Lección 01

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El día de hoy aprenderemos a diferenciar entre el verdadero y el falso
arrepentimiento y entre la verdadera y la falsa fe.

I. EL VERDADERO ARREPENTIMIENTO
Primeramente, veamos lo que significa el verdadero arrepentimiento:
Arrepentimiento. - Según el diccionario es el "cambio de mentalidad,
cambio de una cosa a otra, una conversión".
En el libro de los Hch. 20:21 el Apóstol Pablo nos dice que él había estado
predicando el arrepentimiento para con Dios y la fe en nuestro Señor
Jesucristo, lo cual era muy necesario para la salvación de un alma. Entonces
arrepentirse significa darte cuenta que eres pecador, que debes confesar
tus pecados a Dios y pedirle perdón, así como tener el deseo de dejar tus
pecados y cambiar tu manera de vivir.

El arrepentimiento verdadero a veces va acompañado de:

A- Aborrecimiento propio (Job 42:6) Muchos en su arrepentimiento se dicen: ¿Por qué soy tan
necio? ¿Por qué lo hice? Hay veces que se jalan de los cabellos, rompen sus vestidos (Jos.
7:6), o en otros casos se golpean el pecho como símbolo de arrepentimiento. (Lc. 18:13).
B- Confesión (Lv. 26:40) Declaran a Dios todos los pecados que cometieron en su vida pasada,
como son sus borracheras, infidelidades, robos, drogadicción, vicios, etc. Cuando confiesan su
pecado y se apartan entonces alcanzan el favor de Dios. (Pr. 28:13).
C- Vergüeza_y_Confusión (Dn. 9:7-8) Muchas veces no quieren ver a sus hermanos o familiares
y se sienten confundidos consigo mismos, por haber cedido al pecado.
D- Aflicción, Lamentó y Llanto (Stg. 4:9) En muchos el arrepentimiento es mostrado por su
tristeza en el rostro, sus lágrimas y su lamento que les brota de un corazón afligido.
E- Humillación (Stg. 4:10) Al sentirlo las personas inclinan la cabeza o el cuerpo en señal de
sumisión y realizan todo acto de humildad, lo cual significa que su orgullo está abatido.
El verdadero arrepentimiento es cuando se realiza de todo corazón, y cuando esto sucede los
ángeles del cielo se dan cuenta y realizan una gran fiesta por cada pecador que se arrepiente (Lc.
15:7,10). Los ángeles no se gozan en los que han realizado un falso arrepentimiento.

Los frutos del Arrepentimiento. -

El verdadero arrepentimiento viene seguido de una nueva forma de vida, como la restitución, el
perdón, la nueva forma de hablar, vestir, etc. Por eso el Profeta Juan el bautista les decía a las
personas que querían cambiar "Haced pues frutos dignos de arrepentimiento" (Lc. 3:8), es decir
que mostrasen al mundo su verdadero cambio de mentalidad y de conducta evitando hacer las obras
malas que antes hacían, pues si realmente eran buenos árboles debían mostrarlo por sus buenos
frutos (Lc. 3:9), la gente al escuchar eso, le pedían que les dijera cómo debía ser la conducta de
ellos a partir de ese momento y él les enseñaba, de la siguiente manera:

Y la gente le preguntaba diciendo: - Entonces ¿Qué haremos? - Y respondiendo, les dijo: - El que
tiene dos túnicas, dé al que no tiene: y el que tiene que comer haga lo mismo. Vinieron también
unos publícanos para ser bautizados y le dijeron: -Maestro ¿Qué haremos? Él les dijo: - No exijáis
más de lo que está ordenado.

También le preguntaron unos soldados diciendo: - Y nosotros, ¿Qué haremos?

Y les dijo: - No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis, y contentaos con vuestro salario. (Lc. 3:10 -
14).

