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Tema: La Justicia

03-10-10

Objetivo: Entender qué es la justicia de Dios.

Texto: (Mt 5:6) “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán
saciados”. Orar

Introducción:
En la versión Biblia Lenguaje Sencillo dice (Mt 5:6) “Dios bendice a los que desean la
justicia, pues él les cumplirá su deseo”.
¿Todavía recordarán lo que es “el Reino de Dios? (Ro 14:17) “porque el reino de Dios no es
comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”.
Hoy solo vamos a revisar una de esas partes de lo que es el Reino de Dios: la justicia.

Desarrollo: ¿Sabe por qué muchos de los cristianos vivimos mal? Y cuando me refiero a que
vivimos mal incluyo tanto lo humano como lo espiritual.
En lo humano a veces ni siquiera satisfacemos nuestras necesidades básicas (comida, vestido
y casa); y en lo espiritual no se tiene lo que dice (Ef 5:9) “porque el fruto del Espíritu es en
toda bondad, justicia y verdad”. Usted entiende lo que es la comida, el vestido y la casa;
pero revisemos si entendemos que es cada una de las características del fruto del Espíritu:
Bondad=Natural inclinación a hacer el bien (o sea no hay deseos de hacer el mal)
Justicia de Dios=Todo aquello que Dios demanda que debe ser un hombre.
Verdad=Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre igual sin sufrir algún cambio.

¿Entonces por qué vivimos mal en lo material y lo espiritual?


Porque el hombre natural o sea la carne tiene la inclinación a hacer el mal, porque no hacemos
todo aquello que Dios nos pide.

¿Sabe usted por qué Dios destruyo con diluvio la tierra?


(Gn 6:5-8) “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo
designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre
hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.
Pero Noé halló gracia (hebreo JEN=favorecido, ó encontró misericordia) ante los ojos de
Jehová”.
No porque Noé haya sido mejor que los demás fue salvado, sino porque Dios quiso a él
salvarlo.
¿Sabe porque usted y yo somos salvos de la ira venidera? Porque Dios así lo quiso. Y fue por
eso que el Señor Jesucristo se sacrificó por usted y por mí. No le da gloria a Dios.

¿Sabe usted porque el mundo va a ser destruido?


(Ap 9:20-21) “Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se
arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las
imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír,
ni andar;
y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus
hurtos”.

Por lo tanto mi hermano y hermana ¿quiere usted vivir bien en lo material y en lo espiritual? .
Leamos (Mt 5:6) “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos
serán saciados”.
O sea “Dios bendice” a los que tienen hambre y sed de hacer todo aquello que Dios pide.
Esta hambre y sed viene porque la justicia es una de las características del fruto del Espíritu
Santo y al Espíritu Santo usted ya lo tiene, ¿por qué se lo aseguro?
Mire: (Jn 7:38-39) “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de
agua viva.
Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él ...”
¿Usted ha creído en el Señor Jesucristo? SI

(Hch 2:38) “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”. ¿Usted está
bautizado? SI

(Hch 5:32) “Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el
cual ha dado Dios a los que le obedecen”.
¿Usted le obedece? SI (sino no estaría aquí).

(1Co 6:19) “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”

(Ef 1:13) “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de
vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa”. El tener al Espíritu Santo es lo que nos indica que somos cristianos.
Usted tiene al Espíritu Santo.

Conclusión: ¿Sabe por qué está usted leyendo esto? Porque tiene hambre y sed de hacer la
voluntad de Dios. ¿Esta de acuerdo?
Por lo tanto hoy vamos a desechar todo engaño que satanás ha puesto sobre nosotros para que
no hagamos de lo que tenemos hambre y sed y nos vaya bien, puesto que tenemos al Espíritu
Santo
¿Usted había creído que no tenía al Espíritu Santo morando en usted?
¿Usted se había conformado a la vida que ha llevado hasta ahora?
¿Usted ha sido engañado por satanás de que no puede cambiar su manera de ser?
¿Usted había creído a las palabras engañosas de satanás de que sus circunstancias no pueden
cambiar?
Pues en primer lugar le tengo una muy buena noticia.
Que usted por la gracia de Dios y la obra del Señor Jesucristo es salvo de todos sus pecados e
hijo de Dios, pues usted es Justo=recto delante de los ojos de El.

O sea que para Dios usted cumple con todo lo que El le ha pedido y esto porque lo ve a través
de la sangre del Señor Jesucristo.
Por lo tanto solo un justo puede tener hambre por la justicia y ser “bendecido por Dios”.
Así que hoy vamos a desechar todas esas artimañas de satanás, porque el Señor Jesucristo
vino para deshacerlas, ¿usted lo cree?

Ore junto conmigo: hoy en el nombre de Jesús de Nazaret, que es el Nombre que está por
sobre todo nombre deshago toda obra de mentira y maldición sobre mi vida que el enemigo de
mi alma había puesto. Y reconozco que tengo al Espíritu Santo en mí.
Desecho el tipo de vida que he llevado hasta hoy.
Y declaro que a partir de hoy, por el poder del Espíritu Santo, cambio toda mi manera de ser.
Y pongo bajo el Señorío de Cristo todas y cada una de mis circunstancias (mi marido, mi
esposa, mi trabajo, la enfermedad que me aqueja, la necesidad económica, toda angustia,
dolor, tristeza, amargura, odio, rencor, envidia, miedos) y todo aquello que yo no puedo
cambiar.
Para que sea Cristo, por medio de su Espíritu Santo que mora en mí, el que cambie todas mis
circunstancias.

Y todo esto lo declaro hecho por fe en el Nombre de Cristo Jesús. Amen.

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