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CICLO : VII
TURNO : Mañana
HUACHO - 2014
CONTENIDO
2
ANÁLISIS DEL TÍTULO PRELIMINAR DEL NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004
Análisis:
Desde tiempos pasados el Estado surge con la finalidad de resguardar los derechos
fundamentales de las personas para de esa forma crear un ambiente de paz social con
justicia, y es así que en esa búsqueda se crea el Poder Judicial a quien se le facultó el
poder de impartir justicia, posteriormente se crea el Ministerio Publico como el ente
ligado a la Administración de Justicia. Lo que se buscaba a través del tiempo era poder
tener un mejor proceso (civil, penal, etc.), con el fin de resolver los conflictos personales y
sociales; pero como sabemos, en la sociedad antigua lo que se percibía era una gran
desigualdad entre las partes respecto del ámbito económico que poseían cada una de
ellas, por lo que el estado se vio en la obligación de que el Proceso Penal tenía que ser
gratuito y poder tener equidad en el desarrollo del proceso; es así como en la actualidad
se contempla en su artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Penal (CPP).
3
1. La justicia penal es gratuita
“La gratuidad de la justicia es un principio universal, lo que implica que el
Estado no debe supeditar el ejercicio de la acción penal y los tramite
correspondientes del proceso en la persona del acusado, tanto es así, que
incluso es su obligación, proveer de defensa de oficio cuando el procesado no
dispone de medios económicos para costearse un defensor de su confianza”.1
En nuestro ordenamiento, este principio ha sido consagrado en el art 139°
inc. 11 de la Constitución Política del Estado, el mismo que establece: “El
principio de gratuidad de la administración de justicia y de la defensa gratuita
para las personas de escasos recursos; y, para todos, en los casos que la ley
señala”. Esta norma es concordante con el artículo 300° de la Ley Orgánica del
Poder Judicial que prescribe que, “El Estado provee gratuitamente de defensa a
las personas de escasos recursos económicos, así como los casos que las leyes
procesales determinan”.
La gratuidad de la justicia responde al monopolio que tiene el Estado
sobre su administración a fin de que no solamente acceda la persona que tenga
recursos económicos, sino para toda aquella persona que quiera obtener tutela
judicial efectiva. En ese sentido, el Tribunal Constitucional (TC) ha referido que
el principio de gratuidad en la administración de justicia se constituye en un
mecanismo de realización del principio-derecho de igualdad, establecido en el
art. 2 inc.2 de la Const., por cuanto debe procurarse que las diferencias
socioeconómicas entre los ciudadanos no sean trasladadas al ámbito del
proceso judicial, en el cual controversias deben ser dilucidadas con pleno
respeto al principio de igualdad entre las partes y la igualdad de armas , de
modo que el hecho de que una de ellas cuente con mayores recursos
económicos que la otra no devenga necesariamente en una ventaja que
determine que la autoridad jurisdiccional vaya a resolver a su favor2. Pero no
solo es la gratuidad al inicio del proceso sino abarca también la posibilidad de
ser asesorado legalmente por un letrado que el propio estado brinda cuando
así sea necesaria.
1
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El Código
Procesal Penal, comentarios descriptivos, explicativos y críticos. Editorial: Jurista Editores. Edición Mayo
del 2008, pág. 18
2
BURGOS ALFARO, José David; Principios Fundamentales del Nuevo Proceso Penal. Editorial: Gaceta
Jurídica S.A. 1 Edición Junio 2013, pág. 577-57. Cita a Exp. N° 05644-2008-PA/TC.
4
Lo que el código si contempla es el pago de las tasas y aranceles judiciales,
el cual se conoce como el tributo que grava la recepción por parte del sujeto
pasivo de un servicio que no se presta por un servicio del sector privado o cuya
solicitud o recepción no son voluntarias.
De forma más general y abarcando lo analizado el TC señala que “si bien
es un principio de la función jurisdiccional la gratuidad de la administración de
justicia, dicha norma general se compatibiliza necesariamente con la
exigibilidad de costos mínimos respecto de aquellas actividades jurisdiccionales
que demanden un servicio. En dicho contexto, la exigibilidad de tasas o
aranceles judiciales no tienen por objeto desvirtuar el consabido principio, sino
dotar al órgano jurisdiccional de contraprestaciones mínimas por los costos en
los que se incurre en la determinación de determinados actos o diligencias
durante la tramitación de procesos específicos”3.
Se critica duramente esta obligatoriedad de pago de tasas judiciales, por
cuanto al ser contrastada con nuestra realidad, se deja de manifiesto una
posible restricción al acceso la tutela judicial efectiva y a la igualdad, por
cuanto no todas las personas podrían cumplir con dichos tributos, teniéndose
presente el derecho a la igualdad ante la ley, definido en el art. 2, inc.2 de la
Const. Y en concordancia con el artículo 7 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos. En ese sentido, no podría discriminarse a una persona por
no tener recursos necesarios para tener acceso a la justicia. Por ello, es que la
ley ha previsto la exoneración de la imposición de estas costas a quien obtiene
auxilio judicial, de conformidad con lo dispuesto en el Código Procesal Civil. El
auxilio judicial penal se entiende para estos solos efectos y, en lo pertinente,
rigen las disposiciones del Título VII de la Sección Tercera del Citado Código4,
distinguiendo la doctrina entre la exención y exoneración, en que mientras en
la primera no se puede condenar al pago de costas en ningún caso; en la
segunda, por el contrario, se parte de supuestos en los que en principio
procede la condena, pero razones de pobreza motivaron la concesión del
auxilio, siendo ese factor el que actúa como fundamento de la exoneración. Sin
embargo, el auxilio subsiste en la medida que subsista también la pobreza, de
manera que podría ocurrir que el pobre deje de serlo y, por ende, quedar sin
3
Sentencia, TC 27 de enero de 2003, Exp. N° 2497-2002-AA-TC
4
Artículo 499.2 del C.P.P
5
efecto el auxilio y ser condenado al pago de costas, eventualidades que no se
dan en la exención5.
A continuación explicaremos la segunda oración del primer párrafo “la
justicia se imparte por órganos jurisdiccionales competentes”
Antes de empezar a desarrollar, debemos tener claro que no se debe de
confundir la jurisdicción, con la competencia de un juez; es así que la
jurisdicción lo tiene todo juez, que quiere decir la potestad del juez de impartir
justicia, mientras que la competencia es un concepto aplicado al caso concreto,
por lo que no podrían intervenir en cualquier litigio, sino solo los que la ley les
permite. Por eso se dice que todo juez tiene jurisdicción pero no competencia.
