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29 de Agosto de 2018 1

Estudiante: Profesor:
Diego Armando Espitia Cobos Fernando Herrera
Maestría Gestión y Evaluación de Proyectos Entorno y Competitividad
Universidad Externado de Colombia Facultad Administración de Empresas

El conocimiento, una apertura al futuro


¿Podemos basar el desarrollo productivo de Colombia en el conocimiento?
Colombia, un país que incuba gran riqueza, contenida en sus recursos naturales y los
potenciales sociales, que están encaminados a generar un desarrollo productivo y
competitivo en la medida que el Estado como un todo, logre unir una idea de progreso.
Esto representa un consenso sociopolítico configurado de diferentes vertientes en la idea
de “Nación”.
El aprendizaje de naciones que alrededor del mundo han logrado superponer el desarrollo
productivo y la competitividad, demuestran que las políticas dirigidas a explotar el
conocimiento de si mimas como sociedad, ha generado un avance tecnológico que ha
llevado a producir un crecimiento de sus economías que requiere establecer la
importancia indiscutible del capital humano de una sociedad.
Los procesos en los cuales se ha escogido el conocimiento como el eslabón para optimizar
los procesos han sido fundamental, interpretar las necesidades del mercado y la industria,
en tanto el requerimiento de capitalizar la formación como individuo a sociedad, todo
esto es intrínsicamente un desarrollo productivo, que se cultiva en un proyecto a largo
plazo y que se determina a partir de las exigencias como nación para generar una
económica fortalecida.
El rezago de “nación desarrollada” en Colombia, nace en raíz de diferentes factores
sociales y políticos, que han contribuido mayormente a concentrar esfuerzos por finiquitar
un conflicto civil y que hasta hace poco se logró neutralizar en una buena medida, y que,
tan solo siendo un primer paso hacia el desarrollo, ahora no quedan mas excusas, para
enfocar todos los esfuerzos en generación de políticas de inversión en investigación y
desarrollo (I+D), en otras palabras, en conocimiento. Esto traducido, significa que la
competitividad del país se debe dar progresivamente y directamente proporcional a los
esfuerzos por hacer uso de los recursos del gasto en infraestructura social y la
intensificación de incentivos tributarios para que por parte de la industria empresarial
coloquen en el mapa de sus objetivos las innovación, a fin de competir en un entorno
económico industrializado internacional, esto no excluye al sector público, todo lo
contrario, es un esfuerzo en conjunto que requiere de una organización estatal.
Asumir responsabilidades y exigencia de resultados, son parámetros que se deben
establecer desde todos niveles del Estado, desde el ciudadano pasando por las
instituciones privadas hasta las instituciones públicas gubernamentales, hacer parte de
este proceso a todo actor. Según Esser, Hillebrand, Messner, Meyer-Stamer, (1996) un
Estado autónomo es capaz de separar dichos autores para generar competitividad
incluyente y eficiente, donde los actores públicos y privados se determinen por medio de
la gestión política. Son estos actores sociales los creadores de innovación y
competitividad.

