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Carlos Maturana T.
Universidad de Concepción
2015
A) CUESTIONES PREVIAS.
1
CEA EGAÑA, José L. Derecho Constitucional Chileno. Ediciones Universidad católica de Chile, 2002,
Tomo I, página 174.
2
SILVA BASCUÑAN, Alejandro. Tratado de Derecho Constitucional. Tomo IV. Editorial Jurídica de Chile,
1997, páginas 16 y 17.
1
En primer lugar, los contenidos de este apartado deben servir de
inspiración y guía para el resto del articulado del propio texto
constitucional, y del ordenamiento jurídico en general, tienen un efecto
irradiador sobre toda otra norma elaborada a partir de ella. De esta
manera, el desarrollo de los distintos preceptos de la Carta, en
particular, aunque no exclusivamente, por vía legislativa, debe siempre
considerar el marco axiológico definido por el constituyente como piedra
angular del sistema jurídico. Expresaba don Alejandro Silva, en la sesión
Nº 37 de la Comisión de Estudio, que este capítulo “debe contener las
normas que constituyen los principios básicos o fundamentales que
orientarán nuestro ordenamiento constitucional y cuyo desarrollo se
manifestará en el articulado del texto (…)”.
2
Fundamental como lo son, entre otros, los artículos 1°, 4°, 5°, inciso
segundo, y 19, en especial su número 3, inciso séptimo”. Y concluye, en
lo que nos interesa, “que estos preceptos no son meramente
declarativos sino que constituyen disposiciones expresas que obligan a
gobernantes y gobernados tanto en sí mismas, como también, en cuanto
normas rectoras y vitales que coadyuvan a desentrañar el verdadero
sentido y espíritu del resto de las disposiciones de la Constitución” 4.
3
todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad
nacional su mayor realización espiritual y material posible,
con pleno respeto a los derechos y garantías que esta
Constitución establece.
1.1.- La persona.
Ahora bien, del texto del artículo 1º aparece con claridad que la
persona es, a la vez, fundamento, centro y fin de toda la ordenación
constitucional, manifestación que, al menos en términos formales, se
había encontrado ausente de nuestros anteriores textos fundamentales.
La propia ubicación de esta solemne declaración, en el inciso primero del
artículo primero del texto, encabezando las Bases de la Institucionalidad,
nos habla claramente de la importancia que el constituyente reconoce a
la persona humana.
4
dotados como están por naturaleza de razón y conciencia, deben
conducirse fraternalmente los unos con los otros”5.
5
El texto transcrito corresponde al preámbulo de la Declaración Americana, que es, por meses, anterior a la
Declaración Universal. Esta última afirma, en su artículo primero, que “Todos los seres humanos nacen libres
e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros”
6
Resulta interesante seguir el debate parlamentario durante la tramitación de esta reforma constitucional. En
particular, para explicar las distintas posiciones, puede verse la sesión del Senado de 3 de marzo de 1999.
7
El art. 19, inciso segundo, dispone “La ley protege la vida del que está por nacer”.
Por su parte la Convención dispone que “1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho
estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de
la vida arbitrariamente”.
5
Entrando al análisis del texto, cabe señalar que el precepto en
comentario reconoce a la persona como un ser libre y, a la vez, igual en
dignidad y derechos. Tres son, entonces, los atributos que toda persona
posee por su sola condición de ser humano: la dignidad, la libertad y la
titularidad de ciertos derechos. Como señala Cea Egaña, “el hombre
resulta así un depósito o cúmulo de valores supremos, con los cuales
nace y los concreta durante su vida”8.
De estas tres cualidades naturales, es la dignidad el elemento de
mayor trascendencia y que sirve de fundamento a la libertad y a los
derechos que se reconocen a toda persona.
No es posible definir acabadamente la dignidad de la persona; ella
emana de la naturaleza misma del hombre, de su condición de ser libre
y dotado de racionalidad, voluntad y afectividad.
Siguiendo a Nogueira, la dignidad implica, en las relaciones
interpersonales, reconocer al otro como otro yo, y, en cuanto se concibe
como una realidad ontológica, por ende, superior al Estado, impone a
este último el deber de reconocerla, garantizarla y promoverla 9. En este
último aspecto adquiere especial importancia la afirmación contenida en
el inciso cuarto del mismo artículo primero, al declararse
categóricamente que el Estado está al servicio de la persona humana.
Para este autor, “La dignidad de la persona es el rasgo distintivo
de los seres humanos respecto de los demás seres vivos, la que
constituye a la persona como un fin en sí mismo, impidiendo que sea
considerada un instrumento o medio para otro fin, además de dotarlo
(sic) de capacidad de autodeterminación y de realización del libre
desarrollo de la personalidad. La dignidad es así un valor inherente a la
persona humana que se manifiesta a través de la autodeterminación
consciente y responsable de su vida y que exige el respeto de ella por
los demás”10. Como ha precisado el Tribunal Constitucional chileno, la
dignidad “es la cualidad del ser humano que lo hace acreedor siempre a
un trato de respeto, porque ella es la fuente de los derechos esenciales y
de las garantías destinadas a obtener que sean resguardados”11.
