You are on page 1of 5

Ciclo ovárico

El ciclo ovárico es un ciclo que tiene cambios y para poder entender mejor su
funcionamiento se lo divide en tres fases distintas: la fase folicular, la ovulación, y
la fase lútea.

Fase folicular:
Es una fase que se completa en 10 – 14 dias y que garantiza la existencia de
folículos maduros adecuadamente preparados para la ovulación. Durante esta fase,
se produce el desarrollo del elemento fundamental del ciclo, el folículo, desde el
estado de folículo primordial hasta el de folículo preovulatorio, pasando por la fase
de folículo preantral y antral.

El folículo primordial esta constituido por un ovocito detenido en su primera


división meiotica rodeado por una capa de células de la pregranulosa. No se
conoce el mecanismo que determina cual y cuantos folículos primordiales
comienzan a desarrollarse en cada ciclo. Los folículos primordiales, que se
encuentran por debajo de la albugina del ovario, comienzan su crecimiento a lo
largo de varios ciclos menstruales, aunque el folículo destinado a ovular en un ciclo
concreto se selecciona en los primeros días del ciclo. Las primeras fases del
desarrollo folicular son independientes de la regulación hormonal hasta que un
grupo de folículos llega a un estado en el que son “seleccionados” (rescatados)
por acción de la hormona folículo estimulante (FSH). Aquellos folículos que no son
seleccionados sufren un fenómeno de atresia o apoptosis.

La fase de folículo preantral comienza con el aumento del tamaño del ovocito y
con el cambio de las células que le rodean de tener una forma escamosa a
cuboide. Simultáneamente, se produce la formación de uniones altamente
especializadas entre las células de la granulos y el ovocito que permiten el
intercambio de nutrientes y sustancias reguladoras. Son las llamadas gap
junctions. Se produce un proceso de multiplicación de las células de la granulosa,
que pasa a tener una disposición multiplicada, separadas de las células del
estroma por una membrana basal llamada lamina basal. Durante esta fase de
crecimiento, el folículo, cuando alcanza un determinado tamaño, pasa de
localizarse en la cortical a penetrar dentro en la capa medular, zona mucho mejor
vascularizada, donde las células que rodean la lamina basal se diferencian en
capas concéntricas, la teca interna y externa. Estas capas aparecen cuando la
granulosa tiene un grosor de tres a seis capas. Este crecimiento y diferenciación
depende de las gonadotropinas, las cuales tienen también un efecto directo sobre
la esteroidogenesis.

Las células de la granulosa producen fundamentalmente estrógenos, aunque son


capaces de producir también andrógenos y progesterona. La producción de
estrógenos depende de la llegada de andrógenos sintetizados en la teca interna a
través de la lamina basal y sufren un proceso de aromatización gracias a un
sistema de aromatasas. Esta aromatización es activada por la acción de la FSH,
cuya unión con el receptor produce la activación del sistema adenilato ciclasa que,
finalmente, es seguida por la expresión de multiples ARNm que codifican las
proteínas responsables de la proliferación, diferenciación y función de las células.
De la misma manera, la propia FSH aumenta y disminuye la concentración de sus
propios receptores en las células de la granulosa, acción modulada por factores de
crecimiento.

Las células de la teca y de la granulosa actúan de forma sincronizada y reguladas


por la acción de las gonadotropinas (sistema de dos células). En los folículos, las
células de la granulosa son las únicas que expresan receptores de LH, mientras
que las de la granulosa solo expresan receptores para FSH. La LH estimularía en la
teca la producción de andrógenos a partir del colesteorl, mientras que la FSH
estimularía en la granulosa la producción de estrógenos a partir de los andrógenos.
Este sistema no es completamente funcional hasta etapas posteriores del
desarrollo folicular.

Etapa antral
A medida que prosigue el desarrollo folicular por la acción conjunta de los
estrógenos y la FSH, se produce una acumulación de liquido entre las células de la
granulosa hasta formarse una autentica cavidad, llamada antro folicular, lo que
marca la etapa antral del desarrollo folicular. La formación de esta cavidad y la
presencia de liquido folicular crea un medio endocrino que permite la nutrición del
ovocito y de las células de la granulosa. Cuando se forma la cavidad antral, el
ovocito se situa de forma excéntrica rodeado por varias capas de células de la
granulosa que se denominan cumuloo oofor. El liquido antral contiene proteínas
plasmáticas, hormonas esteroideas, gonadotropinas, proteoglicanos, iones y
electrolitos. El acumulo de liquido antral supone un incremento del tamaño folicular
que alcanza unos 20 mm de diámetro al final de su desarrollo.

Ovulación es el hecho fundamental del ciclo ovárico y la culminación de los


procesos de desarrollo folicular.
Desde el punto de vista morfológico, se caracteriza por la aceleración del
crecimiento del folículo, el cual se aproxima a la zona mas superficial de la cortical
ovárica. Las células de la granulosa presentan un aumento de volumen y
abundantes vacuolas lipídicas, mientras que la teca tiene un aspecto muy
vascularizado y vacuolizado. Antes del mismo momento de la ovulación (rotura
folicular) se produce sobre la superficie del ovario, en el polo mas superficial del
folículo, una zona de mayor vascularización que protruye sobre la superficie del
ovario. En este lugar es en el que tiene lugar la rotura folicular y la expulsión del
contenido del folículo (masa celular ovocito – cúmulo y líquido folicular). La
expulsión del ovocito y del contenido folicular se produce de manera progresiva y
no brusca debido a un aumento de presión intrafolicular.

