LA GUERRA

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GENERAL LIMAN VON SANDERS

NUMERO 6 6 40 CÉNTIMOS
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LA GUERRA
= ILUSTRADA
DIRECTOB
AUGUSTO RIERA
LA SITUACIÓN
Los rusos continúan la invasión de AusLria y la derro-
ta sucesiva de los ejércitos austríacos. Czernowitz ha caído
en poder suyo, y las tropas que durante cinco días han de-
tendido la capital de Bukovina huyen hacia los Cárpatos
seguidas de cerca por los rusos, que hora tras hora aumen-
tan el número de prisioneros. ¿Escaparán los soldados del
ejército de Pflanzer a través de los Cárpalos, o caerán en
manos de los rusos que acaudilla el general Letchinsky?
¿Opondrán una resistencia encarnizada en las estribacio-
nes de la cordillera, o tratarán de salvarse por pies?
Con la toma de Czernowitz, que por cuarta vez cae en
manos de los rusos desde que principió la guerra, el ala
izquierda rusa del sector donde ahora se realiza la ofensi-
va, está en condiciones de apoderarse de Kolomea y Sta-
Acorazado inglés Dreadnought
^ ^
nislau y de amenazar por su flanco derecho a las fuerzas
austríacas que aun resisten en el centro.
El ala derecha de ese enorme ejéTcito de invasión ha
llegado a la altura de Madiuiii' \'olhinski y amenaza tam-
bién a los austr'acos. Otras fuertes columnas atacan de
continuo a los austríacos en todos los puntos importantes
de la línea donde se desarrolla la ofensiva e impiden así
que unos ejércitos enemigos puedan auxiliar a los otros.
Los refuerzos que reciben de otros frentes, alemanes o
austro-húngaros, son el único auxilio que pueden esperar
los combatientes, y es un socorro que llega tardo y escaso.
Ha pasado ya la época en que la tupida red de ferroca-
rriles estratégicos de las potencias centrales prestaba mag-
níficos servicios. No teniendo grandes masas de hombres
para transportar en breves días, ¿qué importa que haya
muchas vías férreas? Desde ahora, si se prolonga la lucha.
en el dique (Fot. Central Sews)
 104-2 LA GUERRA ILUSTRADA

frontera austríaca. Ese nuevo ataque

de los rusos era inevitable. Quizá no
resuelva todavía el oscuro proble-
ma de la guerra; quizá un esfuerzo
desesperado de Austria y Alemania
consiga contener y rechazar esa in-
vasión temible; pero si no termina
pronto la guerra, una nueva oleada
rusa acabará por sumergir y ahogar
el imperio austro-húngaro, y por
vencer a los alemanes. ¿Por qué ocu-
rrirá eso? Porque Rusia sola tiene
un tercio más de habitanites que Aus-
tria-Hungría y Bulgaria reunidas.
En tiempo de Carlos XII pelearon
los rusos en Narva en la proporción
de siete contra uno y fueron venci-
dos; en batallas y combates sucesi-
vos llegaron a luchar contra los sue-
cos en la proporción de dos a uno, y
quedaron vencedores, y en Poltava
arrollai'on a sus contrarios a pesar
de que Chereinetiev y Menchikov te-
nían sólo algunos miles más de sol-
dados que el rey de Suecia. Federi-
co II derrotó muchas veces a los ru-
sos en la guerra de los Siete Años;
pero fué vencido por Soltikoff en Ku-
mersdorf. Rusia tiene en su favor el
número y el espacio; y gracias al
imperio japonés y a los Estados Uiri-
dos, tanta artillería como sus ene-
migas, tantas municiones y,tantos
fusiles.

Los que extrañan (|ue el general

Brussilov no adelante estos últimos
días con la rapidez que los prime-
ros de su ofensiva, tengan en cuen-
ta la dificultad enorme que implica
el aprovisionamiento y municiona-
mieruto de un ejército que, según
todas las i)robabilidades, tiene de
ochocientos mil a un millón de sol-
dados. Imagínese el trabajo enorme
de los servicios de intendencia y sa-
nidad; calcúlese que si los austría-
cos han perdido ciento cincuenta
mil hombres entre muertos y heri-
do.s, los rusos habrán dejado unos
Almirante Sir David Beatty, gue manda la flota inglesa de cruceros de combate en el mar del Norte cien mil en los campos de batalla,
(Fot. Central News) de modo que por lo menos unos
ochenta mil heridos han tenido que
eiiipezui'án a coiiipreiidur los críticos iiülilares que iiu Ludo ser transpurlados, es decir, que más de ciento veinte tre-
estriba ea iiialerial de guerra y en ferrovías estratégicas nes de veinte vagones tienen que estar en movimiento
para vencer en una lucha larga. Antes que los críticos, para llevar de un punto a otro la mitad de esos heridos.
que con tan lamentable frecuencia se equivocan, deben Y aun hay más. Han hecho los rusos unos 180,000 pri-
de advertirlo los Estados Mayores de las potencias centra- sioneros en 15 días. Es necesario enviarlos al interior del
les. Empiezan a escasear los hombres; ílaquea, por lo Imperio. Al mismo tiempo precisa una cantidad enorme
mismo, la resistencia y decae el empuje. En una guerra de i)rovisiones de boca y guerra. ¿Se comprende porque
cualquiera, en las de lo pasado como en las presentes, el el avance se ha detenido o se hace con suma lentitud?
primer factor es el soldado. Donde falta no hay máquinas La inmensa batalla reñida desde las riberas del Pripet
que lo sustituyan. Gran cosa son los cañones y las muni- a, las del Prulh ha durado ocho días y ha sido ganada por
ciones; pero con ellas y sin hombres nada eficaz se puede los rusos desde un extremo a otro. Rotas las líneas aus-
hacer. Vencen los rusos porque tienen soldados y caño- tro-germanas en distintos puntos, los soldados moscovi-
nes; no vencerían con artillería sola. Todo el auxilio que tas, que hace un año se retiraban lentamente de Galitzia,
les prestan japoneses y norteamericanos sería inútil si no se precipitaron por las brechas, y dividiendo así las fuer-
dispusiera el gobierno de Petrogrado de millones de hom- zas adversarias tuvieron que dividirse también en colum-
bres aptos para manejar morteros y cañones, y disparar nas para perseguir con eficacia al enemigo. Ahora les toca
los fusiles de tiro rápido y los automáticos, las ametra- reunirse de nuevo en una o más posiciones determinadas,
lladoras y los lanzabombas y lanzaminas. y después de municionarse y descansar emprender un
Previmos hace tiempo lo que está sucediendo en la nuevo avance a despecho del adversario.
 LA GUERRA ILUSTRADA 1Ó43