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Parte del objetivo en este escrito es establecer parámetros de desarrollo para una sociedad
en un contexto nacional, basados en el uso del conocimiento como la mayor herramienta
de evolución dirigidos a crear un ambiente socioeconómico horizontal y progresivo, el
cual este a su vez este orientado a encontrar en la competitividad de su economía una
alternativa al impacto de la globalización y la protección de los mercados internacionales.
En el Informe Nacional de Competitividad 2017-2018, se muestran diferentes índices de
comportamiento en diferentes áreas donde Colombia debe fortalecerse en materia de
productividad, si comparamos el comportamiento del país con los de la región y más allá
con los del este y sudeste asiático y su evolución económica, podemos establecer que los
desafíos para la optimización del proceso son fundamentales, si se quiere competir. En
todo caso, esto parte de una idea de desarrollo productivo basado en la inversión de la
tecnología del conocimiento y su implementación para dar progreso a la productividad.
En el proceso competitivo se hace implícito el uso del conocimiento mediante las políticas
de desarrollo, en tanto hablamos de que se debe poseer un nivel Meta, Macro, Meso y
Micro, donde se establecen parámetros de organización con una estrategia de desarrollo
competitivo. Existe un nivel de exigencia para con el sector empresarial como actor
fundamental en la implementación de la innovación de sus procesos y tecnología
implementada, el Estado y la sociedad como actores a nivel Meso que fomentan del
desarrollo de políticas que motivan e incentivan los procesos de aprendizaje dentro del
todos los sectores de la sociedad. (Esser, Hillebrand, Messner, & Meyer-Stamer, 1996)
La competitividad global ha determinado que los países fortalezcan sus procesos
productivos de alta calidad, y Colombia no es la excepción, todo lo contrario, la
expectativa frente al cambio, significa afrontarlo y establecer un proyecto en conjunto a
corto y largo plazo. Las medidas y el funcionamiento del Estado se verán representadas
en la gestión organizacional de sus actores tanto públicos como privadas. En este punto y
como se estableció, vamos a interpretar el papel del conocimiento como factor
fundamental para el desarrollo productivo.
Lo que hoy consideramos conocimiento se prueba a sí mismo en la acción.
Lo que entendemos por conocimiento es información eficaz en la acción,
información enfocada en los resultados. Los resultados están por fuera de
la persona, en la sociedad y la economía, o en el progreso del conocimiento
mismo. (Drucker, 1993)
Dado que en el proceso productivo todo ser humano siendo parte de un Estado, tiene
derechos y a su vez obligaciones, por un lado, es la institución educativa la que promueve
el desarrollo del conocimiento, y por otro lado es el individuo responsable de sintetizar
este, para convertirlo en una especialidad, un conocimiento determinado a partir de una
disciplina que fundamente su utilización en un campo en el cual se pueda generar una
nueva estructura dentro de la sociedad del conocimiento.
La percepción del conocimiento fraguado a partir de la educación con el modelo que
conocemos se debe reinterpretar, el establecimiento de estrictas estructuras que no
permiten la apertura del pensamiento y la reflexión de la realidad. En el País de los Ciegos,

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se puede ver como la interpretación de la realidad distorsiona y limita la visión periférica


que se debe poseer.
En el Informe de Competitividad 2017-2018 se esboza una fractura interna dentro de la
metodología llevada a cabo en cuestión de educación, donde existen deficiencias en temas
de cobertura, calidad y deserción en todos los niveles educativos, empezando por la
educación inicial, primaria, secundaria y media, y terciaria. Esto coloca a Colombia como
uno de los países con mayor trabajo por hacer en la región. Pero la inversión en educación
no solo hace parte del desarrollo de capital humano de la nación, sino que, a su vez, este
parámetro adelanta el progreso de la productividad. Es punto fundamental en el cual, por
primera vez en la historia, los recursos destinados a la educación superaron a los de
defensa. Según datos del ministerio de hacienda de Colombia, en 2018 se invertirán 37.4
billones (15.9% PIB) en educación y para defensa 31.6 billones (13.4% PIB) del
presupuesto de la nación 235.6 billones.
La cobertura neta en educación inicial en Colombia es del 55.5%, OCDE (83%) y
América Latina (65.1%), (Consejo Privado de Competitividad y Universidad de los
Andes., 2017-2018) pero no solo la cobertura es un parámetro de mejora para este rubro,
la capacitación de los profesores en esta etapa no es significativa, lo que limita el
progreso. Pero así, es como se llega al punto de las políticas públicas de financiación
donde se garantice la cobertura total, y por otro lado es fundamental el sistema de calidad
con el fin mejorar las competencias de la planta de profesores, inherente a esto se incluye
que la calidad de la educación impartida se rija por parámetros de altos estándares que
determine el comportamiento y se evalúen los resultados obtenidos.
En la etapa de educación primaria (83.9%), secundaria (71.1%) y media (41.4), la
cobertura como el índice primario de medición muestra cierta mejora, pero todavía en
posiciones de las más bajas con respecto a los países de la región, dándose el más crítico
en la etapa media, situándonos en puesto 12 de 12, según datos de la Unesco y
Mineducación. En cuanto a calidad ha existido una mejora según el índice sintético de
calidad educativa (ISCE), el cual se mide a través de los puntajes de las pruebas Saber.
(Consejo Privado de Competitividad y Universidad de los Andes., 2017-2018)
Parte del problema de la educación en el país se da a raíz de las limitaciones económicas
dado por lo bajos ingresos de las familias, esto conlleva al trabajo infantil y la deserción
de las aulas de clase, y como lo superpone el CPC (Consejo Privado de Competitividad),
iniciativas como el Programa De Alimentación Escolar (PAE) son fundamentales. En la
medida que se pueda fortalecer el valor de la educación mediante el acompañamiento de
personal en la secundaria y media, para fomentar el interés, los beneficios que esto
conlleva, y la probabilidad de superar el nivel de calidad de vida, serán un paso
trascendental para mejorar el sistema educativo.
En todo caso y como lo describe el CPC en el Informe de competitividad 2017-2018,
también debe existir un currículo nacional, donde se incluya la presencia de la tecnología
y trae a relevancia una disciplina que en la actualidad agrupa, la ciencia, tecnología,
ingeniería y matemáticas, esto indudablemente es un idea imprescindible, pero, si
llevamos esto a la realidad de las regiones apartadas e inclusive no yéndonos tan lejos, es
un parámetro casi imposible de implementar, no solo porque en este momento la
educación en las grandes ciudades es totalmente diversificada y estratificada, y por tanto

