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Cómo adquirir precisión con una

pistola
Aunque el título pueda sonar absurdo, en realidad es posible disparar con mucha
precisión a largas distancias utilizando una pistola. Se necesita paciencia, algo de
talento, destreza y mucha práctica. Este artículo te dará los puntos de partida para
que aprendas a disparar mejor a una distancia de 90 metros, 180 metros e incluso
un poco más. Recuerda (especialmente si se trata de armas de mano) que puedes
medir tus logros basándote en el tiempo que te tomas para accionar el gatillo y la
paciencia que le dedicas a estos ejercicios.

Pasos
1.
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Elige una buena pistola. Si bien todas las pistolas se pueden sujetar con facilidad, el tipo
de arma que tengas puede limitar tu éxito a la hora de mejorar tu puntería. El criterio más
importante a la hora de adquirir una pistola es la precisión del disparo a distancia. Esto no
incluye otros criterios como la defensa personal, la durabilidad o el precio del arma. Sin
embargo, no se trata de directrices concretas, ya que hay excepciones; cualquier pistola
que te haga sentir cómodo es una buena opción.

 Las pistolas largas son más precisas que las cortas.


 Las pistolas largas se adaptan mejor a las manos que las cortas.
 Los cañones largos se traducen en una mayor velocidad de salida y por ende en una
trayectoria favorable de la bala.
 Las balas livianas de alta velocidad son más precisas en los rangos comunes de disparo
(más de 40 metros).
 Las balas pesadas son más precisas a largas distancias (más de 90 metros).
 Las balas de determinados calibres son más económicas, lo que significa que podrás
practicar más.
 Los calibres pequeños aseguran un menor retroceso al momento de disparar, lo que se
traduce en mejores tiempos de disparo y en una mayor comodidad.
 En el caso de las pistolas semiautomáticas, las pistolas de doble acción (DAO) son menos
precisas que las de doble/simple acción (DA/SA) o las de simple acción (SA).
 Un arma costosa no significa necesariamente precisión a la hora de disparar,
generalmente por limitaciones del usuario.
 Tu pistola tiene más precisión que tú.
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Es decir que, tomando en cuenta lo anterior, las pistolas de doble acción con
cañones largos serían las mejores. Algunos ejemplos de estos tipos de pistolas son las
H&K USP Elite, la Desert Eagle de 14 pulgadas o las Hammerli, entre otras pistolas de
calidad. Estas no son pistolas económicas, pero son bastante precisas y cumplirán
correctamente con su función.
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Si bien los lugares públicos de entrenamiento son un lugar muy común para
practicar disparos, no es necesario tener el mejor escenario para mejorar tu larga
distancia. Tener un amigo que sea propietario de mucha tierra y un lugar seguro suelen
ser suficiente. Esto te permitirá fijarte tus propios objetivos de disparo y adaptarte a
cualquier distancia y tamaño.
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Realiza estiramientos antes de practicar. Suena realmente extraño, pero aligerará tus
músculos y te dará mayor firmeza para sostener tu cuerpo y tus manos.
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Realiza disparos de calentamiento (a unos 12 metros). Fíjate en el lugar que estás
ubicado. Si no te sientes capaz de realizar varios disparos seguidos a esta distancia,
practica lentamente y sé paciente hasta que tu mira esté sobre tu objetivo. Una vez que
descubras en qué posición está tu mira en relación al lugar al que disparas (en el mejor de
los casos la bala debe terminar clavada en el objetivo a la altura de tu mirada o
ligeramente más arriba; un armero profesional puede ayudarte a corregir tu puntería),
podrás continuar practicando.
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Cuando comiences a dispararle a objetivos lejanos, es mejor irse alejando
paulatinamente. Una buena distancia para comenzar es 20 metros. A pesar de que
mucha gente no está acostumbrada a esta distancia, si deseas ser bueno disparando de
lejos, debes practicar desde tales distancias. Cuando comiences, puede que no le
aciertes ni a un objetivo del tamaño de una persona, pero con el tiempo, podrás alcanzar
el 90% de objetivos ubicados a dicha distancia.
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Tu postura debe ser lo más cómoda posible. Si eres diestro, es mejor colocar tu pie
izquierdo hacia adelante y el derecho detrás, a la altura del hombro y en posición
diagonal. Lleva tu mano derecha hacia adelante como si trataras de tocar al objetivo,
mantén firmes tus codos y el dedo con que apretarás el gatillo. Tu brazo izquierdo debe
formar un ángulo de 120 grados. Tu brazo derecho controla al ángulo vertical del arma y
el izquierdo la posición horizontal. Tu codo izquierdo debe apuntar directamente hacia el
suelo.
 Disparo a rastras: necesitas practicar recostado sobre el suelo. Tu postura debe ser la
siguiente: apoya todo tu cuerpo sobre tu abdomen, luego gira suavemente hacia el lado
por el que abrirás fuego. Coloca tu rodilla de apoyo y tu codo sobre el suelo. Debes estar
un poco reclinado hacia dicho lado, pero el arma debe estar al ras de suelo con tu
atención fija sobre el punto de mira. Esto te permitirá respirar con libertad y contar con
una plataforma estable de disparo.
 Disparo de cuclillas. Esta postura puede brindarte una plataforma de disparo bastante
estable. Coloca la pierna del lado por el que vas a disparar detrás de tu cuerpo y apóyate
sobre el talón. La rodilla de dicha pierna debe estar sobre el piso. Luego descansa tu codo
de apoyo sobre la rodilla. Esta es la postra del trípode (pie de apoyo, tobillo y rodilla), que
te permitirá movilizarte con facilidad. Practica muy a menudo en esta postura.
8.
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Inclina ligeramente tu cabeza hacia la derecha para alinear tu ojo derecho con la
mira del arma. Puede que necesites mover tu muñeca derecha para equilibrar la mira.
Para fijar el objetivo, muévete (en esta posición) hasta que la mira del arma esté alineada
con el objetivo.
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Respira suavemente, relájate e intenta fijar tu mira sobre el objetivo. Para lograr un
disparo certero, es mejor mantener la mira del arma fija sobre el objetivo, pero prestando
más atención a la mira o a un punto intermedio entre ambos. No te concentres en el
objetivo sino en la mira en sí misma, forzando tu mente a crear una imagen perfecta del
objetivo en el punto de mira. El objetivo debe verse borroso a la distancia. El 99% de las
veces resulta más efectivo concentrarte en el punto de mira y no en el objetivo.
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Con el tiempo aprenderás que tu respiración y la habilidad de permanecer calmado
al momento de apuntar serán tus primeros retos a la hora de mantener la mira fija
sobre el objetivo. Esto solo puede lograrse mediante la práctica. Respira con normalidad
antes de disparar, luego toma una bocanada profunda antes de exhalar y relaja tus
pulmones. Tus disparos tienen que salir del arma durante este momento de relajación (no
forzada).
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La “imagen visual del objetivo” debe tener el aspecto de una línea triple (III) en las
miras tradicionales de hierro, cuya parte delantera debe estar perfectamente
enmarcada por los bordes de la misma. Ten en cuenta que esto significa una postura
horizontal y vertical al mismo tiempo. Luego, esta imagen debe posicionarse debajo del
objetivo (para no interponerse y ensombrecerlo) y, finalmente, debes accionar el gatillo.
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El arma debe estar ajustada para apuntar con precisión a la “imagen global”, si esta
se encuentra por debajo del objetivo. Es por ello que es mejor evitar los ajustes
