La migración es el proceso de traslado o desplazamiento de una población de un lugar a otro, con el
consiguiente cambio de residencia; este desplazamiento constituye un fenómeno geográfico que tiene su relevancia en varios aspectos dentro del país al cual se migra. Actualmente existe una gran problemática con la ley de migración que les está el dificultando incluso el ingreso o permanencia dentro del país, la siguiente hipótesis tiene por planteamiento el mostrar un poco de por qué es necesario el tomar la seriedad al cambio de dicha ley. Cuando el gobierno post dictadura acepto el modelo de una economía abierta, basada en un modelo de exportación y se reconoce la importancia del liderazgo en sectores productivos, comérciales, agropecuarios, servicios, etc., esto que reduce la pobreza de un 39% a 13% entre 1982 y 2015 según la encuesta de Casen (Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional), esto produce que la cifra de inmigrantes se quintuplicara ( desde los 83.000 a 465.000 ), el reciente censo muestra que los numero están actualmente entre los 600.000 – 700.000, puesto que se encuentran incluido los extranjeros con permanencia temporal. Actualmente la gran mayoría de los inmigrantes que llegaron fue posterior al 2010. Mientras tanto, es el decreto N° 1.094 de extranjería del año 1975 que estructura la relación con inmigrantes en una lógica de amenaza y control que termina limitando las condiciones de una integración para los extranjeros. Ahora bien los estudios muestran que chile tiene una fuerte inmigración con Perú (30%), Colombia (13,6%), Argentina (12%) y Bolivia (10%) encabezando la lista. Sin embargo, en los últimos años ha aumentado significativamente el flujo de extranjeros desde Centroamérica (Haití, República Dominicana, Cuba) y Venezuela. La gran mayoría de los inmigrantes vienen con motivos laborales, el 60% entre las edades de 20 y 50 años con un promedio de ocupación de 72.4% en comparación a los chilenos con 53.4%, sin embargo las empresas chilenas se encuentran con trabas en la contratación, debido a visas con limitaciones o cuotas de inserción. Según informes del CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) y la OIT (Organización Internacional del Trabajo), el 59.9% de los inmigrantes posee educación básica y media, además de un 37.5% que cuenta con educación superior, la encuesta CASEN en 2013 mostro que los inmigrantes poseen en promedio 12,6 años de escolaridad lo que es un 1,9 años más que los chilenos. Para el lado del mercado laboral, los inmigrantes serán un punto crucial porque según los estudios de la fundación avanza chile, solo un 35% de los cupos laborales que se van a liberar en los próximos 10 años van a alcanzar a ser cubiertos por la mano de obra nacional, a mi punto de vista existe escases de mano de obra por parte de los chilenos en tareas que obviamente ya no quieren realizar, esto podemos verlo claramente en los malls, supermercados, zofri, Shell, copec, todos esos lugares son donde más se está viendo la mano extranjera porque simplemente los chilenos no encuentran que sea un trabajo digno o bien no les interesa en lo absoluto. Ahora bien como opción de solución a esto me centro en que la actual ley de migración en chile data del 1975, es la normativa más antigua de Latinoamérica y esta regula la permanencia, la entrada y salida de extranjeros, sin embargo no hace referencia a derechos que estos tengan, lo más cercano a una solución fue en agosto del 2017 donde la Ex presidenta Michelle Bachelet firma un proyecto que modifica la ley de migración, pero actualmente aun se encuentra en trámite legislativo, se debe de generar consciencia de esta problemática en la sociedad, porque la gente ve como algo malo a los extranjeros pero son ellos los que brindan en gran manera una ayuda a nuestro país, es necesario que la solución sea que la gente conozca a viva voz de que trata la ley de inmigrantes y porque es obsoleta hoy en día, más que todo porque es necesario el cambio de esta para un mejor desarrollo como nación y a futuro porque según la CELADE para el 2050 chile será el segundo país de la región en tener mayor porcentaje de gente mayor o igual a los 60 años (30.6%) y el primero en expectativa de vida en alcanzar los 87,9 años dejando así a nuestro país en el club de “economías envejecidas”