You are on page 1of 26

Después de la visita de Nayib a la UES ¿por qué programa debemos luchar?

noviembre 24, 2017


Una multitud de jóvenes
estudiantes, no solo de la
universidad, sino de muchos
lugares más, se hicieron
presentes el jueves 23 de
noviembre del presente año, para
poder participar en el primer
conversatorio de Nayib
Bukele (NB) en la Universidad.
Poco a poco, desde las 2:30 de la
tarde, la Plaza de Artes de la Universidad de El Salvador (UES) se fue llenando de jóvenes
con camisetas celestes, era un ambiente muy alegre y la expectación de los asistentes era
casi generalizada, algo extraño pasaba para los que hemos hecho política durante mucho
tiempo en la UES.
Una multitud de jóvenes estudiantes, no solo de la universidad, sino de muchos lugares
más, se hicieron presentes el jueves 23 de noviembre del presente año, para poder
participar en el primer conversatorio de Nayib Bukele (NB) en la Universidad. Poco a poco,
desde las 2:30 de la tarde, la Plaza de Artes de la Universidad de El Salvador (UES) se fue
llenando de jóvenes con camisetas celestes, era un ambiente muy alegre y la expectación
de los asistentes era casi generalizada, algo extraño pasaba para los que hemos hecho
política durante mucho tiempo en la UES.
Todo el inicio de la semana estuvo marcado por un boicot a la visita de NB, las autoridades de la
UES publicaron comunicados donde se explicitaba la cancelación del evento. El argumento de las
autoridades de la UES: falta de requisitos burocráticos. Muchos de los afiches que anunciaban la
actividad fueron arrancados de las paredes de cada una de las facultades del recinto
universitario por las mismas autoridades. Las organizaciones tradicionales de la universidad
intentaron boicotear a como diera lugar el evento, incluso camaradas de las juventudes del FMLN
fueron participes de esto. Contradictoriamente, unos días previos a esta actividad, un par
de derecha estuvieron muy tranquilamente debatiendo con los estudiantes de la Facultad de
Jurisprudencia, sin embargo la expresión espontánea de lucha y rechazo entre “anarcos y rojos”
como se hacían llamar los boicoteadores, no fue la misma que mostraron esta vez contra los
seguidores de Nayib. ¡Qué cosa más curiosa!
En medio de todo este boicot burocrático, a las 2:15 de la tarde NB suspendía su actividad en la
universidad con estas palabras:
“Luego de recibir amenazas serias a la seguridad de los asistentes al evento de hoy. De
atentados contra las personas que lleguen al mismo. No solo en redes sociales, sino hasta
con llamadas con voces con filtros a varios miembros de nuestro equipo, hemos decidido
cancelar el evento del día de hoy en la Universidad de El Salvador.
“En lo personal, no temo por un atentado contra mí. Nunca lo he hecho. Pero no me
perdonaría un joven herido por la insistencia de dar un discurso.
“Le pido perdón a los jóvenes organizadores por esta decisión. Pero no quiero ver a nadie
herido, ni mucho menos algo peor. Ese no es El Salvador por el que queremos luchar.
“Trabajaremos para dialogar y lograr hacer una ponencia en la UES. Y sino lo logramos,
siempre podemos hablar desde otro lugar”.
Este comunicado como es habitual, se hizo viral rápidamente en las redes sociales. Y a pesar de
la cancelación repentina del evento, los asistentes que se habían dado cita para escuchar al
Alcalde de San Salvador decidieron mantenerse frente a la tarima. El micrófono fue abierto al
público y, uno tras otro, de manera espontánea, los jóvenes de varias zonas del país empezaron
a tomar la palabra y a dar el apoyo al proyecto de NB. Algunos exponían las decepciones que se
habían llevado al votar por el FMLN en dos ocasiones y que al cabo de 8 años de gobierno no se
vieran materializados los cambios que se esperaban desde la militancia. Estas
expresiones tuvieron la misma dinámica durante una buena parte de la antesala al evento como
tal, pero en esta misma sintonía los jóvenes coreaban llamamientos al alcalde para que se hiciera
presente. A las 4:30 de la tarde la multitud seguía creciendo en los alrededores, había gente por
casi todos lados cercanos a la plaza, en los techos, en los jardines, en los graderíos de la Escuela
de Artes, hubo un joven que incluso se subió a un árbol que estaba frente a la tarima.
No es sino hasta las 5:01 pm, cuando el público lejos de disminuir crecía más, que NB publica en
su cuenta de facebook lo siguiente: “Quise que estuvieran seguros. Pero si ustedes están ahí,
yo no voy a dejarlos solos. ¡En camino a la U!”. En ese momento en el público hay una ovación
e inmediatamente se empieza a organizar equipos de seguridad para recibir al alcalde.
En el momento de la llegada, frente a decenas de cámaras, la multitud se divide en dos, formando
un camino de acceso a la tarima, miles de cámaras con teléfonos celulares, flasheaban esa imagen
donde apenas se lograba vislumbrar en medio de aquel alboroto la blanca gorra típica del alcalde
mientras él caminaba saludando a los estudiantes en su trayecto a la tarima.
Sin dudas podemos asegurar que se vivía un ambiente que hace mucho no se desarrollaba en la
U, a pesar de tener tantas visitas de personalidades de la izquierda, ninguna de esas, después de
los años gloriosos del FMLN previo a la conquista del gobierno, a excepción del mismo NB cuando
era candidato alcalde, había movilizado a tanto estudiante. Hay un ambiente de ánimos creciente
alrededor de la figura de NB que no puede ser ocultado.
En el momento del discurso NB se refirió lógicamente a arremeter contra la campaña de boicot
que sin lugar a dudas se la atribuyó a las autoridades de la UES pro FMLN, también mencionó que
muchos habían dicho que la UES era territorio de Arena 2.0 como se refiere al FMLN, contrario a
eso, respondió que la UES no le pertenece a ningún partido político, sino a los estudiantes
comprometidos y que quieren luchar contra la corrupción. En su discurso también recordó que
hace tres años había hecho una promesa a los estudiantes, la cual consistía en no traicionar los
sueños e ideales de todos los que combatieron y creyeron en el FMLN que luchó en la guerra. En
ese momento, entre el público, había un excombatiente en silla de ruedas del FMLN, el cual fue
invitado a la tarima, y en breves palabras hizo una crítica a la actitud de los dirigentes del partido
que hoy están en el gobierno y que se han olvidado de los excombatientes y también de los ideales
por los que lucharon en el pasado.
NB volvió al micrófono, criticando y haciendo una comparación entre los intereses de los oprimidos
y cómo estos crean sus herramientas para luchar en contra de los opresores, poniendo a sus
dirigentes para que decidan por ellos, pero acotaba en que se llega un momento en que los
dirigentes de los oprimidos se hacen parte de los opresores cuando están en el gobierno, al entrar
al sistema. En ese momento se comportan amables con los opresores y son soberbios con los
oprimidos, y los invitan a sus casas, incluso a casa presidencial para negociar, mientras no
escuchan para nada a los oprimidos de siempre. Hizo alusión a que el FMLN actual en el gobierno
y en la Asamblea Legislativa solamente es una “cúpula” que ha perdido sus ideales y que además
de eso la cúpula tienen al FMLN como una marca registrada en el sistema, como cualquier
empresa registra un producto como suyo, en este caso el registro está en el Tribunal Supremo
Electoral, aun así replicaba que el FMLN sigue siendo la juventud que estaba frente a él, la
juventud que aun quiere luchar por la justicia, la igualdad y contra la corrupción, y no la cúpula que
se ha convertido en ARENA 2.0, entre estas palabra también coreó la consigna conocida
popularmente entre la izquierda: “El pueblo unido jamás será vencido” y el público replicó esta
consigna de manera enérgica. Luego, bajo la inmensa cantidad de críticas al FMLN y ARENA, la
multitud empezó a gritar: “Un nuevo partido” para lo cual él respondió más adelante en su discurso
que empezaría la construcción de un nuevo partido.