La dignidad “significa que toda persona humana, por ser tal y sin
más exigencias, nace y ha de convivir con la cualidad de digno, o sea,
de trascendente a la historia, sujeto libre e igual al prójimo, cuyo destino
es realizar un proyecto de vida, con sello singular o propio” 12.
8
CEA EGAÑA, José L. Derecho Constitucional Chileno, obra citada, página 178.
9
NOGUEIRA ALCALA, Humberto. Dogmática Constitucional. Editorial Universidad de Talca, 1997, página
108.
10
NOGEUIRA ALCALA, Humberto. DERECHO CONSTITUCIONAL CHILENO, Tomo I, Abeledo
Perrot/Thomson Reuters, 2012, página 544.
11
Sentencia del Tribunal constitucional dictada en autos rol Nº 389, de 2003, considerando 17.
12
CEA EGAÑA, José L. Obra citada, página 178.
6
Según el Tribunal Constitucional español, la dignidad humana “es
un valor espiritual y moral, inherente a la persona, que se manifiesta
singularmente en la autodeterminación… y que conlleva consigo la
pretensión al respeto por parte de los demás”13. Agrega el mismo
Tribunal que “la dignidad ha de permanecer inalterada cualquiera que
sea la situación en que la persona se encuentre, constituyendo, en
consecuencia, un minimun invulnerable que todo estatuto jurídico debe
asegurar, de modo que, sean unas u otras las limitaciones que se
impongan en el disfrute de los derechos individuales, no conlleven
menosprecio para la estima que, en cuanto ser humano, merece la
persona”14.
13
En Francisco ALVAREZ GARCIA, el “Derecho al honor y a las libertades de información y expresión”,
citado por Jaime WILLIAMS BENAVENTE, en artículo “La dignidad de la persona humana en la
Constitución de 1980”, Revista Actualidad Jurídica, Facultades de Derecho de la Universidad del Desarrollo,
Nº 4, página 47.
14
En Francisco FERNANDEZ SEGADO, “La Teoría jurídica de los derechos fundamentales en la doctrina
constitucional”, citado por Humberto NOGUEIRA ALCALA, en su obra ya referida, páginas 113 y 114.
7
c) Por último, el término dignidad se entiende predicado de un
individuo humano frente a otros de su misma especie, como status o
condición a ser reconocido por otros seres humanos. Es la específica
diferencia de género consistente en, y sólo reconocible por, un ser libre
y racional. Un individuo puede ser dañado en su integridad por un
animal, privado de su libertad de desplazamiento, por ejemplo, por un
evento de la naturaleza, etc. Su dignidad sólo puede ser desconocida
por otros seres humanos.
Concluyendo este autor que “Se llega así a formular una idea de
dignidad como valor de la potencia de desarrollo humano individual
hacia la realización de la autodeterminación racional y libre de cada
persona, presente en las relaciones humanas”15.
15
ALDUNATE LIZANA, Eduardo. Derechos Fundamentales. LegalPublishing, 2008, páginas 98 y 99.
8
dignidad de todos los hombres se constituye, así, en la fuente de los
derechos esenciales que les son comunes.
9
la finalidad última asignada al Estado, según tendremos oportunidad de
comentar.
1.2. La sociedad.
La Familia.
10
1. Grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas.
3. Hijos o descendencia.
17
CEA EGAÑA, José L. Derecho Constitucional Chileno, obra citada, página 180.
11
funda en el vínculo del matrimonio (familia matrimonial), o si también
comprende a las uniones de hecho (familia no matrimonial).
18
Ver, por ejemplo, de Gonzalo Figueroa el texto “Pareja y Familia”, Editorial Jurídica de Chile, 1995; y de
Carlos Peña el artículo “¿Hay razones constitucionales fuertes a favor de un estatuto igualitario?, en
“Instituciones Modernas de Derecho Civil”, varios autores, Editorial ConoSur, 1996.
19
SILVA BASCUÑAN, Alejandro. Tratado de Derecho Constitucional, obra citada, Tomo IV, pág. 36. Ver
también de Hernán Corral Talciani, “Familia y Derecho”, Universidad de Los Andes, Colección Jurídica,
1994.
20
NOGEUIRA ALCALA, Humberto. DERECHO CONSTITUCIONAL CHILENO, Tomo I, obra citada,
página 568.
12
Por esas consideraciones se asigna a la familia el carácter de
“núcleo fundamental de la sociedad”, es decir, se la reconoce como la
agrupación de personas más importante, la que sirve de cimiento al
resto de la estructura social. Por lo mismo, las normas que la regulan son
de orden público y, por ende, irrenunciables e innegociables.
