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Universidad de San Carlos de Guatemala

Centro Universitario Metropolitano –CUM-


Escuela de Ciencias Psicológicas
Departamento de Carreras Técnicas
Terapia del Lenguaje
Comunicación Humana y Desordenes del Lenguaje
Licda. Irma Vargas

ENSAYO DE
RETRASO DEL LENGUAJE

Maria de los Angeles Fajardo Mena


Carné: 201512321
Retraso del Lenguaje
El lenguaje es la capacidad de poder intercambiar información más compleja y
abstracta mediante un código de signos.

Los niños y niñas adquieren el desarrollo del lenguaje, principalmente en su entorno


social y familiar, este permite acceder en las primeras etapas del lenguaje, en el
colegio es primordial que se estimule la evolución de este, pues permite que se dé
un ambiente apto para relacionarse e interactuar, lo cual es muy necesario para el
desarrollo de la comunicación del niño. Pero no sólo el colegio se debe de preocupar
por el lenguaje de los niños, más bien hogar debería ser el primer lugar en donde se
trabaje toda esta área, para evitar futuros trastornos del lenguaje, como lo es en este
caso, el retraso del lenguaje.

Entendemos el retraso del lenguaje como una aparición tardía en comparación a


otros niños de su misma edad cronológica, que puede afectar a la fonología, la
sintaxis, la semántica y la pragmática. Normalmente los niños con retraso del
lenguaje dicen sus primeras palabras a edades más avanzadas, pasados los 18 meses
de edad. Las dimensiones más afectadas en estos casos suele ser el área expresiva y
comprensiva.

“Los niños con problemas del lenguaje pueden tener problemas relacionados
con algunos o todos los aspectos del lenguaje, vocabulario, gramática, sintaxis,
pensamiento y articulación” -Head Start-

Pero, ¿Qué nos hace sospechas que algo anda mal en la forma de comunicarse de
los niños? Hay una serie de indicativos que se pueden ver antes de que los niños
empiecen a decir sus primeras palabras, no hace falta hablar para ver que hay algo
en la comunicación que no anda bien. Aunque son cosas pequeñas, y quizá, a simple
vista insignificantes son muy importantes, podemos empezar a sospechas un
problema en el lenguaje de los pequeños cuando un niño no comparte con los
padres, no mira, no tiene una adecuada atención, no posee la necesidad de llamar la
atención de sus padres, no ha aprendido a señalar más o menos a los 9 meses, estas
son conductas muy importantes para que el niño aprenda a hablar, cuando no existe
la intención por parte de los niños de comunicar algo, y más aún cuando ya se está
en la etapa lingüística. Estas son cosas que nos indican que algo no va bien, además
de todo lo anterior, vemos que el niño no habla de una manera muy correcta según
lo que se espera para edad de desarrollo o realiza frases muy poco estructuradas y
sin ningún sentido o tiene un vocabulario muy reducido según lo que se espera para
su edad.
La aparición de las primeras palabras. En general, suelen aparecer entre los 12 y los
18 meses, pero en el niño con retraso del lenguaje aparecerán a los 2 años, lo que
provoca que todas las etapas del lenguaje aparezcan de manera retrasada. También
comienza más tarde a utilizar la conjunción de dos palabras. Otras indicaciones son
el uso de un vocabulario reducido para lo que es esperable, que utilicen frases muy
simples, que no usen pronombres posesivos cuando sería normal que los utilizasen.
Estos niños generalmente ya que no tienen las capacidades para expresarse
libremente esperan a que les pregunten. A nivel de comprensión, son niños que
tienen problemas con conceptos espacio-temporales o con conceptos como los
colores, el esquema corporal, la sensopercepcion, lo que tiene como consecuencia
una repercusión en su aprendizaje a nivel escolar.

