Los plásticos son el origen de una gran variedad de innovaciones que se expande

continuamente y contribuye a la sostenibilidad, la seguridad, una vida más larga y un

mejor rendimiento. En nuestra vida cotidiana, en el hogar, la oficina o en la carretera, el
plástico está presente, cumpliendo alguna función esencial de forma eficiente, cómoda y
rentable.

Estos son algunos ejemplos de cómo el plástico mejora nuestras vidas:

Los plásticos y los compuestos de plástico resistentes y ligeros permiten reducir el peso
de un vehículo. Por lo tanto, se requiere menos potencia para impulsarlo y menos
energía para mantener una velocidad constante. En consecuencia, reduce el consumo de
combustible, se ahorra dinero y disminuyen las emisiones de gases de efecto
invernadero.

Los plásticos y compuestos modernos se utilizan para los parachoques, las puertas, los
cinturones de seguridad, los airbags, los salpicaderos e incluso los ejes del motor, lo que
contribuye en gran manera a la seguridad de los vehículos actuales y ayuda a salvar
millones de vidas cada año.

Las placas solares instaladas en carreteras cubiertas por compuestos de plástico, que
proporcionan protección, durabilidad y agarre ayudan a producir energía renovable.
Los sistemas de aire acondicionado que se utilizan para refrigerar viviendas y oficinas
no solo son caros para el usuario sino que, además, incrementan las emisiones de gases
invernadero en forma de dióxido de carbono derivado de la combustión y de los
hidrofluorocarburos que se utilizan como refrigerantes. Científicos de la Universidad de
Colorado han inventado una lámina que puede enfriar los edificios sin utilizar
refrigerantes y sin consumir energía. Y, lo que es mejor, se puede fabricar con métodos
de fabricación estándar rollo a rollo a un coste de unos 0,42 euros el metro cuadrado.

La plastrónica incorpora la «inteligencia» al plástico integrando funciones eléctricas en

los objetos de plástico moldeado. La plastrónica crea objetos más pequeños, más
bonitos y más resistentes, y representa una nueva tecnología sin la cual muchos objetos
conectados nunca habrían visto la luz del día.

Los plásticos que en la actualidad no se reciclan suelen considerarse «basura» que se

suma a los materiales desechados que van a parar al vertedero. Sin embargo, esos
plásticos ahora se pueden convertir, de manera eficiente, en combustible o energía.

Un revestimiento plástico puede hacer que la luz llegue a las placas solares y a la vez
protegerlas del agua. Esto podría llevar a la creación de placas solares que se puedan
doblar y estirar y que se puedan incorporar, por ejemplo, en prendas de ropa aptas para
la lavadora.
El exceso de embalaje no es bueno. Los envases modernos pueden ayudar a que
nuestros alimentos duren mucho más, con lo que no solo se reduce el desperdicio de
comida sino también de todos los recursos utilizados para cultivar, transportar y envasar
el producto. Si la comida dura más, por ejemplo gracias a un envasado al vacío
eficiente, también utilizaremos de forma más eficiente unos recursos preciosos.

Si desea obtener más información sobre estas y otras innovaciones posibles gracias al
plástico, vea:

 Plastics Make it Possible: https://www.plasticsmakeitpossible.com/

 Plastics – the Mag: http://www.plastics-themag.com/