21
El artículo 17 de la Convención Americana dispone, en lo pertinente, que: “1. La familia es el elemento
natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida por la sociedad y el Estado. 2. Se reconoce el
derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia si tienen la edad y las
condiciones requeridas para ello por las leyes internas, en la medida en que éstas no afecten al principio de no
discriminación establecido en esta Convención”.
13
Se trata en consecuencia de entes colectivos y de carácter
privado, expresión del derecho de asociación. De ahí su denominación
de grupos intermedios, dado que estas agrupaciones se sitúan entre la
persona y el Estado. Aún más, la Carta es enfática al señalar que a
través de estos grupos intermedios “se organiza y estructura la
sociedad”, es decir, ellos constituyen elementos esenciales del tejido
social.
14
La autonomía de los grupos o cuerpos intermedios es el derecho
que tienen a gobernarse por sí mismos, es decir, a definir su propia
organización, fijar sus objetivos, determinar la forma de trabajar para
llegar a alcanzarlos y decidir las actividades a realizar.
15
artículos 6º, incisos primero y segundo, y 7º, incisos primero y
segundo”22.
El principio de subsidiariedad.
22
Sentencia de 7 de marzo de 1994, considerando 7º, letra d), dictada en autos Rol Nº 184, conociendo de un
proyecto de ley que modificaba las leyes de mercado de valores, administración de fondos mutuos, de fondos
de inversión, de fondos de pensiones, de compañías de seguros y otras materias.
23
BRONFMAN VARGAS, Alan; MARTINEZ ESTAY, José; y NULEZ POBLETE, Manuel. Constitución
Política Comentada. Abeledo Perrot, 2012, páginas 33 y 34.
16
naturaleza, solamente puedan ser cumplidas por éste. La determinación
de las actividades que quedan dentro del ámbito privado o del ámbito
público es, por cierto, una cuestión que dependerá del momento
histórico que se viva.
17
mayor comienza donde termina el de una menor y que la primera no
puede asumir aquello que es propio de la segunda;
7º. Que, de acuerdo con dicho principio, al Estado no le corresponde,
entonces, absorber aquellas actividades que son desarrolladas
adecuadamente por los particulares, ya sea personalmente o agrupados
en cuerpos intermedios. Ello se entiende sin perjuicio, por cierto, de
aquellas que, por su carácter, ha de asumir el Estado. Eso explica el
reconocimiento y amparo que el artículo 1º, inciso tercero, de la
Constitución, presta a los “grupos intermedios”24.
24
Rol 352, de 2002.
25
BRONFMAN VARGAS, Alan; MARTINEZ ESTAY, José; y NULEZ POBLETE, Manuel. Constitución
Política Comentada. Obra citada, página 17.
18
De este modo, la razón de ser, la justificación última del Estado,
está en servir al desarrollo integral de las personas.
19
Además, de lo ya comentado aparece que el Estado tiene dos
deberes directamente relacionados, promover el bien común y amparar
los cuerpos intermedios garantizando su adecuada autonomía.
20
estamentos o clases sociales distintas, logren armonizar sus intereses, a
veces contrapuestos, para que el cuerpo social quede integrado, y no
desarticulado”27.
27
MOLINA GUAITA, Hernán. Derecho Constitucional, obra citada, página 53.
21
En este aspecto, según el inciso primero del artículo 3º de la
Carta, recién transcrito, Chile mantiene la forma de un Estado unitario,
lo que ha sido una constante de su vida republicana.
22
descentralización o desconcentración administrativa, pero sin
necesariamente abandonar una base centralizada. De hecho, la
desconcentración administrativa supone la existencia de un sistema de
organización administrativa centralizado, según tendremos oportunidad
de explicar al analizar lo que significa cada uno de los sistemas
nombrados.
23
Manifestaciones de esta forma de organización administrativa
encontramos, en el orden constitucional, en la Municipalidades, los
Gobiernos Regionales y el Consejo Nacional de Televisión, entre otros.
El actual inciso final del artículo 3º dispone que “los órganos del
Estado promoverán el fortalecimiento de la regionalización del país y el
desarrollo equitativo y solidario entre las regiones, provincias y comunas
del territorio nacional”.
28
Tomado de Mario Verdugo y otros. Derecho Constitucional. Obra citada, Tomo I, página 116.
29
Existen obviamente otros antecedentes, como el artículo 107 de la Constitución de 1925, que ordenaba a
las leyes el confiar “paulatinamente a los organismos provinciales o comunales las atribuciones y facultades
administrativas que ejerzan en la actualidad otras autoridades, con el fin de proceder a la descentralización del
régimen administrativo interior”.
24
de alcance simplemente administrativo; se configura una nueva división
territorial para el sólo efecto de administrar mejor el país, pero sin
pretender alcanzar niveles de descentralización política.
Del nuevo inciso tercero nos interesa destacar las siguientes notas:
25
Esta segunda visión, dijo, involucra una connotación de carácter
político que implica la autogeneración de sus propias autoridades”30.