Vamos a observar así mismo, que el retraso de lenguaje se divide en varios tipos,
tenemos el funcional, el cual es de origen ambiental, factores externos que influyen
considerablemente el lenguaje del niño, como su entorno familiar. El orgánico, que
se debe principalmente a una lesión cerebral. Tenemos el retraso del lenguaje por
hipoacusia, este es de origen sensorial, debido a un problema auditivo, también,
tenemos el de origen psicógeno, que se da debido algún trauma que haya sufrido
el niño, principalmente en los primeros años de vida, y por último, debido a una
discapacidad intelectual, este se da debido a una falta de potencial de inteligencia.

Para poder llegar a estos diagnósticos, es fundamental realizar la entrevista a los


padres, ya que al obtener los datos del embarazo del niño ayuda mucho a llegar un
diagnóstico adecuado y certero, así mismo es importante realizar las pruebas
correspondientes al retraso del lenguaje y siempre observar detenidamente las
conductas del niño desde los primeros años.

Finalmente, el tratamiento de un niño de retraso del lenguaje irá enfocado tanto al


niño como a sus padres, ya que en ocasiones es preciso modificar ciertas actitudes
que los padres están cometiendo de manera errónea, como en el caso de
sobreprotección, muchas veces los padres al ver que su hijo presenta una dificultad
de este tipo tienden a consentirlos mucho, a mimarlos y a darles todo lo que les pida,
cosa que debe ser corregirlo a tiempo, ya que en vez de ayudar, le están haciendo
un mal al niño, ellos deben de aprender a ser independientes y a valerse por si
mismos como cualquier niño, deben enfrentar las situaciones a su alrededor como
cualquier otro niño, y claro está, se le deben enseñar a los padres técnicas que
ayuden a estimular el lenguaje en su hijo.
Así mismo, las funciones básicas de los terapistas del lenguaje como yo, son:
prevenir, diagnosticar y corregir. Prevenir porque siempre se está trabajando para
evitar que esos problemas surjan o si surgen que no vayan a más. Diagnóstico
porque cuando hay una sospecha de retraso, son los que van a evaluar qué aspectos
están retrasados y van a elaborar un plan de tratamiento que se ajuste al niño en
concreto y a lo que necesita. Y por último, corrección, al intervenir para que ese niño
que tiene un retraso del lenguaje alcance un ritmo normal y evaluando en todo el
proceso la evolución del niño.
E-grafías

 http://www.bebesymas.com/desarrollo/trastornos-del-lenguaje-retraso-del-
lenguaje

 http://www.cristinaotaduy.com/retraso-del-lenguaje-yo-del-habla

 http://www.guiainfantil.com/articulos/salud/lenguaje/retraso-en-el-
desarrollo-del-lenguaje-de-los-ninos/

 http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/prevemi/retraso_del_lenguaje_1.pdf
Anexo
Entrevista a Marc Monfort. Se le realizan preguntas sobre los problemas de
lenguaje en los niños: cuando detectarlos y cómo actuar.

(Marc Monfort es Logopeda y director del centro Entender y Hablar de Madrid. Es uno
de los profesionales de referencia en diagnóstico e intervención en trastornos de la
comunicación y el lenguaje. También es unos de los fundadores del colegio Tres Olivos
de Madrid donde sigue trabajando en la actualidad. Marc Monfort también es autor de
varios libros y de un gran número de materiales de intervención.)

¿En qué momento unos padres pueden preocuparse por el lenguaje de su hijo?

Todos los niños no empiezan a hablar al mismo tiempo ni desarrollan el lenguaje


expresivo a la misma velocidad. Por eso, en los niños más pequeños (hasta los 2
años), el nivel expresivo no es un buen indicador de dificultades. Sin embargo existen
una serie de conductas previas que sí deben aparecer de manera precoz y que son
condiciones necesarias, aunque no suficientes, para el desarrollo del lenguaje: por
ejemplo conductas comunicativas no verbales como señalar o la comprensión de
palabras sin ayuda del contexto (que el niño nos entregue un objeto entre varios al
nombrarlo, sin ayuda de gestos). En este sentido se pueden empezar a identificar
sospechas de trastornos que afectan a la comunicación y a la comprensión del
lenguaje entre los 18 y los 24 meses.

¿Qué pasos debe seguir la familia?