La imparcialidad tiene que consistir en la falta de ese designio o de
prevención en el juez de poner su función jurisdiccional al servicio del interés
particular de una de las partes o de su propio interés. La función jurisdiccional
consiste en la tutela de los derechos de la personas ciertamente por medio de
la aplicación del Derecho objetivo en el caso concreto, y la imparcialidad se
quiebra cuando el juez tiene el designio o la prevención de no cumplir
realmente con esa función, sino que, incumpliendo con ella, puede perseguir en
un caso concreto servir a una de las partes o servirse a sí mismo6.
Dentro de la imparcialidad hay de dos tipos: la subjetiva y la objetiva.
5
LOREDO COLUNGA, Marcos. “Las tasas judiciales: una controversia alternativa de financiación de la
justicia”. Ob. Cit., p. 10. Citado por BURGOS ALFARO, José David, pág. 579
6
MONTERO AROCA, Juan. Proceso Penal y libertad. Aranzini, Navarra, 2008, pp. 216-217. Citado por
BURGOS ALFARO, José. Pág. 592.
7
NEYRA FLORES, José pág. 157.
6
tenga algún tipo de compromiso con alguna de las partes o con el
resultado del mismo”8.
Como conclusión podemos decir que la imparcialidad subjetiva es
aquel nexo que no debería de existir entre quien decide y cualquiera
de las partes, con el fin que se desarrolle con justicia.
8
Exp. 6149-2006-PA/TC y 6662-2006-PA/TC
9
NEYRA FLORES, José. Pág. 158
10
Sentencia del Tribunal Supremo Español, Sala de lo Penal, 1260/2003, de 3 octubre RJ 2003/7217.
7
independencia. La abstención del propio juez es una muestra de que se sistema
jurídico no asume riesgos para el efecto de la decisión sobre la estabilización de
las normas11.
Los principios de independencia y de imparcialidad se vinculan
directamente con los poderes-deberes del juez y tienen una estrecha relación
con la evolución de las políticas públicas. Estas políticas tuvieron una génesis
diversa en las familias jurídicas. Siendo así, la independencia interna se vincula
con la capacidad que la Constitución y la ley le otorga al juez para evitar y
resistir presiones dentro de la estructura jerárquica de la función judicial.
Empero, la independencia es un elemento muy pobre de la función
jurisdiccional, porque los jueces están a la espera de una posibilidad de
ascenso, lo cual es totalmente pausible, pero esta no será viable si sus
decisiones no son compatibles con las posturas jurídicas y de políticas del
derecho de los superiores12.
Generalmente los jueces que no pueden ser independientes o
imparciales, son aquellos que comúnmente se les suele llamar “jueces
colocados a dedo”, es allí cuando estamos hablando de jueces sin
independencia porque así como señala letras atrás el autor Ramírez acerca de
cómo es el mundo para estos jueces que se encuentran supeditados, o tienen
cierta inclinación hacia una de las partes, pero aun ellos (jueces) no queriéndolo
hacer lo tienen que realizar por que están jerárquicamente inferiores y por
miedo a perder su puesto de trabajo pierden independencia e imparcialidad.
JURISDICCIÓN
En este sentido léase la sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el
que dice:
"La actividad jurisdiccional del Poder judicial tiene por función
constitucional el viabilizar la intervención del Estado mediante órganos de fallo
adscritos a una terceridad imparcial y compositiva, tendentes a dirimir los
conflictos interindividuales de naturaleza jurídica con el objeto de restablecer la
11
BURGOS ALFARO JOSÉ. Pág. 599
12
RAMIREZ CARVAJAL, Diana María. La prueba de oficio. Una perspectiva para el proceso dialógico civil.
Ob. Cit., pp. 91-97. Citado por Burgos Alfaro José, pág. 598
8
convivencia pacífica mediante la resolución de dichas controversias por la vía
de la recta aplicación o integración de la ley en sentido lato."13
La jurisdicción se entiende como función pública de administrar justicia,
emanada de la soberanía del Estado y ejercida por un órgano especial. Es así
que el Estado otorga la potestad de administrar justicia a los jueces en sus
distintos grados jerárquicos con la finalidad de ejercer la función jurisdiccional.
Mediante la jurisdicción no solo se decide sino también se determina las reglas
a seguir con el fin de emitir resolución motivada, luego de un conjunto de actos
determinados por la ley. Este principio, se encuentra previsto en el
ordenamiento jurídico, en el art. 138 y 139 de la Const. de 1993 y en el artículo
2° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, reforzado en el artículo 7° de la citada
ley orgánica, cuando se expresa el derecho de toda persona a gozar de la plena
tutela jurisdiccional14.
Por ello, la imparcialidad de los jueces o magistrados se entiende
comúnmente en su redacción psicológica, significando la inmunidad que ellos
deben tener para juzgar en conciencia, es decir, libres de influencias de factores
ajenos a las causa. El símbolo que representa a la justicia como una mujer con
los ojos vendados hace alusión a la independencia o libertad de juicio según la
cual deberían actuar quienes encarnan la función jurisdiccional. El referido
concepto es el que tradicionalmente ha servido para delimitar el aspecto
subjetivo de la garantía, pero junto a él se encuentran las limitaciones no reales
o efectivamente comprobables sino las situaciones que se consideran, desde un
pleno externo al juzgador, como susceptibles de afectar el ideal del buen
juicio15
Como conclusión se puede decir que la imparcialidad de un juez es una
decisión mental subjetiva por lo que esa persona va a tener la responsabilidad
y el compromiso de solucionar un litigio, haciendo uso de sus capacidades de
solución. Pero como sabemos a través de la historia la persona no es perfecta y
es muy posible que falle, entonces atendiendo al silogismo de que toda persona
falla y que el juez es una persona, sabemos que el juez puede fallar en su
13
Expediente N° 2409-2002-AA/TC de 07 de noviembre de 2002
14
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El
Código Procesal Penal, comentarios descriptivos, explicativos y críticos. Editorial: Jurista Editores.
Edición Mayo del 2008, pág. 20
15
FLEMING, A. /LÓPEZ VIÑALS, P. Garantías del Imputado. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2009, pp. 534-
535. Citado por BURGOS ALFARO, José David, pág. 592-593
9
decisión, por eso es que en cualquier poseso se admite la doble instancia, para
poder subsanar los posibles errores que se dieron en la primera etapa.
PLAZO RAZONABLE
Lo que también se observa en el presente inciso es el plazo razonable, se
refiere a la celeridad procesal, vinculada al derecho subjetivo constitucional,
que asiste a todos los sujetos que sean parte en un procedimiento penal, que
crea en los órganos jurisdiccionales la obligación de actuar un plazo razonable
el “Ius puniendi” o de reconocer y, en su caso, restablecer inmediatamente el
derecho a la libertad16.
