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Maqueta de portada: Sergio Ramírez

JackLondon
Diseño interior y cubierta: RAG

El Talón de Hierro
Estudio preliminar de
Javier Paniagua Fuentes
Reservados todos los derechos. De acuerdo a lo dispuesto en
el art. 270 del Código Penal, podrán ser castigados con penas
de multa y priVación de libertad qüienes sin la pr~ce'pi:iva 'autorización Traducción de
reproduzcan, plagien, distribuyan o comuniquen públicirii.~nte, en todo o en parte,
una obra literaria, artística o científica, fijadá en' cuá.lqiti~r.·~.ipo de soporte.
Julio García Mardomingo

\
Título original
The !ron Heel

©Ediciones Akal, S. A., 2011 \


Sector Foresta, 1
28760 Tres Cantos
Madrid ~ España

Td.o 918 061 996


Fruc 918 044 028

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1SBNo 978-84-460-3471-1
Depósito legal: M. 38.273~20 11

Impreso en Ferná.ndez Ciudad, S. L.


®
a k al
Pinto (Madrid)
Estudio preliminar

Jack London, aventurero, escritor y defensor dd socialismo

Cuando Jack London nació el12 de enero de 1876 en San Fran-


cisco, los EEUU contaban con un siglo de existencia como Estado
independiente. Habían padecido una guerra civil (1861-1865) entre
los estados del Sur, partidarios de una confederación o de la simple
independencia, y los del Norte que acabaron imponiéndose, estable-
ciendo una federación de estados donde las fronteras habían queda-
do delimitadas con Canadá al nmte y por el sur con México. Las tie-
rras de Texas se habían incorporado como uno más de los estados, al
ser derrotado el ejército mexicano por las tropas estadounidenses en-
tre 1846 y !848, las cuales y ocuparon también parte del territorio
de Nuevo México como tributo de guerra. Ya hablan pasado los
tiempos de la fiebre del oro que atrajo a California a miles de emi-
grantes del este de Europa y de Sudamérica, cuando en 1848 en el
rancho de John Surter se descubrieron pepitas del metal, e incluso
el presidente James Polk infurmó de ello en un discurso al Congreso.
Y todo ocurrió sin que el sistema poiítico se resquebrajara. La Cons-
titución de los padres fundadores continuó vigente y las elecciones se
celebraban según lo estipulado. Nada importante cambió y ningún
salvador de la patria vino a establecer otra furma de gobierno que no
fuera la democracia que se había constituido en el texto constitucio-
nal de 1787, con sus virtudes y defectos. Algunos, los menos, habían
hecho fortuna, pero una gran mayoría padeció condiciones insalubres
y enfermedades crónicas o mortales. Personajes de todo tipo pululaban
7
6 El Talón de Hierro Estudio preliminar
b e los seis años cuando se emborrachó por primera vez
por las ciudades californianas tratando de buscarse la vida en oficios que fue so r adre trabajaba y le ordenó que le trajera algunas botellas
diversos mientras empezaban a construirse los grandes emporios ~n­ mientras su p 'l b b' , or el camino. Fue un muchacho penden-
dusrriales, con una clase obrera venida de todas partes. Ése fue el caso de cerveza, que e se e 10 p
. b b eón al que le gustaba el boxeo. . .
del padre de London, William Henry Chaney, con pretensiones de cter~~U~ iba a convertirse en la primera potencia mud~dlal a pr{¡n-
abogado, embaucador, charlatán, anticatólico militante, partidario .1 los emi rantes no dejaban de acu Ir a aque as
de la eugenesia y del control de la emigración a los EEUU, que de- cipios del Sigo] XX y , 'óg de muchos habitantes del Viejo M un-
dicó su tiempo a la astrología, a la que consideraba una <<ciencia
. e en a 1magmaC1 n . ·
nerras qu la romesa de una vida mejor. Más de cmco mi-
sublime», ofreciendo sus conocimientos para averiguar el destino de do represendtaband p os pobladores desembarcaron en la costa este
los que acudian a su consulta, y llegó a publicar dos grandes volú- llonesyme
,
lO enuev d 1
1881 1890 y muchos de ellos se fueron esp. azan o
d
menes sobre el rema. Su madre, Flora Wellman, era hija de una fa- del p~ts en~ c!erca de nueve millones serían los emtgrant~s
milia acomodada de Ohio, que cuando su padre, un potente cons- al Le}"no . e~t~ te de Europa o Sudamérica en la década Si-
tructor, se volvió a casar al enviudar, abandonó el hogar paterno y se ve~idos ~~~~~;s :::acles, nuevos barrios, con la construcc~n de
instaló en California, tal vez a la búsqueda de una vida menos mo- guten~eÍ rancies fábricas con sus enormes chimeneas se eron
nótona y con ganas de aventura, actitud que probablemente trans- rascacte os y g . enso territorio que acrecentaba, año tras
mitirla a Jack, más que la de una señorita de casa bien de la Norrea- e:rendien~o pr~r ¡en~:~antes. Nacía una nueva clase tra~ajadora
mérica asentada del Este. Chaney nunca lo reconoció como hijo y ano, su nume . D s de vtda para
había dejado atrás su tierra de ongen y sus .orma . .
así se lo comunicó cuando London intentó entablar contacto con él. 6ue . n futuro, con la esperanza de convernrse en pr~rtetanos

rd~:~s~~~~:~~~~~o;u~;~~~~~~~~:~:s s::~~:r~~: ~~~1~~:~~~~:


Al parecer habla pedido a su madre que abortara, pero ella, a pesar
de los intentos de suicidio, decidió tenerlo y se encargó de su manu-
tención, aunque lo dejó al cuidado de un ama de leche negra, anti- cosas no fueron fáciles para una inmensa mayo na que pa. eCI
gua esclava, que acababa de perder a su hijo y lo crió durante su
infancia. De hecho, algunos biógrafos de London destacan la caren-
explotació~
la:s mismas vicisitudes de ded~~f~~:
que enl sNus lugaMres
prácnca en e uevo 1 un
cia de amor materno que sintió y que lo persiguió toda su vida. Su 5
~.~nit~~~f¿;~~o~~:~a~~:a::::ción social que ~abían aprendido en
madre se casó a los treinta y ocho años, después de ser abandonada ¡;•J , , construido a lo largo de los Siglos XVIII y XJX con
por Chaney, con un hombre mayor que ella, que habla tenido once ¡a v~edl"J'~r~:~g' ualdad económica y social. Se constiruyer~n smdi-1
hijos, algunos de los cuales hablan muerto y otros estaban en un sus 1 e e ,. b b por el soCialismo o e
orfelinato, mientras que dos hermanastras vivieron con la nueva catos y organizaciones pohtlcas que a oga an al de algu-
familia que se trasladó a la ciudad de Oaldand donde el padrastro, com~nismo lib:~:a~~od;~~~:~anf~:lc~?r~~t:di~d:~~:~~ que se
John London, del que tomó su apellido, trabajó en distintos oficios nos XItoS, nu ¿· ma en la mentalidad norreamencana.
como granjero, carpintero o albañil para mantenerlos. Su madre se
dedicó entonces al espiritismo, muy en boga en la época, y canse-
incr;;;~is~':~,~~ef::ci~Fogo austria~o ~erner Sa~:!;:~e~:~~:J:
guia algunos dólares extra como médium de una clientela deseosa 1905 un ensayo significatiVo: ¿Por que no ay soez d nde el ca i-
de contactar con sus familiares muertos. A los once años, el mucha- Unidos? En efecto, cómo era posible que ?n ellugafue~za sociali~ta
s~%:i~~n~~tt::d~o~~~~ ~:uu~~vimiento obrero
1
cho tuvo que buscarse la vida realizando trabajos varios, desde el talismo tenía
paradigma clásico de niño vendedor de periódicos que alcanzarla la ~~t;~~~~r~~~c~nsisre!cia de otros países europeos. Siguiendo con el
gloria hasta obrero textil, pasando por carbonero y enlarador. Y dicen
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8 El Talón de Hierro Estudio preliminar