30
Reforma a la Constitución Política de la República de 1980. Informe de la Comisión de Constitución,
Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, sin editorial, 2001, página 57.
31
Reforma a la Constitución Política de la República de 1980. Obra citada, página 59.
32
Reforma a la Constitución Política de la República de 1980. Obra citada, página 62.
33
Reforma a la Constitución Política de la República de 1980. Obra citada, página 64.
26
De este modo, como señala Manuel Núñez, “apenas hace falta
subrayar el escaso aporte que la presente reforma hace en materia de
regionalización (…)”34.
27
como principios orientadores que como normas jurídicas de contenido
concreto.
35
En el texto previo a la reforma de la ley Nº 20.050, y conforme a lo dispuesto en el artículo 45 (hoy 49) y
artículo 99 (110), la determinación del número de regiones era materia constitucional, y la fijación de los
límites regionales, así como la creación, modificación y supresión de provincias y comunas, y la
determinación de las capitales regionales y provinciales, eran de competencia del legislador de quórum
calificado, a proposición del Presidente de la República.
28
comunes en materia de división político-administrativa y de gobierno y
administración interior del Estado”.
36
En este sentido, Robert Dahl afirma que entre república y democracia no existen diferencias sustanciales en
cuanto a modelos de sistemas constitucionales, sino que las discrepancias surgen por provenir ambos
conceptos de lenguas distintas, el griego y el latín (DAHL, Robert. La Democracia. Editorial Taurus,
Argentina, 1999, especialmente página 23). En todo caso, nuestra Constitución trata a estos conceptos como
ideas distintas, aunque relacionadas directamente.
29
y administrativamente) ante las instituciones y órganos que determina
el ordenamiento jurídico”37.
30
En el marco del autogobierno del pueblo y de un modelo
representativo, la democracia supone la existencia de un sistema
político inclusivo; con participación efectiva, consciente e informada de
los ciudadanos; donde se garanticen realmente la libertad de asociación
y el pluralismo político e ideológico, a la vez que se consagre la
existencia de una competencia política libre y limpia, que posibilite la
alternancia en el gobierno.
4.- La soberanía.
Titular de la soberanía.
41
VERDUGO MARINKOVIC, Mario, y otros. Derecho Constitucional, Tomo I, obra citada, página 119.
31
La Nación, para estos efectos y siguiendo al profesor Molina,
podemos conceptualizarla como “aquella agrupación de personas unidas
por vínculos materiales y espirituales, que los hace tener conciencia de
poseer caracteres comunes que les permiten diferenciarse de otros
grupos nacionales, y en que los individuos manifiestan y demuestran
tener la voluntad de conservar esos lazos de unidad”, agregándose que
se construye el concepto de Nación “en cuanto ese concepto comprende
las generaciones pasadas, presentes y futuras”42.
42
MOLINA GUAITA, Hernán. Derecho Constitucional, obra citada, página 57.
43
Informe de la Comisión de Estudio con que remite el anteproyecto de Constitución. Citado por Alejandro
SILVA BASCUÑAN, en su Tratado de Derecho Constitucional, Tomo IV, ya referido, página 92.
32
Ejercicio de la soberanía.
Límites a la soberanía.
33
Una gran innovación de la Constitución de 1980 es haber
señalado, de manera explícita, que la soberanía, siendo suprema, no es
absoluta. El ejercicio de la soberanía tiene límites, y estos límites están
dados por los derechos esenciales que emanan de la naturaleza
humana. Ello constituye una nueva afirmación de ser los derechos
humanos anteriores y superiores al Estado mismo, y a todo
ordenamiento jurídico.
44
Ver de Enrique EVANS DE LA CUADRA “Los Derechos Constitucionales”, editorial Jurídica de Chile,
segunda edición, 1999, Tomo I, páginas 25 y 26.
34
Sin embargo, la norma en comentario va más allá de la simple
limitación a la soberanía, toda vez que incorpora un nuevo deber para el
Estado, de gran relevancia y trascendencia, cual es el de promover los
derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana.
35
comunidad internacional, con participación del Estado de Chile, ha
logrado un consenso en ese mismo sentido” 45.
45
MEDINA, Cecilia. La jerarquía en Chile de los Tratados de Derechos Humanos, página 45. Artículo
publicado en el libro “Constitución, Tratados y Derechos Esenciales”, Corporación Nacional de Reparación y
Reconciliación, Santiago, 1993.
46
Así, Hernán MOLINA G., Derecho Constitucional, obra citada, página 61.
47
SILVA BASCUÑAN, Alejandro. Tratado de Derecho Constitucional, obra citada, Tomo IV, página 116.
36
Las bases fundamentales de estas materias las encontramos en
los artículos 6º y 7º de la Carta.
37
Expresión de esta supremacía constitucional vamos a encontrar,
además, y por vía ejemplar, en el sistema de control de
constitucionalidad de la ley y otras normas jurídicas, contemplado en el
artículo 93 del Estatuto Fundamental, y en el procedimiento de reforma
constitucional consagrado en el Capítulo XV del mismo.