La doctrina ha establecido que el plazo es el espacio de tiempo dentro del
cual debe ser realizado un acto procesal. Es decir, es toda condición de tiempo
puesta al ejercicio de una determinada actividad procesal. Este concepto se
debe diferenciar del de término, que indica el momento concreto en que se
realiza una actuación, con expresión del día y hora en que debe verificarse esta.
Ejemplo: el 16 de noviembre a las 3:30 es la vista de la causa. Entonces con
relación al plazo razonable esto quiere decir que todo el proceso, como
conjunto máximo de la actividad procesal, debe y solo puede ser realizado en
un tiempo fijado como razonable.
Y plazo razonable que es lo que se estipula en el articulo la doctrina lo
define como: “un plazo será razonable siempre y cuando cumpla ese lapso de
tiempo establecido en la ley. Ejemplo: si la duración de las diligencias
preliminares es de 20 días será razonable la investigación que no exceda del
límite.”
Para medir la razonabilidad del plazo se tiene en cuenta:
La duración efectiva del proceso
La complejidad del asunto
La gravedad del hecho imputado
La actitud del inculpado
La conducta de las autoridades encargadas de realizar el
procedimiento y otras circunstancias relevantes.
16
GIMENO SENDRA: T.II, 1990, P.95. citado por GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS,
William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El Código Procesal Penal, pág.21
10
Las sanciones establecidas el Tribunal Constitucional para la
vulneración del plazo razonable son:
2. Juicio previo
El juicio “es el momento en el que una persona (el o los jueces) conoce,
sin mediaciones, la prueba y los sujetos procesales (principio de
17
Señala el Tribunal Constitucional: “en cuanto a las medidas de tipo compensatorio, estas importan la
materialización de un conjunto de mecanismos tendientes a resarcir al imputado por el “daño” causado
como consecuencia de una demora excesiva en el juzgamiento, las que pueden traducirse en el pago de
una suma dineraria (civil) o en algún tipo de indulto o perdón (penal)”
18
Señala el Tribunal Constitucional: “por su parte las soluciones sancionatorias se plasman a través de la
imposición de medidas administrativas de carácter sancionatorio contra los responsables de la violación
de derechos al plazo razonable. Al respecto este tipo de consecuencias solo representa una garantía de
carácter secundario, ya que no reaccionan procesalmente contra la violación del derecho en cuestión,
sino contra los culpables de la infracción representando dichas posturas únicamente medidas de
carácter preventivo general (para todos los funcionarios que tienen dentro de sus atribuciones
materializar la jurisdicción)”.
19
NEYRA FLORES, José Antonio. Manual del Nuevo Proceso Penal y de Litigación Oral. Editorial: Idemsa.
Edición: julio del 2010. Pág. 147.
11
inmediación). Durante el juicio, los sujetos procesales pueden presentar sus
pruebas y contradecir su sentido y valor (principio de contradicción); se
produce la prueba de un modo concentrado, y todo se realiza de un modo
tal que el público en general puede controlarlo (principio de publicidad). Se
trata, pues, del momento procesal donde se prueben los hechos y la
responsabilidad del imputado”20.
Muy importante en nuestra legislación el juicio previo en tanto que
ninguna persona puede ser condenado ni señalado como responsable si
antes no se le ha procesado ni se ha llevado el debido proceso, es por ello
que exista esta etapa, el cual sirve de forma poli funcional para diferir
muchas dudas que se pueden formar en el juzgador, como también poder
crear sus teorías del caso entre las partes.
El procedimiento que establece la Constitución no es cualquier proceso
que pueda establecerse al arbitrio de las autoridades públicas competentes
para llevarlos a cabo, por el contrario, es un procedimiento reglado por ley,
el que es uno acorde con las seguridades individuales y formas que
establece la misma Constitución, de este modo se establecen las pautas
principales a las que debe ajustarse todo proceso establecido en el C.P.P.
Por tanto, el derecho a un proceso dentro de un plazo razonable es un
derecho subjetivo constitucional que asiste a todos los sujeto que hayan
sido parte de un procedimiento penal de carácter autónomo, aunque
instrumental del derecho a la tutela y que se dirige frente a los órganos del
poder judicial (aun cuando en su ejercicio han de estar comprometidos
todos los poderes del estado), creando en ellos la obligación de actuar en
un plazo razonable el ius puniendi o de reconocer y en su caso restablecer
inmediatamente el derecho a la libertad21.
Los juicios previos deben de contener: publicidad, oralidad y
contradicción.
20
CUBAS VILLANUEVA Víctor, pág. 45 cita a BINDER, Alberto. Política Criminal: de la formulación a la
praxis. Ad-Hoc, Buenos Aires. 1997, p. 141.
21
NEYRA FLORES, José Antonio. Pág. 148
12
2.1 Juicio Público
22
MARIANELLA LEDESMA Narváez,. Constitución Comentada Artículo por Artículo. Obra colectiva escrita
por 117 juristas destacados del país. Director Walter Gutiérrez. Tomo I. Editorial: Gaceta Jurídica.
Edición: Diciembre del 2007. Pág. 307.
23
RABANAL PALACIOS, William. El Código Procesal Penal. Pág. 23-24
13
evitar muchas facetas que anteriormente se daban así como: la
corrupción, calumnia, ilegalidad y parcialidad, además de ello seguridad de
lo que se puede resolver al final del juicio. La publicidad se refiere al juicio
oral.
La publicidad en materia probatoria es importantísima, tanto así que la
prueba sin publicidad solo se practica como excepción, pues la formación
de la prueba debe ser controlada por el pueblo, no solo en la sentencia
sino también en el mismo momento de su producción.
El fundamento de la publicidad tiene un triple significado24:
1. Consolidar la confianza en la administración de justicia
2. Fomentar la responsabilidad en los órganos de la administración de
justicia
3. Evitar que causas ajenas a la causa influyan en el juez y por ello en la
sentencia.
24
NEYRA FLORES José Antonio, pág. 137
25
PEREZ SARMIENTO Eric, pág. 30 citado por NEYRA FLORES José, pág. 137-138
14
de que el juez tiene contacto con las partes (principio de inmediatez) y
puede percibir lo que está pasando en determinado caso.
26
El Código Procesal Penal. Pág. 27
15
Claria Olmedo señala que es el reciproco control de la actividad
procesal, y la oposición de argumentos y razones entre los contendientes
sobre las diversas cuestiones introducidas que constituyen su objeto27.
El contradictorio rige en todas las etapas del proceso; así, en la etapa
de investigación el proceso tiene derecho a conocer los hechos que se le
imputan para poder argüir sus razones y sus pruebas. El contradictorio se
ve limitado cuando el imputado es declarado ausente o contumaz, puesto
que el elemento de prueba se introduce a la investigación sin ser
cuestionada, refutada u observada.
