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La importancia de la macroeconomía en la gestión de empresas

Los ciclos económicos de recesión que se producen de manera regular cada cierto tiempo
recuperan casi siempre las teorías macroeconómicas para buscar respuestas a los problemas
planteados y salidas basadas en experiencias pasadas.

La actual crisis no ha sido una excepción, y aún más, en estos tiempos que vivimos de
liberalización del comercio, incremento de flujos financieros entre países, internacionalización
de la producción y hegemonía de instituciones supranacionales, la macroeconomía se ha
situado como el ámbito en el que se están desenvolviendo gran parte de los debates y
propuestas que luego han de tener su reflejo en la microeconomía y en la economía real.

Esta crisis financiera, trasladada ya a la economía real, está dañando de muerte a muchos
sectores y dejando en la cuneta a un alto número de organizaciones, gran parte de ellas
pequeñas y medianas que enfrentan problemas de liquidez que no pueden resolver en tiempo
y acaban echando el cierre.

Pero si hay algo que se ha visto claro en gobiernos, empresas e instituciones ha sido la falta de
anticipación a los hechos acontecidos. Y esto podría haberse previsto con la inclusión de un
análisis macroeconómico serio y continuado en el entorno empresarial.

Las organizaciones, sus equipos directivos, sus comités de dirección y especialistas suelen
carecer de conocimientos macroeconómicos básicos o suelen no incluirlos en sus análisis
externos del macroentorno que han de dibujar parte del escenario en el que se tienen que
desenvolver las estrategias.

El escaso análisis económico externo que se realiza en las organizaciones se circunscribe


generalmente al ámbito de la microeconomía donde se estudian costes, utilidades del
consumidor, elasticidades de demanda y otras variables circunscritas al ámbito individual de
los agentes económicos.

Esto provoca visiones a corto plazo y dificultades para entender muchos de los fenómenos que
se producen en esta época globalizada e impide la preparación y anticipación de los mismos,
generando cuando llegan los ciclos de menor bonanza importantes problemas.

Por lo tanto, es importante que desde la dirección de las organizaciones se introduzca el


análisis macroeconómico como variable básica para conocer el ecosistema en el que se mueve
la empresa y diseñar las estrategias de futuro.
¿Qué es la macroeconomía?

El primer paso que hemos de dar para introducir este ámbito de estudio en nuestra
organización es conocer exactamente lo que significa y el espacio en el que se desarrolla.

La macroeconomía es la disciplina que estudia la economía en su conjunto a través de la


agregación de una serie de variables como son la producción, el empleo y los precios.

Como vemos en esta definición, la macroeconomía nos sitúa directamente en el entorno


globalizado, ya que estudia cualquier hecho económico en su conjunto, no circunscrito a un
sector o entorno específico, sino mediante la agregación de variables.

Además, las variables agregadas que trata son básicas para la marcha de cualquier negocio, ya
que todas las organizaciones han de producir, han de tener mano de obra con la que producir
y han de comprar y vender materiales o servicios. Y cualquier cambio en una de estas variables
afectará de modo directo a la marcha del resto.

Ámbitos macroeconómicos que la organización debe tener en cuenta

Cuando la organización vaya a realizar su análisis externo para configurar su estrategia de


futuro, debe tener en cuenta que los estudios macroeconómicos se hacen siempre desde la
perspectiva de la oferta y la demanda agregada, y que un cambio en una de ellas afecta
siempre a la otra.

Dentro de esa oferta y demanda agregada, hay que estudiar tres ámbitos cuyo conocimiento
nos va a permitir adelantarnos a muchos acontecimientos que afectan al futuro de la empresa.

El primer ámbito a tener en cuenta es el mercado de bienes. En el mercado de bienes, se


analizan las variables que afectan a la oferta y a la demanda de bienes producidos por las
empresas.

