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IPSE-ds. 2008. Vol. 1 ISSN: 2013-2352 pag.

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LA CONDUCTA SUICIDA EN ADOLESCENTES SUS IMPLICACIONES


EN EL AMBITO DE LA JUSTICIA JUVENIL

Josep Moya i Ollé 1

Resumen:
Los comportamientos suicidas en adolescentes constituyen un serio problema de salud en los paí-
ses desarrollados. En éstos, el suicidio es la segunda causa de muerte en población joven, después
de los accidentes de circulación. Por otro lado, todo un conjunto de factores constituyen serias
dificultades en el manejo asistencial de estos adolescentes. En este artículo se revisan los aspec-
tos clínicos más relevantes así como los factores de riesgo haciéndose un especial énfasis en los
factores sociales. Finalmente, se realizan una serie de recomendaciones tanto en lo que atañe a la
detección precoz de las conductas suicidas como en lo que se refiere a los aspectos institucionales.

Palabras clave: suicidio, adolescentes, factores de riesgo.

INTRODUCCION
Los suicidios y las tentativas de suicidio afectiva, etc. En segundo lugar, la crisis de la
constituyen un problema grave de salud adolescencia supone el momento en el que
pública (Marcelli y Humeau, 2007) que com- la neurosis más o menos latente del sujeto se
prende cuestiones características de la ado- declara con cierta violencia o cierta urgencia.
lescencia. En efecto, cuestiones como el pa- (Mannoni, 1986). Esto, además, puede com-
saje al acto, la impulsividad, el problema de plicarse en aquellos sujetos con una estruc-
la muerte, la depresión, el ataque al propio tura psicótica que puede haber permanecido
cuerpo y al marco familiar, son inherentes silenciosa durante la infancia pero mostrarse
a este período de la vida denominado ado- con toda crudeza a partir de la pubertad.
lescencia; concepto que hay que interpretar Momento de elegir, momento de urgen-
no sólo en clave neurobiológica sino, y esto cia, ambas circunstancias colocan al adoles-
es quizá más relevante, en clave psicosocial. cente ante una nueva situación que le obli-
Esto es así en la medida en que la adolescen- gan a poner en marcha todo un conjunto de
cia, a diferencia de la pubertad, no es ajena al mecanismos defensivos. Sin embargo, esos
marco histórico y social en el que se desarro- mecanismos no siempre se dan o bien resul-
lla, en consecuencia, la adolescencia pone en tan insuficientes para resolver la crisis de ma-
tela de juicio lo social y amenaza con crear un nera satisfactoria.
conflicto de generaciones. El suicidio y el intento de suicidio cons-
La problemática del suicidio y del intento tituyen las manifestaciones dramáticas del
de suicidio en la población adolescente no fracaso del sujeto adolescente al enfrentarse
es tampoco ajena a la crisis que acompaña, con ese nuevo mundo. En otras ocasiones,
de manera indefectible, a este período de la el momento de la adolescencia comporta la
vida de todo sujeto. Esta crisis debe enten- puesta en marcha, el inicio de un trastorno
derse bajo dos aspectos. En primer lugar, la mental grave, por ejemplo, una psicosis es-
crisis del adolescente comporta el momento quizofrénica. Así, se ha señalado por parte
en el que habrá de decidir su futuro, y ello en de algunos autores que cierto número de es-
diversas áreas de la vida: laboral, formativa, quizofrenias son la culminación de crisis de
1 e-mail: JMoya@tauli.cat la adolescencia que han sido impedidas, no

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resueltas. Sin embargo, nos equivocaríamos CONCEPTOS
si pensáramos que ambos fenómenos, el sui-
cidio y la tentativa de suicidio, por un lado; y La palabra suicidio deriva del latín y se
los trastornos mentales, por otro, se pueden compone de dos términos: sui, de si mismo, y
tratar de manera independiente, como si no caedere, matar. Por tanto: matarse a si mismo.
tuvieran ninguna relación entre sí. Nada más Las expresiones suicidio e intento de suicidio
lejos de la realidad, el suicidio y la tentativa se refieren al deseo de buscar la muerte, que
de suicidio no son diagnósticos psiquiátricos, en el primer caso se consigue y en el segundo
sino más bien síntomas psiquiátricos, esto es, no.
elementos sígnicos de trastornos mentales. Sin embargo, las cosas no son tan simples
Suicidio y tentativa de suicidio pueden for- en la realidad. En ocasiones, existen intentos
mar parte de diversos trastornos mentales, de suicidio en los que la muerte no se ha con-
como se señalará más adelante; es lo que sumado por casualidad. En cambio, en otros
ocurre en los casos de depresión mayor y de casos la muerte ni se buscaba ni se pretendía
psicosis esquizofrénica, entre otros. remotamente.