Vemos con expectativa el movimiento de masas que se está desarrollando alrededor de NB y
creemos que puede ser un canal de expresión de las masas. Como él mismo lo mencionaba, este
fenómeno llena un vacío enorme que el FMLN ha creado, el porqué de este vacío se remite a la
no implementación de un programa revolucionario y socialista, llegado a este punto no creemos
que NB si tenga un programa socialista, pero creemos que está expresando con mucho más
profundidad esta necesidad. Nosotros compartimos las críticas que NB ha hecho públicas: los altos
salarios de los funcionarios, el combate a la elusión y evasión fiscal, la crítica a la precariedad de
la salud y la educación, el crecimiento de la desigualdad y la marginación. Sin embargo NB se
queda corto al no plantear de manera clara cómo resolvemos estos grandes problemas. Su
discurso no da luces de esto, para solventar estos grandes problemas de las masas no basta con
un cambio de individuos en el Estado, individuos honestos y dedicados, claro que no, el sistema
en el que vivimos tiene su lógica que dependen de las relaciones de producción, no basta con
hacer cambios cosméticos para solventar los problemas de las masas, que son el producto de la
explotación y la dominación capitalista, una alternativa para que sea real deberá plantearse un
programa socialista y revolucionario que se enfoque en transformar todo el sistema desde la raíz
y que además en el seno de esta alternativa la participación de las masas pueda ser sumamente
democrática y abierta a las ideas revolucionarias y socialistas.
Si en verdad NB quiere luchar por la liberación del proletariado su movimiento deberá contestar a
la clase obrera con políticas verdaderamente revolucionarias ¿qué matices de diferencias hay en
hacer una lucha en contra de la elusión y la evasión fiscal, en contra de la corrupción y la critica a
las malas administraciones de las instituciones del Estado? De esto ya muchos obreros han
aprendido la lección a través de la amarga experiencia, cuando candidatos similares ha pregonado
estas ideas. Las masas trabajadoras no se interesan en los matices y detalles sino en los grandes
acontecimientos, en las consignas precisas, en los programas claros. Como nosotros hemos
defendido ya un verdadero programa revolucionario deberá partir de estas reivindicaciones pero
una vez superadas estas, tendremos que avanzar por el camino revolucionario. Nosotros creemos
que un programa revolucionario transitorio deberá contener estos puntos fundamentales.
 Alto a las políticas neoliberales y paquetes de austeridad por parte el FMI
 Combatir la elusión y la evasión fiscal
 Todo cargo a elección popular debe ganar no más de lo que gane un obrero cualificado
acabemos con el arribismo en el Estado. ¡Puesto político salario obrero!
 Renacionalización de todas las empresas privatizadas en los gobiernos de ARENA sin
indemnización alguna
 No al pago de la deuda externa
 Reducción de la jornada laboral de 44 a 36 horas semanales
 Aumento salarial a 400 dólares como base y escla movil de salarios
 Nacionalización y expropiación de las grandes extensiones de tierras y la gran industria y
control obrero sobre estas
 Nacionalización de la banca y la creación de una banca única bajo el control de los
trabajadores
 Derogación de la Ley SAP
NB debe presentar un programa como este para mostrase como una alternativa más allá del FMLN
o se quedará compitiendo con el programa de actual del FMLN. Además una alternativa de
izquierda, deberá establecer una relación fundamental con la juventud, los campesinos y la clase
obrera, uno de los puentes fundamentales de esta relación se encontrará claramente en los
sindicatos y las organizaciones construidas, no solo en los centros de trabajo, sino también en
cada una de las comunidades donde los obreros residen.
Invitamos a debatir esta propuesta de programa revolucionario en las filas del movimiento
alrededor de NB pues creemos que sólo una lucha socialista podrá brindarle una alternativa real
a la juventud y a la clase obrera explotada por el capitalismo.
Es Nayib Bukele una alternativa para los estudiantes?
Posted on : noviembre 24, 2017 By Militante BPJ
La crisis fiscal del Estado salvadoreño en la actualidad no se debe a la incapacidad del
gobierno para administrar los fondos como quiere hacerlo ver la derecha, dicha crisis
encuentra su expresión en la estructura desigual de la sociedad salvadoreña y la ausencia
de un programa revolucionario que sea defendido por el FMLN. En el país mientras 160 ultra
ricos poseen más del 87% de la riqueza nacional, un 40% de la población se encuentra en
condiciones de pobreza, quiere decir que el déficit fiscal del país y la carencia del gobierno
para poder solventar dicha crisis significa que el sistema capitalista en si está caducando
y como tendencia general de la lógica capitalista la acumulación es lo principal, algo muy
marcado en el caso de El Salvador, con una distribución de la riqueza que según el
coeficiente de Gini ronda el 0.40%, lo que nos da una panorámica de la problemática fiscal
del país.
En líneas generales lo que podemos apreciar es la crisis estructural por la que atraviesa el sistema
capitalista que se sostiene por medio de los gobiernos reformistas que al momento de llegar al
poder no cumplen con su programa político y se ven en la difícil tarea de administrar una crisis
inherente al sistema capitalista, que empuja a tomar medidas en contra de los trabajadores
recortando los programas sociales. Hay una decepción visible en muchos sectores de la sociedad
y esta decepciónse da a partir de que el FMLN no ha cumplido con las expectativas de las masas
en 8 años de gobierno, esto ha permitido la expresión de un movimiento que se caracteriza por
realizar críticas a las condiciones actuales de nuestra sociedad. La única forma en que un nuevo
movimiento a la izquierda del FMLN pueda desarrollarsees a partir de que garantice llevar a cabo
un programa revolucionario y socialista, en contra lógicamente del capitalismo y sus relaciones de
producción.
¿Es Nayib y su movimiento una alternativa viable? este tipo de problemas no busca respuestas
taxativas, mucho menos fijas y escritas en piedra, sino más bien visualizar la dinámica del proceso
que llevará a cabo el movimiento. Claro que será una alternativa potencial, siempre y cuando se
plantee como medidas radicales la nacionalización de aquellas empresas que han sido
privatizadas y que permitían al Estado recaudar recursosasí como realizar una reforma tributaria
de carácter progresivo que comprometa a la gran empresa a pagar sus impuestos y acabar con la
elusión y evasión fiscal, combatir el modelo actual bajo la lógica de medidas socialistas que
impulsen el desarrollo de la industria y reactiven la agricultura del país.
El programa político de Nayib Bukele debe tomar en cuenta estas demandas fundamentales de lo
contrario no se diferenciará en lo absoluto de los gobiernos a los que él ha criticado, más bien será
una repetición de los intentos por sostener la crisis.
Estudiante que en verdad te interesa participar por un cambio revolucionario de la sociedad,
reúnete con nosotros y te invitamos a debatir el fondo del nuevo movimiento y cual debe de ser su
programa político.
Reúnete este Viernes 24 de Noviembre de 2017 en el Edificio Dagoberto Marroquín a la 1 de
la tarde. No faltes te esperamos.
Nayib Bukele es removido definitivamente del FMLN
octubre 13, 2017
El martes 10 de octubre de 2017 pasará a la historia política de nuestro país y en especial
del FMLN y de Nayib Bukele como otro precedente de las luchas internas que existen desde
mucho tiempo atrás y que son el reflejo al mismo tiempo de la batalla ideológica en el seno
de nuestro partido. En esa fecha el Tribunal de Ética tomó la decisión de separar de una vez
por todas del partido al alcalde de San Salvador, las acusaciones que fueron vertidas en su
contra son de la mayoría conocidas: 1. Crear “división interna” en el FMLN y ventilar en
público los problemas; 2. Violar la carta de principios y objetivos de los estatutos del FMLN;
3. Realizar actos difamatorios,
calumniosos que dañan a miembros del
FMLN y 4. Irrespetar los derechos
humanos de las mujeres.