técnicos artificiales (como apuntar más hacia la izquierda o hacia arriba). Una pistola
apuntada con firmeza y alineada perfectamente con la imagen global brindará la precisión
que se espera.
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Cada tipo de munición ofrece distintos disparos (algunos más o menos
precisos). Ensaya con diversos tipos de munición y determina cuál es la mejor para ti.
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Los tiradores novatos suelen enorgullecerse cuando aciertan al punto medio del
tiro al blanco, aunque sus disparos estén desperdigados por aquí y por allá. Incluso,
aunque una manotada de municiones acierte al objetivo, se demostraría suerte en lugar
de habilidad. Concéntrate en reunir todas las municiones en el mismo punto; esta es la
prueba de que estás convirtiendo en un buen y consistente tirador.
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Una vez que hayas alineado la mira correctamente y hayas fijado tu vista sobre el
objetivo, acciona suavemente el gatillo con tu dedo índice, disparando de manera
consistente tiro tras tiro. Con una pistola de doble/simple acción, ya deberías haber
accionado el percutor (en modo semiautomático). Dependiendo del arma, necesitarás
ejercer una presión entre 2 y 8 libras. Entre más ligero sea el gatillo, más preciso será el
disparo (aunque las pistolas de doble acción tienen un “punto suave” para presionar el
gatillo; encuéntralo disparando y sin dejar que el gatillo retorne a su posición original;
mueve tu dedo lentamente de regreso hasta que el gatillo suene y luego dispara
nuevamente).
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Fíjate dónde termina incrustada la bala (si arriba, debajo, a la derecha, izquierda,
etc.). Tomará práctica, pero te ayudará a determinar si tus disparos fallan porque la mira
está mal calibrada, si estás sudando, si no calculaste el tiempo correctamente o si te
anticipaste al disparo.
 Si el disparo termina a la izquierda del objetivo (tratándose de un tirador diestro), significa
que están apretando toda el arma y no solo el gatillo al momento de disparar.
 Si por el contrario, termina a la derecha del objetivo (en un tirador diestro), significa que
hay demasiados dedos apretando el gatillo o lo están haciendo con los dedos de sostén
de la otra mano.
 Casi nunca los disparos terminan siendo demasiado altos, pero cuando sucede, es
porque el tirador se está anticipando al retroceso.
 Si por el contrario termina por debajo del objetivo, suele ser porque el tirador está
apretando demasiado fuerte el gatillo (tomando el arma y el gatillo y jalando demasiado
fuerte), o también porque se anticipan al retroceso y por ello el arma se inclina hacia abajo
antes de disparar.
 Anticiparse al retroceso es una de las razones más comunes por las que no se puede
disparar con precisión. El tirador estará esperando que el arma retroceda y, antes de
disparar, moverá su muñeca apuntando el arma hacia arriba o hacia abajo. Una manera
muy sencilla de identificar este error es dándole un arma al tirador con la que se sienta
cómodo. Asegúrate de que esté descargada, pero dile que tiene municiones. Apenas
comience a alinear la mira y jale el gatillo, terminará moviendo el arma.
 A continuación algunas técnicas para romper este mal hábito.
 La más sencilla consiste en concentrarse en el movimiento del gatillo. Apunta a tu objetivo
y aprieta suavemente el gatillo. Mantén la presión y hazlo tan lentamente como puedas.
Puedes tardarte unos 10 segundos en accionar el arma. El objetivo es tener un “momento
sorpresa”, es decir, que no sepas cuándo se disparará la pistola y que por ende no
puedas hacer nada al respecto. Un arma con gatillo suave que ofrezca una pausa clara es
más efectiva para prevenir este tipo de situaciones, puesto que eres menos capaz de
percibir cuando el arma disparará al momento de accionar el gatillo.
 La segunda técnica es esencialmente igual a la primera, a excepción de que en esta
resulta imposible anticiparse al retroceso. Apunta a tu objetivo y mantén la mirada fija
sobre él lo mejor que puedas. Haz que un amigo ponga su dedo sobre el gatillo y que lo
accione por ti (aunque tengas que poner tu dedo bajo el suyo). Asegúrate de que tu amigo
accione el gatillo suavemente y que mantenga su mano (sobre todo el pulgar) lejos de la
parte trasera del arma, donde el movimiento de desliz puede lastimarlo. Es un método
bastante extraño, pero servirá para probar que accionar el gatillo es uno de los pasos más
importantes para disparar un arma.
 Muchos tiradores, incluso los más experimentados, emiten sonidos sin darse cuenta. El
hecho de anticiparse al retroceso puede manifestarse en forma de movimientos sutiles
atenuados por el verdadero movimiento de retroceso del arma y, por lo tanto, pasar
desapercibidos por el tirador o el observador. Puedes medir esto utilizando un dispositivo
conocido como snap cap. Como señala el enlace web, un snap cap es “un dispositivo
parecido a un cartucho normal, pero que no contiene proyectiles, y que se utiliza para
simular disparos sin la necesidad de tener balas. Por lo general contienen un resorte
amortiguador que absorbe la fuerza del disparo, permitiéndote realizar pruebas de fuego
de manera segura y sin necesidad de otros componentes”.
 Haz que tu amigo recargue el arma por ti, pero tiene que reemplazar la rueda de
cartuchos por un snap cap del mismo calibre (que en pistolas se encuentra en la
recámara y en revólveres en el cilindro). Una vez que abras fuego, te encontrarás con el
snap cap, pero no lo sabrás “hasta” que hayas accionado el gatillo. A partir de ese punto,
lo siguiente será obvio: si permaneces firme como una roca, has superado la etapa de
retroceso del arma. Pero si el arma salta en tu mano como si dispararas cartuchos
verdaderos, aún necesitas practicar. Este es un test simple y económico, aunque puede
llegar a sorprenderte.
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Practica a esta distancia hasta que estés notablemente capacitado para alcanzar
objetivos del tamaño de un tórax (unos 40 centímetros de diámetro). Aleja el objetivo
unos 10 metros. Repite el ciclo. Mantén los mismos patrones de respiración mencionados
anteriormente. Si tu mira está inhabilitada para el uso, reemplázala o haz que un armero
la arregle. La mira triple (3-dot) es de las mejores, pero algunos prefieren diferentes tipos
de mira. Las ajustables también facilitan el trabajo de movimiento del punto cero a
cualquier otro punto.
 Después de regresar el objetivo a su posición original un par de veces más, te darás
cuenta de que eres capaz de alcanzar objetivos del tamaño de un tórax a distancias cada
vez mayores.
 En algún punto, regresa al objetivo inicial e impresiónate de la manera en que eres capaz
de acertar varios blancos en el mismo punto. Así te darás mayor confianza y estarás
mejorando.
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Si tu disparo alcanza el objetivo en el punto correcto (no más arriba o más abajo) a
una distancia de 40 o 50 metros, te darás cuenta al disparar desde 60 o 70 metros
que necesitarás apuntar más arriba para compensar la distancia.Puede ser un par de
centímetros, pero necesitarás acostumbrarte.

 El residuo de disparo es alto a una distancia de 100 metros (unos 25 o 40 cm para


pistolas estándar de calibre .45) y el viento se convierte en un factor a considerar. Cuando
estés de pie, te darás cuenta de que puedes ir más allá de los 100 metros. Encuentra tu
límite. Si disparas al ras del piso o de cuclillas, te darás cuenta de que puedes realizar
disparos precisos a una distancia de 200 metros.
 Las habilidades de balística terminal son muy cuestionables en la mayoría de pistolas
comunes cuando se realiza un disparo a más de 200 metros. Las balas pesadas
conservan un mayor porcentaje de su energía debido a su coeficiente aerodinámico.

