Professional Documents
Culture Documents
ISBN 978-84-611-4903-2
2006
Edita: Caja Rural Regional
http://www.ruralregional.com
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro, así como su tratamiento infor-
mático y/o la transmisión en cualquier medio sin el permiso expreso y por escrito del titular
del copyright.
I.S.B.N.: 978-84-611-4903-2
Depósito Legal: MU-2314-2006
1. ENERGÍA EÓLICA............................................................................................... 11
1.1. Introducción ................................................................................................. 11
1.2. El viento como recurso para la producción de electricidad ........................ 11
1.3. Antecedentes de la producción de electricidad de origen eólico ................ 13
1.4. Evolución de la potencia eólica instalada ................................................... 15
1.5. Localización de los parques eólicos ............................................................ 18
1.6. La industria eólica ........................................................................................ 19
1.7. La energía eólica y el medio ambiente ........................................................ 22
1.8. La energía eólica en la Política de Fomento de las Energías Renovables.. 24
1.9. Conclusiones ................................................................................................ 28
1.10. Bibliografía................................................................................................... 30
1.1. INTRODUCCIÓN
España es uno de los países del mundo que ha experimentado un mayor desarrollo
industrial y tecnológico en el sector eólico dedicado a la producción de electricidad. La
potencia instalada ha pasado de tener un carácter testimonial a comienzos de los años
noventa, con una capacidad que no llegaba al medio centenar de megavatios (MW), a una
cifra próxima a los cinco mil a mediados de 2003. En la actualidad España se sitúa en el
tercer lugar a nivel mundial en potencia instalada, detrás de Alemania y Estados Unidos.
Este desarrollo ha sido posible por la disponibilidad de zonas con estimable potencial eólico,
por las políticas de fomento de las energías renovables y por el interés despertado en las
empresas que trabajan en este sector. Según la Plataforma Empresarial Eólica, trescientas
compañías participan actualmente en la industria eólica española, dedicadas a la fabricación
de componentes y equipos, promoción y explotación, construcción y servicios, transporte
y distribución.
La Ley 54/1997, de 27 de noviembre, del Sector Eléctrico, en su artículo 27 define el
«Régimen Especial de la Producción Eléctrica», que incluye las energías renovables. Este
régimen regulador específico constituye un evidente apoyo público a las energías renovables,
siempre que cumplan unas condiciones mínimas en términos de eficiencia. Las ventajas de
estar acogido al régimen especial de producción son dos: garantía de venta de la energía
producida, al estar obligadas las compañías distribuidoras de la zona de referencia a adquirir
la producción de estas instalaciones, y en segundo lugar la percepción de una remuneración
adecuada por la energía producida.
Varios son los factores que explican la presencia constante de vientos en algunas zonas
de la Península Ibérica.
Galicia, por su situación geográfica, constituye una de las principales vías de entrada a
Europa de las profundas borrascas y sistemas frontales formados sobre el Océano Atlántico,
en el espacio frontera entre las masas de aire frío polar y las masas de aire cálido de origen
tropical. La existencia de fuertes gradientes de presión ligados a estas áreas depresionarias
generan fuertes vientos (Martí, 1998).
El viento es un elemento de particular importancia en el Valle del Ebro dada la fre-
cuencia con que se observa. Su encuadramiento entre dos macizos montañosos de con-
siderable altitud forma un pasillo de dirección casi obligada para el viento, que describe
una trayectoria noroeste-sureste o al contrario, recibiendo en cada caso la definición de
cierzo o bochorno. El viento sopla de forma continua e intensa en Zaragoza. Las calmas
suponen sólo un 13,5 % anual. La velocidad es particularmente alta durante el invierno y
la primavera (Hernández, 1990).
Tarifa es el enclave andaluz y de España que menos días de calma registra, tiene una
media anual en porcentaje de frecuencias de 2,7 % (Viedma, 1998). En Almería el viento
constituye uno de los factores climáticos más importantes de la provincia. El relieve Bé-
tico, debido a su configuración y orientación, canaliza los flujos aéreos, y estos tienden a
adaptarse al terreno buscando los puntos más bajos (Viedma, 1983).
Las energías renovables en la producción de electricidad en España 13
Uno de los rasgos desde el punto de vista climático que distingue a las Islas Canarias
es el dominio, casi constante, de un cinturón de altas presiones dinámicas que da lugar a
una persistencia de los vientos alisios. Estos vientos, procedentes del flanco oriental del
anticiclón de las Azores, poseen una gran regularidad anual, aunque con cierto predominio
en la estación de verano (Martínez
íínez de Pisón, 1987). La regularidad del régimen de los alisios
y el hecho de que en los lugares abiertos a estos vientos la frecuencia de las velocidades
comprendidas entre los 25 y 40 km/h se acerque al 50 %, junto a la poca frecuencia de
los superiores a 50 km/h y a que el recorrido medio del viento sea del orden de 20 km/h,
hace que estos lugares resulten idóneos para la utilización de la energía eólica (Font Tullot,
2000).
pequeña potencia. Por otro lado, el Programa Energético, fruto del convenio de la patronal
eléctrica UNESA con el Instituto Nacional de Industria (P.E.U.I.), posibilita el desarrollo de
otro modelo de aerogenerador de 24 kW; instalado en Alfabia (Mallorca) va a servir como
base del desarrollo de aerogeneradores de mayor potencia. En este contexto se construye en
1984 en El Ampurdán (Gerona) el primer parque eólico conectado a la red con cinco aero-
generadores de 24 kW. La instalación se realiza mediante colaboración entre la Generalitat
de Catalunya, la empresa eléctrica Empresa Nacional Hidroeléctrica Española Ribagorzana
y el PEUI (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, 1996).
Desde mediados de los años ochenta la tecnología eólica ha experimentado un enorme
progreso en España. Se ha evolucionado desde máquinas de potencia unitaria de decenas
de kilovatios, simples y con frecuencia de escasa fiabilidad, a aerogeneradores con una
potencia de 2.000 kW, es decir 2 megavatios (MW).