El Tribunal de Ética da por oficial la remoción
de Bukele debido a estas faltas y se cierra así
un episodio de una relación Bukele-FMLN
que parecía tomar un buen rumbo pero que
con el correr del tiempo se fue deteriorando a tal grado que las acusaciones mutuas comenzaron
a aflorar entre los dirigentes históricos, mandos medios y el alcalde. Denuncias que tomaron un
matiz por momentos crítico, por las críticas de parte de Bukele hacia algunas medidas políticas y
económicas consideradas erradas, sobre todo, por provenir de un partido considerado de
izquierda. Esta lid al mismo tiempo se transmitió a las bases, quienes han tomado partido a favor
y en contra, debate que se ha reflejado en las redes sociales—un sitio donde en último periodo, la
población expresa su forma de pensar y sus anhelos a falta de espacios de la vida pública para
hacerlo—y la cosa no parece terminar allí. Unos han optado por seguir al alcalde, lo cual tendría
que reflejarse en las próximas encuestas y votaciones (por lo menos en las presidenciales), a otros
muchos les es indiferente semejante escaramuza, y para otros tantos lo que se viene es cerrar
filas para defender al partido.
Al ser expulsado el alcalde por San Salvador, no podría correr por un segundo período a la alcaldía
capitalina con ningún otro partido. El Tribunal de Ética alega que dio todas las garantías de ley
para que el imputado se defendiese; Bukele no quiso usar su derecho de defensa al suponer el
resultado final de antemano y ahora Nayib eleva loas a la independencia política. Cualquiera que
analice los cargos en contra del alcalde podría decir que son acusaciones más de carácter
actitudinal que políticas—parece ser que Nayib es un chico rebelde e irreverente—sin embargo,
esto es simplemente el desenlace de una serie de acontecimientos que comenzaron como ya
dijimos, unos años atrás. Y el carácter político está inmerso en la profundidad de estos
enfrentamientos y no tanto en el carácter superficial de las razones por las cuales muchos alegan
fue separado, la manzana voladora y las muestras de misoginia resultan ser el accidente de una
necesidad imperante de frenar el liderazgo ascendente de Bukele en las filas del partido.
Antecedentes de expulsiones
Acabamos de celebrar 37 años de fundación del FMLN, un partido que surgió de todo un periodo
de batallas históricas, de diferentes ejércitos populares de combate con pensamientos políticos
muy divergentes, que confluyeron bajo la estrategia de la lucha armada como única solución al
derrocamiento de la feroz dictadura militar y a la falta de espacios para la libertad política dentro
del marco de la democracia burguesa. Aunque en el fondo casi todos los dirigentes político-
militares se planteaban la consecución del socialismo como fin último a su heroica lucha, muchos
no tenían ni la más mínima idea de cómo se iba a alcanzar el tan anhelado socialismo, a tal grado
que, en muchos dirigentes, antiguos y actuales, el discurso en torno al objetivo parece haber
desaparecido y se han estancado en una “lucha tenaz contra el neoliberalismo”.
Bajo la bandera única del FMLN, se unieron corrientes ideológicas opuestas y excluyentes las
unas de las otras. Dentro de una estructura militar, tales diferencias no eran superadas tan
amablemente como ahora, a través de Tribunales de Ética, donde el combatiente podía decidir si
llegaba o no a la audiencia. Una bala tenía la última palabra en el juicio, tales métodos de dirimir
las diferencias lo sufrieron compañeros de la talla de Roque Dalton y otros que quedarán en el
anonimato para siempre. Los asuntos internos se superan ahora de otra forma, ya no podemos
alegar “errores de juventud” como dijo J. Villalobos al respecto de la muerte de Dalton. El juicio
sumario le cedió espacio al debate y a los argumentos políticos y esto era un avance necesario
dada las condiciones actuales de lucha política que se han adoptado bajo el escenario de la
democracia capitalista. El juzgar si se ha aplicado o no correctamente el veredicto no es el objetivo
de este escrito, pero haremos un balance corto de otros casos similares, pero no del todo iguales.
De los casos más sonados previo a la expulsión de Bukele tenemos al otrora comandante del
frente de Chalatenango, Facundo Guardado, quien liderara una de las corrientes conocidas como
“renovadora” contra las otras que se conocieron en su momento como la “ortodoxa” y la “tercerista”.
Acá debemos decir que el partido tenía pocos años de haber pasado de la vida clandestina a la
legalidad. Y lo que en un momento se resolvió a nivel de comandancia general en la guerra, acá
continuaba por otros métodos. Las diferencias no se habían resuelto con la firma de los Acuerdos
de Paz; al contrario, afloraron con más ímpetu. Y no solo Guardado era de la idea de un “cambio
de rumbo” del partido, sino otros famosos comandantes como J. Villalobos y Ana G. Martínez.
El compañero Salvador Sánchez Cerén hace un breve análisis de las divisiones en el seno del
partido en su libro Con Sueños se Escribe la Vida:
“Poco tiempo después de la firma de los acuerdos hubo quienes en el interior del FMLN
consideraron que los objetivos de la revolución se habían logrado y que el partido debía
transformarse en un partido moderado [sic] y replantear su programa según un enfoque neoliberal.
Esta posición, minoritaria, pero activa, generó fuertes debates en la Comisión Política y por
extensión en todo el partido, lo que culminó con la separación de esa fracción, a todas luces
influenciada por el derrumbe del llamado socialismo real e influida por las élites económicas
salvadoreñas que habían conseguido cooptar a una parte del FMLN que no estaba en la lógica de
seguir la lucha revolucionaria. Esa posición la encabezaron Joaquín Villalobos y Eduardo Sancho,
entre otros. La crisis tuvo cierto impacto porque parte de ese grupo pertenecía a la Asamblea
Legislativa y al separarse del FMLN se llevaron a 7 de los 21 diputados con los que formaron su
propio proyecto socialdemócrata, supuestamente de “centro”: el Partido Demócrata (PD). En el
desarrollo de la lucha política electoral ese partido desapareció y el FMLN siguió en un proceso
de fortalecimiento. Todo esto ocurrió en 1994. En 1997 ocurre otra ruptura al interior del FMLN,
fundamentalmente en la misma dirección ideológica, por quienes consideraban la propuesta
programática del FMLN no realista y que con el planteamiento de izquierda nunca iba a llegar a
ganar el gobierno. Sin caer en las mismas posiciones de Villalobos y Sancho, los que abanderaron
esta posición—Facundo Guardado, Roberto Roca y Raúl Mijango—miembros dirigentes del FMLN
comenzaron a defender y difundir lo que llamaron una propuesta de viabilidad, bajo la promesa de
que de este modo ganarían las elecciones presidenciales. En un momento dado ganaron la
correlación al interior del FMLN y Facundo Guardado fue elegido Coordinador General en un
congreso interno, y candidato del FMLN para las presidenciales.

“Se lanzó una campaña con un programa alejado de los postulados históricos del FMLN y sufrió
una gran derrota frente al rival de ARENA, Francisco Flores. Su debacle electoral arrastró a
Facundo Guardado y su grupo a quedarse en minoría en un FMLN cuyas bases se sintieron
engañadas por quien, con tal de vencer en las presidenciales, había vaciado de contenido nuestro
programa y se había rodeado de asesores gringos. [sic] Inmediatamente este grupo, incapaz de
reconocer que había caído en desgracia al perder, en las siguientes elecciones internas comenzó
a proclamar que en el FMLN no le quedaba espacio ya que era objeto de mecanismos de fraude
e imposiciones. Rompieron con el FMLN y después conformaron un nuevo partido que se llamó
Partido Movimiento Renovador, que también tuvo la misma experiencia que el PD: fue a elecciones
y desapareció.
