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Resguardo Wakoyo

cultiva su plan de
vidahttp://agenciadeno
ticias.unal.edu.co/detall
e/article/resguardo-
wakoyo-cultiva-su-
plan-de-vida.html
Con el acompañamiento de la Universidad Nacional de
Colombia (U.N.), la comunidad Wakoyo inició hace tres
años el diseño de su plan de vida, que le ha permitido
sembrar y cosechar sus alimentos.
BOGOTÁ D. C., 19 de febrero de 2018 — Agencia de Noticias
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En los últimos años
la comunidad se ha dedicado a sembrar maíz y yuca, entre otros productos.

Juan José Vieco,


profesor del Departamento de Antropología de la U.N. Fotos: Ricardo González.
El resguardo
indígena Wacoyo está ubicado en Puerto Gaitán, Meta.

Los indígenas han


trabajado para otras empresas alimentando cerdos con maíz transgénico.
Durante tres años el
profesor Vieco trabajó el método de Investigación-Acción Participativa.
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El resguardo Wakoyo, integrado por la comunidad indígena Sikuani y nueve


grupos más, está ubicado en Puerto Gaitán, Meta, a donde llegó Juan José
Vieco, profesor del Departamento de Antropología de la U.N., con los
antropólogos Adriana Peñuela y William Jiménez, quienes escucharon las
inquietudes de la población respecto a la falta de un plan de vida.
Así nació el proyecto “Investigación-acción participativa en la construcción
del plan de vida del resguardo Wacoyo, Puerto Gaitán, Meta”, el cual fue
compartido por el profesor Vieco durante el XXI Ciclo de Conferencias
“Perspectivas antropológicas e investigación social”, del Posgrado en
Antropología de la U.N.
Cabe señalar que para la comunidad indígena un plan de vida consistía en
contar con programas y proyectos que les permitiera consolidar el desarrollo
como una alternativa para afrontar los desafíos que representaban la
explotación de hidrocarburos y los agronegocios en la región.
Una de las grandes problemáticas identificadas en 2015 tanto por la
comunidad como por el profesor Vieco y por el equipo investigador fue la
falta de cultivos para satisfacer las necesidades alimenticias de la
comunidad, ya que en los últimos años han afrontado crisis alimentarias de
tal magnitud que han ocasionado la muerte de integrantes del resguardo.
Como salida a la falta de alimentos, los pobladores optaron por trabajar para
las empresas aledañas, para así ganar su sustento diario y suplir las
necesidades básicas de la familia.
Con la llegada de la petrolera Cepcolsa a la región se crearon algunos
empleos para operadores y celadores, pero no más de 10. Y aunque esta
empresa cuenta con un programa de responsabilidad social en el que les
dan a los empleados el material de construcción para sus viviendas, esto no
es suficiente para sobrevivir.
El resguardo también colinda con la hacienda Cazuna, en la que hacen uso
intensivo de mano de obra pues quieren sembrar 3.500 hectáreas de
caucho. Para eso ofrecieron 350 empleos, aunque estas oportunidades no
hayan beneficiado a los 1.800 habitantes del resguardo.
Para iniciar los proyectos propios del cultivo de maíz, yuca, chontaduro,
caña, ají y plátano, la comunidad tomó en arriendo 1.000 hectáreas para
sembrar maíz transgénico con el cual las empresas productoras alimentan a
los cerdos que son comercializados en el país.
A partir de la aplicación del método de estudio Investigación-Acción
Participativa (IAP), que busca que las comunidades participen en la
búsqueda de soluciones a sus problemas, se demostró que los ingresos que
recibían por trabajar para empresas aledañas les permitían financiar
proyectos propios de la comunidad.
A partir de ahí se capacitó a los pobladores en la manufactura de abonos
orgánicos con técnicos agropecuarios y se inició el proceso de siembra.
Hoy el resguardo Wacoyo tiene claras sus políticas agrarias y alimentarias
según sus necesidades. Sin embargo el proyecto aún continúa en desarrollo,
ya que todavía falta aplicar tres talleres más de medicina tradicional,
gobierno propio y de economía productiva para dar por finalizada la
investigación.
(Por: fin/DGH/MLA/LOF)

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