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PRIMER CREDO

Creo en un solo Dios, Padre todo poderoso,


Creador del cielo y de la tierra,
y de todas las cosas visibles e invisibles.
Y en un Señor Jesucristo,
Hijo Unigénito de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos;
Luz de Luz, Verdadero Dios de Dios
Verdadero,
engendrado, no hecho, consubstancial con el
Padre,
por quien todas las cosas fueron hechas.
Quien por nosotros los hombres
y por nuestra salvación, bajo de los cielos,
y se encarno del Espíritu Santo
y María la Virgen, y se hizo hombre.
Y fue crucificado también por nosotros bajo
Poncio Pilatos,
y padeció y fue sepultado.
Y al tercer día resucito, según las Escrituras.
Y subió a los cielos
y esta sentado a la diestra del Padre;
y otra vez ha de venir con Gloria
a juzgar a los vivos y a los muertos.
Y su reino no tendrá
fin.
CREDO DE NICEA - CONSTANTINOPLA

"Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,


Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros lo hombres,
y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.
Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,

que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,

nació de Santa María Virgen,

padeció bajo el poder de Poncio Pilato

fue crucificado, muerto y sepultado,

descendió a los infiernos,

al tercer día resucitó de entre los muertos,

subió a los cielos

y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.

Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,

la santa Iglesia católica,

la comunión de los santos,

el perdón de los pecados,

la resurrección de la carne

y la vida eterna.

Amén.
¿Qué es Corpus Christi?
La celebración del Día de Corpus Christi se remonta a los años
1192-1258 y hasta la fecha estas festividades de la Iglesia
Católica se realizan en muchos países del mundo.
Corpus Christi es una fiesta de la Iglesia Católica destinada a
celebrar la Eucaristía. Su principal finalidad es proclamar y
aumentar la fe de la Iglesia Católica en Jesucristo presente en
el Santísimo Sacramento.
La Celebración se lleva a cabo el siguiente jueves al octavo
domingo después del Domingo de Resurrección (es decir, 60
días después del Domingo de Resurrección.
En muchos lugares es una fiesta de especial relevancia y en
varios países es un día festivo oficial (ciertas partes de
España, Austria, partes de Alemania y Suiza, Brasil, República
Dominicana, Bolivia, Croacia, Polonia, Trinidad y Tobago,
Portugal, Perú y Venezuela).
En Panamá, se celebra el Corpus Christi los Jueves
religiosamente en un pueblo llamado La Villa de Los Santos
en el interior del país y esta fiesta mantiene gran significación
para sus pobladores.
En España dejó de ser un día festivo hace algunos años,
excepto en los municipios donde es fiesta local, y desde
entonces la Iglesia lo celebra el domingo siguiente.
En Chile fue feriado legal entre 1987 y 2007, siendo
reemplazado por el 16 de julio, día de la Virgen del Carmen.
Desde 1968 se celebra en ese país el día domingo.
Las celebraciones del Corpus suelen incluir una procesión en
la que la hostia, el mismo Cuerpo de Cristo, se exhibe en una
custodia.

Origen de la festividad
Por un lado, se cuenta que en Lieja, Bélgica, una religiosa
cisterciense llamada Juliana de Cornillón (1192-1258) tuvo
una visión que interpretó como la necesidad de instituir una
celebración a la presencia de Jesús en la Eucaristía.
Una noche, la luna llena brillaba como plata, pero con una
mancha negra; interpretó que la luna representaba a la
Iglesia militante en la tierra, que recibe la luz del Sol: Cristo
Jesús; la mancha significó para ella la carencia de una
celebración litúrgica para la Eucaristía.
Juliana de Cornillón o Juliana de Lieja, como también se le
reconoce, presentó petición a las autoridades eclesiásticas,
hasta que el Obispo de Lieja Roberto de Theorette en el año
de 1246, celebró el primer Corpus.
Más adelante, el Papa Urbano IV -quien conocía bien el
asunto de Sor Juliana de Cornillón- instituyó la celebración del
Corpus Christi para la Iglesia Católica Universal, fijándola el
Jueves después de la fiesta de la Santísima Trinidad.
Por otro lado, se cuenta que en el año 1264 el Padre Pedro de
Praga, Bohemia, dudaba sobre el misterio de la
transustanciación del Cuerpo y de la Sangre de Cristo en la
Eucaristía. Acudió así en peregrinación a Roma para pedir
sobre la tumba de San Pedro la gracia de una fe fuerte.
De regreso de Roma, Dios se le manifestó de manera
milagrosa ya que cuando celebraba la Santa Misa en Bolsena,
en la cripta de Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró
llenando el Corporal de la Preciosa Sangre.
La noticia del prodigio llegó pronto al Papa Urbano IV, que se
encontraba en Orvieto, ciudad cercana a Bolsena. Hizo traer
el corporal y, al constatar los hechos, instituyó la Solemnidad
de Corpus Christi.
El mismo Papa Urbano IV encargó a Santo Tomás de Aquino
la preparación de un oficio litúrgico propio para esta fiesta y
la creación de cantos para celebrar a Cristo Eucaristía. Entre
los que compuso está la sublime secuencia “Lauda Sion” que
se canta en la Misa de Corpus Christi.
El año 1290 el Papa Nicolás IV, a petición del clero y del
pueblo, colocó la primera piedra de la nueva catedral de
Orvieto donde aun se encuentra la sagrada reliquia.

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