You are on page 1of 3

TAREAS DEL LIDER DE EQUIPO DE 10

Por Bernardo y Alejandra Stamateas

Queridos Líderes:

Los “Equipos de Diez” son el ámbito por excelencia donde podemos cumplir la Gran Comisión:
evangelizar y hacer discípulos. Allí invitamos a nuestros familiares, amigos, compañeros de
trabajo, vecinos, para que ellos también conozcan al Señor y sean parte de nuestra Familia de
la Fe.

“Equipo” es la estrategia de Jesús para edificar a la Iglesia: Lo que me has oído decir en
presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez
estén capacitados para enseñar a otros. (2 Timoteo 2.2)

El mero hecho de llamarnos Equipo no nos convierte en ello. No es llamarnos Equipo sino
funcionar como Equipo. “Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también
por los intereses de los demás” (Filipenses 2.4).

Un buen Líder de Equipo tiene cinco tareas fundamentales, que si las realiza con convicción y
compromiso, podemos asegurar que se cumple Hechos 2.47: “Y el Señor añadía cada día a la
iglesia los que habían de ser salvos”

1) Dar la Guía correspondiente: de manera práctica, relevante y divertida. Práctica: que la fe


funcione en cada aspecto de sus vidas; que sepan cómo aplicarla. Relevante: que responda a
sus necesidades. Divertida: Dios también sabe reír.

No nos juntamos para hacer un estudio bíblico, no buscamos conocimiento teórico, sino
descubrir, aplicar y compartir los principios de Fe en nuestra vida cotidiana.

Buscamos la edificación de las personas. Que la Fe les funcione y brinde resultados en todas
las áreas de sus vidas. Que ellos descubran a Cristo y se descubran en Cristo. Que encuentren
su propósito.

Una buena comida requiere de una buena preparación, pensada y preparada con esfuerzo e
inteligencia. ¡Sé un buen chef!

2) Seguimiento en la semana: Un buen Líder no se limita a preguntarle a la gente “¿Cómo va


todo?”. Nos contactamos con ellos al día siguiente del encuentro, con los que estuvieron
presentes y con los que no. Mostramos así que nuestro interés es genuino. Para nosotros no
son un número sino hermanos en Cristo. Que perciban nuestro amor hacia ellos.

Si utilizamos wp, que sea siempre para bendecir, mensajes cortos y precisos. Una vez por
semana podes enviarles un artículo para que lean (pedile a tu Pastor material para enviarles).
Frases de las prédicas del fin de semana, un pasaje bíblico, una adoración, etc.

3) Entrevista: Encontrá el momento para reunirte con cada uno de ellos, de manera
individual, por lo menos una vez por bimestre. Es importante que sepas cómo están, ellos, sus
familias, su trabajo, sus metas, sus logros, sus alegrías, sus luchas. Para orar por y con ellos.
La gente debe percibir que para nosotros son personas y que nos interesan. Estate atento a
sus acontecimientos significativos: cumpleaños, exámenes, estudios médicos, entrevistas
laborales, nacimientos, mudanzas, etc.

Tu tarea como Líder no es “meterte” en cada detalle de sus vidas, sino asegurarte que sea la
Palabra de Dios la que se meta en cada detalle de sus vidas.

La entrevista –salvo que el tema amerite mayor profundidad- no debería durar más de 15
minutos.

4) Planilla de asistencia: no solamente nos permite seguir a nuestra gente, sino que también
se transforma en su "historia clínica". Allí registramos –además de su presentismo al
encuentro- todos los datos e información que consideramos necesarios: nombre y apellido,
teléfonos, celular, mail, motivos de oración, etc.

Una vez por mes, juntate con tu Pastor para conversar sobre cada uno de tus Discípulos y
comentarle sus avances.

5) Formar, formar y formar: Cada Discípulo tiene su propio proceso de crecimiento. Es


necesario respetarlo. Estate atento a aquellas personas que están más “hambrientas” más
conscientes y comprometidas con el Señor, para ir formándolos como Co-Líderes primero y
como Líderes más adelante.

El objetivo fundamental del Liderazgo no es mantener seguidores sino producir Líderes. Ese
espíritu de reproducción es lo que nos hace buenos Líderes. Descubrí a tus posibles sucesores
y entrenalos.

Un hombre lleva el caso de su hijo a Jesús porque los Discípulos no habían podido hacer nada.
Mt. 17. 17: ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? es la pregunta de un mentor. No
estaré siempre con ustedes, aprendan así me reemplazan.

De acuerdo a John Maxwell, el proceso de enseñanza consiste en:

Doy el ejemplo: lo hago yo; me vuelvo bueno en lo que hago.

Guío: lo hago yo y vos observas; muestro cómo hago lo que hago.

Monitoreo: vos lo haces y yo te observo; recordá que nadie hace las cosas bien de primera.

Motivo: vos lo haces solo.

Multiplicación: vos lo hacés y capacitás a alguien más.

Querido Líder, recordá que la iglesia no es un museo de cristianos perfectos, sino un hospital
de personas necesitadas. No somos nosotros quienes podemos cambiar a la gente, es el
Espíritu Santo quien lo hace y cada Líder debe –debemos- anhelar ser el medio elegido por
Dios para esa tarea.

Que tu anhelo sea ver crecer a tu gente, transformarse en Discípulos del Señor, y que luego
puedan discipular a otros con la misma pasión y amor con que vos lo hiciste con ellos.

You might also like