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1. Definición del derecho procesal laboral 1.1. Definición de Principios 1.2. Nociones Fundamentales de
los Principios Constitucionales y Legales 1.3. Definición de Principios Procesales Laborales 2. Principios
que orientan el nuevo proceso laboral; 2.1. Autonomía, imparcialidad y especialidad de la jurisdicción
laboral 2.2. Oralidad 2.3. Inmediación 2.4. Concentración 2.5. Publicidad 2.6. Gratuidad 2.7. Brevedad
2.8. Rectoría del Juez o Jueza en el proceso 2.9. Sana crítica al valorar las pruebas por el juzgador 2.10.
Uniformidad procesal 2.11. Principio de favor o In dubio pro operario 2.12. Prioridad de la realidad de
los hechos y equidad 2.13. Los medios alternos para la solución de conflictos.
Introducción
Villasmil y Villasmil (2010, p. 27) define al Derecho Procesal de Trabajo como una rama del Derecho
procesal que se ocupa de los conflictos laborales, ya sean individuales o colectivos, En este sentido, el
estudio del derecho procesal del trabajo comprende, entre otros, el análisis concerniente a la justificación
o la razón de ser de este proceso; el por qué de una jurisdicción o proceso laboral con actuaciones
procedimentales distintas o de formas especiales, en todo caso, el por qué de un procedimiento judicial
privativo.
De acuerdo a Calvo E. (2011, p. 654) el origen de la palabra principio proviene: Del latín principium,
que significa primer instante del ser de una cosa. Punto que se considera como primero en una extensión
o cosa. Se traduce como base, fundamento, origen, razón fundamental sobre la cual se procede
discurriendo en cualquier materia. Causa primitiva o primera de una cosa, o aquello de que otra cosa
procede de cualquier modo. En términos generales son principios aquellas normas orientadoras básicas
de carácter general que funcionan como guías para que los sujetos sometidos a ellas actúen o tomen
decisiones en una dirección correcta y previamente determinada. Visto de esta manera los principios
necesariamente deben estar vinculados a un fin.
1.2. Nociones fundamentales de los principios constitucionales y legales
En Guatemala se constata la presencia del denominado constitucionalismo social desde el año 1944,
inspirado en la carta magna mexicana de 1917 pionera en el mundo en la consagración del
constitucionalismo social, tomándose en cuenta para su protección a las personas sin recurso o de menos
ingreso económico. Así surge el derecho al amparo a la familia, el derecho a la educación, salud,
seguridad social y al trabajo, ya no como concesión de derechos únicamente al individuo, sino a la familia
y a la comunidad. La Constitución de 1985 establece en su artículo 100 y siguientes una serie de
principios, señalando taxativamente que el régimen jurídico del derecho de trabajo se sustentará en los
principios de justicia social, consecuentemente gozará de la protección del Estado, por ello la ley
dispondrá lo necesario para mejorar las condiciones materiales, morales e intelectuales de los
trabajadores…Ninguna ley podrá establecer disposiciones que alteren la intangibilidad y progresividad
de los derechos y beneficios laborales. En las relaciones laborales prevalece la realidad sobre las formas
o apariencias, simulaciones o conveniencias del empleador. Los Derechos del Trabajo son irrenunciables.
Es nula toda acción, acuerdo o convenio que implique renuncia o menoscabo de estos derechos. Solo es
posible la transacción y convenimiento al término de la relación laboral, de conformidad con los
requisitos que establezca la ley. Cuando hubiere dudas acerca de la aplicación o concurrencia de varias
normas, o en la interpretación de una determinada norma, se aplicará la más favorable al trabajador o
trabajadora, la norma adoptada se aplicará en su integridad. Toda medida o acto del empleador contrario
a la Constitución es nulo y no genera efecto alguno. Se prohíbe todo tipo de discriminación por razones
de política, edad, raza, sexo o credo o por cualquier otra condición. Se prohíbe el trabajo de adolescente
en labores que puedan afectar su desarrollo integral. El Estado protegerá a las personas trabajadoras
contra cualquier explotación económica y social.
