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INDICE……………………………………………………………………………………...2
1. INTRODUCCIÓN ______________________________________________ 3

2. CONCEPTO Y ETIMOLOGÍA DE LA FAMILIA _______________________ 3

3. TIPOS DE FAMILIA ____________________________________________ 4

3.1. Familia nuclear _____________________________________________ 4

3.2. Familia extensa ____________________________________________ 4

3.3. Familia monoparental________________________________________ 4

3.4. Otros tipos de familias _______________________________________ 4

4. DESARROLLO HISTORICO DE LA FAMILIA _______________________ 5

4.1. Familia Consanguínea _______________________________________ 5

4.2. Familia Punalúa ____________________________________________ 5

4.3. Familia Sindiásmica _________________________________________ 6

4.4. Familia Patriarcal ___________________________________________ 7

4.5. Familia Monogámica ________________________________________ 7

4.6. Familia Moderna ___________________________________________ 8

5. EL MATRIMONIO ______________________________________________ 9

6. RELACIONES DE LA FAMILIA ___________________________________ 9

7. LA FAMILIA PARA EL PROCESO DE HUMANIZACIÓN ______________ 11


LA FAMILIA

1. INTRODUCCIÓN

Hoy en día nos queda más claro que la familia es uno de los contextos más
importantes y cruciales para los individuos que viven en ella, es una realidad
educativa insustituible en la vida humana y es una instancia sin la cual resulta
imposible gestar las bases para la convivencia social. Por ser la familia una
entidad tan próxima y cotidiana para todo ser humano se está produciendo la falsa
impresión de que todos sabemos entenderla sin ninguna dificultad; esto se torna
muy grave porque un conjunto de prejuicios y concepciones espontáneas forjadas
en lo cotidiano están llevando a plantearse sobre esta realidad de manera
superficial, con graves consecuencias para las nuevas generaciones y la sociedad
en su conjunto.

Entender antropológicamente la familia permite sentar las bases para comprender


por qué sin una realidad familiar sólida es difícil que en una sociedad las personas
se respeten en su dignidad, se viva la libertad y la solidaridad sea el motor de las
relaciones interpersonales.

Hoy asistimos a un mundo en el cual se atenta contra las personas, que se


manifiesta en diversas formas de atentados contra los derechos humanos,
delincuencia, múltiples formas de maltrato. Por otra parte, se observan
deficiencias para asumir la libertad y el compromiso. Aparecen formas inhumanas
de vivir la sexualidad, la paternidad y maternidad se asumen como cargas y se
teme al compromiso. Lo cual lleva a plantear que es importante educar en valores,
pero para esto es necesario considerar que los valores que cimientan el proceso
de humanización requieren la vivencia de las relaciones que antropológicamente
tienen su asiento en el núcleo familiar: alianza conyugal, filiación y
consanguinidad. Sin vivir algunas de esas relaciones todos los valores que se
intente estimular carecen de raíz vital y pueden no actualizarse en la vida.

2. CONCEPTO Y ETIMOLOGÍA DE LA FAMILIA


El término familia procede del latín famīlia, "grupo de siervos y esclavos patrimonio
del jefe de la gens", a su vez derivado de famŭlus, "siervo, esclavo". El término
abrió su campo semántico para incluir también a la esposa e hijos, hasta que
acabó reemplazando a gens.

La familia, según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el


elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de
la sociedad y del Estado. En muchos países occidentales, el concepto de la
familia y su composición ha cambiado considerablemente en los últimos años,
sobre todo, por los avances de los derechos humanos y de los homosexuales.

Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos: vínculos de
afinidad derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente,
como el matrimonio que, en algunas sociedades, sólo permite la unión entre dos
personas mientras que en otras es posible la poligamia y vínculos de
consanguinidad, como la filiación entre padres e hijos o los lazos que se
establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre. También
puede diferenciarse la familia según el grado de parentesco entre sus miembros.

3. TIPOS DE FAMILIA

3.1. Familia nuclear

Padres e hijos (si los hay); también se conoce como «círculo familiar».

3.2. Familia extensa

Además de la familia nuclear, incluye a los abuelos, tíos, primos y otros parientes,
sean consanguíneos o afines.

3.3. Familia monoparental

En la que el hijo o hijos vive(n) sólo con uno de los padres

3.4. Otros tipos de familias


Aquellas conformadas únicamente por hermanos, por amigos (donde el sentido de
la palabra "familia" no tiene que ver con un parentesco de consanguinidad, sino
sobre todo con sentimientos como la convivencia, la solidaridad y otros), etcétera,
quienes viven juntos en la mismo espacio por un tiempo considerable.