Por otro lado, los suicidios y los intentos En general, la conducta suicida tiene un
de suicidio son fenómenos no ajenos a los carácter episódico (Pfeffer, 2006), aunque no
marcos sociales en los que acontecen. Di- deben olvidarse aquellos casos en los que la
chos marcos constituyen los factores sociales conducta suicida tiene un carácter recidivan-
implicados, esto es, actúan como elementos te. Un episodio de ideación o acción suicida
que pueden favorecer la emergencia de com- puede ser agudo y breve, o bien puede durar
portamientos suicidas en tanto el sujeto pos- varias horas o días. En general, ello depende-
moderno se enfrenta a un proyecto colectivo rá de los factores psicopatológicos implica-
en el que naufragan muchas vidas, al verse dos. Así, por ejemplo, un episodio de tenta-
traídas y llevadas por un vivir carente de sen- tiva suicida en un sujeto melancólico puede
tido (Rojas, 1978). durar varios días ya que es la consecuencia
Finalmente, conviene resaltar que la idea de una ideación delirante de indignidad que
de la muerte forma parte de la adolescencia; persiste en el tiempo. En otros casos, como un
es consustancial al trabajo de subjetivación trastorno adaptativo, la acción suicida tendrá
que lleva al sujeto a pensarse como tal, dife- una duración más breve ya que se trata de un
rente de los demás, y a pensar acerca de sus acto fuertemente reactivo.
pensamientos, es decir, acerca del sentido de La ideación suicida consiste en pensa-
los mismos. Esta elaboración ocupa a mu- mientos de matarse, planes sobre las cir-
chos adolescentes y les lleva, más tarde o más cunstancias (dónde, cuándo, cómo) así como
temprano, a preguntarse sobre el sentido de pensamientos sobre el posible impacto del
la vida. El enfrentamiento con la muerte se propio suicidio en los demás (Shafer, Pfeffer y
vincula con las pérdidas que supone la meta- Gutstein, 2003). Se trata de un fenómeno fre-
morfosis sexual (Tubert , 1982), pérdida de la cuente en población adolescente cuya grave-
imagen de sí mismo, pérdida de la imagen de dad y significación requieren de un adecuado
niño ideal, pérdida de los padres como sus- entrenamiento por parte del profesional.
tento del ideal del yo infantil.
La muerte, por tanto, es algo que ocupa ASPECTOS CLINICOS
el pensamiento de los adolescentes, sin em-
bargo, no todos piensan en morir ni en sui- Suicidio consumado
cidarse. Es aquí donde incidirán los factores El suicidio consumado suele producirse
individuales y sociales, factores que se deben más a menudo en los últimos años de la ado-
interpretar, en preciso decirlo, en términos de lescencia. En muchos países industrializados,
facilitadores, pero no determinantes. el suicidio es la segunda causa de muerte en

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población de edades comprendidas entre los Dos son las enseñanzas que se despren-
15 y los 24 años, siendo la primera los acci- den. Por un lado, es claro que las conductas
dentes de circulación. Se ha señalado (Pfeffer, suicidas tienen un trasfondo psicopatológico
2006) que en los niños y adolescentes las ta- muy heterogéneo, que se debe articular con
sas de suicidios aumentaron entre los años el contexto psicosocial y con la capacidad de
1979 y 1992, pero disminuyeron entre los comunicación del individuo. Por otro, que
años 1998 y 1999. En Francia, el 7,9% del con- muchos casos de adolescentes pre-suicidas
junto de fallecimientos por suicidio afectaba pasan desapercibidos en los servicios asis-
a jóvenes de edades comprendidas entre los tenciales o bien su gravedad no es apreciada.
