Juliana Chaparro

• Durante el siglo XVII Europa experimentó una revolución científica. El concepto prevaleciente de un
universo centrado en la tierra fue desplazado por el nuevo sistema centrado en el sol del astrónomo
polaco Nicolás Copérnico.
Tales ideas afectaron profundamente el clima intelectual del siglo XVIII.
• Las premisas de la ciencia newtoniana y el iluminismo convenía a la experiencia norteamericana en el
Nuevo Mundo, la gente ya no seguía las desgastadas huellas de la tradición que definía los papeles de
sacerdotes, campesinos y nobles.
• Muchas experiencias ya se había dado por observación, experimentación y la necesidad de pensar de una
manera renovada. América del norte, entonces, fue receptiva a la nueva ciencia.
• Benjamin Franklin es una figura destacada de este iluminismo en Norteamérica.
Dúrate la primera mitad del siglo XVIII hubo en Norteamérica un movimiento espiritual de enorme alcance tanto en
el campo de la religión como en el de la vida política.

Como consecuencia de las nuevas corrientes de aprendizaje y del iluminismo a

mucha gente le llamaba la atención las corrientes intelectuales más escépticas. Esto
haría surgir un agobiante temor de que “el demonio los hubiera seducido” a la
búsqueda de las ganancias mundanas.

En la década de 1730 la sensación de haberse apartado había preparado el terreno para un renacimiento de la fe.
El gran despertar trajo una ola de evangelismo, que en el curso de unos pocos años inundó las colonias de extremo a extremo y
constituyó el primer movimiento masivo de Norteamérica.
• Los predicadores lograron despertar la piedad en
muchos norteamericanos. Entre 1740 y 1742 de
25.000 a 50 mil personas de Nueva Inglaterra se
asociaron con la iglesia. Ya para mediados del siglo
XVIII el puritanismo de nueva Inglaterra había
terminado por fragmentarse.
• El gran despertar (al igual que el iluminismo) puso en
movimiento corrientes que aún fluyen en la vida
estadounidense. Implantó permanentemente en la cultura
principios y métodos evangélicos Y aun mas, debilitó la
posición del clero, pasado de moda y estímulo a los
creyentes a hacerse su propio criterio.

Ambas corrientes hicieron énfasis en el poder y el derecho a la elección

individual y a la resistencia popular a la autoridad establecida y ambas
suscitaron esperanzas milenarias de que América del Norte se había convertido
en la tierra prometida donde la gente el que alcanzaría la perfección de la piedad
o de la razón.
• Tales esperanzas tuvieron implicaciones sociales, políticas y religiosas.
• A medida que avanzaba el siglo XVIII: cada vez menos gente estuvo dispuesta
a mostrar una actitud de sumisión frente a la élite social y política o
gobernante.

El gran despertar fue el acontecimiento protorevolucionario: el

momento formativo de la historia norteamericana que presidió al
impulso político que conduciría a la independencia, además que la haría
posible pues cruzó todos los límites religiosos y sectarios, echó luz
sobre ellos y convirtió las hasta entonces Iglesias de estilo europeo, en
Iglesias norteamericanas.
John Adams dijo que “La revolución ya había producido
antes de que la guerra comenzará ,la revolución está en
las mentes y corazones del pueblo y el cambio formaba
parte de sus sentimientos religiosos en relación con sus
deberes y obligaciones”.
 El gobierno en las colonias evoluciono sin un plan en términos generales : el gobernador, el consejo y la
asamblea de cada colonia correspondían al rey, los lores y los comunes de la madre patria.

Por una parte los gobernadores retenían poderes y prerrogativas que

el rey había perdido en el curso del siglo XVII.
El autogobierno fue una institución
Por la otra las asambleas adquirían poderes particularmente con
que empezó como un hábito durante
respecto a nombramientos que el parlamento todavía no había logrado.
el período colonial .Las leyes el
autogobierno primero llegaron a ser
• Durante el siglo XVIII las asambleas expandieron su poder e influencia a veces en un hábito y luego si un derecho.
conflicto con los gobernadores y en otras en armonía con ellos.
• Con frecuencia en el curso de los asuntos rutinarios las asambleas tomaban
decisiones sin tener en cuenta ni reconocer cabalmente la autoridad imperial.
De las cuatro guerras importantes que involucraron a las potencias europeas y a sus colonias del Nuevo Mundo, el
conflicto más álgido entre Gran Bretaña y Francia en América del Norte fue el que se presentó en contra de la
alianza entre franceses e indígenas a comienzos de 1754.