Rafael Ortiz-Ortiz (2004, p. 125) Señala en su texto Teoría General del Proceso que los principios
procesales de trabajo son aquellas reglas de valoración que se deducen del ordenamiento jurídico
adjetivo de trabajo y que sirven de fundamento para la interpretación y aplicación de las normas
procesales en atención a un criterio axiológico primario como lo es la realización de la justicia. Vescovi
E. (2008, p. 51) afirma que el proceso, como también el procedimiento, se rigen por diferentes principios,
aun cuando las legislaciones positivas no se afilian a ningún sistema puro. En consecuencia el estudio
histórico de los diferentes procesos, ha mostrado como los diversos principios han sido sucesivamente
admitidos, rechazados y vueltos a instaurar. Así se observa una dialéctica, que se repite sin cesar, entre
oralidad y escritura, entre celeridad y la búsqueda de mayores garantías que conduce a pausar-dilatar los
tramites entre libertad de formas y sujeción a estas, entre el predominio de las partes o del Juez en la
dirección del proceso, entre tarifa legal y libre apreciación de la prueba, entre unidad y multiplicidad de
instancias, entre otros. Toda reforma ha tenido, a menudo, como consecuencia, luego de un periodo más
o menos prolongado, una propensión a ser modificada volviendo al sistema anterior. No obstante ello
puede tratarse, como en todas las actividades humanas, una línea de progreso. El proceso ha pasado, de
ser un duelo privado, a convertirse en una función pública; el formalismo inicial, prácticamente sin
sentido, ha cedido a los mecanismos más avanzados y, en general, se procura que la función jurisdiccional
satisfaga las necesidades superiores de la colectividad, antes que el interés particular del litigante,
respondiendo a lo que el artículo 44 consagra como preeminencia del bien común o interés social.
El gobierno del Dr. Juan José Arévalo, el 20 de febrero ordena publicar el Decreto 330 que cobró
vigencia el 1º de mayo de ese mismo año. Este hecho constituyó indiscutiblemente el precedente más
importante en el derecho laboral guatemalteco. A través de los años muchas han sido las reformas que
ha sufrido el Código de Trabajo, siendo las más amplias las contenidas en el Decreto Presidencial 570
del 28 de febrero de 1956, que modificó 97 artículos y derogó 7 de ellos. Adicionalmente, la reforma
contenida en el Decreto 1441 del Congreso de la República del 29 de abril de 1961, que constituyó
prácticamente una sustitución total del Código de Trabajo, razón por la cual identifica a este cuerpo
normativo con ese número de Decreto. Dentro de las principales reformas de fecha 10 de noviembre de
1992 también se puede citar el Decreto 64-92. Las últimas reformas realizadas al Código de Trabajo,
están contenidas en los Decretos Números 13-2001 y 18-2001, ambos del mes de mayo del 2001, los
cuales introdujeron importantes modificaciones a este cuerpo normativo y cobraron vigencia en el mes
de junio de ese año. A pesar de que la Corte de Constitucionalidad declaró en sentencia publicada el 15
de noviembre de 2004, la inconstitucionalidad parcial del Decreto 18-2001, la mayoría de sus normas
continúan formando parte de nuestro ordenamiento jurídico laboral. En 1996, los Acuerdos de Paz,
abogaron por el fortalecimiento del sistema laboral guatemalteco, en congruencia con los principios que
establece la Constitución Política de la República de Guatemala en materia de trabajo y previsión social;
en virtud de ello estamos conscientes de que sólo la divulgación y conocimiento de la legislación laboral
vigente en nuestro país, podrá conducirnos a cumplir las perspectivas deseadas, no sólo para el sector
trabajador, sino para el empleador guatemalteco consciente y preocupado por cumplir con las garantías
mínimas establecidas las Leyes de Trabajo. Una Ley Orgánica Procesal del Trabajo que garantice el
funcionamiento de una jurisdicción laboral autónoma y especializada. Se le otorga a los órganos
jurisdiccionales del trabajo la facultad para conocer exclusivamente de todos aquellos asuntos de carácter
contencioso que se produzcan con relación al hecho social trabajo. Se desarrolla la idea de autonomía y
especialidad de la jurisdicción laboral al establecer que conocerán en primera instancia los Tribunales de
Sustanciación, Mediación y Ejecución y los de Juicio y las Cortes Superiores del Trabajo de las
respectivas circunscripciones o circuitos judiciales en segunda instancia. Igualmente la autonomía e
independencia de la jurisdicción del trabajo la garantizan la Sala de Trabajo de la Corte Suprema de
Justicia, con competencia material en la problemática laboral. Por otra parte la jurisdicción laboral será
ejercida por los tribunales del trabajo previstos en la ley con competencia especializada en materia laboral
y con autonomía e independencia de los otros órganos del Poder Judicial. El ente internacional que está
constantemente aserorando, monitoreando e incluso promoviendo sanciones contra el Estado de
Guatemala es la OIT cuyos especialistas están constantemente incidiendo en el tema del derecho de
trabajo, aunque en la vida cotidiana ni el Estado ni los empleadores toman conciencia de la obligatoriedad
que deben velar en relación al Derecho de Trabajo.
Oralidad.
Impulso de Oficio.
Inmediación.
Convenios Internacionales