La tecnología ha permitido el desarrollo de máquinas de eje horizontal, tripalas, con
alta calidad de suministro eléctrico, bajo mantenimiento y vida operativa que supera los
veinte años. El diseño básico de los aerogeneradores que se fabrican en la actualidad ad-
mite modificaciones de altura de la torre y del diámetro de rotor, con el fin de optimizar el
rendimiento energético de un emplazamiento con recursos eólicos determinados.
Entre las mejoras para captar la energía del viento, en los últimos años se han intro-
ducido novedades como torres más altas, rotores más potentes, palas más resistentes y de
mayor envergadura, mejoras en la electrónica y mejor uso de los materiales compuestos.
La mejora más impresionante ha sido el aumento en tamaño y rendimiento de los aero-
generadores. En el futuro se fabricarán turbinas incluso más grandes destinadas a parques
eólicos marinos, que constituyen un mercado emergente de gran interés, debido a que
además de causar un menor impacto paisajístico, ofrecen la ventaja de vientos más fuertes
y predecibles que en tierra firme, aunque los costes de construcción son mayores (Instituto
para la Diversificación y Ahorro de la Energía, 2003). En la Conferencia Eólica Europea
celebrada en Madrid durante los días 16 a 19 de julio de 2003, J.L. García Ortega, respon-
sable de energía de Greenpeace España ha presentado el informe Viento en popa, donde
se plantea que un país que ha sabido empezar a sacarle partido al viento terrestre, debe
aprovechar el viento marino. Parte de un concepto de utilidad de la eólica marina como
fuente de energía para distintos vectores energéticos destinados a necesidades diferentes:
conversión industrial para inyección de corriente alterna en la red, electrólisis para produc-
ción de hidrógeno, y desalación de agua marina. Lo primero y fundamental que contempla
el plan es determinar los criterios para seleccionar los emplazamientos, para definir las
zonas adecuadas, y de este modo poder analizar el potencial energético disponible. En la
actualidad es posible ubicar aerogeneradores anclados a una profundidad de hasta treinta
metros, espacio ocupado por una franja costera más o menos amplia, pero muy sensible a
diferentes aspectos relacionados con los ecosistemas marinos, con la actividad de barcos
pesqueros y mercantes, y también con la visibilidad de las instalaciones desde la costa. Por
ello hay que comenzar estableciendo unos criterios de selección de emplazamientos que
tengan en cuenta adecuadamente criterios biológicos, de tráfico marino y aspectos turísti-
cos, entre otros. Viento en popa adelanta los criterios de especial interés para Greenpeace,
ya que el de mayor velocidad del viento no debe ser el único a la hora de definir posibles
emplazamientos de parques eólicos. Aparte del factor energético hay otros que también se
relacionan con el medio ambiente y los aspectos sociales: profundidad, fondos, presencia
de especies sensibles o amenazadas, interacción con otras actividades (caladeros utilizados
por pesca artesanal) y tráfico marítimo.
Viento en popa realiza una primera estimación de potencial eólico marino en España,
que sintetizado comprende: muelles y diques portuarios existentes (500 MW), País Vasco,
Las energías renovables en la producción de electricidad en España 15
Cantabria, Asturias y Galicia (500 MW), Golfo de Cádiz (10.000 MW), Costa mediterrá-
nea (7.500-15.000 MW) e Islas Canarias (varios cientos de MW). Serán precisos análisis
más detallados con sus correspondientes mediciones para determinar las zonas con más
precisión.
Viento en popa es sólo una primera reflexión que expone el punto de vista de Green-
peace sobre esta tecnología, y que tiene como objetivo mostrar la necesidad del estudio
especializado, de la información y del consenso social. Serán precisas unas etapas que
incluyan los siguientes aspectos: estudio del potencial eólico a diferentes profundidades a
lo largo de todas las costas españolas, establecimiento de normas ambientales para futuros
parques eólicos marinos, valorización ambiental de los posibles emplazamientos, criterios
técnico-económicos de construcción de parques, esquemas de retorno ambiental, retorno
y participación social, programa de desarrollo eólico marino, parques eólicos marinos de
demostración, y ensayos de producción de hidrógeno con electricidad eólica. Un plan de
esta envergadura sólo será posible si existe la voluntad política para su desarrollo (García,
2003).
El septiembre de 2003 se presenta el proyecto del primer parque eólico español, loca-
lizado en la costa de Cádiz, a unos 18 Km. del cabo de Trafalgar, entre Barbate y Conil, y
con una potencia prevista de 1.000 MW. El proyecto, que incluye la instalación de jaulas de
acuicultura en la base de los aerogeneradores, ha sido bien acogido por las organizaciones
ecologistas, pero no por las autoridades locales y los pescadores. Los representantes de la
flota de Barbate y Conil han mostrado un rechazo radical al proyecto por entender que pone
en riesgo la pesca artesanal y afectaría también a las rutas migratorias de los atunes que
pasan por el Estrecho. El impacto visual y la resistencia de los pescadores son dos de las
razones expuestas por el alcalde de Barbate para rechazar el proyecto. J. L. García Ortega
(Greenpeace) manifiesta que «estaremos a favor del proyecto si se garantiza resolver los
impactos visuales, no genera perturbaciones en las rutas migratorias de aves en el Estre-
cho, no afecta a los caladeros de pesca litoral, y asegura la evacuación de la electricidad
generada sin problemas» (Bolaños, 2003).
En España, al margen de los molinos que aprovechaban la energía eólica con fines me-
cánicos desde inicios de la Edad Media, y que conocieron un gran auge a finales del siglo
XIX y primer tercio del siglo XX, la utilización de aerogeneradores para la producción
de electricidad se inició en 1978 con la instalación de un prototipo de 100 kW en Tarifa
(Cádiz).
Desde entonces, el esfuerzo realizado por el sector eléctrico en proyectos de investi-
gación y demostración ha dado lugar a un notable desarrollo del aprovechamiento de la
energía eólica para la producción de electricidad. España se sitúa entre los países que más
han potenciado esta forma de energía, hasta el punto que en la actualidad ocupa el tercer
puesto a nivel mundial, sólo superado por Alemania y Estados Unidos.
