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Estatus del Tribunal: (En este caso primera instancia) Corte de Apelaciones de Valdivia,
tribunal de alzada.
Hechos:
La denuncia se realizó el 30 de noviembre del 2017 por Ibeth González Galdámez en contra de
Alejandro Yáñez Cárcamo fue basada en un abrazo consistente con acercamiento físico seguido
de un susurro al oído de la frase “estoy cachondo hoy día”, “ya po, abrázame, ven abrázame”,
“abrázame más fuerte, yo no te voy abrazar ahora, ahora te toca a ti y lo suelto”,etc. Esta
conducta no fue un hecho puntual sino que fue en reiteradas ocasiones generando un “clima de
acoso ambiental”.
El medio de prueba fue de carácter testimonial sin la generación de informes ni la presentación
de documentos que acrediten su veracidad. Circunstancia en la que se tomó declaración en el
campus Miraflores de la universidad. Fueron citadas 43 personas de manera presencial y por vía
de correo electrónico también se hizo recepción de testimonios de personas que actualmente no
se encuentran vinculadas con la institución de estudios superiores.
La tramitación del sumario fue ventilado públicamente, en el que la difusión por parte de la
Universidad Austral de Chile, a través de redes sociales (llámese a esto al e-mail institucional
masivo por el cual se emitió el comunicado y el sitio web oficial de la aludida) de la infracción
(acoso sexual) y la sanción (que en un principio no incluía su desvinculación de la institución).
El estatuto vigente fue aplicado parcialmente en su caso ya que en primera instancia la casa de
estudios resolvió siguiendo el reglamento actualizado (beneficiando a Yáñez) pero producto de
presiones públicas externas fue desvinculado de la institución (motivo de la interposición de la
acción de protección).
Cuestiones jurídicas:
El razonamiento judicial en virtud de las leyes vigentes establecidas en Chile se encuentran
dispuestas en el auto acordado sobre la Tramitación del Recurso de Protección de Garantías
Constitucionales y en la Constitución Política de la República en su artículo 19, numeral nº3
inciso 5º, 7 y 20.
(i) Importancia:
Antes de comenzar quisiera hacer la distinción entre dos tipos de análisis a esta sentencia que
abordaré que serían: Análisis de iure y De facto.
Analizando solamente desde el ámbito de iure, esta es una sentencia bastante fundamentada y
motivada por el tribunal, ya que de manera imparcial se dicta que se estaba “atropellando” el
debido proceso, al ser sometido a juicio en dos instancias diferentes, en el que incluso podríamos
decir también producto de esto se ve afectada la seguridad jurídica y que en vista de ello se vio
afectado por el cambio repentino producto de la presión social ejercida por funcionarias y
alumnas de la Universidad en señal de “sororidad” con la víctima y no por un resolución
autónoma, en conclusión generaría la duda ¿qué normativa se me va aplicar, aquella dispuesta en
el último reglamento aprobado o la encuentra dispuesta en el anterior que es más acorde con lo
que demandan los/as actores sociales externos. Por lo que la interposición de la acción de
protección y la declaración de que ha lugar por el tribunal es perfectamente plausible porque se
estaban violentando las garantías procesales.
De facto, si bien es una decisión acorde a derecho, en realidad, esta no es una real protección y
mucho menos la creación de un ambiente seguro para la víctima (uno de los fines que quería
lograr intelectualmente la universidad con la funcionaria) ya que las medidas tomadas no tienen
por función de ello en el ámbito real, ya que el hecho de que el victimario se mantenga inserto (si
bien, no en el mismo edificio) dentro de la institución universitaria provoca de una cierta manera,
una re victimización porque en realidad no hay cambio significativo. En simples palabras, lo que
demuestra es el evidente carácter “garantista” que es el Derecho procesal chileno propiamente
tal, sobre todo en el ámbito penal, ya que en múltiples ocasiones, estos principios que defiende el
ordenamiento jurídico (incluso cuestionando a la víctima en ocasiones) en pos de proteger dentro
de esta esfera las garantías al victimario, otorgando primacía a estos y obviando hechos que en el
sentido común son importantes (como en este caso que debió haberse presentado que el acoso
sexual ambiental fue de carácter constante y sostenido en el tiempo, y desde ese punto de vista
haber sancionado, primando en la protección de la integridad psíquica y la reparación del daño
ocasionado) pero, que dentro del punto vista jurídico es jerárquicamente superior los principios
que protegían al señor Yáñez.
En este caso bajo podríamos analizar desde la esfera del debido proceso aludida en la acción
interpuesta y el uso de manera retroactiva del reglamento para ser aplicable en hechos ocurridos
en el pasado haciendo uso del principio del “indubio pro reo”. Hecho que lógicamente por meras
expectativas sería esperable que sea aplicable la ley vigente (sin obviar a lo que dispone la ley de
efecto retroactivo de la ley en su artículo 7º inciso primero) en el momento de la comisión del
delito, pero que en definitiva por regla general es que debe aplicarse aquella que resulte más
favorable para quien es condenado, aunque esta de manera axiológica resulte injusta.
1 Artículo nº 23: Acoso sexual en el trabajo ¿Denunciar o sufrir en derecho?, análisis de denuncias, Gobierno de
Chile http://www.dt.gob.cl/portal/1629/articles-97214_recurso_1.pdf p.25 (consultada en 21/08/2018)
2 Ídem, p. 23-24 (consultada 21/08/2018)