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ACTUACIÓN ANTE
SINIESTROS VIALES
Propuesta para una guía homogénea de
intervención
Versión 3.2
Marzo 2015
Esta guía pretende ser un documento de consenso que permita instalar un marco general de
actuación, y ofrezca garantías de calidad en la asistencia a los afectados en los siniestros de
tránsito, en la información, coordinación y gestión de la emergencia.
CONTENIDO
Introducción: 5
1. Planteo general del proyecto 9
2. Procedimiento General 19
3. Gestión de la llamada 20
4. Actuación ante llamada de siniestro de tránsito 32
5. Servicios de Emergencias Médicas (SEM) y actuaciones: 34
6. Comunicación con las fuerzas de Seguridad. 38
7. Procedimientos operativos para la investigación sobre
siniestros viales 45
8. Protocolo básico para la investigación de siniestros viales 49
9. Capacitación para la atención en siniestros de tránsito 67
10. Recursos materiales no sanitarios, necesarios para la
intervención en siniestros viales 74
11. Red de recursos sanitarios necesarios 76
12. Propuestas sobre los recursos necesarios para atención a los
siniestros de tránsito 82
13. Procedimientos operativos y asistenciales en la atención
sanitaria a las víctimas de tránsito en el lugar del hecho 88
14. Fase de asistencia sanitaria 99
15. Red de información compartida: registros 128
16. Propuesta de recogida de información: Registro de los
servicios de emergencia médicos 132
17. Indicadores de efectividad de los servicios de emergencias en
los siniestros de tránsito 135
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Introducción:
En el marco del Proyecto de Seguridad Vial BIRF 7861 de la Agencia Nacional de Seguridad Vial de
la República Argentina, se establece como un objetivo estratégico del Componente 1.3 la
elaboración interdisciplinaria de un Protocolo de Actuación ante Siniestros Viales.
En este contexto la ANSV ha iniciado el desarrollo del mismo mediante la elaboración de una guía
que se trabaja a partir del consenso entre los diferentes actores involucrados.
Los cambios producidos en la última década, tales como el aumento de la población y de acceso a
los vehículos, el incremento del parque automotor (no necesariamente acompañado por el
desarrollo de adecuaciones en infraestructura) y el comportamiento humano no responsable, son
las principales causas de los siniestros viales. Este flagelo es, a escala mundial, la segunda causa
más importante de mortalidad entre los 5 y los 29 años de edad, y la tercera causa de mortalidad
en personas de entre 30 y 44 años. Los siniestros de tránsito matan en el mundo a 1,2 millones de
personas al año y causan lesiones traumáticas de diversa gravedad y diferentes grados de
discapacidad a otros 50 millones de personas. Si no se adoptan de inmediato medidas para
mejorar la seguridad vial, en el año 2020 las muertes por siniestros de tránsito habrán aumentado
en un 80% en los países con un nivel de renta entre bajo y medio.
En Argentina mueren por siniestros de tránsito más de cinco mil personas por año. Sin embargo,
en la actualidad el gran incremento del parque automotor, en el que se calcula una circulación
cercana a los 10 millones de vehículos, sumado a la dificultad que representa lograr la
modificación del comportamiento humano en relación a la prevención, hace que se deban
redoblar los esfuerzos en todas las acciones que hacen al Control y a la Fiscalización de la
seguridad vial.
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La mayoría de los estudios sobre siniestralidad vial se han centrado en la cuantificación de los
mismos, a través de la identificación de los factores que más frecuentemente los ocasionan y de
las consecuencias y pérdidas que provocan. Sin embargo las secuelas de los siniestros viales van
mucho más allá de una cuestión cuantitativa. El interés del presente Protocolo de procedimiento
es tomar en cuenta a la totalidad de las víctimas, ampliando la mirada hacia los familiares, que si
bien no han sufrido el daño de forma directa en sus cuerpos, son quienes deben afrontar el “día
después”. Es por esto que resulta indispensable plantear un enfoque integral e interdisciplinario,
para intervenir de manera eficiente, eficaz, rápida y personalizada, identificando las múltiples
esferas que constituyen la identidad de los siniestrados y sus familias.
En las últimas décadas los siniestros de tránsito se han convertido en uno de los problemas más
preocupantes por las consecuencias que origina en mortalidad, morbilidad, secuelas y costos
económicos y sociales.
De acuerdo a los estudios realizados, se supone que en la mayoría de los casos los siniestros
ocurren debido al mal comportamiento de los conductores, lo cual representa más del 60% de los
siniestros de tránsito. Esto se atribuye al consumo de bebidas alcohólicas, al exceso de velocidad,
la inexperiencia y la baja percepción del riesgo. Otros factores que contribuyen a las condiciones
de la seguridad vial podrían asociarse a la infraestructura del transporte, el diseño y estado de los
caminos y el estado de la señalización, entre otros.
Mientras la seguridad vial ha sido identificada como un problema más durante muchos años,
recientemente se han tomado medidas para abordar la cuestión con una estrategia más
institucionalizada.
El objetivo que ha propuesto la Presidenta de la Nación es reducir en cinco años el 50% en las
muertes de tránsito en Argentina y el instrumento primordial para alcanzar este objetivo es la
creación mediante Ley N° 26.363 de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) en la órbita del
Ministerio del Interior y Transporte de la Nación.
La misión de la ANSV, como organismo descentralizado en el ámbito del Ministerio del Interior y
Transporte, con autarquía económico/ financiera, personería jurídica propia y plena capacidad en
los ámbitos tanto del derecho público como del privado, es reducir la tasa de siniestralidad en el
territorio nacional a través de la promoción, coordinación, control y el seguimiento de las políticas
de seguridad vial, nacionales e internacionales.
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El impacto de este problema exige un abordaje global basado en la prevención eficaz y puesta en
juego de esfuerzos concertados1. Por lo tanto es necesario:
Esto supone, por un lado, realizar acciones para disminuir el número tan elevado de siniestros de
tránsito que se producen anualmente; y por otro, una vez producidos, mejorar la rapidez y la
calidad de la intervención inicial. Por lo tanto resulta de vital importancia que en la atención del
siniestro de tránsito, todos los esfuerzos se encaminen hacia la consecución de los siguientes
objetivos:
Lograr una intervención coordinada, eficiente y rápida siguiendo los pasos establecidos en
el protocolo de procedimiento.
Garantizar que el lugar del hecho mantenga intactas las condiciones en las que sucedió el
siniestro vial.
Recabar toda la información que se pueda obtener en el lugar del hecho.
Enviar la información a los organismos que corresponda.
Limitar la gravedad del traumatismo y del sufrimiento que ocasiona.
Prevenir las muertes y evitar las discapacidades.
Lograr una óptima evolución de los supervivientes y su reintegración a la sociedad.
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Peden M. et. Al. Eds. The World report on road traffic injury prevention. Ginebra, Organización Mundial de la Salud. 2004.
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Si en algo pueden colaborar los diferentes agentes implicados en la detección del siniestro de
tránsito y posterior intervención es en mejorar la calidad prestada y los tiempos de respuesta. Esto
tiene su base en el concepto de “Hora de Oro”. Un concepto que se debe al insigne Dr. Adams
Crowley, cirujano, militar y director del importante Centro de Atención al Shock traumático de
Maryland. Decía el Dr. Crowley “Hay una hora de oro entre la vida y la muerte. Si estás gravemente
lesionado, tienes menos de 60 minutos para sobrevivir. Puedes no morir entonces, pero lo puedes
hacer tres días o dos semanas después, porque algo ha ocurrido en tu cuerpo que es irreparable”.
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1. Planteo general del proyecto
El objeto de este documento es establecer las formas básicas generales para la adecuada atención
de los siniestros viales que ocurren en la vía pública, con el fin de garantizar que los organismos
involucrados en el tránsito y la seguridad vial, posean los conocimientos específicos y las
habilidades necesarias tendientes a optimizar su desempeño frente a situaciones de emergencia,
accionar los recursos y, de esta manera, contribuir a salvar vidas y reducir los daños a la
propiedad.
Adicionalmente existe un objetivo asociado, que consiste en mantener el tránsito en un marco de
orden y control, en torno al lugar donde se ha producido la emergencia. De esta manera, se logra
aumentar la seguridad en la circulación del resto de los vehículos y disminuir la probabilidad de
que ocurran problemas secundarios en la zona afectada por el siniestro vial.
Así mismo, resulta de vital importancia:
Disminuir el tiempo de comunicación de emergencias entre la Base Operativa de
Coordinación Integral y los agentes a intervenir.
Responder con una intervención adecuada, de manera rápida, eficiente y segura.
Reducir el riesgo de los que se ven involucrados en la atención de las emergencias
(vehículos policiales, servicios médicos, etc.).
El presente protocolo es aplicable a todos los hechos de siniestralidad vial producidos en la vía
pública.
Establecer una Guía de Procedimientos, con el fin de mejorar el proceso de prestación inicial en la
atención de los siniestros de tránsito por parte de todos los implicados.
Esta Guía pretende ser un documento de consenso que permita instituir un marco general de
actuación, y ofrezca garantías de calidad en la información, coordinación, gestión y asistencia a los
afectados en los siniestros de tránsito. Es a este escenario ideal al que deben tender los actores
involucrados en la asistencia e intervención, consiguiendo de esa manera la mejora global de la
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atención a los damnificados. Desde esta perspectiva interdisciplinaria, se puede establecer una
intervención en la que se diferencian al menos tres ejes:
a. Fuerzas de seguridad.
b. De asistencia sanitaria.
c. Legal o judicial.
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vial que integre los datos de la evolución de los siniestros de tránsito y de las
características contextuales del hecho.
Describir la red hospitalaria existente para dar respuesta coordinada y óptima a los casos
atendidos según especialidad y ubicación geográfica.
Proponer acciones de capacitación para los actores intervinientes en siniestros viales
teniendo en cuenta las diferentes especificidades profesionales.
Proponer medidas de educación a la población en lo relativo a cómo intervenir ante un
siniestrado de tránsito, según el protocolo oficial de actuación.
Capacitar al personal de respuesta sanitaria, de los SEM (Servicios de Emergencias
Médicas) en atención inicial del politraumatizado, en fase prehospitalaria, incluidos los
enfermeros, camilleros, choferes de los móviles y, en cuanto a traslado seguro, técnicas de
traslado, acercamiento a la escena. etc.
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1.3 Ámbitos de Aplicación
Este documento ofrece una serie de herramientas para fortalecer, optimizar y coordinar las
funciones y responsabilidades de los principales actores involucrados en la atención de
emergencias producidas por siniestros ocurridos en la vía pública.
Para ello y como pauta central se fijan diferentes “Niveles de gravedad”, y se determinan los
procedimientos y acciones a realizar por los actores durante el proceso de gestión.
Este Manual de Procedimientos está integrado básicamente por:
Procedimientos generales: Cubren aspectos comunes a todo hecho de cierta gravedad
ocurrido en la vía pública, referido a la intervención que le corresponde al personal
involucrado según sus incumbencias (seguridad, médico y judicial).
Procedimientos particulares: Se refieren con mayor detalle a las acciones y
responsabilidades que les corresponden a los diferentes actores durante la intervención
en un siniestro o emergencia.
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1.4 Organismos Involucrados.
El caso Argentino.
AREA DE SEGURIDAD: Se incluyen aquí a las fuerzas de Gendarmería Nacional, Policía Federal,
Policías Provinciales, Defensa Civil, Cuerpo de Bomberos, quienes, en cumplimiento de
obligaciones que le son propias, deben constituirse en el lugar.
AREA DE SALUD: A través de los SERVICIOS DE EMERGENCIAS MÉDICAS (SEM) hace referencia al
personal de respuesta sanitaria, en atención inicial del politraumatizado, en fase prehospitalaria.
También al equipo enfermero, camillero, chofer del móvil, etc.
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1.5 Glosario y Definiciones Básicas
Acciones preventivas: Se trata de las acciones primarias de atenuación de riesgos, que resultan
posibles de realizar por el operador de seguridad vial que tome contacto en primera instancia con
el siniestro, según los criterios establecidos por la ANSV.
Actor involucrado: Partícipe del sistema de gestión de siniestros con responsabilidad directa en
alguna de las acciones comprendidas. Los actores podrán ser, básicamente de los ámbitos de:
> Judicial: abarca a los peritos que deben establecer las características contextuales del siniestro
de tránsito (médico, legista, perito ingeniero vial).
Evaluación del Riesgo: Es el proceso mediante el cual se evalúan las alternativas, y se selecciona el
procedimiento más apropiado integrando los resultados de la evaluación del riesgo con los datos
recabados por el personal de seguridad, los peritos judiciales y los profesionales sanitarios.
Gestión de siniestros de tránsito: Son las actividades dirigidas a atenuar y controlar el efecto de
los hechos de tránsito. Se trata de restaurar las condiciones de seguridad y la capacidad de calzada
en el sitio del incidente, minimizando la duración del evento así como las molestias y riesgos que
este genera. La gama de actividades comprende acciones de detección, respuesta, remoción,
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ordenamiento del tránsito y restauración de los recursos afectados y el suministro de información
adecuada a los usuarios. En caso de siniestros con víctimas, comprende su auxilio y evacuación.
Requiere el empleo coordinado y planificado con antelación, de los recursos humanos y técnicos
necesarios para restablecer la capacidad de calzada, controlar la circulación, proveer los servicios
de emergencias que correspondan, realizar la restauración de los recursos afectados para
proporcionar información a los usuarios hasta que es subsanada la alteración y atendidas sus
consecuencias.
Información general: Activación de los diversos medios disponibles para comunicar a los
ciudadanos, en su carácter de conductores, peatones, ciclistas, etc., las acciones que deben
realizar ante siniestros de tránsito.
Intruso: Persona física cuya presencia dentro del área afectada no se encuentra habilitada y que
podría generar una condición de riesgo para sí mismo y los presentes en el lugar del hecho.
Material peligroso: Sustancia o energía que, por sus características fisicoquímicas, es capaz de
producir un riesgo a la salud, a la seguridad y/o a la propiedad cuando es liberada. Se deberá tener
en cuenta que, además de ser peligroso en sí mismo, se puede potenciar el riesgo si el material
entra en contacto con otras sustancias o energías, aumentando así su peligrosidad.
Niebla: suspensión de muy pequeñas gotas de agua en el aire, que generalmente reducen la
visibilidad horizontal en superficie, a menos de 1.000 metros.
Ordenamiento del tránsito: Aplicación de medidas de control del tránsito en la zona del sitio del
siniestro de tránsito, que incluyen: cierre y apertura de carriles, selección y operación de caminos
alternativos o desvíos, balizado de vehículos detenidos y estacionamiento de móviles de
emergencias y acciones destinadas a proporcionar seguridad a las víctimas de siniestros de
tránsito, conductores y personal de emergencias.
Peligro: Una circunstancia o condición que puede ser dañina. Los peligros se clasifican en cuatro
grupos: biológicos, químicos, de radiación y físicos.
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Peligro ambiental: Una condición capaz de presentar un riesgo al medio ambiente, a las personas
y/o a bienes materiales.
Peligroso: Aquello capaz de presentar un riesgo real a la salud y la seguridad. Capaz de producir
daños de distinta consideración.
Prioridad: Caracterización utilizada por los operadores de la Base Operativa para comunicar a los
móviles de servicio, con el objeto que el personal a cargo acorte su tiempo de intervención.
Remoción Inmediata: Acciones tomadas para prevenir o mitigar riesgos inmediatos y significativos
a la vida y salud humana o al medio ambiente.
Remoción Planificada: El retiro de los materiales peligrosos del medio para su adecuado
tratamiento y disposición.
Respuesta: Acción tendiente a realizar la intervención o proveer el servicio que corresponda, para
atender un incidente tan pronto como se tenga certeza razonable de estar frente a uno de ellos,
mediante la activación, coordinación, despacho y conducción del personal, equipos, líneas de
comunicación y medios de información a usuarios.
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Siniestro de tránsito: hecho de tránsito evitable, que implica una alteración en el estado normal
de las personas, elementos o funciones, con repercusiones negativas, con potencial para causar
lesiones o muerte en las personas y daños o perjuicios a bienes de los actores involucrados o de
terceros.
Tiempo de atención o servicio: Tiempo que transcurre desde que el móvil de emergencia arriba al
lugar del incidente hasta que queda disponible.
Tiempo de respuesta: Tiempo que transcurre desde que el Operador de la Base Operativa
involucrada atiende la llamada de aviso de incidente hasta que el móvil de servicio llega al lugar
del incidente.
Toxicidad: La habilidad de una sustancia para producir daños una vez que alcanzó un sitio
susceptible en las personas o en el medio ambiente.
Transporte de Contaminante: Una disposición de mecanismos por medio de la cual una sustancia
puede desplazarse hacia afuera de la localización inmediata del escape o descarga de la sustancia.
Por ejemplo, la contaminación del agua subterránea por la migración o desplazamiento de
desperdicios peligrosos de un terreno de relleno de desperdicios.
Usuario o Usuarios: La o las personas físicas que hagan uso de las zonas comprendidas en la
Concesión y Áreas de Servicios.
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Otros conceptos a tener en cuenta:
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2. Procedimiento General
2.1 Funciones de los Organismos Involucrados
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La Base Operativa de Coordinación Integral articula las acciones de los demás servicios
involucrados en la intervención de siniestros de tránsito, que son convocados según las
características de cada caso.
Centro coordinador sanitario
Servicios de emergencias Médicas. (SEM)
Cuerpos de rescate y extinción.
Servicios de seguridad vial y despeje del camino.
Servicio de policía para atención del tránsito.
Peritos (Judiciales, Ingenieros Viales, Médicos Legistas).
3. Gestión de la llamada:
En este capítulo se definen los modelos, funciones y procedimientos que deberían establecerse
con respecto a la gestión de la llamada para garantizar una respuesta adecuada al lesionado por
siniestro de tránsito (en adelante ST).
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3.1 Central de comunicaciones: Base Operativa de Coordinación Integral
Se considera así a aquel centro de recepción de llamadas de emergencia donde se gestionan las
solicitudes de ayuda o información relacionadas con los servicios de seguridad y emergencia
(policía, bomberos y emergencias médicas). Suele conformarse por un dispositivo
multidisciplinario que recepciona, gestiona y canaliza la información relativa al incidente hacia las
estructuras o servicios de respuesta específicos.
Con un perfil exclusivamente relacionado con la salud, dicho centro constituye una estructura en
la que se evalúa la demanda sanitaria que accede al sistema. En el mismo se toman decisiones en
cuanto a la respuesta sanitaria más adecuada.