En España el crecimiento de la potencia y producción de energía eólica durante los
años noventa ha sido espectacular. En el período comprendido entre los años 1990 y 2002
se ha pasado de una potencia instalada de 2 a 4.526 MW, y de una producción de 186.000
kW a 9.594 gigavatios (GWh). Esta aportación, en 2002, supone el 4 % de la electricidad
demandada en la España Peninsular y el 5 % en las Islas Canarias (cuadro 1).
16 Cayetano Espejo Marín
Cuadro 1
EVOLUCIÓN DE LA POTENCIA EÓLICA INSTALADA, PRODUCCIÓN Y
APORTACIÓN A LA DEMANDA DE ELECTRICIDAD. 1990-2002
1990 2 2 0 0
1991 7 3 0 0
1992 33 17 0 0
1993 34 85 0 0
1994 39 78 0 0
1995 89 181 0 0
1996 181 374 0 1
1997 361 697 0 2
1998 838 1.354 1 2
1999 1.521 2.696 1 4
2000 2.202 4.699 2 4
2001 2.844 6.931 3 5
2002 4.526 9.594 4 5
Fuente: Comisión Nacional de Energía y Red Eléctrica de España.
Este extraordinario desarrollo de la energía eólica se explica por tres razones: por una
parte, la disponibilidad de amplias zonas con potencial eólico estimable (en función de
las velocidades, frecuencias y direcciones de los vientos), por otra por la legislación a
nivel nacional, con políticas
ííticas de apoyo decidido al recurso eólico, y por último, y quizás
el estímulo más importante, por las políticas
ííticas regionales de desarrollo impulsadas por las
Comunidades Autónomas, como es el caso de Galicia, Navarra o Aragón que han recibido
un impulso crucial desde los gobiernos autonómicos.
Por tanto, el desarrollo de la energía eólica no ha afectado de igual modo a todas las
Comunidades Autónomas (cuadro 2). Durante el período comprendido entre los años
1998 y 2002 se han producido dos hechos reseñables. Por un lado, la incorporación de
cuatro regiones a la producción de este tipo de electricidad: Comunidad Valenciana, País
Vasco, La Rioja y Asturias. Por otra parte, se ha dado un crecimiento espectacular en la
mayoría de las que ya contaban con parques eólicos en 1998. Llama la atención los casos
de Castilla-La Mancha, que en 1998 aún no ha puesto en funcionamiento parques eólicos,
y Castilla y León, que apenas dispone de 29 MW, en cambio en 2002 cada región cuenta
con una potencia instalada próxima a los 600 MW. Galicia ha sextuplicado la capacidad
en este breve período de tiempo, lo que le ha permitido continuar manteniendo un papel
hegemónico entre las regiones que producen electricidad de origen eólico en España.
Parecido comportamiento han tenido las comunidades del Valle del Ebro. Navarra, la
región con más potencia en 1998, ha triplicado el volumen de la misma, y por tanto
Las energías renovables en la producción de electricidad en España 17
Cuadro 2
POTENCIA EÓLICA INSTALADA EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS.
1998-2002. (MW).
Cuadro 3
POTENCIA EÓLICA INSTALADA EN LOS PAÍSES DE LA UNIÓN EUROPEA
(MW)
2001 2002 jun-03 % TOTAL
ALEMANIA 8.754 10.650 12.836 52,13
ESPAÑA 3.350 4.079 5.060 20,55
DINAMARCA 2.417 2.515 2.916 11,84
PAISES BAJOS 493 563 803 3,26
ITALIA 697 755 800 3,25
REINO UNIDO 474 530 586 2,38
SUECIA 290 304 364 1,48
GRECIA 272 276 354 1,44
FRANCIA 78 131 220 0,89
AUSTRIA 94 100 219 0,89
PORTUGAL 125 171 217 0,88
IRLANDA 125 125 137 0,56
BÉLGICA 31 31 56 0,23
FINLANDIA 39 39 41 0,17
LUXEMBURGO 15 15 16 0,06
TOTAL 17.254 20.284 24.625 100
Fuente: The European Wind Energy Association.
Las regiones con presencia de vientos frecuentes son las primeras que han instalado
parques eólicos, localizados dentro de su ámbito territorial en los lugares en los que las
mediciones han permitido conocer la viabilidad de la instalación de aerogeneradores. Todas
ellas se encuentran dentro de las zonas de España relacionados por J. Olcina Cantos (1994)
y señaladas en la introducción de este artículo.
A 31 de diciembre de 2002, tal y como se expone en el cuadro 2, Galicia es la Co-
munidad Autónoma que dispone de mayor potencia eólica instalada, más de un millar de
MW, que suponen el 23,8 % del total nacional. El Gobierno Gallego con el Plan Eólico de
Galicia pretende alcanzar en 2010 una capacidad de 4.000 MW, aproximadamente el 55 %
de la demanda de electricidad prevista. Detrás se sitúan Aragón (19,7 %) y Navarra (15,2
%). En Navarra ha sido y es fundamental el papel de la empresa Energía Hidroeléctrica de
Navarra, que se ha convertido en uno de los promotores eólicos más importantes a nivel
mundial. Castilla-La Mancha junto con Castilla y León cuentan con una cifra de MW en
funcionamiento que les permite a cada una de estas regiones una aportación en torno al 13
Las energías renovables en la producción de electricidad en España 19
El desarrollo inicial de la industria eólica se debe a pequeñas empresas que hacían sus
propios diseños de aerogeneradores y compraban en el mercado los distintos componentes,
para ensamblarlos primero en naves de montaje y posteriormente en talleres más especia-
lizados. Se fueron desarrollando así lazos de colaboración entre diseñadores y fabricantes
de componentes, a la vez que se incrementaba el volumen de trabajo de éstos últimos, que
también eran pequeñas empresas. Poco a poco algunos fabricantes fueron especializándose
o creando algún taller con dedicación mayoritaria a la industria eólica. En España se ha
ido configurando una industria de aerogeneradores cada vez más potente, que se mueve en
un mercado internacional de creciente competitividad. Estas empresas han evolucionado al
ritmo de la potencia instalada en energía eólica (Menéndez, 2001).