“La más reciente situación crítica se dio entre 2004 y 2005 cuando algunos compañeros y
compañeras, utilizando la tesis de que la radicalidad del programa del FMLN lo aleja de las
demandas de la gente y de que en el interior del partido no hay renovación, decidieron formar otro
partido político, el Frente Democrático Revolucionario (FDR). Este grupo, dirigido por Julio
Hernández, René Canjura, alcalde de Nejapa, Celina Monterrosa e Ileana Rogel, dirigen una
fuerza política que tiene las mismas características de las divisiones anteriores: un proyecto
moderado y centrista sin un planteamiento claro de enfrentamiento al neoliberalismo y sin un
programa de cambios y transformaciones diferentes al neoliberal".1
Como se podrá apreciar, las luchas internas dentro del partido han sido una constante luego de
su paso a la legalidad. Es de notar que en el caso de F. Guardado el compañero S. S. Cerén se
cuida de mencionar la palabra expulsión y se menciona nada más el “rompimiento” y “separación”
con la estructura orgánica del FMLN y la militancia. Estas luchas han estado casi siempre
fundamentadas por el control del aparato y por ejecutar medidas que coincidan con la filosofía y
la forma de interpretar la situación y realidad tanto local como internacional. Por tanto, el factor
ideológico de estas pugnas es uno de los fundamentos principales que motivan a algunos a
hacerse del dominio del partido y sus estructuras. Pero esto es solo una parte de lo que está en
juego, muchos camaradas de armas que empuñaron los fusiles saben que el estar al frente de
cualquier instancia del partido le puede asegurar estabilidad material, es decir económica, y un
retiro tranquilo alejado de los problemas más asfixiantes de las masas trabajadoras.
El compañero S.S. Cerén continúa: “Las divisiones dentro del FMLN tampoco están fuera de la
estrategia de la derecha con respaldo internacional, concretamente de Estados Unidos. Evitar que
el FMLN se convierta en una fuerza gobernante ha sido y es una constante desde la firma de los
Acuerdos de Paz. También es importante destacar que estas divisiones tienen base en aquellos
sectores del FMLN que fueron derrotados ideológicamente por la influencia de la derecha, que
abandonaron los valores y los principios revolucionarios, y por ello fueron adormecidos, atraídos
o captados por la demagogia de la gran burguesía".2
La lucha por el control del partido se decantó por métodos administrativos para solucionar
problemas políticos, lo cual hemos mencionado siempre que es un error; así en el 2006 de acuerdo
con los escritos del compañero Cerén el partido toma la decisión de suprimir las elecciones de
directivas internas y ahora sólo se presentan ante la militancia las figuras de elección popular sin
previo debate o elección directa de las bases. Según este método el utilizar “otros” mecanismos
que procuren el entendimiento y la búsqueda de consenso ha permitido definir las candidaturas y
se ha “garantizado” la participación activa de la militancia. Y sentencia el camarada S.S. Cerén:
“Esta decisión soberana y democrática ha generado espacios para los debates políticos de fondo
que interesan al país, superándose ciclos políticos con rasgos de lucha interna, sectarios, por el
dominio del partido. En todo caso, las divisiones no han logrado detener el avance electoral del
FMLN, pues la respuesta del pueblo en estos casos ha sido crítica, pero de respaldo a la naturaleza
e identidad del FMLN, apoyo que se ha expresado a través del voto, con incremento significativo”.
Es evidente que todos o casi todos, los excomandantes o combatientes que acuerparon estas
escisiones en el interior del partido ahora se encuentran del otro lado de la trinchera, algunos
regresaron al seno del partido ya sea por interés o por convicción. No es extraño ver a los
disidentes al lado de hombres y mujeres de negocios o políticos abiertamente de derecha ya sea
como asesores, colaboradores o llevando a cabo proyectos empresariales, sin que esto les quite
el sueño o les perturbe el pensamiento. Así cuando S.S. Cerén afirma que fueron“captados por la
demagogia de la gran burguesía” coincidimos con él hasta cierto punto, muchos de estos
comandantes eran aventureros con una psicología pequeñoburguesa, cuya extracción social era
de clase media, que se enrolaron en el movimiento de liberación, nunca aceptaron completamente
la lucha por una sociedad socialista sino una contra la dictadura militar de turno y al finalizar el
conflicto afloraron sus verdaderas inclinaciones ideológicas. Pero ¿qué sucede cuando un
personaje abiertamente burgués le dice a la dirección del partido que debe ir más a la izquierda y
atacar a los de su misma clase, es decir a los otros capitalistas? Pero que al mismo tiempo no
plantea destruir el capitalismo, ¡sino solamente avanzar en el desmontaje del neoliberalismo!
La crítica de Nayib, en algunos casos correcta, carecía de método para ser planteada, ya que
cuando alguien está dispuesto a hacer avanzar el movimiento y ayudarlo a superar inconvenientes,
no hace un escándalo en los medios y en las redes y descarga denuncias histéricas sobre los que
están tomando estas decisiones. Se debe llamar al debate más abierto con participación amplia
de las bases del partido y la dirección. Con todo y esto, estaba acertado en denunciar muchas de
las medidas que está implementando el gobierno para combatir al neoliberalismo, que no se alejan
demasiado de lo que los otros divisionistas defendían o querían implementar. En otras palabras,
se luchó por el control y dominación del partido contra las corrientes “renovadoras” “terceristas”
etc. Para abrazar… el reformismo, regresar a la posición contra la cual se combatía. Esto no nos
ayudará a avanzar una pulgada en la liberación de la explotación de la mayoría por una minoría y
a detener la acumulación de la riqueza por parte de esta minoría.
El modelo de izquierda defendido por Bukele
Las críticas que en su momento hizo Bukele al Ejecutivo como, no implementar más impuestos
sobre la telefonía, los recortes a los subsidios, y hacer que los grandes rotativos del país como
LPG y EDH pagasen impuestos y otros, eran del todo correctos, no se pueden implementar
cambios profundos siguiendo la misma receta del FMI y el BD para sacar de la crisis a los
trabajadores de estos países tercermundistas. Hasta allí coincidimos siempre con Bukele. Así
mismo crear la consciencia en los funcionarios públicos de que deben estar al servicio de los más
necesitados y no por el interés de los ingresos que sus puestos le otorgan. Esto está del todo en
sintonía con nuestras propuestas para evitar que los compañeros militantes se desvíen u olviden
sus orígenes de clase, siempre hemos sugerido:
 “Elección de forma democrática de todos los funcionarios con participación de las bases
del partido, y con derecho a revocatoria una vez quede demostrado que no están
realizando de forma correcta su trabajo
 “Informes periódicos ante las instancias que fue electo por parte de cualquier militante que
posea algún cargo al interior del partido o de representación popular.
 “Revocabilidad de los cargos en asamblea democrática en cuanto la militancia de base
considere que algún miembro con cargo al interior del partido o de elección popular
desarrolla una política contraria a los intereses de la clase trabajadora.
 “Diputado obrero, salario obrero. Al interior del partido nadie podrá recibir un salario
superior al de un trabajador calificado. Los militantes con algún cargo de elección popular
deberán entregar íntegro su salario al partido para que le sea devuelta una cantidad como
la antes mencionada. El resto de ese dinero deberá emplearse para el desarrollo y las
necesidades del partido. ¡Basta de vividores!”.3
Esto serviría de salvaguarda para evitar que se desarrollen en el partido prácticas oportunistas y
de arribo de elementos que dicen jurar y morir por la revolución pero que su estilo de vida y forma
de pensar no coincide con su discurso. En este caso no se puede acusar a Nayib de ser un vil
oportunista, ya que afirma no devengar el salario que le correspondería como alcalde de San
Salvador. ¿Entonces cuáles eran los verdaderos intereses de Nayib? Por un lado, consideramos
que deseaba un mayor protagonismo, algo que iba a chocar toda la vida con la vieja guardia de
combatientes y militantes, tanto enquistados en puestos de dirección como dirigentes de las
mismas bases, muchos de los cuales vieron sus vidas arruinadas por las dictaduras de turno y a
sus familias masacradas. Esto ha desarrollado en el partido una tradición, por parte de un sector
de la militancia de rendir culto a aquellos que empuñaron un fusil en el conflicto y que bajaron de
la montaña. Por lo que un militante nuevo debe rendir un homenaje permanente a estos
compañeros, no dudamos que merecen el más grande respeto y reconocimiento a su heroísmo,
pero creemos que debemos combatir muchas de sus posturas legadas del periodo del conflicto,
como el culto a la personalidad y la consigna estalinista de “obedecer al partido o traicionar”, que
tanto daño ha causado a tal grado de generar capas de verdaderos autómatas dentro del partido
con su obediencia ciega.