Abe recalcar que por respecto al principio de contradicción las
audiencias no se pueden celebrar en ausencia del procesado. El acusado
tiene derecho a estar presente y escuchar lo que se argumenta a su favor o
en su contra. La violación de este principio acarrea la nulidad del juicio; y
puede incluso, plantearse un proceso constitucional por transgresión del
mencionado principio28.
27
CLARIA OLMEDO. 1967: P. 260. Citado por GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS,
William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El Código Procesal Penal, pág. 28
28
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El
Código Procesal Penal, pág. 28
29
Sentencia del Tribunal Constitucional español 66/1989, de 17 de abril. En SANCHEZ VELARDE, Pablo
(2004): Manual de Derecho Procesal Penal, IDEMSA, LIMA, p. 281
16
las partes tienen que tener las mismas oportunidades de caso contrario se
podría declarar la nulidad del proceso.
4. El derecho al recurso
El derecho al recurso se encuentra previsto en el artículo 14.5 del Pacto
Internacional de derechos Civiles y Políticos, el cual prescribe que: “toda
persona declarada culpable de un delito tendrá a que el fallo condenatorio y la
pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior conforme a
lo prescrito por la ley”. Por su parte, la Convención Americana de Derechos
Humanos – Pacto de San José de Costa Rica- en su artículo 8 , H, dispone
“durante el proceso, toda persona tiene derecho a en plena igualdad , a las
siguientes garantías: h) derecho a recurrir al Juez o Tribunal Superior”. El
derecho al recurso implica la posibilidad de cuestionar una resolución judicial
dentro de la misma estructura jerárquica que la emitió30.
30
GALVEZ VILLEGAS Tomás. Pág. 30
31
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El
Código Procesal Penal, pág. 31
17
estos efectos, se requiere de una suficiente actividad probatoria de cargo, obtenida
y actuada con las debidas garantías procesales.
En caso de duda sobre la responsabilidad penal debe resolverse favor del imputado.
Análisis
32
CLARIA OLMEDO, Jorge. Tratado de Derecho Procesal Penal. T.I. EDIAR. Buenos Aires. 1960. P.232.
citado por NEYRA FLORES, José Antonio. Pág.170
33
Constitucion Comentada. Tomo I. pág. 309
18
El derecho de presunción de inocencia presenta diferentes vertientes34:
34
NEYRA FLORES José Antonio p. 171-177.
35
FERNANDEZ LOPEZ, Mercedes. Prueba y presunción de inocencia. Editorial IUSTELL. España. 2005. P.
120. Citado por NEYRA FLORES José. Pág. 171
36
ILLUMINATE, G. La presunzione d´innocenza dell´imputado. Editorial Zanichelli Bologna. 1979, p. 16
(cit) Fernández López Mercedes Ob. Cit. p. 123q
37
FeERNANDEZ LOPEZ, Mercedes p. 193.
19
que solo la etapa probatoria debidamente practicada con relación a los derechos
fundamentales y garantías procesales que correspondan, ello debe de conllevar al
juez al convencimiento de la responsabilidad penal que se le atribuye, de lo
contrario de no producirse opera la presunción de inocencia.
4) Como regla de juicio
Supone que en el caso que el órgano sentenciador, tras la valoración del material
probatorio obrante en el proceso, tenga dudas sobre la culpabilidad del acusado,
debe declarar su inocencia. Por tanto el órgano jurisdiccional debe absolverse en
los casos en los que no haya alcanzado la certeza necesaria acerca de la
culpabilidad del acusado sobre la base del material probatorio disponible. Está
ligado al principio del in dubio pro reo.
5) In dubio pro reo
Si bien es cierto que no se encuentra expresamente reconocido en el teto de la
Constitución, también lo es que su existencia se desprende tanto del derecho a la
presunción de inocencia, que si goza del reconocimiento constitucional, como la
defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad, fin supremo de la
sociedad y del Estado38.
El TC39 también se pronuncia: “el in dubio pro reo no es derecho subjetivo. Se trata
de un principio de jerarquía constitucional cuyo fin es garantizar el cabal respeto
del derecho fundamental a la libertad individual, sea para resguardar su vigencia,
sea para restringirlo de la forma menos gravosa posible, en el correcto entendido
de que tal restricción es siempre la excepción y nunca la regla”
El in dubio pro reo es aquella situación en el cual en los casos se da una correcta
etapa probatoria, pero aun así, estos medios probatorios dejan duda respecto de
la culpabilidad del imputado en el juez; por tanto el juzgador deberá de actuar
mediante este principio y absolver al imputado.
38
Exp. N° 00728-2008-PHC/TC. Lima. De fecha 13 de octubre del 2008. Caso: Giuliana Flor de María
Llamoja Hilares.
39
Exp. N° 1994-2002-HC/TC. Huánuco. De fecha 27 de setiembre de 2002. Caso: Rudecindo Adriano
Huanca Céspedes.
20
Art. III.- Interdicción de la persecución penal múltiple
Nadie podrá ser procesado, ni sancionado más de una vez por un mismo hecho, siempre que
se trate del mismo sujeto y fundamento. Este principio sirve para las sanciones penales y
administrativas. El derecho penal tiene preeminencia sobre el derecho administrativo. La
excepción a esta norma es la revisión por la Corte Suprema de la sentencia condenatoria
expedida en alguno de los casos en que la acción está indicada taxativamente como
procedente en este Código.
Análisis
Requisitos:
a) La misma persona.
En este sentido lo que se protege a una persona contra quien ya existe un
procedimiento paralelo, una sentencia, sobreseimiento o cualquier otro auto que
haya puesto fin al proceso penal. Se debe establecer si la persona es la misma, es
40
Constitución Comentada Artículo por Artículo. Tomo I. Director Walter Gutiérrez. Pág. 40
41
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El
Código Procesal Penal, pág. 41
21
decir, se trata de una cuestión fáctica en el sentido de determinar si es la misma
persona física42.
Solo puede ser una persona física más no jurídica (pero si se puede procesar a la
persona que representa a dicha persona jurídica), a quien se le ha dictado una
sentencia o abierto un proceso paralelo (penal o administrativo)43. Es así que no se
puede extender a otra persona o a sus coautores o participes; sino solo a una
persona.
b) El mismo hecho.
Este hecho se trata de una identidad fáctica y no de una identidad jurídica. Porque
no se puede dar un nuevo proceso por hechos que ya han sido anteriormente
resueltos, es por ello que el ne bis in ídem prohíbe que a una persona se le procese
dos veces por el mismo hecho.