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para llevar esto a cabo, se debería plantear en primera medida un paso a paso para poder
llegar a ese punto. De seguro en alguna región del Choco, afectada por la violencia y la
pobreza externa, les será muy difícil evolucionar en algún proceso tecnológico si no se
cuentan con políticas a nivel Meso.
Para el 2017, según la Unesco y Mineducación, la cobertura en la educación terciaria era
de 49%, siendo Chile el mejor de la región con un 89% superando así el nivel de la OCDE,
y en cuanto a deserción se describe con una tendencia progresiva en la medida que se
avanza en los estudios, ya en calidad tan solo el 14.9% de los programas de pregrado y
14.5% de las instituciones educativas tienen una certificación con alta calidad.
La capacidad de desarrollo de la competitividad que se pueda dar hacia el mejoramiento
del sistema educativo en Colombia se debe dar desde un nivel Meso, donde la política
educacional se construya a partir de la formación dinámica de estructuras determinadas a
la inversión del capital humano donde la investigación y el desarrollo se abra las puertas
en la cohesión de las instituciones privadas y públicas, y fortaleciendo la presencia del
Estado en todo el territorio. En este punto se puede a su vez hablar de la descentralización
organizada y controlada, esto con el fin de generar autonomía a las regiones, pero ante
todo este proceso delegación de la responsabilidad no significa que el Estado no sea la
cabeza y direccionador de las políticas. Debe existir una integración de todos los sectores
sociales, desde el gobierno y comunidades, como entidades financieras, empresarios, y
academia.
Si la educación es un pilar de competitividad, ¿Qué podemos decir de la ciencia, la
tecnología y la innovación? Esto dice el CPC en su informe de competitividad 2017-2018
“En Colombia, los avances en términos de inversiones y resultados en CTI (Ciencia,
tecnología e innovación) son mediocres”, y es que los países que han logrado un avance
notorio en desarrollo productivo han hecho de CTI la herramienta directa donde existe
una articulación con un objetivo claro, donde se fomenta la I+D (Investigación +
Desarrollo) y por ejemplo en Alemania se da a partir de apoyo directo a proyectos de I+D
e indirecto con la desgravación fiscal y subsidios de gasto de personal al sector privado.
La tendencia del sector público por energizar la inversión en CTI ha venido en aumento
(Consejo Privado de Competitividad y Universidad de los Andes., 2017-2018), para el
año 2016 se ubicaba en un 48%, mientras que en el año 2012 era de tan solo el 27% de
PIB, teniendo en cuenta que la inversión sigue siendo menor del 1% PIB. En 2016 para
actividades de ciencia, tecnología e innovación (ACTI) era de menos del 0.8% y de 0.6%
para I+D, esto indudablemente representa un rezago marcado si se quieren alcanzar
estándares que sean beneficiosos para el desarrollo.
Si la innovación es un punto de partida del desarrollo económico, y las empresas mediante
su organización pueden contribuir, lo necesario en este punto es crear redes de
colaboración e integración, para complementar un plan de competitividad estructural,
pero asimismo es necesario que la sociedad se integre a nivel Meta en una estrategia
encaminada a la vinculación entre la economía industrial, la teoría de la innovación y la
sociología industrial (Esser, Hillebrand, Messner, & Meyer-Stamer, 1996).
A nivel Macro se requiere una configuración de condiciones o exigencias de metas de
rendimiento que son fundamentadas en la eficiencia del sector empresarial, pero es, a este