Aun cuando el reposo de los invasores durara cuatro cio cuando menos, están en Rusia, es imposible que se ago-
o cinco meses, que no durará, bien ganado se lo lendrían len los recursos y la gente de Francia antes que los de Ale- •
los soldados de Brussilov que en menos de 15 días han mania. Esta será la que tenga, que ceder; la que antes
puesto íuera de combate a unos 250,000 hombres o quizá sentirá los efectos de la guerra de usura.
a :300,00o, contando los prisioneros, y han demostrado que Puede ser que sepan los alemanes algo que ignoramos
contra una decisión firme y buenas armas no hay defensa aquí poi' completo y sea ese algo lo que les induce a ]iersis-
posible-, íuera de la que opone un contrario más numero- tir en sus ataques a ^^erdún. De otro modo no se explica
so; pero que no hay línea fortificada que resista, a pesar- su obstinacií'iu.
de lo que decífin y creían los alemanes y niisti'iacos.
ElV LOS BALKANES
I.A BATALLA DE VERDÓN
Mejor dicho, on la península Calcídica, en Salónica.
Al escribir eslns h'ncas hace cienln voinle días f|iic cin- Hace tiem])() (pie los anglo-franceses reunieron un ejér-
pezó el ala,que de las posiciones francesas en torno de Vei-- cito bastante numeroso en la gran ciudad marilima de Gre-
dún. Ha llegado, pues, la ocasión de preguntarse que ob- cia. Y hace unas semanas sumaron a los regimientos de
jeto se proponen los alemanes atacando todavía unas lí- franceses e ingleses, muchos batallones de veteranos ser-
neas que no ceden o que ceden tan lentamente fpie es vios que arden en deseos de volver a batirse contra los
igual que si resistieran sin flaquear poco ni mucho. búlgaros, que tan a traición les acometieron hace un año.
Es indudable que a flnes de Febrero, cuando principió ¿Qué hacen esos dos o trescientos mil hombres que
el ataque, los alemanes, que habían
acumulado allí cañones y tropas en
abundancia., pensaban tomar la pla-
za como Lieja, como Amberes, y pa-
sar, por el boquete abierto, al in-
terior de Francia, obligando a ésta
a pedir misericordia y a firmar una
paz por separado, y Alemania habría
vencido en la ruda contienda.
Pero sucedió lo que no espera-
ban los alemanes. Contra sus pre-
visiones resistieron los franceses
con tenacidad admirable, y todo el
hierro con que dos mil piezas de
gruesQ y mediano calibre inunda-
ban campos y trincheras, todas las
granadas cargadas de altos explosi-
vos no bastaron para hacer que los
vencedores de Jena y Auerstaedt
abrieran paso a los alemanes.
Al advertir la resolución de los
franceses no supo el Kaiser a qué
carta quedarse. Renunciar a romper
el frente francés por Verdún y ala-
car por otra parte equivalía a con-
fesar su impotencia; persistir en el
ataque significaba perder gente y
más gente y malgastar el tiempo,
que durante las guerras es un ele-
mento con el cual precisa contar.
Prevaleció en el ánimo del Kaiser
esta última solución. Adoptándola,
no pasaba por el bochorno de re-
nunciar a una empresa que se* le
figuraba debía dar espléndidos re-
sultados.
Y continuó el alaque. Continuó,
y continúa probablemente, porque
tiene el Estaxlo Mayor alemán la es-
peranza de agotar ante Verdún las
fuerzas todas de los franceses.
Es una suposición equivocada de
medio a medio. Antes de principiar
la guerra tenía Francia 39 millones
de habitantes, Alemania 67. Había,
|)iies, una diíerencia de 28 millones
en favor de la. última. Pero el Reino
Unido tiene 45 millones, sin contar
Canadá, Australia y Nueva Zelan-
da que han dado unos 200,00 sol-
dados a la Metrópili. Como la mi-
tad de los soldados ingleses están
en el frente francés, como la mitad Detalles riel complicado mecanismo de uno de los cañones que usa la escuadra inglesa
de los soldados alemanes, o el ter- contra aviones y dirigibles (B'ot. Central News)
1044 LA GUERRA ILUSTRADA

Marinei'os heridos en la batalla naval de Jutlandia transbordados a un butiue-hospital

