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LA DECLARATORIA DE VIABILIDAD Y VERIFICACIÓN DE VIABILIDAD,

CUANDO ESTA ÚLTIMA EXISTA, EN EL CASO DE CONTRATACIONES QUE


FORMAN PARTE DE UN PROYECTO DE INVERSIÓN PÚBLICA

Según Ley del Sistema Nacional de Inversión Pública señala que todos los proyectos que
se ejecutan en el marco del Sistema Nacional de Inversión Pública se rigen por las
prioridades que establecen los planes estratégicos nacionales, sectoriales, regionales y
locales, así como por los principios de economía, eficacia y eficiencia durante todas sus
fases y por el adecuado mantenimiento en el caso de la infraestructura física para asegurar
su utilidad en el tiempo.

Para solicitar la Declaración de Viabilidad es necesario que un PIP tenga todos los
estudios requeridos aprobados. Una vez que se han concluido los estudios de Pre-
inversión, la DGPM es la entidad encargada de la Declaración de Viabilidad de los PIP
de manera directa, salvo que esta facultad haya sido delegada. Un PIP es declarado viable
cuando los estudios de Pre-inversión han demostrado que el Proyecto es:

 Socialmente Rentable, es decir que se ha probado que los beneficios sociales son
mayores a los costos de llevar adelante el Proyecto.
 Sostenible, ya que cuenta con los recursos suficientes para cubrir su operación y
mantenimiento.
 Compatible con las políticas sectoriales, dado que la solución propuesta se ha
enmarcado en las políticas respectivas.

¿Qué implica que un Proyecto sea Declarado Viable?


La Declaración de Viabilidad implica que el PIP puede ejecutarse y obliga a la Unidad
Ejecutora a ceñirse a los parámetros bajo los cuales fue otorgada la Viabilidad para
elaborar los estudios definitivos y la ejecución del PIP

EN EL CASO DE OBRAS CONTRATADAS BAJO LA MODALIDAD LLAVE EN


MANO QUE CUENTEN CON COMPONENTE EQUIPAMIENTO, LAS
ESPECIFICACIONES TÉCNICAS DE LOS EQUIPOS REQUERIDOS

Sin perjuicio de ello, debe indicarse que el numeral 1) del artículo 41 del anterior
Reglamento definía a la “llave en mano” como una modalidad de ejecución contractual
en la cual “(…) el postor debe ofertar en conjunto la construcción, equipamiento y
montaje hasta la puesta en servicio de determinada obra, y de ser el caso la elaboración
del Expediente Técnico.”.

De lo expuesto, se advierte que la modalidad de llave en mano tenía como finalidad última
la ejecución de una obra hasta su puesta en servicio, para lo cual era necesario ejecutar
prestaciones de naturaleza distinta, entre ellas: (i) la construcción, equipamiento y
montaje hasta la puesta en servicio de una obra; y, de ser el caso, (ii) una consultoría de
obra, al elaborar el expediente técnico.
En ese sentido, cuando un contrato de obra bajo la modalidad “llave en mano” incluyera
la elaboración del expediente técnico como parte de las prestaciones del contratista -
además de ejecutarse bajo el sistema a suma alzada -, dicho contrato debía ejecutarse de
conformidad con las condiciones generales establecidas en las Bases, así como aquellas
condiciones establecidas por la normativa aplicable en función al objeto de la
convocatoria.

Por tanto, cuando una Entidad hubiera determinado la ventaja de ejecutar una obra bajo
la modalidad de llave en mano que incluía la elaboración del expediente técnico, la
propuesta del postor (tanto la técnica como la económica) debía formularse en función al
alcance y costo de la totalidad de las prestaciones establecidas en las Bases y a las demás
condiciones aplicables de conformidad con la normativa que regulaba el objeto de la
convocatoria1, pues no existía expediente técnico al momento de la presentación de
propuestas, toda vez que su elaboración constituía una prestación del contratista durante
la ejecución del contrato.

OTRA DOCUMENTACIÓN NECESARIA CONFORME A LA NORMATIVA QUE


REGULA EL OBJETO DE LA CONTRATACIÓN.

Dicho lo anterior, es importante señalar que el procedimiento de selección regulado por


la normativa de contrataciones del Estado contempla la figura de la “admisión”, en la
cual el comité de selección verifica la presentación de los documentos requeridos en el
artículo 312 del Reglamento y determina si las ofertas responden a las características y/o
requisitos funcionales, y condiciones de las Especificaciones Técnicas, Términos de
Referencia o Expediente Técnico de Obra, especificados en las bases. De no cumplir con
lo requerido la oferta se considera no admitida.

La normativa de contrataciones del Estado no prevé la metodología que debe emplear el


comité de selección a efectos de revisar los documentos presentados por el postor para
acreditar la experiencia del personal clave propuesto, en otras palabras, no precisa la
manera cómo debe realizarse la sumatoria de los periodos consignados en dichos
documentos; debiendo considerarse que la finalidad de la calificación es verificar que el
postor cuenta con las aptitudes que -de acuerdo lo previsto en los documentos del
procedimiento de selección- resultan necesarias para cumplir con la prestación objeto del
contrato.
El postor es responsable de la veracidad y exactitud de toda aquella documentación que
incluya en su oferta, pudiendo ser sancionado en el caso que se determine que presentó
documentación falsa o inexacta.

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