42
BINDER: 1993, p. 165. Citado por GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William;
CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El Código Procesal Penal, pág. 46
43
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El
Código Procesal Penal, pág. 46
22
del imputado. Con esta finalidad conduce y controla jurídicamente los actos de
investigación que realiza la Policía Nacional.
3. Los actos de investigación que practica el Ministerio Público o la Policía Nacional no
tienen carácter jurisdiccional. Cuando fuera indispensable una decisión de esta
naturaleza la requerirá del órgano jurisdiccional, motivando debidamente su
petición.
4. El Ministerio Público en el ejercicio de sus funciones debe tener en cuenta la
organización administrativa y funcional de la Policía Nacional de conformidad con
sus leyes y reglamentos."
Análisis
Es así como nace la facultad del Ministerio Publico como principal perseguidor
de la acción penal, pero no nos olvidemos que hay delitos de acción privada en las
cuales el fiscal no va a intervenir directamente; solo van a intervenir en los procesos de
acción pública.
44
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El
Código Procesal Penal, pág.50
23
Derechos Humanos. Sus actividades al servicio de la ciudadanía las inició
formalmente el 12 de mayo de 198145.
Como señala SANCHÉZ VELARDE46 oficio cuando tenga notia criminis, para lo
cual se utilizaran los distintos medios que la comunicación y tecnología brindan;
asimismo, recepcionará los informes policiales; ambos para efecto de su
calificación jurídico-penal. Pero el Fiscal también recibe las denuncias de las
personas que se sienten afectadas por el delito; en estos casos el agraviado u
ofendido no tiene el ejercicio de la acción penal sino solo la facultad de provocar la
promoción de la acción penal previa a la actividad judicial. En efecto, una vez que
el agraviado presenta su denuncia ante el Ministerio Público por delito de pública
persecución, éste inicia la investigación preliminar y si encuentra elementos de
juicio que permitan promover la acción penal, lo hará aun en el caso de que el
mismo particular se desista; es decir, el fiscal asume la persecución de dicho delito
denunciado como titular del ejercicio público de la acción penal.
45
Extraída de la página web: http://www.mpfn.gob.pe/#
46
SANCHEZ VELARDE. 1994: p. 18. Citado por GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS,
William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El Código Procesal Penal, pág. 52
24
Así como también tiene que hacerse cargo de la dirección de la investigación.
Como repasamos anteriormente en la época inquisitiva el que llevaba la dirección
de la investigación era el juez y este también era quien daba la decisión final; pero
eso ha cambiado en la actualidad, porque esa potestad lo tiene ahora el fiscal.
2. Diligencias preliminares
47
CLARIA OLMEDO: 1966, p. 56. Citado por GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS,
William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El Código Procesal Penal, pág. 53.
48
CUBAS VILLANUEVA, Víctor. Principios Fundamentales del Nuevo Proceso Penal. Editorial: Gaceta
Jurídica S.A. 1 Edición Junio 2013, pág. 55
25
materiales de su comisión, individualizar a las personas involucradas en su
comisión, incluyendo a los agraviados.
Estas diligencias forman parte de la Investigación Preparatoria. No podrán
repetirse una vez formalizada la investigación. Procede su ampliación si dicha
diligencia resultare indispensable, siempre que se advierta un grave defecto en su
actuación o que ineludiblemente deba completarse como consecuencia de la
incorporación de nuevos elementos de convicción.
4. Principio acusatorio
En la época de la inquisición el juez era quien investigaba como también el que
decidía, lo cual en ocasiones no favorecía al ofendido, porque hay la posibilidad del
que exista corrupción, pero en la actualidad esa facultad la tiene el Ministerio
Publico.
El profesor Vicente Gimeno Sendra49 enseña que el principio acusatorio rige en
un determinado proceso penal cuando las fases de instrucción y de juicio oral se
encomiendan a dos distintos órganos jurisdiccionales; se prohíbe al órgano decisor
realizar funciones de parte acusadora, la que, mediante la deducción de la
pretensión penal, vinculara la actividad decisoria del tribunal, vedándose también
al órgano de la segunda instancia la posibilidad de gravar más al recurrente de lo
49
GIMENO SENDRA, Vicente / TORRES DEL MORAL, Antonio / MORENILLA ALLARD, Pablo. Los derechos
fundamentales y su protección jurisdiccional, Colex, Madrid, 2007, pp. 463 y ss. Citado por ROSAS
YATACO Jorge. Pág. 171
26
que ya lo estaba en la primera. Este mismo autor nos señala sus notas esenciales
de este principio:
Atribución de la instrucción y del juicio oral a dos distintos órganos
jurisdiccionales
Distribución de las funciones de acusación y decisión
Correlación entre la acusación y el fallo
Prohibición de la reformatio in peius.
El surgimiento de este principio se da de tal forma que permite que se pueda
observar el desarrollo que nuestro derecho procesal penal ha evolucionado.
Antiguamente la acción popular o los tribunales populares (personas comunes) no
podían iniciar un proceso; es así como con el transcurrir del tiempo este poder
acusatorio que tenía el juez se le delega al Ministerio Publico, para que este se
encargue de acusar en un proceso, representando a la sociedad y de esa forma
crear una limitación al monopolio estatal. En la actualidad no se puede iniciar un
proceso de oficio (juez) porque si no se estaría vulnerando el principio de
imparcialidad y también el que estamos estudiando; el inicio del proceso lo tiene
que iniciar el Ministerio, quien tendrá que investigar, y llegar a la verdad como
encontrar justicia.
Análisis
El artículo 139, inciso 10, de la Constitución Política del Perú establece que
"Son principios y derechos de la función jurisdiccional: (...) El principio de no ser
50
VIDAL RAMIREZ, Fernando. Constitución Comentada Artículo por Artículo. Tomo II Director Walter
Gutiérrez. Pág. 482.
27
penado sin proceso judicial". La evolución de su contenido ha hecho que hoy en día
este trascienda a la sanción penal para abarcar también a otro tipo de afectaciones o
de sanciones -como las emitidas por órganos administrativos o particulares- que
puedan recaer sobre las personas u otro tipo de sujetos de Derecho. Así,
contemporáneamente la norma constitucional bajo comentario exige que ninguna
persona o sujeto de Derecho sea afectado o sancionado si antes no se inició, tramitó y
concluyó el proceso o procedimiento correspondiente, garantizando su intervención o
participación654; por lo tanto, implica también que ninguna persona u otro sujeto de
Derecho pueda ser sorprendida o afectada con los resultados de un proceso o
procedimiento que no conoció o que no estuvo en aptitud de conocer51. De vulnerarse
esta exigencia la decisión que se emita será nula en la medida de que así lo indiquen
los principios que rigen la nulidad procesal.