15 y los 24 años. La mortalidad media por Es aquí donde hay que poner el acento: en
suicidio en dicho período de edad es de 7,7 muchos casos, los actos suicidas han estado
por 100.000; en Estados Unidos, es de 1,5 por precedidos de tentativas suicidas o bien de
100.000 a los 10-14 años y de 8,2 por 100.000 ideaciones suicidas o actos que suponen una
a los 15-19 años. La relación por sexos es de 8 situación de alto riesgo. No valorar de manera
varones por dos chicas. Los métodos usados adecuada dichos actos comporta no apreciar
tienen un fuerte potencial letal: ahorcamien- una situación de alto riesgo y, en consecuen-
to, armas de fuego, defenestración. cia, no adoptar las medidas oportunas para
La relación de los actos suicidas (suicidios su prevención.
consumados) con los trastornos psicopatoló-
gicos es muy clara. Así, en un estudio realiza- Tentativa de suicidio
do por Marttunen, Aro, Henriksson y Lonnq- Si bien la frecuencia del suicidio tiende a
vist (1991) se pudo establecer que sobre 53 disminuir, no ocurre lo mismo con las tenta-
suicidios de adolescentes de 13-19 años, un tivas de suicidio, que en población joven de
94% presentaba algún tipo de trastorno psi- los países desarrollados tiende a aumentar
quiátrico. Desglosando por categorías diag- en los últimos años. Se ha constatado que los
nósticas se obtuvieron los siguientes datos: intentos de suicidio empiezan a producirse
51% tenían depresión; 26% alcoholismo y un a la edad de 12 años, con un aumento de la
21% tenían trastornos adaptativos. Además, incidencia que alcanza un pico a los 16-18
uno de cada tres suicidados presentaba un años. El perfil típico en individuos que come-
trastorno de la personalidad. De ello se infie- ten intentos de suicidio es el de una chica, de
re la importante correlación existente entre edad entre los 15 y los 17 años, que lleva a
actos suicidas y trastornos mentales. De és- cabo el intento ingiriendo una dosis pequeña
tos, los estados depresivos (depresión mayor, o media de un analgésico o bien algún otro
trastorno adaptativo depresivo) resultan los medicamento utilizado por algún miembro
más importantes. Debe destacarse, sin em- de la familia. El acto tiene las características
bargo, la circunstancia de que una propor- de un acto impulsivo, es decir, un acto esca-
ción considerable de los adolescentes que se samente reflexionado, que aparece en el con-
suicidaron no habían recibido ningún tipo de texto de un conflicto familiar o de pareja. Las
atención psicológica antes del acto. manifestaciones clínicas son la irritabilidad, la
Se ha constatado, además que el suicidio agitación, el comportamiento amenazador y
consumado puede producirse, entre jóvenes un deseo de morir.
que ya tenían tendencias suicidas, a partir de Tubert (1982) ha señalado dos tipos de
tener conocimiento del suicidio de otra per- intentos de suicidio. El primero de ellos,
sona. El tratamiento que dan actualmente los que los autores denominaron “maligno”, se
medios de comunicación a los actos suicidas caracteriza por ser un acto impulsivo, muy
puede, en ocasiones, no ser el más adecuado peligroso, vinculado con una estructura y un
ya que favorece los fenómenos de identifica- proceso psicopatológicos que han marcado
ción, a los que tan proclives son los adoles-
la historia previa del individuo, y sin que se
centes.

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puedan detectar factores desencadenantes reconducir la situación, claro está, siempre
claros. Sobre este punto, sin embargo, debe que ese entorno esté por la labor de hacerlo.
ponerse un interrogante ya que los factores
desencadenantes se pueden localizar, siem- FACTORES DE RIESGO SUICIDA
pre que se les busque con la suficiente aten- Muchos son los factores de riesgo suici-
ción. Este tipo de acto se caracteriza, además, da en los adolescentes. Desde el provenir de
por comportar una ruptura del vínculo con medios familiares desestructurados hasta
la realidad, con el entorno, con los otros. No la presencia de trastornos psicopatológicos
hay, por tanto, una llamada al otro, no hay como la depresión o el abuso de sustancias,
una petición de ayuda. sin olvidar la exposición a situaciones de ries-
El segundo tipo, el “benigno”, se caracte- go suicida, como es el caso de haber tenido
riza por tratarse de un acto compulsivo, de problemas con la justicia, todos ellos consti-
menor peligrosidad, de características reacti- tuyen un campo heterogéneo que conviene
vas ante situaciones de cambio o pérdida, en revisar.
