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WALTER BENJAMIN (1892-1940)

Por: Mauricio Pilatowsky.

"Tal vez sería bueno que le repita, para comenzar, cómo se originó mi
postura ante el judaísmo. No fue por cierto a través de alguna experiencia
de vida específicamente judía. En rigor, no fue a través de ninguna
experiencia de este tipo, sino puramente gracias a la única experiencia
práctica importante: el hecho de que cuando me abrí, al mundo de las
ideas, al mundo exterior, tanto en el ámbito espiritual como en el ámbito
práctico los que me salían al encuentro casi siempre eran judíos. (...)
Esta experiencia me reveló lo siguiente: los judíos conforman una élite
entre la muchedumbre de los intelectuales.(...) Pues el judaísmo no es
para mí de ninguna manera un fin en si mismo, sino un portador y un
representante de lo espiritual."

( CARTA A LUDWIG STRAUSS, BERLÍN 1912. EN: PENSAMIENTO DE LOS CONFINES,


NUMERO 1, CUATRO CARTAS SOBRE JUDAÍSMO Y SIONISMO (1912-1913) UNIVERSIDAD
DE BUENOS AIRES 1998)

DATOS BIOGRÁFICOS:

Walter Benjamin nació el 15 de julio de 1892 en Berlín. Pertenecía a una


familia judía asimilada de la alta burguesía. Realizó sus estudios de
bachillerato en su ciudad natal. En 1912 comenzó sus estudios de filosofía
en Friburgo, y luego volvió a Berlín. Es en esta época cuando conoció a
Strauss y mantuvo una relación personal y por correspondencia. En 1914
presidió la Asociación Libre de Estudiantes. En 1915 conoció a Gershom
Scholem.
En 1917 se casó con Dora Pollak y se trasladó a Berna, un año después
nació su hijo Stefan. Ese mismo año conoció a Ernst Bloch. En 1919 se
doctoró en la ciudad de Berna con la tesis El Concepto de la Crítica de
Arte en el Romanticismo Alemán. En 1920 regresó a Berlín.
Benjamin escribió el trabajo sobre Las Afinidades Electivas de Goethe,
entre 1921 y 22. En 1924 tuvo su primer encuentro con Teodoro W. Adorno. A
finales de 1926 visitó Moscú. En 1930 se divorció.
En marzo de 1933 salió al exilio en París. De abril a septiembre
residió en Ibiza. En el treinta y cuatro viajó a Dinamarca donde visitó a
Brecht. Luego se trasladó a San Remo donde fue nombrado miembro del
Instituto de Investigaciones Sociales que dirigía Horkheimer. En la
revista del Instituto se publicó la versión francesa de La Obra de arte en
la Epoca de su Reproductibilidad Técnica, Klossowski estuvo al cargo de
esta versión.
Regresó a Dinamarca en 1936 con Brecht. Publicó en Suiza con el
seudónimo Detlef Holz, la colección de cartas titulada: Hombres Alemanes.
En 1939 es internado en un Campo de Trabajadores Voluntarios en Francia.
En 1940, por mediación de Horkheimer, consiguió el visado para viajar a
los Estados Unidos. Para salir de Francia se dirigió a Lourdes y buscó
huir a España por los Pirineos. Los guardias españoles no le permitieron
el paso. Durante la noche del 27 de septiembre se quitó la vida en un
cuarto de hotel de Port-Bou. Al día siguiente los otros fugitivos
consiguieron pasar la frontera.

EL JUDAÍSMO ES UN PORTADOR Y UN REPRESENTANTE DE LO ESPIRITUAL.

Walter Benjamin escribe estas líneas a los veinte años de edad. La


Primera Guerra Mundial todavía no se anunciaba. La propuesta del sionismo
político era tan joven como el mismo Benjamin. Con sus palabras nos
reproduce lo que debió haber sido la situación de los judíos emancipados
en la Europa Central.
Estos se encontraban lejos de lo que él llama "experiencia de vida
específicamente judía", de la religión y las tradiciones. Pero con
respecto a la vida intelectual alemana, destacaban desproporcionadamente a
su relación demográfica con el resto de la población. Benjamin reconoce
con asombro que los intelectuales judíos conformaban, lo que él describe,
como una élite.
En su descripción, el joven pensador reflexiona sobre su "postura ante
el judaísmo". Busca responder a las ideas sionistas de Ludwig Strauss y lo
encuentra en el espacio de lo espiritual. En sus palabras se reproduce el
encuentro con los intelectuales judíos como una revelación. Como una
aparición que se da en la experiencia práctica. Lo "espiritual", entendido
como creación cultural, no como una experiencia religiosa o mística. Como
una participación del intelecto en el "ámbito práctico". Walter Benjamin
se reconoce en un judaísmo que utiliza su potencia espiritual para buscar
respuestas a los problemas del mundo donde vive.
Walter Benjamin a sus veinte años, veía con admiración a los
intelectuales judíos. Se sentía orgulloso de poder pertenecer al grupo
selecto o élite de los representantes y portadores del espíritu. Una
patria etérea que le brindó un refugio endeble. Pero por otro lado, una
propuesta radical para contrarrestar los peligros de los nacionalismos
inquisidores, y de sus expresiones totalitarias.
La comunidad de los portadores del espíritu sucumbió ante la barbarie,
Benjamin fue una de sus víctimas. De entre las ruinas, fueron renaciendo
los nuevos compatriotas de este sublime nacionalismo. La obra de Walter
Benjamin y el legado de su vida, lo colocan hoy en día, como uno de los
principales representantes de esta élite intelectual. El suyo, es de esos
nombres que nos salen al encuentro cada vez que nos abrimos "al mundo de
las ideas, al mundo exterior, tanto en el ámbito espiritual como en el
ámbito práctico".

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