51
BUSTAMANTE ALARCÓN Reynaldo, Constitución Comentada Artículo por Artículo. Tomo II Director
Walter Gutiérrez. Pág.542
52
VIDAL RAMIREZ, Fernando. Pág. 482
28
individual y del orden jurídico mediante la aplicación de la ley en los casos concretos
para obtener la paz social53.
BINDER señala que esta fase se funda en la idea de que los juicios deben ser
preparados convenientemente y se debe llegar a ello luego de una actividad
responsable. Es decir, no se puede arribar a un juicio oral cuando no existan elementos
de prueba que vinculen al procesado con el delito55.
53
SANCHEZ VELARDE, 2004, p. 267. Citado por GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS,
William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El Código Procesal Penal, pág. 55
54
GIMENO SENDRA, los Procesos Penales, cit., T.I, pp. 22y ss. ROSAS YATACO, Jorge. Tratado de Derecho
Procesal Penal. Edición: 2013. Pág. 177
55
BINDER, 1993, p. 223. Citado por GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William;
CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El Código Procesal Penal, pág. 56
56
ORE GUARDIA, 1996, p. 319. Citado por GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS,
William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El Código Procesal Penal, pág. 56
29
alguno de los litigantes o de sus representantes tal que genera un interés propio en el
juez para que la sentencia se emita en un cierto y único sentido57.
Análisis
57
BURGOS ALFARO, José. Pág. 601
30
El Tribunal Constitucional ha definido en diversas ocasiones, ya sea desde la
perspectiva penal propiamente dicha, o desde óptica del Derecho Administrativo como
cualquier otra, las exigencias (o presupuestos) que implican su existencia son los
mismos. Así, ha establecido claramente que “el principio de legalidad impone tres
exigencias: la existencia de una ley (lex scripta)”, que la ley sea anterior al hecho
sancionado (lex previa) y que la ley describa un supuesto de hecho estrictamente
determinado (lex certa)58.
58
Tribunal Constitucional, Exp. N° 2050-2002- AA/TC, caso Carlos Israel Ramos Colque, fundamento 8.
59
VÁSQUEZ RODRÍGUEZ, Miguel Ángel. Pág. 399
60
SALINAS SICCHA, Ramiro. “La prisión preventiva y la primera casación en el nuevo modelo procesal
penal”. En Jus. Jurisprudencia. N° 6 Grijley, Lima, noviembre de 2007, p. 234. Citado por Vásquez
Rodríguez. Pág. 418
31
Elementos:
1. La motivación
La exigencia de motivación es insoslayable en el caso de restricciones o
limitaciones de derechos; como se ha señalado de manera reiterada, sirve para
alegar cualquier sombra de arbitrariedad sobre la decisión tomada. La clara
motivación además permite establecer si se ha aplicado correctamente el principio
de proporcionalidad61.
La motivación escrita (que es lo que exige la Constitución) de las resoluciones
judiciales puede cumplir, dependiendo del ángulo en que se mire, hasta tres
funciones:
1) Desde el punto de vista del juez: una función preventiva de los errores, en
cuanto debiendo aquél dar cuenta por escrito de las razones por las que ha
llegado a su fallo, al momento de "redactar" su resolución podría bien darse
cuenta de aquellos errores que podría haber cometido en su "operación
intelectiva" previa y "autoenmendarse";
2. Elementos de convicción
Todo requerimiento de limitación derechos, solicitado por las partes procesal
legitimada, debe ofrecer los elementos de convicción que resulten suficiente para
asegurar la verosimilitud del hecho que sustenta la medida. Estos elementos de
convicción se debaten en la audiencia correspondiente en el caso de aquellos que
61
VÁSQUEZ RODRÍGUEZ, Miguel Ángel. Pág.401
62
ARIANO DEHO Eugenia, Constitución Comentada Artículo por Artículo. Tomo II Director Walter
Gutiérrez. Pág. 503
32
existen la realización de una, o son merituados por el juez en los casos en que la
resolución se expida sin mayor trámite por mandato expreso de la norma63.
3. Modo y forma
Cuando la norma nos hace referencia a la forma se refiere a la forma
prescrita por la ley, pasa por determinar y controlar si el requerimiento debe
hacerse por escrito o de manera oral, hasta los plazos y órganos competentes. El
modo termina siendo una aplicación tautológica de lo mismo, encaminada en todo
caso a ratificar por medio de la expresión, que deben observarse las formalidades
preestablecidas64. Respecto a ello se dice también que la norma debe de
manifestarse expresamente en los momentos en que deberían de presentarse y
cuando culminan los tramites, así como el juez y el traite correspondiente, entre
otras más para poder tener un mejor desempeño y llevar el proceso
adecuadamente.
63
VÁSQUEZ RODRÍGUEZ, Miguel Ángel. Pág. 403
64
VÁSQUEZ RODRÍGUEZ, Miguel Ángel. Pág. 405
33
Análisis
65
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El
Código Procesal Penal, pág. 85
66
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino. Pág. 67
34
proceso, etc., deben aplicarse desde el momento mismo en que entran a
regir. Tienen vigencia inmediata, esto es, se aplicaran a los procesos en
trámite. Solo continuaran rigiéndose por la ley anterior, los medios
impugnatorios ya interpuestos, los actos procesales con principio de
ejecución y los plazos que hubieran empezado a correr.
Aplicación Retroactiva:
Asimismo, conforme a este artículo, la Ley procesal referida a derechos
individuales, expedida con posterioridad a la actuación procesal y más favorable al
imputado, se aplicara retroactivamente, incluso para los actos ya concluidos, si
ello fuera posible. Existe efecto retroactivo de una nueva ley referida a derechos
individuales, cuando por ejemplo, la nueva ley establece mecanismos de
excarcelación más favorables al procesado o condenados, en estos casos se
aplicara la nueva ley incluso a los casos ya concluidos. Sin embargo, se aplicara
ultractivamente la ley derogada, cuando la nueva ley sea más severa para
conceder la excarcelación. Por consiguiente, no podrá modificarse la condición de
excarcelación más favorable del procesado o condenado, establecida conforme a
la ley derogada67.
Principio de Favorabilidad
Como se sabe, la ley más favorable comprende tanto las normas de
Derecho Penal como las normas de D.P.P. en consecuencia, siempre que se
produzcan cambios en la legislación, los jueces deberán aplicar la norma que sea
más favorable al procesado, siempre y cuando dichas normas hubiesen tenido por
lo menos cierto tempo en vigencia, respecto a la situación jurídica planteada68.