Así, los conceptos que definen un centro coordinador sanitario, y que le diferencian del anterior,
se pueden resumir en los siguientes puntos:
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Comunicación e información del incidente a otros sectores implicados (cuerpos de
extinción y rescate, cuerpos y fuerzas de Seguridad, etc.).
Reorganización de las tareas en la Base Operativa de Coordinación Integral y ampliación de
recursos humanos, si es necesario.
Alerta a directivos de las organizaciones intervinientes.
Comunicación oficial del hecho y sus consecuencias
Finalización y cierre del hecho.
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3.4 Objetivos secundarios
Entre los procedimientos que deberían aplicarse para el logro de estos objetivos se destacan los
siguientes:
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Centro coordinador sanitario
Servicios de emergencias Médicas. (SEM)
Cuerpos de rescate y extinción.
Servicios de seguridad vial y gestión del tránsito.
Fuerzas de Seguridad.
Peritos (Judiciales, Ingenieros Viales, Médicos Legistas).
En base a los objetivos de los centros de gestión de llamadas descritos anteriormente, los centros
de coordinación de las distintas Instituciones, Provincias y Municipios, deberán dar respuesta a la
demanda asistencial con unos perfiles de puestos de trabajo orientados a las diferentes
funciones que a continuación se describen:
a. Operador
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c. Personal del Centro Coordinador Sanitario
Según la demanda (número y nivel de gravedad de los incidentes) y las actividades asumidas por
las diferentes salas de coordinación, se dotarán las estructuras de coordinación de los diferentes
perfiles profesionales en Salud: médico, enfermero y técnico de emergencias.
En ese sentido, es recomendable que sea coordinado por un médico con conocimientos de
emergentología.
d. Jefe de sala
e. Funciones y responsabilidades
• Recepción de la llamada
• Recolección de datos y clasificación
Operador • Movilización de recursos en automático en < de
2 minutos, o a demanda de la mesa
Sanitaria
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• Organización del trabajo en la sala de
operaciones según actividad
• Aseguramiento del cumplimiento de protocolos
y procedimientos
• Supervisión de la adecuada movilización de
Jefe Grupo de Operadores
recursos
• Control, seguimiento y supervisión general
de todos los recursos movilizados y
reorganización de los mismos
Se describe a continuación el proceso de gestión de una demanda emergente por un siniestro vial
con fases y procedimientos que lo integran.
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a. Procedimiento de interrogatorio del operador
En ese sentido, se considera como Reporte de la llamada, a aquella aplicación que integra la
llamada telefónica del demandante en el sistema informático de gestión, de tal forma que cada
llamada entrante genera informáticamente un formulario con los datos fundamentales del
incidente: teléfono del demandante o alertante, dirección del suceso, breve descripción del suceso
y circunstancias, etc.
Tras la recepción de la llamada y la identificación de la existencia de un siniestro de tránsito, el
operador tipificará el incidente como tal. Es entonces cuando dicho operador de demanda, y en
base a protocolos establecidos, realiza el interrogatorio que se detalla más adelante, pasando a
continuación la llamada de voz y datos al Centro Coordinador Sanitario, que dispondrá de estos
datos en línea y será el encargado de una valoración más precisa, que posibilite la movilización de
los recursos sanitario. A continuación deberá desencadenar de forma primaria, en determinados
supuestos confirmados y con protocolos establecidos, la activación de alarmas para los cuerpos de
rescate y extinción, servicios de seguridad vial y gestión del tránsito, fuerzas de seguridad y
Ministerio Público de Justicia.
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o ¿En qué lugar exacto? carretera, punto kilométrico, sentido, accesos.
o Tipo de siniestro (Datos de biomecánica).
o Nº aproximado de víctimas.
o Estado de las víctimas. Estimación de gravedad.
o Existencia de víctimas accesibles, atrapadas, etc.
o ¿Hay otros peligros añadidos? (incendio, mercancías peligrosas, etc).
o El vehículo y lugar ¿Están seguros?
Este documento informático (historia del incidente) constituye una base de información de gran
importancia tanto desde el punto de vista estadístico, de investigación, técnico, y legal dentro de
los servicios, siendo así mismo esencial para obtener algunos de los indicadores fundamentales del
panel de control de los servicios de emergencias.
Se recomiendan, desde nuestro punto de vista, unos criterios de calidad mínimos en la gestión
de la llamada procedente de un demandante de asistencia por siniestros de tránsito, por parte
del operador de comunicaciones.
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Confirmación del número de heridos, características y riesgos añadidos (mercancías
peligrosas, incendio, etc.).
Confirmación del mecanismo de producción para orientar a la biomecánica de las lesiones.
Estado de los heridos:
o Inconscientes, conscientes (orientación, etc.).
o Respuesta a estímulos.
o Posición de las víctimas.
o Existencia de heridas sangrantes.
o Portadores de casco en moto o no.
o Existencia de dificultad respiratoria.
Una acción paralela e importante del Centro Coordinador Sanitario sería advertir al alertante
respecto a las medidas a tomar con las víctimas y en la escena del siniestro.
Se describen a continuación algunos de los consejos que deberían realizarse en este sentido:
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d. Recomendaciones de seguridad:
Asegurar la zona con medidas de visualización del siniestro si no han llegado los cuerpos de
seguridad. Para ello:
Se deberá mantener el apoyo telefónico, si es necesario, hasta la llegada de los recursos. A su vez,
toda la información que se vaya recogiendo por parte de los operadores sanitarios deberá de ir
completando la primera información enviada a los recursos intervinientes, si es de su interés
(datos del siniestro y riesgos asociados).
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f. Toma de decisiones para la activación y movilización de recursos
g. Incidentes con múltiples víctimas (IMV) o siniestros con múltiples víctimas (AMV)
Se deberán establecer protocolos de actuación específicos que activarán todos los mecanismos de
respuesta del Centro Coordinador Sanitario.
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La actuación ante un AMV supondrá la movilización masiva pero ordenada de recursos,
activándose inicialmente los de la zona del incidente y, escalonadamente, los de las zonas
colindantes e incluso localidades vecinas, si fuera necesario.
Esta coordinación es más eficiente cuando la Base Operativa de Coordinación Integral cumple con
los procedimientos y objetivos propuestos. La coordinación con otros sectores es intrínseca al
proceso de atención de la llamada de mergencia y sus registros de actividad e intervención
constituyen un incidente único a efectos de información y proceso de trabajo.
Deben estar claramente establecidos los protocolos de activación de recursos de otros sectores:
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4.2 Información y derivación a hospitales
El Centro Coordinador Sanitario recibirá de las unidades asistenciales, información del estado de
las víctimas y decidirá el destino de las mismas al hospital útil más cercano, atendiendo a criterios
de capacidad asistencial de cada hospital. Será también el encargado de alertar a los hospitales de
la llegada y estado de los accidentados.
Esta información se convierte en imprescindible en los casos de IMV, que podrían incluso precisar
de la activación de los planes de respuesta de hospitales receptores, por afluencia masiva de
víctimas.
Toda la información registrada será accesible de forma permanente por la Base Operativa de
Coordinación Integral.
Se define incidente con múltiples víctimas (IMV) o siniestro con múltiples víctimas (AMV) a
aquella situación de urgencia sanitaria en la que existe una desproporción entre las necesidades
recursos para la atención a las víctimas y la capacidad de respuesta del dispositivo sanitario
habitual.
El Centro Coordinador Sanitario deberá asumir la asistencia sanitaria a las víctimas de un IMV,
gestionando los recursos de emergencias sanitarias y coordinando la respuesta de hospitales y
atención primaria.
La Base Operativa de Coordinación Integral deberá coordinar acciones con otras agencias de
emergencias intervinientes (cuerpos de extinción y rescate, cuerpos y fuerzas de seguridad, etc.)
teniendo en cuenta la particularidad del caso.
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Comunicación e información del incidente a otros sectores implicados (cuerpos de
extinción y rescate, cuerpos y fuerzas de Seguridad, etc.).
Reorganización de las tareas en el centro coordinador y ampliación de recursos humanos,
si es necesario.
Alerta a hospitales y atención primaria informándoles de la magnitud del incidente con
petición de información sobre los niveles de ocupación y capacidad de atención a
víctimas críticas y no críticas.
Alerta a directivos de la organización.
Envío de de nuevos recursos solicitados por parte del responsable sanitario en la escena.
Reevaluación del nivel de IMV con la información de recursos en la escena.
Designación de los hospitales receptores en función de su capacidad y nivel asistencial.
Elaboración del listado de víctimas.
Finalización y cierre del IMV.
•La Base Operativa de Coordinación Integral toma contacto directo con el Centro coordinador
sanitario y este con Servicio de Emergencia Médica (SEM) de los hospitales receptores, con el fin
de tomar las decisiones de acuerdo a los protocolos específicos para todas las situaciones
relacionadas con los siniestros de tránsito
•El SEM deberá orientarse a la toma de decisiones en el menor tiempo posible para cumplir con
los objetivos marcados según unos criterios de calidad medidos por indicadores.
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Tendrá las siguientes funciones:
Arribar al lugar donde ocurrió el siniestro en un plazo razonable.
Brindar la atención de primeros auxilios, así como el transporte sanitario.
Trasladar a las personas heridas en ambulancias hacia el centro de asistencia pública o
internación más cercano al lugar del siniestro.
Para desempeñar estas funciones, las ambulancias estarán debidamente equipadas y habilitadas.
Además contarán con personal especializado, apto para realizar los primeros auxilios, brindando la
asistencia y el traslado.
La mortalidad en los siniestros de tránsito tiene, desde el aspecto tiempo, una característica
distribución trifásica:
1º Fase. Ocurre en los primeros segundos o minutos tras el siniestro. Constituye el 10% de todas
las muertes. Debido a lesiones severas del sistema nervioso central o rotura de grandes vasos. Es
muy difícil o casi imposible evitar estos fallecimientos. En cuanto al tratamiento médico pero si en
cuanto a prevención primaria y secundaria.
2º Fase. La denominada “hora de oro”, pues suele ocurrir ocurre luego de producida la primera
atención en la escena o en traslado hacia el centro de complejidad y dentro del hospital hasta el
tratamiento definitivo en la primera o segunda hora tras el siniestro. Dentro de este porcentaje se
constituye el mayor número de mortalidad (75%). Las muertes en esta fase, se deben
principalmente a obstrucciones de vía aérea o a pérdidas de volumen circulante. Es la fase en la
que se pueden evitar la mayoría de los fallecimientos, a través de una asistencia sanitaria
adecuada en tiempo y capacitación, con el recurso propicio (formación) en el tiempo adecuado y
con el traslado al lugar correcto.
3º Fase. Ocurre días o semanas tras el siniestro vial. Suele originar el 15% de la mortalidad total.
Se debe habitualmente a complicaciones tras el tratamiento inicial (fracaso multiorgánico,
complicaciones postoperatorias, fallo orgánico múltiple, por sepsias posterior al tratamiento
definitivo y en general en la sala de cuidados intensivos. Son necesarios un gran número de
recursos y esfuerzos de recursos para reducir la mortalidad en esta fase.
Esta consideración temporal, también afecta a la morbilidad de las lesiones, que se ve
incrementada en función del retraso en la prestación de asistencia y resolución definitiva en
medios hospitalarios.
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Según el European Emergency Data (EED) Project First Hour Quintet, el trauma grave es una de las
causas clínicas que mejor responden con la atención precoz, como así también el paro
cardiorrespiratorio, el síndrome coronario agudo, el ictus y la dificultad respiratoria grave.
Es así el factor tiempo uno de los elementos esenciales en la atención al siniestro de tránsito, una
vez que éste se ha producido. Por ello, es necesario conseguir que el siniestrado esté en manos de
los profesionales sanitarios de emergencia en el menor tiempo posible.
En el transcurso de la asistencia inicial al siniestrado de tránsito se suceden una serie de
subprocesos, cada uno de los cuales genera una determinada duración temporal. Dicha sucesión
comienza con la notificación del hecho por parte del ciudadano a la Base Operativa de
Coordinación Integral y termina en la transferencia del paciente al hospital receptor o “centro
útil”. Este concepto debería ser ampliado incorporando los tiempos que transcurren en el hospital
hasta la implementación de la “terapia útil”, quirúrgica en la mayoría de los pacientes
traumatizados por siniestro de tránsito.
Las medidas a poner en práctica deben girar en torno a la reducción de los distintos tiempos de
asistencia al accidentado, proporcionándole cuidados definitivos en el menor tiempo posible y de
la manera más ventajosa para su patología. La reducción del tiempo de asistencia se basa en las
siguientes premisas fundamentales:
a) Rápida notificación del siniestro a los servicios de emergencias médicas. Accesibilidad a un
sistema integral de urgencias y emergencias.
b) Inicio del tratamiento “in situ” de forma inmediata. Atención extrahospitalaria precoz y
adecuada.
c) Medio de transporte que permita la continuidad de los cuidados hasta la llegada al hospital.
Atención extra hospitalaria precoz y adecuada.
d) Transporte urgente hasta el centro hospitalario más próximo, capacitado para prestar el
tratamiento definitivo (“centro útil”). Atención urgente en hospital útil.
Para los SEM (servicios de emergencias médicas extra hospitalarios), el tiempo, o mejor, los
tiempos de gestión y asistencia constituyen uno de los parámetros principales en los que se basa
buena parte de la gestión de los servicios de emergencias.
Múltiples factores y también diferentes actores, se ven implicados en el proceso de la atención de
emergencias en los siniestros de tránsito. Se podría definir como un escenario óptimo aquel en el
que se existan, las siguientes circunstancias:
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• Una central de comunicaciones centralizada en la Base Operativa de Coordinación Integral, con
un número de acceso único, conocido por todos los ciudadanos, que responda con el menor
retraso posible a cualquier tipo de emergencia.
• Un servicio de emergencias médicas que dé una cobertura adecuada en tiempos de respuesta a
la zona de su competencia.
• La presencia de profesionales sanitarios en las unidades asistenciales, capacitados para procurar
cuidados de soporte vital avanzado a los pacientes accidentados.
• Existencia de procedimientos operativos y asistenciales que posibiliten una intervención de
calidad, independientemente de las personas que atiendan al siniestrado.
• Existencia de un protocolo de coordinación con los hospitales de referencia que permita una
línea de continuidad asistencial sin retrasos ni duplicaciones de diagnóstico y tratamiento.
• Existencia de un sistema de recogida de datos sobre los siniestros de tránsito atendidos.
El Centro de Coordinación Sanitaria recibe de las unidades asistenciales, información del estado
de las víctimas y decidirá el destino de las mismas al hospital útil más cercano, atendiendo a la
capacidad asistencial de cada hospital. Será también el ente encargado de alertar a los hospitales
de la llegada y estado de los siniestrados.
Esta información se convierte en imprescindible en los casos de siniestros con múltiples heridos
que podrían incluso precisar de la activación de los planes de respuesta de hospitales receptores,
por afluencia masiva de víctimas. La situación de urgencia sanitaria en la que existe una
desproporción entre las necesidad de recursos para la atención a las víctimas y la capacidad de
respuesta del dispositivo sanitario habitual, deberá asumirse la asistencia sanitaria a las víctimas,
gestionando los recursos de emergencias sanitarias y coordinando la respuesta de hospitales y
atención primaria.
La Base Operativa de Coordinación Integral deberá coordinar con otras agencias de emergencias
intervinientes (cuerpos de extinción y rescate, cuerpos y fuerzas de seguridad, etc.).
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6. Comunicación con las fuerzas de Seguridad.
6.1 Procedimiento de intervención
En caso de un siniestro vial comunicado por alguna fuerza de seguridad u otra institución con
capacidad de intervención (cualquiera sea su tipo) deberá notificar a la Base Operativa de
Coordinación Integral, dando a este alerta el mismo tratamiento que el de una llamada de
emergencia, confirmando la ubicación y el tipo de siniestro, para desde allí dar participación al
Centro de Coordinación Sanitaria y demás actores institucionales.
A partir del arribo al lugar del Servicio de Emergencias Médicas (SEM), los Bomberos, la Policía con
Jurisdicción en la zona del siniestro y/u otra fuerza de seguridad, así como el personal de
seguridad vial de la ANSV se pondrán a disposición de los especialistas y comunicará las medidas
adoptadas a la Base Operativa de Coordinación Integral. Las operaciones de socorro y salvamento
estarán dirigidas por el oficial de la Autoridad de Aplicación de más alto nivel presente en el lugar,
quién se convertirá en el Jefe de la Emergencia. Este coordinará las operaciones de socorro y de
salvamento en el lugar del siniestro, con la ayuda de los restantes servicios de socorro presentes y
los que se integren. Además, coordinará el procedimiento de rescate de víctimas, si las hubiere.
Cada actor involucrado deberá cumplir con las instrucciones impartidas por el Jefe de la
Emergencia. Este será quien deba decidir, si la situación así lo requiere, el corte total de la ruta,
delimitando los perímetros de seguridad y tratando de realizar el desvío del tránsito vehicular
cuando sea posible. En este caso la circulación deberá restablecerse por fuera del Perímetro de
Disuasión.
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b. Delimitación del Sector del Camino.
En caso de que un siniestro vial obligue a la suspensión total o parcial de la circulación, el personal
de seguridad (Policía, Gendarmería, Bomberos, Defensa Civil, etc.) colocará el señalamiento vial
transitorio necesario para el desvío o encauzamiento del tránsito mediante carteles
reglamentarios, conos refractivos, balizas luminosas, etc., de conformidad a lo dispuesto por el
“Sistema Uniforme de Señalamiento Vial”. Cuando sin ser necesario suspender la circulación se
presente una situación de riesgo que no pueda ser solucionada en forma rápida, se deberán
implementar medidas de señalización preventivas, una vez tomado conocimiento del hecho que
ocasiona peligro. La Autoridad de Aplicación actuante debe establecer de inmediato diferentes
perímetros y zonas en las que se limitará el acceso a personas ajenas a la resolución de la
contingencia, a saber:
d. Perímetro de aislamiento.
Esta zona en general con forma de anillo, rodea la zona del siniestro y brinda el espacio adicional
necesario para la acción de los servicios internos y/o externos de socorro. Su objeto es el de
permitir trabajar con seguridad y comodidad, sin la interferencia de terceros ajenos al
procedimiento. El Personal de Asistencia Médica y Traslado Sanitario, se ubicará dentro de este
perímetro, siendo sólo los actores involucrados los que tendrán derecho a ingresar en él (Móviles
de Seguridad Vial - Prestador de Servicios de Remolque - Gendarmería – Bomberos - Policía
jurisdiccional – Fiscales o Juez a cargo - Peritos y otros especialistas autorizados). La Policía con
Jurisdicción o la Gendarmería, en su caso, se encargarán de establecer y materializar las barreras
para la delimitación de este perímetro.