(Fot. Central News)

Soldados ingleses heridos y enfermos que, procedentes de Kut-el-Amara. han sido instalados en un buque-hospital anclado en el Tigris,
con autorización del jefe de las fuerzas turcas (Fot. Central News)
 LA GUERRA ILUSTRADA 1045

Soldados ingleses heridos procedentes de Kut-el-Amara, cuidadosamente asistidos por enfermeros de un regimiento indio
(Fot. Central News)

Enfermos y heridos de Kut-el-Amara desembarcando del buque-hospital que los condujo al punto de su destino
í'Pnt (Ifíntral Nnirs)
 1046 LA GUERRA ILUSTRAt)A
esláii arma, al hi'azo eu un rincón de Europa? Los alema-
nes lian tenido que retirar las divisiones que conquistaron
el lerrilorio de Servia, los nuslri.acos es inq')osible qii(! en-
víen n¡ un regimiento a la frontera griega. Fronte a los
franco-ingleses quedan únicamente los búlgaros. La oca-
sión para lanzarse al ataque los aliados no puede ser me-
jor. Los rusos arrojan a los austríacos de Bnkovina, los
ilaliaiHts i'eaccionan, loíf fi'anceses i'esislen, los ingleses
(puí liay en Francia están dispuestos a luchar,. Los lui'cos
no [uieden socorreí' a los búlgaros sino a sus ])ropias tro-
llas vencidas en Ai'nienia.
¿i'or qué, pues, no se inicia una ofensiva, contra los
búlgaros, una guerra de castigo contra el i'égulo que lia
sido ingralo con Rusia, a la cual debe Bulgaria su inde-
pendencia?
No recuerdo a pinito lijo en (pu'' perii'idico franc(''s o ila-
liano leí hace ¡MICOS días que la ofensiva general conlra
los dos Imperios centrales no se Miiciaría hasla la pi'í'ixima
primavera. Kntonces estará lodo disi)uesln y picparado
para (pie la opeíacif'm dé los resullados que de ella se ])ro-
meten los (pie la idearon. Esto mismo decía el periódico,.
(Juizá eso mismf) suceda, poripie hace apenas seis meses
se hablaba corrientemenle de una ofensiva general jiara
esla primavera y... sólo han atacado los rusos.
(llaro (pie el (pie está alejado de las esferas gubernati-
vas y que desconoce ca.sj en absoluto las condiciones de
los diversos ejércitos beligerantes, no puede pretender co-
nocer el momento oporímio para emprender una ofensiva
general; pero (>s indudable rpie, de contar con medios.
Comedor improvisado en una cantera al abrigo de las
ahora se pi'esenlaba una ocasií'm magm'lica, ])ara, saber
hasla qué punto se puede contar con la. resislencia alema-
na y cci]] las fuerzas austro-húngaras.
¿.\o se liace?.,Mot¡,vos habrá para ello, ]>iies el momenlo
os liarlo crítico pai'a desperdiciar algo que i)ueda favorecer
a alguno de los combalientes. (Conste, de todos modos, que
es iiiii\- raro (pie no ataque a los búlgaros el ejército man-
dado per el general Sarrail.
TABLEAU
Los (pie no creen que desde hace algún liempo la gue-
rra promete la victoria a los que estaban amenazados de
una, derrota tremenda durante los primeros meses de la
feroz contienda, fíjense en lo que acalia de Dciiiiir en Gre-
cia y quizá cambien de 0|)ini('in.
Hace medio año no se alrevieron los aliados a lo rpie
osaron la liliima semana. Eslaban en su derecho \', sin
embargo, no se hubiesen air'.esgado a lo que ahora. ¿Por
(pié? Porque solamenle los fuerles saben hacer respetar
su derecho y mandan con imperio y e.xigeii en caso nece-
sario—y cuando no es necesario lamhién.
El rey de Grecia, aun cuando no puede ver ni en pin-
tura a los búlgaros ni a los turcos; a pesar de que llamó a
los aliados a Salónica, de acuerdo con Venizelos; por más
(pie le indignó que los alemanes, austríacos y búlgaros
a|ilastaran a Servia, siente tal pavor ])or su cuñado Gui-
llermo II, cree—o creía—de tal modo en la victoria de los
auslro-alemanes, que a íin de no verse obligado a, interve-
mitas (Fot. Louis Beaufrére)
 LA GUERRA ILUSTRADA

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MAPA DE LA "GALITZIA Y VOLINIA

Diveraas fases del avance ruso 4 de Junio m B i ^ B i a B 15 de Junio» 25 de Junio I

 LA GUERRA ILUSTRADA

DmiGIBr.E BlUTAMCO \OLME\UO A SU BASE DESPUÉS DE US l'llOLONGADO \UELO (Fot. Central Neics)
 LA GUERRA ILUSTRADA
onanjucaK Ladimmi
• ^Radíivisd Do/ian
"^,_ ' oHam^'l Banitza^Il J Q r"^ BaruíjrpfReui,
jenifcfirfí.r
Dukatino^; (^pf^níkovo Nevrokóp ^ r V . . , \ °(Kiorll5*(i55?Vy^ I ^,
"-'w-^ y ^UgVPipenovo
N S t - ^ y S ^ ^ ^ \Sí / ' /KainchaF
pancha ^ \ ^^^^yiT^tralite