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mismo nivel donde la asignación de recursos puede asegurar políticas de gasto público en
la implementación de CTI como parte fundamental en progreso productivo.
Para denotar algunas de las graves falencias en cuanto innovación, encontramos que en
el periodo de 2013-2014 un poco más del 60% de las empresas de servicios y de
manufacturas son nulamente innovadoras, y las potencialmente innovadoras no son un
porcentaje significativo (Consejo Privado de Competitividad y Universidad de los
Andes., 2017-2018), y parte de las razones que justifican este estancamiento son la falta
de recursos, financiación y apoyo por parte de instituciones públicas.
En este caso y para todo lo que describe el CPC, son las políticas de inversión y control,
las que definan la proyección de la innovación.
Tratando de interpretar todo este reporte de competitividad, existe un elemento en común
que se evidencia en todos los sectores y es que poseemos inconvenientes de fondo, pero
que en ultimas todo conlleva al individualismo en nuestra sociedad, hablamos de crear
estructuras de redes de colaboración, redes de competencia y coordinación horizontal
autónoma, pero ¿Cómo lograrlo en país donde no existe el respeto por el otro, por el bien
común, por los recursos naturales? Hablamos de crear una confianza generalizada en una
sociedad donde nadie confía en nadie.
La selectividad de nuevas industrias dinámicas, en las cuales se identifiquen núcleos con
emprendedores poseedores de potencial de desarrollo capaces de sustituir el boom de los
commodities, es una idea innovadora o demasiado liberal para nuestro país, que se ha
dedicado años y décadas enteras en la extracción de los recursos naturales, y ahora se
encamina al aumento de la producción petrolífera mediante procesos de extracción no
convencionales como el fracking, esto no solo representa un daño ambiental, sino que
además cultiva la dependencia de la economía nacional a la explotación de recursos.
A nivel micro la tarea es monumental, las empresas nacionales enfrentan desafíos de
globalización, aumento en el número de competidores, diferenciación en términos de la
demanda y acortamiento en ciclos de producción, lo cual debe conllevar a la
implementación radical de procesos innovadores. (Esser, Hillebrand, Messner, & Meyer-
Stamer, 1996). En tanto, el aumento de la eficiencia, la calidad y la velocidad de reacción
a los mercados se debe basar en una organización de la producción, y del desarrollo
productivo, esto se da a razón de la separación en la línea de producción entre el
desarrollo, producción y comercialización o current engineering. (Esser, Hillebrand,
Messner, & Meyer-Stamer, 1996)
Ante las políticas de competitividad, se enfrentan dos retos para su implementación, el
cual son diametralmente opuestos, el primero es el intervencionismo con características
de dirigismo y el segundo laiseez-faire, (Esser, Hillebrand, Messner, & Meyer-Stamer,
1996) de tal forma que la conjunción de estos proceda con el funcionamiento económico.
En muchos casos esto puede generar una demanda de competencia que estimulan la
desregulación, privatización de las empresas y apoyo financiero externo o inversión
extranjera.
En el transcurso de este documento hemos analizado lo que parecería ser un modelo ideal
y de medidas necesarias para alcanzar niveles de competitividad efectivos, en un sentido
contradictorio a estas ideas de desarrollo productivo debemos debatir estas aplicado al

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caso nacional. Una de las propuestas analizadas es la de desregulación y privatización, en


la crisis económica dada entre 2001 a 2007, Islandia fue uno de los países victimas de
este proceso sistemático de liberación de mercado, en un principio tres de los principales
bancos que nunca habían tenido operación extranjera fueron privatizados y se dio una
apertura de la explotación de los recursos naturales, ellos eran una nación estable y
poseían estándares de calidad altos. (Ferguson, 2010)
Por la situación económica en la que se encontraban nadie pensaría que debían afrontar
un riesgo financiero de su economía, pero lo hicieron, y fue donde la ausencia del control
de una política de liberación condujo a una crisis financiera interna.
Así, como el conocimiento puede ser usado en pro del beneficio común, también puede
ser usado para el beneficio de unos pocos, y lo podemos ver en el comportamiento del
sistema financiero en EE.UU. durante la crisis económica. Todo parte de una
desregulación que durante 30 años dio frutos y donde las inversiones de riesgo cada vez
se hacían más tolerables, donde el capital de inversión provenía del ahorro de los
contribuyentes. (Ferguson, 2010)
Indudablemente, la desregulación en el sistema financiero estadounidense no ha traído
beneficios para sus contribuyentes, todo lo contrario, ya para el 2001 el boom de las
compañías de internet mostraba indicios de un manejo corrupto del mercado de acciones.
Pero los que si se han visto beneficiados son las entidades bancarias, quienes han buscado
monopolizar y concentrar la mayoría del poder, no solo de la economía, sino del sistema
político y social de la nación anglosajona.
La innovación financiera ha llegado en los años 90 para quedarse y usar todo el potencial
conocimiento para implementarlo en el control de la legislación que fortaleció la
desregulación y la evasión de impuesto para las entidades financieras. Pero
afortunadamente el “sueño americano” se reinvento fortalecido en la forma de la deuda
del contribuyente para lograr ser parte de la nación más poderosa del mundo.
Estas deudas se convirtieron en el combustible de una cadena de titulación, donde los
prestamistas vendían a los bancos inversores todo tipo de crédito, y que a su vez eran
vendidos a inversores, estos créditos eran agrupados en los llamados CDO´s
(Collateralized Debt Obligation) o derivados, este movimiento de creación de los CDO´s
se daba en los bancos de inversión, donde tenían como objetivo a los fondos de retiro que
tenían condicionamientos de inversión para títulos derivados con calificación AAA.
(Ferguson, 2010)
El control de la desregulación en un sistema donde no tiene independencia y es controlado
por los actores que están directamente relacionados, lo único que desencadena es a un
complot de corrupción que ya para la época suponía que las aseguradoras de riesgo
vendían un tipo de póliza de seguro “permuta de incumplimiento crediticio”, estas eran
tomadas por los inversores de CDO´s con el fin de asegurar la inversión en caso de
perdida, pero el nivel de desregulación era tal, que las aseguradores no eran obligadas a
guardar parte de la ingreso para cubrir potenciales deudas (Ferguson, 2010). En este punto
ya entra otro actor a este juego de apuestas, y eran los especuladores, los cuales también
tenían la posibilidad de comprar las permutas para aposta por el fracaso de estas primas.