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e. Perímetro de disuasión.
Esta zona rodea e incluye la zona del siniestro y al perímetro de aislamiento. La Policía con
Jurisdicción y/o la Gendarmería se encargarán de determinar los vehículos y personas autorizados
a ingresar en este perímetro. Los perímetros de aislamiento y de disuasión pueden variar en
función de las circunstancias, condiciones meteorológicas, posibles sustancias inflamables-tóxicas
o a pedido de los actores involucrados. La delimitación de las áreas será realizada por el personal
policial o de gendarmería que se encuentren en el lugar.
f. Fatalidades
Cuando se certifique el fallecimiento de una víctima causada por un siniestro vial o emergencia de
otro tipo ocurrido en la vía pública se deberá proceder de la siguiente manera:
El solo hecho de la certificación de una víctima fatal convierte en grave el siniestro, si es que
no lo era hasta ese momento (niveles 4, 5 ó 6), activando de inmediato las comunicaciones que se
establecen en el procedimiento para este tipo de casos.
El traslado de las víctimas será ordenado por la autoridad que tome el mando de la situación,
una vez cumplimentados los aspectos legales conforme lo establece la ley.
La unidad de seguridad asignada tomará las medidas de precaución necesarias para evitar daños
secundarios en la zona del camino siniestrado. Para ello, contará con medios eficaces para atender
las contingencias que se presenten en el menor plazo posible. Una vez recibido el llamado la Base
Operativa de Coordinación Integral se dispone de inmediato el envío de uno o más móviles de
seguridad vial al lugar denunciado, en función de las características y descripción de los hechos
que se informen. Se recomienda llegar al sitio en un plazo razonable. En caso de que se deba
suspender total o parcialmente la circulación de vehículos, el personal de seguridad vial colocará el
señalamiento necesario para el desvío o el encauzamiento del tránsito de conformidad con el
“Manual de Señalización Transitorio”. Estos elementos deben ser colocados con antelación en el
lugar en que se encuentra la causa de la restricción.
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A los efectos de estar en condiciones de afrontar una operación de emergencia, los móviles de
seguridad vial deben contar con los siguientes elementos:
a) Elementos de señalización:
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Eslinga tejida para arrastre de vehículos.
Matafuegos de polvo triclase - ABC.
Producto absorbente ecológico.
Escobillón.
Bolsas plásticas de residuos con capacidad de hasta 25 kg.
Guantes de descarne, moteados y del tipo quirúrgicos.
Cierto tipo de equipamiento puede ser complementado por otros móviles de apoyo. Finalizadas
las tareas preliminares, evacuación y traslado de los siniestrados, y de resultar necesario
finalizadas las pericias, se velará por el rápido restablecimiento del tránsito, procediendo
rápidamente a la limpieza y remoción de obstáculos en la traza del camino.
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casos, suministrando todos los elementos de seguridad que requiere el siniestro (defensas, conos,
destelladores, barreras, etc.).
El personal de seguridad vial que arribe al lugar de los hechos deberá recabar los siguientes datos:
Lugar y hora de ocurrido el hecho.
Descripción del hecho.
Vehículos involucrados: cantidad y tipo. Nunca deberá suministrarse la matrícula de los
vehículos siniestrados.
Afectación de la transitabilidad de la calzada. Cuando corresponda mencionar los desvíos
que sufrirá el tránsito.
Fuerzas con intervención en el siniestro: Comisarías o Cuerpo de Policía, Bomberos, Fiscal,
Juzgado, etc.
Cantidad de heridos y muertos, si los hubiere.
Dónde fueron derivados y quien intervino en la asistencia médica y traslado de heridos.
Horario de llegada de los distintos servicios de emergencia, especialmente de las
ambulancias.
La prensa será informada de los hechos a través de los Voceros autorizados por la Base Operativa
de Coordinación Integral. En caso de encontrarse personal policial afectado al hecho, será éste el
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encargado de brindar toda la información referida al siniestro en el lugar de los hechos. En lo
posible, dicha información deberá comprender:
Lugar del suceso con indicación de fecha y hora de ocurrencia.
Descripción del hecho y/o de la magnitud apreciable del siniestro, con especial referencia
a los vehículos comprometidos.
Afectación de la circulación en la calzada y medidas tomadas para desviar ó encauzar el
tránsito, indicando el recorrido o las vías alternativas que tendrán disponibles los
vehículos, en forma transitoria.
Cantidad de heridos y/o fallecidos si los hubiere.
Se recomienda no informar las posibles causas del siniestro hasta contar con los informes de las
pericias realizadas por los especialistas involucrados actuantes.
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7. Procedimientos operativos para la investigación sobre
siniestros viales
El siniestro vial es una situación que ocurre a partir de la conjunción de múltiples factores
concurrentes (humano, medioambiental, urbanístico, mecánico, cultural y social, etc.) en el que
interviene la impronta humana, de carácter prevenible y multicausal.
Entonces se pueden identificar una multiplicidad de variables intervinientes, que hace más
compleja la explicación de cómo y por qué se produjo. En este sentido, resulta de suma
importancia determinar si el hecho se produjo por fallas mecánicas del vehículo, o fue producto de
la acción irresponsable en la aplicación de las leyes de tránsito vigentes (falta de Revisión Técnica
Obligatoria; cantidad de pasajeros respecto a la capacidad del vehículo; condiciones de los
neumáticos; exceso de velocidad; conductor bajo efectos de alcohol o drogas; etc.). Los siniestros
viales preocupan cada vez más tanto a las autoridades gubernamentales, como al resto de los
organismos involucrados en la intervención y atención de los hechos, tanto por el número de
víctimas como las consecuencias para el sistema de salud pública. El acrecentamiento de vehículos
y de conductores, trae aparejado un considerable aumento del volumen del tránsito, agudizando
el problema de la siniestralidad vial.
Se considera, tal como se dijo, que los siniestros de tránsito no reconocen una sola causa, sino que
son el producto de un conjunto de factores.
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Peritos técnicos que pueden determinar, por ejemplo, el sentido de las fuerzas de impacto y la
ubicación de la víctima respecto del sentido de la marcha del rodado, entre otros ejemplos
posibles. El factor vehículo comprende no solo a los vehículos impulsados por motor sino también
a los de tracción animal y humana. El análisis deberá incluir siempre una evaluación del estado
anterior a la producción del hecho. El factor camino comprende a la ruta pavimentada de asfalto u
hormigón como así también, caminos de tierra y banquinas. Si bien la determinación de la
velocidad del o los vehículos intervinientes y el estado de la ruta en la que se produjo la colisión,
son los requerimientos más comunes, resultan necesarias otras investigaciones periciales.
Los peritos, mediante la utilización de un protocolo de procedimiento, con un lenguaje común,
realizan los pasos necesarios para lograr, de manera eficiente y ordenada, la recolección de
información y la estandarización de los datos obtenidos.
La calidad del dictamen resultará eficaz mediante la concurrencia de calidad en la descripción de
cada uno de estos componentes. El perito debe determinar el “motivo desencadenante del
siniestro”, es decir, no sólo cómo sucedió, sino también por qué sucedió, buscando las causas que
lo desencadenaron.
La Medicina Legal es la disciplina que utiliza una o varias ramas de la medicina para ayudar a
resolver situaciones jurídicas y que están al servicio de la administración de justicia.
La importancia de la Medicina Legal sobrepasa los intereses individuales para abordar a los
intereses de la sociedad.
Es en el Derecho Penal donde más ha impreso su huella la Medicina Legal. El diagnóstico de
muerte y causa de muerte, reconocimiento y determinación del tipo de lesiones y sus agentes
causales, sus secuelas inmediatas o mediatas, son sólo algunas de los aspectos de la Medicina
Legal y Forense, a las que se le deben sumar temas como la asfixiología, deontología médica,
jurisprudencia médica, ejercicio ilegal de la medicina, secreto médico, responsabilidad civil y penal
de los médicos, peritaje médico legal, tanatología, la toxicología, etc.
En el caso de la siniestralidad vial, el Médico Legista tiene como función brindar información
sumaria acerca de la posición de la víctima, dentro o fuera del vehículo, de las lesiones
estetoscópicas observables y fundamentalmente descartar lesiones que no pertenezcan o
coincidan con el siniestro, posteriormente se enviará el cuerpo a la Morgue que corresponda.
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La autopsia deberá ser completa y se buscarán sustancias tóxicas (cocaína, anfetaminas, alcohol,
etc.) y sería de buena práctica, buscar también drogas terapéuticas tales como: ansiolíticos,
antidepresivos, antidiabéticos, etc.
En caso de ser necesario, se solicitará el historial clínico de la víctima/s a fin de ser evaluadas
patologías previas que hayan podido intervenir, de alguna manera en el desarrollo de los hechos.
Los hallazgos autópsicos permitirán una observancia de los pasos a seguir en lo referente a los
especialistas que deben intervenir y a las funciones que tendrá cada uno de ellos, con el fin de
realizar un pormenorizado análisis científico, cuantitativo y cualitativo, de los indicios u otros
elementos periciales.
Cabe destacar que los estudios llevan un tiempo de elaboración estimado en un lapso de entre 10
y 12 días, dentro de los cuales deberán ser solicitados por la autoridad Judicial interviniente. En
caso de investigación autópsica de tóxicos en sangre el tiempo puede extenderse hasta los 15 días.
Como corolario puede verse que una investigación científica de siniestros viales consiste en el
levantamiento de todos los elementos encontrados en el lugar de los hechos, medición de huellas,
rastros de efracción, posiciones de los rodados, determinación de la velocidad desarrollada por los
vehículos involucrados en los hechos y toda la mecánica de su producción, tareas que, habida
cuenta del intenso tránsito vehicular existente en la actualidad, se deberán realizar lo más rápido
posible, llegando al lugar de los hechos, a fin de no perder elementos probatorios. Lo más
frecuente es que llegue primero el personal de seguridad, luego las ambulancias y todo tipo de
personas que, sin los conocimientos necesarios tratan humanamente de colaborar, pero al mismo
tiempo desdibujan rastros y vestigios que resultan imprescindibles para la investigación. El factor
vehículo comprende no sólo a todos los vehículos impulsados por motor sino también a los de
tracción animal y humana. El estudio deberá incluir la evaluación del estado anterior a la
producción del hecho.
Los vehículos deben ser examinados minuciosamente, registrando los daños apreciables y
detallando aquellos que se consideren de importancia, dejando constancias de datos tales como
el estado del clima, la visibilidad, el estado del terreno y otros factores que se consideren valiosos
para esclarecer lo ocurrido. En caso de haber sobrevivientes, se realizan interrogatorios de manera
separada, con descripción de los datos personales, tales como licencias de conducir y restricciones
en caso de haberlas.
Es necesario requerir también, separadamente, las versiones de los testigos directos que pudieran
hallarse, independientemente del acta provincial que se labre. Hay que determinar exactamente
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el lugar de la colisión, midiendo las distancias y volcándolas en un croquis. Se observarán también,
las huellas dejadas en el pavimento, tratando de determinar si fueron frenadas, derrapes o
rozamientos, midiendo sus tamaños y distancias, además de las fotografías periciales de las
mismas.
El Médico Legista es el responsable de determinar si los conductores poseen trastornos físicos,
desórdenes o anormalidades mentales, manifestaciones de intoxicación alcohólica o narcótica, y
también determinar si las muertes producidas fueron consecuencia directa del siniestro. En lo
posible deberá requerir o realizar, de forma inmediata, las extracciones de sangre
correspondientes a los efectos de detectar sustancias o afecciones que puedan haber afectado a
los participantes del hecho. Así mismo deberá concurrir al Hospital u Hospitales a los que fueron
derivados los heridos, a fin de de establecer la gravedad de las lesiones, posibles discapacidades y
si existe peligro de vida.
La siniestralidad en sede judicial puede definirse como la técnica interdisciplinaria que tiene como
función el estudio de los siniestros viales, con el objetivo de determinar las causas que los
produjeron, estableciendo las responsabilidades de los protagonistas.
El factor humano es el motivo que con mayor frecuencia se detecta en los hechos de siniestralidad
vial, por lo tanto, el aporte de otras ciencias resulta de gran importancia a la hora de realizar las
investigaciones. Los Médicos Legistas, ingenieros Mecánicos, Técnicos en Seguridad Vial y otros
afines, aportarán los datos técnicos que son necesarios en este sentido. La finalidad es poder
brindar datos tendientes a facilitar la acción judicial, brindando al Juez interviniente, tanto como al
Fiscal, una guía útil de información científica que resulte esclarecedora en la crono dinámica de lo
sucedido, dentro de plazos razonables, facilitando de esta forma la solicitud de las medidas más
adecuadas.
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8. Protocolo básico para la investigación de siniestros viales
El lugar del hecho –a fin de brindar una sencilla pero clara explicación- se refiere al espacio físico
en el cual se desarrolló una situación, en la que desde la óptica judicial, se pudo producir un
homicidio, un suicidio o un accidente, siendo los siniestros de tránsito en este caso los hechos
pertinentes.
a) Abierto:
Cuando no existen paredes o elementos que lo aíslen del ámbito público y/o que permitan que las
condiciones climáticas modifiquen o alteren los indicios que se encuentre en el lugar. Ejemplo:
ruta, autopista, vías del ferrocarril, etc.
b) Cerrado:
Cuando el lugar está aislado del ámbito público y/o que las condiciones climáticas no modifiquen o
alteren los indicios que se encuentren en el lugar. Ejemplo: una casa, un auto etc.
El personal que primero asista al siniestro deberá asegurar la zona mediante el acordonamiento –
en caso de existir víctimas fatales- de la escena, evitando alterar huellas existentes de cualquier
naturaleza sobre la vía. Impidiendo el acceso al lugar de personal no asignado.
Este cordón criminalístico deberá constituirse como una zona cerrojo (sector que engloba a las
demás zonas), una zona primaria (lugar donde se encuentran los vehículos siniestrados), una zona
secundaria (ordena el espacio físico de donde se encuentra el público en general y la zona
primaria, con la precaución de que tenga una única entrada (ingreso único) lo que permite un
control de la entrada y salida de todo el personal interventor, rescatistas médicos, bomberos, etc.,
permitiendo el desarrollo de tareas específicas por parte de los múltiples intervinientes.
El principal objetivo del acordonamiento es preservar todos los rastros que se encuentren en el
lugar, evitando su contaminación o alteración, entendiendo por rastro todo aquello que, de
manera objetiva, nos lleve a concluir la existencia de una determinada situación comprobada a
través de esos medios.
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Inicialmente se deberá prestar atención a los procedimientos de verificación y confirmación. Se
labrará un acta con los datos de las personas implicadas en el siniestro, así como conductores y
testigos. La autoridad policial en el lugar de los hechos deberá realizar una observación de los
elementos materia de prueba y evidencia física y se registrará lo observado.
Se debe constatar todo aquello que se encuentre, y su análisis debe ser protocolar, exhaustivo,
detallado, documentado e ilustrado. Nada debe ser descartado, y deberá ser evaluado y
registrado mediante fotografía pericial, la filmación pormenorizada del lugar del hecho, la
planimetría y los archivos de las cámaras instaladas en la vía pública, en caso de que existieran, a
fin de obtener imágenes de lo sucedido en tiempo real. Este material deberá estar disponible
dentro de las 48 horas de ocurrido el hecho a fin de ser elevado para la consideración científica
por parte de los especialistas que intervengan en la causa.
La palabra “indicio” refiere en general la existencia de un fenómeno que permite conocer o inferir
la existencia de otro no percibido. En caso de hallarse elementos que se asocien con indicios,
deberán ser secuestrados –con los recaudos pertinentes- y enviarse a las divisiones de
investigación respectivas. Las muestras de sangre deberán ser tomadas cualitativamente tal como
se requeriría en estudios de ADN.
En el caso de las bebidas alcohólicas la descripción de la cantidad hallada por ejemplo dentro del
automóvil permitirá evaluar –una vez obtenida la alcoholemia- si la víctima ha ingerido tal
sustancia, si era de consumo personal periódico o sólo casual, y si la cantidad de bebida restante
hallada en el lugar se corresponde con los valores hallados en el laboratorio químico judicial.
La misma rigurosidad científica deberá ser aplicada al resto de los elementos indiciarios que se
hallen, sin omitir que todos los elementos secuestrados deben ser preservados por contenedores
de bioseguridad pertinentes.
Respecto de los automóviles siniestrados, será óptimo resguardarlos en un lugar protegido a fin
de que puedan ser examinados con detenimiento por los peritos, pero que además esté provisto
de tecnología que permita evaluar piezas menores, por ejemplo a fin de poder detectar fallas o
fatiga en el material de la pieza que se suponga clave en la dinámica del siniestro.
Pericia Mecánica
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Sistema de luces: El perito comprobará el funcionamiento de todas las luces con que
cuenta el vehículo. Si alguna de estas falla o funciona en forma defectuosa, el experto
tendrá que buscar el origen de la falla, y posteriormente exponerla en el informe
mecánico.
Sistema de freno: Es importante que se describa el tipo de freno que posee el vehículo, o
sea a disco, a cinta, lo mismo si posee sistema ABS antibloqueo, y si este sistema funciona
en el delantero, o trasero. Esto se verá luego reflejado en las huellas de frenado, y de las
formas que las dejaron. Se buscara sobretodo cualquier anomalía en el sistema, a fin de
detectar la falla: perdida de liquido de freno, desgaste de las pastillas, o si el circuito de
aire del rodado al frenar “tira” hacia a un costado.
Sistema de dirección: Describir que tipo de dirección posee el vehículo, si posee barras
estabilizadoras, tren delantero, etc. En el caso de encontrar la falla, o anomalía que dio
origen presumiblemente al hecho investigado, se debe describir la causa.
Las cubiertas: Se debe describir el tipo de rodado, marca y medida de cubierta del o los
vehículos. Agregando una apreciación de su uso en porcentaje, por ejemplo, su estado si
es bueno, regular, o malo, con un porcentaje que va desde un 80 %, un 50%, o un 30%.
Describiendo detalladamente las zonas desgastadas, tanto de la parte externa, como de la
parte interna.
Pericia Dinámica
Deben analizarse en detalle los impactos realizados por las diferentes masas, para
determinar el tipo de siniestro.
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al sitio y a su factibilidad, por ejemplo el método de coordenadas cartesianas,
triangulación o coordenadas angulares, entre otros.
En el caso de Tramo de Vías en Zona urbana se utiliza como puerto de referencia el lindero
de las edificaciones, pero de no existir, se hará a un poste de alumbrado público o de
líneas telefónicas. En zonas rurales se hará utilizando como referencia a los postes de
kilometraje.