Aquí, las empresas deben analizar el consumo de bienes, que normalmente está afectado
positivamente por la renta (mayor renta provoca mayor consumo) y negativamente por los
impuestos (más impuestos menor consumo); otro factor a analizar es la inversión que se ve
afectada positivamente por la renta también y negativamente por los tipos de interés (a mayor
subida de tipos, menores inversiones al estar más caro el dinero); también se ha de tener en
cuenta el gasto público, las exportaciones (afectadas positivamente por la renta y por los tipos
de cambio) y las importaciones (afectadas positivamente por la renta y negativamente por los
tipos de cambio).

En este estudio del mercado de bienes hay una serie de variables interrelacionadas que si
sufren variaciones, afectan al resto: renta disponible, impuestos, tipos de interés, tipos de
cambio, renta de otros países del mundo con los que comerciemos, inflación y empleo.

Así, y como ejemplo sencillo, podemos ver que en España antes de la crisis teníamos una alta
inflación, alto empleo y altos tipos de interés con renta disponible también alta. El inicio de un
descenso en el consumo por una menor renta disponible en familias provoca una contracción
de la demanda agregada que a su vez afecta al empleo, ya que las empresas han de ajustar su
producción a la nueva demanda hasta encontrar su punto de equilibrio; también se produce
una rebaja de los precios y de la inflación, se ajustan los márgenes y suelen bajar los tipos para
incentivar el consumo.

Este pequeño ejemplo demuestra como todas estas variables están interrelacionadas y afectan
directamente a las organizaciones.

El segundo ámbito de estudio macroeconómico es el del mercado de dinero, que se ve


afectado positivamente por la renta y negativamente por los tipos de interés.

En el caso de España, por ejemplo, vemos que un aumento de renta provocó un incremento de
los tipos de interés hasta el momento en el que el aumento de los tipos supera al de la renta
disponible y el punto de equilibrio se rompe. Como el descenso de la renta es más rápido
que el de los tipos, se produce el desajuste y la crisis ya que hay una renta menor para un tipo
de interés alto. La reacción es la rebaja de los tipos hasta encontrar un nuevo equilibrio con
menores tipos y menor renta disponible.

Así, a menor renta disponible, se produce una menor demanda de dinero y una rebaja de los
tipos de interés. Esto es de vital importancia para la empresa, ya que los tipos de interés son el
precio al que comprará o venderá dinero, si es capaz de anticiparse a los cambios, podrá llevar
a cabo una política financiera adecuada y evitar problemas de liquidez a corto y de solvencia
en general.

El tercer ámbito de estudio es el mercado de trabajo, que tiene su propio funcionamiento de


oferta y demanda y que se ve afectado y afecta a los dos mercados anteriores de dinero y de
bienes.
Las organizaciones están compuestas por personas, y son ellas el factor fundamental de
desarrollo, por tanto, el tiempo que ellas que estén dispuestas a emplear en ocio o en trabajo
marcará en buena medida las posibilidades de una economía y de sus empresas.

La macroeconomía nos permite conocer qué parte se destinará al ocio y qué parte al trabajo a
través de fenómenos como el efecto renta y el efecto sustitución.

Volviendo al caso de España, en la época de bonanza económica, muchos trabajadores vieron


incrementadas sus rentas y este efecto renta se impuso al efecto sustitución, destinando una
parte de su tiempo al ocio y dinamizando dicho sector. Al producirse una contracción de la
demanda, la oferta se rebaja y también el empleo, lo que provoca que los trabajadores ahora
abandonen el ocio y vuelvan al trabajo, mandando entonces el efecto sustitución sobre el
efecto renta ya que el ocio ahora es más caro puesto que hay menos renta disponible, y
provocando que el trabajador prefiera destinar más horas al trabajo que al ocio, causando una
caída económica en el sector ocio.

Por lo tanto, no es difícil apreciar que un análisis sencillo permite ya ver que todas las
empresas se ven grandemente afectadas por la macroeconomía, y más en estos tiempos
globalizados, donde los cambios se producen sin solución de continuidad y la volatilidad es lo
habitual.

En este entorno tan dinámico, un seguimiento constante de las variables macroeconómicas


permitirá a las organizaciones anticipar cambios y evitar problemas futuros.

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