Consejos
 La seguridad ante todo. Cerciórate de que el arma esté descargada y con la recámara de
municiones vacía antes de transportarla.

 Práctica y más práctica. Aunque la teoría sea la mitad del conocimiento, debes ser capaz
de aplicarla en la práctica.

 Limpia el interior del cañón con frecuencia (con aceite y algún disolvente). Después de
algunos cientos de disparos podría estar bastante sucio, aunque no lo notes.

 Otra razón por la que tu arma no es capaz de efectuar disparos certeros es por causa del
cañón. Aunque esto influya más en rifles que en pistolas, es bueno probar distintos tipos
de municiones para superar el problema. Pero una vez hayas encontrado un tipo de balas
adecuado, no vuelvas a cambiar. Practica con un solo tipo de bala y ten a la mano un
abastecimiento importante.

 Asegúrate de limpiar el arma antes de utilizarla. La mugre y la humedad pueden dañar el


arma.

 No bebas alcohol o incluso cafeína antes de ir a practicar disparos. El alcohol debilitará


tus capacidades y tu toma de decisiones; la cafeína no te permitirá controlar del todo tus
funciones motrices (es decir que podrías presentar mayor sudoración o temblores al
consumir cafeína).

 Como te lo mencionamos anteriormente, tu arma es mucho más precisa que tú (en el


caso de la mayoría de pistolas regulares). Es decir que si estás fallando, hay
probabilidades de que sea tu culpa. Practica para asegurarte de que no estás anticipando
el disparo o que no realices movimientos bruscos.

 El temblor de manos es un problema común que suele estar asociado al consumo de


cafeína, al estrés, los nervios o la emoción. Si tus manos comienzan a temblar sin
detenerse, siéntate por unos minutos, bebe un poco de agua y piensa en algo que no
tenga nada que ver con armas (pero no pienses en tus manos). Después de una pausa,
intenta tomar el arma nuevamente.

 Jala el pestillo de seguridad si no tienes intenciones de disparar.

Cómo disparar
Aprender habilidades básicas con la pistola
1.
1
Aprende a distinguir entre un revolver y una pistola semiautomática. Estos son los
dos tipos básicos de pistolas. Un revolver es lo que te viene a la mente cuando ves
películas de vaqueros y alguien usa una pistola de seis tiros. Una pistola semiautomática
funciona con un mecanismo corredizo y un cargador que almacena las municiones. Las
técnicas para manejar cada tipo de pistola difieren un poco, por lo que es importante que
tengas las cosas claras antes de manipular el arma.

 Los revólveres funcionan con un cilindro giratorio que hace las veces de cargador. Allí
deberás cargar la munición y luego de disparar, tendrás que quitar los casquillos vacíos.
Después de cada disparo, el cilindro rota para alinear el próximo casquillo con el percutor
del arma. La pistola estará lista para disparar cuando hales hacia atrás el martillo con el
pulgar, a la posición de disparo. Cuando halas el gatillo activas el percutor, lo que acciona
el arma. Un perno de liberación abre el cilindro y lo saca del cañón del arma.
 Una pistola semiautomática empuja automáticamente cada casquillo en la recámara del
arma desde un cargador con munición, y expulsa los casquillos vacíos después de cada
disparo. La corredera en la parte superior del arma se utiliza para empujar el primer
casquillo en la recámara. Puedes bloquear la corredera mientras la halas hacia atrás con
un botón o un perno en el costado. El cargador separable se retira y se carga por
separado.
2.
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Escoge la pistola y la munición adecuadas de acuerdo a tus necesidades.Existen
muchos tipos de pistolas, y un número casi infinito de tipos de munición que puedes
utilizar. Ten en cuenta tu tipo de cuerpo y tus necesidades.

 Probablemente no necesitas una Magnum .357 para practicar el tiro al blanco en un


campo de tiro. Si apenas estás comenzando, no compres un arma demasiado grande de
calibre alto. En vez de eso, consigue una pistola confiable de calibre bajo, como una .22.
Habla con los comerciantes de armas y otras personas con experiencia para conseguir
recomendaciones.
3.
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Siempre protege tus orejas y tus ojos con el equipo de seguridad adecuado.Los
tapones para los oídos y la protección para las orejas con forma de auriculares te
protegerán del ruido de los disparos. Las gafas de seguridad protegerán tus ojos de los
casquillos, los gases calientes, y las partículas de plomo que salen despedidos del arma.

 Si ya usas lentes, es importante que utilices gafas de seguridad que se ajusten sobre
éstos.
4.
4
Manipula siempre la pistola de forma segura. Cuando manipules la pistola, apunta
siempre en dirección al blanco. Imagina que un imán conecta la punta del cañón de tu
pistola a tu blanco, y mientras tengas el arma en tu mano, apunta siempre en dicha
dirección. Siempre dispara tu pistola en un campo de tiro o un club que cuente con las
medidas de seguridad adecuadas para disparar un arma.

 Un error muy común que cometen las personas con poco entrenamiento es apuntar sus
pistolas hacia los lados cuando halan la corredera hacia atrás o cuando manipulan el
seguro. Muchos principiantes tienen dificultades para halar la corredera utilizando
únicamente sus pulgares y dedos índices, en especial si la pistola tiene un resorte fuerte,
o si tienen las manos sudorosas. Si necesitas usar la palma de tu mano (o tu mano
completa) para halar la corredera, gira tu cuerpo para que quede de lado la pistola,
mientras sigues apuntando en dirección al blanco.
Parte 2
Sostener la pistola
1.
1
Revisa si la pistola está cargada. Siempre que tomes una pistola, necesitas revisar si
está cargada. Si la acabas de traer a casa desde la tienda, revisa si está cargada. Si la
sacaste del armario por primera vez en diez años, revisa si está cargada. Si la acabas de
descargar, revisa si está cargada.

 En un revolver, asegúrate de que el seguro está puesto, libera el cilindro y gíralo hacia un
lado. Todas las cámaras del cilindro deben estar vacías. En una pistola semiautomática,
retira el cargador y hala la corredera hacia atrás para mirar en la recámara. Así te
asegurarás de que no hay un casquillo cargado. Si hay algún casquillo, al halar la
corredera debe expulsarse.
 Mantén la corredera bloqueada hacia atrás mientras practicas cómo sostener la pistola.
Así te asegurarás de que el arma está descargada, y te servirá para que te acostumbres a
mantener tu pulgar alejado de la corredera cuando dispares.
2.

2
Sostén la pistola con cuidado, manteniendo tu dedo fuera del guardamonte y
dejándolo extendido a un lado de éste. Siempre que manipules una pistola, asegúrate
de apuntar el cañón en dirección al blanco, lejos de cualquier persona.
 Nunca apuntes tu pistola a nadie, incluso si está descargada y se trata de una broma.
Apuntar un arma a alguien es un crimen en algunos países. Practica cómo sostener la
pistola en el campo de tiro con el arma descargada.
3.

3
Sostén tu arma en la posición de disparo.[1]Abre tu mano dominante (la mano con la
que escribes) para exponer la membrana que tienes entre tu dedo índice y pulgar. Con la
pistola en tu otra mano, inserta la empuñadura del arma en la membrana de tu mano
dominante. Coloca tu pulgar a un lado de la empuñadura, y usa tus dedos corazón, anular
y meñique para agarrar con firmeza el otro lado de la empuñadura, justo debajo del
guardamontes.