El método de triangulación son distancias medidas a partir del punto o elemento materia
de prueba con respecto a dos puntos de referencia (Ej.: dos postes de alumbrado público)
determinando la distancia entre estos dos puntos. En este método no se determinan
ángulos, sino solo distancias que indican el radio de dos circunferencias que al momento
de realizar el plano a escala, por unión de las dos circunferencias encontraran el punto
fijado en la escena.
- Vehículos y sus huellas marcadas en la superficie vial. La medición de los vehículos hacia
la línea base, se podrá realizar a partir de los vértices o ejes del mismo; es importante
registrar las distancias entre ejes y el volado delantero y trasero de cada vehículo o su
ancho. Lo mismo debe hacerse respecto de las deformaciones, vidrios y restos de líquidos.
A partir del centro de foco.
- Ancho y longitud de las diferentes huellas en la vía, cotejadas con las llantas que las
marcaron. En el caso de huellas curvas, la longitud se medirá por encima de la huella,
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formado la misma curvatura. Para el plano, se deben tener en cuenta una medida entre el
inicio y final de la huella en línea recta (Cuerda) y en el centro de la línea se tomará la
distancia de la cuerda hacia la huella (Sagina u ordenada media) con el fin de hallar el radio
de la curva. El mismo método de utiliza para hallar el radio de curvatura de la vía.
- El porcentaje del peralte se determina con la misma fórmula para hallar el porcentaje de
la pendiente de la vía: se extiende la cinta métrica en forma horizontal sobre la vía sin que
toque la superficie vial, (solo el punto cero de la cinta) manteniendo su posición con un
nivel de mano a una distancia que se elije previamente.
La fijación de los vehículos, huellas y las victimas siempre van a tener cuatro medidas,
aparte de las longitudes.
Además hay que determinar el diseño vial y sus características, material y estado de la
superficie vial.
Con todos los elementos de prueba hallados en el lugar de los hechos, corresponde
realizar un análisis relacionando lugar y punto de impacto, ubicación de las masa al
momento del impacto de acuerdo con sus deformaciones (distancias y alturas), junto con
la posición final adoptada por los mismos, identificando la trayectorias de las masas antes
del impacto, determinando el sentido en que viajaban y por qué carril circulaban.
Con todos estos datos se está en condiciones de identificar las causas que dieron origen al
siniestro y realizar una hipótesis en la cual no se ubiquen a priori responsabilidades, sino
causas inmediatas.
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Como ocurre en todo tipo de investigación criminalística, el pormenorizado análisis del lugar del
hecho aportará la mayor cantidad de fundamentos, por lo que básicamente debemos basarnos en
los siguientes ítems, de los cuales se obtiene la siguiente guía pericial
1) Lugar del hecho: fecha y hora. En éste punto es de vital importancia la llegada al lugar de
los peritos en accidentología, lapso que sobre la base de la gran cantidad de vehículos existentes y
anormalidades en el tránsito en general, estimo que no podrá extenderse más allá de 2 horas.
4) Elementos transportados en los vehículos (si se tratase de camiones, se debe indicar cuál
es la carga y su peso).
6) Fotos periciales.
8) Solicitud inmediata, si es posible dentro de las primeras 24 horas, de las filmaciones que
pudieran haber en cámaras ubicadas en vía pública.
10) Estado del tiempo (nublado, niebla, lluvia, tormenta, posición del sol, etc.)
14) Datos filiatorios de los conductores, su testimonio por separado de lo ocurrido, como así
también los relatos de los testigos directos.
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15) Imagen visual de las inmediaciones del lugar, desde la línea de visión del conductor, para
advertir la presencia de posibles obstáculos.
18) Estado y tipo la superficie material de la vía (hormigón, asfalto, adoquinado, etc.) y la
existencia o no de sustancias que pudieran influir en el normal desplazamiento de los vehículos.
19) Existencia de baches, cunetas, reductores de velocidad, cruces, cruce de escolares, obras
en construcción y/u otros.
20) Funcionamiento de los controles luminosos del tránsito, si es que se hallan instalados.
21) Naturaleza del siniestro (entre vehículos en marcha, frontal, frontal lateral, frontal trasero,
vuelco, incendio, etc.)
23) Circunstancias presuntas del siniestro por defectos de los vehículos (carencia de frenos,
rotura o pinchadura de neumático, falta de señalización en el vehículo detenido, carencia de luces
de posición, ruptura de remolque, mercadería mal transportada, desgaste de neumáticos, y otros
datos que confluyan una presunción original).
26) Estado psicofísico de los conductores, llevado a cabo por el Médico legista (si el caso lo
permite en el mismo lugar de los hechos) incluyendo si existe ataxia (cinética o dinámica, estática,
locomotriz, psíquica y sensorial), desviaciones de la conducta y desadaptación socioambiental.
Básicamente, determinar el estado de sus funciones intelectuales, incluyendo la euforia, la
voluntad y el autocontrol, concentración y estado de los reflejos, comprensión y raciocinio.
28) Descripción de lesiones provocadas por uso cinturón de seguridad, airbag, casco y/u otro
elemento de seguridad.
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29) Estado clínico del o de los conductores al momento del siniestro, basado no solamente en
las declaraciones de los testigos y la evaluación del estado psicofísico, sino en los hallazgos de su
historia clínica, la que deberá ser solicitada jurídicamente al médico de cabecera, obra social o
asistencia médica por la cual se atendía
30) Factores de evitabilidad del siniestro (supone hallar y analizar los factores que debieron
cumplirse para que el siniestro no se hubiera producido o bien, de producirse, hubiera provocado
daños cualitativamente inferiores a los efectivamente registrados.
35) Punto posible de detección (PPD): Es el sitio-instante en el cual el protagonista, podría haber
completado la detección del riesgo o peligro; es decir el momento donde debería haber tomado
conciencia de las circunstancias gravosas que se le presentaran. Se ubica esto, en la trayectoria del
protagonista, a unos 3 segundos después del punto de posible detección.
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las que componen el tiempo de percepción y reacción, se junta con el inicio de la etapa de
identificación, es decir el comienzo del tiempo de reacción.
37) Demora y distancia de percepción: El tiempo que transcurre desde el punto de posible
percepción hasta el punto de percepción efectiva se denomina demora en la percepción o tiempo
de percepción. Es decir es el lapso que media entre el riesgo o peligro que fueron percibibles y el
instante en que efectivamente fueron percibidos. Como se puede apreciar la demora en la
percepción incluye una etapa de detección del tiempo de percepción y reacción, pero esta demora
puede ser nula en el caso en que ambos puntos PPP y PPE coincidan. De todos modos cuando la
demora abarca solo un lapso necesario para la detección, se dice que existe pronta percepción, es
decir en el caso del PPE se procede o coincide con el punto de posible detección, para lo cual la
demora habrá de ser menos o igual a los 0,3 segundos. Cuando se excede este valor se
denominara percepción tardía, o excesivamente demorada.
38) Punto de respuesta (PDR): Este punto es útil a la hora de determinar, si la falla para que se
produjera el siniestro, se debió a un factor humano principalmente o a una circunstancia
mecánica, o falla técnica. Si el protagonista ha reaccionado o no en tiempo y forma.
39) Punto de comienzo de acción evasiva: Desde el fin de la etapa de la respuesta y hasta el
posible comienzo de la variación de los parámetros que definen el movimiento, transcurre en un
lapso que denominaremos tiempo de respuesta mecánica. Que incluye las demoras por
movimientos de miembros, por inercia u otros elementos mecánicos. Se denomina al comienzo de
la acción evasiva, es decir el sitio-instante en el cual un móvil podría haber comenzado a variar sus
parámetros cinemáticas, o haber intentado otras variables para evitar el riesgo. Como ser frenar,
acelerar, girar, tocar bocina, volantear, o simplemente rodear el peligro, o tirarse a la banquina.
Cuando finaliza el tiempo de reacción de percepción-reacción total (TPRT), también finaliza el
lapso comprendido por la suma del tiempo percepción-reacción humano, mas el tiempo de
respuesta mecánica. El sitio instante donde finaliza el TPRT coincide con el de la finalización del
tiempo de respuesta mecánica, porque si bien son distintos, el TR es la parte del TPR que
considera solo la reacción humana (respuesta). Comenzando a medirse a partir de la percepción
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efectiva (del peligro), mientras que el TPR, solamente se inicia en el punto posible de percepción.
Esta diferenciación es útil, ya que de esta manera en el análisis podremos utilizar el TR, que no
está influido por eventuales distracciones, y determinar la demora en la percepción para poder
evaluarla.
40) Punto de comienzo de la acción evasiva: (CAE) Se denomina comienzo de la acción evasiva
(CAE), al sitio-instante en el cual el vehículo comienza a variar efectivamente sus parámetros
cinemáticas o intenta hacerlo con los del riesgo, como por ejemplo frenadas bruscas, acelerar,
girar, tocar bocina, etc. El comienzo de la acción podría determinarse físicamente en el lugar del
hecho. Por ejemplo un poco antes de los 0,2 segundos, de donde comienzan las huellas de frenado
nítidas, o donde el vehículo comienza a cambiar su trayectoria. También puede calcularse a partir
de la posición final, considerando la distancia de frenado, como se indicó anteriormente, o
retrotrayendo la trayectoria previa al siniestro, hasta su intersección con la trayectoria prevista,
usando los radios de curvatura, compatible con el desvió, si lo hubiera.
41) Acción evasiva: (AE): Es toda acción realizada por un protagonista en la inminencia de un
siniestro, siendo su finalidad evitarlo o minimizar las consecuencias dañosas.
El perito deberá determinar “el motivo desencadenante del siniestro”, es decir, no sólo cómo
sucedió, por qué sucedió y las causas que lo desencadenaron.
1. La fuerza de seguridad que tome intervención en el lugar del incidente debe labrar un acta
en donde se consigne -entre otra- la siguiente información:
b) ubicación precisa del lugar y la altura donde se produjo el incidente, con indicación
de calles, avenidas, autopistas, autovías, el tipo de vía –rotonda, distribuidor, paso a
nivel del ferrocarril, puente, etc.-, así como si sucedió en una recta, curva o
intersección, si había pendiente, etc.
58
c) personas involucradas e información con respecto a la cantidad de personas que
ocupaba cada vehículo, su condición de conductor, acompañante, pasajero, etc. –
precisando la ubicación de cada uno en los rodados respectivos y, en su caso, el uso
de cinturón de seguridad o el despliegue de airbags en cada lugar-, o peatón, con
indicación de quiénes resultaron heridas y/o fallecidas, dejando constancia de los
datos personales completos de todas las personas vinculadas con el incidente;
h) constancia de todas las personas que se hicieran presentes en el lugar y qué labor
desarrollan;
2. Las fuerzas intervinientes deben procurar que los vehículos no sean removidos de su
ubicación post incidente y que se preserve la escena –de ser necesario- con la
implementación de un perímetro de seguridad, en cuyo caso deberá indicarse de qué
59
modo se llevó a cabo la preservación (p. ej., con cintas, vallas, conos, balizas, etc.). Ello con
el objeto de detectar posibles huellas de frenada, arrastre, restos de colisión, etc.
1. Deben secuestrarse los rodados intervinientes en el incidente, como así también -en caso
de corresponder- los efectos personales de las personas involucradas y de cualquier otro
elemento que se encuentre en su poder o en el interior de los rodados que pueda tener
vinculación con las causas del siniestro (botellas, cajas de medicamentos, estupefacientes,
teléfonos celulares, etc.).
2. También debe requerirse -en caso de que corresponda- el secuestro del dispositivo de
lectura de velocidad de los vehículos involucrados (tacómetros), aparatos de localización
GPS, y cualquier otro dispositivo que pueda dar cuenta de la velocidad a la que se
desplazaban los vehículos.
1. En los casos en que no se hayan removido los vehículos, deberá darse inmediata
intervención al cuerpo de peritos correspondiente a los efectos de confeccionarse un
informe técnico pericial tendiente a determinar la mecánica del suceso, el cual deberá
integrarse con el relevamiento de huellas de frenada y arrastre y su longitud, raspaduras,
puntos de impacto, distancias de interés, existencia y ubicación de señales de tránsito y
semáforos indicando si funcionaban correctamente, las condiciones de la calzada (en
particular, el tipo de superficie, estado de conservación, el sentido de circulación, el
ancho, cantidad de carriles, la existencia de banquinas), y puntos de referencia fijos (bocas
de inspección de cloacas, línea central de las calles, columnas, árboles, etc.). Esta
información deberá registrarse en un relevamiento planimétrico que incluya las
ubicaciones finales de personas, vehículos, partes desprendidas de estos, luidos, restos
orgánicos, etc. En la misma ocasión, deberá dejarse constancia del estado de iluminación
del lugar, visibilidad y condiciones climáticas.
60
Finalmente deberán obtenerse, en lo posible al momento de la intervención, vistas
fotográficas y/o fílmicas desde un punto fijo determinado -de modo de facilitar la
reconstrucción de la escena- que brinden una observación panorámica del lugar, así como
imágenes detalladas acerca de la ubicación y estado de las personas, vehículos, objetos
involucrados, rastros, etc., desde distintos ángulos. Respecto de tales fotografías y/o
ilmaciones, deberán adoptarse las medidas necesarias para su eficaz conservación en
soportes adecuados.
3. En caso de que existan víctimas fatales, deberá requerirse que no sean removidas del
lugar hasta tanto puedan obtenerse vistas fotográficas y/o filmaciones que documenten la
posición exacta en que se encontraban. Ante la eventualidad de que esto no sea posible,
deberá marcarse adecuadamente con algún elemento idóneo el lugar exacto de su
ubicación.
4. Iguales medidas deben adoptarse con las personas lesionadas, sin perjuicio de priorizar en
ese caso la urgente atención médica.
5. Procurar el inmediato reconocimiento del imputado ante un Médico Legista a los efectos
de verificar su estado de conciencia, posibles signos de toxicidad y ubicación en tiempo y
espacio. De advertirse circunstancias que permitan presumir que el implicado se
encuentra bajos los efectos de alcohol o estupefacientes, se tengan en cuenta las
siguientes medidas:
61
c) la extracción de muestras deberá realizarse dentro del término de una hora luego del
hecho; superado dicho lapso, deberán practicarse dos extracciones con diferencia de
una hora entre cada una de ellas.
d) Se disponga un amplio informe técnico sobre los rodados intervinientes, en el que
deberá detallarse -entre otros aspectos- el estado general en que se encuentran; el
funcionamiento del sistema de luces -de posición, de giro, de freno, altas y bajas-;
estado de los neumáticos, bocina, limpiaparabrisas, espejos retrovisores, sistema de
dirección y frenos; la localización exacta de la parte del vehículo impactada y la
descripción detallada de los daños que presenten.
6. En caso de haberse secuestrado aparatos de telefonía celular respecto de los cuales exista
algún indicio de su utilización al momento del hecho, se remitan tales elementos a peritos
tecnológicos, a fin de determinar su uso durante la franja horaria en que tuvo lugar el
siniestro, para lo cual deberá circunscribirse lo más posible el lapso de interés.
7. Si se incautan dispositivos GPS, se remitan también a los peritos tecnológicos con el objeto
de que se establezca, de ser posible, la velocidad a la que circulaban los rodados
implicados, los recorridos registrados y todo otro dato de interés para la investigación.
8.4 Víctimas
1. Se debe requerir la urgente intervención del SEM en el lugar del siniestro a efectos de que
se priorice la atención médica de las personas damnificadas, como así también -en caso de
corresponder- se les brinde asistencia psicológica a aquellas, sus allegados y/o familiares
desde el primer momento. Asimismo, deberá dejarse constancia de los datos de los
profesionales de la salud intervinientes y del lugar adonde sean trasladadas las personas
damnificadas para su atención.
62
2. En caso de que se haya producido el deceso de alguna persona, asegurar que el cadáver
sea retirado en bolsa plástica, con las debidas condiciones de asepsia, a fin de practicar la
autopsia pertinente en la sede de la morgue.
3. Gestionar la inmediata derivación de las víctimas de este tipo de ilícitos y/o de sus
familiares o personas allegadas, al área de asistencia a la víctima que corresponda.
6. En caso de que niños menores de edad o personas incapaces sean los únicos
sobrevivientes del hecho, deberá darse inmediata intervención a la institución de defenas
o asesoría de menores y extremar los recaudos para localizar a familiares que puedan
asumir el debido cuidado de estas personas.
63
8.5 Testigos
1. Efectuar rápidas averiguaciones en el lugar de los hechos, como así también en comercios
cercanos, sobre la existencia de testigos, consignando datos filiatorios completos, teléfono
-fijo y movil- y correo electrónico.
2. Cuando se encuentre involucrada una unidad de transporte urbano de pasajeros requerir
los datos a la entidad que regula el servicio a los efectos de obtener los datos de quienes
se desplazaban en la unidad a los fines de convocarlos testimonialmente.
3. En los casos en que puedan surgir dudas acerca de la efectiva presencia de un testigo en el
lugar del hecho, deberá solicitarse a las prestatarias de telefonía celular que hagan saber
las celdas que captaron comunicaciones de la línea perteneciente al testigo en el rango
horario en que ocurrió el incidente.
4. Requerir a la Base Operativa de Coordiación Integral el detalle de las personas que se
hayan comunicado informando sobre el siniestro, a los fines de convocarlos en declaración
testimonial.
5. Requerir -principalmente en casos de multiplicidad de víctimas- al SEM el listado de
personas asistidas en el lugar del incidente, con indicación del cuadro que presentaron y el
centro de salud al que fueron trasladadas.
Los peritos realizarán una descripción exhaustiva mediante la utilización de un Protocolo que
recabe, como mínimo, la siguiente información:
64
9. Solicitud inmediata, de ser posible dentro de las primeras 24 hs, de las filmaciones que
pudieran haber en cámaras ubicadas en la ruta o lugar donde se produjo el siniestro de
tránsito.
10. Descripción de daños objetivables, de manera exhaustiva e inequívoca.
11. Estado del tiempo (nublado, niebla, lluvia, tormenta, posición del sol).
12. Visibilidad al momento del hecho.
13. Estado del terreno, (ruta, vía, autovía, calle, camino de tierra, etc.).
14. Registros de conducir y restricciones si las hubiera.
15. Datos filiatorios de los conductores, su testimonio por separado de lo ocurrido, como así
también los relatos de los testigos directos.
16. Imagen visual de las inmediaciones del lugar, desde la línea de visión del conductor, para
tratar de advertir la presencia de posibles obstáculos.