Por otro lado, consideramos que tras la experiencia con el expresidente M. Funes, la dirigencia del
partido, ha pensado más de dos veces en tomar en cuenta personas para candidaturas que no
puedan controlar completamente. Así, Funes se les escapaba del marco regulatorio del reglamento
interno y los estatutos del partido, y hacía gala de su “independencia” política al nombrar ministros
y funcionarios alejados de la ideología del FMLN. En el momento de su expulsión Nayib contaba
con el reconocimiento y simpatía de un gran porcentaje de la población, no sólo de la ciudad, sino
también del interior del país, con un 88 % de aprobación a su gestión, de acuerdo con una encuesta
realizada por Mitofsky. La misma encuesta revela que un 68% seguiría votando por él en caso de
que abandone las filas del FMLN"4 Por lo que el temor a tener un “segundo Funes” le quitaba el
sueño a más de algún compañero.
Analizando estas posibles razones de la verdadera expulsión de Bukele, debemos decir también
que su discurso no convencía completamente a todos los trabajadores, pero sí tenía y sigue
teniendo un gran eco en capas de la clase media e intelectuales, cansados de no ver un relevo
generacional en las filas del partido, y de ver que los que vienen tras los líderes históricos tienen
un discurso poco claro y en sintonía con los actuales dirigentes, la cara fresca y propuestas de
Bukele les era muy atractiva. La ideología de las capas de la clase media es la más volátil, y en
un momento pueden estar 100 % de acuerdo con una propuesta y mañana 100 % en contra, esto
tiene su origen en el eclecticismo y pragmatismo de pensamiento que manejan, si funciona es
bueno, y hay que tomar de todo un poco.
La propuesta de Bukele de combatir el neoliberalismo se queda corta también, si analizamos
algunas de sus perlas más famosas: “El dinero alcanza cuando nadie roba”, y “Las nuevas ideas
se ven”. Por tanto, dinero existe para solventar las necesidades más acuciantes de las masas,
entonces solo hay que administrarlo bien y cuidarlo. Esto nos parece correcto, pero le
preguntaríamos al alcalde: ¿Quién en el país ostenta el dinero y toda la riqueza compañero
Bukele? ¿No son acaso los terratenientes, banqueros, industriales y hombres de negocios a los
cuales usted pertenece? Ahora, ni hablar de socialismo, Bukele nunca se ha considerado un
socialista, aunque no dudamos que su consciencia de clase pueda cambiar como lo hemos visto
en muchos otros casos. La historia conoce todo tipo de transformaciones, pero de allí que esté
dispuesto a dejar sus jets, mansiones y empresas y sumergirse en la ruina económica en nombre
de la justicia social y la revolución, nos parece que falta mucho. Los titanes revolucionarios que
lucharon por la liberación de los pueblos no se anduvieron con medias tintas, el Che Guevara
incluso abandonó sus anhelos de practicar una profesión humanista como la medicina, al ver su
mochila con medicinas y la otra con armamento, tomó la decisión que cambiaría de una vez y para
siempre su vida, tomó las municiones y se convertiría en combatiente a favor de los más
necesitados.
Muchos compañeros, alegan que no es necesario declararse socialista y revolucionario para luchar
por cambios profundos en la sociedad, que basta con ejecutar las acciones que valen más que mil
palabras. Podemos estar de acuerdo con ellos en parte con este planteamiento, pero lo que debe
prevalecer en una persona que desea cambiar radicalmente la sociedad es en concreto, cómo va
a realizar semejantes cambios. Lo vimos con Fidel Castro en Cuba, con Hugo Chávez en
Venezuela, quienes al principio buscaban lo mismo que Bukele, e incluso se declaraban
seguidores de la revolución democrática, pero en la lucha de clases no hay cabida para posiciones
intermedias. O se comienza a aplicar un programa socialista que atente contra los intereses de los
capitalistas y a favor de las masas, o toda la vociferante radicalidad de estos elementos quedará
al descubierto y tendremos más de lo mismo, capitalismo con rostro humano, revolución por
etapas, neoliberalismo amable. Fidel y Chávez lo entendieron en su momento. Si Nayib logra por
sus propios esfuerzos ser presidente se enfrentará a esta cruda realidad.
Antes que se retiraran los renovadores y los otros, planteaban un programa político que fue
combatido ferozmente por los considerados ortodoxos, en aquel momento liderados por Schafik
Hándal, y se impusieron a todo intento de diluir el programa revolucionario del partido en uno que
se acercara a la conciliación con el capital y la burguesía:
“Los "renovadores" plantean un proyecto con una visión socialista y de características propias para
El Salvador. Abierto para encontrar un equilibrio entre el mercado y el Estado. El objetivo principal
sería buscar la democracia política y económica.
Del otro lado, los "ortodoxos" plantean un cambio estructural de las relaciones de producción y de
trabajo. "Buscamos implementar otro modelo para El Salvador. Vamos a tomar parte del modelo
chino, cubano, francés, etc.", declaró Humberto Centeno. Él declara que no es posible otro
socialismo dentro del FMLN. "Esa es la diferencia con Facundo y también con Joaquín. Ellos creen
que hay que llegar al gobierno, pero no hay que tener el poder; ese (poder) que lo sigan teniendo
las pocas familias dueñas del sector financiero (…) para nosotros eso es inaceptable. No es posible
hacerle cambios cosméticos al actual modelo económico".5
Cualquier militante se frotaría los ojos ante estas líneas que expresan cuánto se ha diluido el
programa del partido, a tal grado de moverse a posiciones que se combatieron con determinación
en el pasado, y llegar al punto que no hay una línea divisoria entre los que se llamaron en su
momento ortodoxos y aquellos renovadores. Facundo y compañía se sentirían muy felices de estar
en el partido en estos días. Su sueño se habría completado, y sin necesidad de divisiones o purgas
internas.
Un cisma por arriba
La remoción de Bukele podría causar una fuerte hemorragia de votos para el FMLN, en la medida
que votaron por el alcalde bajo la bandera del partido. Algunos creen también que el cisma puede
llegar a impactar las bases del partido que se identificaban con Nayib y que le dieron su apoyo de
forma abierta. Pero las bases y simpatizantes del partido no cambian sus inclinaciones políticas
de forma rápida e inmediata. La militancia sabe en el fondo que el partido no solo representa
figuras carismáticas sino también un proyecto, y no están dispuestos a abandonarlo tan fácil a
pesar de los errores de su dirigencia.
Como lo hemos dicho en infinidad de veces, un partido no es sólo una forma organizativa, un
nombre, una bandera, un conjunto de individuos o un aparato. Un partido revolucionario para un
marxista es en primer lugar programa, métodos, ideas y tradiciones, y tan sólo en segundo lugar
una organización y un aparato, aunque estos no dejan de ser importantes para hacer que las ideas
revolucionarias se transmitan a la clase trabajadora.
Los trabajadores vuelven una y otra vez a sus organizaciones tradicionales a pesar de sus
dirigentes, y no es que los trabajadores sean torpes o no se den cuenta de que hay varios
oportunistas y corruptos en su seno, la razón es que no tienen alternativa, crear nuevas
organizaciones de lucha no es cosa sencilla, a diferencia de los sectarios que les basta con
proclamar un nuevo partido y…problema resuelto. Los trabajadores saben que si quieren incidir
en la sociedad deben organizarse, y que las herramientas para ello son los sindicatos y el partido,
que representan los intereses de su clase, o por lo menos hay posibilidades de dar la batalla en
su interior para que sirvan a sus aspiraciones.