esquema marxista, Sombart argumentaba la falta de feudalismo en A partir de la derrota de los confederad~s: el Partido Republi-
bleció las reglas de J. uego de la polmca centralizadora fe-
EEUU así como una clase obrera sectorializada en diferentes etnias cano es ta · · 'dustna
'l y agrano,
· y
y nacionalidades, con tradiciones culturales propias. Mroamerica- d l y del impulso del nuevo capttahsmo m
-~~~ a ello una nueva cultura sincrética que adoptaría carac:eres
nos, c?inos, sudamericanos, italianos, irlandeses, alemanes, polacos,
J
0 • y que fomentaría lo que ha dado en llamarse la mentaltdad
ucramanos, suecos o rusos y otros más, cada uno con sus tradiciones propws · H l
y guetos, construían una unidad peculiar, sostenida en la esperanza norteamericana. Emerson, WilliamJames, Dewey, Pe,trce, o me~,
de empezar d~ nuevo pero manteniendo sus costumbres y religiones, entre otros, forman un conjunto de autores que danan person~l­
y en lo~ que Iba poco a poc~ imponiéndose una forma de ser que dad propia a la cultura americana para afrontar los problemas prac-
generana una manera de sentir nueva, una nacionalidad peculiar, de ticas de cada día y, por tanto, susceptible de ser cam~tada por ~tra
emociones abigarradas que se traducirían en la construcción de un cuando ya no sirviese para adaptarse a las nuevas cir~unstanctas.
-aJa Louis Menand establecieron da creenc1a de que las
e~pacio donde~ en teoría, cada cual podía labrarse una vida propia e omo Sen '. ,. dal''
ideas nunca deben convertirse en Ideologta, dtctan o gun.tmpe-
sm que se tuvtera que depender de una ideología dominante. El
éxito ~n _la conquista de una vida confortable marcaba un tipo de rativo trascendente» (Menand, 2002, p. 13), lo que prororcto~aba
m~tenahsmo que enlazaba con el calvinismo o puritanismo de los un cierto escepticismo sobre la realidad. Todo dependta de como
pnrr:eros P?bladores. No obstante, en los albores del siglo XX, el transcurrieran los acontecimientos para ir aco~lán?ose a ellos. Cada
Parttdo Soctaltsta Amencano, liderado por Victor Debs, constituido roblema tenía una solución propia y las exphcactones de los fe~ó­
en 1901 '. y que conectaba la tradición individualista republicana ~enos sociales podían venir de autores distintos y ~ontradtct?r:os.
estadoumdense con un vago socialismo, muchas veces con conno- En ese contexto, la figura de Jack London adqmere su .maxtma
taciones religiosas evangélicas, que en general obviaba el análisis dimensión porque su obra y su ,vida son un. producto g~nu;namen­
marxista, parecía tener futuro al ver aumentado su respaldo electoral te americano, ya que él no tenia connotacwnes_ con n~ngun colec-
con el apoyo del sindicalismo del IWW (International Workers of tivo de emigrantes; se consideraba un descendtente dxrecto de l~s
the World). Éste, nacido en 1905 en Chicago, había adquirido una padres fundadores, donde la cultura anglosajona era la que debta
fuerza combativa radical con la aceptación de la lucha de clases ser hegemónica. No en balde London era un gran admuador de la
c~~o elemento de movilización para exigir las mejoras de las con-
obra de Rudyatd Kipling, un defensor de la cul;ura blanca anglo-
dtcwnes laborales de la clase obrera, empleando la violencia, la pro- sajona como «raza» superior que debía guiar la h1stona del mundo.
paganda activa o la desobediencia civil, y diferenciándose notable- Como le había escrito a su amigo Cloudesley Johns en 1899, «l~
mente d~ laAFL (American Federation ofLabor), que mantenía un razas negras, las razas mestizas son de mala r.:va)>. London po~Ia
claro anusoctaltsmo y representaba, principalmente, a los trabajado- defender a la clase obrera explotada y abogar mcluso por el soct~­
res blancos cualificados identificados con el capitalismo que busca- lismo, pero nunca consideró un a~unto de.Impor:a~Cla las condi-
ban mejorar las condiciones salariales y conseguir la jornada de ocho ciones en que vivían los afroamencanos. Sm exphcuarlo_, y tal vez
horas. Los socialistas estadounidenses alcanzaron más de 400.000 sin saberlo, era un racista como muchos de sus comp~trwtas. Pre-
votos en las p~eside~ciales de 1904 y sus expectativas fueron mayo- cisamente, con una de sus amantes, Ana Strunsky, amtga ~e la teó~
'':' en las prestdenctales de 1908, aunque el aumento fue poco sig- rica anarquista Emma Goldman, de la que estuvo perd1dament;
mficanvo. Su mayor porcentaje lo alcanzaron en 1912 con más de enamorado y a la que admiraba por tener una cultura de la que el
900.000 sufragios, aunque posteriormente su apoyo fue disminu- carecía, no quiso consolidar una relación estable con ella al conocer
yendo, especialmente después de sufrir una división interna. sus orígenes judíos y se limitó a tenerla como amante durante todo
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El Taldn de Hierro Estudio preliminar l1