 En realidad estás agarrando la pistola únicamente con tus dedos corazón y anular. El
dedo meñique descansa en el arma, pero no se utiliza para agarrar; tampoco se usa el
pulgar. El agarre debe ser muy firme. Agarra la pistola fuertemente hasta que tu mano
empiece a temblar, como si se tratara de un apretón de manos para probar tu fuerza. Si tu
agarre es tan fuerte como para hacer que la pistola tiemble, estás cerca de lograr un buen
agarre. Relaja tus manos un poco para dejar de temblar.
4.

4
Estabiliza la pistola con tu otra mano. Usa tu mano no dominante como soporte de tu
otra mano. La mano no dominante se utiliza para estabilizar la pistola vertical y
horizontalmente, más no para agarrarla. Alinea los pulgares de tus manos para conseguir
soporte y precisión.
5.

5
Asegúrate de que tus pulgares están lejos de la corredera o el martillo. Este
mecanismo se empuja hacia atrás bruscamente cuando disparas, por lo que puedes
lastimarte un pulgar mal ubicado. Si tus dedos quedan atrapados en la corredera puede
llegar a ser muy doloroso y peligroso. Es posible que por el dolor dejes caer tu pistola
cargada y lista para disparar.
6.

6
Asume la postura adecuada para disparar. Tus pies deben estar separados a la altura
de tus hombros, con tu pie dominante un paso detrás de tu otro pie. Inclínate un poco
hacia adelante con tus rodillas dobladas, asegurándote de mantener un buen equilibrio. El
codo de tu brazo dominante debe estar completamente recto, mientras que el codo de tu
brazo no dominante debe permanecer flexionado en un ángulo ligeramente obtuso.
 Algunos concursos con armas se llevan a cabo con una sola mano. En estos eventos, la
postura es más "abierta", con el brazo dominante y el cuerpo en línea recta (cerca de 90
grados), y el pie dominante apuntando hacia el blanco. Un agarre firme de la pistola es
más importante que nunca, ya que ahora se sostiene el arma con una sola mano.
 Nunca apuntes la pistola de lado o con la muñeca doblada como en las películas. Esto es
extremadamente peligroso e inestable.
Parte 3
Apuntar la pistola
1.

1
Alinea la mira frontal con la mira trasera. Asegúrate de que la parte superior del poste
de la mira frontal esté a la altura de la parte superior de la mira trasera, y que la mira
trasera quede centrada de forma uniforme con la muesca de la mira frontal. Así te
asegurarás de que la pistola está nivelada y que conseguirás una buena "imagen de mira"
cuando apuntes al blanco.

 Es recomendable apuntar con tu ojo dominante mientras cierras el otro ojo.


2.

2
Desarrolla tu imagen de mira. Un tema de confusión muy común al disparar es dónde
enfocar el ojo.[2] ¿El blanco? ¿La mira? La mira frontal es la parte más importante de la
imagen de mira. Concentrar la mirada en la mira frontal es la forma más precisa de
disparar, aunque el objetivo y la mira trasera parezcan borrosos.

 Para un tiro preciso, la mira frontal debe estar un poco debajo del punto de impacto
deseado. Generalmente en el tiro al blanco, la mira frontal se alinea con el borde inferior
de la diana (la zona negra), mientras que el punto de impacto está en el centro. Cualquier
enfoque funciona, pero tendrás que saber cómo está ajustada la pistola.
3.

3
Fija la pistola al blanco. Prepara tu pistola para impactar al blanco, manteniendo tu vista
fija en la mira frontal. Deberías ver cómo la mira frontal que tienes enfocada claramente
toca el borde borroso de la diana. ¡Ahora puedes colocar el dedo en el gatillo!
4.

4
Carga la pistola. Cuando hayas practicado cómo apuntar, mantener firme el arma,
desarrollar una buena imagen de mira y finalmente estés listo para disparar, carga la
pistola y prepárate para disparar. Pon el seguro mientras cargas la pistola, y retíralo
únicamente cuando estés en posición para disparar, con el arma apuntada al blanco.
Mientras cargas la pistola, mantén el cañón apuntado todo el tiempo hacia el blanco. La
mayoría de accidentes con armas de fuego ocurren mientras se carga o se descarga una
pistola.

 Si la pistola es semiautomática, necesitarás halar la corredera y soltarla para cargar un


casquillo en la recámara.
Parte 4
Disparar la pistola
1.

1
Controla tu respiración. Lo ideal es que sincronices los disparos con tu respiración. Sin
embargo, si aguantas la respiración o te fijas demasiado en cómo respiras, terminarás
siendo inestable e impreciso. El mejor momento para disparar es inmediatamente
después de exhalar, antes de sentir la necesidad de tomar otro respiro. Practica este ciclo
varias veces, preparándote para halar el gatillo al final de tu ciclo respiratorio.

2. 2
Aprieta el gatillo. Cada arma de fuego necesita diferente tirón en el gatillo, es decir la
cantidad de presión requerida para disparar. Antes de cargar la pistola, es una buena idea
"dispararla en seco", (apunta con la pistola hacia abajo y aprieta el gatillo mientras la
pistola esté descargada). Esto te ayudará a saber qué punto del tirón del gatillo disparará
la pistola. Cuando estés listo para disparar, jala el gatillo lentamente con un movimiento
suave y controlado. Una razón común para los disparos imprecisos es tratar de anticipar
el culatazo (sacudiendo la pistola como crees que va a disparar). Puede parecer
contraintuitivo, pero para dar tiros más precisos, trata de dejar que el culatazo te
"sorprenda" en lugar de predecir cuándo ocurrirá.
3.
3
Completa el movimiento. Todos los deportes tienen formas de completar sus
movimientos, y el tiro deportivo no es la excepción. A medida que aprietas el gatillo, la
pistola se sacudirá. Sin embargo, no sueltes el gatillo de repente ni abandones tu postura.
Permanece tranquilo, y recuerda el imán imaginario que mantiene tu pistola apuntada
hacia el blanco. Suelta el gatillo luego de tomar un respiro, y prepárate para el próximo
disparo.

 Esta forma de completar el movimiento mejora la precisión y reduce las variaciones entre
los disparos, justo como se hace en el golf o el tenis.
4.

4
Practica disparando durante varias rondas. Tómate tu tiempo entre las rondas. Es
mejor conseguir unos cuantos tiros acertados que muchos tiros malos. Estás en el campo
de tiro para mejorar, no para malgastar el dinero.
5.
5
Descarga tu arma, y verifica nuevamente que esté descargada. Con la pistola aún en
posición de disparo, pon el seguro de vuelta en su lugar y descarga el arma mientras la
mantienes apuntada hacia el blanco. Si estás manejando un revolver, revisa el cilindro
para asegurarte de que no quedaron casquillos en él, o para quitarlos si es necesario. Si
estás manipulando una pistola semiautomática, retira el cargador y hala la corredera para
expulsar cualquier casquillo que haya quedado en la recámara.
Consejos
 La seguridad adecuada es extremadamente importante. Encontrarás que los tiradores
más experimentados le prestan mucha atención a la seguridad con las armas. Ellos saben
que los malos hábitos con las armas son la causa de muchos desastres.

 Es importante practicar con frecuencia y consistentemente. El "tiro en seco" (con el arma


descargada, revisando varias veces que no esté cargada, dejando la munición en otro
cuarto, y apuntando a una pared del sótano o a una barrera) puede ser una técnica
excelente para practicar. Es recomendable usar cartuchos alivia percutores (o cartuchos
inertes) cuando se practique el tiro en seco, para evitar daños en la pistola. Estos se
pueden conseguir fácilmente, aunque la mayoría tienen un número de usos limitado.

 Una hora de instrucción hace una gran diferencia en tu precisión, y aprenderás cómo
practicar para ser cada vez mejor, en vez de disparar miles de balas sin mejora alguna.