Hay una tendencia que parece tomar fuerza, y que proclama que hay que romper con la
partidocracia—como si todo el poder y autoridad residiera en un partido—y que le apuesta a las
candidaturas individuales, tal cual lo desean los que siguen a Nayib, pero una persona que
aparentemente no responda al control y supervisión de nadie más que a sí mismo o a sus valores
morales, no resulta ser atractiva a los trabajadores. Incluso tales posturas no resisten el mínimo
análisis, ya que nadie se representa así mismo. Todos tenemos una filosofía, aunque lo neguemos,
por tanto, tenemos inclinaciones hacia ciertas ideas e influencias de otras personas, de otras
clases sociales, que son las que prevalecerán en última instancia.
No hay duda de que la salida de Nayib arrastrará un buen porcentaje de votos, pero muchos de
esos votos al mismo tiempo no fueron nunca para el partido en el sentido que apoyaron a la figura
del alcalde y no al FMLN como tal. Compañeros disgustados con la dirección y el actual régimen
de nula o poca democracia interna al interior pueden comenzar a dudar de su militancia y de sus
inclinaciones políticas, pero no consideramos que esto se generalice a todas las bases o
simpatizantes. L. Trotsky en sus escritos sobre la Revolución Española y la degeneración de las
direcciones obreras como la del POUM dijo: “El proletariado puede "tolerar" durante bastante
tiempo a una dirección que ya ha sufrido una total degeneración interna, pero que no ha tenido la
ocasión de manifestarlo en el curso de los grandes acontecimientos. Es necesario un gran choque
histórico para revelar de forma aguda, la contradicción que existe entre la dirección y la clase. Los
choques históricos más potentes son las guerras y las revoluciones. Por esta razón la clase obrera
se encuentra a menudo cogida de sorpresa por la guerra y la revolución. Pero incluso cuando la
antigua dirección ha revelado su propia corrupción interna, la clase no puede improvisar
inmediatamente una nueva dirección, sobre todo si no ha heredado del período precedente los
cuadros revolucionarios sólidos, capaces de aprovechar el derrumbamiento del viejo partido
dirigente”.
¿Sobrevivirá el partido?
Esta sería la cuarta escisión de gran envergadura en el seno del FMLN si tomamos las anteriores
divisiones que ha descrito el compañero S.S. Cerén en su libro. Con la diferencia que Nayib se ha
ido solo, y no se lleva tras de sí a compañeros de armas como en los casos anteriores, a menos
que alguna de las actuales figuras de peso dentro del partido se declare a favor de seguirle; pero
sí puede arrastrar una serie de votantes que marcaron la bandera roja y blanca y que afirman irán
a donde vaya el alcalde.
Desde de las divisiones del partido previas a la de Bukele, el caudal de votos por el partido
aumentó, algo que no podemos asegurar se mantendrá para siempre y en la misma constante. Al
contrario, muchas encuestas afirman el descontento y desilusión generado por la actual
administración bajo la bandera de la izquierda. Y se prevé una disminución significativa de votos
para el partido en las próximas elecciones de diputados y alcaldes. También hay que tomar en
cuenta que las elecciones de diputados y alcaldes son de las que menos motivación despierta en
las masas. Sobre todo, la de diputados, quienes son atacados continuamente por gran parte de la
población que los tilda de haraganes y vividores en general, sin que nuestros compañeros den
muestras de querer combatir dichas acusaciones, y todavía más si se limitan a un discurso de
obtener más escaños en el parlamento bajo la excusa de solucionarlo todo bajo esa vía, es decir
del parlamentarismo, lo cual desilusiona hasta los militantes más disciplinados.
La dirigencia le exige a la militancia esfuerzos y sacrificios, pero no logran despertar el espíritu de
combatividad que se ha aletargado en los trabajadores, y es que los trabajadores no se pondrán
a luchar simplemente porque sí, más si no observan ningún esfuerzo y sacrificio de sus dirigentes.
Y si no son escuchados, y si se promueven prácticas autoritarias en el seno de los comités de
base, y los sindicatos. Se ahogue toda crítica y el derecho a disentir de sus dirigentes, se limite
toda iniciativa revolucionaria o se expulse silenciosamente a muchos compañeros por no contar
con la simpatía de los mandos medios, y por aplicar el centralismo autoritario en lugar del
democrático.
Un partido no se construye con robots a los que se les puede dar órdenes y esperar una respuesta
automática. Hay diferentes corrientes de pensamiento en el seno del partido que son bloqueadas
sistemáticamente en pro de seguir “la línea del partido” o la “línea sindical” en el caso de los
sindicatos, a pesar de que se argumente de lo equivocadas que pueden estar ciertas propuestas.
Al respecto Lenin afirma: “Es rigurosamente cierto que no existe entre los marxistas completa
unanimidad (…). Esta falta de unanimidad no revela la debilidad sino la fuerza de los
socialdemócratas rusos. (…) El consenso de aquellos que se satisfacen con la unánime aceptación
de “verdades reconfortantes”, esa tierna y conmovedora unanimidad, ha sido sustituida por las
divergencias entre personas que necesitan una explicación de la organización económica real, de
la organización económica actual de Rusia (…) un análisis de su verdadera evolución económica,
de su evolución política y de la del resto de sus superestructuras.6
Lenin combatió todas estas prácticas y tendencias en el seno del partido más revolucionario que
la historia haya conocido, el Partido Bolchevique, sobre todo dirigió su puntería a los llamados
Hombres de Comité: “Lenin se plantea este problema en su propia fracción, al enfrentarse con los
Komitetchiki, que según el testimonio de Krupskaya, no admiten ningún tipo de democracia interna
y se niegan a cualquier innovación, por su impotencia para adaptarse a unas condiciones nuevas:
son hostiles a introducirse en los comités de obreros pues creen que en su seno no van a poder
trabajar, pretenden controlar minuciosamente toda la actividad y mantener una centralización y
jerarquías rígidas. Lenin les recuerda que ‘no es el partido el que existe en función del comité, sino
éste en función del partido’7

Si no queremos ser los sepultureros del FMLN, se debe comenzar a cambiar muchas cosas, Nayib
se ha marchado para no volver, al momento de escribir estas líneas, los noticieros dan a conocer
que ha despedido a 11 trabajadores de la alcaldía de San Salvador, por su afiliación o simpatía
con el partido, algo que ha sido considerado como una vendetta política por parte del redentor y
mesías de muchos compañeros. Pero nuestros “compas” han hecho lo mismo a otros militantes
en otras alcaldías en periodos anteriores, y no precisamente por ser considerados “areneros”. Si
no queremos asistir al funeral del FMLN esto debe ser sustituido por la democracia interna, y
combatir todas esas prácticas en el seno del mismo, que son las que están socavando los pilares
de este gran partido.
¡Por nuevas victorias!
¡Por la democracia interna!
¡Por un programa verdaderamente socialista y revolucionario!
San Salvador, 12 de octubre de 2017

[1] Cerén S. S., Con Sueños se Escribe la Vida, pág. 246


[2] Ibid. Pag. 249
[3] ¿Qué FMLN necesita la clase trabajadora?, Bloque Popular Juvenil (BPJ),
http://www.bloquepopularjuvenil.org/node/7
[4] http://ultimahora.sv/nayib-bukele-ganaria-en-todos-los-escenarios-segun-encuesta-mitofsky/
[5] http://archivo.elfaro.net/anteriores/secciones/reportaje/semanal/061801.html
[6] Lenin, Obras Escogidas, Vol. 12, pág. 92
[7] Broué, Pierre, El Partido Bolchevique, pág. 53
¿Se ha terminado la relación Nayib-FMLN?