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En otras palabras, eran apostadores de apuestas de otras apuestas (Gardner, Kleiner,


Milchan, & Pitt, 2015).
En Colombia, no solo hemos sufrido los estragos de la corrupción, en el sector privado y
público, solo por nombrar diferentes casos y de los mas recientes, tenemos la construcción
de la refinería de Cartagena donde se perdieron 17 billones de pesos y es el desfalco a la
nación mas grande del siglo, [El Espectador] (25/08/2018). Así lo roban en Colombia y
usted ni cuenta se da | Hagamos Memoria [Archivo de Video]. Recuperado de
https://www.youtube.com/watch?v=DQ5ZP3yRTG4, también podemos encontrar el
caso de Interbolsa (340.000 millones), Saludcoop (1.4 billones), cartel de contratación en
Bogotá (2 billones) y la lista continua. Pero existe uno que abarcó niveles transnacionales,
y que impregno a los mas altos cargos de gobiernos en Latinoamérica y es el de
Odebrecht, quienes pagaban millonarios sobornos que en Colombia alcanzaron los 11
millones de dólares. (Consejo Privado de Competitividad y Universidad de los Andes.,
2017-2018)
Para Transparencia Internacional, Colombia (37) tampoco muestra un comportamiento
positivo comparado con América Latina (37.4) y la OCDE (69) (Consejo Privado de
Competitividad y Universidad de los Andes., 2017-2018), y dada que la baja probabilidad
de que se descubra este tipo de delitos sea casi nula, entonces nos preguntamos: ¿Qué
podemos hacer? ¿Cómo combatir la corrupción? En esto tardaremos años, décadas y
posiblemente generaciones hasta tanto se pueda integrar un proyecto en el cual su objetivo
sea valorar los recursos públicos, pero ¿Dónde partir? Al parecer todo se convierte en un
problema de liderazgo que implica “ejemplo”, en la medida que las instituciones publicas
y privadas no rechacen el uso de la corrupción, será extremadamente complejo eliminar
una falencia de 50 billones al año en el país. Pero parte del la solución y el problema es
la “congruencia”, este termino que nos conlleva a determinar lo que dicen las instituciones
y los individuos, o que profesan pero que no son coherentes con sus acciones.
En ese punto, sí el lema de un gobierno es “cero tolerancias con la corrupción”, pero a
reelegirse con apoyo del narcotráfico o soborna a congresistas o modifica la constitución,
no es coherente con su ideología, por tanto, esto se traducen en descontento social,
generando así la cultura del “todo vale”, mientras el beneficio sea propio, en definitiva,
no será muy importante como “yo” afecte mi entorno socioeconómico y político.
Debemos reforzar la implementación de alternativas para la industrialización del país, la
agricultura tecnificada y el uso productivo de la tierra, puede ser una opción en donde la
dependencia económica no se base en la exportación de petróleo y gas, indiscutiblemente
no podemos dar la espalda a un sector innovador que ha perfeccionado su tecnología a
partir de los recursos de inversión en I+D. No por nada, Ecopetrol, la empresa con USD
19.4 B en ventas y la no. 300 en el mundo, Forbes (2018) The World’s Largest Public
Companies, trabaja en el sector de extracción de crudo.
Las energías alternativas son una apertura determinada del conocimiento, y en definitiva
es para donde se dirigen los países industrializados, y Colombia no puede negar la
realidad de un problema como lo es el cambio climático, hoy ya vemos los estragos de
los excesos de una sociedad de consumo, hoy los recursos que poseemos tienen que ser
optimizados en una distribución horizontal en pro de construir una sociedad mas
igualitaria, y como todo proceso de cambio requiere de planificación y ejecución.