un contexto clínico de tono depresivo. Aquí, Estos factores pueden clasificarse en tres
no hay ruptura de vínculo con la realidad, grandes grupos: a) individuales; b) familiares,
sino un intento – a veces desesperado – de c) sociales.
re-establecer vínculos con los otros. Es una
petición de auxilio, que debe ser escuchada
A) Individuales
y atendida de manera adecuada.
Los intentos de suicidio malignos se de- Dentro de los factores individuales cabe
sarrollan, en la mayor parte de las ocasiones, destacar los siguientes:
en la calle, sin testigos, lo que es indicativo - Antecedentes de haber realizado ten-
de que el sujeto busca un lugar en el que tativas de suicidio anteriores. Algunos
no resulte posible ayudarlo. Por otro lado, autores han señalado que aproximada-
la peligrosidad de los medios utilizados en mente un 25 % de los adolescentes que
los intentos de suicidio malignos indica la realizaron un intento de suicidio lo habían
búsqueda de la muerte como finalidad pri- realizado con anterioridad. La tentativa de
mordial. Esta prevalece sobre otras posibles suicidio multiplica por treinta el nivel de
significaciones en juego. riesgo (Marcelli y Humeau, 2007). Por otro
En este mismo estudio se destacan las di- lado, se considera también que el nivel de
ferencias entre los efectos en uno y otro tipo. riesgo es mayor cuanto más joven es el
Así, después de un intento de suicidio malig- suicida (Bobin y Sarfati, 2003).
no se produce un agravamiento de la tensión - Patología psiquiátrica. Ya ha sido seña-
emocional y de la persistencia del deseo sui- lado que una proporción muy elevada de
cida. Por el contrario, después de un intento individuos suicidas presentan patología
de suicidio benigno lo que se produce es, a psiquiátrica. Esta circunstancia también
menudo, un alivio de la tensión llegando a se cumple en población adolescente.
expresar el individuo un cierto arrepenti- Los estados depresivos, los trastornos de
miento de lo realizado. ansiedad, el abuso de alcohol y de otras
En general, en los casos benignos se pue- drogas, los trastornos de la personalidad
de afirmar que algo ha ocurrido, algo se ha y los trastornos psicóticos, son todos ellos
consumado, y ese algo promueve un cambio estados psicopatológicos que comportan
de dirección y de las perspectivas del sujeto. un riesgo de conductas suicidas. Sin em-
A partir de ese momento sus relaciones con bargo, los más relevantes son las depresio-
el entorno – básicamente el entorno familiar nes, cuya existencia eleva el riesgo suicida
– y las relaciones con los dispositivos asisten- hasta un 27% con respecto a la población
ciales variarán y se darán las condiciones para general. La esquizofrenia, clásicamente

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citada como un factor de riesgo suicida habituales son los estados depresivos y el
en población adulta, no desempeña el abuso de sustancias tóxicas. Estos datos
mismo papel en población adolescente. son susceptibles de diversas interpreta-
Ello puede ser debido, entre otras razones, ciones. Se pueden interpretar en términos
a que es precisamente en este período de vulnerabilidad determinada genética-
cuando suele iniciarse por lo que no se mente, pero también pueden pensarse en
suelen dan las condiciones que favorecen términos del impacto que dichos trastor-
el pasaje al acto suicida (por ejemplo, la nos pueden ocasionar en el adolescente.
toma de conciencia de las consecuencias Resulta claro que unos padres que se en-
sociales que tiene el trastorno. El sujeto se cuentran en una precaria situación perso-
ve, de un día para otro, aislado de su en- nal, que comporta para ellos mismos un
torno, ve que ha perdido su lugar en la red importante riesgo suicida, no van a poder
social) ayudar a su hijo a enfrentarse con todo lo
- Factores biológicos. Es ya clásico citar que la adolescencia supone, tal y como se
cierto tipo de factores neurobiológicos ha explicado en la primera parte del artí-
como los causantes o desencadenantes culo.