su primer matrimonio. Tampoco pueden olvidarse sus comentarios N 0 e sabe bien si vivió para escribir o escribió para vivir. Y por ello
despectivos sobre los japoneses, con los que tuvo contacto en los
sovela autobiográfica Martin Eckn, publicada en 1909, está con-
viajes. que realizó como marinero o como corresponsal de la guerra su n
siderada una de sus obras más destacadas. RefleJ_a
· ¡as ~·¡uswnes
· d
~e: 1-
ruso-¡aponesa en 1904. Alertó sobre el peligro amarillo y escribió
das de alguien que quiso triunfar en el mundo hterarw y que umca-
que ai~ún día los chinos y los japoneses podían poner en apuros a
ente lo consiguió cuando murió; del que entra a formar parte de la
la clV!hzaciÓn occidental. Consideraba que por mucho que hubie-
ran avanzado los Japoneses, como se había demostrado en 1a derro-
~ase media pero siente nostalgia de su ascendencia obrera de la que
se ha separado. Durante el poco tiemp~ que e~tu;o en la,es~uela,
ta rora! infligida a la armada del zar de todas las Rusias en una
descubrió que le gustaba leer, y solía acudir a la Bibhote.ca Pubhca.de
mezcla ~e fuerza y habilidad táctica militar inesperada, los asiáticos
Oakland a entusiasmarse e identificarse con los personaJes de ficcwn,
no podian alcanzar la superioridad del hombre blanco. Incluso se
como los de la primera novela que leyó a los. ocho a~os, Signa: d:
cuen:~ que en una reunión de la agrupación socialista de Oakland
Ouida, pseudónimo de la escntora M~ne ~m~e Rame, que es~nb10
maldiJO a «roda la raza amarilla» y alguien le recordó que en Japón
gran cantidad de novelas y cuentos. Se Identifico con el pers?naJe, un
también exiStían proletarios y que el lema de Marx esraba vigente
pobre campesino italiano, huérfuno y maltratado por la duena d~ una
para todos («¡:roletanos de todo. el mundo, uníos!»), a lo que Lo n-
granja que Jo había adoptado, pero. que supo superar sus condi~IOnes
don respondio: «¡Qué demonios! ¡Anres que nada soy un hombre
sociales y se convirtió en un músiCO famoso y neo. ~ncontr? u~a
blanco, y sól? después, un socialista!» (Kershaw, 2000, p. 180). En
justificación para imaginar que él también podía camb1ar su run~ana
esta co~cepc1ón de supenondad anglosajona, tal vez influyó suma-
vida como aquellos que conseguían sobreponerse a sus malas ~lt~a­
dre, qu.Ien mantenía los valores de la clase dominante en la que
ciones de origen con una gran fuerza de vol~nt~d ~ ~na deCidida
había VIVIdo en Ohio y su supenondad sobre italianos e irlandeses
capacidad para cumplir sus sueños. La lectura md1scru.mnada de na-
por más que se hubiera visto abocada a unas condiciones de pobre~
rrativa, filosofía, ensayo político o poesía le llevó tambtén al conven-
za, como una mayoría de trabajadores emigrantes. En 1899 le dijo
cimiento de que la cultura era un medio para la libera~~ón, algo q.ue
a un am1go.: .«El soctahsmo no es un sistema ideal pensado para
siempre intentó transmitir en ~us conferencias a los m:htantes so~ta­
lograr la fehcidad de ;oda la humanidad; está pensado para lograr
listas. Era una manera de evad1rse y desarrollar su sueno de una vtda
la fehcidad de determrnadasrazas afines favorecidas para que pue-
da~ sobrevivir y heredar la tierra hasta la extinción de las razas in- distinta, ya que sintió en su infancia y adolescencia carencias a[ectivas
por parte de una madre que le exigía que le entregara, el salarro de su
fenores Ymás débiles» (Kershaw, 2000, p. 193). Así, cuando en 1908
empleo en una fábrica de conserv~ donde comen.zo su penplo de
pubhca El Taló~ de Hierro, donde analiza un tiempo ya pasado
trabajos diversos, y tomó conciencia de la~ cond.icw~es. de explota-
donde el caprtahsmo ha Sido derrotado y no tiene vigencia, está
ción de la clase obrera con un trabajo de diez horas diaJ:Ias. Algunos
rdinéndose ai mundo occidental, Europa y Norteamérica, en espe-
cial los EEUU. biógrafos han considerado que s~ radicalis.m~ social te,nía un~ ra~ón
psicológica y que su animadversión al capitalismo ten~a su pnncipal
~uchos críticos literarios afirman que las obras de los autores se base en el resentimiento hacia su madre, ante el sufnm1ento de su
relacronan con sus experiencias vitales, con sus vivencias más íntimas.
E~ el caso de Londo~, la relación entre su vida y su obra es, si cabe, soledad y falta de cariño materno (Kershaw, 2000, p. 61). Por el
contrario, siempre estuvo agradecido a su padre adopnvo, qmen ha-
mas. estrecha. Tradu¡o a la narrativa todo lo que llevaba dentro a
bía luchado en la guerra civil y sufrió una herida en sus pulmones que
p~rt1r. de sus ~xperiencias vividas como pocos lo han hecho en la le condicionó roda su vida: «Mi padre -escribió- es el mejor hombre
hrstona de la literatura. Escribía sin parar en sus noches de insomnio.
que he conocido, tan intrínsecamente bueno para sacar adelante el
12
El TaMn de Hierro Estudio preliminar 13
insípido trepar por la vida a la que un hombre debe enfrentarse si él
' treinta dias en la penitenciaría de Erie County que le sirvieron
hubiera sobrevivido en nuestro anárquico sistema capitalista» Qohns- paso l . . ..
ton, 1984, p. 6). ara considerar la degradación humana en e Sistema pemtenClano,
Se convirtió en experto marino <..uando se enroló en un barco de
~rno reflejó en su relato The Road, donde describió los horrores sufri-
dos por otros penados y por él mismo. Las vicisir;rdes que padeciÓ ,en
carga, el Sophia Sutherland, en enero de 1893 y viajó hasta las costas
de Japón. ~e ~cionó a la bebida en los tugurios de los muelles, algo
la cárcel le provocaron un miedo ternble y JUro, .c~;ndo regreso a
Oakland en 1894, evitar entrar de nuevo en una pns10n. Durante un
que relatana an~s después. en su novela autobiográfica john Barúy-
tiempo continuó haciendo diversos trabajos, leyend? intensamente
corn. Las memonas alcohdlicas, escrita en 1913, donde da testimonio
de su l~cha y dependencia con el alcohol que lo llevó a un proceso
textos sobre socialismo y penetrando en la obra de Nietzsche a través
de Así hablaba Zaratrusta. Quiso estudiar en la Universidad de Berke-
I:reverstble, y que fue curiosamente utilizada a favor de la prohibi-
ley, pero los problemas financieros se lo impidieron. Esa mezcla de
CIÓn de tomar bebidas que se declaró en los años veinte en EEUU.
Tenía ya ~n conocimiento de navegación porque a los trece años
individualismo con la cultura de la supenondad blanca y las Ideas
evolucionistas que conducirán ineludiblemente al socialismo fueron
habla adqumdo un bote que utilizaba para robar en los bancos de
los elementos básicos de su pensamiento y le sirvieron para fabular la
ostras en la bahía de San Francisco, lo que reflejó en su relato Los
gran cantidad de novelas y ensayos que escribió. Creía, corno Marx,
p<ratas de la bahía de San Francisco, aunque, en vista de lo arriesgado
que la historia de la humanidad se resumía en la lucha entre los explo-
del asumo, cambió de bando y pasó a formar parte de las patrullas
tadores y los explotados y que no habla más soluciÓn que abohr la
que con.trolaban a los ladrones. Después de navegar algunos meses
por d1sttntos mares, volvió a Oakland para buscar un trabajo ~ás
propiedad de los medios deproducción. . .
Pero su gran expenencta vual vmo de su ViaJe a Alaska y Cana-
estable, pero se enfrascó de nuevo en la monotonía de una fábrica
dá, al valle de Yukón, donde se estaba viviendo otra época de fi~bre
text~l, con u~ s~ario de 1O centavos por hora. Pero su experiencia
del oro que llevó a una gran cantidad de aventur~ros a una nerra
marm~ra le s1rv1ó para ganar un premio literario en el San Francisco inhóspita. Era una nueva versión de El Dorado esnmulado por una
Mormng Start c?n su relato Story ofa Thyphoon offthe Coast of]apan,
prensa sensacionalista que fo~ent~ 1?~ des;os de obtener las precia-
lo que fue un ahctente para que pensara en dedicarse a escribir.
das pepitas. London, que tema vemtmn anos, formó un grupo que
Era una época en que las eventualidades del capitalismo incontro-
tuvo que enfrentarse a unas condiciones climáticas muy duras y no
lado provocaban abs y bajas coyunturales que conducían a recesiones
consiguió ningún resultado positivo, pero su lucha contra un terre-
económicas, con la pérdida de miles de empleos de unos obreros que
no inhóspito, la nieve, los trineos tirados por perros amae~trados,
no .conraban.con el respaldo de protección social y se veían abocados a
los ríos helados, el escorbuto y la impresión ante la canndad de
v1v1r en la mtsena. Las depresiones de la economía estadounidense de
caballos muertos en los caminos le proporcionó material para sus
1873 a 1878, de 1883 a 1885 y de 1893 a 1987 produjeron enfrenta-
futuras narraciones, al mar?en de los lib~os sobre marxismo .o evo-
U:Ientos. sociales y se orgamzaron marchas de «ejércitos de parados>)
(mdustrta! ~rmy), para protesta_r ante el Capitolio de Washington, en
lucionismo que llevaba enctma para contmuar sus lecturas mtentras
las qu~ exigian pu,;tos de trabajo y en las que participó London corno
descansaban en cualquier lugar. Una serie de cuentos sobre su ex-
periencia en Alaska recogieron muchas de sus vivencias. En caste-
un agitador más. Sm er;rbargo, no resistió mucho la marcha en grupo;
llano se reunieron bajo el título La quimera del oro:
pront~ afl?ró su fuerte mdivtdualismo y caminó por su cuenta visitan-
do Varias cmdades corno Boston o Nueva York, antes de regresar a San
La mala suerte de otras regiones mineras no es nada en com-
Francisco. En el viaje fue detenido en Buffalo y, acusado de vagancia,
paración con la: mala suerte del Norte. En cuanto a los sufrimien-
15
Estudio preliminar
14 El Tal6n de Hierro
del trabajo y a utilizar el alcohol como compensación -fue un alco-
~os y penali.dades no pueden escribirse en suficientes págin s d hólico toda su vida adulta y nunca pudo superarlo-. Pero comenzó a
Imprenta ni contarse de boca en boc y . I h a e escribir con ese talento innato que tenía para la narración y que iba
cuentan que cuando Dios hizo al ad. qmenes a an sufrido
'l . m un o, se cansó y cuando 11 6 a calar en el gran público, convirtiéndose en el primer autor de best
a su u rrma carretilla la tiró de al . , eg sellers del siglo x.x. La llamada ele la selva (traducida también por La
ka (London, 2004, ~- 17). cu qwer manera. Así surgió Alas-
llamada ele la naturaleza o La llamada ele lo salvaje) fue considerada
por la crítica desde el primer momento de su publicación por la
salen adelante los fuert;s )ara certt ~ar su concepción de que sólo
Aquel mundo le sirv'ó 'fi editorial Macmillan, en 1903, como una obra clásica de la literatura
mendas de la naturaleza q' os qdu~ re_sts:en los envites de las incle- estadounidense. Su primera edición, de 10.000 ejemplares, se agotó
ue va tscnmmando a 1 d en veinticuatro boras. Después publicarla Colmillo Blanco, que no
soportarlas,
· y de que los humanos no son difere ost que d no
¡ pue
d en fue tan unánimemente bien recibida por la crítica. El presidente
espeCies que pueblan el pi d n es e as emás Theodore Roosevelt, amante de la caza y de los parajes naturales,
tesis de Darwin en el O . andetalas, e acu:rdo con su lectura de las
e ' .. '
rzgen e espectes. consideró que London era un falsificador de la naturaleza porque
omparna la VlSIOn poco rigurosa . creía que en realidad no sabía cómo luchan los lobos (Kershaw, 2000,
mo social de Herbert Spencer se ' 1que se popularizó del darwinis-
tan de igual manera que la el ~ a cual las soCiedades se compor-
p. 194). Ambas novelas fueron adquiridas por miles de lectores y los
Aunque, como ha señalad~ e~ca n nóatlural en los demás seres vivos.
editores comenzaron a explotar el filón al mismo tiempo que London
antrop ogo Marvin H . S impartía conferencias sobre el socialismo venidero. Las traducciones
extrae. su
¡ evolucionismo social sm . tener en cuenta a D arns, · El pencer a otras lenguas se multiplicaban y sus novelas eran leídas por un
d or mg és estaba convencido d e que 1a nat ural eza hwn arwm. pensa-
. público de clase obrera o trabajadores autónomos y, además, algunas
ta sus propios cambios a Jo 1 d . . ana expenmen-
do en el futuro para adecuar:~olase:u extsr:ncta Y.qu; ~eguirá muran-
de sus novelas más famosas fueron llevadas al cine. Cuenta en sus
memorias la compañera de Lenin, N. K. Kruspskaya, que el líder de
que provocan el progreso. La evoludtptaciones biO!og¡cas que son las
ngen todas las leyes del univer ~o~ es el pnnCipiO por el que se la revolución soviética murió mientras leía una obra de London, El
amor a la viLla. Hizo también alguna incursión en la poesía y, al
ideas liberales y anticooperativ so. 7Jencer predominan más sus
da y su negación de una sanida~' codn a ~ens.a,bd~ ]a propiedad priva-
principio, cuando decidió ser escritor, quiso ser fundamentalmente
, . fl o e ucaCion pu hcas que 1 poeta. A él se le atribuyen los versos que afirman: «Quiero ser cenizas
mas m uyen en su concepción cul l . ' . son as que antes que polvo 1 preferiría que mi chispa se consuma en un fuego
nes de Darwin Creía q l .al:Ura y social, que las mterpretacio-
. . ue e soct tsmo se opon' l l d l brillante 1en lugar de sofocarse en una seca podredumbre», corno el
c1ón natural en la línea de l . Ia a a ey e a evolu-
David Ricard d os economistas clásicos, como Malthus 0 deseo de ser antes un fuego de pasión que la insustancial polvareda.
. o, que estacaron la Juch ¡ · . Una editorial valenciana, Promereo, vinculada al movimiento
mterpretaciones sobre lo . a por a supervivencia en sus
s
contrario que Malthus dab
mecamsmos econó ·
. micos, aunque Spencer,
cultural y político de Blasco lbáñez, publicó gran parte de sus
al . d ' a una mterpreradón 0 · · del · obras. Conectaba con las ideas estéticas del naturalismo del escritor
ffilento e la población puesto pnmiSta crecJ- valenciano, que también tuvo un papel político en el republicanis-
tierra más se agudizará la ca _qdude cuantos más habitantes haya en la
. pac1 a mtelectual p · mo español de principios del siglo XX, con gran influencia en el
nerse vtvos y sobrevivir aun u 1 ara consegutr mante-
en el proceso evolutivo de la ~ue e ~~c(;{ruJscurra de manera lenta
movimiento obrero, y que dedicó parte de sus obras más represen-
El éxito para London vi man¡ da arns, 2000, pp. 105-120).
tativas a recrear el paisaje de la huerta valenciana y sus conflictos
[J d no cuan o menos lo esp b S ' ¡ sociales. London es, de alguna manera, un Zola norteamericano
racaso e su aventura en Alas ka' de nuevo se mcorporaba. era a.a laen na e
rutina
16 El Talón de Hierro Estudio preliminar 17