El sector industrial eólico español es líder a nivel mundial. Todas las compañías más
importantes tienen plantas en nuestro país, y además ocupa el tercer puesto en el mundo
por capacidad instalada. Existe un mercado exterior incipiente y con alto potencial que es
un objetivo claro para las empresas españolas.
En el año 2000 este sector cuenta con 17.000 empleados, 5.000 directos y 12.000
indirectos, y está prevista la creación de más de 35.000 puestos de trabajo para 2010. El
sector de energía eólica español es intensivo en I+D con una inversión muy superior a la
media española. Su innovación está enfocada en los sectores denominados clave en el Plan
Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica del Ministerio
de Ciencia y Tecnología.
Según la Plataforma Empresarial Eólica, más de 300 empresas participan actualmente
en la industria eólica española. A continuación se relaciona el número total según sectores
de actividad y las principales por orden alfabético:
— Empresas con diseños propios, que proceden del primer período de desarrollo au-
tóctono y han avanzado a partir de su propio esfuerzo tecnológico, es el caso de
Ecotècnia y MADE.
— Empresas con origen tecnológico en otros países europeos que tienen diferentes es-
quemas de implantación en España. Entre ellas destacan Gamesa Eólica, perteneciente
a un grupo industrial autóctono, que se desarrolla a partir de tecnología danesa de
Vestas, conectada con el grupo energético Iberdrola. Otras empresas significativas
son Izar-Bonus, Neg-Micom y Nordex.
Cuadro 4
DISTRIBUCIÓN POR FABRICANTES DE LA POTENCIA INSTALADA
EN PARQUES EÓLICOS DE ESPAÑA A 31 DE DICIEMBRE DE 2002
venta e instalación de turbinas eólicas, con una cuota de mercado acumulada del 54 %
a finales de 2002.
Esta sociedad cuenta con amplia capacidad propia de diseño y desarrollo tecnológico
de aerogeneradores. Ofrece una amplia gama de productos con potencias comprendidas
entre los 660 kW y los 2 MW. La comercialización, instalación y mantenimiento de estos
equipos los realiza a escala mundial. Cuenta con delegaciones comerciales en Francia,
Italia, Grecia, Portugal y Brasil, y con próxima apertura en Estados Unidos y Alemania.
Esta red comercial se completa con acuerdos de colaboración con empresas de primer nivel
en países como Australia y Japón. Su departamento de I+D está formado por más de 150
personas dedicadas a diseñar y desarrollar nuevos aerogeneradores; identificar, especificar
y desarrollar proyectos de innovación tecnológica de productos y procesos productivos;
y a proporcionar el soporte técnico necesario a las diferentes actividades de fabricación,
instalación y servicio que lleva a cabo la empresa. A esta capacidad de diseño tecnológi-
co propia se une una capacidad productiva integral. Gamesa Eólica diseña y fabrica sus
propias palas, moldes para la fabricación de palas, raíces de pala, multiplicadoras y torres,
además de realizar el ensamblaje del aerogenerador. Cuenta con 12 centros de producción
en España. Esta amplia capacidad industrial le permite controlar íntegramente el proceso
de producción, desde el diseño a la fabricación de los distintos componentes críticos
ííticos del
aerogenerador.
Gamesa Eólica es capaz de ofrecer el suministro completo del parque eólico en su moda-
lidad «llave en mano». Realiza el suministro, montaje y puesta en marcha de los aerogene-
radores y equipos asociados, mientras que Gamesa Energía íía Servicios (sociedad participada
en su totalidad por Gamesa) realiza la obra civil, conexiones eléctricas, subestación y líneas
de alta tensión. Esta compañía, entre los años 1997 y 2001, ha pasado de una facturación
de 66,45 a 470,34 millones de euros, y una plantilla de 214 a 1.114 empleados.
MADE Tecnologías Renovables. inició su trayectoria en 1940 como fabricante de
componentes para la electrificación. En la actualidad cuenta con una experiencia de
veinte años en el campo de las energías renovables. Esta empresa forma parte del gru-
po Endesa, encontrándose su accionariado en manos de Endesa Diversificación en su
totalidad. Su actividad se centra hoy en día en el diseño y fabricación de aerogenera-
dores y colectores solares. Cuenta con dos centros de trabajo: la fábrica de Medina del
Campo (Valladolid), con una plantilla de 70 personas, y las oficinas de Madrid donde
se concentra gran parte del desarrollo eólico, en sus facetas comercial, y de investi-
gación y desarrollo. Dispone de cuatro aerogeneradores con potencias comprendidas
entre 660 kW y 2 MW.
La ejecución de parques eólicos en la modalidad «llave en mano» es uno de los pro-
ductos/servicios que MADE puede facilitar a sus clientes, con la intención de simplificar
y optimizar la gestión que éstos llevan a cabo en su intención de construir una instalación
de este tipo. La empresa se responsabiliza de toda la gestión de compras, planificación,
construcción, montaje y puesta en marcha de la totalidad de elementos que integran la
instalación.
Ecotècnia Societat Cooperativa se funda en 1981. Desde el principio su actividad ha
estado exclusivamente orientada al desarrollo de aplicaciones de las energías renovables.
Desde abril de 1999 Ecotècnia está integrada en Mondragón Corporación Cooperativa. En
la actualidad se centra preferentemente en el diseño y fabricación de aerogeneradores de
elevada potencia y en la promoción, construcción y mantenimiento de parques eólicos. Sus
centros de producción se localizan en Buñuel (Navarra) y As Somozas (La Coruña) para la
fabricación eólica y cuenta con una planta en Zamora dedicada a la fabricación de torres
para aerogeneradores. La gama de aerogeneradores comprende modelos con una potencia
22 Cayetano Espejo Marín
que va desde 640 a 1.670 kW. En 2001 cuenta con una plantilla de 260 empleados y una
facturación que asciende a 6,32 millones de euros.