Siguiendo con ello sabemos que es un deber del juez aplicar la norma, pero en
este caso tenemos que tener presente que la petición de la norma es a pedido de
parte, sino no se estaría comprometiendo el desenvolvimiento en sus funciones
del juez.
67
OLMERO CLARIA, 1960. Pág. 112.Citado por CASTRO TRIGOSO, Hamilton /RABAL PALACIOS, William /
GALVEZ VILLEGAS, Thomas. Pág. 65
68
CASTRO TRIGOSO, Hamilton /RABAL PALACIOS, William / GALVEZ VILLEGAS, Thomas. Pág. 68
35
Art. Vlll.- Legitimidad de la prueba
1. Todo medio de prueba será valorado sólo si ha sido obtenido e incorporado al proceso
por un procedimiento constitucionalmente legítimo.
2. Carecen de efecto legal las pruebas obtenidas, directa o indirectamente, con violación
del contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona.
3. La inobservancia de cualquier regla de garantía constitucional establecida a favor del
procesado no podrá hacerse valer en su perjuicio.
Análisis
Concepción amplia:
Algunos dicen que son las pruebas que atentan contra la dignidad humana de
las personas; así que todo medio de prueba que se obtenga o se incorpore al
proceso violando la dignidad humana, es ilícita, y consecuentemente, inadmisible71.
Devis Echandia nos dice que la prueba ilícita es aquella que esta expresa o
tácitamente prohibidas por la ley o atenta contra la moral y las buenas costumbres
del respectivo medio social o contra la dignidad y libertad de la persona humana o
violan sus derechos fundamentales que la Constitución y la ley amparan72.
Concepción restringida:
69
Página web extraída de http://es.wikipedia.org/wiki/Prueba_(Derecho)
70
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El
Código Procesal Penal, pág. 69
71
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El
Código Procesal Penal, pág. 70
72
DEVIS ECHANDIA: 1981, p.539
36
Sin embargo para el autor nos dice que no solamente son derechos
fundamentales los que la Constitución establece sino también los que se
encuentran en los Tratados Internacionales.
73
Fundamento 3: la prueba ilícita es aquella en cuya obtención o actuación se lesionan derechos
fundamentales o se viola la legalidad procesal, de modo que la misma (prueba) deviene procesalmente
inefectiva e inutilizable. Ahora bien, en el proceso penal impugnado ha quedado desvirtuado el alegato
del recurrente (que las entrevistas y la investigación que cuestiona hayan determinado el sentido del
fallo en su contra), pues se ha acreditado fehacientemente la comisión del delito y su responsabilidad
penal, en cuya merituación (evaluacion9de pruebas los juzgadores no tuvieron en cuenta la
documentación que el accionante impugna. De ello se desprende que su real pretensión es que en sede
constitucional se efectué un reexamen de una sentencia que ha adquirido la calidad de cosa juzgada.
74
CAFFERATA NORES, 1994 / GUARIGLIA, 1993/ MIRANDA ESTRAMPES, 1999.Citado por GALVEZ
VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El Código Procesal
Penal, pág. 71- 73
75
CAFERRATA NORES: 1994, p.14
76
Jurisprudencia Peruana (Índice 1984- 1994), Normas Legales, Trujillo, 1994, p. 103
37
tortura o a tratos inhumanos o humillantes. Cualquiera puede pedir de
inmediato el examen médico de la persona agraviada o de aquélla
imposibilitada de recurrir por sí misma a la autoridad. Carecen de valor las
declaraciones obtenidas por la violencia. Quien la emplea incurre en
responsabilidad.
Quiere decir que las pruebas que devengan de alguna de estas acciones
que se pudieran suscitar van a tener consecuencia como prueba prohibida
por ley, ya que de forma lógica, por el solo hecho de encontrarse en la
Carta Magna este posible medio de prueba, afecta los derechos
fundamentales de la persona, por lo tanto se considera prueba ilícita.
Pruebas irregulares.- Son aquellas que se incorporan al proceso sin las
formalidades previstas por la ley ordinaria. Por ejemplo, si se tratara de
declaración de un testigo, este deberá prestar juramento. En caso de
reconocimiento de personas se deberá describir previamente, así el
imputado deberá ser presentado junto a otras personas que tengan
similares características físicas.
77
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El
Código Procesal Penal, pág. 74
38
Art. IX.- Derecho de Defensa
1. Toda persona tiene derecho inviolable e irrestricto a que se le informe de sus
derechos, a que se le comunique de inmediato y detalladamente la imputación
formulada en su contra, y a ser asistida por un Abogado Defensor de su elección o, en
su caso, por un abogado de oficio, desde que es citada o detenida por la autoridad.
También tiene derecho a que se le conceda un tiempo razonable para que prepare su
defensa; a ejercer su autodefensa material; a intervenir, en plena igualdad, en la
actividad probatoria; y, en las condiciones previstas por la Ley, a utilizar los medios de
prueba pertinentes. El ejercicio del derecho de defensa se extiende a todo estado y
grado del procedimiento, en la forma y oportunidad que la ley señala.
2. Nadie puede ser obligado o inducido a declarar o a reconocer culpabilidad contra sí
mismo, contra su cónyuge, o sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad
o segundo de afinidad.
3. El proceso penal garantiza, también, el ejercicio de los derechos de información y de
participación procesal a la persona agraviada o perjudicada por el delito. La autoridad
pública está obligada a velar por su protección y a brindarle un trato acorde con su
condición.
Análisis
78
NEYRA FLORES. Pág. 195
39
un rol sumamente importante en el nuevo proceso penal, operando el principio nulla
probatio sine defensione (no hay prueba sin defensa)79.
79
ROSAS YATACO. Pág. 187
80
CUBAS VILLANUEVA, Víctor. pág. 48
81
BURGOS ALFARO, José, “La defensa técnica en el nuevo proceso penal”, en Actualidad Jurídica, T. 180,
noviembre, Lima, 2008, p. 158. Citado por ROSAS YATACO, Jorge. Pág. 188
82
CASTILLO ALVA, José Luis, “El derecho a contar con los medios adecuados para la preparación de la
defensa”, en Dialogo con la Jurisprudencia, T. 93, junio, Lima, 2006, p.212. Citado por ROSAS YATACO,
Jorge. pág. 191
40
Se refiere al poder de decisión que tiene el imputado sobre su propia
declaración, solo el determinara lo que quiere o lo que le interesa declara;
luego del silencio del imputado, de su negativa a declarar o su mentira, no se
pueden extraer argumentos a contrario sensu.
El derecho a probar.
Se pueden actuar cualquier prueba que crea conveniente para de esa forma
demostrar su inocencia.
41
El derecho a alegar.
Implica la libertad que tiene el imputado para decidir si declara o no durante el
proceso penal.