Posted on : septiembre 22, 2017
Ya ha pasado mucha agua bajo el puente desde que estalló lo que parece ser una ruptura
definitiva entre el alcalde de San Salvador Nayib Bukele y el FMLN, más en concreto con su
dirigencia. Y no vamos a narrar con lujo de detalles en este texto, lo que ya es conocido por
todos, pero sí vamos a analizar lo que podría perfilarse como una de las escisiones más
fuertes que puede sufrir el partido en los últimos tiempos debido a este conflicto y sus
consecuencias en el futuro inmediato.
Existe un famoso refrán que dice: “de tanto que va el cántaro a la fuente que termina por romperse”,
y lo sucedido entre el alcalde Bukele y la dirección del FMLN ha sido precisamente el resultado de
un proceso de enfrentamientos verbales que se había venido acumulando desde hace meses. Ya
hemos visto y analizado en artículos anteriores cómo existían diferencias muy marcadas entre
algunas decisiones que ha tomado el Ejecutivo—a manos del partido—y el alcalde, y que pusieron
tensa la relación entre ambos y al mismo tiempo con los altos dirigentes. Ver: (Nayib: Bukele a la
izuqierda de la izquierda?) Pero la gota que derramó el vaso fue el hecho que ha trascendido por
todos los medios, la postura de los concejales de nuestro partido en cuanto a dar sus votos o no
para la continuación de las obras de remodelación de las principales plazas del Centro Histórico.
Todo parece indicar, debido a un comunicado de los concejales, que su postura era correcta. Las
obras de remodelación no parecen presentar el avance que deberían de tener a estas alturas, y
desde luego las empresas contratadas han estado cobrando los jugosos contratos
independientemente si han pegado más de un ladrillo o dos. Este hecho hizo posicionarse a los
concejales de manera momentánea junto con los de ARENA—quienes desde luego iban a estar
en contra de todo lo que propusiera su más férreo oponente para la silla edilicia por San Salvador—
y esto desató el enojo furibundo de Bukele. Luego se viene la historia dramática de la manzana
de la discordia lanzada por este último a la compañera síndica Xochitl Marchelli, quien al mismo
tiempo estaba exigiendo la destitución del jefe de recursos humanos del CAM por agresiones de
acoso sexual hacia las mujeres trabajadoras de la alcaldía, lo cual es del todo una postura correcta,
si se logra comprobar.
En este tira y encoje, en una gira por los EEUU, Nayib lanza otra acusación, esta vez dirigida al
Presidente S. Cerén, en la cual lo desconoce y afirma que su figura como tal no existe en el país
y que quien dirige las riendas de la nación es la Comisión Política del FMLN. Ante tal escenario,
las acusaciones y el debate siguen la vía de ajustar cuentas en redes sociales donde el alcalde es
un experto, pero también es combatido por una gran cantidad de militantes y directivos quienes
dan por hecho el rompimiento. Los seguidores de Nayib no pierden tampoco el tiempo y se
adentran en cansados y extensos comentarios y acusaciones de ambas partes. Mientras tanto la
derecha se frota las manos y mira con ojos fulgurantes esta crisis en las filas de la izquierda, ya
que una de sus principales consignas es el divide y vencerás.
Posiciones encontradas
Muchos líderes del partido afirman que Nayib ha pasado ya los límites de la tolerancia y que es
necesario ponerlo en su lugar. También se han escuchado comentarios comparando la actual
situación con el pasado conflicto armado, donde las diferencias se solventaban con juicios
sumarios de los acusados. Obviamente el contexto era el de una guerra civil, y no un juego del
policía y el ladrón que solíamos jugar cuando éramos pequeños y aunque se cometieron
gravísimos errores, el escenario era hasta cierto punto comprensible. Pero pareciera que mucho
compañero siente una añoranza enfermiza hacia los viejos métodos de solución de conflictos.
Bukele ha rebasado la paciencia de nuestros compañeros dirigentes, al posicionarse en contra de
muchas medidas adoptadas por el partido y acusar a la izquierda de ser igual que la derecha o
peor que ella. Ver: (Las recientes contradicciones entre Bukele y la dirección del FMLN presagian
una ruptura previa a las próximas presidenciales)Esto no ha caído en gracia para nadie del partido
que ostenta posiciones de dirección; pero con la militancia y los simpatizantes del partido, Bukele
es más cauteloso y parece cuidarse de un vocabulario ofensivo o denigrante. Ya sea por respeto
o para ganar su apoyo, el trato hacia las masas es distinto, y esto es compensado con un aval a
su gestión en las diferentes encuestas de opinión.
El alcalde parece estar seguro de su destitución de las filas del FMLN, en sendos comunicados en
sus cuentas de redes sociales ha explicado que es una lástima cómo se han manejado las cosas,
y que el partido puede continuar sin él, y que al mismo tiempo él seguirá su camino en favor de la
mayoría de la población más desafortunada. Si esto no procede como él afirma, está listo para
abandonar por su cuenta al partido. El alcalde al manejar las cosas con mucho ímpetu ha cometido
errores en la forma de plantear las cosas. La naturaleza de los empresarios es precisamente la de
dirigir, dar órdenes y están acostumbrados a esto, sus trabajadores, les guste o no, deben
obedecer, de lo contrario sus trabajos están en riesgo. Muchos de nuestros camaradas en el
partido también están acostumbrados a estos métodos, con la diferencia de que, en lugar de una
planta de trabajadores a su cargo, tienen bajo sus órdenes un aparato organizativo y desde luego
una militancia.
Existen las instancias en el partido para dirimir las diferencias, pero pareciera que no se utilizan
para ello, sino para terminar sometiendo sin mucho análisis o debate a unos por otros. Esto no
sorprende ya que la máxima libertad en el debate y la obtención de la máxima unidad en la acción
no es un método que sea muy utilizado por las estructuras del partido. En la mayoría de los casos,
se escucha y se obedece sin peros u observaciones. Esto no es extraño si recordamos cómo se
degeneraron la mayoría de los Partidos Comunistas a nivel mundial donde condiciones como el
culto a la personalidad de los líderes, la infalibilidad de sus decisiones, la obediencia ciega, la
completa anulación de la iniciativa de los trabajadores marcó todo un periodo histórico que va
desde el ascenso del Estalinismo en la extinta URSS hasta su colapso y la posterior fundación o
refundación de los partidos de izquierda a imagen y semejanza de los partidos de
la socialdemocracia o de la unidad de combate guerrillera. Las famosas “calenturas históricas”
como le denominan muchos compañeros del partido a estos referentes, que han marcado el
accionar del FMLN, siguen haciendo más daño que bien.
Figuras dentro del FMLN han solicitado al Tribunal de Ética del partido la expulsión definitiva del
alcalde, esto era de presagiarse como ya lo dijimos desde mucho antes que el conflicto tomara las
actuales dimensiones. Y estas prácticas se han venido desarrollando con el tiempo, y se ha
utilizado el aparato del partido para hacer a un lado a elementos considerados de “derecha” o que
están del lado del enemigo. Habrá que preguntarse si sólo Bukele es considerado un hombre de
“derecha” dentro del partido, ya sea por su posición de clase en la sociedad o por los argumentos
que esgrime desde sus espacios. Descalificar a una persona toma poco tiempo, pero reconocer
sus aportes y sus esfuerzos toma muchos años.
Bukele como figura ganadora
Las acusaciones contra el alcalde de parte de compañeros de ser un hombre burgués y por tanto
un agente de la derecha con ambiciones de poder dentro del partido y con carácter oportunista,
se quedan cortas si se observa la trayectoria de otras figuras de peso dentro del partido, quienes
se consideran de “izquierda” pero manejan un discurso pro-capitalista y empresarial e incluso han
comenzado a transitar la senda del emprendedurismo por su propia cuenta, o simplemente se han
posicionado a favor de los “burgueses progresistas” bajo el emblema de la unidad nacional y la
conciliación de clases.