Se han postulado algunas hipótesis para explicar el mecanismo de rotura folicular:


por una parte, el cambio en la composición del liquido folicular en la fase de rápido
crecimiento, provocado por cambios en el contenido hormonal con cambios en la
presión osmótica. Por otra, también jugaría un papel importante la síntesis local de
sustancias proteolíticas que actuarían sobre la lámina basal induciendo su rotura.
De hecho, la liberación del ovocito está asociada con cambios en el colágeno de la
pared folicular, provocado por la existencia de enzimas proteolíticas que dirigen el
colágeno de la pared folicular. Las células de la granulosa y teca producen
activadores del plasminogeno como respuesta a la FSH y LH, que activan el
plasminogeno para producir plasmina. Esta, a su vez, genera colagenasa activa
que por ultimo, induce la rotura de la pared folicular. También se ha visto que
determinadas prostaglandinas de las series E y F aumentan muy significativamente
de forma periovulatoria dentro del liquido folicular, alcanzando un máximo en el
momento de la ovulación. Las prostaglandinas pueden liberar enzimas
proteolíticas, promover angiogénesis e hipertermia y tener efecto contráctil sobre
el musculo liso de la capa externa del folículo, contribuyendo a la expulsión del
contenido folicular.

Desde el punto de vista endocrino, es el propio folículo el que desencadena la


ovulación a través de la síntesis creciente de estradiol, que cuando alcanza un
nivel determinado activa el mecanismo de retroalimentación que estimula la
liberación de gonadotropinas hasta alcanzar su pico ovulatorio característico.
Aunque existen variaciones entre un ciclo y otro incluso en la misma mujer, la
ovulación se produce aproximadamente 10 – 12 horas después del pico de LH,
unas 34 – 36 horas después del inicio de este pico. El pico de gonadotropinas es el
responsable ultimo de la ovulación.

El pico de LH se asocia con los siguientes efectos:


Reanudación de la meiosis en el ovocito, a través de la inhibición del OMI (factor
inhibidor de la meiosis).

Luteinizacion de las células de la granulosa.

Estimulo de la actividad proteolítica y síntesis de prostaglandinas esenciales para la


rotura del folículo.

El pico de FSH tiene también varios efectos:

Aumento de la producción de activaor de plasminogeno.

Secreción de acido hialuronico por parte de las células del cúmulo que facilita la
expansión y dispersión de las células del cúmulo y permite que estas floten
libremente en el liquido folicular antes de la rotura.

Garantiza un nivel adecuado de receptores de LH en la granulosa necesarios para


una función lutea adecuada.

Fase lútea
Una vez terminada la expulsión del ovocito se produce una serie de cambios en el
folículo tanto desde el punto de vista morfológico como endocrino.

Incluso antes de la ovulación, las células de la granulosa comienzan a aumentar de


tamaño y adoptan una apariencia vacuolar con deposito de un pigmento amarillo
(luteína) que le confiere su aspecto y nombre, cuerpo lúteo. Otro fenómeno
característico tras la ovulación es la proliferación de fibroblastos y capilares
sanguíneos (angiogenesis) que penetran en la capa granulosa a través de la
lamina basal. Esta angiogénesis es un paso fundamental en el proceso de
luteinizacion y parece mediada por factores de crecimiento foliculares. La
existencia de esta vascularización y su elevado flujo sanguíneo permite la llegada
de sustratos al cuerpo luteo, necesarios para la síntesis hormonal, permitiendo,
fundamentalmente, que el colesterol LDL llegue a las células de la granulosa en
cantidad suficiente para sintetizar progesterona.

Desde el punto de vista endocrino, el cuerpo luteo es la fuente principal de


esteroides sexuales en esta fase del ciclo. Su capacidad funcional y vida media
depende de la secreción de LH en ausencia de embarazo, la responsable del
mantenimiento del cuerpo lúteo es la hCG. En ausencia de embarazo, la vida
media del cuerpo lúteo es de aproximadamente dos semanas tras las cuales se
produce su regresión, convirtiéndose en cuerpo albicans. Podemos considerar
como normales aquellas fases lúteas que duran entre 11 y 17 dias. Además del
soporte de la LH, para que el cuerpo lúteo tenga una función normal es necesario
que se haya producido un desarrollo folicular normal en las fases pervias del ciclo
ovárico, asi como la luteinizacion y vascularización adecuada de las células de la
granulosa durante la fase luteinica temprana.

En el cuerpo lúteo podemos encontrar además de las células luteínicas otras


poblaciones celulares (endotelio, leucocitos y fibroblastos) de gran importancia que
se correlacionan con la actividad esteroidogénica a través de la producción de una
serie de factores.

You might also like