Professional Documents
Culture Documents
La fotografía periodística es un mensaje. Los mensajes están constituidos por una fuente emisora,
un canal de transmisión y un medio receptor.
La fuente emisora es la redacción del diario, el grupo de técnicos de los cuales algunos sacan
fotografías, las seleccionan, las componen, las tratan y otros le ponen el título, le agregan la leyenda
y las comentan.
Tanto la emisión como la recepción del mensaje dependen de una sociología: se trata de definir
grupos humanos, de definir móviles, actitudes y de intentar relacionar el comportamiento de esos
grupos con la sociedad total de la que forma parte. Pero para el mensaje en sí, el método tiene que
ser diferente: Cualquiera sea el origen o el destino del mensaje, la fotografía no es tan solo un
producto, refleja un objeto dotado de autonomía estructural. Hay que utilizar un método anterior al
sociológico, un método particular.
La estructura de la fotografía no es una estructura aislada. Se comunica con otra estructura siendo
esta la del texto que acompaña la fotografía periodística. Por lo tanto, la totalidad de la información
está sostenida por dos estructuras que son concurrentes pero no están unidas, no se pueden
mezclar. El texto está constituido por palabras y la imagen por líneas, planos, tintes. Poseen espacio
contiguo pero no están juntos como, por ejemplo, los jeroglíficos que combinan texto e imagen.
Ambas estructuras deben estudiarse por separado para, luego, entender cómo es que se
complementan.
La paradoja fotográfica
El cine, teatro y pintura tampoco poseen código ya que hacen referencia a una cierta analogía. En
estas artes imitativas, La imagen significa para el creador. El significado remite a una sociedad que
recibe el mensaje. De esta manera, el mensaje posee dos partes: Un mensaje denotado (Lo que ve
el creador) y un mensaje connotado (Lo que lee la sociedad, lo que piensa).
En cambio, en la fotografía periodística es la única que está constituida y ocupada por un solo
mensaje. Ante una fotografía, el sentimiento de la plenitud analógica (La representación de la
realidad) que su descripción es literalmente imposible ya que describir estaría remitiendo a significar
algo distinto de lo que se muestra.
Sin embargo, existe una gran posibilidad de que el mensaje sea connotado. Esta connotación puede
ser inducida desde ciertos niveles de producción y recepción del mensaje.
Por un lado, una fotografía periodística es un objeto de trabajo, seleccionado, compuesto, construido,
tratado que son otros tantos factores de connotación. Por otro lado, esta misma fotografía no es
solamente percibida, recibida, sino que también es leída, relacionada conscientemente por un
público que la consume.
La paradoja de la fotografía sería entonces la de dos mensajes: Una sin código (Lo análogo
fotográfico) y el otro con código (El tratamiento).
Trucaje: El interés del trucaje se encuentra en la intervención, sin dar aviso, en el plano de
denotación. Se utiliza la credibilidad de la fotografía para hace pasar por denotado un mensaje que
no es. Es una connotación enmascarada.
Pose: Lo que prepara la lectura de los significados de connotación es la pose que pone el sujeto. La
fotografía es un significante en cuanto existe una reserva de actitudes estereotipadas que
constituyen elementos de significación ya preparados (Mirada en alto, manos juntas).
Objetos: El sentido connotado surge de entonces de los objetos fotografías. Los objetos son
inductores corrientes de asociaciones de ideas (Biblioteca es Intelectual) o remiten a verdaderos
símbolos. Son excelentes elementos de significación.
El texto y la imagen
En primer lugar, el texto constituye un mensaje parásito, destinado a connotar la imagen (A uno o
varios significados secundarios). La imagen no ilustra la palabra, es la palabra la que es el mensaje
parásito de la imagen. Es la palabra la que viene a sublimar, racionalizar a la imagen, hace más
pesada a la imagen. Le impone una cultura, una moral, una imaginación. Hay una amplificación de
una a otra.
En segundo lugar, según como se presente la palabra, varía el proceso de connotación. Cuando más
cerca se encuentra de la imagen, menos parece connotarla. La misma leyenda posee un efecto
menor de connotación que el título o el artículo. Estos dos últimos se encuentran separados de la
imagen mientras que la leyenda tiende reforzar la denotación de la imagen.
En la mayoría de las veces, el texto no hace más que fortalecer efectos de connotación que ya están
presentes en la imagen aunque, también, puede producir un significado completamente nuevo.
Pueden contradecir a la imagen.
La insignificancia fotográfica
Nada indica que la insignificancia completa de la fotografía sea totalmente excepcional. Para poder
abordar este problema deberíamos, en primera instancia, tomar en cuenta los mecanismos de
lectura de la fotografía o su percepción.
Queda la connotación ideológica que introduce a la imagen ciertos valores o razones. También
existe una connotación política basada estrictamente en la mala fe.
Este esquema permite ver las diferentes connotaciones fotográficas y como las connotaciones
pueden llegar muy lejos. Entonces, ¿No puede ser denotada? Puede serlo en referencia al trauma.
El trauma quita el lenguaje y bloquea la significación. Para que esto se produzca, tiene que haber
certeza de que es un escenario real, de que el fotógrafo estuvo allí. Es aquella en la que no hay nada
que decir.