48
FERNANDEZ GONZALEZ, Miguel. La fuerza normativa de la Constitución. Ponencia presentada a las
XXXI Jornadas de Derecho Público, publicada en la Revista de Derecho Público de la Universidad de Chile,
año 2001, Volumen 63, Tomo I, página 78. Lo destacado en negrilla corresponde al texto original.
49
BULNES ALDUNATE, Luz. La fuerza normativa de la Constitución. Revista Chilena de Derecho, número
especial, 1998, página 137, citada por Miguel FERNANDEZ GONZALEZ, en el artículo antes referido,
página 78.
38
titulares e integrantes de dichos órganos como a toda persona,
institución o grupo"50.
50
Sentencia de 27 de octubre de 1983, rol Nº 19, considerando 10.
51
VERDUGO MARINKOVIC, Mario, y otros. Derecho Constitucional, obra citada, Tomo I, página 132.
52
CEA EGAÑA, José Luis. Derecho Constitucional Chileno, obra citada, Tomo I, página 239.
39
En nuestra opinión, esta norma es de amplio alcance, en el sentido
que se refiere a cualquier órgano estatal, sea de naturaleza
administrativa, legislativa, jurisdiccional u otra. No se limita, en
consecuencia, a los actos de los órganos que integran la Administración
del Estado, aunque su aplicación práctica se ha dado fundamentalmente
en este último ámbito.
40
a la persona, el inciso final del artículo 6º dispone que la infracción al
ordenamiento jurídico acarrea como consecuencia la responsabilidad del
infractor, y las correspondientes sanciones, todo ello en conformidad a la
ley.
a) Nulidad o inexistencia.
53
Sentencia de 27 de octubre de 1983, rol Nº 19, considerando 10.
54
En realidad se hace una distinción entre inexistencia, nulidad y anulabilidad, pero estimamos que estos dos
últimos conceptos deben analizarse desde la perspectiva de los efectos de la nulidad. En una extrema
41
Por razones de seguridad o certeza jurídica, por los antecedentes
constitucionales de la norma en comentario (artículo 160 de la
Constitución de 1833 y artículo 4º de la Constitución de 1925 55), por la
propia redacción del precepto y por adscribir, además, a la tesis que la
nulidad de Derecho Público debe ser declarada, nos inclinamos por
sostener que el artículo 7º contempla efectivamente una causal de
nulidad y no de inexistencia. Ello no implica que no pueda reconocerse
la inexistencia como sanción, lo que determinadamente ocurre, en
nuestro concepto, en el artículo 35 de la Carta actual. Además, para
algunos autores, y al margen de lo prescrito en el artículo 35, recién
citado, también podría aceptarse la inexistencia de un acto de autoridad,
en casos calificados, “como consecuencia todavía más grave a causa de
la omisión de cualquiera de aquellos requisitos” 56. Sobre este último
punto, pensemos, por ejemplo, en una resolución adoptada por el
Presidente de la República o por el Congreso a requerimiento de una
fuerza armada, como contemplaba la Carta de 1833, en su artículo 158.
42
interpretación armónica con el artículo 6º, la sanción del acto
viciado no siempre será la nulidad, sino la que la propia
Constitución o la ley señalen para cada caso. Sostiene que
“corresponderá al legislador –y a veces al propio constituyente, como en
el caso de infracción en la ley- establecer el sistema de sanciones y
responsabilidades para los casos de transgresión al principio de
juridicidad, no siendo efectivo que en tales circunstancias y siempre
tenga que aplicarse la nulidad de pleno derecho”58.
43
Constitución. Lo que sí puede hacer el legislador es definir la forma en
que va a operar esa nulidad en los diferentes ámbitos de actuación del
Estado, sus efectos, el órgano llamado a pronunciarse, etc.
44
c) Características y efectos de la nulidad de derecho público.
45
en el artículo 7º de la Carta, es una nulidad de pleno derecho,
insanable e imprescriptible62.
62
Ver, de Eduardo Soto K., La Nulidad de Derecho Público en el Derecho Chileno”, Revista de Derecho
Público, Nos. 47-48, 1990, páginas 11 y siguientes; y Derecho Administrativo, Tomo II, páginas 163 y
siguientes. De Gustavo Fiamma Olivares, “La acción constitucional de nulidad: un supremo aporte del
constituyente de 1980 al derecho procesal administrativo”, Revista de Derecho y Jurisprudencia (RDJ), Tomo
LXXXIII, 1ª parte, Sección Derecho, páginas 123 y siguientes.
63
Ver de Pedro Pierry “Nulidad en el Derecho Administrativo”, Revista de Derecho de la Universidad
Católica de Valparaíso, XV (1993-1994); y de Jorge Reyes “Invalidación y Nulidad de los Actos
Administrativos y otros estudios”, obra citada.