El derecho a recurrir.
Otra garantía mínima que tiene el imputado es la posibilidad de recurrir al fallo
condenatorio ante un tribunal superior. Asimismo tiene derecho a impugnar las
resoluciones emitidas en el desarrollo del proceso.
83
CUBAS VILLANUEVA Víctor, pág. 49-51.
42
decisión sobre su propia declaración, solo el determinara lo que le interesa declarar
o de su mentira, no se pueden extraer argumentos a contrario sensu. “Así mismo
como el imputado puede negarse a declarar cuantas veces quiera porque es el
quien domina la oportunidad y el contenido de la información que desea
introducir”.
4. Derecho de defensa (propiamente dicho).- constituye una actividad esencial del PP
y admite dos modalidades: a) la defensa material que realiza el propio imputado
ante el interrogatorio de la autoridad fiscal, policial o judicial: consiste en la
actividad que el imputado puede desenvolver personalmente haciéndose oír,
declarando en descargo o en aclaración de los hechos que se le atribuyen,
proponiendo y analizado pruebas y participando en los actos probatorios y
conclusivos, o bien absteniéndose de realizar cualquiera de estas actividades; b) la
defensa técnica que está confiada a un abogado que asiste y asesora jurídicamente
al imputado y lo representa en todos los actos procesales no personales. Los pactos
internacionales y el CPP también regulan la defensa oficial, como el “derecho
irrenunciable” del imputado a ser asistido gratuitamente por un defensor
proporcionado por el Estado, cuando no designare defensor.
5. Autodefensa.- La CADH apartado 2.d) del artículo 8 y el apartado 3. d) del artículo
14 del CADH consagra la posibilidad de autodefensa del imputado al establecer que
tiene derecho de defenderse personalmente. El artículo 391 del CPP establece que:
“Concluidos los alegatos orales, se concederá la palabra al acusado para que
exponga lo que estime conveniente en su defensa”.
6. Comunicación entre imputado y defensor.- Esta comunicación previa a la
realización de cualquier acto procesal tiene por finalidad que el defensor
jurídicamente, y se extiende aun a los periodos de incomunicación. Los pactos
internacionales lo consagran y nuestro Código en su artículo 265 establece que: “La
incomunicación no impide las conferencias en privado ente el abogado defensor y
el detenido las que no requieren autorización previa ni podrán ser prohibidas”.
7. Preparación de la defensa.- Los tratados de derechos humanos y el CPP garantizan
la posibilidad que tiene el imputado de contar con un tiempo razonable para
preparar la defensa, el PIDCP en su artículo 14 numeral 3 establece que durante el
proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las
siguientes garantías mínimas: “b) A disponer de tiempo y de los medios adecuados
para la preparación de su defensa y a comunicarse con un defensor de su elección”.
El articulo 8 apartado 2 de la CADH establece: “(…) Durante el proceso toda persona
43
tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: c) Concesión al
inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su
defensa”.
8. Producción de pruebas.- es otra garantía mínima del derecho de defensa. Los
Tratados Internacionales antes citados consagran el derecho de la defensa a
interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la comparecencia
como testigo o peritos de otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos.
El CPP, artículo 87 apartado 3, reconoce el derecho del imputado a solicitar la
actuación de medios de investigación o de prueba.
9. Recursos.- otra garantía mínima que tiene el imputado es la posibilidad de recurrir
al fallo condenatorio ante un tribunal superior, así lo establece expresamente el
artículo 14.5 del PIDCP. Asimismo, tiene derecho a impugnar las resoluciones
emitidas en el desarrollo del proceso.
Análisis
Rubio Correa nos dice que la preeminencia del Título Preliminar de un Código,
no es privativa del Código, puesto que, aun cuando no se ha establecido
expresamente, también funciona para el Código Civil, ya que de ese modo, se evita
alteraciones que quiten coherencia y equidad al conjunto de normas legislativas84.
84
RUBIO CORREA, 1990; P. 22. Citado por GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS,
William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El Código Procesal Penal, pág. 84
44
seguirse ciertas pautas, comprendidas ellas en el núcleo más esencial de las relaciones
Estado-individuo. Los principios pasan de unificar proposiciones o creencias a unificar
reglas jurídicas de tal forma que el conjunto de aquellos (los principios) pretenden ser
la mejor explicación que dota de sentido al conjunto de reglas positivas85.
Por otro lado, se señala que estas normas serán utilizadas como fundamento
de interpretación; lo que quiere decir que si al momento de aplicar las normas
procesales (las previstas en el Código y las contenidas en leyes especiales vigentes o las
que entren en vigencia) existiera más de una interpretación, o no surge claramente el
criterio político criminal, o la finalidad de la norma, estas deberán interpretarse y
aplicarse de acuerdo con lo previsto en las normas del presente Título Preliminar. Y
ello es así, porque aquí se consagran principios básicos de un proceso penal
democrático, los cuales están inspirados en la dignidad del ser humano86.
Así por ejemplo: las medidas limitativas de derechos, solo podrán ser impuestas a
través del dictamen de una resolución típicamente jurisdiccional; en modo forma y con
las garantías previstas en la ley, tal como se desprende del numeral VI del Título
Preliminar.
85
PEÑA CABRERA FREYRE; Principios Fundamentales del Nuevo Proceso Penal. Editorial: Gaceta Jurídica
S.A. 1 Edición Junio 2013, pág. 622
86
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. El
Código Procesal Penal, pág. 84-85
45
BIBLIGRAFÍA
Constitución Comentada Artículo por Artículo. Obra colectiva escrita por 117 juristas
destacados del país. Director Walter Gutiérrez. Tomo I. Editorial: Gaceta Jurídica.
Edición: Diciembre del 2007.
Constitución Comentada Artículo por Artículo. Obra colectiva escrita por 117 juristas
destacados del país. Director Walter Gutiérrez. Tomo II. Editorial: Gaceta Jurídica.
Edición: Diciembre del 2007.
NEYRA FLORES, José Antonio. Manual del Nuevo Proceso Penal y de Litigación Oral.
Editorial: Idemsa. Edición: julio del 2010.
BURGOS ALFARO, José David; Principios Fundamentales del Nuevo Proceso Penal.
Editorial: Gaceta Jurídica S.A. 1 Edición Junio 2013.
ROSAS YATACO, Jorge. Tratado de Derecho Procesal Penal. Análisis y desarrollo de las
instituciones del Nuevo Código Procesal Penal. Volumen I. Editorial: Pacifico. Edición:
2013.
PEÑA CABRERA FREYRE; Principios Fundamentales del Nuevo Proceso Penal. Editorial:
Gaceta Jurídica S.A. 1 Edición Junio 2013
46