 A medida que agarras el arma (mira arriba), asegúrate de que tus dedos halen
directamente hacia atrás, y no en ángulos.

 Limpia tu pistola después de terminar de disparar. Nunca la guardes a menos de que esté
completamente limpia por dentro y por fuera.

El disparo perfecto: Técnicas de


disparo para mejorar nuestra
punteria
Disparar no solo es cuestión de tener buen ojo o un arma estupenda. La puntería es un
compendio de habilidades que tienen mucha técnica y entrenamiento detrás. Cada
movimiento, cada gesto, cada mecanización de cada acto que se hace, han de estar
perfectamente coordinados y ejecutados de la forma correcta para obtener el disparo
perfecto.
En este artículo, os vamos a dar una serie de trucos para mejorar la técnica de disparo y
puntería con arma corta.

Paso 1: Como coger el arma.


El arma ha de ser cogida correctamente y de una forma determinada. El arma ha de estar
perfectamente alineada con el brazo que la sujeta.
Todas las armas están perfectamente equilibradas en peso y diseño. Por consiguiente,
debemos ajustar la posición de la mano para que se alinee junto con la forma de la pistola y
se adapte a este equilibrio creado. El dedo pulgar ha de estar pegado a la culata y justo por
debajo del percutor.
Cuando sostengamos el arma con las dos manos, la segunda mano ha de acompañar a la
primera para afianzar su posición. NUNCA para sostener el peso del arma.
La posición de los pies, también ha de ser muy cuidada.
Paso 2: Apuntando con el arma.
Lo primero que tenéis que entender es que todo el mundo tiene un ojo dominante y un ojo
secundario. Hay que apuntar con el dominante. Para saber cuál es tu ojo docminante, has de
hacer este sencillo ejercicio.
Las armas tienen miras. Hay que ajustar nuestra vision a estas miras. Ni a la pistola, ni al
objetivo al que disparamos. El punto delantero es en el que tenemos que fijar nuestra visión
para apuntar correctamente.
Todas las pistolas tiene una mira y un punto delantero: una al principio del cañon (punto) y
otra en la parte posterior de la corredera (mira). Para apuntar correctamente el arma, hay
que alinear correctamente la mira con el punto. Cada marca de pistolas tiene sus distintas
miras, pero al ser alineadas, deberían quedar más o menos de esta forma:
Y cuando apunteamos el arma, el punto debe quedar justamente en el centro del objetivo al
que estamos apuntando, formando una alineación perfectamente centrada con la mira y con
el resto de elementos que tienen tanto nuestra visión directa como visición periférica.
Cualquier mínima incorrección en el alineamiento de las miras, generará que nuestro
disparo se desvíe con mucho del objetivo. De este modo, si la mira delantera queda baja, el
disparo saldrá bajo. Si queda un poco alta, se irá alto, etc ...
Hay armas que tienen el punto de mira corregido para corregir el disparo. En eses casos,
hay que disparar asi:
Paso 3: disparando el arma
El como se acciona el gatillo es fundamental. La posición del dedo índice ha de tener una
colocación perfecta y disparar el gatillo exactamente con la parte centra de la primera yema
del dedo. Ni un poco más adelante ni un poco más atrás, puesto que eso afectará claramente
a nuestro disparo.
Paso 4: ¿Dónde disparar?
Piensa bien dónde disparas a tu oponente. No es cuestión de vaciar el cargador, es cuestión
de eliminar una amenaza.
Cómo practicar técnicas de tiro
con tu arma de fuego
El entrenamiento y la práctica las técnicas son la clave para ser rápido en situaciones de
tensión. El entrenamiento de movimientos individuales te hace rápido y consistente, y la
práctica de las técnicas te van a familiarizar con tus propias habilidades (velocidad y
precisión). Si combinas esto con buenas tácticas, ¡vas a estar mejor preparado que tu
oponente cuando llegue el momento!

Practica cómo recargar tu pistola


Aunque puede ser una buena idea estar familiarizado con una gran variedad de
armas de fuego, ante todo la práctica defensiva se debe realizar con una o dos
pistolas (con una pistola principal y una de "repuesto"). Esto permite que tu cuerpo
construya una memoria procedimental sobre la operación del arma. Así que en
lugar de pensar ¿la corredera está bloqueada hacia atrás? → presiona el botón de
liberación del cargador → el cargador está libre → coge el cargador nuevo →
inserta el cargador nuevo con la orientación correcta → libera la corredera. Si
practicas lo suficiente, el procedimiento se convertirá en algo natural, y el solo
pensar en ¿la corredera está bloqueada hacia atrás? → recargar pistola será todo
lo que tengas que hacer mientras eres capaz de pensar acerca de tu situación
actual.
1.

1
Debes ser capaz de recargar tu arma rápidamente el 100% de las veces sin
necesidad de mirar tu pistola, tus manos ni tus cargadores.
2.
2
La recarga de emergencia es la recarga en la que gastaste todas las municiones de
tu cargador y tu corredera se ha deslizado hacia atrás. Todo esto se debe hacer
mientras mantienes tu arma apuntando hacia tu objetivo. Psicológicamente, bajar tu arma
le da una ventaja a tu oponente y te mantiene enfocado en tu arma en lugar de enfocarte
en tu oponente.

 La técnica es como sigue: cuando la corredera se engancha hacia atrás, vas a necesitar
coger otro cargador (probablemente de una bolsa de cargadores). A medida que mueves
el cargador nuevo hacia el arma, eyecta el cargador vacío y deja que se caiga al suelo
(esencialmente, se deben pasar unos a otros durante el ejercicio). Coloca la parte
posterior del cargador en la parte trasera de la empuñadura del arma, alinea ambas y con
un poco de fuerza (aunque debe haber un poco de resistencia) empuja el cargador con el
talón de la palma de tu mano; luego presiona el liberador de corredera.
3.

3
La recarga táctica es aquella en que te encuentras con una pausa en el tiroteo y
eres capaz de ubicarte detrás de una cubierta. Sabes que has gastado algunas
municiones del cargador actual y te quieres preparar para lo que sea que se avecine.
 Este ejercicio se puede hacer al momento, puesto que se debe realizar detrás de una
cubierta y el otro tirador (objetivo) puede estar a la vista, pero sin llegar a ser una
amenaza inmediata. Alcanza tu bolsa de cargadores (u otro contenedor de cargadores,
quizás un bolsillo, y coge un cargador con tus dedos: pulgar, índice y medio. Regresa al
arma y eyecta el cargador parcialmente usado en tus manos, cógelo con tu dedo anular,
el meñique y la palma de tu mano. Inserta el cargador nuevo dentro del arma y tira de él
suavemente para asegurarte de haberlo colocado dentro del compartimiento del cargador
correctamente. (Esto es esencialmente importante cuando recargues un cargador que se
ha acabado.) Esta recarga no requiere la manipulación de la liberación de la corredera.
 Esta recarga se debe ejecutar antes de volver a colocar tu pistola en la pistolera, de
manera que si necesitas sacar tu arma otra vez, estés preparado.
4.
4
Debes haber practicado lo suficiente que cuando empieces a disparar (no importa
cuántas municiones te queden en el cargador), debes ser capaz de sentir cuando el
arma esté vacía.