que supo identificarse con las clases populares con un lenguaje ase- final de sus días lo que consideró que acontecería como una fuerza
quible y ameno. Sus 20 novelas, 18 colecciones de cuentos, así ineluctable de la evolución social: el socialismo. De hecho, cuando
como sus más de 150 artículos le proporcionaron fama y dinero, se encontraba en el mejor momento de su fama como escritor, se
que le permitieron comprarse un rancho en California, en Glen desplazó a Londres y describió con toda crudeza las condiciones de
Ellen, condado de So noma, donde trasladaría su residencia, y en el vida de los barrios obreros de la capital británica, el East End, y de ahí
que trabajaban unas 50 personas entre agricultores y sirvientes. Es- surgió su obra El pueblo del abismo, considerada uno de los testimo-
critores reconocidos como Steinbeck, Hemingway o Kerouac lo nios más relevado res sobre literatura revolucionaria. Antes de regre-
consideraron un clásico de la literatura estadounidense, aunque sar a EEUU, viajó por Alemania, Francia e Italia sin dejar constan-
otros estimaron que era un autor menor que tuvo más fama como cia de sus experiencias en los lugares que visitó.
agitador político que como escritor. Respondía todas las cartas que Nunca vivió en paz consigo mismo. Fue un vagabundo que qui-
le remitían y se despedía con un «Tuyo por la Revolución» (se pu- so hacer de la aventura una manera de evadirse de sus conflictos
blicó una recopilación de su correspondencia en tres volúmenes personales que siempre lo martirizaron. Se casó el mismo día que
con más de 1.500 misivas). Fue un icono para muchas generacio- salió publicado su libro The son ofthe Wolf[El hijo del lobo], un 7 de
nes, prototipo de escritor rebelde que luchaba por una sociedad abril de 1900, con Bess Maddern, de origen irlandés, profesora de
socialista. Curiosamente, el sueño americano le llegó a él que desde matemáticas que había soñado con ser actriz. Su primer prometido,
s~ in~an_cia ha?ía padecido las privaciones de un sistema productivo amigo de London, había muerto y Jack estuvo a su lado dándole
dtscnmmatono para los que tenían que ganarse la vida con e1 tra- ánimos. Ella cuidaba de él. Leía sus obras, las corregía y le transcnbía
bajo diario en fábricas, talleres y campos, y acabó siendo el escritor sus manuscritos a máquina. Quería compartir sus intereses intelec-
mejor pagado de su época. Despreciaba el capitalismo, pero se sir- tuales, pero él tenía aventuras amorosas con otras mujeres como co-
vió de él para superar sus etapas de pobreza e instalarse en e1 sueño rrespondía a su defensa de la libertad sexual y aunque al parecer le
americano al lograr triunfar en una sociedad donde la competencia había dicho en diversas ocasiones que no la amaba, ella tenía la espe-
sin límites era la regla principal del comportamiento social, y don- ranza de que alguna vez lo hiciera. Había establecido dos tipos de
de los que fracasaban no tenían ninguna protección, y tan sólo les mujeres, la que servía para el placer sexual y la compañera, mujer-
quedaba acomodarse a su suerte y, en todo caso, vivir de la caridad madre, ama de casa, que se ocupaba de sus hijos. El matrimonio sólo
pública, que en su época era escasa. Su individualismo vital era más era un vínculo biológico para preservar la especie y abogaba por la
fuerte que todas sus convicciones socialistas y Nietzsche le sirvió libertad sexual. Vivieron en los primeros tiempos de casados en una
como excusa por cuanto valoraba la voluntad como un factor clave casa de Oakland, donde también residió su madre, lo que provocó
en la superación de las dificultades. Odiaba a los poderosos al tiem- en ocasiones roces y enfrentamientos entre nuera y suegra. Pronto los
po que valoraba a los que habían remontado las adversidades que editores empezaron a proponerle que escribiera, sabedores de que su
les condiciOnaron desde su infancia y consiguieron triunfar en un literatura impactaría en el gran público. Empezó entonces a ganar el
mundo depravado. Para él, el hombre no es un ser bueno por na- dinero suficiente como para poder disfrutar de lo que hasta entonces
turaleza como pensaba Rousseau, y el miedo superaba al amor en le había sido vedado. Buena comida, vestidos, muebles modernos,
la naturaleza humana. Interpretó que el mundo en que vivía estaba libros, vinos y whisky caros. Y la cadena de diarios del magnate de la
dommado por la contradicción entre la riqueza y la pobreza, entre comunicación, Hearts, el personaje que caracterizó Orson Wells en
e~ individu~ y la sociedad, entre los instintos y la razón, y ante las su película Ciudadano Kane, le encomendó la tarea de corresponsal
crrcunstancras en las que había crecido optó por defender hasta el de guerra en el conflicto ruso-japonés de 1905. Contaba, además,
El Talón de Hierro Estudio preliminar !9
18

