Presidente del Perú en dos ocasiones: de 1845 a 1851 (como Presidente Constitucional) y de 1855 a 1862 (inicialmente como Presidente Provisorio y luego Constitucional). En 1863 asumió también por unos días la presidencia provisoria, por fallecimiento del presidente Miguel de San Román. Gobernó en total 12 años, siendo el presidente que más años rigió en el Perú republicano, después de Augusto B. Leguía. Es considerado el primer presidente progresista e innovador de la República peruana, y a decir del historiador Jorge Basadre, con él empezó realmente el período republicano en el Perú, pues sus antecesores habían dedicado más tiempo a las guerras y contiendas civiles. Sus importantes reformas en la política y la sociedad de su tiempo confirman estos asertos; la más recordada de sus obras es la manumisión de los esclavos negros, decretada oficialmente en 1854. Pero también dio la ley de la libertad de prensa; abolió el tributo indígena; abolió la pena de muerte; fundó el servicio diplomático; reformó la administración pública; estableció el presupuesto; pagó la deuda externa e interna; organizó el Consejo de Ministros, creando su presidencia; inició la reforma educativa abandonando los moldes coloniales; modernizó el ejército; creó una fuerza naval respetable. Su mandato coincidió con la introducción de varios adelantos técnicos en el Perú como el telégrafo; el alumbrado a gas; y los ferrocarriles. Ramón Castilla también inició el desarrollo de la Amazonía peruana, entre otras obras. Es considerado patrón del Arma de Caballería del Ejército Peruano. Otras obras y hechos importantes Edificio de la Penitenciaría de Lima, considerado el más sólido de la capital. Foto de 1875. Se creó la Dirección de Obras Públicas encargada del progreso urbano e industrial del país. Se culminó la instalación del alumbrado a gas en Lima (1855), siendo esta la primera ciudad de Sudamérica que tuvo tal iluminación. Se inauguró el servicio de agua potable en Lima (1857). Se fundó la Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia en 1857 y se nombró al Presidente Ramón Castilla como su primer Presidente Nato. Se estableció el servicio telegráfico en Lima y Callao, siendo la primera línea establecida en Sudamérica (1855). Se inauguró el ferrocarril de Lima a Chorrillos cuya estación en Lima estaba en el antiguo convento de la Encarnación (1858). Se construyó la Penitenciaría Central de Lima, bajo la dirección de Mariano Felipe Paz Soldán. Concebida como centro de trabajo y readaptación, fue inaugurada por el propio presidente el 23 de julio de 1862, y durante mucho tiempo fue el edificio más sólido de la capital. Asimismo, se construyeron varios centros penitenciarios en el interior del país. Se construyeron los muelles del Callao, Chorrillos, Pisco y Paita, y el dique flotante del Callao. Se fundó la Compañía de Bomberos Voluntarios Unión Chalaca Nº 1, la primera de su género en Sudamérica. (1860). Se expidió el primer Reglamento de Carruajes. Se mejoró el sistema de correos estableciéndose el franqueo con estampillas. Se inauguraron en Lima los monumentos a Simón Bolívar y a Cristóbal Colón. Se instaló la Bolsa de Comercio de Lima. Se fundó el Club Nacional en 1855. Se promulgaron el Código Penal y el Código de Enjuiciamientos, el 1 de octubre de 1862, para que rigieran desde el año siguiente. Reemplazaron a la legislación penal española vigente hasta entonces. Por ley del 24 de mayo de 1861 se realizó el censo del país, que arrojó un total de 2.487.916 habitantes en 1862. Sus cifras por distritos fueron publicadas por Mariano Felipe Paz Soldán. Se elaboró el Mapa General del Perú, a cargo de Mariano Felipe Paz Soldán. Se creó el departamento de Cajamarca (por decreto de 11 de febrero de 1855 y ratificado por Ley de 30 de setiembre de 1862) y el departamento de Piura (por Ley de 30 de marzo de 1861), ambos desgajados del departamento de La Libertad. La