de todo un conjunto de comportamien- - Antecedentes de tentativas de suicidio
tos anómalos. En este contexto, los dese- o de suicidio en los padres. Se ha consta-
quilibrios en diversos sistemas de neuro- tado que en el caso de muerte por suicidio
transmisores ocupan un lugar destacado. de la madre o del padre el riesgo de tenta-
En consecuencia, no resulta sorprendente tiva de suicidio en el hijo adolescente se
que también en el caso de los comporta- aumenta.
mientos suicidas se hayan documentado - Maltrato y abuso sexual. Se ha consta-
ciertas disfunciones en los neurotransmi- tado la existencia de correlación entre el
sores. La más citada es la disfunción en maltrato en la infancia y la conducta sui-
el sistema serotonérgico. De hecho, la hi- cida. Además, las conductas violentas en
pótesis de un desequilibrio serotonérgico el seno familiar, tanto si el adolescente es
constituye uno de los principales argu- testigo de ellos como si es víctima, tam-
mentos neurobiológicos del trastorno de- bién presentan una correlación positiva
presivo, la patología más suicidógena, sin con los comportamientos suicidas.
embargo, dicha hipótesis no ha podido - Otros factores, como el divorcio o las re-
ser verificada en población adolescente. laciones entre los padres y los hijos ado-
Quizá más precisa podría ser la correlación lescentes pierden peso específico si se
entre la desregulación de la serotonina y tienen en cuenta tanto los factores psico-
la respuesta impulsiva a un estrés (Mann, patológicos asociados como los factores
Waternaux, Haas y Malone, 1999). En este de riesgo psicosocial.
sentido, la correlación tendría más rela-
ción con el factor impulsividad que con el C) Factores sociales
factor depresión. En el apartado de los factores sociales re-
sulta obligada la referencia a la obra de Dur-
B) Familiares
keim, sociólogo francés que destacó el im-
En el apartado de factores de riesgo inhe- portante papel de los factores sociales en el
rentes a la familia se han citado los siguien- desencadenamiento de conductas suicidas.
tes: Este autor resaltó en su libro El suicidio, de
- Existencia de trastornos psicopatoló- 1897, que el suicidio era un fenómeno mucho
gicos en los padres. En los padres de más social que psicológico, ya que, según él,
adolescentes suicidas es frecuente en- el hombre está desbordado por una realidad
contrar trastornos psiquiátricos. Los más circundante que es la colectividad en la que

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está inmerso, quiéralo o no. En la monografía bre que vive con su mirada en el horizonte,
citada, el autor señala la conocida influencia en lo que ha de venir, ve, de pronto, deteni-
que tuvieron las crisis económicas sobre el da su marcha hacia ese ideal, se encontrará
suicidio. Para ilustrarlo citó los casos de Vie- con que no hay nada ni detrás ni delante de
na, ciudad que entre los años 1873 y 1874 él que le sirva de soporte. En consecuencia,
sufrió una crisis financiera cuyo correlato fue el desencanto y la depresión pueden hacer
un incremento de los casos de suicidio del mella en él. Esta es la hipótesis durkheimiana,
41% (referido a los casos de suicidio registra- hipótesis que es preciso articular con otras
dos en 1874 y 1873). Sin embargo, el mismo aportaciones. Así, Sennett (2006) plantea
autor añadió que dichos incrementos no se que el hombre posmoderno debe hacer fren-
podían explicar simplemente por un empo- te a diversos desafíos, el más importante es el
brecimiento de la población ya que ciertos que se refiere a cómo desprenderse del pasa-
períodos de prosperidad podían también do. Se trata de un fenómeno característico de
acompañarse de incrementos en las tasas de la época actual, marcada por las condiciones
suicidios. Para poder explicarlos, Durkheim sociales de inestabilidad y fragmentariedad.