JGradec % - - f - i V Aolesin thoráchow \ ( V KuchtórDaqh, Guíiordiik

P\ J r \ XhetecHevh X"v-<J—-\ -
f a p a s k e u O . TJ'^sdenV \ W "-feprénX J ^ ' T .
" l Vdlarjfloví ' *^
^'^30aoh.^-*i^:«.G/rediík Tuhal^vSiy:^!^»^^
iGabrjóvi \
Ichipcha
5ru^oc|h<
^,-^hirníhiriji,
HundjunusX <rE=|<j,^j'
Hsratll
3^i¡>k \t\
f^,f \R3hov¿ • ^^Traí
Kílrndtr ííchllar
itjMájada.!^-- Kuch^ipva ,
íjak
Paprat ChaRnaifeui
íffkit
Karakul I sKirkeui

GumendjeQ Eíradji

* M A . ° . ? g ¿ ^ 4 : ; ¡ ^ | 9 ^ 1 ^ ^ de Kava,a
c,x i ^ " ' K'^ílAda K o j u n N a k t a ^ ^ ¿ - . ¿ g ^ i c h a b a n
,^Ar^F .K I B'Kalamutio
.Eski-Nayaia I j-^jopuTo
ié,tza)-Ví,r^>^Xg^Vatiiak f ' ^ J ^ l lf¥y^J^jL'¡-}byr' -Q'N

I Pyrgos ^'otamia
evthepon /
SoEíroMonWo |^ J A S 0 S
^
[o\ Kynira
'v - ^ x i " - -°--7>k ere e i M oríes 1
Yenidje
C.KeFah i-^- XTheoIoqos/-
CH.Georgios
^*- V K l i d í J ^ \ Af™'^^'°",!. -,- . . .,^^.. , ^- -_
I.Panag¡a°

H Geopgic
„_ 'o,
ütochoroi

^''S^ií^:á^Platamon
N Kassandrajo ^.^ /^¿¡
C.PIatamon ?" " fTÁ" JPaliuri
CKíSsanünT ^^ ^-'--W.ParaslíeOTi „ ,. . CDrepano
C.Kdnastri ^-~~--^^^-~^. Paliuri

C.Kíssabos

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^thanal

M A R E G E O
Pdlidendr!

^eramidíon
Veneton

I.Psathuraf)

o oiTsankarades I Jura / l
^<^
I.Piperi
l.Pelago,
cf> I.Gramusa
Tíeqkhorion

I.K • ñ SIGNOS
¡lidromia/ Apl.Lekhusa Limite de Nación
,Lavko ) ^y^ ] "•"• Ferrocarriles
Kili'dromi,
/ /l>«U.Sarak¡no Carreteras
ISkantsura Canales
I Sogria
Ifscopeh I.AdelFa
Pontikonton IGaidaVonesi

MAPA DE LA REGIÓN DE SALÓNICA

Situación de los ejércitos beligerantes después de la ocupación del fuerte Eupel por los búlgaros
 LA GUERRA ILUSTRADA
(jeiieral Dubail, t^oberiiador m i l i t a r de Pai-ís, y alguuüa oficiales a sus ó r d e n e s
iiír en la contienda a favor de los aliados, des])idiú a Ve-
nizelos y disolvió la Cámara porque tenía una niayoiáa ve-
nizelista. Nombró para sustituir a Venizelos a un minis-
Lro e-ermanófilo y permitió que los alemanes mandaran en
Atenas como en su propia casa y que los búlgaros inva-
dieran el territorio griego a pretexto de combatir conira
ios ano'lo-franceses que están en Salónica.
Esto no era, no podía ser del gusto de los aliados, pues-
to que además de resultar contrario a sus intereses, les po-
nía en ridículo en su calidad de potencias protectoras de
Grecia título que asumieron Francia, Inglaterra y Rusia
mando libertaron a los griegos del yugo otomano. Los ac-
los del rey eran anticonslitucionales, y eso no podían per-
mil irlo las ])otenc¡as ¡n^otectoras. ¡Coartar la libertad del
iuioi)lo griego, lio resi)etar la Constitución ! A Nicolás II se
l(> (M'i/aron de cólera los cabellos, y de acuerdo con Inglate-
iTii \' Francia envió un ultimcdum a Constantino I, rey de
Grecia. , lidad del país, con lo cual han comprometido la seguridad
Y para que se viera que la cosa no podía tomarse a bro-
in;i una escuadra anglo-francesa de 14 grandes unida'des,
jic'omiiañada de dos cruceros italianos y del crucero ruso
Uhold cruza delante de la bahía de Falesa a la hora pre-
cisa en'que los ministros de Francia e Inglaterra entregan
rlulíimnlum. Cuatro transportes cargados de tropa, sali-
dos (le Salónica, llevan una división disi)iiesía a desembar-
car El momento es crítico. Una negativa del rey puede
luicei- derramar mucha sangre. Pero el rey comprende que
lia perdido la partida y no quiere perder el trono. Skoludis
(limite; Zaimis acepta la presidencia del nuevo gabinete,
v declara a los representantes de Francia y de la Gran Rre-
iaña que Grecia acepta todas las condiciones de los aliados.
He aquí el texto de esa Nota que tan profundo cambio
político ha originado en Grecia:
((De orden de sus gobiernos respectivos, los abajo fir-
mados, ministros de Francia, Inglaterra y Rusia, represen-
1051
(Fot. Cenirul A'crcs;
tantes de las potencias ]U'otectoras de Grecia, tienen el
honor de hacer ante el gobierno griego la declaración si-
guiente, que tienen orden de dar a conocer también al pue-
blo de Grecia: Como lo han declarado ya solemnemente
y por escrito, las referidas tres potencias no piden a Gre-
cia que salga de su neutralidad, como lo demuestran al
pedir en ])rimer lugar la desmovilización total del ejército
griego, con lo cual asegúrase al pueblo helénico la paz y la
tranquilidad. Pero tienen motivos numerosos y bien fun-
dados de sospecha contra el gobierno helénico, cuya acti-
tud no es'tá conforme con los compromisos contraídos, ni
siquiera con los principios de una neutralidad leal. Con
excesiva frecuencia ha favorecido el gobierno helénico las
maquinaciones de ciertos extranjcM'os que han tratado
abiertamente de extraviar la opinión del pueblo de Grecia
y de desviar su concií^ncia nacional, creando en territo-
rio helénico organismos hostiles y contrarios a la. neutra-
de las fuerzas militares y navales de los aliados.
))La entrada en Grecia de fuerzas búlgaras, con la ncu-
liac'.ón del fuerte de Riipel y de otros puntos estratégicos,
en connivencia con el gabinete helénico, constituye para
las fuerzas de los aliados una nueva amenaza que impone
a las tres potencias la obligación de reclamar garantías
inmediatas. Además, se ha faltado a la Constitución grie-
ga y se ha menospreciado el libre ejercicio del sufragio
universal, pues en menos de un año ha sido disuelta dos
veces la Cámara contra la voluntad francamente expresa-
da ])Gr el pueblo. Convocadas las últimas elecciones en
plena movilización, la Cámara aclual no représenla sino
a una pequeña parte de los electores, pues todo el ]iaís
quedó sometido a un régimen de tiranía, conduciéndolo
hacia su definitiva ruina shi tener para nada en cuenta las
justas observacipiies iiechas por las potencias. Estas tie-
nen no solamente el derecho, sino el imperioso deber de
1052 LA GUERRA ILUSTRADA