Si vamos a atacar a los burgueses de este país, podríamos comenzar con Tharsis Salomón López
Guzmán, actual Ministro de Economía, expresidente de la ASI, y miembro fundador de FUSADES,
que es parte de nuestro actual gobierno bajo la bandera de nuestro partido FMLN. Sí, un burgués
a la cabeza de un ministerio importantísimo que parece tener todo el aval de la CP y el Tribunal
de Ética. ¿Cómo sucedió esto? Pues bajo el programa reformista del partido todos los imposibles
se vuelven posibles y el programa revolucionario es diluido en el de la revolución
democrática…burguesa.
Si el actual alcalde es removido o se retira por su cuenta, dejará un fuerte vacío en las intenciones
de voto para las próximas elecciones de alcaldes y diputados del 2018. Aunque muchos lo
nieguen, y afirmen que nuestro partido es fuerte—no hay duda de eso—y que con él o sin él, el
partido saldrá fortalecido, parecen olvidar también que en las últimas encuestas se muestra un
descontento generalizado de la población tanto hacia el FMLN como a ARENA, y la clase política,
y por tanto esto se puede ver reflejado en un alto nivel de ausentismo. Ninguno de los potenciables
candidatos a alcaldes o diputados goza de la simpatía que Bukele despierta en las masas, a pesar
de sus exabruptos. El candidato de ARENA por la alcaldía podría salir de las sombras y comenzar
a frotarse las manos ante la inminente remoción de Bukele. A pesar de ser considerado como un
elemento torpe y de los más atrasados políticamente dentro de ARENA, Ernesto Muyshondt no
tiene un pelo de tonto cuando se trata de defender los intereses de su clase.
Ahora, al hablar de Bukele debemos decir que su discurso tampoco traspasa los límites de la
economía de mercado. Su programa—si es que lo tiene—es de llevar bienestar a las masas
desfavorecidas; pero esto no es posible sin romper con el sistema de producción capitalista, del
cual parece ser un férreo defensor, al manejar una serie de empresas y trabajadores a su cargo y
abogar por la continuidad del mismo. En este sentido ya lo hemos catalogado con anterioridad
como un socialista conservador o socialista burgués en otros artículos, de los cuales decía
Marx: “A esta categoría pertenecen los economistas, los filantrópicos, los humanitarios, los que
pretenden mejorar la suerte de las clases trabajadoras, los organizadores de la beneficencia, los
protectores de animales, los fundadores de las sociedades de templanza, los reformadores
domésticos de toda laya…Otra forma de este socialismo, menos sistemática pero más práctica,
intenta apartar a los obreros de todo movimiento revolucionario, demostrándoles que no es tal o
cual cambio político el que podrá beneficiarles, sino solamente una transformación de las
condiciones materiales de vida, de las relaciones económicas. Pero, por transformación de las
condiciones materiales de vida, este socialismo no entiende, en modo alguno, la abolición de las
relaciones de producción burguesas—lo que no es posible más que por la vía revolucionaria—sino
únicamente reformas administrativas realizadas sobre la base de las mismas relaciones de
producción burguesas y que, por tanto no afectan a las relaciones entre capital y el trabajo
asalariado”
Así cuando el alcalde afirma que “el dinero alcanza cuando nadie roba” define exactamente que
la buena administración, honesta y transparente, está por encima de una revolución, y que por
tanto las cosas dentro del capitalismo tienen solución para la mayoría de la clase trabajadora. Esto
como ya sabemos es falso de principio a fin, y a menos que Nayib radicalice su discurso y su
postura, no encontrará nunca la fórmula mágica de llevar dicho bienestar a la población más
necesitada, así como el “buen vivir” no alcanza a llegar a todos los trabajadores y tampoco puede
tener carácter permanente mientras la riqueza esté acumulada en pocas manos. En este sentido
el programa de Nayib no se aleja radicalmente del que ejecuta el partido en la actualidad y su
diferencia se basa sobre todo en quién lo está llevando a cabo.
¿Puede haber conciliación entre conciliadores?
Los seguidores de Nayib dentro del partido le demuestran su apoyo de forma abierta y en algunos
casos de forma moderada o semi clandestina; pero parecen estar dispuestos a seguirle si se aleja
del FMLN. No confían en nadie de la actual dirección, ni mucho menos en las figuras emergentes
a las cuales consideran como verdaderos oportunistas, misma acusación que se hace sobre el
alcalde en la actualidad, con la diferencia que, para sus seguidores, Nayib es más honesto, pues
no está buscando puestos de elección popular debido al ingreso que esto genera en concepto de
pagos y beneficios, pues no los necesita.
Las dimensiones que esto puede acarrear no parecen quitarle el sueño a cierto sector del partido
que se “ha mareado de éxito”, y consideran que pueden mantener el mismo nivel de aceptación y
de votos que se obtuvieron en pasadas elecciones. Pero hacen caso omiso sobre el descontento
en muchos compañeros de base que esto ha generado, y que las encuestas no parecen favorecer
actualmente al partido en muchas de las evaluaciones que la gente hace. Si bien una buena
cantidad de compañeros pueden retirar su apoyo al FMLN en el futuro próximo, esto sería una
especie de escisión silenciosa, ya que no hay un ala reformista de izquierda desde dentro que
apoye de forma abierta a Bukele y que sean conocidos por esto; pero el caudal de votos que puede
acumular el alcalde no sería nada despreciable si sobre el terreno se concreta lo que para algunos
es nada más un apoyo “virtual” que tiene desde las redes sociales.
El fundar un nuevo partido o aliarse con alguno de los ya conocidos, no parece ser la opción más
viable por el momento para Nayib. Proclamar un partido, no es lo mismo que crearlo, construirlo y
fortalecer su aparato organizativo, incluso aunque se tenga el programa, las ideas, la táctica y las
estrategias correctas, no es una cuestión simple. La mayoría de experimentos de “izquierda” que
han intentado competir con el FMLN terminan en un fiasco y demostrando su verdadero rostro con
el tiempo. Su programa no viene siendo otro que el subordinación a la clase dominante del país,
aunque digan que se posicionan del lado del pueblo trabajador. Tampoco creemos que esto puede
ser imposible para Nayib debido que cuenta con los recursos suficientes para aventurarse; pero
en la práctica demostrará si los que lo apoyan están dispuestos a navegar junto a él por las aguas
tenebrosas de la democracia burguesa local, y si están dispuestos a hacer sacrificios para dar
forma a su aparato, disciplina que hoy por hoy, la demuestra, sobre todo, solo la capa más dura
de la militancia del FMLN.
Como marxistas debemos analizar el fenómeno de Nayib desde su rol como individuo y lo que
puede llegar a convertirse en la historia de esta sociedad. Así, partimos de la premisa que los
considerados grandes personajes en la historia no son agentes totalmente libres de ejecutar su
voluntad, y que están limitados o sujetos a las condiciones concretas de la formación social en la
que han tenido que desenvolverse, aunque también consideramos que las virtudes o capacidades
individuales de un hombre o una mujer, pueden ser determinantes a la hora de definir el rumbo de
los acontecimientos. Visto así debemos observar el desarrollo de su figura sin apasionamientos y
en su justa dimensión, tratando de evitar caer en apreciaciones mesiánicas o redentoras.
Si la dirección de nuestro partido ha podido conciliarse con elementos de la sociedad abiertamente
burgueses, como Tharsis Salomón o terratenientes cafetaleros como Antonio Salaverria, no
podemos descartar una salida viable al conflicto actual y en vista de lo que Bukele representa para
buena parte de las bases. Si se aplica el programa de conciliación de clases que se ha venido
ejecutando, conciliar con Nayib no es del todo descabellado, después de todo, su programa será
puesto a prueba de la misma forma que las masas están poniendo a prueba el actual programa
del partido, que dista mucho de ser un programa para la transición socialista de la sociedad, y se
asemeja más a lo que Nayib pretende echar a andar si logra llegar más lejos de la silla edilicia.
San Salvador, 22 de septiembre de 2017.

You might also like