recurrió a la noción de anomia, concepto cla- Es una época en la que los servicios presta-
ve de la sociología que, sin embargo, ha sido dos en el pasado no garantizan al empleado
usado con significados diferentes. Así, en La un lugar en la empresa. La noción de mérito
división del trabajo social, Durkheim concibe ha entrado en crisis y en su lugar aparece una
la anomia como una ruptura de la solidari- nueva versión de sujeto caracterizada por su
dad. La anomia, en esta primera acepción, es habilidad y dresteza en poner entre parénte-
expresión de una crisis de diferenciación, que sis las experiencias vividas. Se trata de asumir
es consecuencia de una división del trabajo un yo orientado al corto plazo, centrado en la
coercitiva, que tiene una influencia disolven- capacidad potencial. Un tipo de personalidad
te en la sociedad. Por tanto, en esta primera que se asemeja más al consumidor que al
acepción la anomia sería un vacío de las re- propietario que se aferra a lo que ya posee.
glas. En cambio, en la segunda acepción, la Nuestros adolescentes han de enfrentar-
que aparece en El suicidio, la anomia es con- se, pues, a un nuevo marco social que les
cebida como el fracaso de la norma para re- plantean unas exigencias que sólo unos po-
gular los comportamientos individuales. En cos estarán en condiciones de asumir. Para
otras palabras, la anomia no sería el resultado los adolescentes actuales, la idea de proyecto
de la ausencia de normas, sino el hecho de tiene escaso o nulo sentido, de ahí que mu-
que éstas hayan perdido eficacia en la socie- chos no puedan responder a la pregunta so-
dad (Manrique,2001). En este caso, la anomia bre sus planes para el futuro. De hecho, ni se
se manifiesta como transgresión de normas la plantean más allá de un ideal de felicidad
por parte de individuos que se resisten a ser basado en el nivel económico pero con poca
integrados en la sociedad. La anomia expresa inversión personal. Es esta configuración so-
la incapacidad del individuo para poner coto cial la que constituye un marco que puede
a sus deseos y traduce la existencia de un tipo favorecer los comportamientos suicidas, tal
de personalidad mórbida a la que da lugar la como las historias de adolescentes que han
sociedad moderna. realizado tentativas o suicidios consumados
Para Durkheim (1971) el hombre que nos enseñan.
siempre lo ha esperado todo del porvenir, En este contexto social emerge un factor
que ha vivido con los ojos puestos en el futu- que ha ido cobrando importancia en los últi-
ro, nada tiene en su pasado que lo consuele mos años: el escolar. Las dificultades escola-
de las amarguras del presente, pues el pasa- res, el llamado fracaso escolar y, sobre todo,
do sólo ha sido para él una serie de etapas las situaciones de acoso moral en el ámbito
impacientemente atravesadas. Si este hom- educativo, constituyen factores de riesgo de

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comportamientos suicidas. El caso Jokin, el trata de un acto suicida que sólo ha sido co-
adolescente de 14 años del pueblo de Hon- municado de una manera muy indirecta.
darrabía, que se suicidó tras sufrir humillacio- Sin embargo, esta recomendación general
nes y agresiones de sus compañeros, consti- tiene excepciones: un individuo puede comu-
tuye una señal de alarma al tiempo que debe nicar de manera directa su intención suicida
ser motivo de serias reflexiones sobre lo que y llevarla a cabo como acto consumado. Es
ocurre en las aulas, reflejo muchas veces, de lo que ocurrió en un centro de justicia juve-
lo que ocurre en el medio familiar. Más aún, nil hace pocos años: un joven magrebí de 17
las aulas constituyen un marco complejo en años comunicó de manera clara su intención
el que las demandas y expectativas de los de poner fin a su vida si se llevaba a cabo su
diversos actores implicados (adolescentes, repatriación. El acto suicida se consumó a los
padres y docentes) se entrecruzan de manera dos días. Debe advertirse que ante la genera-
no armoniosa dando lugar, en bastantes oca- lización de las amenazas suicidas, el equipo
siones, a desencuentros que pueden devenir profesional puede tender a interpretarlas en
en serios conflictos (Moya, 2004). términos de “manipulación” y, en consecuen-
cia, puede no tomar demasiado en serio los
DETECCIÓN DE LOS COMPORTA- riesgos. Parece claro, no obstante, que es me-
jor pecar de prudencia aún corriendo el ries-
MIENTOS SUICIDAS
go de ser objeto de manipulación.