17. Delimitación exacta del lugar de la colisión.
18. Descripción de las huellas de frenadas, derrapes o rozamientos.
19. Estado y tipo de pavimento (hormigón, asfalto, adoquinado, ripio, etc.), y la existencia o no
de sustancias que pudieran influir en el normal desplazamiento de los vehículos.
20. Existencia de baches, cunetas, lomos de burro. Cruces. Cruces escolares, obras en
construcción, con las correspondientes señalizaciones.
21. Funcionamiento de los controles luminosos del tránsito, si es que se hallan instalados.
22. Naturaleza del siniestro de tránsito (entre vehículos en marcha, frontal, frontal lateral,
frontal trasero, vuelco, incendio, etc.).
23. Fluidez del tránsito al momento del siniestro.
24. Circunstancias presuntas del siniestro de tránsito por defectos de los vehículos (carencia
de frenos, rotura o pinchadura de neumático, etc.).
25. Colocación o no de cinturones de seguridad en las víctimas.
26. Datos de las personas heridas.
27. Estado psicofísico de los conductores.
28. Solicitud inmediata de control de alcoholemia en sangre y orina, tanto si los conductores
sobrevivieron como si fallecieron.
29. Si las hubiera, descripción de lesiones provocadas por el cinturón de seguridad o airbag.
65
30. Estado clínico de los conductores al momento del siniestro vial. Recomendándose la
extracción de sangre para determinar afecciones posibles tales como Diabetes por
ejemplo.
31. Evitabilidad del siniestro.
32. Informe autópsico.
33. En caso de ser necesario solicitar una reproducción en 3D.
34. Punto clave o crítico.
35. Punto posible de percepción.
36. Punto posible de detección.
37. Punto de percepción efectiva.
38. De ser necesario se sugiere realizar la reconstrucción del hecho.
66
9. Capacitación para la atención en siniestros de tránsito
67
equipamiento. Resulta por tanto imprescindible la formación continua en estas materias para la
ciudadanía en general, para los primeros intervinientes (aquel individuo entrenado que actúa
independientemente pero coordinado con un sistema de emergencias médicas, tal como
bomberos y cuerpos y fuerzas de seguridad del estado) y para todo el personal sanitario.
Todas estas técnicas, en el contexto del paciente politraumatizado, se realizan de forma adaptada
a sus lesiones, por lo que deben conocerse las maniobras dirigidas a estos pacientes y bajo la
premisa de la conocida “regla del PAS”, que establece el siguiente orden de actuación en el lugar
del siniestro:
1º Proteger: a la víctima y a quien la auxilia de los peligros del entorno del siniestro: atropellos,
caídas, explosiones, etc., logrando un entorno seguro para atender a la víctima.
2º Alertar: a los sistemas de emergencias médicas (SEM), bomberos y cuerpos y fuerzas de
seguridad.
3º Socorrer a la víctima del siniestro.
Para la atención a un paciente que ha sufrido un traumatismo por siniestro de tránsito,
específicamente, se establece la siguiente cadena de supervivencia adaptada al politraumatizado:
•Activación precoz del Servicio de Emergencia Médica.
•Medidas iniciales de soporte vital básico (SVB) al trauma.
•Asistencia especializada de soporte vital avanzado (SVA) al trauma.
•Transporte adecuado al centro útil.
•Tratamiento avanzado hospitalario.
68
•Difundir las técnicas y recomendaciones de soporte vital básico al paciente accidentado entre los
ciudadanos, primeros intervinientes y profesionales sanitarios de acuerdo con las
recomendaciones de las sociedades científicas internacionales (European Resuscitation Council y
American Heart Association).
Definir los conocimientos y las destrezas necesarias para poder realizar una primera atención
cualificada a las víctimas de enfermedad traumática por siniestro de tránsito, de modo que, desde
la ciudadanía en general, todo interviniente en la atención al accidentado de tránsito debe
conocer:
-La importancia socio-sanitaria de los siniestros.
-Las bases biomecánicas de las lesiones traumáticas.
-Las medidas básicas de seguridad en la atención al accidentado de tránsito.
-Datos básicos de información en la alerta por siniestro de tránsito.
-Las técnicas de soporte vital básico al trauma.
-Las técnicas de movilización de pacientes accidentados y sus indicaciones y contraindicaciones.
-Las correctas medidas de primeros auxilios ante las urgencias más frecuentes: hemorragias,
fracturas, dolor torácico, convulsiones.
69
• Personal sanitario.
9.4 Competencias
• Población escolar: la capacidad de niños en edad escolar, desde los 5 años para realizar
correctamente los dos primeros eslabones de la cadena de supervivencia se puede lograr
exitosamente con un pequeño esfuerzo docente. La formación en cascada a través de sus
maestros resulta muy útil para extender esta formación y despertar el interés de los escolares por
esta materia. Resultaría esencial incluir este contenido en el currículo de la asignatura de
Educación para la Ciudadanía. Asimismo, las campañas de prevención de siniestros de tránsito,
seguridad vial y uso de dispositivos de seguridad han demostrado una gran eficacia y receptividad
en este grupo de población.
• Ciudadanía en general: el acercamiento manteniendo las inexcusables normas de seguridad, la
activación de los sistemas de emergencias, la realización de maniobras de soporte vital básico y la
realización de las medidas iniciales ante las urgencias más frecuentes, requieren una formación
específica que, sin duda será rentable en términos de mortalidad, secuelas y costos económicos.
Se debe aprovechar los programas en formaciones regladas (formación para la obtención del
licencia de conducir, etc.) para aportar u optimizar estos contenidos.
• Primeros intervinientes: además de lo descrito con anterioridad, tendrán conocimientos acerca
del uso de desfibriladores semiautomáticos y de dispositivos de extricación y férulas.
• Personal Sanitario: debe conocer las medidas de soporte vital avanzado en traumatología, así
como las habilidades docentes para transmitir la formación básica en esta materia a la ciudadanía.
El paso inicial consiste en describir las necesidades formativas para los diferentes actores
intervinientes en la asistencia al accidentado de tránsito, desde el ciudadano hasta el personal
sanitario, incluyendo fuerzas de seguridad, bomberos, etc.; estableciendo unos contenidos
formativos comunes a todos ellos a los que se añaden, progresivamente, contenidos técnicamente
más complejos y dirigidos al perfil profesional al que van dirigido.
70
Debe hacerse especial hincapié en que, para todos los eslabones de la cadena, se insista en:
• La información mediante campañas de difusión, por parte de los servicios públicos, sobre las
medidas preventivas de siniestros y el uso de dispositivos de seguridad, así como campañas
informativas acerca de lo que se debe y no se debe hacer ante un siniestro de tránsito.
• Garantizar la seguridad del entorno antes de la actuación. Utilización de material para
señalización del siniestro (triángulos, linternas, ubicación de vehículos más adecuada para
señalizar).
• El uso de equipos de protección individual (chalecos, reflectantes, mascarillas si se posee).
• La correcta transmisión de la información que haga más sólida la cadena de supervivencia.
71
• Regla del “PAS”: Proteger-Alertar-Socorrer.
• Información básica al SEM a través del 911 o
directa.
• Cadena de supervivencia y maniobras de
soporte vital básico y primeros auxilios ante las
urgencias más frecuentes.
• Desfibrilación externa semiautomática.
72
9.6 Material de Formación
• Primer Interviniente.
73
10. Recursos materiales no sanitarios, necesarios para la
intervención en siniestros viales
Elementos de señalización:
74
Llaves de rueda múltiple (llave cruz) y para camiones.
Bidón y balde de 20 litros.
Eslinga tejida para arrastre de vehículos.
Matafuegos de polvo triclase - ABC.
Producto absorbente ecológico.
Escobillón.
Bolsas plásticas de residuos con capacidad de hasta 25 kg.
Guantes de descarne, moteados y del tipo quirúrgicos.
75
11. Red de recursos sanitarios necesarios
76
• Servicios de salud de las provincias y los municipios.
• Sistemas de emergencias médicas extrahospitalarias.
• Dispositivos de asistencia sanitaria urgente de Atención Primaria y Asistencia Especializada.
• Centro de comunicaciones 911.
11.2 Competencias
Cada provincia y municipio cuenta con varios organismos con distinto grado de responsabilidad en
la atención de una víctima de tránsito. Estos organismos pueden ser:
• Servicio de salud de la Provincia o Municipio: es el encargado de garantizar la atención integral
mediante la coordinación de los distintos niveles asistenciales, así como la atención a las
urgencias y emergencias.
• Servicio de emergencias médicas, encargado de la planificación y gestión de los recursos
sanitarios destinados a la asistencia sanitaria urgente extrahopitalaria. Además, es el
responsable de la correcta dotación de recursos materiales, la adecuada formación de los
recursos humanos y la coordinación operativa con otros intervinientes.
Los siguientes datos se consideran necesarios para hacer una estimación de los recursos que se
precisan para la prestación de la atención sanitaria extrahospitalaria, así como su distribución.
77
11.4 Características territoriales
Los datos de la ciudad/municipio considerados útiles, para planificar de forma adecuada los
recursos que se necesitan para atender a los lesionados de tránsito son principalmente
orográficos, demográficos y, sobre todo, referentes a la red vial.
Superficie de la ciudad.
•Densidad poblacional: Entendida como población total, independientemente del tipo cobertura
sanitaria que se tenga, especificando la población flotante de las áreas metropolitanas.
•Distribución poblacional: No existe en la literatura un consenso que permita definir con claridad
que es una zona urbana y una zona rural, incluso pueden apreciarse diferencias si se comparan
distintas ciudades o países.
o Red vial de largo recorrido, permiten unir los núcleos urbanos de mayor población.
o Red de vial que aseguran la comunicación entre los principales centros de población.
o Red vial que conectan todas las cabeceras comarcales y núcleos de población superior a
1.500 habitantes, entre sí y con la red fundamental.
o Red formada por rutas que sirven al tránsito de corto recorrido, vías rápidas,
circunvalaciones.
o Resto de red: tramos de pequeña longitud, tales como travesías sustituidas por variantes,
accesos a estaciones de ferrocarril sin tránsito ferroviario en la actualidad, y otros tramos
sin práctica utilización.
78
• Características especiales:
o Insularidad.
o Alta montaña.
o Orografía.
o Zonas industriales/agrícolas.
• Número total de siniestros de tránsitos registrados por tipo de vía y vehículos, detallando fecha,
hora y lugar de ocurrencia.
• Número de siniestros con lesionados leves o graves, por tipo de siniestro, vía, tipo de usuario,
rango etario y sexo.
• Mortalidad en siniestros de tránsito, por tipo de siniestro, vía, tipo de usuario, rango etario y
sexo.
El conocimiento de los recursos sanitarios con los que cuentan las provincias/municipios para la
asistencia sanitaria urgente (y emergente) en el ámbito extrahospitalario, así como su
equipamiento y dotación humana, se consideran datos esenciales para la toma posterior de
decisiones.
79
Estos datos, han de permitir conocer si los recursos con los que cuenta la provincia y los
municipios son suficientes para responder a esta patología concreta, si es necesario implantar
nuevos recursos y características de los mismos, o si simplemente se trata de un problema de
distribución y coordinación.
Los datos necesarios son:
Red de recursos sanitarios existentes: o Sistemas de emergencias médicas.
Áreas o zonas básicas de salud: Centros de salud de atención primaria y atención
continuada, y dispositivos de urgencias.
Hospitales 1er Nivel: Cirujano y/o traumatólogo, pediatra con presencia física, pero no
disponen de unidad de cuidados intensivos ni tomografía axial computarizada.
Hospitales 2º Nivel: Cirujano, pediatra y traumatólogo con presencia física, y disponen de
unidad de cuidados intensivos y tomografía axial computarizada, pero no de
neurocirujano.
En nuestro país conviven diferentes modelos de SEM que, aún teniendo muchas similitudes,
presentan importantes diferencias en cuanto a las características del centro coordinador,
denominación de profesionales o vehículos, equipamientos y grado de desarrollo.
La relación de datos que aparecen a continuación son los que se han considerado como elementos
comunes a todos, o casi todos los SEM.
Recursos humanos.
Operadores telefónicos.
80
Diplomados de enfermería en ambulancias de soporte vital avanzado y soporte vital con
enfermería (SVE).
Cobertura sanitaria.
Datos de actividad.
Recursos movilizados.
81
Número de lesionados de tránsito atendidos por un SEM, contabilizando los pacientes
trasladados y no trasladados.
Porcentaje de tiempo de ocupación.
Tiempo de Respuesta del primer recurso asistencial que llega al lugar del incidente.
Se considera que se producen mayor número de siniestros, pero menos graves que en las
zonas interurbana.
En las zonas interurbanas la recomendación sería priorizar la activación de las SVA, y utilizar
unidades menos complejas en zonas urbanas, potenciando el papel del los Diplomados en
Enfermería en los soportes vitales con enfermería.
Poblaciones entre 10.000 y 50.000 habitantes.
1 SVA en poblaciones con 50.000 habitantes, y en poblaciones próximas a 30.000 que no
dispongan de Hospital en 30 minutos 1 SVE.
82
1 SVB por cada 15.000.
Se asegurará que la zona puede contar con los siguientes recursos: SVB en menos de 15 minutos.
SVE en menos de 20 minutos.
SVA en menos de 30 minutos (terrestre o aéreo).
En las zonas rurales, de alta montaña es fundamental que las SVB puedan ser medicalizadas
mediante los profesionales de atención primaria que trabajan en los distintos dispositivos de
83
atención urgente. Estos profesionales deberán estar adecuadamente formados en soporte vital
avanzado al trauma grave adulto y pediátrico y soporte vital avanzado adulto y pediátrico.
Los helicópteros sanitarios constituyen un recurso muy valioso para prestar asistencia sanitaria
avanzada en las zonas de alta montaña y en las aisladas.
b. Recursos materiales
Se considera que los recursos sanitarios terrestres destinados a la asistencia y transporte de las
víctimas de siniestros de tránsito deben tener el equipamiento que a continuación se detalla:
Monitor con capacidad para realizar ECG de 12 derivaciones y desfibrilador con
marcapasos externo.
Respirador volumétrico.
Bombas de perfusión y/o bomba de jeringa.
84
Sistema de aspiración.
Equipo de intubación de adulto y pediátrico.
Método alternativo de aislamiento de la vía aérea: Mascarilla laríngea, Fastrach, equipo de
cricotiroidotomía, etc.
Sistema de oxigenoterapia con instalación centralizada.
Equipo de oxinoterapia portátil.
Pulsiómetro.
Balón autoinchable adulto y pediátrico.
Tensiómetro.
Maletín de resucitación cardiopulmonar adulto y pediátrico.
Maletín de primeros auxilios.
Glucómetro.
Juego de collarines cervicales.
Juego de férulas se extremidades.
Férula de tracción.
Tablero espinal.
Camilla cuchara.
Colchón de vacío.
Silla de traslado.
Elementos para toma y rotulación de muestras de sangre
Equipos de protección individual: casco, chaleco reflectante, mascarilla, guantes, equipos
anti corte (guantes y chaquetones), protector ocular y facial, etc.
Equipo de atención a múltiples víctimas y catástrofes.
Medicación adecuada para el tratamiento farmacológico de los pacientes que lo precisen,
y como mínimo sedantes, analgésicos (incluidos los derivados opiáceos para los que habrá
que cumplir con la normativa vigente), anestésicos locales, antagonistas del calcio,
antagonistas de piáceos (naloxona), antianginosos, antiarrítmicos, anticolinérgicos,
antisépticos, benzodiacepinas, bloqueantes betaadrenérgicos, broncodilatadores,
corticosteroides, diuréticos, glucosa, insulina de acción rápida, sueros, sustitutos del
plasma y vasoactivos (adrenalina).
85
c. SVB (con material para su medicalización)
DESA.
Sistema de aspiración.
Equipo de intubación adulto y pediátrico.
Método alternativo de aislamiento de la vía aérea: Mascarilla laríngea, Fastrach,
etc.
Sistema de oxigenoterapia con instalación centralizada.
Equipo de oxigenoterapia portátil.
Pulsiómetro.
Balón autoinchable adulto y pediátrico.
Tensiómetro.
Maletín de resucitación cardiopulmonar adulto y pediátrico.
Glucómetro.
Juego de collarines cervicales.
Férula espinal.
Juego de férulas de extremidades.
Férula de tracción.
Tablero espinal.
Camilla cuchara.
Colchón de vacío.
Silla de traslado.
Equipos de protección individual: casco, chaleco reflectante, mascarilla, guantes,
protector ocular y facial, etc.
Equipo de atención a múltiples víctimas y siniestros.
d. Recomendaciones
86
La adecuada gestión y distribución de los recursos sanitarios deben de ser
considerados como ejes fundamentales para mejorar y ofrecer la mayor equidad
posible, en la atención a los pacientes accidentados de tránsito.
Los recursos sanitarios deben estar adecuadamente equipados y los profesionales
sanitarios debidamente entrenados en la asistencia de estos incidentes.
Es necesario que las Administraciones Públicas realicen un esfuerzo para dotar a los
Municipios de los recursos necesarios de acuerdo a una serie de criterios objetivos.
87
13. Procedimientos operativos y asistenciales en la atención
sanitaria a las víctimas de tránsito en el lugar del hecho
88
víctimas de siniestros de tránsito, cuyos resultados también dependen del buen funcionamiento
de toda la cadena asistencial.
13.1 Objetivos
Los procedimientos operativos y asistenciales pueden ser útiles y aplicables a todos los operadores
que interactúan durante la fase del siniestro de tránsito: bomberos, fuerzas de seguridad,
Protección Civil, voluntarios de Cruz Roja, así como a cualquier profesional sanitario, ya sea
médico, enfermero/a o técnico.
89
y aplicación, por parte de los profesionales, pero con desarrollo temporal diferente en función del
caso.
Durante esta fase, el interviniente que llegue en primer lugar al punto del siniestro, deberá
confirmar y complementar la información que a continuación se detalla al centro de coordinación,
con el fin de movilizar el resto de recursos necesarios y aportar todos estos datos al equipo
médico durante su aproximación al lugar.
• Lugar exacto del siniestro.
• Número y tipo de vehículos involucrados.
• Existencia de mercancías peligrosas.
• Identificación de otros intervinientes presentes o ausencia de los necesarios.
• Información a Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y a los Cuerpos de Extinción y Rescate.
• Climatología.
• Estado de la calzada y mejores accesos.
• Estimación del número de accidentados.
En la fase previa a la atención inicial, el equipo de emergencias, debe realizar la aproximación al
lugar del siniestro, la evaluación de la escena, el acceso o aproximación a la víctima, el triage
inicial y la extracción de pacientes. Figura 1.