con el apoyo de su amig?, el poeta Ge?rge Sterling, el mayor repre- y Australia, añorando, tal vez, sus aventuras de marinero, y quiso,
sentante de la bohemia hrerar1a de Cal1forma, para sus devaneos por poco antes de morir, navegar hasta Hawái (Charmian relató el viaje
los barrios libertinos de San Francisco y para asistir a los combates de en The log ofthe Snark). Era su manera de buscar nuevas experiencias
boxeo a los que eran aficionados. que le hicieran olvidar su infelicidad matrimonial y los problemas que
Tenía una gran obsesión por tener un hijo, pero le nacieron dos le planteaba la precaria situación económica de su primera mujer, de
hijas en 1901 y 1902, Joan y Bessie, con las que mantuvo una relación la que tenía conocimiento por las cartas que le enviaba su hija Joan,
difícil, especialmente después del divorcio con Bess y su nuevo matri- en las que le reprochaba tener abandonada y sin apoyo de ningún tipo
monio con una dama de una condición social más alta y culta, Char- a su primera familia, y le reclamaba alguna ayuda económica para
mian Kitrredge, defensora del sufragio femenino y con gran indepen- poder atender la enfermedad de su madre.
dencia en sus comportamientos sociales en una época en la que las Sus problemas con su dentadura empeoraron. En los tiempos
mujeres no tenían los mismos derechos que los varones e incluso po- de su experiencia en Alaska padeció de escorbuto, que le afectó a la
dían ser arrestadas si fumaban en público. London se quedó prendado mandíbula, lo que acentuó su dependencia del alcohol, del tabaco
de la manera en que Charmian se libraba de muchos de los prejuicios y los narcóticos, que entonces eran de venta libre. Aumentaron sus
que existían en torno a las mujeres y que él había criticado en sus li- afecciones: fístula intestinal, hemorroides, cólicos renales, insom-
bros. Había manifesrado que «el hombre se distingue de los demás nio ... Murió a los cuarenta años, el22 de noviembre de 1916, y
animales por ser el único que maltrata a su hembra)>, Su nuevo matri- existe un debate sobre si se suicidó tomando una sobredosis de mor-
monio tampoco fue feliz. Los embarazos frustrados y los deseos no fina, o si sus riñones dejaron de funcionar provocándole una insufi-
cumplidos de tener un hijo varón lo alejaron de su mujer, y cada cual ciencia renal. Su personaje, Martin Eden, en la novela del mismo nom-
tuvo sus escarceos amorosos. Después de la muerte de Jack, ésta escri- bre, y al que se considera una transcripción vital de sí mismo, también
biría en dos volúmenes una visión edulcorada de su relación (The se suicida.
Book of]ack London). Hasta su fallecimiento, en 1955, se dedicó a Su hija Joan escribiría primero una biografía literaria y política
cuidar de su imagen así como a defender el socialismo de su marido. sobre su padre, jack London and His Times, y después ]ack London
Dio conferencias por Europa donde la fama de London fue incluso and His Daughters, que tardaría en publicarse por la oposición de
mayor que en EEUU; de hecho, los diarios dedicaron más espacio a su albacea, Russ Kingman, responsable de la fundación y el museo
su muerte que a la del emperador de Austria-Hungría, Francisco José, de Jack London. Se habían creado para recordar su memoria, im-
que murió el mismo día. pulsados por su segunda esposa y su albacea, quienes controlaron
Los problemas económicos lo incentivaron a publicar textos cada sus derechos de autor después de su muerte sin que su primera fa-
vez menos interesantes y reiterativos que iban perdiendo crédito entre milia tuviera derecho a nada. En el segundo libro su hija distingue
sus lectores. Además, la gran casa, la WolfHouse, que se construyó en la calidad del escritor socialista y radical -ella misma militó en el
su rancho, diseñada por un conocido arquitecto californiano, Albert socialismo norteamericano y fue amiga de Trotsky, quien residía en
Farr, se quemó cuando estaba recién terminada en agosto de 1913, sin su exilio en México- de su actitud con su esposa y sus hijas. Helen
que se sepan claramente las causas que provocaron el fuego. Se sumió Marie Abbort, segunda mujer del nieto de London, hijo de Joan, al
en una profunda depresión y se refugió en la cabaña de madera que descubrir las cientos de cartas que intercambiaron padre e hija, re-
había alzado en medio de su propiedad. También había gastado una lataría estas malas relaciones con su primera mujer y sus hijas des-
fuerte suma al comprarse un yate, The Snark, con el que viajó con mitificando su figura por su comportamiento hostil con Bess (In-
Charmian duran re veintisiete meses por los mares del sur del Pacífico heritors ofa !egend [Herederos de una leyenda]).
20 El TaMn de Hierro Estudio preliminar 21