La gravedad de los comportamientos Aunque los esquemas pueden pecar de
suicidas conlleva la necesidad ineludible simplicidad, los siguientes puntos pueden
del diagnóstico precoz. Además, como ha servir de orientación al profesional (Byram,
sido señalado en diversos estudios (Shaffer , Gelenberg, Merriam y Wang, 2003):
Gould, Fisher, y otros, 1996), del 7 al 15% de - La ideación, los intentos o planes suicidas.
los suicidados suele haber consultado en el - El acceso a medios para suicidarse
mes que precedió al suicidio, y entre un 20 - La existencia de delirios de negación, de
y un 25% lo había hecho en el año anterior. ruina o de indignidad
Sin embargo, la experiencia clínica del día a - La existencia de elementos alucinatorios
día indica que, a menudo, en las consultas de carácter imperativo
previas no se suelen detectar los indicios de - El consumo de alcohol y otras sustancias
comportamientos suicidas. Además, ciertas tóxicas.
ideas ampliamente circulantes entre ámbitos - La historia de intentos de suicidio anterio-
profesionales están impregnadas de prejui- res.
cios, uno de ellos, quizá el más relevante, es - La historia familiar de suicidios o de inten-
el que se refiere a la comunicabilidad. Según tos de suicidio
este prejuicio, el nivel de riesgo guarda una
correlación con la comunicabilidad: Si el su- Todo ello se debe completar con una eva-
jeto realiza una comunicación indirecta de luación de las circunstancias particulares del
la idea de suicidio el riesgo es mayor; por el sujeto así como de sus posibilidades y de su
contrario, si el paciente comunica su idea de motivación para pedir ayuda.
suicidio de forma directa el riesgo es menor. En ocasiones, se dan comportamientos en
Esto puede cumplirse en algunas ocasiones, forma de autolesiones como ingerir objetos
así, por ejemplo, un joven que ha sufrido una metálicos o bien provocarse lesiones en los
crisis psicótica, que ha dejado como secuela brazos y antebrazos con instrumentos cor-
un estado depresivo inherente a la toma de tantes. Si bien estos comportamientos no
conciencia de lo que dicha crisis le ha aca- constituyen por sí mismos comportamientos
rreado, puede realizar un acto suicida sin que suicidas no es menos cierto que deben ser
haya comunicado previamente su idea. Se valorados como graves y jamás pueden ser
considerados banales. Debe advertirse que
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en bastantes casos, los individuos pueden Wang (Eds.). Guías clínicas para el tratamiento
llegar a ingerir objetos muy peligrosos que de los trastornos psiquiátricos. (pp. 667-669).
pueden causar importantes hemorragias N.J.: Prince-Hall
- Durkheim, E. (1971). El suicidio. Buenos Aires.
internas. En una ocasión, un interno de un
Shapire Editor.
centro de justicia juvenil ingirió dos hojas de - Mann, J.J., Waternaux, C., Haas, G.L. y Malone,
afeitar provocándose una grave hemorragia K.M. (1999). Toward a clinical model of suicidal
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constituyen contextos institucionales en los atría, 128, 1-12.
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valoración del riesgo de comportamientos aunque no imposible. Revista de Psicopatología
suicidas requiere preparación técnica y un y Salud Mental del niño y del adolescente, 3, 13-
19.
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es preciso añadir que, en ocasiones, el acto celona, Salvat
suicida se realiza a pesar de una intervención - Sennett, R. (2006). La cultura del nuevo capital-
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vidarse que en los centros de justicia conver-
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gen las tres profesiones imposibles: gobernar, adolescencia. En: Gelder M, López–Ibor J.J., An-
educar y curar; en consecuencia, no siempre dreasen N (Eds.), Tratado de Psiquiatría. Tomo
es posible evitar los efectos de la pulsión de III, (pp 2163-2172). Barcelona: Ars Médica.
muerte del ser humano. En cualquier caso, de - Shaffer, D., Gould, M.S., Fisher. P., Trautman. P.,
la desgracia hay que saber extraer las ense- Moreau. D, Kleienman. M, y otros (1996). Psy-
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