Eevista de soldados tonquineses en el cuartel de una población del mediodía de Francia (Fot. Branger)

Puesto de guardia alanzado de infantes italianos en el Carso

 LA GUERRA ILUSTRADA 1053

Piezas de artillería de marina que, montadas en trenes blindados, disparan contra las lineas enemigas
(fot. Louis Beaufrére)

Cúpula blindaba armada de un cañón-revólver tomada a loa alemanes en Champaña y depositada en el Museo de [os Inváliáos
(Fot. BTanpeT)
 1054 LA GUERRA ILUSTRADA

cias aliadas, y que pueda hacer Lam-

bién legalmente las nuevas eleccio-
nes. Tercera, disolución inmediata
de la Cámara de los diputados, se-
g'uida de nuevas elecciones en el
plazo previsto por la Constitución, y
una vez terminada la desmoviliza-
ción del ejército. Cuarta, reemplazo,
de acuerdo con las potencias, de
ciertos funcionarios de la política
cuya actitud, inspirada por agentes
extranjeros, hizo posibles los aten-
lados contra pacíficos ciudadanos y
los insultos dirigidos contra las le-
gaciones de los aliados y sus sub-
ditos.
»Siempre animados con respecto
a Grecia de un alto espíritu de be-
nevolencia y de amistad, aunque de-
cididos también a lograr, sin discu-
sión y sin plazo dilaiorio, la aplica-
ción de estas medidas indispensa-
bles, las potencias protectoras no
pueden sino dejar al gobierno de
Grecia la entera responsabilidad de
los acontecimientos que sin duda
habrán de producirse en el caso de
no ser atendidas e inmedia<tamente
aceptadas sus justas peticiones.»

BAJO EL AGUA
.hmin
Empieza el acecho.
El sumergible V. L. A. na,vega a
veinte metros de profundidad si-
guiendo una ruta probable de las
naves enemigas. Se hundió de gol-
pe por vía de ])nieba, y ahora avan-
za lentamente entre dos aguas, es-
perando.
Está acostumbrado a ser pacien-
zudo. Parece soñoliento. Por las re-
cias puertas de los tabiques, la mi-
rada abarca toda la longitud del bu-
que iluminado. Es un corredor es-
trecho, raro, lleno de obstáculos y
que parece sin fin. Se prolonga des-
mesuradamente entre sombras por
un extraño efecto de perspectiva.
Se entrevé algunos marinos que se
Proyectil del nuevo cañón francés de 40 centímetros (Fot. Hranuer) mucven perczosamcutc bajo el re-
flejo de las lámparas lejanas. Accio-
protestar cdiiira semejantes violaciones de las libertades nan con cautela, encuadrados por hierros de todas formas
de que son ellas garantía para ante el ])ueblo griego. y dimensiones que integran los mecanismos. Se inclinan
))La ac'iilud de hostilidad que observa el gobierno helé- sobre los dinamos macizos, parecen acariciar los motores
nico con las potencias que libertaron a Grecia del yugo de petróleo, cuyas baterías de cilindros aun difunden d
extranjero, asegurando su independencia, y la evidente olor cálido y acre de su fatiga.
inteligencia del gabinete actual con sus enemigos, son Hacia proa suena ruido de vajilla; alguien ¡trepara la
paria dichas potencias razón suficiente para decidirse a mesa. Los torpedistas hablan en voz baja sen lados en el
obrar con firmeza, apoyándose en el derecho que les dan hueco de las curvas, junto a los tubos lanzatorpedos, que
los tratados internacionales para velar por el pueblo grie- están cargados. Uno de aquéllos lee un periódico atrasado.
go y defender sus derechos y sus libertades contra cual- Otro dormita a la sombra, acurrucado junto a un torpedo
quier amenaza. de reserva. La bruñida cafetera eléctrica, después de
))En consecuencia, las naciones prolecloras de Grecia se haber servido, exhala todavía un excelente aroma de café,
ven en la necesidad de exigir la aplicación inmediata de un perfume que aleja el sueño y la pereza.
las medidas siguientes : Primera, desmovilización total y Parece que nadie obedezca a las órdenes que con voz
verdadera del ejército griego, el cual habrá de ser puesto imperiosa da el comandante: hasta tal punto son rápidas
en el más breve plazo en pie de paz. Segunda, reemplazo y breves las maniobras que aquéllas originan. El movi-
inmediato del gabinete actual por uno puramente admi- miento de un conmutador y la vuelta de una rueda son su-
nistrativo, sin carácter político, y que ofrezca las garantías ficientes para que el buque se desvíe, se sumerja, vuelva a
suficientes para la aplicación leal de la neutralidad bené- subir, acelere su marcha, se detenga o se ponga nuevamen-
vola que Grecia se comprometió a observar con las poten- te en movimiento. La presencia de un barco navegando
 LA GUERRA ILUSTRADA 1055