4. DESARROLLO HISTORICO DE LA FAMILIA

La familia a lo largo de la historia ha sufrido una serie de modificaciones, en


donde, los estudiosos del fenómeno social no se han puesto de acuerdo sobre su
evolución histórica.

Para Lewis Henry Morgan las principales instituciones del ser humano se
originaron en el salvajismo, se desarrollaron en la barbarie y maduración de la
civilización.

En donde las diversas formas de familia que se han presentado a lo largo de la


evolución del género humano. De acurdo con la teoría de Lewis Henry Morgan
señala:

4.1. Familia Consanguínea

En primer lugar encontramos a la familia consanguínea según éste autor


prevalece en una época de total promiscuidad, pues se basaba en la unión de
parejas entre hermanos y hermanas, propios y colaterales en un grupo. Este
sistema familiar se presentó por la pobreza del lenguaje y por la indiferencia a los
parentescos y fue conocido por la primera misiones americanas, implantadas en
1820 en las islas hawaianas, en donde las tribus vivían en un completo estado de
salvajismo.

4.2. Familia Punalúa

Un producto de familia consanguínea fue la punalúa, cuyo significado es


“compañero íntimo” o “socio”, ésta también tuvo lugar durante la época del
salvajismo, y se presentó cuando los hermanos dejaron de unirse a sus propias
hermanas y parientes colaterales, para tener parejas comunes de individuos
pertenecientes a otros grupos. En este tipo de familia cada mujer pertenecía
igualmente a todos los hombres y cada hombre a todas las mujeres.

Con la familia punalúa se puede constatar la reprobación de las relaciones


sexuales entre hermanos. En ella todos los hijos e hijas eran descendientes
comunes del grupo, aunque siempre se establecía un lazo más estrecho entre la
madre y sus descendientes. La comprobación de la existencia de la familia
punalúa, se ha pretendido a través de las investigaciones antropológicas
realizadas el siglo antepasado en la Polinesia, lugar de origen de los ascendientes
de las tribus de Hawaii.

La transformación de la familia a la familia punalúa se produjo mediante la


exclusión gradual de los hermanos y hermanas propias y colaterales. Sin
embargo, en ambas prevalecieron las uniones por grupo, en donde la paternidad
fue incierta, dando lugar a la determinación de la filiación por la vía materna. Así,
se puede destacar al matriarcado como primera forma de organización familiar, al
sólo poderse saber certeramente quién era la madre de cada individuo.

La afiliación de la existencia de una primitiva promiscuidad sexual, se basa en los


razonamientos de la condición humana anterior a toda civilización, en donde
hombres y mujeres se guiaban más por sus instintos que por otras
consideraciones de raciocinio, de ética u otro tipo de limitaciones a la libertad de
sus conductas, aduciendo que antes de la existencia de alguna organización
social, el humano convivía gregariamente con los de su especie a semejanza de
los demás componentes del reino animal.

4.3. Familia Sindiásmica

Después de la familia punalúa surge la familia Sindiásmica, en el estado inferior de


la barbarie. Se encuentra por primera vez características propias de una relación
monogámica, al ser unión más o menos permanente y exclusiva de un hombre
con una mujer. Dicha permanencia se establecía sobre todo en función de la
procreación.
En el núcleo familiar, la poligamia y la infidelidad ocasional era un derecho
masculino, exigiéndose al mismo tiempo la más estricta fidelidad a las mujeres,
mientras dura la vida en común, castigándose cruelmente su adulterio.

Este vínculo en ocasiones era efímero, a tal punto que por voluntad de cualquiera
de las partes podía darse por terminado. En cuanto a los descendientes, estos
sólo eran responsabilidad de la madre.

4.4. Familia Patriarcal

De la familia sindiásmica siguió la patriarcal en el periodo superior de la barbarie,


perdurando hasta después de la civilización, caracterizándose por ser:

“…la agrupación de un número de personas, libres y serviles, que formaban una


familia sujeta a la autoridad paterna, constituida con el propósito de mantener la
ocupación de tierras y criar rebaños y manadas.”

