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La gestión es aplicable y puede resultar exitosa en aquellas situaciones en las que partes
enfrentadas comparten al menos una serie de valores o de necesidades fundamentales.
Existe donde y cuando sea que haya una incompatibilidad de cogniciones o emociones en los
individuos o entre grupos de individuos. Surge en las relaciones personales, en las relaciones
de negocios y profesionales, en las organizaciones, entre los grupos y organizaciones y entre
las naciones.
EJEMPLO:
Suponga que alguien le propone cruzar una apuesta lanzando una moneda. Y mientras escoge
cara o cruz, arroja al aire la moneda. Si acierta, ganará un millón de dólares. Si falla, deberá
pagar cien mil dólares. ¿Cuál es su primer impulso? ¿Su primer pensamiento? ¿Se arriesga?
Cuál fue su primer pensamiento: ¿qué va a hacer con un millón de dólares?, o ¿cómo se
sentirá al perder cien mil dólares? ¿Puede renunciar a cien mil dólares?
- PORQUÉ cuanta más información tenga sobre el desacuerdo, más sencillo será resolverlo.
- PUNTOS EN COMÚN en el equipo siempre hay objetivos comunes que son cercenados por
los rasgos de personalidad de las personas involucradas, por eso conviene empezar por
recordar los objetivos que se persiguen.
- COMPROMISO los objetivos han de ser compartidos y pueden existir discrepancias de
cómo obtenerlos, por eso, conviene alcanzar un consenso para conseguirlos.
- CORDIALIDAD CORPORATIVA a pesar del conflicto y el ambiente hostil la base debe ser el
respeto mutuo y la comunicación, eso no impide que cada cual defienda con firmeza su
posición pero siempre evitando la descalificación.
- EMPATÍA la gestión de conflictos se hace desde la tolerancia y la empatía es lo que nos
permite entender el punto de vista del contrario y lo que nos facilitará llegar a un acuerdo.
La negociación es algo continuo en la vida de la mayor parte de los seres humanos. Es una
consecuencia de la vida en sociedad: continuamente deseamos cosas que no dependen sólo
de nuestra voluntad, sino también de otros. A menudo, esas otras personas tienen objetivos o
intereses diferentes; a veces incluso contrarios a los nuestros. Para conseguir objetivos, es
preciso convencer, o bien combinar objetivos propios o ajenos, o al menos conciliarlos.
A pesar de que las negociaciones son procesos sociales que se dan continuamente, no es fácil
hacerlo bien, y rara vez nos hemos preocupado de desarrollar técnicas de negociación que nos
ayuden a salir airosos de las muchas situaciones con las cuales nos enfrentamos
continuamente.
Cuando se pretende iniciar negociaciones hay que saber elegir el momento más oportuno para
hacerlo.
Por ejemplo, Si una empresa juguetera quiere vender sus productos a través de una cadena
comercial debe iniciar negociaciones con tiempo suficiente para la campaña de navidad y no
esperar al mes de diciembre para iniciar conversaciones.
Hay que planificar el momento de iniciar las negociaciones y hay que estimar el tiempo que
éstas pueden prolongarse, con vista a poder tener cerrado un acuerdo en una fecha oportuna.
No obstante, a veces las oportunidades surgen en los momentos más inesperados, en cuyo
caso no cabe más que reaccionar con agilidad. Hay que evitar negociar con prisas, cuando el
tiempo apremia, ya que nuestra posición negociadora sería muy débil, de lo que se podría
aprovechar la otra parte.
Por ejemplo, si vamos a comprar una nueva casa y para financiarla necesitamos vender la
actual, no podemos cerrar la compra de la nueva sin tener medianamente avanzada la venta
de la antigua.
Fases de la negociación
En toda negociación se pueden distinguir tres fases diferenciadas, todas ellas igualmente
importantes.
2.- Desarrollo: El desarrollo de la negociación abarca desde que nos sentamos a la mesa de
negociación hasta que finalizan las deliberaciones, ya sea con o sin acuerdo. Es la fase en la
que ambas partes intercambian información (definen sus posiciones), detectan las
discrepancias y tratan de acercar posturas mediante concesiones.
3.- Cierre: El cierre de la negociación puede ser con acuerdo o sin él. Antes de dar por
alcanzado un acuerdo hay que cerciorarse de que no queda ningún cabo suelto y de que
ambas partes interpretan de igual manera los puntos tratados..