vida intelectual y, en particular, los estudios jurídicos se enriquecieron, en 1860, con la aparición de dos libros notabilísimos: el Diccionario de la Legislación Peruana de Francisco García Calderón Landa, y el Tratado de Derecho Civil de Toribio Pacheco y Rivero. Según el historiador Jorge Basadre, Ramón Castilla es en resumen lo mejor de los primeros cincuenta años de la República peruana. Es aquella figura a la que todos llaman taita (padre), el libertador del negro, el redentor del indio, un hombre realmente muy sencillo y del pueblo, y que llegó con su nombre muy adentro de las multitudes. Patriota a carta cabal, su amor al Perú no solo fue de “palanganada” (jactancia), sino que lo demostró en la práctica con creces, como militar y gobernante. Supo ser al mismo tiempo caudillo y estadista, y trajo orden y prosperidad al Estado, por eso al grito de “¡Viva Castilla!” la gente se iba a matar, y al mismo grito se hicieron y deshicieron revoluciones hasta el mismo día de su muerte.36 Pero este mismo caudillo y estadista, que le tocó gobernar en medio de la prosperidad económica del guano que a tantos enriquecieron, murió pobre y con deudas, y por ello el poeta Carlos Augusto Salaverry dijo: La pluma de la historia dirá un día, Cuando su cetro la verdad recobre: "Fue tan patriota como se podía, Y aunque el oro a sus plantas esparcía; El pueblo le bendijo: murió pobre."
¿POR QUE FUE UN GRAN ORADOR?
Ramón Castilla fue un gran orador porque fue un militar y además él ya tenía ese don que muchos querían tener y es así que tenía esa habilidad para poder hablar y convencer. Así mismo Ramón Castilla fue uno de los presidentes del Perú. Durante su campaña electoral, Alan García Pérez no dejo de repetir, "moriré en el empeño de no fallar, no defraudar a todos los peruanos". También reconoció que "el pueblo ha votado por el APRA a pesar de los errores y las colas", de su primer gobierno. Alan Gabriel Ludwin García Pérez, nació un 23 de mayo de 1949, perteneciente a una familia de clase media, cursó sus estudios de primaria y secundaria en el colegio nacional José María Eguren, del distrito limeño de Barranco. Cuando Alan nació, su padre, Carlos García Ronceros, secretario de organización del partido Aprista, se encontraba en prisión cumpliendo condena por su militancia política, durante el gobierno del dictador Manuel Apolinario Odría. Carlos García, de hecho, no conoció a su hijo Alan Gabriel, hasta pasados cinco años. El pequeño fue criado por su madre, Nytha Pérez Rojas, hoy viuda de García, ella es aprista de toda la vida y fundadora de la sección del partido Aprista en Camaná, de la región de Arequipa. Alan García, como todo niño fue travieso, nos comenta su madre Nytha, en una breve entrevista al portal, además nos comentó que Alan García fue electo como alcalde escolar, cuando este cursaba la primaria y ganó muchos premios y diplomas gracias a su oratoria, desde entonces su familia se dio cuenta que el pequeño Alan Gabriel, contaba con dotes de político, también siendo estudiante de secundaria, continuó la tradición familiar y se unió a la Federación Aprista Juvenil, a sus 17 años, recibió su carnet de militante Aprista. Más adelante Alan García, junto a Alberto Borea, Luis Alva Castro y otros adolescentes se convierten en los discípulos directos de Victor Raul Haya de la Torre, fundador de partido Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). El joven de pelos largos de carácter extrovertido y parrandero, al tiempo que un católico practicante, inició sus estudios de Letras y Derecho en la Pontificia Universidad Nacional Católica, por recomendación del patriarca Haya de la Torre, y completó la licenciatura jurídica en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1971, inscribiéndose acto seguido en el colegio de abogados de Lima. Alan, interesado en reforzar su currículum académico y con el apoyo económico del Partido