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Hoy vemos con admiración a todos los países desarrollados, su avance tecnológico, su
progreso social y estándares de vida, sus niveles de corrupción, sus economías estables,
y muchos otros índices que se pueden medir. Hoy y como parte del cambio social que
enfrentamos, tenemos la obligación de ser parte del proceso, no podemos limitar la
apertura de nuestras acciones a simplificar el progreso a el éxito como individuo. Hoy
tenemos la responsabilidad de crear país, para que el recurso público se transforme en
progreso.
El domingo pasado (26 de agosto de 2018) alrededor de 11.600.000 personas, votaron
una consulta popular, que exigía al estado compromiso con las políticas que combatan la
corrupción. Por una lado, se puede entender la exigencia para que los recursos públicos
sean una prioridad, que las entidades de control ejerzan su función y sean respaldados
para impedir que el gasto público no se convierta en el uso indebido de los recursos y por
otro lado, un país indiferente que básicamente no puede entender que mediante el voto,
que es una de las pocas herramienta democráticas que tiene el ciudadano, no hay uso de
él, lo podemos justificar dentro de un parámetro en el cual toda una historia nos ha
enseñado que el voto no es efectivo. Pero la contraparte de es que la unión de millones de
votos si pueden tener un efecto positivo dentro de un proceso desarrollo productivo.
La organización de la sociedad para generar conocimiento es trascendental, dado que un
proceso en el cual existe la gestión es capaz de construir un sistema progresivo, debemos
exigir fundamental progreso a nivel Micro, la construcción de redes que transformen el
poder solitario y aislado de un empresario, a conglomerados empresariales competitivos,
en el cual tengan capacidad de inversión, y un brazo fortalecido para requerir inversión
del la banca y apoyo estatal.
Las metas planteadas tienen que ser ambiciosas, no podemos construir un proyecto
productivo, si no establecemos un sistema calidad competitivo, esto incluye el
sometimiento a la evaluación y exigencia de resultados, esto se debe dar en todos lo
niveles del estado. Es una prioridad extender el alcance del sector privado en los procesos
de innovación, esto compartido con el sector público, pero fundamentalmente se debe
conectar la academia con el sector empresarial.
Para finalizar, podemos establecer un camino a un desarrollo productivo y competitivo,
siempre y cuando, exista una cohesión del estado, no podemos y no podremos construir
una sociedad basada en conocimiento, si no consideramos la apertura del país a la
educación, innovación y tecnología, es la ruta trazada de una economía productiva. Esta
claro que las políticas a nivel Meso, Micro, Macro y Meta deben estar dirigidas al
desarrollo de organización que se gestionen a través del conocimiento.

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Lista de Referencias

Consejo Privado de Competitividad y Universidad de los Andes. (2017-2018). Informe


Nacional de Competitividad 2017-2018.
Drucker, P. (1993). La Sociedad Postcapitalista.
Espectador. (2018). Así lo roban en Colombia y usted ni cuenta se da | Hagamos
Memoria. Obtenido de YouTube:
https://www.youtube.com/watch?v=DQ5ZP3yRTG4,
Esser, K., Hillebrand, W., Messner, D., & Meyer-Stamer, J. (1996). Competitividad
sistèmica: nuevo desafio para las empresas y la politica. Revista de la Cepal 59,
40.
Ferguson, C. (Dirección). (2010). Inside Job [Película].
Forbes. (6 de Junio de 2018). The World’s Largest Public Companies. Obtenido de
https://www.forbes.com/global2000/#5915986f335d.
Gardner, D., Kleiner, J., Milchan, A., Pitt, B. (Productores), & McKay, A. (Dirección).
(2015). The Big Short [Película]. United States.
Pérez, C. (2001). Cambio tecnológico y oportunidades de desarrollo como blanco movil.
Revista de la Cepal.

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