La familia patriarcal marca el tránsito de la unión sindiásmica a la monogámica,


con el poder exclusivo a cargo del hombre. No se trata de:

“…una reconciliación entre el hombre y la mujer, menos aún en la forma elevada


de matrimonio. Por el contrario, entra en escena bajo la forma del esclavizamiento
de un sexo por otro, por la proclamación de un conflicto entre los sexos,
desconocido hasta entonces en la prehistoria.”

4.5. Familia Monogámica

La familia monogámica aparece en el periodo superior de la barbarie hasta la


actualidad, constituyéndose mediante la unión exclusiva de un solo hombre y una
sola mujer, entre los cuales se establecen lazos conyugales duraderos, imposibles
de disolver para el sólo deseo de alguno de los cónyuge.

Sus rasgos esenciales son: la cohabitación exclusiva, pues cada individuo debe
tener una sola pareja y por tanto, prevalece la existencia de la fidelidad recíproca.
Se puede decir que de acuerdo con la opinión de MORGAN, los orígenes de la
familia pudieron haber tenido lugar en la promiscuidad primitiva, a través de las
diversas formas de uniones plurales con la familia consanguínea y la punalúa,
hasta una unión más o menos permanente como fue la sindiásmica, para
posteriormente desembocar en la familia patriarcal, cuya característica esencial
fue el poder paterno en relación con los demás miembros del grupo, y finalmente
en la monogámica, una unión exclusiva de un hombre y una mujer quienes tienen
el deber de cohabitación y fidelidad. MORGAN dice:

“…La única respuesta lógica es la de que la familia debe progresar con el


progreso de la sociedad, y cambiar en la medida que ésta lo haga, tal como
ocurriera en el pasado. Ella es engendró del sistema social, y debe reflejar la
cultura del mismo.”

4.6. Familia Moderna

señala: “… que la familia monógama se ha perfeccionado enormemente desde el


comienzo de la civilización y sensiblemente en los tiempos modernos, debemos
por lo menos, suponerla capaz de mayores perfeccionamientos hasta que se logre
la igualdad de los sexos. Si en virtud del constante progreso de la civilización, la
familia monógama, en el futuro lejano, no llegara a responder a las exigencias de
la sociedad, no será posible ahora predecir la naturaleza de su sucesora.”

Los estudios que se demuestran aquí, claramente señalan que la estructura de la


familia ha evolucionado a lo lardo de la historia, debido a los factores como la
industrialización. La familia nuclear era una de la más común en la época
preindustrial, y aún lo sigue siendo hoy en las sociedades modernas
industrializadas. La familia moderna ha cambiado en cuanto a su forma tradicional
en la cuestión de funciones, ciclo de vida, roles y composición.

La única función que ha sobrevivido a todos los cambios es la que incluye al


afecto y al apoyo emocional para con sus miembros, en especial para con los
hijos; las funciones que antes eran realizadas para la familias rurales son hoy
hechas por instituciones personalizadas.
5. EL MATRIMONIO

Se entiende como una alianza de conyugues. Al igual que la familia constituye una
forma de agrupación estandarizada en la vida social que determina la existencia
de una institución.

La antropología entiende por matrimonio “La unión legitima entre un hombre y una
mujer tal que sus hijos sean reconocidos como hijos legítimos de sus
progenitores”.

6. RELACIONES DE LA FAMILIA

En la familia se dan tres relaciones que la distinguen de otros grupos; estas


relaciones son: la filiación, la consanguinidad y la alianza.

La filiación, que constituye una de estas relaciones, está dada por el hecho de que
todo ser humano recibió el don de la vida y con éste su condición de individuo,
creado único, relacional, digno, libre y sexuado, que no estuvo en la decisión que
lo hizo posible.

Desde el punto de vista de la ontogénesis, es importante observar que todo ser


humano es hijo, hecho que muestra su origen vinculado a dos personas, sus
padres.

En su origen entonces se encuentra su condición de ser un individuo relacional. Es


más, el hijo no pidió venir a la existencia, por tanto el ser humano desde su origen
es en familia y no sólo es relacional, sino también por ser semejante a sus
cocreadores es poseedor de la misma dignidad y poseedor de una libertad
situada.

Su libertad es situada desde su origen en una familia que no escogió, no obstante


lo ubicó en un contexto de desarrollo que en el curso de su vida hará suyo
mediante el proceso educativo familiar.

La ontogénesis del ser humano es, entonces, inseparable de la realidad familiar y


tiene en su origen dos relaciones personalizadas.
Una relación de primer orden con otros seres humanos que lo precedieron, sus
padres, y una relación, de segundo orden, dado por la dependencia de un acto de
procreación que relacionó entre sí a su padre y su madre.