Aprista Peruano, viajó a Europa, donde estudió y completó su tesis en leyes constitucionales, con la que obtuvo su doctorado en Ciencias Políticas. Durante su residencia en Europa, gran parte en París, vivió acompañada de su primera esposa Carla Buscaglia, una compatriota de la que luego se divorció para contraer matrimonio con Pilar Nores, una Argentina estudiante de Economía, a la que había conocido en un seminario en Madrid después de trasladarse a París. Con Pilar Nores hoy tienen cuatro hijos, que se suman a su primera hija Carla García, tenido en el primer matrimonio. En 1978, después de vivir varios años en París, Alan Garcia fue llamado por el lider Aprista de ese entonces Victor Raul Haya de la Torre, para retornar a la vida política peruana. Ese mismo año fue elegido diputado para la Asamblea Constituyente, en 1980 fue elegido diputado por el APRA, y en 1982 fue nombrado secretario general del Partido Aprista, (según voluntad de Haya de la Torre, de quien se decía que lo había nombrado su sucesor, dejando de lado a dirigentes históricos como Andrés Townsend, padre de la ex congresista Ana Elena Townsend). En las elecciones del 13 de marzo de 1985, Alan García se presentó como candidato presidencial del APRA, en la primera vuelta los resultados no fueron favorables para Alan. Se requería una segunda Vuelta con su contrincante del partido político Izquierda Unida, Alfonso Barrantes, pero este ultimo renunció a participar en una segunda vuelta electoral, y hizo que García sea declarado ganador, convirtiéndose en el primer presidente Aprista desde su fundación de su partido. Alan García asumió el gobierno peruano a sus 36 años en 1985, su gestión fue controvertido por los resultados políticos, principalmente en lo económico, la población peruana sufrió una gran crisis económica en el tipo de cambio, de la moneda peruana. Otro tema que sacudió el gobierno de García, fue la actividad terrorista que se inició durante el gobierno de Fernando Belaúnde, pero que alcanzó los picos mas altos de violencia fue durante el gobierno de Alan García. Dentro de este contexto se produjo el caso de la matanza de terroristas amotinados en los distintos penales del Perú, como el Frontón, San Pedro, Santa Bárbara y otros. También se suma a esto la matanza a civiles en la cierra peruana de Cayara, Chuschi y otros, la matanza se produjo por parte de las fuerzas armadas del Perú. Al término de su gobierno dejó al Perú en banca rota económicamente y según denuncias de sus opositores, Alan habría robado lingotes de oro que pertenecía al estado peruano. Un años después de haber dejado su gestión como presidente de la república, concedió una entrevista al diario Expreso, donde se cita textualmente "No pienso ni quiero volver ser candidato nunca". Declaraciones, que parece el viento se los llevó. Nuevamente presidente después de 16 años. “Tengo un compromiso histórico con Víctor Raúl Haya de la Torre. Ya no les fallaré". Frases como esta nunca faltaron en todas las ceremonias que asistía Alan García, proclamado como electo presidente para el periodo 2006-2011, afirmó que los militantes de su partido ni los "seudos apristas" coparán el Estado ni lo tomarán como botín. "Nada de frivolidades, nada de viajes, asesorías, sueldos suculentos (...), porque el gobierno quiere un gobierno austero y popular". Los peruanos esta vez esperaran, impaciente la ejecución de las promesas hechas durante su campaña electoral. Y finalmente Alan García Pérez, reafirmó que extenderá su mano a todos los peruanos sin exclusiones, para trabajar juntos a favor del Perú. Demóstenes (Atenas, c. 384- Calauria, 322 a.C). Político ateniense, considerado el más grande orador de la antigua Grecia, dirigió la oposición de Atenas frente a Macedonia. Nació en el demo de Paedonia, cerca de Atenas. Su padre murió cuando Demóstenes tenía siete años. Demóstenes aprendió su arte mediante el estudio