90
Figura 1.
91
13.5 Aproximación
Se entiende como la llegada al lugar del suceso de forma rápida y segura, teniendo en cuenta:
• Tipo de vehículo asistencial.
• Características de las vías de acceso.
• Experiencia y pericia del conductor de la ambulancia.
• Ruta principal y alternativas posibles.
• Otros vehículos de intervención presentes: bomberos, policía, etc.
El primero de los actores interviniente que llegue a la zona del suceso, debe realizar una
evaluación de la misma teniendo en cuenta tres componentes, tras lo que informará de todos los
detalles útiles al centro coordinador sanitario:
• Seguridad. Consiste en evaluar los posibles peligros existentes, para disminuir o eliminar los
riesgos a los actores intervinientes y los pacientes.
• Escena. Evaluando el número de vehículos involucrados, grado y tipo de daño de cada uno de
ellos.
• Situación. Evaluando los aspectos asistenciales tras un análisis del suceso, que incluye el número
de víctimas y la estimación de gravedad de éstas.
No existe un procedimiento de actuación claro y único en la fase de aproximación, lo que si existe
son unas recomendaciones a la hora de realizarla:
• Todas las personas involucradas en la asistencia a un siniestro de tránsito deben tener como
máxima la seguridad de los actores intervinientes y de los pacientes.
• Una vez realizado el análisis de la escena y garantizada la seguridad, hay que identificar a los
lesionados con la mayor necesidad de cuidados médicos de emergencia. Ante la existencia de un
incidente con múltiples víctimas, será prioritario salvar al máximo número de pacientes antes de
enfocar los recursos a un solo paciente.
• Priorizar la evaluación y manejo de los pacientes que han sido identificados como los más
necesitados de atención.
92
13.6 Evaluación sanitaria de la escena: Control del escenario
• En ambos casos se debe posicionar todos los vehículos con las luces encendidas, protegiendo al
vehículo accidentado, tanto las de posición como las de emergencia y prioritarios.
El control del escenario incluye, la seguridad activa y pasiva del personal y pacientes, y el contacto y
coordinación con los otros cuerpos intervinientes.
• Lo primero que se debe hacer es asegurar el perímetro del siniestro, siendo responsabilidad de
los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad el hacerlo. Para ello, a la llegada de los equipos, es
fundamental sectorizar marcando la zona de intervención, área de peligro y de seguridad. El
objetivo perseguido es evacuar lo más precozmente posible a los heridos al área de seguridad para
que sean atendidos. Siempre usando equipos de protección personal.
• Ponerse en contacto con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, si aún no se ha hecho.
93
• Se debe desconectar la ignición del vehículo accidentado a través de la llave del contacto. Intuir
que la batería, por su ubicación, pueda estar dañada, siendo susceptible de producirse el derrame
de ácido, chispas por contacto del borne con la chapa o explosión (por sobrecalentamiento
interior o exterior de la batería y acumulaciónde gases en su interior). Cuando las circunstancias lo
permitan, se debería desconectar el cable del polo negativo de la batería, acción que suele ser
realizada por los bomberos. En el caso de vehículos híbridos (vehículos que combinan dos
motores, uno eléctrico y otro de explosión) no existen, en la actualidad, procedimientos validados
de actuación, debiéndose extremar las medidas de seguridad con ellos en lo referente a las
baterías que portan.
• Asegurar los vehículos siniestrados. Un vehículo que se encuentre inestable es un peligro
potencial, que afecta tanto a las víctimas como a los profesionales que trabajan en la zona del
rescate. Todos los vehículos implicados deben estabilizarse con la mayor precocidad posible sobre
la posición en la que se encuentren, siendo ésta una tarea fundamental de los bomberos. Nunca
debemos intentar dar la vuelta al vehículo en caso de vuelco sobre el techo. Si el vehículo se ha
quedado en una posición con riesgo de despeñarse o caer al vacío, debemos actuar rápidamente
utilizando medios alternativos.
• También es tarea de los bomberos el control del derrame de combustibles, cables eléctricos,
postes, etc., teniendo, el resto de los intervinientes, que considerar el peligro que suponen antes
de su intervención en el lugar.
• Utilizar siempre ropas reflectantes que identifiquen a los miembros de los equipos de
intervención, tanto durante el día como de noche, así como en situaciones atmosféricas adversas
(niebla, lluvia, etc.).
• Utilizar equipos de protección individual: casco, guantes, ropa ignífuga, guantes de seguridad
anticorte (además de los guantes de látex), botas de seguridad, casco y equipos de protección
respiratoria (cuando la situación lo requiera).
• Estar equipados con extintores de polvo seco polivalente ABC, por si el equipo médico llega
antes que el de rescate y extinción. Si el incendio es de grandes proporciones se utiliza espuma
sintética con polímeros que proporcionan estabilidad a la espuma, aunque la utilización de éstas
suele ser de uso exclusivo de los cuerpos de rescate y extinción.
• Realizar un rastreo perimetral de la zona del siniestro, para localizar otras víctimas que podrían
haber salido despedidas del vehículo siniestrado.
94
13.7 Acceso o aproximación a la víctima
En el caso de los pacientes atrapados, hay una serie correlativa y ordenada de acciones y técnicas,
para facilitar el abordaje de los actores intervinientes a las víctimas atrapadas en el interior, que se
realizan tras la estabilización del vehículo y previas a la extracción de las mismas.
Se debe buscar la manera más óptima de llegar al atrapado, de forma rápida y segura a través de
los espacios o accesos que más seguridad ofrezca. El personal sanitario debe ser autorizado, antes
de su entrada, por el coordinador del rescate con el objeto de asegurar que las condiciones son
adecuadas para la protección personal.
En la atención a los pacientes atrapados se deben valorar las siguientes consideraciones:
Se define como el conjunto de actividades terapéuticas básicas, previas al rescate, que permitan
evitar las causas de muerte salvable (hemorragia, asfixia, shock), teniendo prioridad al rescate.
La evaluación inicial debe ser rápida, empleando el ABCD del paciente traumático. Se valoran las
prioridades y detección de problemas vitales con la adopción inmediata de medidas especificas
para su solución. Este punto se desarrolla más adelante, en la valoración primaria de la Fase de
Asistencia Sanitaria.
Estas técnicas son de especial consideración en estos pacientes, dado que las víctimas se
encuentran en esta condición por haber soportado mecanismos lesionales de mucha energía (así
como las estructuras del vehículo), hecho que los hace más susceptibles de tener más lesiones o
con posibilidad de empeorarlas o producirlas de nuevo por su manejo complicado en la extracción.
Por ello, la adecuada inmovilización tiene especial importancia debido a que tiene por objetivo
estabilizar lesiones existentes, y evitar lesiones secundarias que agravarían aún más su estado y
dificultarían su posterior recuperación.
Se efectúa por el personal sanitario presente en el mismo lugar del siniestro, prestando especial
atención a las lesiones de la columna vertebral. Los dispositivos inmovilizadores utilizados no
95
deben ser retirados por ningún motivo, hasta que sea descartada, radiológicamente, una lesión
espinal.
Si es necesario se solicitará al responsable del cuerpo de rescate y extinción la creación de espacios
específicos para realizar valoraciones y tratamientos “in situ”.
Las lesiones de la columna se deben sospechar, cuando se presente cualquiera de las
circunstancias reflejadas en la Tabla I.
96
13.10 Triage o clasificación
• Las principales amenazas para la vida están constituidas por la asfixia, la hemorragia y el shock
(lesiones de riesgo vital).
• La clasificación debe conseguir identificar ante todo, aquellos pacientes críticos que necesitan
reanimación inmediata, y separarlos de los demás; además, de aquellos que no deberán recibir
asistencia, bien por ser leves y sólo precisa autocuidados, o bien porque sufran lesiones
objetivamente mortales.
97
La necesidad de clasificar a los heridos de un incidente de múltiples víctimas (IMV) es un hecho
aceptado. Sin embargo, donde no hay acuerdo es en determinar el procedimiento para llevarlo a
cabo, así como las categorías en que deben ser clasificados los heridos y otros muchos aspectos
relacionados con este asunto.
Esta es la razón de los numerosos métodos existentes en la literatura y ninguno de ellos con
resultados concluyentes (Anexo I: Categorización, Triage o Clasificación de pacientes).
A nivel extrahospitalario, los más utilizados son los métodos funcionales, que asignan la prioridad
de asistencia médica atendiendo al estado de las funciones vitales básicas que presenta la
víctima. Son los de uso más sencillo, los que menos formación requieren y más rápidos son de
aplicar en una situación de IMV.
Uno de los más recomendados en el método START (Simple Triage y Rápido Tratamiento). Está
destinado a la clasificación de heridos en siniestros de múltiples victimas, por parte de personal
no médico. Está considerado como método sencillo, rápido de aplicar (menos de un minuto por
paciente) y con una alta sensibilidad en la detección de heridos graves. Incorpora dos
tratamientos básicos (control de la vía aérea en víctimas inconscientes y control de hemorragias);
al considerar que el retraso de las mismas puede conducir, en muchos casos, al fallecimiento
prematuro de la víctima.
13.11 Extracción
Entendemos como tal, al rescate con inmovilización previa de víctimas que sufren un siniestro de
tránsito y que han quedado atrapadas en el vehículo accidentado, considerando persona
atrapada aquella que no puede salir por sus propios medios.
La valoración y manejo inicial del paciente comienzan en el momento en que se puede acceder al
mismo, teniendo por lo tanto prioridad sobre las maniobras de extracción.
La extracción es un procedimiento operativo de actuación con técnicas de descarcelación,
inmovilización y movilización, encaminado a la liberación combinada, entre los servicios
asistenciales y los cuerpos de rescate, del paciente atrapado, garantizando su seguridad en todo
momento. Es prioritario, en esta fase, establecer un coordinador, siendo el responsable de la
seguridad de los intervinientes, de las maniobras y teniendo el mando sobre el equipo de rescate
y sanitario.
98
Será responsabilidad de los Cuerpos de rescate (bomberos) la descarcelación de los heridos,
liberando al paciente de las estructuras del vehículo que no permiten su salida, así como creando
accesos y espacios para la valoración e inmovilización a realizar por los sanitarios, o una vía de
salida adecuada para el paciente. Esta tarea deberá abordarse tras establecer una estrategia
coordinada con el responsable sanitario que será el que supervise en qué momento se debe
proceder y cómo debe ser la movilización posterior a ella, tras la estabilización del paciente.
Comprende las fases de Valoración Primaria y Secundaría, así como la de Traslado al Hospital. La
fase de inmovilización, normalmente, ocurre entre la valoración primaria y secundaria, pero
puede realizarse en otro momento de la asistencia en función del caso.
Durante la valoración primaria, una vez extraído el paciente del vehículo y si es posible, en el
interior del habitáculo asistencial para velar por su intimidad y privacidad, así como por su
protección térmica, se van poniendo en marcha medidas de soporte como pueden ser la apertura
de la vía aérea, la administración de oxígeno a concentraciones alto flujo, apoyo ventilatorio con
un dispositivo de bolsa autohinchable, compresión de hemorragias externas y reposición de
volumen, mientras se realiza la valoración del paciente con la sistemática ATLS (Advanced Trauma
Life Support) del Colegio Americano de Cirujanos (American College of Surgeons). En
circunstancias de riesgo vital, como un neumotórax a tensión, sería necesario actuar “in situ” para
descomprimir el tórax y evitar la muerte precoz.
99
14.1 Valoración primaria
Tiene como objetivo el detectar y tratar las lesiones que pueden amenazar la vida del paciente
mediante una evaluación sistemática de la vía aérea con control cervical (A), la ventilación (B), la
circulación (C), la valoración de daño neurológico (D), debiendo en último lugar desnudar al
paciente en la exposición (E). Las lesiones críticas detectadas en esta primera valoración no
pueden esperar a ser resueltas y deben ser tratadas de inmediato (Tabla II).
100
El tiempo de asistencia (desde la llegada al lugar hasta iniciar el traslado al centro hospitalario) es
fundamental en el paciente traumático grave. Han de abordarse “in situ” lesiones que
condicionen un riesgo vital: hemorragias externas, problemas en la vía aérea, situaciones de
hipoxia o de shock, sin demorarse demasiado, ya que la resolución terapéutica definitiva se
consigue en el centro hospitalario apropiado. Es por ello por lo que debemos saber suministrar al
paciente sólo aquellas medidas de las que pueda obtener un beneficio real (control de la vía
aérea, oxigenación, abordaje venoso, fluidoterapia, analgesia, sedación, etc.), en el menor tiempo
posible, acortando con ello el intervalo de tiempo libre de cirugía. Según el consenso internacional
a este respecto, se recomienda que el tiempo de asistencia de un trauma grave, en el ámbito
extrahospitalario, no debiera superar los 20 minutos, a no ser que el paciente se encuentre
atrapado o aparezca alguna circunstancia que nos obligue a superar este tiempo, hecho que
debería quedar registrado en la historia clínica.
La prioridad en el manejo del paciente politraumatizado es conseguir una vía aérea permeable y
todas nuestras acciones deben ser realizadas bajo estricto control de la estabilidad de la columna
cervical (inmovilización en posición neutra). Sólo hay una intervención sobre el paciente que
pueda equipararse, según las últimas recomendaciones del ATLS, a la importancia de realizar el
control de la vía aérea, y es el control de una hemorragia externa exanguinante.
Para evaluar la permeabilidad de la VA, lo primero es preguntar al paciente cómo se encuentra.
Un paciente que se comunica verbalmente tendrá una VA permeable. En un paciente
inconsciente, debemos evaluar su VA y garantizar la permeabilidad de la misma. Una respiración
ruidosa implica una obstrucción parcial de la vía aérea, de la misma forma que un estridor. Las
maniobras esenciales para abrir y mantener permeable la vía aérea incluyen:
• Limpieza manual de la VA, extracción de material extraños, dentro de la cavidad bucal, utilizando
los dedos o con pinzas (pinzas de Magill).
101
• Aspiración. En ocasiones, la presencia de sangre o vómito es la responsable de la obstrucción de
VA. Son preferibles las sondas rígidas (tipo Yankauer) a las blandas.
• Uso de cánulas orofaríngeas. Evitan la obstrucción de la vía aérea en el paciente con bajo nivel
de conciencia, pero no previenen la broncoaspiración, ya que no sellan la vía aérea.
• Intubación orotraqueal (IOT). Se considera la técnica de elección en el aislamiento de la vía
aérea. Indicada en pacientes incapaces de mantener la permeabilidad de su vía aérea, incluidos los
que presentan una puntuación en la escala de coma de Glasgow (ECG) menor de 9 puntos (Tabla
III).
102
Ventilación
La administración de oxígeno con dispositivos de alto flujo (mascarilla tipo Venturi) con FiO2
elevadas es absolutamente primordial en el paciente traumatizado grave. Lo primero será ver si el
paciente ventila o no. En caso negativo, actuaremos con el algoritmo de parada respiratoria. Si
respira, vamos a evaluar cómo lo hace, comprobando la frecuencia respiratoria, el trabajo
respiratorio, si existe tiraje, movimiento del tórax, uso de musculatura accesoria, mediante
inspección de ambos hemitórax, realizando también palpación y auscultación de dicha área.
En una primera inspección comprobamos si hay heridas o contusiones en cuello y en tórax. El
cuello debe valorarse en la evaluación de la función ventilatoria, así como la existencia de herida
abierta, enfisema subcutáneo (posible neumotórax subyacente), crepitación laríngea (rotura
laríngea), desviación traqueal (neumotórax a tensión) e ingurgitación yugular (neumotórax a
tensión, taponamiento cardiaco).
En el tórax debemos hacer inspección de toda su área (en busca de hematomas, equimosis,
deformidades o movimientos paradójicos), palpación de toda su superficie (en busca de
crepitación o dolor), percusión en todos sus planos (descartando timpanismo o matidez) y
auscultación (en busca de tonos cardiacos o murmullo vesicular apagados).
Ante todo se buscarán, de forma activa, las lesiones críticas que puedan acabar en breve con la
vida del paciente si no se descubren a tiempo y se tratan (Tabla IV).
Debemos utilizar la pulsioximetría y el capnógrafo como elementos diagnósticos fundamentales
para valorar el estado inicial del paciente, valorando la saturación de O2 y los niveles de ETCO2
(en el paciente intubado), así como la evolución de estos.
Si el paciente ventila por sí mismo, le pondremos una mascarilla tipo venturi. Si precisa apoyo
ventilatorio, se realizará ventilación con la bolsa autohinchable, conectada, siempre, a una fuente
de oxígeno al 100%, hasta que se pueda conseguir una VA definitiva, mediante intubación.
103
104
Circulación y control de la hemorragia
105
Es fundamental valorar los signos clínicos que presenta el paciente para establecer en qué fase
del shock se encuentra, y determinar así la cuantía de las pérdidas (Tabla V).
No se debe olvidar la realización de una monitorización electrocardiográfica del paciente para
objetivar la frecuencia cardiaca de forma continua y el ritmo cardiaco.
Se deben abordar dos vías venosas periféricas de grueso calibre con dos catéteres cortos por los
que se infundirá, inicialmente, suero fisiológico. En caso de dificultad se debería intentar el
abordaje de una vía intraósea (de elección en la edad pediátrica) o central, sin demorar por ello el
traslado. Según la severidad del shock y la cuantía de la pérdida hemática, la fluidoterapia inicial
debe de ser más o menos agresiva, observando la respuesta hemodinámica del paciente y, en
base a ello, objetivando si el sangrado interno sigue o no activo.
Si la infusión de cristaloides (suero fisiológico o ringer lactato) supera los 2000 ml en los primeros
20 minutos, y se debe proseguir la infusión de fluidos para mantener las tensiones arteriales,
podemos pensar en administrar soluciones coloides del tipo del hidroxietilalmidón (HEA).
Si se administran repetidas cargas de suero fisiológico y no se consigue mejorar el estado
hemodinámico del paciente se debe pensar que la hemorragia es incoercible o que se trata de un
tipo de shock diferente al hipovolémico.
Se precisa administrar cantidades considerables de fluidos, estos deben estar almacenados a una
temperatura adecuada para el paciente, evitando tenerlos a temperaturas ambientales extremas.
106
107
Valoración neurológica
Debemos evaluar el nivel de conciencia del paciente, las pupilas y signos de lateralización o
focalidad grosera. La escala de coma de Glasgow (ECG) nos aporta información sobre la función
cerebral y el pronóstico. Una puntuación entre 1415 se correlaciona con un traumatismo
craneoencefálico (TCE) leve; de 913, moderado y < 8, TCE grave.