46
Por su parte, el artículo 54 de la ley Nº 19.880 también da a
entender que la nulidad de un acto administrativo debe ser declarada
judicialmente64.
64
Dispone el precepto citado que “Interpuesta por un interesado una reclamación ante la Administración, no
podrá el mismo reclamante deducir igual pretensión ante los Tribunales de Justicia, mientras aquélla no haya
sido resuelta o no haya transcurrido el plazo para que deba entenderse desestimada.
Planteada la reclamación se interrumpirá el plazo para ejercer la acción jurisdiccional. Este volverá a contarse
desde la fecha en que se notifique el acto que la resuelve o, en su caso, desde que la reclamación se entienda
desestimada por el transcurso del plazo.
Si respecto de un acto administrativo se deduce acción jurisdiccional por el interesado, la Administración
deberá inhibirse de conocer cualquier reclamación que éste interponga sobre la misma pretensión”.
65
Sobre este punto ver el trabajo de Iván AROSTICA MALDONADO titulado “Estado de Derecho y Nulidad
de Derecho Público”, en la obra colectiva “20 años de la Constitución Chilena. 1981-2001”, Enrique Navarro
Beltrán (editor), páginas 129 y siguientes.
66
Una síntesis de la tendencia jurisprudencial se puede encontrar en el artículo de Emilio Pfeffer Urquiaga
titulado, precisamente, “La Nulidad de derecho Público; tendencia jurisprudenciales”, publicado en la Revista
de Derecho Público de la Universidad de Chile, Volumen 67, año 2005, páginas 129 y siguientes. En la
corriente minoritaria puede verse una sentencia de la Corte de Apelaciones de santiago, de 11 de noviembre
de 1998, publicada en la Revista Gaceta Jurídica, Nº 211, de 1998, páginas 84 y siguientes.
47
En los preceptos que comentamos la Constitución recoge también
el principio de separación de funciones, es decir, la radicación en
órganos distintos de las también distintas facetas en que se manifiesta
el poder del Estado y que responde, en el fondo, a la necesidad de
asegurar un ejercicio de ese poder ajustado a Derecho, impidiendo el
abuso o la desviación.
48
Carabineros de garantizar el orden institucional de la República, en un
deber de todos los órganos del Estado, incluidos, por cierto, el Ejército,
la Armada, la Fuerza Aérea y Carabineros.
49
Estimamos que la gran garantía para el orden institucional
está en el sometimiento de todos al Derecho, aspecto
ampliamente consagrado en los artículos 6 y 7 de la Carta.
69
RAMIREZ ARRAYÁS, José A. Principio de probidad y transparencia en el ejercicio de las funciones
públicas: alcances de la nueva constitución de 2005. En Reforma Constitucional, Francisco ZÚÑIGA,
coordinador, obra citada, página 238.
50
medios de comunicación social para ejercer control sobre los
gobernantes”70.
51
El profesor Nogueira, en su intervención ante la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, sostuvo que
la función pública debe entenderse en sentido amplio, como “aquella
desarrollada por agentes en representación del Estado de Chile (...) se
refiere a la función estatal, la que desarrolla el Estado (...)”74.
74
Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado. Reforma a la Constitución
Política de la República de 1980. Texto citado, página 82.
75
Ver opinión del senador Larraín consignada en el documento Reforma a la Constitución Política de la
República de 1980, ya citado, página 84.
52
Por último, debemos señalar que, como la Constitución no
establece sanciones específicas para el quebrantamiento del
principio de probidad, la consecuencia de la inobservancia a lo
prescrito en el inciso primero del artículo 8º será la que determine
la normativa aplicable al caso concreto. De este modo, el régimen de
sanciones habrá que buscarlo en otras disposiciones de la propia Carta
Política76; en la ley Nº 18.834, sobre Estatuto Administrativo; en el
Código Penal; en los Reglamentos de las Cámaras; y en un importante
número de otros cuerpos normativos.
76
Por ejemplo, la causal de “notable abandono de deberes”, prevista en el artículo 52 Nº 1, letra c), en materia
de acusación constitucional, puede encontrar su fundamento en una infracción al principio de probidad. Lo
mismo puede señalarse respecto de la remoción de un juez por no haber tenido el buen comportamiento
exigido por el ordenamiento jurídico, conforme lo preceptuado en el artículo 80.
77
FERNANDEZ GONZALEZ, Miguel A. El principio de publicidad de los actos estatales en el nuevo
artículo 8º inciso 2º de la Constitución. En Reforma Constitucional, Francisco ZÚÑIGA, coordinador, obra
citada, página 192.
53
Debemos señalar, además, que en la publicidad consagrada en el
artículo 8º se comprenden dos ideas distintas y complementarias, que la
ley Nº 18.575, Orgánica Constitucional de Bases Generales de la
Administración del Estado, antes de su modificación por ley Nº
20.285, trataba con mayor propiedad, esto es, la publicidad
propiamente tal y la transparencia. En efecto, en la ley administrativa la
publicidad estaba referida al conocimiento de los actos decisorios de la
Administración, en cambio la transparencia alude al conocimiento de los
procedimientos, contenidos y fundamentos de esos actos.