En España los agentes regionales fomentan el desarrollo industrial en sus áreas de
influencia a partir de la idea de que se utilizan recursos energéticos autóctonos y las im-
plantaciones de parques ocupan terrenos, también propios, y agreden (si es el caso) a su
entorno. En este contexto, las industrias de fabricación de componentes se están desarro-
llando en nuestro país con una cierta tendencia a ubicarse en las mismas regiones en las
que se instalan los parques eólicos. Esto tiene un aspecto positivo dado que en la mayoría
de estas regiones el entramado industrial es de baja densidad, con lo cual se crea empleo en
zonas que lo necesitan. Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía y Aragón
son un ejemplo de este planteamiento (Menéndez, 2001). Galicia ha sido la región que más
ha insistido en este aspecto, ya que se ha solicitado a los promotores de parque eólicos un
plan industrial paralelo al desarrollo eólico. De hecho, el Plan Eólico de Galicia, que tiene
como objetivo la instalación de unos 4.000 MW de potencia, contempla además la creación
de 2.100 empleos, distribuidos en fábricas de componentes (600), industria auxiliar (400),
construcción de parques y líneas eléctricas (500), servicios de ingeniería y promoción (400),
y mantenimiento de parques (200).
La energía eólica es una opción limpia, pero la instalación de un parque eólico genera
un impacto ambiental que es preciso evaluar de acuerdo con las condiciones del entorno,
tanto ffísico como social, con el fin de introducir las medidas correctoras oportunas. Existe
un amplio consenso en nuestra sociedad sobre la coexistencia de las instalaciones eólicas
y los entornos en los que se asientan, si bien se producen determinados impactos derivados
del aprovechamiento de la energía eólica que no se deben obviar.
En la publicación La energíaíía elééctrica y el medio ambiente, editada por UNESA (Aso-
ciación Española de la Industria Eléctrica) en 2001, se relacionan los impactos de la energía
eólica sobre el medio ambiente:
La incidencia de los aerogeneradores sobre las aves no es tan simple como se ha descrito.
Una gran parte de las instalaciones eólicas se ubican siguiendo las líneas
ííneas de cumbres, que son
empleadas por las aves para remontar su vuelo, aprovechando las corrientes termodinámicas
que generan. Cuando bajo la instalación no se produce un descenso suave, en forma de talud,
sino que se abre un cantil abrupto, la instalación se vuelve barrera infranqueable e invisible a
las aves que, como mucho, identifican los mástiles pero no las palas de los aerogeneradores.
Todo esto depende también mucho de las especies. En el caso de las migratorias, que su
recorrido nunca es exactamente el mismo, unos cientos de metros de alejamiento de su ruta
les puede salvar la vida, aunque ello no quita que al año siguiente, en su desplazamiento
migratorio, puedan colisionar allí donde no lo hicieron el anterior. Una situación distinta se
da con las aves sedentarias, que nidifican en las sierras donde se instalan los parques eólicos
y deben atravesarlos varias veces al día. Entre las aves más afectadas, una gran parte de
ellas protegidas, están las esteparias de gran porte (avutardas y sisones), rapaces rupícolas
(águila real, águila perdicera y halcón peregrino), las planeadoras (cigüeña, milano, águila
calzada, buitres en general) y todas aquellas de actividad vespertina o nocturna, para las
que las palas son indetectables. A esta conclusión se ha llegado gracias a la realización de
informes sobre la mortandad de aves en parques eólicos. Un análisis crítico íítico de cuatro de
estos informes está disponible en Internet: www.iberica2000.org/Es/articulo.asp?Id=113
www.iberica2000.org/Es/articulo.asp?Id=1136.
Dos de éstos analizan ámbitos territoriales españoles con destacada presencia de parques
eólicos: Incidencia de las plantas de aerogeneradores sobre la avifauna en la comarca del
Campo de Gibraltar, realizado por Luis Barrios, de la Sociedad Española de Ornitología
en junio de 1995, por encargo de la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía,
y cuyas conclusiones están publicadas en : www.iberica2000.org/Es/Articulo.asp?Id=67
www.iberica2000.org/Es/Articulo.asp?Id=675.
Jesús Mª Lekuona redacta en abril de 2001, para la Dirección General de Medio Ambiente
del Gobierno de Navarra, el documento Uso del espacio por la avifauna y control de la
mortalidad de aves y murciélagos en los parques eólicos de Navarra durante un ciclo anual,
y cuya consulta es posible en www.iberica2000.org/documents/EOLICA/LEKUONA_RE-
PORT.pdf. Además de las abundantes conclusiones que aporta, incluye las recomendaciones
PORT.pd
a tener en cuenta con el fin de disminuir la mortalidad real de la avifauna y las numerosas
situaciones de riesgo que se han detectado durante todo el periodo de estudio, junto con la
necesidad de plantear un protocolo de trabajo que afecte a las nuevas instalaciones eólicas
que se vayan a instalar en la Comunidad Foral de Navarra.
24 Cayetano Espejo Marín
Las razones para el fomento desde los poderes públicos de las energías renovables tienen
su origen en la problemática provocada por las emisiones contaminantes en el Planeta que
puede ser grave a medio plazo. De ahí que los países desarrollados deben afrontar políticas
í
íticas
de ahorro y eficiencia energética, y de fuerte impulso de las energías renovables, así como
dinámicas de transferencia tecnológica a los países menos desarrollados, de manera que
su crecimiento económico se sustente en modelos energéticos menos agresivos para el
ecosistema (Fernández de Salamanca, 2001).
El impulso más significativo y la concienciación general sobre la problemática de las
emisiones contaminantes comienza con la celebración de la Cumbre de la Tierra en la re-
unión de 106 países en Río de Janeiro en el año 1992. Uno de los logros más llamativos de
la Cumbre corresponde a la Convención Marco sobre Cambio Climático, que compromete
a la comunidad internacional con un objetivo ambicioso pero crucial: llevar la estabilidad
a la atmósfera global.