 La corredera tienen dos acciones independientes cada vez que se dispara una munición;
después de disparar la última de ellas, solo sentirás la primera acción, al final hay menos
movimiento en la boca del arma. Cuanto más rápido seas al recargar el cargador, mucho
mejor. Después de esto, ejecuta una recarga de emergencia.
Método 2
Entrena
Sin entrenamiento, el conocimiento es inútil. Puedes leer esto e incluso entender
el proceso del entrenamiento estratégico, pero sin ejecutar los procedimientos en
realidad, no sirve para nada. En un tiroteo, no vas a usar algo que no se haya
arraigado en tu memoria procedimental. Por el simple hecho de mantener tus
opciones abiertas si alguna vez te ves involucrado en un tiroteo, deberías practicar
todos los ejercicios listados aquí y encontrar otros ejercicios, o crear tus propios.
Esto te ofrecerá más técnicas que tendrás bajo la manga.

1.
1
Colócate alrededor de 6,5 m (7 yardas) (distancia a la que el FBI determinó que un
hombre se puede mover en un segundo y medio, el tiempo aproximado que toma
sacar y disparar una pistola) de distancia de un objetivo grande (más de 25 cm). En
una posición con el arma hacia abajo (posición listo), levanta tu arma, tan rápido como
puedas, hacia la posición de disparo y concéntrate en la parte frontal de tu arma. Espera
hasta que veas un poco de la vista frontal entre las vistas posteriores y jala el gatillo (a
esto se le llama vista veloz). Debes ser capaz de disparar a un objetivo de más de 25 cm
(10’’) todas las veces. Si fallas, trata de hacerlo más despacio. La clave es practicar muy
bien, y la velocidad llegará de manera natural.
2.

2
La siguiente etapa es mandar ráfagas a tu objetivo. Retrocede algunos pasos,
alrededor de 9 m (10 yardas). Haz lo mismo que antes, pero esta vez, dispara dos o tres
tiros rápidos al objetivo, entre cada tiro, da una vista veloz una vez más. Una vez que
seas capaz de estar en la posición de disparo y disparar tres tiros rápidos a tu objetivo de
más de 25 cm (10’’) de manera consistente en menos de un segundo y medio, puedes
pasar al siguiente nivel.
3.

3
Practica con varios objetivos. Puedes empezar con tres o más objetivos separados a
90 cm (1 yarda) o 1,80 m (2 yardas) de distancia. Rápidamente colócate en la posición de
disparo y dale a todos. Un tiro a cada objetivo. Cambia todo, quizás puedas tratar en un
orden diferente; pídele ayuda a un amigo para que te diga a qué objetivo disparar ("¡uno!",
"¡tres!", etc.), pero lo más importante que debes de tener en cuenta es darle al blanco.
Una vez que tengas la seguridad de darle al blanco siempre, trata de acelerar tu ritmo. Al
principio, cuando dispares, mueve el arma con el retroceso. Tan pronto como el retroceso
se haya terminado, ya deberías estar sobre el segundo objetivo. A la medida que te
vuelvas más rápido, puedes forzar al arma en la posición y estar listo antes que el
retroceso se termine.
4.

4
Practica mientras te mueves. Aún en movimiento deberías ser capaz de darle a los
blancos ubicados a 9 m (10 yardas). Coloca tres o más objetivos separados por algunos
metros. Empieza a una distancia entre 13,7 m (15 yardas) y 16,5 m (18 yardas) hacia
atrás. Corre alrededor de 9 m (10 yardas) hacia tu primer objetivo mientras sacas tu arma
hacia la posición de disparo. Dispara una ráfaga de dos tiros, da un paso al costado para
abordar el siguiente objetivo, y continua de la misma manera. Cada vez que lo intentes
trata de hacerlo más rápido, trata de detenerte lo menos que puedas mientras disparas
(incluso al moverte debes ser capaz de tener tiempo para una vista veloz), mientras más
larga sea la pausa, serás más preciso, pero en un tiroteo, el reloj siempre avanza más
rápido que en el campo de tiro.
5.

5
Integra el simulacro de Mozambique. Si un amigo está mencionando los números de
los objetivos que acabas de disparar, esta vez debes ir por un tiro a la cabeza. A esto
también se le conoce como "intento fallido de parar de" practicar. La idea es que tu ya le
has disparado al objetivo, pero este no se ha impresionado (por ejemplo: está drogado,
está usando un chaleco antibalas o simplemente es determinado) y sigue regresando, por
lo tanto tienes que darle un tiro a la cabeza. Más adelante, lee blancos humanos para
obtener mayor información.

Método 3
Blancos humanos
Lee el aviso sobre consideraciones de balas para obtener mayor información.

1.
1
La colocación de la bala es mucho más importante que la bala en sí. Hay dos áreas
críticas en los humanos que contienen los órganos más importantes y vitales del cuerpo,
que en caso de ser impactados por una bala, pueden detener por completo a una persona
o matarla.
2.

2
La cavidad torácica es el "centro de masa" de un humano. Este área contiene al
corazón, las venas y arterias principales, la tráquea, los bronquios, los pulmones, el
esófago y estructuras del sistema nervioso incluyendo el par de nervios vagos. Para tener
una idea del área que cubren, empieza sobre el diafragma (justo debajo del esternón) y
forma una especie de domo (desde la vista frontal) hasta la primera costilla lateral. Esta
área es un blanco bastante grande. Un tiro en cualquier área de la cavidad torácica es
muy similar a cualquier otra, a menos que dispares al corazón.

 El problema con los tiros en la cavidad torácica es que un luchador determinado o un


hombre drogado no se impresionará mucho con cualquier cosa que le tires en este área.
Incluso si destruyes el corazón de una persona, aún tendrá entre 20 y 30 segundos de
completa habilidad cognitiva y física, con las que te puede dañar severamente o hasta
matarte. Adicionalmente, el corazón es un blanco muy pequeño, y destruir el corazón
completamente con una bala es casi imposible, lo que quiere decir que tus oponentes
tendrán mucho más tiempo que antes de que se cumplas sus inevitables destinos. Por
todas estas razones, muchos tienen la regla de defensa personal: "dispara hasta que se
acabe el peligro." Sin embargo, eres tú quien por cuenta propia debe determinar tu
protocolo a seguir.
 El chaleco antibalas es otro factor. Simplemente dispararle a un hombre en el pecho (a
menos que le des exactamente en el mismo punto todas las veces) solo agotará tu
cargador.
 La penetración de la bala es un factor muy importante al momento de seleccionar la bala.
Esta penetración hace algunas cosas por ti. A menos que estés a un ángulo óptimo, aún
alcanzará puntos vitales y tu bala tendrá una oportunidad de alcanzar la columna de tu
oponente, que (dependiendo de donde caiga) lo puede incapacitar completamente o al
menos una parte de su cuerpo, lo suficiente de manera que seas capaz de escapar.
3.
3
La segunda área de mayor importancia es la cavidad craneana. Esta área es mucho
más simple; contiene el cerebro y la columna superior.