de los discursos de oradores anteriores. Se comenta que Demóstenes se introducía piedras en la boca para preparar sus discursos y que, así, consiguió acabar con su tartamudez. Pronunció sus primeros discursos judiciales a los veinte años de edad, cuando reclamó a sus tutores que le entregaran la totalidad de su herencia. En el 534 a. C., dio sus primeros discursos en público. Buena parte de su vida la dedicó a luchar contra la expansión del reino de Macedonia. Luchaba por restaurar el dominio ateniense e impulsar a sus compatriotas a oponerse a Filipo II de Macedonia. Esta lucha quedó plasmada, en buena medida en las Filípicas, nombre dado a los cuatro discursos pronunciados por Demóstenes contra Filipo II, rey de Macedonia: La primera versa sobre la paz; la segunda, acerca de una carta misiva de Filipo; la tercera trata de los sucesos del Quersoneso y la cuarta, sobre la declaración de guerra de Filipo. El siguiente –de acuerdo con lo expuesto en Demóstenes. Segunda Filípica. (343 a.C.), www.juntadeandalucia.es– es un fragmento del segundo discurso que demóstenes pronuncia contra Filipo II: Contra Filipo -Segundo discurso Repetidamente me vengo dando cuenta, varones atenienses, de que cuando se pronuncian discursos acerca de lo que Filipo hace y deshace por la fuerza, contraviniendo las cláusulas del tratado de paz; los pronunciados en favor nuestro aparecen beneficiosos y justos y de que todos vosotros juzgáis que los oradores que acusan a Filipo dicen lo que deben decir. Pero también me doy cuenta de que no se pone en práctica absolutamente nada de lo que sería necesario hacer; ni siquiera aquello que justificaría el estar escuchando a los oradores. Al revés, la situación general de la ciudad ha llegado a un punto tal que, cuando más y más claramente se comprueba que Filipo comete transgresiones contra la paz que concluyó con vosotros y maquina proyectos contra todos los helenos, tanto más difícil resulta aconsejaros lo que debe hacerse. La causa de esto radica en que, necesitándose reprimir con hechos y no sólo con palabras a quienes buscan por encima de todo aumentar sus caudales, nosotros los oradores rehuimos proponeros y aconsejaros nada, temerosos de vuestra animosidad; en cambio, disertamos largamente sobre lo que está haciendo Filipo. Insistiendo en que son cosas terribles y difíciles de tolerar. Los que me escucháis estáis mejor preparados que Filipo para lanzar discursos rebosantes de justicia y para comprender Joselyn Corredor Tapias Cuadernos de Lingüística Hispánica No. 19 139 a otros cuando los pronuncian, pero no dais muestras de energía para marcarle el alto en las empresas en que se ha embarcado. Con lo cual acontece lógicamente lo que no puede menos de acontecer: que prospera aquello en lo que cada cual pone su empeño y diligencia; los hechos para Filipo y para vosotros los discursos. De modo que si también en el día de hoy nos basta con exponer lo que conviene la cosa resulta fácil y no requiere esfuerzo alguno. Pero si se hace necesario examinar el modo de que la situación actual mejore y los males no vayan aún más lejos, sin apenas nosotros darnos cuenta, y la manera de que no se levante un poderío tan enorme que ya no podamos enfrentárnosle, entonces, es menester que modifiquemos el método de deliberar, dejando a un lado el anterior; porque, ya se trate de nosotros, los oradores, o de vosotros, los oyentes, hay que preferir lo útil y conveniente a lo más fácil y agradable… A Demóstenes, se le atribuyen frases como: Haz que tus familiares te reverencien más, que te teman; pues el amor sigue a la reverencia, más el odio, al temor. Las oportunidades pequeñas son el inicio de las grandes empresas. La fama de los discursos del ateniense continuó difundiéndose durante siglos, inspirando, por ejemplo, entre otros, al orador romano Cicerón, en su discurso contra Marco Antonio, después de la muerte de Julio César.