La Cumbre de Kioto sobre el Clima, celebrada en diciembre de 1997, ha precisado que
Europa deberá reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 8 % entre los años
2008 y 2012, mientras que Estados Unidos lo hará en un 7 % y Japón un 6 %.
Por ello resulta evidente que tanto Europa como el conjunto de los países desarrollados
económicamente, como principales responsables de la contaminación que padece el Planeta,
tendrán que hacer un esfuerzo importante en la implantación de energías limpias, todo ello
sin olvidar los programas de ahorro y eficiencia energética.
El Libro Blanco de la Comisión de las Comunidades Europeas Energía íía para el Futuro:
Fuentes de Energía íía Renovables propone una campaña de despegue real de las energías
renovables para obtener una penetración a gran escala y avanzar hacia el objetivo ambicio-
so, pero realista, de incrementar la contribución de las fuentes de energía renovable en el
consumo bruto de energía interior de la Unión Europea hasta el 12 % antes del año 2010.
Este objetivo global implica que los Estados miembros tienen que fomentar el aumento
de las mismas de acuerdo con su propio potencial. En el Libro Blanco de la Comisión de
las Comunidades Europeas se enumeran los motivos por los que es necesario fomentar
activamente las energías renovables:
Cuadro 5
PLAN DE FOMENTO DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES EN ESPAÑA
OBJETIVOS EÓLICOS DE POTENCIA POR COMUNIDAD AUTÓNOMA. (MW)
estimaciones de potencia de energía eólica superan las previstas por el Plan de Fomento
de las Energías Renovables. La previsión de producción de electricidad con energía eólica
en 2011 es de una potencia de 13.000 MW y una producción de 28.600 GWh.
Debido al gran desarrollo de la energía eólica desde la aprobación del Plan de Fomento
de Energías Renovables, en este Documento, aprobado a finales de 2002, se recopila como
la mayoría de las Comunidades Autónomas han solicitado a Red Eléctrica de España la
realización de estudios a la red de transporte de 400 y 200 KW, para energía eléctrica de
fuente eólica procedente de redes de tensiones inferiores.
La potencia eólica prevista por las Comunidades Autónomas peninsulares en el año
2011 suma 30.025 MW (cuadro 6). Red Eléctrica de España había recibido hasta marzo
de 2002 solicitudes de acceso a la red de transporte de parques eólicos para una potencia
instalada superior a 40.000 MW.
Cuadro 6
POTENCIA INSTALADA EÓLICA PREVISTA POR COMUNIDADES
AUTÓNOMAS PENINSULARES. AÑO 2011. (MW)
— Los costes relativos a estudios que potencien las energías renovables, tales como la
preparación de estrategias sectoriales y de mercado, elaboración de normas y siste-
mas de certificación, análisis comparativos o estudios de repercusión en el medio
ambiente.
— Las acciones específicas que faciliten la penetración en el mercado de dichas fuentes
de energía, prestando asesoramiento para la preparación y presentación de proyectos,
así como para su aplicación.
— Las medidas de control, destinadas en general, a prestar apoyo a las iniciativas de
aplicación del plan de acción, evaluando la repercusión y la relación coste-eficacia
de las acciones y medidas adoptadas con arreglo al programa Altener.
1.9. CONCLUSIONES
Desde mediados de los años noventa España ha apostado por la energía eólica y se
ha convertido en una potencia mundial en el aprovechamiento de esta fuente energética.
Ello ha sido posible gracias a la política
íítica de apoyo de las administraciones y al desarrollo
espectacular de las industrias españolas que se dedican a este sector. Según la Plataforma
Empresarial Eólica, el sector eólico invierte en investigación y desarrollo el 11 % del valor
añadido bruto de las empresas, porcentaje muy por encima de sectores considerados punteros
como el electrónico, el químico y el informático, que se sitúan entre el 3% y 6 %.
La implantación de parques eólicos en áreas rurales con escaso desarrollo económico
supone una gran fuente de ingresos para los municipios. Los ayuntamientos los obtienen de
las licencias de obras, impuesto de actividades económicas y de la renta percibida cuando
los aerogeneradores se instalan en terrenos de propiedad municipal. La cantidad percibida
en concepto de alquiler del suelo se sitúa alrededor de los 2.000 euros al año por cada aero-
generador. Los habitantes de estos territorios, además de alquilar sus tierras a las empresas
con este fin, pueden encontrar empleo durante el tiempo que dura la construcción y que,
dada la envergadura de muchos de ellos, se suele prolongar durante varios meses. El caso
del municipio de La Muela, en la provincia de Zaragoza, es significativo ya que cuenta con
500 aerogeneradores, la mitad de ellos asentados en suelo de titularidad municipal.
Mientras que desde algunos sectores se cuestiona este modelo energético de desarrollo
de las energías renovables, debido a las subvenciones que perciben, ecologistas, sindica-
tos y la patronal de este sector tienen una opinión distinta. Para Greenpeace la prima hay
que entenderla como un incentivo, no como una subvención, es un reconocimiento a los
Las energías renovables en la producción de electricidad en España 29
beneficios ambientales. En vez de penalizar las energías contaminantes, las que parten de
los combustibles fósiles, y no reflejan en su precio los considerados costes ambientales,
lo que contaminan, se decide otro sistema: incentivar las limpias. Según la Asociación de
Energías Renovables, con frecuencia se afirma que estas energías son muy caras para des-
calificarlas como opción energética, pero esta opinión no es cierta debido a que las energías
renovables incorporan en su retribución todos los costes en que incurren, mientras que las
energías convencionales han externalizado la mayor parte de sus costes. ¿Qué quiere decir
esto? Que cuando el sistema eléctrico español paga un kWh renovable a una determinada
cantidad, en la misma están recogidos todos los costes que ha originado su producción. Sin
embargo, cuando el sistema para un kWh convencional a una cantidad inferior —que lleva
a la conclusión de que estos son más baratos— en realidad la producción de los mismos
ha incurrido en otros muchos gastos que la sociedad pagará no como usuario de la electri-
cidad sino con impuestos como contribuyente. Son costes ambientales no internalizados,
son subvenciones directas e indirectas, ayudas históricas como las que otorgaba el marco
legal y estable, los costes de transición a la competencia y otras cantidades que no están
en el precio de esos kilovatios convencionales.