 Aunque el cerebro es un objetivo obvio, todavía hay algunas consideraciones con


respecto a la colocación del tiro. La parte frontal del cráneo (sobre las cejas) es uno de los
huesos más duros del cuerpo, además no es un blanco plano (tiene un ligero ángulo hacia
atrás, o a los lados: con un ángulo al costado). Han habido casos en los que las balas han
rebotado de la frente de una persona.
 Felizmente justo debajo de este hueso (debajo de las cejas), hacia la parte superior de la
mandíbula superior es un área muy suave con cartílagos y agujeros que se dirigen
directamente a la parte inferior del cerebro, la médula oblonga y la médula espinal
superior. El cerebro es el blanco más grande y una bala ahí te apagará las luces, pero se
sabe que después de recibir una bala en el cerebro ocurren movimientos mínimos y
retrocesos. Es gracias a la médula oblonga y la parte superior de la médula espinal que
esas señales de retroceso se envían al cuerpo. Recibir una bala en cualquiera de estas
áreas, inhabilita al cuerpo para que pueda jalar el gatillo de manera accidental o moverse
de alguna otra manera potencialmente detrimente.
 En una situación que requiere la inmediata e indiscutible incapacitación de una persona,
un disparo en la cabeza a través de una ventana de 7,5 cm (3’’) (sobre la mandíbula
superior hasta las cejas) por 12,5 cm (5’’) (los bordes exteriores de los ojos) es esencial.
Este área de 7,5x12,5 cm (3x5 pulgadas) es casi el mismo sin importar el ángulo entre el
frente de la persona y tú (desde la parte trasera y los lados, es aproximadamente del
mismo tamaño y está en el mismo nivel de la cabeza).
4.
4
Como práctica, reemplaza el blanco circular por uno con forma de domo de 28x18
cm (11x7 pulgadas) de tamaño y la cabeza con un blanco de 7,5x12,5 cm (3x5
pulgadas), lo cual te dará un objetivo más realista. Al contar tus puntos (para
comparar tus mejoras) o al competir, un tiro que rompa la línea de cualquier cavidad es
bueno. El tamaño del grupo no debería importar tanto como atinar un disparo
rápidamente. Por otro lado, al disparar a la cavidad craneana, solo deberías dar un tiro
garantizado (siempre debes tomar más tiempo al disparar un tiro a la cabeza que a la
cavidad torácica). Pero ten en cuenta lo siguiente: "recuerda tu peor día en el campo de
tiro, pues serás el doble de malo cuando estés en un verdadero tiroteo." Así que como
regla general un grupo del tamaño de una mano en la cavidad torácica es óptima.

Método 4
Fuego rápido
Muchas tipos de armas de uso interior en los campos de tiro no te permitirán
practicar ningún ejercicio de fuego rápido, por lo que deberás ir a practicar a otro
sitio. Hay dos grupos principales de armas y la manipulación de gatillos es
diferentes para ambos tipos.

1.
1
Las pistolas Glock y otras pistolas de doble acción constante (DAO), como las QA
Walthers, LEM, y CAD) tienen un activador que tiene un punto de reinicio después
de haber disparado el arma. Dispara una ronda a tu objetivo, ahora suelta lentamente el
gatillo hasta que escuches un clic y se reduzca la resistencia en el gatillo. En este punto
puedes apretar el gatillo otra vez. Esto no sólo te permite ser más preciso al hacer
disparos individuales (debido al tirón más corto del gatillo), pero una vez que tu dedo se
acostumbra al movimiento, es más fácil disparar el arma rápidamente.
2.
2
La mayoría de las otras pistolas (de simple acción (SA), de doble acción (DA), de
doble y simple acción (DA/SA)) son un poco más estándares. Tienes que soltar el
gatillo completamente antes de que se pueda disparar de nuevo. Las pistolas SA y DA/SA
serán más fáciles de usar para este ejercicio, ya que tendrán un gatillo más ligero de tirar
que sus contrapartes: las pistolas DA (o DAO).
3.

3
Después de jalar el gatillo. Lo primero es practicar (dentro de un rango cerrado entre 3,6
m y 7,2 m (4 y 8 yardas respectivamente)), dispara la pistola tan rápido como te sea
posible. Cuanto más rápido puedas apretar el gatillo, tendrás más opciones.
4.

4
El funcionamiento de una pistola es así: se dispara la bala, la corredera se desplaza
hacia atrás, la cáscara se expulsa mientras que la corredera se mueve hacia adelante, el
resto de la pistola (marco, barril, etc.) se eleva (esto se llama tirón de la boca del arma),
tan pronto como la corredera regresa a la batería (completamente hacia adelante), el
arma puede disparar de nuevo. Sin embargo, la corredera llega a su posición final antes
que la pistola haya regresado a su posición original en tus manos.
5.

5
Si aprietas el gatillo antes de que el arma esté en reposo en tus manos, el tiro será
más alto que la primera bala. Si esperas demasiado tiempo, el arma realmente se
recuperará por debajo de la posición original, y disparar durante esta etapa causará que la
bala acabe bajo tierra. Puedes esperar un poco más (pero de esa manera se elimina la
palabra "rápido" de este ejercicio), o, bien puedes medir el tiempo del disparo cuando el
arma está cayendo más allá de la posición de reposo.

 También puedes aumentar la velocidad del ciclo de la pistola en tus manos al cogerla más
firmemente (lo suficientemente firme como para disparar un solo tiro certero). Si haces
esto, el tiempo es más importante, pero te permite disparar más rápidamente.
 Ten en cuenta que cada pistola y cada calibre, tendrán una duración de ciclo totalmente
diferentes. Por lo tanto, lo mejor es practicar con unas cuantas armas. Si no coges el ritmo
adecuado, darle constantemente a un blanco, incluso a 5 metros, puede llegar a ser difícil.
 Si tus balas están golpeando alto después del primer tiro, intenta disparar un poco más
despacio. Como una alternativa, puedes tratar de apretar más firmemente la empuñadura
del arma. Si comienzas a disparar bajo, trata de hacerlo más rápido o afloja el agarre.
6.
6
Con un poco de práctica, encontrarás que puedes hacer grupos de 25 cm (10’’) a 30
cm (12’’) en 6,5 m (7 yardas). Una vez que seas capaz de hacer eso, o estés cerca,
puedes agregar otros ejercicios: es decir, disponer de dos o más blancos. Dispara cuatro
o cinco rondas en un objetivo, después pasa al blanco siguiente y así sucesivamente.
Esto combina uno de los ejercicios anteriormente mencionados de tiro rápido.

Método 5
Otros ejercicios
Hay otros ejercicios que puedes usar para perfeccionar tus habilidades. Hemos
establecido que en una situación intensa, no vas a hacer nada que no hayas
practicado. Los siguientes ejercicios te permiten practicar cosas que no son
estándar, lo que te dará más opciones durante un tiroteo u otra situación
estresante

1.
1
Este ejercicio se puede agregar antes que cualquier otra práctica. Está diseñado para
elevar tu ritmo cardíaco, y tal vez algo de adrenalina, lo que te dará un leve efecto de
visión túnel. Antes de practicar este ejercicio, con el arma seguramente enfundada, has
20 o más flexiones. Hazlo hasta que te sientas un poco acalorado y te comience a faltar el
aire. Salta y haz el ejercicio tan pronto como te sea posible. Notarás que apuntar al blanco
preciso es mucho más difícil, aunque en general apuntar con la vista veloz no marcará
una gran diferencia, por eso es tan importante familiarizarse con esta acción.
2.
2
La mayoría de las pistolas semiautomáticas no se disparará si la corredera de la
pistola no está en la posición de batería (completamente hacia adelante). Esto se
convierte en un problema si la pistola está apoyada en algo, o si la parte delantera de la
pistola está presionada en algo suave. Un ejercicio sencillo para cuidar tu arma de fuego
del enemigo cercano, es poner tu brazo de ayuda directamente delante de tu pecho,
doblado en un ángulo de 90 grados. De esta manera mantienes tu arma a salvo del
enemigo, mientras mantienes tu brazo de disparo abajo, cerca de tu cadera. Como
práctica: es bueno usar un objetivo alto en el que puedas inclinar tu brazo y disparar en
contra. (Asegúrate de que el objetivo sea suave, para que las balas no reboten y no se
astillen. También asegúrate de apuntar hacia adelante para que no te dispares en el
brazo). Practicar este ejercicio un par de veces es suficiente, sólo para tener la sensación.
3.