Después de muerto, se convirtió en una leyenda que duró gran Cervantes en El Quijote. De esa manera se utilizan voces ficticias
parte del siglo XX. Sus obras se difundieron entre un público que vela interpuestas que parecen dar a la narrativa un mayor realismo y ve-
en el socialismo la solución a los problemas sociales. En la URSS, rosimilitud, fingiendo que el libro ha sido escrito por quien ha vivido
después de la revolución de 1917, sus libros se leían en las escuelas directamente los hechos.
como literatura que favorecía el espíritu revolucionario. Sin embargo, En El Talón de Hierro encontramos un doble narrador, y esto se
el canon literario de los últimos tiempos lo ha relegado a un lugar plasma de forma tan patente que incluso podríamos considerar que
secundario, ha rebajado su capacidad literaria y destacado que a pesar estamos leyendo dos obras sobre el mismo tema, escritas con fina-
de ser un buen narrador, con gran plasticidad en sus descripciones, lidades diferentes y en tiempos y contextos distantes: la primera
fácil de leer, sus obras son un trasunto de sus aventuras personales sería el relato propiamente dicho, mientras que la segunda, en for-
adobadas con elementos que, en muchos casos, fueron plagios indi- ma de notas a pie de página, ampliaría y matizaría las opiniones y
rectos. Así había ocurrido con una de sus novelas más famosas La los hechos que aparecen en dicho relato. Si relacionamos esta du-
llamada de la selva, acusada de ser un plagio por otro autor, Egerton plicidad de voces narrativas con la estructura interna de la narra-
R. Young, que había escrito The dogs in Northland. London reconoció ción, es decir, con las partes que la constituyen, el primer compo-
que se había inspirado en alguna parte de la misma, pero consideró nente textual que encontramos es un prólogo -(<pretexto»-, en el
que su versión era original. Igual ocurrió con el texto de Augustus que Anthony Meredith se nos presenta como el editor de un ma-
Biddle titulado Lost in the Land ofthe Midnight Sun, que se reflejó en nuscrito que ha encontrado, siete siglos después de ser escrito, <<en
su relato Love ofLive, y su propia hija, Joan, afirmó que su padre se el corazón de un viejo roble de Wake Robin Lodge».
había limitado a transcribir el libro utilizando expresiones propias. Este narrador nos anticipa, en las primeras líneas de la novela,
la existencia de un segundo narrador-personaje, en este caso narra-
dora, Avis Everhard, la esposa de Ernest, que cuenta la historia en
La literatura de anticipación de El Talón de Hien-o primera persona, lo que obliga a tener un ángulo de visión preciso,
una perspectiva constante, una información limitada que el primer
Además de diversos escritos divulgativos sobre el socialismo y la narrador conoce. Dicho grado de conocimiento posibilita un tercer
lucha de clases, y de cientos de conferencias impartidas en favor del componente textual insertado en el supuesto manuscrito: las notas
Partido Socialista norteamericano de Debs, al que pertenecia, Jack a pie de página.
London escribió El Talón de Hierro, publicada en 1908, que puede Estas notas responden a la necesidad que el editor-historiador-
ser calificada de literatura de anticipación, utopía o disto pía. Su inte- investigador tiene de ir explicando el original encontrado. Con su
rés radica en el enfoque visionario de lo que ineludiblemente habrá glosa pretende corregir los posibles desvíos en el punto de vista de la
de venir en un tiempo futuro, pero que él describe como un pasado persona que lo ha escrito. Son ajustes diversos que perfilan la técnica
ya superado que se hizo posible mediante una revolución, lo que le novelesca, ya que se atreve a cuestionar el desempeño de la función
sirve para criticar el capitalismo imperante que aún tardará en des- de la narradora. Pone en duda su objetividad porque, según él, es
aparecer. Utiliza la técnica que Osear Tacca señala sobre el narrador poco imparcial, ya que vivió esos acontecimientos y, además, lamo-
en el relato (Tacca, 1985), en la que apunta que a partir del siglo XVIII vía el amor a su marido: <<Avis no dispuso de perspectiva. Estuvo
la novela tiende en muchos casos al secuestro del autor y para ello se demasiado cerca de los hechos que relató. Mejor dicho, estuvo in-
emplea la fórmula de los «papeles encontradoS>> de la que se han mersa en estos sucesos [... ]. Este manuscrito posee un estimable va-
servido muchos autores en la historia de la literatura, y, entre ellos, lor, aunque nos encontremos, junto con los errores de perspectiva,
22 El Talón de Hierro Estudio preliminar 23