78
Como una constante en la ley de reforma constitucional Nº 20.050, el constituyente emplea la expresión
“seguridad de la Nación” y no “seguridad nacional”. Entendemos que el alcance de ambas expresiones es el
mismo, al menos en esta materia.
79
El inciso final de la norma citada autorizaba al reglamento para establecer el secreto o reserva “de la
documentación y antecedentes que obren en poder de los órganos de la Administración del Estado”. El actual
artículo 8º deroga, en nuestro concepto, la facultad concedida por la ley a la norma reglamentaria.
54
No obstante lo anterior, la Constitución establece
situaciones en que las limitaciones a la publicidad no van a
provenir de una ley de quórum calificado, y que son las
siguientes:
55
República, Ministros de Estado, diputados y senadores y demás
autoridades y funcionarios que señale una ley orgánica constitucional,
de efectuar la declaración de sus intereses y patrimonio en forma
pública.
80
Estas leyes modificaron diversos textos legales, principalmente la Ley Orgánica Constitucional de Bases
Generales de la Administración del Estado, la LOC del Congreso Nacional y el Código Orgánico de
Tribunales. La ley Nº 20.088 también modificó la LOC del Tribunal Constitucional y la LOC del Ministerio
Público, entre otras.
56
Con el propósito de terminar con la interpretación que hizo el Tribunal
Constitucional, y con la que pueda realizar el legislador en el futuro, se
propone incorporar una norma en el actual artículo 8º de la
Constitución, que consagró la publicidad de los actos, resoluciones,
fundamentos y procedimientos de los órganos del Estado, que garantice
dicha publicidad. La norma propuesta busca consagrar expresamente
que las leyes pueden establecer declaraciones de intereses y de
patrimonio; y que éstas serán siempre públicas.
Mediante esta norma, entonces, las personas podrán conocer las
actividades profesionales y económicas en que participa la autoridad o
funcionario; conocerán entonces, sus intereses. También podrán conocer
la individualización completa de los bienes del declarante y de los
pasivos más relevantes, o sea, su patrimonio.
No se busca con esto satisfacer un fin morboso, de curiosidad. La
declaración de intereses sirve para medir cuáles son los vínculos de las
personas al momento que adopten sus decisiones. Por lo mismo se le
puede exigir objetividad y abstención de decidir en asuntos que
signifiquen ventajas para él o sus parientes más cercanos. Con la
declaración de patrimonio se busca, por su parte, proteger al funcionario
o a la autoridad de las acusaciones sobre eventuales enriquecimientos
ilícitos logrados durante el ejercicio de su cargo”.
57
Por su parte, el artículo 60 C de la misma ley citada, dispone que
“La declaración de patrimonio deberá contener la individualización de
los siguientes bienes:
a) inmuebles del declarante, indicando las prohibiciones, hipotecas,
embargos, litigios, usufructos, fideicomisos y demás gravámenes que les
afecten, con mención de las respectivas inscripciones;
b) vehículos motorizados, indicando su inscripción;
c) valores del declarante a que se refiere el inciso primero del artículo 3º
de la ley Nº 18.045, sea que se transen en Chile o en el extranjero;
d) derechos que le corresponden en comunidades o en sociedades
constituidas en Chile o en el extranjero.
La declaración contendrá también una enunciación del pasivo, si es
superior a cien unidades tributarias mensuales”82.
58
Aunque la Constitución no utiliza expresamente el concepto de
Estado de Derecho, lo cierto es que en los preceptos analizados hasta
ahora aparecen claramente recogidos sus elementos centrales, esto es,
el reconocimiento y protección de los Derechos Humanos, la supremacía
constitucional, el principio de legalidad o juridicidad, la separación de
funciones y la responsabilidad, a lo cual debemos agregar, con la
reforma de la ley Nº 20.050, la probidad y transparencia en el actuar de
los órganos del Estado.
83
Según expresa el profesor Jaime Portales, la bandera actual fue concebida por don José Ignacio Zenteno,
Ministro de Guerra del gobierno de O’Higgins y establecida formalmente por un decreto de 18 de octubre de
1817. Sus características definitivas se fijaron por ley Nº 2.597, de 1912. En cuanto al escudo, su aprobación
se remonta a una ley del año 1834, bajo el gobierno de Prieto, y la especificación final de sus características al
Decreto Supremo (D. S.) Nº 1.534, del ministerio del Interior, de 1967. Finalmente, el D. S. Nº 6.476, del
Ministerio de Educación, de 1980, establece que el himno nacional es el que se ajusta, en su letra, al texto
manuscrito de don Eusebio Lillo y en la música a la edición impresa en Londres de don Ramón Carnicer. Ver,
del autor citado, “Apuntes de Derecho Constitucional”, Universidad de Concepción, 2005, páginas 52 y 53.