3
Cargar hacia tu oponente parece una idea tonta en la mayoría de los casos, pero si
el enemigo está recargando, o está distraído de alguna otra manera, puede ser de
gran ayuda (puedes capturarlo sorpresivamente o desarmarlo).Establece un objetivo
del tamaño del centro de un pecho (25 centímetros o más) entre 13,7 m (15 yardas) a
18,2 (20 yardas) de distancia. Corre hacia él, y cuando sientas que está lo
suficientemente cerca para darle al blanco mientras te mueves, desacelera y agáchate
con tus rodillas ligeramente dobladas (para mantener tu cuerpo superior listo) y disparar al
objetivo.

 Agrega diferentes cosas mientras corras: consigue un amigo que te indique cuándo debes
empezar a disparar (aleatoriamente). O empieza a correr al mismo tiempo que un amigo
comienza a recargar. Ten un amigo que grite y te avise cuando empezar a rodar y
disparar. Puede convertirse en una recarga vs. concurso de carreras de velocidad. (Esto
también te dará una idea de cuánto tiempo se tarda una recarga si necesitas acometer a
alguien).
 Si tu ubicación lo permite, párate a una distancia entre 13,7 m (15 yardas) a 18,2 (20
yardas) de tu objetivo. Haz que otra persona se sitúe por fuera del lado que apunta a un
objetivo diferente. La persona que está al lado tendrá un cartucho en la recámara y un
cargador vacío, con un cargador lleno de fácil acceso (por ejemplo, en una bolsa de
cargadores). Debes tener tu arma lista en la mano. La otra persona disparará, y tú
correrás hacia tu objetivo. Cuando esté lo suficientemente cerca como para obtener
buenos resultados, dispara, pues si la otra persona puede recargar y disparar al blanco
antes que tú, él gana. Lo mejor (por razones de seguridad) es que la otra persona apunte
y dispare un objetivo que se encuentre en una dirección diferente a la tuya, por lo que en
ningún momento una persona estará frente a frente con la otra persona.
 Además, puedes intentar recargar, mientras corres hacia tu objetivo, y luego dispararle al
blanco cuando hayas terminado (esta es la versión más avanzada de este ejercicio).

Consejos
 Es de suma importancia mejorar en el fuego rápido, practicar y equivocarse con el ritmo y
el agarre. Este es uno de esos ejercicios que es difícil de entrenar, pero que solo requiere
de práctica.

 Una filosofía de pensamiento es que nunca debes gastar todo el cargador, en su lugar,
realiza una "recarga táctica" antes de quedarte sin balas. Pero parece poco práctico
contar constantemente el número de rondas en el arma (especialmente durante un
tiroteo), por lo tanto, recarga antes de que tu cargador se acabe. Practicar ambas
recargas ,tácticas y de emergencia, te permitirá estar preparado para cualquier situación
que se presente.
 Mientras te entrenas para tener una disposición táctica o para la autodefensa, debes
pasar la mayor parte de las práctica en sacar el arma rápidamente y la vista veloz, en
lugar avistamientos de ritmo lento. Las distancias deben ser de 13,7 m (15 yardas) o
menos (a una distancia mayor, la vista veloz se vuelve poco fiable).
 Siguiente: aprende a mejorar al usar una pistola y asegúrate de elegir el arma y las balas
adecuadas (artículos complementarios).
 Mientras más practiques, más mejorarás.

 El fuego rápido no lo es todo. El fuego rápido controlado es el término correcto. A menos


que que estés a una mano de distancia de tu objetivo, debes ser capaz de balancear
velocidad y precisión.

 Siempre dale un mantenimiento correcto a tu pistola.

Advertencias
 Asegúrate de saber si es que se ha reducido el rango. Las balas pueden viajar por millas
o se pueden dirigir y rebotar en direcciones involuntarias.

 Una pistola puede causar lesiones graves o incluso la muerte. Asegúrate de siempre
apuntar tu pistola hacia una dirección segura y nunca hacia nada ni a nadie que no tengas
la intención de dispararle.

 Toda práctica se debe hacer en el campo de tiro, mientras se obedecen todas las reglas
de seguridad, o en un lugar legal y privado con un arma descargada. (Como una
alternativa puedes usar balas de plástico).

 Cualquier arma de fuego solo se debe disparar en un lugar seguro y legal. Mantente al
tanto de las leyes estatales y locales sobre el uso y el transporte de un arma de fuego, y
síguelos cuidadosamente. Las leyes varían drásticamente entre los estados y en algunos
de estos, cambian entre las provincias e incluso, las ciudades.

 Las pistolas rara vez son la mejor arma de elección para situaciones de combate. Los
rifles y las escopetas hacen mucho más daño que las pistolas. Estas son mejores para los
objetivos de 0 a 9 m (10 yardas), las escopetas son mejores para los objetivos entre 1,8 m
(2 yardas) y 46 m (50 yardas), y los rifles son mejores para los objetivos entre 3,6 m (4
yardas) y 920 m (1000 yardas)
 ¡Primero la seguridad! Las armas de fuego son muy peligrosas. Solo utiliza una pistola u
otra arma de fuego si eres un tirador experimentado o tienes a un tirador muy
experimentado supervisándote directamente.

El tiro de precisión con arma corta es una de las disciplinas más complejas en lo que a manejo de
armas de fuego se refiere. El tirador debe aprender a “parar” el arma tras cada disparo, a evitar y
controlar el gatillazo(arrastre del disparador), a disparar a ser posible con los dos ojos abiertos… y por
supuesto, a enfocar correctamente el alza y el punto de mira de su pistola o revólver en conjunción con
el blanco sobre el que pretendemos acertar.
Dominar toda esta técnica de tiro no se aprende de un día para otro y suele conllevar muchas horas de
entrenamiento y mucha munición gastada por el camino. Ahora bien, gracias a gráficos como este
elaborado por el James J. Rowley Training Center (JJRTC), perteneciente al Servicio Secreto
estadounidense, podemos ahorrarnos un buen trecho en nuestro camino hacia el deseado 10.

Como se aprecia en la citada imagen, existen 3 formas de apuntar con nuestra arma corta contra un
blanco de competición. 2 de ellas son incorrectas, y si las ejecutamos, seguramente nos llevarán a
cometer un error:

– 1ª forma incorrecta de apuntar: cuando el tirador centra y enfoca su visión únicamente en el


objetivo. En este caso, el blanco se aprecia perfectamente, distinguiendo los círculos concéntricos de la
puntuación. Sin embargo, los elementos de puntería se pierden por completo en una visión borrosa y
totalmente desenfocada.

– 2ª forma incorrecta de apuntar: cuando el tirador centra y enfoca su visión en el alza trasera de
su arma. En este caso, la que aparece completamente desenfocada es la diana, ya que los ojos del tirador
están centrados únicamente en enfocar los dos puntos del alza trasera-

Pero también existen una forma correcta de apuntar: cuando el tirador centra y enfoca su visión en
el punto de mira delantero, dejando a medio enfocar el alza trasera y la diana de fondo. De esta
forma, el tirador consigue “meter” o alinear en el mismo punto todos los elementos de puntería: las dos
miras (delantera y trasera) y el objetivo. Como se aprecia en la imagen, los puntos del alza trasera y la
diana se aprecian ligeramente borrosos, aunque visibles. Esta es la clave y el punto exacto al que hay que
llegar.

Como decimos, apuntar de forma correcta puede parecer a priori una tarea sencilla, aunque en realidad
no lo sea tanto. Se necesita practicar y sobre todo entrenar en seco para acostumbrar a nuestros ojos y a
nuestro cerebro a este tipo de enfoque, que es el que nos ayudará a conseguir grandes puntuaciones y
precisos disparos.

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