puede adveiiirse desde abajo del agua, a muchos cientos percibe la sombra de su propio cuerpo; en el periscopio
de melros de distancia. Atiera el V. L. A. se dispone a sa- no se halla más visión que la del mar; el mar contem-
tir a ta superficie con et objeto de echar una mirada al mar. plado por un hombre invisible, por un hombre que im
Pero sea cual sea la maniobra que el submarino realice, está en él; un hombre impalpable, que se ha transforma-
persiste de un modo abrumador la irritante ilusión de la do en un ojo que observa suspendiendo su mirada sobre
inmovilidad. Sólo el indicador de profundidades nos ad- un pálido mundo de silencio.
vierte que subimos. Protegida por una gran caja de reloj, De pronto el mar se agita, las olas se hinclian, se ai)ro-
en la blanca esfera se van señalando los metros y la aguja, xinum a la prodigiosa pupila que las observa, y en un ins-
pasa lentamente de los veinte a los quince, de los quince a tante la ciegan, escupiendo sobre ella con violencia sus
los diez, y el timonel que acciona el estabilizador sigue su azuladas aguas.
movimiento, cifra por cifra, echando de cuando en cuan- l^or eso las miradas han de ser breves, rápidas, ya que
do rápidas ojeadas a los otros instrumentos próximos que ese insiante es el que espera el enemigo para poder ata-
señalan la inclinación del timón y del buque, e imprime cai' al sid)marino.
rápidos movimientos a la rueda de aquél con golpes previ- En un momento asi el V. L. .1. en (¡ue navegamos tuvo
sores, hábiles y precisos. Porque el submarino viene a ser un terrible encuenti'(; debajo de Cattai'o.
algo así como un animal muy dócil, pero de comprensión Había sido visto, probalilenienle, |)ür un aeroplano, y
lenta, que no obedece inmediatamente. No hay que espe- un tor|)edero austríaco se había aproximado al punto se-
rar a que haya alcanzado la profundidad deseada para oi'- ñaUulo, liabía parado sus máquinas y había permanecidn
denarle que se pare; hay que hacerlo bastante antes. Y es quieto, s'lencioso, acechando el momento propicio. Kran
porque debido al impulso recibido
continúa subiendo o bajando. Cier-
tas catástrofes ocurridas en la in-
fancia de la navegación submarina
fueron debidas a esa pereza en la
obediencia. Es, pues, indispensable
ordenarle con la anticipación nece-
saria, y para, guiarlo se hace preciso
tener el instinto de los efectos de su
inercia, y entonces se logra dirigirlo
sin el error de un decíme'ro.
El V. L. A. vuelve a salir a la
superflcie. Su comandante, con la
mano ai»oyada en el manubrio ho-
rizontal que sirve para mover el pe-
riscopio, se preiiara a la explora-
ción. Cerca de él, en el reducido sec-
tor donde se mueve, afluyen todas
las arterias del buque: todas las
máquinas, todos los mecanismos
llegan, merced a diferentes trans-
misiones, a quedar al alcance de su
brazo. Trenzas de tubos, redes de
cordones, manojos de hilos, se en-
lazan con interruptores, con mani-
velas, con ruedas, con nianónuítros, .
con hidicadores, y en medio de esta
prodigiosa anatomía de hierro y de
cobre, de acei'o y de aluminio, en el
centi'o del organismo faiHástico, un
cerebro : el hombre.
El asta del periscoi)io ya corta
ol aire; el comandante se inclina
sobre el lente y un reflejo del lejano
día llega hasta su mirada, líl sol ha
salido al mundo. El mar se extien-
de luminoso, bañando sus clarida-
des en la fresca mañana. La costa
aparece por levante alta, oscura, ro-
cosa, cruel. Un pueblecillo, candido
como un paisaje árabe, señala entre
oscuras manchas la confusión de
sus tejados. AHas montañas, de re-
cortados perfiles, aparecen diáfanas
a. larga distancia. Ni una vela, ni un
largo penacho de humo se ve en el
periscopio; sólo se percibe el agua
que se agita alrededor nuestro y
cuyo rumor causa gran sorpresa no
escuchar. Queda uno confundido,
desconcertado en presencia de una
soledad incomprensible, absurda:
una soledad en la que nada existe.
El hombre perdidO' en la inmensi- Los capitanea de liighlanders Cowan y Campbill que han sido condecorados con la cruz de guerra
dad del desierto se ve a sí mismo, (Fot. Ventral News)
 1056 LA GUERRA ILUSTRADA