Es recomendable realizar la evaluación neurológica cada 5 minutos para detectar cambios enel
nivel de conciencia, por lo que es fundamental asociar la hora a la que se ha realizado la
valoración, así como también es importante evaluar el tamaño y reactividad de las pupilas a la luz
(reflejo fotomotor). Una pupila dilatada unilateralmente o pupilas fijas y dilatadas de forma
bilateral, indica la herniación cerebral, que traduce lesión ocupante de espacio (hematoma
intracraneal) y requiere una intervención precoz para reducir la presión intracraneal (PIC).
En caso de estar ante un trauma craneoencefálico la lesión primaria del tejido cerebral sólo podrá
abordarse en el ámbito hospitalario, pero en nuestro terreno podremos incidir en el pronóstico de
forma clara, evitando la aparición de una lesión secundaria, provocada por situaciones de hipoxia,
hipercapnia, hipotensión, por la aparición de dolor, hipo o hiperglucemia, etc.
En situaciones de compromiso de espacio con evidentes signos de hipertensión intracraneal, se
deben poner en marcha medidas antiedema como la administración intravenosa de manitol,
monitorizando la presión arterial del paciente, y estableciendo controles de diuresis. Se puede
también contar con medidas de ajuste de la frecuencia respiratoria (hiperventilación)
monitorizada por los valores de la capnometría.
En su realización hay que velar por la intimidad del paciente y el control de temperatura de la
víctima, siendo preferible utilizar el habitáculo asistencial para ello. Facilita la evaluación completa
del paciente y precisa la retirada de toda su ropa.
Una vez finalizada la valoración debe ser cubierto para mantener la temperatura corporal y evitar
la hipotermia.
108
Deben estar recogidas las constantes vitales con la hora a la que se hizo la valoración (frecuencia
respiratoria, frecuencia cardiaca, presión arterial, puntuación escala Glasgow, glucemia,
temperatura). Si el equipo traslada al paciente debe haber al menos dos tomas.
Inmovilización
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Lesiones de extremidades. El reto se encuentra en valorar si se trata de una fractura o luxación,
para lo que se busca alteraciones en la anatomía mediante inspección y palpación.
Si la deformidad se encuentra en la zona diafisaria del hueso, se tratará de una fractura, pero si se
encuentra en las cercanías de una articulación puede existir dudas y, ante éstas, actuaremos como
si se tratará de una luxación. En este caso, salvo que se esté muy seguro, no se debe intentar la
reducción, hasta la confirmación radiográfica.
Para su inmovilización utilizaremos férulas, que tienen como finalidad inmovilizar las extremidades
lesionadas disminuyendo el dolor, la hemorragia y la presentación de lesiones posteriores.
Se lleva a cabo sin demorar el traslado del paciente; por lo que se recomienda realizarla en el
interior del habitáculo asistencial. Consiste en un examen detallado de la cabeza a los pies,
basado en la inspección, palpación, percusión, auscultación y reevaluación de signos vitales, que
se hará tras realizar una rápida anamnesis, sin olvidar la reevaluación primaria, que se hará de
forma periódica.
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Anamnesis
115
Se trata de la recogida de información a través de una entrevista clínica, donde se obtienen datos
acerca de los antecedentes familiares y personales del paciente, así como de la evolución clínica
de la enfermedad actual.
Mediante el término “HISTORIA” y en base a una regla nemotécnica, proponemos realizarla de la
siguiente manera:
H.I.S.T.O.R.I.A.
• Hora del siniestro.
• Identidad de la víctima.
• Salud previa.
• Tóxicos (drogas, fármacos).
• Origen del siniestro (biomecánica).
• Relato de los testigos.
• Ingesta de alimentos previa.
• Alergias conocidas.
116
• Percusión en todos los planos, en busca de matidez (hemotórax) o timpanismo (neumotórax).
• Auscultación de ambos hemotórax.
Valoración abdominal.
Inspección (hematomas, sangre en uretra), palpación (movimientos anormales de las palas iliacas,
dolor, atonía del esfínter anal). En los casos en los que se detecte la existencia de una pelvis rota,
algunos dispositivos sanitarios disponen de cinturón pélvico para su inmovilización hasta el
hospital. Una pelvis rota explorada en un primer momento, no debería volverse a explorar para
evitar su resangrado.
Valoración de extremidades.
117
• Inmovilización de las fracturas mediante férulas.
• En amputaciones de miembros, éste se conserva introduciéndolo en una bolsa seca hermética
que se pondrá en un recipiente con agua de hielo (4º C). Deberemos cohibir la hemorragia
comprimiendo de forma directa la raíz del miembro. En caso de no tener éxito, según las actuales
recomendaciones del ATLS, puede recurrirse a un torniquete.
• Ante miembros atrapados con dificultad circulatoria (aplastamiento), se debe tener cautela al
liberarlos, pues se sueltan a la circulación general productos tóxicos derivados de la necrosis
tisular, que suelen ser nefrotóxicos (síndrome de aplastamiento).
Evaluación de toda la espalda, mediante inspección y palpación en sentido craneocaudal,
rotando al paciente en bloque entre varios profesionales, sin perder la alineación del raquis.
Valoración del dolor. Debe medirse la intensidad de la sensación dolorosa del paciente a través de
una escala analógica y hacerse de forma seriada, antes y después del analgésico.
Otras técnicas para optimizar la situación del paciente. Se debe realizar tanto sondaje orogástrico
en TCE o nasogástrico, para realizar descompresión gástrica, como vesical, para medir diuresis,
cuya estimación será un dato indirecto de la gravedad del shock, o existencia de hematuria.
Los pacientes traumáticos graves, una vez recibida su primera asistencia “in situ”, deben ser
evacuados al centro hospitalario más adecuado para las lesiones que presenta. Esto se ha resuelto
mediante la regionalización de la asistencia y el desarrollo de hospitales traumatológicos de tercer
nivel, en los que se encuentran neurocirujanos, cirujanos torácicos, vasculares y radiólogos de
presencia física.
El Centro apropiado no es el hospital más cercano, sino aquel que cuente con la capacidad
adecuada para realizar el tratamiento definitivo de las lesiones que presenta la víctima.
118
Como norma general para seleccionar el tipo idóneo de transporte puede proponerse el que no se
disminuya en ningún momento el nivel de cuidados ya conseguido, así como no agravar el daño
existente, una vez estabilizado el accidentado durante el traslado.
La elección de un medio u otro de transporte dependerá de los siguientes parámetros:
• Gravedad y tipo de lesión del enfermo (categorización de pacientes).
• Condiciones propias del traslado: o Distancia origen/destino.
o Tiempo de traslado: es variable, aunque como norma general, el medio terrestre se
utilizará para traslados de menos de 30 minutos.
o Siniestros geográficos: el avión tendrá utilidad cuando existan siniestros geográficos
importantes (islas, cadenas montañosas, etc.).
o Estado de las carreteras.
o Densidad de tránsito.
o Situación meteorológica.
• Disponibilidad de recursos sanitarios (medios de transporte). En este sentido cabe destacar los
dos tipos de transporte con que cuentan los servicios de emergencias sanitarias con las siguientes
características:
Terrestre
Conformado por los vehículos sanitarios denominados ambulancias. Este medio se encuentra
regulado por normativa nacional, provincial y municipal según corresponda.
Se cuenta, básicamente, con dos niveles o escalones asistenciales de las ambulancias que
atienden a la demanda urgente o de emergencias, en función de la capacidad de prestación de
soporte vital:
• Unidades de Soporte Vital Avanzado (USVA) tipo UVI móvil: dotadas de materiales
específicos y de electromedicina para prestar una asistencia avanzada (ver capítulo de recursos) y
transporte. El equipo asistencial está formado por médico, enfermería y al menos un técnico de
emergencias.
• Unidades de Soporte vital avanzado tipo VIR (vehículo de intervención rápida): dotadas de
materiales específicos y de electromedicina para prestar una asistencia avanzada sin capacidad de
transporte. Se pueden denominar UAD de enfermería, SVE, etc. El equipo asistencial está formado
por médico, o enfermería y un técnico de emergencias.
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• Unidades de Soporte vital básico: dotadas de materiales específicos para realizar maniobras de
soporte vital básico (ver capítulo de recursos) y DESA: Los equipos que forman parte de la dotación
de estas ambulancias están formados por 2 ó 3 técnicos de emergencias.
• Unidades de Soporte vital básico medicalizables: dotadas de materiales específicos y de
electromedicina para prestar una asistencia avanzada y transporte, pero sin personal médico de
presencia. Para conseguir la condición de USVA deben de integrar un médico que puede ser
aportado en el momento de la emergencia por distintas áreas sanitarias (Atención primaria, SAR,
etc.).
Aéreo
Los medios aéreos, no reemplazan en modo alguno a las unidades móviles terrestres, sino que
funcionan de forma complementaria teniendo indicación de uso en situaciones concretas.
Factores como la distancia, accesibilidad y gravedad, determinan la indicación del transporte
aéreo. Problemas como los costes económicos y las condiciones meteorológicas adversas limitan
su utilización.
Los medios de transporte que se utilizan son helicópteros asistidos o medicalizados. El objetivo es
conseguir la atención precoz del paciente, acortando el tiempo de llegada del equipo médico al
lugar donde se ha producido la emergencia, y el posterior traslado del paciente.
Debido al reducido espacio disponible en la mayoría de los helicópteros utilizados, la atención
médica en ruta es extremadamente complicada, por lo que es necesario mantener unas premisas
previas:
• Realizar las maniobras de estabilización antes de iniciar el traslado.
• En los pacientes traumatizados graves el reconocimiento primario y reanimación (ABCD)
y el reconocimiento secundario debe realizarse "in situ". Por ello, el control de la vía aérea,
drenaje de neumotórax, la canalización de vías venosas, la colocación indicada de sonda
nasogástrica y/o vesical y la inmovilización de fracturas, tienen que realizarse como paso previo al
embarque del paciente.
• Los fluidos para administración intravenosa es preferible que estén contenidos en envases de
plástico para facilitar su infusión.
• Todos los elementos que configuran el soporte asistencial (tubos, sondas, catéteres, etc) deben
ser asegurados y fijados antes del despegue.
120
• El colchón de vacío es un elemento fundamental para la adecuada inmovilización del paciente
durante el vuelo, si bien, es necesario vigilar su consistencia ya que disminuye con la altura al
disminuir la presión.
• Durante el transporte, se deberá continuar con la terapéutica iniciada "in situ", monitorizando
las constantes vitales, el electrocardiograma y el resto de los parámetros específicos.
• Cuando el paciente recibe ventilación asistida es preciso la vigilancia estrecha de ésta, ya que
puede ser conveniente la reducción del volumen a administrar debido a la expansión de los gases
con la altura.
En el transporte primario no está justificado el uso de helicópteros si el tiempo de aproximación,
intervención y traslado no se reduce significativamente con respecto a la respuesta en UVImóvil
terrestre, tal como queda definido en el capítulo de gestión de la llamada. El factor determinante
es el acortamiento del intervalo de tiempo hasta el inicio de las maniobras de estabilización en la
escena y la duración de la evacuación al centro útil. El mecanismo lesional, las condiciones del
paciente, la localización del incidente, la distancia al centro competente, las condiciones
atmosféricas, los recursos locales y los costos, son algunos de los factores que intervienen en la
decisión de realizarlos.
121
circunstancias del siniestro. Estos datos sólo los puede transmitir el equipo extrahospitalario, y
pueden ser básicos a la hora de buscar activamente lesiones potenciales inicialmente no
aparentes. La importancia de esta información debe hacer insistir al facultativo receptor en
corroborar estos datos y/o completar aquellos faltantes.
La enfermería de emergencias debe participar activamente en la transferencia del enfermo,
informando de todas las acciones realizadas sobre el paciente, así como de su estado inicial y
evolución, comentando las incidencias surgidas durante el traslado. Durante el cambio de camilla
se deberá supervisar de forma exhaustiva, junto a la enfermero/a de urgencias, las vías venosas, y
sondas que el paciente pudiera tener.
El técnico en emergencias sanitarias (TES) se centrará fundamentalmente en que se mantengan
las medidas inmovilizadoras, tanto de la columna, como de las potenciales lesiones de miembros,
procurando que los movimientos realizados para el cambio de camilla sean lo más suaves posibles
y manteniendo en todo momento la alineación de la columna.
En los casos particulares en los que los pacientes cumplan una serie de requisitos clínicos de
gravedad y de lesiones que condicionen el preaviso al hospital útil (Código Trauma), el equipo de
emergencias debe llegar directamente al área de críticos del SUH, sin detenerse en el punto de
triage, y allí informar el estado inicial y actual del paciente al facultativo de urgencias o intensivos
responsable. Posteriormente, ambos supervisarán el cambio de camilla del paciente controlando
de forma exhaustiva su vía aérea y ventilación, así como el control cervical.
122
Por tanto, este procedimiento es puesto en marcha por el médico de emergencias
extrahospitalario, desde el momento en que se detecta un paciente con lesiones graves evidentes
o potenciales. Ese instante puede determinarse en el mismo lugar del siniestro o bien durante el
traslado al centro hospitalario, si el enfermo se deteriora in itinere.
Los criterios para que se active el código, han sido consensuados por el Comité de Trauma del
Colegio Americano de Cirujanos y se presentan en cuatro grandes apartados independientes, con
múltiples subapartados cada uno (Tabla VIII). Un sólo requisito de uno de estos grandes
apartados, es suficiente para activar al centro hospitalario. El primero se refiere a la gravedad del
paciente y considera para ello una puntuación en el Índice de Trauma Revisado (RTS) menor de
12. El segundo apartado hace referencia a lesiones en diversas áreas anatómicas, el tercero a la
biomecánica del trauma, y el último a connotaciones especiales del paciente, como la edad,
patología de base, tratamiento anticoagulante o el hecho de ser gestante.
Todas las fases de transferencia del paciente entre niveles deben verse facilitadas y agilizadas
dado el conocimiento de un procedimiento de actuación conjunta extrahospitalaria - hospitalaria.
La existencia de este tipo de código exige el considerar la prestación de asistencia al trauma grave
como un proceso integral entre niveles.
123
124
a. Recomendaciones
• La atención al Trauma Grave debería debe ser un continuo, brindando cuidados críticos de
calidad en cada fase de la atención entre los distintos niveles asistenciales (extrahospitalario-
hospitalario) cuyo objetivo fundamental es aportar las técnicas diagnósticas y terapéuticas
adecuadas a las necesidades vitales del paciente, y acortar los tiempos de cada fase de atención.
• El manejo adecuado del paciente en el lugar, así como de las circunstancias de la escena
exigen, la existencia de unos procedimientos coordinados de actuación conjunta conocidos por
todos los intervinientes. Por ello, los servicios sanitarios, cuerpos y fuerzas de seguridad y cuerpos
de rescate, así como cualquier otro interviniente profesional, deberían trabajar en la elaboración
estos procedimientos.
• La información sobre el siniestro de tránsito y sus circunstancias, es fundamental para ajustar la
respuesta de los intervinientes a las necesidades de la escena. Esta información deberá
actualizarse durante el desarrollo de la asistencia y debe de ser compartida entre los intervinientes
y, en algunos aspectos, también con el hospital receptor.
125
• Los pacientes traumáticos graves, deberían ser evacuados al centro hospitalario más adecuado
para las lesiones que presentan (Centro Útil), aplicando siempre en estos casos el Código Trauma
con la finalidad de acortar los tiempos de este proceso.
• Es necesario que en todas las fases y niveles (SEM y los hospitales) del proceso del trauma, se
utilice un sistema de Categorización de Pacientes, en función de la gravedad y lesiones, para poder
ajustar con ello las necesidades del paciente (demanda de la patología concreta) a los recursos
adecuados. Esta actividad permite mejorar las distintas fases del proceso al aportar una
priorización en el rescate, en la estabilización y en el transporte de una víctima frente a otras en
función de esta categorización.
b. Categorización de pacientes
Los distintos métodos han sido validados y comparados entre si, analizándose sus valores
predictivos, obteniéndose buenos resultados tanto en ámbito extrahospitalario como hospitalario.
Aún no existiendo una evidencia clara de que unos sean mejores que otros, se consideran que los
métodos funcionales son de uso extrahospitalario, reservándose los lesionales y mixtos para el
ámbito hospitalario.
c. Métodos funcionales
Son métodos que asignan la prioridad de asistencia médica atendiendo al estado de las funciones
vitales básicas que presenta la víctima. A este tipo de método pertenecen el:
• S.T.A.R.T. (Simple Triage and Rapid Treatment). Destinado a la clasificación de heridos en
siniestros de múltiples victimas, por parte de personal no médico. Está considerado como método
sencillo, rápido de aplicar y con una alta sensibilidad en la detección de heridos graves.
126
• S.H.O.R.T. (Sale caminando, Habla sin dificultad, Obedece ordenes sencillas, Respira, Taponar
hemorragias). Este método no precisa de recuentos numéricos para su cálculo, ni control de
constantes vitales, agilizando el triage.
• M.R.C.C. (Método Rápido de Clasificación en Catástrofes), que es considerado una variante del
método START (para situaciones de AMV o catástrofes).
• Índice de Trauma Revisado (RTS). Este método requiere formación médica para su aplicación.
Basa su evaluación en tres parámetros relacionados con las constantes vitales: frecuencia
respiratoria, tensión arterial (TAS), y escala de Glasgow. Tiene un gran poder predictivo sobre la
mortalidad de las víctimas. Permite valorar la gravedad y estabilidad fisiológica durante y tras el
transporte de pacientes traumatizados de forma sencilla. El cálculo se obtiene de la siguiente
fórmula: RTS = 0,9368 x valor x GCS + 0.7326 x valor x TAS + 0.2908 x valor x FR.
Es recomendable para su uso en urgencias, y protocolos de traslado.
• I.T.P. (Índice de Trauma Pediátrico). Sistema de evaluación rápida y derivación del paciente
pediátrico accidentado. Se aplica a seis componentes: tres parámetros anatómicos (peso, heridas,
fracturas), y tres parámetros funcionales (vía aérea, presión sistólica y evaluación de la
conciencia).
• El peso tiene correlación con el tamaño del paciente y es una medida antropométrica; así cuanto
más pequeño es nuestro paciente, mayor gravedad potencial del trauma. La fuerza de impacto
alcanzará en un área compactada mayor cantidad de órganos y/o sistemas. Las heridas y fracturas
inciden en la mortalidad y permiten cuantificar la gravedad de las lesiones.