84
La ley Nº 20.537, de 3 de octubre de 2011, dispuso:
Artículo 1º.- La Bandera Nacional o Pabellón Patrio es un emblema nacional cuya forma y características
están contenidas en la ley Nº 2.597 sobre colores y proporciones de la Bandera Nacional, de la Banda
Presidencial y de la Escarapela o Cucarda.
59
Como necesario complemento a lo anterior, el artículo 22 de la
Carta dispone que “todo habitante de la República debe respeto
a Chile y a sus emblemas nacionales”.
9.- Terrorismo.
Concepto.
Artículo 2º.- La Bandera Nacional podrá usarse o izarse sin autorización previa, cuidando siempre de
resguardar el respeto de la misma y de observar las disposiciones que reglamenten su uso o izamiento.
Con todo, su uso o izamiento será obligatorio en las oportunidades o efemérides que determine el reglamento.
El uso del Pabellón Patrio por las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública se ajustará a
las normas reglamentarias que rigen a dichas instituciones.
60
En doctrina se ha señalado al acto terrorista como “un acto de
violencia extrema aguda o atroz, cometido normalmente con
medios de estrago, dirigido a producir estados de conmoción y
temor generalizado en la población con fines políticos de
sometimiento colectivo y quebrantamiento moral del actor
político oponente (...)”85.
85
QUINZIO FIGUEIREDO, Jorge Mario. Tratado de Derecho Constitucional. Universidad de la República,
Santiago de Chile, 1994, Tomo II, página 35.
61
18.31486, cuando el hecho se cometa con la finalidad de producir en la
población o en una parte de ella el temor justificado de ser víctima de
delitos de la misma especie, sea por la naturaleza y efectos de los
medios empleados, sea por la evidencia de que obedece a un plan
premeditado de atentar contra una categoría o grupo determinado de
personas, sea porque se cometa para arrancar o inhibir resoluciones de
la autoridad o imponerle exigencias.
Sanciones constitucionales.
86
Dispone el artículo 2° que “Constituirán delitos terroristas, cuando cumplieren lo dispuesto en el artículo
anterior: 1.- Los de homicidio sancionados en el artículo 391; los de lesiones establecidos en los artículos 395,
396, 397 y 398; los de secuestro y de sustracción de menores castigados en los artículos 141 y 142; los de
envío de cartas o encomiendas explosivas del artículo 403 bis; los de incendio y estragos, descritos en los
artículos 474, 475, 476 y 480, y las infracciones contra la salud pública de los artículos 313 d), 315 y 316,
todos del Código Penal. Asimismo, el de descarrilamiento contemplado en los artículos 105, 106, 107 y 108
de la Ley General de Ferrocarriles. 2.- Apoderarse o atentar en contra de una nave, aeronave, ferrocarril, bus u
otro medio de transporte público en servicio, o realizar actos que pongan en peligro la vida, la integridad
corporal o la salud de sus pasajeros o tripulantes. 3.- El atentado en contra de la vida o la integridad corporal
del Jefe del Estado o de otra autoridad política, judicial, militar, policial o religiosa, o de personas
internacionalmente protegidas, en razón de sus cargos. 4.- Colocar, enviar, activar, arrojar, detonar o disparar
bombas o artefactos explosivos o incendiarios de cualquier tipo, armas o artificios de gran poder destructivo o
de efectos tóxicos, corrosivos o infecciosos. 5.- La asociación ilícita cuando ella tenga por objeto la comisión
de delitos que deban calificarse de terroristas conforme a los números anteriores y al artículo 1°.
62
c) Inhabilidad para explotar un medio de comunicación
social o ser director o administrador del mismo, o para desempeñar en
él funciones relacionadas con la emisión o difusión de opiniones o
informaciones.
Beneficios penales.
63
Así, respecto del indulto particular se dispone que este procede
sólo para los efectos de conmutar la pena de muerte por la de presidio
perpetuo. Como actualmente no se contempla la pena de muerte como
sanción penal por un delito de terrorismo, esta disposición ha quedado
sin posibilidad de aplicación práctica.
Cabe agregar, en todo caso, que conforme a la Séptima
Disposición Transitoria (antigua trigésimo primera disposición transitoria)
“El indulto particular será siempre procedente respecto de los delitos a
que se refiere el artículo 9º cometidos antes del 11 de marzo de 1990.
Una copia del Decreto respectivo se remitirá, en carácter reservado, al
Senado”. Esta norma, en cuanto autoriza el indulto particular en forma
amplia respecto de delitos de terrorismo, queda circunscrita a los ilícitos
cometidos antes de la fecha indicada, coincidente con el término del
régimen militar, por lo que la posibilidad de su aplicación se irá
extinguiendo en el tiempo.
64
apelación o la consulta por el tribunal superior integrado sólo por
miembros titulares; y finalmente a la necesidad de aprobar u otorgar la
libertad provisional por unanimidad.
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