con la parcialidad del amon), Pero el atrevimiento del primer emisor el misterio que durante siete siglos ha envuelto la ejecución de Er-
ficticio también llega a poner en tela de juicio la información que la nest Everhard)).
aurora-narradora nos transmite en sus memorias: ((Con todo nuestro Y por encima de todo ello, su mensaje: la denuncia de una socie-
respeto por Avis Everhard, es preciso decir que su esposo fue uno más dad que estaba sumida en el capitalismo que había impuesto un sis-
entre los lideres que planearon la Segunda Sublevación ... ». tema de control dictatorial y cruel que ocasiona la explotación de la
En otras ocasiones, aprovechando la omnisciencia que le da el mayoría de los trabajadores. Ernest Everhard, el protagonista de la no-
hecho de escribir cuando los hechos ya han pasado, no duda en vela, un superhombre socialista, autodidacta, con el físico de un
ampliar ostensiblemente la información del manuscrito: boxeador profesional y buen orador, será ejecutado en 1932 después
de una revolución frustrada por un sistema que no podía admitir que
Hubiera tenido que vivir Avis Everhard muchos años para ver nadie lo cuestionara. Un capitalismo sostenido por una Iglesia cuyos
c6mo se aclaraba ese misterio. Hizo falta que transcurriera algo me- ministros aceptaban las condiciones de trabajo de niños de seis o
nos de un siglo y poco más de seiscientos años, tras la muerte de siete años que trabajaban en turnos de doce horas y cuyos beneficios
Avis, para que se descubriera la confesión de Pcrvaise en los archivos servían para construir catedrales o iglesias donde acudían los propie-
secretos vaticanos( ... ]. A Pervaise lo escondieron en una galería ... tarios para recibir el beneplácito de su comportamiento. El capítulo
7 de El Talón de Hierro, «La visión del obispo», fue tachado de plagio
Y no es menos notable el hecho de que, en su afán de dotar de por ser una copia del ensayo sarcástico de Frank Harris «El obispo de
verosimilitud a lo que nos cuenta y a su función de autor de una Londres y la moralidad pública», publicado en 1901. London adujo
edición comentada -lo que en el ámbito académico se conoce que él creía que aquel trabajo que se publicó en un diario de EEUU
como «edición crítica>>-, el emisor ficticio, Anthony Meredith, ani- era en realidad una transcripción fiel de lo que había afirmado el
ma a los estudiosos interesados en el tema a consultar otras obras: obispo londinense:

El gran terremoto de 2386 arrasó todos los montículos llenan- Que cada uno de vosotros, dado que vuestra riqueza os lo per-
do la hoya en la que Avis Everhard encontró su refugio. A partir mite, acoja en su casa a un ladrón y lo trate como a su hermano; a
del encuentro del manuscrito se llevaron a cabo excavaciones [... ). alguna desgraciada y la trate como a su hermana; de esa forma, San
Los estudiosos interesados en este tema podrán consultar el ensayo Francisco no tendrá ya más necesidad de mantener un cuerpo de
de Arnold Bemham, de próxima aparición. polida ni de magistrados; las cárceles se convertirán en hospitales y
los delincuentes desaparecerán junto con los delitos.
Finalmente, sólo añadir que el papel del narrador-editor es tan
importante que, sin sus aclaraciones, no conoceríamos el desenlace El protagonista encarna la voluntad revolucionaria de transfor-
de la narración de Avis, que acaba bruscamente sin poder concluir mación ante unas condiciones en las que la desigualdad marca todas
la frase: «Puede comprenderse la magnitud de esta tarea cuando se las relaciones sociales. Por ello es necesario apoderarse de las fábricas,
tiene en cuenta ... ». talleres, bancos, tierras y almacenes para convertirlos en propiedad
Pero, afortunadamente, él, como historiador, ha podido desvelar colectiva, lo que provocará que los que viven en la miseria a pesar de
en esta edición el misterio y tomar la palabra, en una última nota a haber aumentado la producción por la tecnología industrial puedan
pie de página, para lamentar que la autora{<[ ... ] no viviera lo sufi- dlsfrutar de los bienes de consumo, mientras que las contradicciones
ciente para completar el escrito, porque sin duda hubiera aclarado del capitalismo hacen que lo que se produce no pueda ser absorbido
24 El T,dón de Hierro EStudio preliminar 25
p~r una población hambrienta. Destaca la importancia de que el la que se describe cómo un populista, al ganar la presidencia de los
heroe de su novela tenga una preparación teórica de la evolución EEUU, impone una diaadura, cambiando la Constitución con el apo-
sociol?gica y econón:ka sobre la realidad a transformar antes de que yo de un Congreso que acepta los hechos con pasividad; se ímpíde la
s~ dectda a protagomzar la revoluci~n. Además transmite la concep- libertad de expresión encerrando a los disidentes en campos de concen-
ción de London sobre cómo ha de tnunfar el socialismo en oposición tración y creando un cuerpo de paramilitares para contrarrestar cual-
a '?dos aquellos que pensaban que éste vendría por métodos demo- quier oposición. Una serie de golpes de Estado se sucederán cambian-
crancos y no mediante una revolución violenta, tal como él solía do la tradicional democracia norteamericana y haciendo realidad lo que
propagar en sus conferencias. Calificaba de ingenuos a los líderes parecía imposible que aconteciera en los EEUU, un país que creía
sooahstas que suponían que el capitalismo podía ser derrotado en las que su democracia era indestructible. George Orwell, el autor de 1984,
u;nas. Sí los trabajadores no se unen para dar la batalla, «el talón de había leído El Tal6n de Hierro y la consideraba una obra premonitoria
hter:o» de ~a ?ligarquía se impondría irremisiblemente, aunque el que, de alguna manera, le había ínfluído para imaginar su utopía ne-
Pamdo Soctaltsta haya conseguido más votos. Y en e<ro era inflexible; gativa, pero aclaraba que (rLondon podía prever el fascismo porque en
cr~í.a firmemen~e que si los socialistas norteamericanos persistían en sí mismo poseía una vena fuscista>>. También el Premio Nobel de Líte-
unlizar los medws democráticos, fracasarían. Estaba más cerca de los raruraAnatole France consideró, en 1924, que London tenía una gran
plantea~ientos insurreccionales del anarquismo que de la socialde- capacidad para captar el anhelo de los pueblos y predecir su futuro:
mocracia pacífica a pesar de los 900.000 votos que consiguió Debs «Ese peculiar genio que percibe lo que permanece oculto para la ma-
en las presidenciales de 1912. yoría de los mortales» (Kershaw, 2000, p. 204).
El sistema que impone El Tal6n de Hierro en EEUU es el de una Jack London se inspiró para escribir su obra en el ensayo de W.
sociedad capitalista oligárquica donde las empresas monopolísticas se J. Guest, Our Benevolent Feudalism, publicado en 1902, donde des-
han h;cho dueñas de todas las decisiones polírícas y han establecido taca que el poder de las grandes empresas con la concentración de
una ferrea dtctadura, con el control de los medios de comunicación capitales industrial, comercial y financiero es tal que éstas son las
Y con una propaganda al servicio de la poderosa oligarquía represiva que imponen las decisiones políticas y las condiciones laborales.
que, de alguna manera, prevé con clarividencia la actuación de los Actúan como señores feudales, donde cada cual mantiene su pre-
fascismos de .los años treinta del siglo XX que se extendieron por ponderancia en un espacio geográfico y al mismo tiempo establecen
Europa. Los mtentos revolucionarios de derrocada llevan durante las normas de gobernabilidad. El poder se identifica cada vez más
mucho tiempo al fracaso, como el que inicia el protagonista en Chi- con las potentes corporaciones donde los trabajadores nada cuen-
cago, donde los trabajadores luchan en las calles y en los rascacielos tan en la toma de las decisiones y dependen, como los vasallos en
contra el ejército y los mercenarios de la oligarquía, como un trasun- el feudalismo, de lo que decidan los que controlan los capitales.
to de la Comuna parisina de 1871. Ellíbro adquirió gran difusión entre los militantes socialistas y
Diversos Í~telecruales pro¡;resístas elogiaron ellíbro. Joan, la hija de anarquistas europeos, y de alguna manera estimuló la literatura de
London,, le htzo llegar. un eJemplar a Trotsky, quien elogió la obra anticipación que tendría una fuerte dimensión en la cultura políti-
constderandola un análtsts profénco y certero de hacia donde transcu- ca de los obreros españoles. Fue considerada la bíblía popular del
rrían los acontecimientos en el sistema productivo capitalista y la de- socialismo. Varios de los teóricos y publicistas anarcosindicalistas
rrota del proletariado ante el impulso del fascismo. De alguna manera españoles escribieron novelas que expresaban la visión del futuro de
enlaza con la obra de 1935 del escritor estadounidense Sínclair Lewis la sociedad anarquista; así lo hizo Higinio Noja en novelas como
que mantuvo una buena relación con London, !t cant happen here, e~ Un puente sobre el abismo (1932) o El sendero luminoso y sangriento
26 El Talón de Hierro

(1932). También Federico Urales, en una serie de novelas por en-


tregas, tituladas genéricamente La novela ideal, expresaba las venta-
jas de una sociedad sin propiedad y sin gobierno. Conecta con un
tipo de literatura que desde el siglo XIX tiene una amplia tradición
que proporcionó obras como la de Edward Bellamy, Looking Back-
ward, publicada en 1887, y traducida en España, con amplia difu-
sión, bajo el título El año 2000 (1932). En ella defiende que existe
una conciencia cósmica del alma humana que ha ido desarrollán-
dose a lo largo de la historia, con una lucha entre individualismo y Bibliografía
universalismo que terminará en un «alma del universo)> que provo-
cará una completa solidaridad, donde todos los medios de produc- CHILD W ALCUTI, C.,Jack London, Minneapolis, University ofMin-
ción estarán socializados. Y en una línea parecida puede destacarse
a William Morris en Noticii1S de ninguna parte (1890), en la que nesota Press, 1966. h· · d
HARRJS, M., El desarrollo de la teoría antropol6gica. Una utorza e
pronosticaría que una revolución popular derrotaría el orden capi- las teorÍI1S de fas culturas, Madrid, Siglo XXI, 2000.
talista existente y se constituirían asambleas locales para organizar JOHNSTON, C., jack London. An American radical?, Londres,
la producción y el consumo.
El Tálón de Hierro refleja de forma épica el triunfo del progreso Greewood Press, 1984. l L
KE.RSHAW, A., jack London. Un soñador americano, Barce ona, a
que London identifica con el socialismo, que representa el triunfo
liebre de marzo, 2000. .
inevitable de la justicia social, de la ciencia y de la razón, de una LONDON, J., La quimera del oro, Madt!d, El País, 2004. ,
lógica que sólo puede acabar en la solidaridad de todos los seres -, Tiempos de ira. Textos anticapitalutas, P. GuuérrezÁlvarez (ed.),
humanos. Y que aunque todavía no haya llegado ese momento, Barcelona Los libros de la Frontera, 2009. .
London ya da por amortizado el capitalismo imperante y su novela MENAND, L..'El club de los metafísicos. Historia de li1S tdei1S en Amé-
se convertiría, entonces, en un producto arqueológico. No le resul-
tó fácil su publicación y tuvo conciencia de que el libro iba a per-
rica Barcelona, Destino, 2002. nd R
RAsKI;, J. (ed.), The Radical]ack London: Writings on Witr a evo-
judicarlo en su trayectoria como escritor, pero aceptó el reto. Se lution, Berkeley, University of Calrfo;ma Press, 2008.
vendieron en un año más 50.000 ejemplares en EEUU y un núme- TACCA, 0., La voces de la novela, Madnd, Gredas, 1985.
ro parecido en Europa, donde el movimiento obrero tenía una ma-
yor vinculación con las tesis socialistas. El libro perduró hasta la
Segunda Guerra Mundial como un texto leído en las casas del pue-
blo o en los ateneos obreros, más por su visión profética que por su
valor literario.

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