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Demostrar que verdaderamente estamos arrepentidos, es también cuando actuamos según el

derecho y la justicia al devolver a su dueño lo que hubiéremos robado en el mundo, lo que
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debiéremos, y también cuando caminamos en los estatutos de la vida al perdonar una ofensa que
nos hicieron en la vida antigua. (Ez. 33:14-16).

De modo que si tienes algún objeto robado en tu casa ¡Devuélvelo!, si alguien te dañó hoy que estas
en Cristo ¡Perdónalo! Nunca olvides de hacer obras dignas de arrepentimiento. (Hch. 26:20).

II. LA VERDADERA FE. -

Tener fe es cuando te das cuenta que el único que puede ayudarte a cambiar tu vida es Cristo.
Todos sabemos que Cristo vivió una vida perfecta en la tierra venciendo todas las tentaciones que
tuvo; tomo nuestro lugar en la cruz y sufrió el castigo que nosotros merecíamos, fue muerto y
sepultado, pero al tercer día resucitó. Por lo cual, cuando nosotros creemos en ello y le invitamos a
entraren nuestro corazón significa que le hemos tenido fe.
La verdadera fe es cuando se cree de todo corazón. (Hch. 8:37).

El falso arrepentimiento
Tener el falso arrepentimiento es cuando una persona promete cambiar y dejar el pecado, pero que
no lo cumple. Esta clase de personas que se hacen pasar como "hermanos" tampoco su
arrepentimiento es acompañado de aborrecimiento personal, ni sienten vergüenza por lo que
hicieron, así como que tampoco muestran humillación en el momento de su conversión. Aunque
traten de mostrar una confesión fingida con llanto, sin embargo, estas no brotan del alma y del
corazón.

Es importante, por esta razón, que comprendas que, si alguna vez observas que algún "hermano"
regresa al mundo de pecado volviendo a tomar, ir al baile o cometer cualquier pecado, así como
que ya no quiera volver o congregar en la iglesia; entonces te podrás dar cuenta que aquel
"hermano" NUNCA SE ENTREGÓ A DIOS DE CORAZÓN, ni tampoco tuvo un- verdadero
arrepentimiento llegando atesorar para ello la ira de Dios para e! día de juicio, como dice en Ro. 2:5.

En el falso arrepentimiento de un pseudo-creyente no se produce el nuevo nacimiento porque no lo

hace con sinceridad, por esta razón su naturaleza de amar el pecado sigue en él, lo cual así mismo
le lleva a seguir practicando el pecado y perteneciendo al diablo (1 Jn. 3:8-9).
En la biblia también nos manifiesta que, si un creyente permanece para toda su vida con la Iglesia
Cristiana, la cual somos todos nosotros entonces significa que ha tenido un verdadero
arrepentimiento, pero si se aparta de la comunión cristiana para irse al mundo de pecado, entonces
mostrará que nunca fue parte de la Iglesia (1 Jn.2:19).

LA FALSA FE. - La fe de un creyente es falsa cuando manifiesta creer en Cristo solo de labios,
pero no su corazón. Por esta razón Jesús exhorto a los fariseos que decían creer en Dios al decirles:
“Hipócritas, bien de vosotros Isaías, cuando dijo: este pueblo de labios me honra; más su corazón
está lejos de mí. Pues en vano me honran…" (Mt. 15:7-9).
Este tipo de personas que se entregan a Cristo solo de labios nunca perduran en la Iglesia para
siempre, así como no brotan actitudes, conductas o frutos buenos, pues son como la semilla que
cayo entre pedregales o espinos. (Mt. 13:20-22).
Tener una verdadera fe involucra dos acciones: creer de corazón y confesarlo con la boca (Ro, 10:9-
10) "Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación".

Si tu arrepentimiento fue así, entonces puedes sentirte feliz; pero si así no lo hiciste entonces ¡Hoy
puedes hacerlo! Pidiéndole a tu pastor que te guíe la oración del arrepentimiento.

Dios te guarde.

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