En febrero de 2002 Comisiones Obreras, Unión General de Trabajadores, Ecologistas
en Acción, Greenpeace España y ADENA-WWF rechazan las declaraciones de la Comisión
Nacional de Energía (CNE) contrarias a mantener las bonificaciones a la energía eólica. El
carácter autónomo de este tipo de energía, su contribución a la reducción de las emisiones
de gases de efecto invernadero y el grado de desarrollo tecnológico alcanzado, según estas
organizaciones no justifican el freno que se pretende poner a su desarrollo. Por este mo-
tivo, solicitan a la CNE que aclare su posición al respecto y realice un informe sobre las
ayudas que perciben las distintas fuentes de energía, la demanda de energía eléctrica y gas
natural, las emisiones de gases de efecto invernadero de cada uno de ellas y los requisitos
necesarios para cumplir el Protocolo de Kioto.
La CNE publica en mazo de 2002 el documento Nota en relación a las cuestiones
planteadas por CC.OO., UGT, Ecologistas en Acción, Greenpeace España y WWF/ADE-
NA, relacionadas con la CNE, la energía eólica y otras energías. En el resumen se reitera
que la CNE ha de contemplar a las energías renovables, al igual que al resto de energías
y actividades, bajo el fin básico de la Ley 54/1997, cuyos objetivos son garantizar tanto el
suministro eléctrico como la calidad de su consumo y que se realice al menor coste posible,
sin olvidar la protección del medio ambiente.
Concluye el resumen señalando que «por ello, a las energías renovables que llevan
inherentemente asociadas una eficiencia medioambiental positiva, debe permitírsele desde
la regulación el desarrollo de unas prestaciones eléctricas más eficientes que las que hasta
el momento tienen, para que contribuyan a una mayor garantía y calidad de suministro con
el menor coste posible. El mecanismo propuesto por la Comisión para compatibilizar estos
objetivos y alcanzar esas prestaciones eléctricas, es incentivar económicamente el acceso
voluntario de las energías renovables al mercado de electricidad, teniendo en cuenta los
avances tecnológicos recientes y las características especiales de estos medios de produc-
ción» (Comisión Nacional de Energía, 2002).
Por tanto, el desarrollo de la energía eólica en España no parece que se vaya a detener
por varias razones: la existencia de un potencial significativo; la simplicidad a la hora de su
implantación, ya que se trata de instalaciones modulares con equipos iguales y poca obra
civil asociada; las posibilidades que ofrece de mejora técnica, aumento de potencia unitaria
y reducción significativa de costes; por su reducido impacto ambiental en comparación con
otras tecnologías de producción de energía eléctrica; y sobre todo por el importante apoyo
político, tanto estatal como de la mayoría de las Comunidades Autónomas.
30 Cayetano Espejo Marín
1.10. BIBLIOGRAFÍA
2.1. INTRODUCCIÓN
La energía solar constituye la principal fuente de vida en la Tierra, ya que dirige los
ciclos biofísicos y geofísicos, y químicos que mantienen la vida en el planeta, los ciclos del
oxígeno, del agua, del carbono y del clima. La energía del Sol es la que induce el movi-
miento del viento y del agua, y el crecimiento de las plantas, por ello la energía solar es el
origen de la mayoría de las fuentes de energía renovables: eólica, hidroeléctrica, biomasa,
de las olas y corrientes marinas, además de la propia solar.
La energía solar se puede aprovechar pasivamente, sin ningún dispositivo o aparato in-
termedio, mediante la adecuada ubicación, diseño y orientación de los edificios, empleando
correctamente las propiedades de los materiales y elementos arquitectónicos de los mismos:
aislamientos, tipos de cubierta, protecciones, etc. Mediante la aplicación de criterios de
arquitectura bioclimática se puede reducir significativamente, e incluso eliminar la nece-
sidad de climatizar (calentar o enfriar) los edificios, así como la necesidad de iluminarlos
durante el día. Estas prácticas contrastan con la tendencia que se observa en España desde
hace años a instalar aparatos de climatización (aire acondicionado) que consumen una gran
cantidad de energía (Greenpeace, 2003).
También se puede aprovechar activamente mediante dos vías: la térmica, que transforma
la energía procedente del sol en energía calorífica, y la fotovoltaica, que convierte directa-
mente la energía solar en energía eléctrica gracias al efecto fotovoltaico.
Los sistemas de aprovechamiento de la energía solar basados en la vía térmica pueden
ser de baja, media y alta temperatura. Los de baja temperatura se emplean sobre todo para
calefacción, climatización de locales, producción de agua caliente sanitaria, etc. Los de
media y alta temperatura pueden ser aprovechados para la producción de energía eléctrica,
mediante las llamadas centrales de torre o mediante colectores cilindro-parabólicos. En estas
instalaciones se calienta el fluido que transporta el calor y genera electricidad mediante una
turbina y un alternador. En España funcionan desde comienzos de los años ochenta tres
centrales termosolares en la denominada Plataforma Solar Almería, y suman una potencia
de 2,2 megavatios (MW).
Los sistemas fotovoltaicos consisten en un conjunto de elementos, denominados célu-
las solares o células fotovoltaicas, dispuestos en paneles, que transforman directamente la
energía solar en energía eléctrica. La luz solar transporta energía en forma de un flujo de
fotones, éstos cuando inciden en determinado tipo de materiales bajo ciertas condiciones,
provocan una corriente eléctrica. Es lo que se denomina efecto fotovoltaico. Las células
solares son pequeños elementos fabricados de un material semiconductor cristalino «dopa-
do», es decir al que han sido adicionados determinados tipos de impurezas. Cuando inciden
en ellos la radiación solar, convierten la energía lumínica de ésta en energía eléctrica por
efecto fotovoltaico. Normalmente, una célula fotovoltaica está formada por dos láminas
muy delgadas de materiales semiconductores que se superponen: la primera de ellas es un
cristal de silicio con impurezas de fósforo, y la segunda, un cristal de silicio con impurezas
de boro. Cuando el sol ilumina la célula, la energía de la radiación luminosa provoca una
corriente eléctrica en el interior de la misma, generando una fuerza electromotriz entre dos
electrodos adosados, respectivamente a cada capa de la célula (Unesa, 1998).