• Durante 2 años esta guerra rugió en la frontera norteamericana canadiense

sin que afectará a Europa, pero en 1756 la contienda colonial se fusionó con
la que habría de ser la Guerra de los Siete Años en este continente.

• La Emperatriz María Teresa de • Por su parte, Gran Bretaña siempre atenta

Austria provocó una revolución al equilibrio del poder europeo, abandonó a
diplomática, que propició su alianza Austria para aliarse con Federico II, ‘El
con Francia y con Rusia. Grande’, de Prusia.
• Gran Bretaña estuvo al mando de William Pitt como Ministro de Guerra quién se destacó por tener una buena
habilidad y seguridad que fundieron confianza en casa y en el extranjero. Pitt decidió enfocar los esfuerzos de
guerra principalmente de ultramar.
• En 1759 tuvo lugar una batalla decisiva que estuvo al mando de James Wolfe, soldado profesional, quien fue
capaz de encontrar una entrada a las impenetrables defensas de Quebec.
• Los británicos salieron victoriosos.
• Durante 1762, los españoles tuvieron el mismo destino que los franceses. Las fuerzas británicas se tomaron
Manila y La Habana.
• La guerra culminó con la Paz de París de 1763. Este tratado acabo con el poder francés en América del Norte y
en todas partes, menos en India. A su vez, Gran Bretaña tomó todas las posesiones norteamericanas de
Francia al este del río Mississippi y varias islas de las indias occidentales y toda la Florida española al oriente y
al occidente.
• Los colonos norteamericanos compartían la euforia de la victoria pero la celebración fue demasiado breve.
Sirvió para disfrazar enconados resentimientos y nuevos problemas que fueron la herencia de la guerra.

• Bajo el orgullo por el creciente imperio británico en América del Norte, estaba madurando el
nacionalismo. Por más de una generación a los colonos se les había permitido autogobernarse y
empezaban a pensar y hablar de ellos mismos más como norteamericanos que como ingleses o británicos.

• Al tener una gran tierra nueva por explorar, podían ver el futuro con confianza. Los colonos adquirieron
un nuevo sentido de importancia después de haber iniciado y librado una vasta guerra mundial con tanto
éxito

• La guerra había dejado a Gran Bretaña victoriosa pero con profundos problemas en sus finanzas imperiales.
George Grenville: Primer Lord del tesoro, era muy parecido al rey: industrioso, honesto y meticuloso.
• Con la carga tributaria en casa y una mucho más liviana en las colonias, Grenville consideró que los norteamericanos estaban obligados ayudar a
costear su propia defensa además sabía que sus servicios de aduana eran muy ineficientes.

En consecuencia emitió rígidas órdenes para los funcionarios coloniales y puso a la armada a patrullar las costas.
• En 1764 Greenville sacó adelante la Ley del azúcar.
• En 1764 tomo otra medida bajo la Ley monetaria.
• En 1765, dado que la ley del azúcar sólo lograba sufragar parte del costo de sostenimiento de los 10.000 soldados británicos que se ubicaron en las
colonias, se propuso recolectar de otra manera dinero en Norteamérica con el impuesto del timbre o de la estampa.
La Ley del timbre: creó sellos que tenían que ponerse a los impresos y documentos legales de cualquier
clase: periódicos, folletos, almanaques, documentos de arrendamiento, escrituras, licencias, pólizas de
seguros, certificados de aduana, diplomados de colegio, incluso dados y cartas de juego.
• Como respuesta ideológica, En una oleada de panfletos discursos y resoluciones coloniales, el debate
sobre el impuesto del timbre se volcó principalmente sobre el punto expresado en un lema familiar para
todos los norteamericanos:
“Nada de tributación
sin representación”

La Ley del timbre vino a ser el blanco de la protesta colonial, dado que la Ley del
azúcar afectaba primordialmente a Nueva Inglaterra, pero la Ley del Timbre
recaía sobre todos los colonos que tuvieran cualquier clase de negocio.
 La cólera encontró salidas en reuniones, desfiles, fogatas y otras
demostraciones masivas. El gobernador real de Carolina del Norte
informó que la multitud rebelde estaba conformada por “caballeros y
grandes cultivadores se llamaban los Hijos de la Libertad y se reunían a
la sombra de los árboles de la Libertad”.