• La vía aérea (VA) es una expresión de función vital, así como del nivel de atención que requiere
la víctima para su adecuado manejo. La necesidad o no de instrumentar la VA es un índice de la
gravedad de la lesión y del compromiso funcional del paciente. No se utiliza la frecuencia
respiratoria, dada su notoria variabilidad e inadecuado registro habitual.
• La presión arterial sistólica (TAS) es un parámetro que evalúa la respuesta hemodinámica al
trauma. La detección de pulsos periféricos tiene idéntico valor que la TAS y se consideran
equivalentes. La presencia de pulso radial equivale a una TAS mayor de 90 mm Hg. Cuando el
pulso radial está ausente y se detecta pulso femoral, la TAS se encuentra entre 90 y 50 mm Hg. Si
el pulso femoral está ausente, la TAS se sitúa por debajo de los 50 mm Hg.
• La evaluación de la conciencia determina la gravedad y el pronóstico, siendo el nivel de
conciencia el signo global más importante para la evaluación.
127
La escala de categorización para cada componente implica la graduación de éstos, como crítico o
grave (1), moderado (+1), o mínimo (+2). La suma de los puntajes otorgados será el ITP, y se
extenderá desde el mínimo posible (6) al máximo puntaje (+12).
d. Métodos lesionales
Atribuyen el grado de prioridad atendiendo a las lesiones que presenta. Dentro de ellos tenemos
I.S.S. (Injury Severity Score), A.I.S. (Abreviated Injury Score), propuesto por la Organización de
Aviación Civil Internacional (OACI). C.R.I.S. (Compehensive Research Injury Scale) del Comité de
Aspectos Médicos de Seguros del Automóvil.
e. Métodos mixtos
Atribuyen una prioridad de atención médica según el estado de las constantes vitales y de las
lesiones que presenta cada víctima.
• C.R.A.M.S. Método mixto que valora sucesivamente la circulación, respiración, las lesiones de
abdomen y tórax, el aspecto motor y el nivel de conciencia.
128
15. Red de información compartida: registros
En la actualidad se dispone de una gran variedad de fuentes de información sobre los siniestros
viales, aportados por cada uno de los agentes o sectores implicados en la atención a los mismos.
Estas bases de datos, que contienen información parcial sobre los siniestros de tránsito, se utilizan
para la gestión de los servicios; no tienen como finalidad ser compartidas con otros intervinientes
y utilizan terminología y codificación específica del grupo que las genera.
En los últimos años la tendencia, en investigación de siniestros, ha sido generar las llamadas
“Bases de datos en profundidad”, donde se recoge y codifica toda la información considerada
necesaria para describir correctamente el siniestro.
129
Los hospitales aportan datos exclusivamente de los pacientes que han requerido ingreso, pero no
de los pacientes que, teniendo lesiones menores, no han precisado este traslado, ya sea porque
han sido derivados a atención primaria o a su domicilio, desde el lugar del siniestro.
El proceso traumático es un cuadro evolutivo continuo cuyos datos deben de ser recogidos en
todas las fases de prestación de asistencia. En este sentido, la emergencia extrahospitalaria
aporta una información insustituible sobre el estado inicial, circunstancias del siniestro,
antecedentes personales que agravan lesiones, mecanismos lesionales, etc., que debería ser
considerada como variables de información, de estas bases de datos, en una red de información
compartida.
Por otro lado, todo SEM debería desarrollar un sistema de seguimiento de pacientes críticos que
permita confirmar las lesiones sospechadas en la valoración que han realizado, así como el
conocimiento de la existencia de lesiones terciarias (aquellas no detectadas en los primeras
horas/días de la valoración médica del paciente) y de la evolución posterior del paciente. Los
datos obtenidos por éste sistema permitirían conocer la mortalidad en periodos temporales de
seguimiento y las complicaciones médicas y quirúrgicas de tales lesiones, así como la morbilidad.
El propósito de este capítulo es proponer un nuevo modelo de recogida de información, mediante
la generación de una base de datos sobre el siniestro de tránsito que incluya, al menos, un
conjunto mínimo de datos aportados por cada uno de los intervinientes (cuerpos de seguridad de
tránsito, servicios de emergencias médicas y otras entidades relacionadas con el siniestro de
tránsito); con el fin de garantizar una información veraz, completa, compartida y comparable
sobre los lesionados y fallecidos por siniestros de tránsito; en el territorio nacional y en cada una
de las provincias y ciudades.
130
• Optimizar el proceso de planificación de los servicios para la respuesta inicial al siniestrado de
tránsito por parte de todos los agentes implicados en esta fase, adaptando la respuesta (número
de recursos como en el nivel de los mismos) al análisis de la demanda.
• Permitir el análisis posterior de los procesos clave: gestión de la llamada, asistencia, envío de
recursos y coordinación entre intervinientes y derivación, a través de indicadores de proceso.
• Mejorar las bases de datos sobre lesiones del accidentado de tránsito mediante la recogida de
información “in situ”.
En esta red de información compartida deberían participar todos los organismos intervinientes en
la prestación de asistencia en siniestros viales, tanto de ámbito nacional, como provincial y local.
También deberían ser incluidos: el número único de emergencias extrahospitalarias, los cuerpos y
fuerzas de la seguridad del estado, bomberos, servicios sanitarios y, a través de estos últimos, los
hospitales.
La propuesta de datos a recoger será tratada en profundidad para el ámbito sanitario de los SEM,
no recogiendo ningún otro dato más que los estrictamente sanitarios o de biomecánica del
siniestro.
Todas las fuerzas intervinientes como los servicios de emergencia extrahospitalarios y los centros
de asistencia hospitalaria deben registrar y facilitar los datos relacionados con siniestros viales.
Los responsables de cada dato deben velar por su recogida, manejo y tratamiento en una
plataforma fiable, ágil, operativa; con posibilidades de explotar, posteriormente, la información
de forma comparada y compartida.
131
15.4 Información de la demanda y derivación
Los responsables de los servicios de emergencias médicas recogerán información de los sistemas
de entrada de la emergencia:
• Sistema de número único: gestores de la plataforma que recogen información de la demanda y
la canalizan hacia los servicios que prestan los recursos, según la naturaleza del incidente y
conforme a unos algoritmos de decisión establecidos.
• Centrales de emergencia fuera del sistema: gestores de información que recogen la demanda y
seleccionan y aportan recursos conforme a unos algoritmos de decisión.
• Centrales de comunicaciones de emergencias dependientes del sistema: recogen información
de llamados al número único de emergencias, seleccionan y aportan recursos específicos
conforme a unos procedimientos establecidos. Cuentan con sistema de registro de atención junto
con aspectos operativos de éstas (tiempos, recursos enviados, etc.).
Los responsables de los servicios de emergencias médicas, deben contar para la gestión de su
servicio con:
• Plataforma de gestión de flota, entendiendo como tal, una serie de aplicaciones que permiten
conocer el estado de operatividad de los recursos disponibles tanto de los SEM como por parte
de bomberos o fuerzas de seguridad intervinietes, así como información operativa básica sobre
la demanda actual y su resolución (tiempos de respuesta, tiempos de asistencia y traslado).
•Bases de datos de asistencias: son sistemas de registro de las asistencias en los que se recogen
datos relativos a la descripción de la situación, tipo de siniestros y características, mecanismo
lesional, clasificación de lesiones y su gravedad, derivación sanitaria y seguimiento hospitalario.
132
16. Propuesta de recogida de información: Registro de los
servicios de emergencia médicos
133
• Número de víctimas mortales.
• Tipo de vehículos involucrados: de moto, auto, camión, otro.
• Mecanismo lesional: tipo de colisión, vuelco, etc.
• Codificación de las lesiones, al menos las principales según CIE 9MC; concretando con alguna de
las escalas de gravedad del trauma, preferiblemente AIS.
• Resolución del caso y derivación: o Sin existencia de paciente: ST sin heridos.
o Sin necesidad de traslado, indicando lesiones menores sin asistencia médica posterior o
traslado por sus medios a centro sanitario.
Algunos de estos datos no podrán ser recogidos a tiempo real, sino a través de los datos
obtenidos de las historias sanitarias a posteriori (ej. descripción de la posición de la víctima y
elementos de seguridad observados, puntuación AIS.).
Los Servicios de Emergencias Médicas deberán establecer los canales oportunos para recoger
datos en otros escalones asistenciales, al menos hospitalarios, sobre:
• Mortalidad de pacientes trasladados al hospital con seguimiento temporal en: las
primeras horas, el primer día, a la semana y, opcionalmente, al mes del siniestro de
tránsito.
• Morbilidad de los pacientes trasladados al hospital con seguimiento temporal en: las primeras
horas, el primer día, a la semana y, opcionalmente, al mes del siniestro de tránsito.
• Complicaciones y escalas de gravedad hospitalarias.
134
16.4 Recomendaciones
• Sería necesario que los SEM contaran con un sistema ágil y fiel de recogida de información
homogénea, mediante una plataforma informática que constituya una herramienta de vigilancia
epidemiológica general, específica y útil para la toma de decisión de las políticas de salud.
• Es fundamental establecer indicadores de proceso (ver apartado de indicadores), basándose en
los datos obtenidos en éstos sistemas de información.
• Los SEM deberían disponer de informes de asistencia, tanto de las unidades de soporte vital
avanzado como de las unidades de soporte vital básico, que aporten datos complementarios del T.
• Los distintos SEM deben, con los datos obtenidos de forma homogénea mediante estos sistemas
de recogida de datos, compartir, comparar y analizar resultados y estrategias en foros
profesionales con el fin de mejorar la respuesta prestada al AT.
• Sería deseable la creación de una plataforma de información integrada, con datos accesibles a
los servicios implicados y organismos responsables de investigación, que permita conocer la
realidad de la epidemia: “Siniestro de tránsito” a tiempo real en nuestro país y por CCAA;
considerando ésta entidad como una “enfermedad de declaración obligatoria” en cada uno de los
escalones asistenciales que le presten atención.
135
17. Indicadores de efectividad de los servicios de emergencias en
los siniestros de tránsito
136
La eficiencia podría definirse como la relación existente entre los recursos empleados y la
producción de la prestación realizada. Sería la evaluación de los tiempos de respuesta al
ciudadano, o la tasa de asistencias sanitarias correctamente utilizadas conforme a procedimientos.
La efectividad son aquellas acciones que se realizan con eficacia y eficiencia simultáneamente.
Los indicadores implementados, hasta la fecha, han orientado sus objetivos a posibilitar la toma
de decisiones en cuanto a la realización de medidas preventivas, casi siempre de carácter social o
socio sanitario.
137
Tiempo de respuesta de la primera unidad de emergencia: Es un indicador de
efectividad que permite comprobar la capacidad de ese servicio, se mide en segundos y
es aplicable a todos los actores incluidos en la asistencia integral.
138
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140
INDICE
Introducción: ....................................................................................................................................... 5
1. Planteo general del proyecto ...................................................................................................... 9
1.1 Objetivo general ............................................................................................................................ 9
1.2 Objetivos específicos ................................................................................................................... 10
1.3 Ámbitos de Aplicación ................................................................................................................. 12
1.4 Organismos Involucrados. ........................................................................................................... 13
El caso Argentino. .......................................................................................................................... 13
1.5 Glosario y Definiciones Básicas ................................................................................................... 14
Otros conceptos a tener en cuenta ............................................................................................... 18
Concepto de alerta y detección de la contingencia .................................................................. 18
Concepto de alarma e inicio del procedimiento particular....................................................... 18
2. Procedimiento General ............................................................................................................. 19
2.1 Funciones de los Organismos Involucrados ............................................................................ 19
3. Gestión de la llamada ............................................................................................................ 20
3.1 Central de comunicaciones: Base Operativa de Coordinación Integral ............................. 21
3.2 Centro Coordinador Sanitario ............................................................................................. 21
3.3 Objetivo principal ................................................................................................................ 22
3.4 Objetivos secundarios ......................................................................................................... 23
3.5 Ámbito de aplicación ........................................................................................................... 23
3.6 Personal y responsabilidades .............................................................................................. 24
3.7 Proceso de gestión de la llamada ........................................................................................ 26
f. Toma de decisiones para la activación y movilización de recursos .................................. 31
g. Incidentes con múltiples víctimas (IMV) o siniestros con múltiples víctimas (AMV) ............. 31
4. Actuación ante llamada de siniestro de tránsito .................................................................. 32
4.1 Coordinación con otros intervinientes ............................................................................... 32
4.2 Información y derivación a hospitales ................................................................................ 33
4.3 Caso especial: Incidente de múltiples víctimas ................................................................... 33
4.4 Las acciones a realizar serán .............................................................................................. 33
5. Servicios de Emergencias Médicas (SEM) y actuaciones ...................................................... 34
141
5.1 Servicios de primeros auxilios y transporte sanitario. ............................................................ 34
5.2 Información y derivación a hospitales .................................................................................... 37
6. Comunicación con las fuerzas de Seguridad. ............................................................................ 38
6.1 Procedimiento de intervención............................................................................................... 38
a. Cuerpos de intervención de seguridad, rescate y extinción. ..................................................... 38
b. Delimitación del Sector del Camino. ...................................................................................... 39
c. Preservación de la zona de ocurrencia del siniestro. ............................................................ 39
d. Perímetro de aislamiento. ................................................................................................. 39
e. Perímetro de disuasión. ..................................................................................................... 40
f. Fatalidades ........................................................................................................................ 40
g. Servicios de seguridad vial y gestión del tránsito .............................................................. 40
h. Servicio de policía para atención del tránsito ................................................................... 42
i. Comunicación post intervención con la Base Operativa de Coordinación Integral ........... 43
j. Transmisión de la información a la prensa ....................................................................... 43
k. Nómina de víctimas y lugares de atención........................................................................ 44
7. Procedimientos operativos para la investigación sobre siniestros viales ................................. 45
7.1 El factor humano en los siniestros de tránsito. ....................................................................... 45
7.2 Peritos accidentológicos.......................................................................................................... 45
7.3 Médico Legista y Perito Vial .................................................................................................... 46
7.4 Peritos Judiciales ..................................................................................................................... 48
8. Protocolo básico para la investigación de siniestros viales....................................................... 49
8.1 Preservación del lugar del hecho ............................................................................................ 58
8.2 Secuestro de vehículos y/o pertenencias ............................................................................... 60
8.3 Informes técnicos .................................................................................................................... 60
8.4 Víctimas ................................................................................................................................... 62
8.5 Testigos ................................................................................................................................... 64
9. Capacitación para la atención en siniestros de tránsito ........................................................... 67
9.1 Objetivos Generales ................................................................................................................ 68
9.2 Objetivos específicos ............................................................................................................... 69
9.3 Ámbito de aplicación ............................................................................................................... 69
9.4 Competencias .......................................................................................................................... 70
9.5 Puntos clave ............................................................................................................................ 70
142
9.6 Material de Formación ............................................................................................................ 73
10. Recursos materiales no sanitarios, necesarios para la intervención en siniestros viales ........... 74
11. Red de recursos sanitarios necesarios .................................................................................. 76
11.1 Ámbitos de aplicación ........................................................................................................... 76
11.2 Competencias ........................................................................................................................ 77
11.3 Fuentes de información necesarias para la estimación de recursos .................................... 77
11.4 Características territoriales ................................................................................................... 78
11.5 Datos sobre siniestros de tránsito......................................................................................... 79
11.6 Catálogo de recursos sanitarios destinados a la atención de los lesionados por tránsito.... 79
12. Propuestas sobre los recursos necesarios para atención a los siniestros de tránsito .......... 82
12.1 Número de recursos: Criterios poblacionales ................................................................... 82
Zonas urbana (= 10.000 habitantes) ......................................................................................... 82
Zonas rurales (< 10.000 habitantes).......................................................................................... 83
Zonas de baja densidad de población, alta montaña e Insularidad .......................................... 83
12.2 Número de recursos. Criterios de isócrona........................................................................... 84
12.3 Equipamiento humano y material de las unidades asistenciales ......................................... 84
a. Recursos humanos ................................................................................................................ 84
b. Recursos materiales .............................................................................................................. 84
c. SVB (con material para su medicalización) ............................................................................ 86
d. Recomendaciones ................................................................................................................ 86
13. Procedimientos operativos y asistenciales en la atención sanitaria a las víctimas de tránsito
en el lugar del hecho ......................................................................................................................... 88
13.1 Objetivos ............................................................................................................................... 89
13.2 Ámbito de aplicación ............................................................................................................. 89
13.3 Fases de los procedimientos operativos y asistenciales ....................................................... 89
13.4 Fase previa: Valoración de la escena .................................................................................... 90
13.5 Aproximación ........................................................................................................................ 92
13.6 Evaluación sanitaria de la escena: Control del escenario ......................................................... 93
13.7 Acceso o aproximación a la víctima ...................................................................................... 95
13.8 Soporte vital del paciente atrapado (SVATRP) ...................................................................... 95
13.9 Inmovilización previa del paciente atrapado ........................................................................ 95
13.10 Triage o clasificación ........................................................................................................... 97
143
13.11 Extracción ............................................................................................................................ 98
14. Fase de asistencia sanitaria ............................................................................................... 99
14.1 Valoración primaria ......................................................................................................... 100
14.2 Valoración secundaria ..................................................................................................... 112
14.3Valoración Neurológica pormenorizada. ......................................................................... 118
14.4 Traslado al centro hospitalario............................................................................................ 118
Terrestre .................................................................................................................................. 119
Aéreo ....................................................................................................................................... 120
Fase de transferencia al servicio de urgencias hospitalario .................................................... 121
14.6 Caso especial: código trauma (CT) ...................................................................................... 122
a. Recomendaciones ........................................................................................................... 125
b. Categorización de pacientes ........................................................................................... 126
c. Métodos funcionales ....................................................................................................... 126
d. Métodos lesionales ......................................................................................................... 128
e. Métodos mixtos .............................................................................................................. 128
15. Red de información compartida: registros ......................................................................... 129
15.1 Objetivos específicos ........................................................................................................... 130
15.2 Ámbito de aplicación ........................................................................................................... 131
15.3 Responsables de generar la información ............................................................................ 131
15.4 Información de la demanda y derivación............................................................................ 132
15.5 Información de la respuesta y la asistencia ........................................................................ 132
16. Propuesta de recogida de información: Registro de los servicios de emergencia médicos 133
16.1 Sistema de información....................................................................................................... 133
16.2 Sistema de información sobre la asistencia ........................................................................ 133
16.3 Un sistema de información de seguimiento de pacientes .................................................. 134
16.4 Recomendaciones ............................................................................................................... 135
17. Indicadores de efectividad de los servicios de emergencias en los siniestros de tránsito . 136
17.1 Propuesta de indicadores.................................................................................................... 137
144