Grupo de oBciales rusos que fueron revistados en Londres por lord Kitchener pocos días antes de salir para Petrogrado a bordo del Hampshire
(Fot. Central News)

las cuatro de la tarde, una tarde plácida, bañada de clari-
daües. Los rnovimientos del V. L. A. se habían seguido
con tal precisión, que cuando el submarino asomó su pe-
riscopio a la superficie del mar, la proa del torpedero es-
taba a su lado, a unos cincuenta metros de distancia, de
suerte que pudo verse perfectamente su nombre U. 64.
Una proximidad tan grande del enemigo y la posición
en que éste se hallaba, impidieron al submarino toda ma-
niobra de ataque. En el instante empezaron a caer pro-
yectiles cerca del periscopio. Precisaba desaparecer en se-
guida, rápidamente. El V. L. A. se sumergió velozmente
liuscando la máxima profundidad. Cuando se creyó a sal-
vo, maniobró para ver si podía atacar al torpedero. Escn-
ctió y no se percibió rumor alguno. Por segunda vez aso-
mó el periscopio. El mar, en dirección de proa, estaba
desierto. Mas apenas giró el objetivo para seguir la ex-
ploración pudo verse nuevamente la nave enemiga, a de-
recha de la po|)a, a unos sesenta metros de distancia.
No había perdido ni un instante la ruta del submarino,
manteniéndose encima de él durante sus evoluciones.
El cañoneo se renovó. Las granadas llovían alrededor
del V. L. .1., y alguna rozó, sin duda, su torre porque el
buque pareció que era sacudido con tuerza. No cabía ha-
c^r nada. El solo recurso consistía en la inmersión, y así
se.'hizo rápidamente, aunque tal vez ya tarde.
LUIS BARZINI
((Juiuiíiirá)
HECHOS CULMINANTES
16 de Junio. — Los rusus avanzan hacia Vladimir Vu-
lliíjnakí a pasar de haber recibido los austríacos numero-
sos refuerzos alemanes.
18 de Junio. — Los rusos se apoderan de la ciudad de
Czernowitz, capital de Bukovina. Hacen 1,130 prisioneros
y se incautan de 12 cañones de grueso calibre. Persiguen
al ejército que defendía la ciudcíd y que se retira en des-
orden hacia los montes Cárpatos.
20 de Junio. — Desde Riga a Jacobstadt atacan los ale-
manes sin gran violencia y son rechazados en todas par-
tes. En Smorgone padecen un serio descalabro.
El cherif de la Meca se subleva contra los turcos y les
arrofa de dicha ciudad, de Dfedah y otros puntos, amena-
zando apoderarse de Medina.
22 de Junio. — Los rusos dividen en dos mitades al
efército que defendió a Czernoivitz y obligan a una de ellas
a retirarse hacia la frontera de Rumania. Los rusos le ha-
cen 3,700 prisioneros.
23 de Junio. — Los italianos vencen a los austríacos en
V aliar sa.
Los rusos continúan avanzando en Bukovina y pelean
rudamente en la región de Kovel, sin ventaja notable.
24 de Junio. — Después de furiosos ataques los alema-
nes se apoderan de Thiaumont dejando el campo de ha-
talla sembrado de cadáveres.
Los árabes derrotan nuevamente a los turcos y entran
victoriosos en Medina.
25 de Junio. — Los rusos toinan la ciudad de Kuty, en
Bukovina, y persiguen al ejército del general Pflanzer que
huye hacia los Cárpatos.
Fracasan las tentativas de los franceses por recuperar
el terreno perdido en la orilla derecha del Mosa.
26 de Junio. — En la región Lutzk-Kovel los rusos ob-
tienen ventajas, pues han tomado varias aldeas y en Pon-
tomity derrotan a los alemanes haciéndoles 800 prisione-
ros y tomándoles varias 'tmetralladoras.
En Bukovina toman la ciudad de Kinpebing y persi-
guen a los austríacos. Toda la Bukovina está dominada por
los rusos.

