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Incorporación

de una norma

Redacción y
técnica
legislativa

1
Los problemas de la
incorporación de una norma al
sistema jurídico. Los problemas
de la modificación o supresión
de las normas
Introducción

El abordaje de este punto requiere integrar los conocimientos adquiridos


en los acápites precedentes, así como también lo estudiado en cuanto a las
lagunas normativas.
En relación con ello, La incorporación de una norma al ordenamiento
jurídico debe también ser parte del estudio y análisis por parte de los
técnicos legislativos, pues puede ocurrir que en una norma que a priori
contiene una laguna normativa, cuando se integre al ordenamiento, se
advierta que ese aspecto ya se encontraba contemplado en otra norma. De
ser regulado, podría producirse una redundancia o una contradicción.
La norma se inserta en un sistema normativo que, como todo sistema,
tiene leyes y jerarquías que lo rigen. Por lo tanto, corresponde indagar no
sólo la existencia de normas que regulan aspectos similares, sino también
lo relativo a la competencia del órgano que esta sancionando la nueva ley.
Ello permitirá construir un sistema más armónico donde las normas
guarden coherencia entre sí y respeten la pirámide constitucional que es
basamento de nuestro Estado de derecho.
Lo mismo ocurre al suprimir las normas jurídicas. Debe prestarse especial
atención a no producir una laguna o contradicción a partir de la supresión
o modificación de las normas jurídicas, para lo que deberá observarse
estrictamente lo dispuesto en las reglas prácticas analizadas en los puntos
precedentes.
Por último, veamos que dice Pérez Bourbon (2008) respecto a la
incorporación de la ley al orden jurídico y las reglas que deberán
observarse al respecto:

Incorporación de la ley al orden jurídico


 Debe tenerse en cuenta que las redundancias y las
contradicciones de la ley necesariamente se trasladan al
orden jurídico; no así las lagunas.

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 No siempre es necesario evitar absolutamente todas las
lagunas en la elaboración de una ley. Cerciorarse
previamente si alguna o algunas de ellas no se solucionan al
incorporar la ley al orden jurídico.
 El hecho de que la ley no tenga contradicciones ni
redundancias no garantiza que éstas no aparezcan al
incorporar la ley al orden jurídico. Puede suceder que alguna
de las normas que se han incorporado a la ley ya estaban en
el orden jurídico.
 Las redundancias normativas son admisibles y aun
necesarias en una ley cuando se dan las siguientes
circunstancias:
o la redundancia es con una norma de jerarquía
superior, por ejemplo la Constitución de la Ciudad;
y
o se trata de una ley destinada al común de la
ciudadanía.
 Son también admisibles las redundancias normativas
cuando en una ley se aclara una obligación o una prohibición
de la que podrían producirse dudas acerca de si es alcanzada
por una norma ya contenida en el orden jurídico. (p. 136)

En conclusión, el objetivo es pensar la ley como parte de un orden jurídico


integral con el que debe guardar armonía:
Según palabras de la doctrina:

...si la ley tiene una contradicción o una redundancia, ésta


necesariamente quedará en el orden jurídico como tal. En
cambio, las posibles lagunas de la ley pueden desaparecer
por estar ya previamente contemplado el tema en el orden
jurídico. ...Sin embargo, puede suceder que la ley que se
elaboró no contiene contradicciones ni redundancias pero
que éstas se generen al introducirlas al sistema jurídico...
(Bourbon, 2008, p. 137).

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Errores de legística: subnormar
y sobrenormar

Introducción

A lo largo del desarrollo de la materia, hemos apuntado a distintos


aspectos que deben tenerse presentes para evitar caer en errores de
legística. Analizamos oportunamente lo relativo a las lagunas normativas
de distinto tipo y alcance, las contradicciones y redundancias y también los
problemas derivados de la incorporación de las normas al ordenamiento
jurídico. A continuación veremos dos errores muy comunes de legística que
están íntimamente vinculados con los aspectos señalados: subnormar y
sobrenormar.

Subnormar

Siguiendo la doctrina especializada diremos que subnormar es: “…omitir en


el texto de la ley (siempre utilizando la voz “ley” en sentido amplio) alguna
de las circunstancias generales de concurrencia posible, u omitir alguna de
las consecuencias que corresponde atribuir a tales circunstancias” (Leiva
Fernández, 2007, p. 182).
Este defecto deriva de la falta de previsión del redactor, que no ha podido
anticiparse a situaciones fácticas o jurídicas que debían ser reguladas. En
ocasiones, con el objeto de evitar redundancias, se incurre en este tipo de
errores.
En este caso, puede ocurrir que se omitan antecedentes que resultan
valiosos para la interpretación de la norma. Pero este tipo de ley
subnormada es la menos frecuente y no genera tantas dificultades.
Puede ocurrir también que lo que se evite normar sea la consecuencia,
pero en tal caso, y en cuanto esté prevista en los antecedentes y el tipo de
norma lo permita, una interpretación hermenéutica adecuada podría
permitir subsanar la omisión.
Ahora bien, si se omitió la categoría fáctica y la consecuencia, es decir,
ambos supuestos, estaremos ante un vacío legislativo que no podrá ser
subsanado.

Sobrenormar
Sobrenormar es, por el contrario: “…considerar en la enunciación de
circunstancias alguna que ya está considerada en otra, de modo que la

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abundancia resulte innecesaria. También es sobrenormar atribuir a alguna
de esas circunstancias generales previstas por la ley, más de una
consecuencia jurídica determinada” (Leiva Fernández, 2007, p. 182).
Se dice que sólo deberán mencionarse las distintas especies de un mismo
género si se les pretende atribuir una consecuencia jurídica diferente; de lo
contrario, se estaría sobrenormando innecesariamente.
Tendría sentido sobrenormar en el antecedente si la consecuencia jurídica
fuese diferente, de lo contrario, resultaría innecesario. A pesar de tratarse
de un error de legística, su consecuencia no sería tan grave. Pero si se
produce una sobrenorma en el consecuente, ello generaría una
contradicción interna dentro de la misma norma, lo cual generaría un grave
conflicto normativo, pues para un mismo hecho se prevé una consecuencia
jurídica diferente.
Tener presente ambos errores de legística permite desarrollar estrategias
para evitarlos, pues ello sin duda derivará en una mejor salud de todo el
ordenamiento jurídico.

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Bibliografía de referencias
Brenna, R. G., Bichachi, D. S., y Molinari, G. (2013) Técnica Legislativa (1ra.
ed.). Buenos Aires: La Ley.

Grosso, B. M., Svetaz, M A., Pérez Bourbon, H., y Ubertone, F. P. (2000).


Reglas Prácticas de Técnica Legislativa (1ra. ed.). Buenos Aires: Belgrano.

Leiva Fernández, L. F. P. (2007). Ensayos de Derecho Civil y Técnica


Legislativa (1ra. ed.). Buenos Aires: La Ley.

Pérez Bourbon, H. (2008). Manual de Técnica Legislativa (1ra. ed.). Buenos


Aires: Konrad Adenauer Stiftung.

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