El acto procreativo se constituye, por tanto, en una condición específica de la


existencia humana, porque se encuentra en el origen de una nueva criatura con la
misma naturaleza y dignidad de sus progenitores. Es posible evidenciar desde él
una segunda relación, que se encuentra en la constitución antropológica de la
familia, la alianza entre un hombre y una mujer que hace posible la emergencia de
cada ser humano.

Cada ser humano que viene a este mundo, en virtud de esa alianza y llega a una
familia determinada, no representa una síntesis de sus progenitores, sino por el
contrario tiene su propio código genético y en su genotipo correspondiente el sexo
de uno de ellos. Por lo cual, nacido de una relación de un hombre con una mujer
estará en condiciones de engendrar hijos estableciendo a su vez una relación con
otra persona de sexo opuesto a la suya, formando así otra familia.

Hasta aquí es posible señalar que en el origen de la familia existe una realidad
biológica de base. No obstante, así como el ser humano no se puede reducir a su
realidad biológica tampoco es posible señalar que la familia sólo se explica por
este dato.

La consideración del hijo como sujeto de derechos y obligaciones no se desprende


de la observación de un hecho biológico, sino de un hecho cultural reconocido
como tal y dotado de un significado que involucra no sólo al hombre y la mujer que
se unen sexualmente sino también a las familias de ambos y a los hijos nacidos de
esa unión.

Nadie escoge su familia, ni los padres pueden escoger a sus hijos ni éstos a sus
padres, no obstante, concretada la existencia del hijo, dos linajes se enriquecen y
los vínculos de consanguinidad se inmortalizan.
Los padres no pueden renunciar a serlo ni tampoco los hijos. Es más,
biológicamente el fenotipo del descendiente pone en evidencia la genealogía del
nuevo ser. Un ser que biológicamente es único e irrepetible porque proviene de un
cigoto cuyas características ya demuestran la existencia de un nuevo ser.

Las relaciones de alianza conyugal, filiación y consanguinidad forman un conjunto


de relaciones inseparables que se encuentran ontológicamente en la base de la
primera comunidad de pertenencia de todo ser humano, su familia.

Antropológicamente, el hombre es un ser en familia, es en el encuentro como se


van consolidando su personalidad y las relaciones que le son propias, filiación,
consanguinidad y alianza conyugal se caracterizan por su reciprocidad que es
inseparable de las personas que se vinculan. No existe paternidad sin hijos, ni
filiación sin padres ni alianza conyugal sin una mujer y un hombre que se
relacionan. Morandé, P. señala al respecto que “la familia no tiene una realidad
distinta de las personas que la forman”..., “no tiene implícita ninguna estructura
ideal que se le imponga normativamente desde fuera. El orden normativo que la
rige brota de la misma condición humana, de la racionalidad entendida como
apertura al don de la vida y de la libertad para aceptarlo o rechazarlo”.

7. LA FAMILIA PARA EL PROCESO DE HUMANIZACIÓN

La humanización o inculturación de los hijos se logra en la medida que en el


contexto familiar y desde las relaciones que allí se establezcan se actualicen los
atributos relacionales de los hijos. Pero esto no implica que los atributos
intrínsecos del ser de los hijos, que constituyen el fundamento ontológico y lógico
de su ser relacional, se adquieran en virtud de esas relaciones, el hijo es relacional
independiente de cómo se eduque para vivir esa característica de su ser en
familia; sin embargo, desde la psicología y la sociología existe cada día más
evidencia empírica que muestra la importancia de los vínculos constitutivos de la
familia para que cada persona tenga mejor o peor calidad de vida.

La familia con sus tres relaciones constitutivas es la principal instancia de


humanización.
Mediante la filiación el hijo vivencialmente adquiere las raíces de la noción de
autoridad y a partir de la jerarquía que psicológicamente se establece de forma
natural entre los padres y los hijos éstos adquieren las nociones básicas acerca de
la obediencia.

En la consanguinidad, los hijos vivencian un conjunto de situaciones cotidianas


que forman las bases cognitivas acerca de la solidaridad y el perdón.

En la alianza de sus padres descubren las claves antropológicas de la libertad


situada, el compromiso y la responsabilidad.

Estudios actuales señalan que en la base de toda instancia educativa del ser
humano siempre se encuentra una tríada compuesta por el padre, su madre y el
hijo.

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