En el próximo número publloaremos el retrato del g e n e r a l Vlllaret; el mapa del frente r u s o - a u s t r o - a l e m á n ; el plano
detallado del sector d é l o s fuertes V a u x - S o u v i l l e - F r o l d e Terre, e n o d o r e s , y retratos y grabados de actualidad en n e g r o
 HISTORIA PE LAS NACIONES
El constante interés con que hemos seguido siempre el movimiento literario contemporáneo nos ha puesto en
presencia de una producción única en el mundo, que con verdadero placer presentamos al público español e hispa-
noamericano: LA HISTORIA DE LAS NACIONES, publicada en Londres por la casa Hutchinson y Co.
El asunto tratado en esta obra realmente exíraordinaria, basta ya por si solo para atraer y cautivar hasta el más
alto grado la atención de todos los lectores. La historia de la Civilización desde su origen en el valle del Nilo; la
del Arle desde sus cunas de Grecia e Italia; la de las Ciencias a partir de los primeros pasos dados por los pueblos
orientales; la de las Conquistas realizadas por los reyes egipcios, por los emperadores romanos, por los capitanes
de la Edad media, por los más famosos guerreros de nuestros tiempos, las proezas de Alejandro el Grande, de Julio
César, de Carlomagno, de Gonzalo de Córdoba, de Reman Cortés, de Napoleón I, de Federico de Prusia; el relato de los
Descubrimientos Geográficos, las atrevidas expediciones de Hannón, Marco Polo, Vasco de Gama, Cristóbal Colón, Cook,
Peary, Scott; la Historia Religiosa de los pueblos asiáticos, las Cruzadas, los conflictos entre el Pontificado y el Imperio,
las luchas de la Reforma; la crónica de las grandes Conmociones Políticas, la caída del Imperio Romano; las invasiones
de los bárbaros, árabes y mongoles, la Guerra de Treinta Años, la lucha de los Pueblos Americanos por su Independencia, la
Revolución Francesa, la Guerra Europea comenzada en 1914..., he aqui algunos de los interesantísimos episodios que el
lector verá desarrollarse ante sus ojos como cuadros vivos puestos en movimiento por la magia de una pluma elocuente
y una ilustración espléndida.
El texto oi'iginal de la HISTORIA DE LAS NACIONES fué confiado a especialistas eminentes, a verdaderas celebri-
dades que por su preparación y aptitudes particulares se encontraban en estado de unir la más rigurosa exactitud docu-
mental a un estilo conciso, claro y pintoresco. Logrado este objeto por aquellos editores, sólo nos restaba el cuidado
de elegir un colaborador que por su ilustración, criterio y perfecto conocimiento de las lenguas inglesa y castellana,
pudiese trasladar fielmente a esta última ttm valioso tesoro científico y literario. Creemos haberlo conseguido plena-
mente al confiar la traducción de la HISTORIA DE LAS NACIONES al distinguido abogado y publicista don Guillermo
de Boladeres Ibern.
Nos creemos igualmente con derecho para llamar la atención del público sobro la notabilísima y abundantísima
ilustración que la acompaña. Nuestros grabados son en gran parte reproducciones de las obras maestras de la pintura.
La belleza de nuestra ilustración está a la misma altura que su inestimable valor documental.
Otro motivo de orden menos elevado, ;pei"o de positiva importancia práctica, nos permite recomendar al público
esta obra: su extremada baratura. Lo mismo que en su día lo dijo la casa Hutchinson y Go., podemos decir ahora
nosotros, que sólo la enorme tirada ejecutada nos permite ofrecer la serie completa de 130 cuadernos al precio
reducidísimo de 65 pesetas. Nunca se ha presentado en el mercado editorial una obra de tan considerable extensión y
precioso valor por un precio tan limitado.

CONDICIONES DE SUSCRIPCIÓN
La obra completa comprenderá 130 cuadernos, siendo de regalo los que excedan de dicho número, cada uno de los
cuales constará de 16 páginas de texto^-^ ilustraciones, en" papel «conché» y una magnífica tricromía, reproducción
de un cuadro célebre o mapa histórico. Aparecerá un cuaderno cada semana, al precio único de

Ddf REALES CUADERNO

A fin de que el público pueda formarse uña idea aproximada del considerable desarrollo de nuestra HISTORIA DE
LAS NACIONES, incluimos a continuación la lista completa de los países que son objeto de un estudio especial, por el
orden en que están tratados:
EGIPT0.-CH1NA.-ESTADOS DE LA INDIA.-BABILONIA.-PÜEBLO MTITA—ASIRÍA.-FKNICIA.-CARTAGO.-FRIGIA.-LIDIA Y OTROS
P A Í S E S D E L ASIA MENOR.-GRECIA.-PUEBLO JUDÍO. - ROMA.-FRANCIA.-PERSIA.-JAPÓN.-BÉLGICA.-HOLANDA.-PlIEIil.OS ÁRAIiKS
YMOROS.-AUSTRIA.-HüNGRÍA.-ESPAÑA.-SÜIZA.-PORTüGAL.-NORüEGA.-SÜECIA.-DlNAMARCA.-ITALIA.-TURUniA.-RllSIA.-SERVIA.
-RUMANJ A.-BULGARIA.-MONTENEGRO.-ALEMANIA.-PüLONIA.-lNDOCmN A.-PUEBLOS MALA VOS.-B1RMANIA.-SIAM.-ANNAM.-C0(JHIN-
CHINA.-TONQUÍN.-JAVA.-SÜJIATRA.-TIBET.^ AMÉRICA.-PUEBLOS MAYAS.-COLOMIUA.-ARGENTINA.-PUEBLOS DE QUITO.-PUEBLOS
INCAS.-BRASIL.-GUATEJIALA.-HONDURAS.-SAN SALVADOR.-NICARAGUA.-PANAMÁ.-PERÚ MOliERNO.-BOLlVIA.-CHILE.-PARAGUAY.
- URUGUAY.-A HISINI A.-ESCOCIA.-IRLANDA.-PUEBLO INGLÉS.-PUEBLOS BIÜTÁNICOS.-PUEBLOS AZTECAS.-MÉJICO MODERNO.-HIS-
TORIA DE LA GUERRA EUROPEA.

Según queda indicado, el final de la obra está consagrado a la narración, llevada hasta el día, de los episodios
que constituyen esta lucha única en la Historia.
Pídase en todas las librerías, centros de suscripciones y Icioscos para la venta de periódicos.
Centro Editorial Artístico de MIGUEL SEGUÍ.—Buenavista, 30.—BARCELONA