablecida en el cual considerando como

sistema metafísico los conceptos de Dios, mundo y hombre todo cuanto sucede debe estar
conectado: el orden moral de las causas finales y el orden natural de las causas eficientes; la

necesidad metafísica de las verdades eternas y la necesidad hipotética de las verdades

contingentes.

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