Cuando una familia está preocupada por el lenguaje de su hijo el primer paso debe
ser descartar la existencia de alguna causa orgánica (por ejemplo la falta de audición)
que provoque ese retraso. Una vez descartada esa posibilidad debe buscar un
profesional experto en el lenguaje, normalmente un logopeda, que pueda evaluar
de manera específica el nivel del niño. Esa evaluación requiere observación del niño
pero también a partir de cierta edad se puede completar con la aplicación de alguna
prueba objetiva (test).
¿Qué son los trastornos de lenguaje?

Existe un grupo de niños que, sin presentar evidencias de dificultades físicas ni de


retraso intelectual, tiene un desarrollo del lenguaje alterado. Estos niños pueden
presentar perfiles distintos en función de los aspectos del lenguaje afectados
(fonológicos, gramaticales, semánticos…) y del nivel de gravedad de dichas
dificultades.

Esos retrasos o alteraciones se deben a las variaciones de capacidad innata que están
presentes en muchos aspectos del desarrollo: no todo el mundo empieza a andar a
la misma edad, no todos el mundo tiene habilidad para el dibujo o para cantar;
ocurre lo mismo con la capacidad del cerebro en adquirir el lenguaje; lo que ocurre
es que el lenguaje es una función socialmente mucho más importante, de allí la
mayor preocupación por este tipo de problemas.

En los primeros años resulta complicado diferenciar entre retraso y trastorno y en


ocasiones solamente será la evolución del niño la que determinará si pertenece a un
grupo o al otro. A diferencia del retraso que tendría un pronóstico de “normalidad
social del lenguaje”, el trastorno del lenguaje es un cuadro con consecuencias
duraderas en los aprendizajes y las relaciones sociales. De todas formas esto no debe
en ningún caso retrasar la intervención.

¿Cuáles son las orientaciones escolares en estos casos?

En principio los niños con Trastornos del Lenguaje requieren de un planteamiento


educativo como lo pueden requerir las personas con sordera: son niños que, en
general, se benefician de contextos ordinarios de escolaridad (colegios “normales”)
con los apoyos y adaptaciones necesarias: apoyo de profesionales (A.L: Audición y
Lenguaje y P.T: Pedagogía Terapéutica) y adaptaciones metodológicas (más ayudas
visuales, exámenes tipo test etc…).

Oímos muchas veces frases como “no se preocupe que ya hablará” o “el niño no
habla porque es muy vago, como los padres se lo dan todo el niño no se esfuerza
en hablar” ¿Qué hay de cierto en estas afirmaciones? Existe la idea generalizada de
que los niños que no hablan son vagos, sin embargo nadie se atrevería a decir que
los niños que hablan pronto es porque se han esforzado mucho. En realidad un niño
que no habla es porque todavía no ha llegado el momento o porque no puede.
El hecho de facilitar la comunicación con nuestro hijo (respondiendo a lo que dice
aunque no sea correcto, acompañando el lenguaje con gestos…) es una estrategia
que, lejos de perjudicar, favorece al desarrollo del lenguaje. De hecho es lo que hace
cualquier madre o padre con un bebé que empieza a hablar entre los 18 y los 24
meses y lo hace evidentemente de forma muy imperfecta: hace todo el esfuerzo para
entenderlo y eso nunca ha retrasado a nadie. Si el niño cuando quiere decir algo
(/aaeo/ cuando quiere un caramelo) lo que consigue es que su madre ponga cara de
preocupación y se lo haga repetir tres veces es posible que deje de intentarlo. Sin
embargo si el niño dice lo mismo y su madre le entiende y le da el caramelo aumenta
la probabilidad de que ese niño vuelva a decirlo dándonos más oportunidades para
estimular y mejorar.

Hay que abandonar esa idea de que debemos “forzar” un niño a hablar: además de
no ser posible, es una actitud que puede alterar nuestra relación con él.

Ayudar a un niño que se enfrenta con mayores dificultades de las normales consiste
en situarnos a su nivel, ajustarnos a su ritmo y aumentar la calidad y la cantidad de
nuestra estimulación pero siempre al servicio de una comunicación placentera y útil.

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