• La revuelta general fomento la unidad colonial pues los colonos descubrieron que tenían más en
común entre ellos que con Londres.
• El primero de noviembre, fecha de entrada en vigencia de la Ley del Timbre, esta era letra
muerta. Los negocios siguieron adelante sin timbres.
• Los Hijos de la Libertad empezaron como pequeñas agrupaciones secretas alrededor de
1765.
• Se reunían para discutir y defender sus derechos.
• Samuel Adams, John Adams, Paul Revere, John Hancock y Joseph Warren, entre otros,
formaron ese grupo que encendería la chispa de la revolución, que culminaría con la
independencia de las 13 colonias del poderoso imperio británico.
• En 1767 las Leyes de Townshend son impuestas, éstas buscaban: 1º poner en su sitio la asamblea de Nueva York. 2º
poner impuestos externos sobre la importación de vidrio plomo pinturas papel y 3º crear una junta de comisionados de
aduanas en Boston capital colonial del contrabando.
• Las Leyes de Townshend sorprendieron a los colonos y una vez más los ciudadanos resolvieron oponer resistencia,
boicotear bienes británicos, usar ropa de lana virgen y desarrollar sus propias manufacturas.
• Una de las protestas en prensa más notables fue la de John Dickinson, abogado de Filadelfia que esperaba resolver la
disputa mediante persuasión. Escribió 12 cartas que fueron publicadas en el Pennsylvania Chronicle.
• Dickinson siempre uso lenguaje moderado manifestaba que los colonos debían hablar al mismo tiempo el lenguaje de la
fricción y la veneración hacia la madre patria.
 Sin embargo la aflicción creció y la veneración se desvaneció. Los ministros británicos no pudieron
conciliarse con los moderados como Dickinson, ni soportar antorchas como al bostoniano Samuel
Adams quien estaba emergiendo como el genio máximo de la agitación revolucionaria.

• Para Samuel Adams, hijo de padres moderadamente acomodados y muy piadosos, era la
política no las utilidades lo que lo apasiona. De mediados del siglo en adelante invirtió casi todo
su tiempo en debatir asuntos políticos con marineros obreros de los muelles y estibadores y
taberneros locales, Adams insistía en que el parlamento no tenía derecho a legislar en modo
alguno para las colonias.
• Adams ascendía velozmente con los Hijos de la Libertad escribiendo artículos y
cartas ardientes para los periódicos y organizando protestas en las tabernas de
Boston, así como la asamblea municipal y provincial.

• A principios de 1768, Adams y James Otis escribieron otra carta circular que la
asamblea despachó a las demás colonias. En ella se replanteó la ilegalidad de la
tributación parlamentaria, se advertía que las nuevas tarifas y que iban a ser
usadas para pagar a funcionarios coloniales, y se invitaba a las otras colonias a
unirse para boicotear los bienes británicos.
• En 1773 mediante la Ley del té el gobierno buscó reembolsar la obligación británica de 12
peniques por libra sobre todo el té que fuera embarcado para acabar las colonias y
recaudaría únicamente la tarifa existente de 3 peniques pagadera en el impuesto colonial.
• Los comités de correspondencia (que previamente, en 1772, se le habían propuesto a la
asamblea municipal de Boston y que se habían generalizado por todo Massachusetts y
extendido a otras colonias), informaron a la gente del peligro de esta estrategia pues decían
que la Corona estaba tratando de comprar su lealtad y pasividad con té barato.
• Los capitanes de los barcos alarmados por la posición radical, se
propusieron a devolverse pero Hutchinson, el gobernador, les negó el
permiso mientras no fuera descargado el té y pagado el derecho.
• El 30 de noviembre de 1773 un grupo de Patriotas colonos disfrazados
de indios mohawk cercó los tres barcos y tiró por la borda 342 cajones
de té, animado por una multitud reunida a lo largo de la playa.
• Este grupo no pudo ser reconocido excepto por cientos de bostonianos.
Después un participante testificó y delató a Sam Adams y John Hancock.
“Sam Adams está en su gloria”, musito Hutchinson… y ciertamente lo
estaba.
Las inclinaciones políticas se dividieron principalmente en dos bandos: Patriotas y Lealistas.
También había un tercer grupo que se mantuvo mas neutral.

• Los Patriotas creían que Inglaterra había sido injusta con las colonias y que los
colonos debían luchar con sus propios derechos. Los Lealistas se consideraban
ciudadanos británicos y creían que la rebelión era un error.
• Durante buena parte de la guerra de revolución, Nueva York fue refugio de los leales a
la Corona.
• Los leales a la Corona tenían más fuerza en proporción a la población en Georgia,
Nueva York y Carolina del Sur.
• Los monárquicos no lograron organizar una resistencia la rebelión.
• Tindall, George B. “Historia de los Estados Unidos”.
• Johnson, Paul. “Estados Unidos, la historia”.
• Finch, Fetcher. La guerra de independencia de los Estados
Unidos.