El material usado y la tecnología necesaria para la fabricación de una célula solar se
asemeja a la usada para hacer chip de los ordenadores. Por eso la fabricación de células
solares se considera de alta tecnología. El gran reto es hacer barata esta alta tecnología.
Hoy en día las células solares producen electricidad a un coste unas cinco veces mayor
que el que paga habitualmente a la eléctrica un usuario normal en un país desarrollado
(Luque, 2003).
Las condiciones de funcionamiento de un módulo fotovoltaico dependen de variables
como la radiación solar y la temperatura de funcionamiento, por ello para la medida y
comparación correcta de los diferentes módulos fotovoltaicos, se han definido unas con-
diciones de trabajo nominales o estándar. Estas condiciones se han normalizado para una
temperatura de funcionamiento de 25º C y una radiación solar de 1.000 W/m², y los valores
eléctricos con estas condiciones se definen como valores pico. Teniendo en cuenta que la
unidad de potencia eléctrica es el vatio (W) y sus múltiplos el kilovatio (1kW=1.000 W) y
el megavatio (1 MW=1.000.000 W), la potencia de un módulo fotovoltaico se expresa en
vatios pico (Wp), y se refiere a la potencia suministrada en las condiciones normalizadas
de 25º C de temperatura y 1.000 W/m² de radiación solar.
Existen dos formas básicas de utilizar la energía eléctrica generada a partir de módulos
fotovoltaicos:
— Instalaciones pequeñas, de 3 kWp como planta tipo, con rango hasta 5 kWp. Son
aplicaciones rurales aisladas como una solución limpia y muchas veces económi-
ca, o aplicaciones conectadas a la red sobre tejados, azoteas de casas, hechas por
particulares en zonas de su propiedad o influencia. Con la generación de 3 kWp se
cubriría el consumo propio de una casa tipo medio en la que vivan 2-3 personas,
sin incluir el consumo de calefacción y aire acondicionado.
— Instalaciones medianas, de 30 kWp como planta tipo, con rango entre 5 y 100 kWp.
Son generadores en electrificaciones rurales centralizadas, o conectadas a red en
edificios, normalmente integrados en la arquitectura de los mismos, instalaciones
diseñadas por arquitectos innovadores y realizadas por comunidades de vecinos,
empresas constructoras o corporaciones públicas y privadas que desean incorporar
energía fotovoltaica en sus edificios o construcciones emblemáticas con valor añadido.
Una instalación de 30 kWp en un edificio permite cubrir las necesidades eléctricas
de diez viviendas medias.
— Instalaciones grandes de 300 kWp como planta tipo, con rango entre 100 kWp y 1
MWp. Generalmente están conectadas a la red, con extensas superficies, y promovi-
das generalmente por empresas que, con interés por contribuir a una generación de
electricidad limpia, desean reforzar la imagen de la empresa o entidad promotora.
Una planta de 300 kWp cubre el consumo de un edificio de tipo medio.
— Centrales fotovoltaicas, de 3 MWp como planta tipo, con rango entre 1 y 50 MWp.
Son centrales de generación promovidas por empresas o consorcios de empresas, que
Las energías renovables en la producción de electricidad en España 37
Cuadro 1
POTENCIA Y PRODUCCIÓN ELÉCTRICA CON ENERGÍA SOLAR
FOTOVOLTAICA
En Europa, Alemania ocupa la primera posición en potencia instalada, con 278 MWp a
finales de 2002, acumulando tres cuartas partes del total instalado en la Unión Europea. El
Programa «100.000 tejados solares», iniciado en 1999, ha financiado 200 MWp en nuevas
instalaciones fotovoltaicas hasta finales de 2002. España, a pesar de su potencial se en-
cuentra en el cuarto lugar de la Unión Europea por potencia instalada, detrás de Alemania,
Países Bajos e Italia (cuadro 2).
38 Cayetano Espejo Marín
Cuadro 2
POTENCIA FOTOVOLTAICA INSTALADA EN LA UNIÓN EUROPEA. 2002
MWp % Total
ALEMANIA 278,0 70,74
PAÍSES BAJOS 28,3 7,20
ITALIA 22,8 5,80
ESPAÑA 20,5 5,22
FRANCIA 16,7 4,25
AUSTRIA 10,0 2,54
GRAN BRETAÑA 4,3 1,09
SUECIA 3,3 0,84
FINLANDIA 3,0 0,76
GRECIA 2,4 0,61
DINAMARCA 1,7 0,43
PORTUGAL 1,5 0,38
BÉLGICA 0,5 0,13
IRLANDA 0,0 0,00
LUXEMBURGO 0,0 0,00
TOTAL 393,0 100
Fuente: Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía
Cuadro 3
POTENCIA INSTALADA CON ENERGÍA SOLAR FOTOVOLTAICA kWp.
1999-2002
1999 2000 2001 2002 % + 1999-2002
AESOL ha instalado hasta diciembre de 2003 para terceros un total de 355 huertas
solares en los municipios de Sesma y Arguedas (Navarra) con un total de 2.172 kWp.
Durante 2003 esta empresa implantó otras 46 instalaciones conectadas a red (294 kWp),
y 9 instalaciones aisladas que suman 5,2 kWp. La potencia total fotovoltaica instalada por
la compañía al cierre de 2003 totaliza 4,3 MWp, con un incremento del 12 % sobre las
cifras acumuladas del año anterior.
Además, antes del desarrollo de las huertas solares, EHN conectó a la red a fina-
les de 2001 la zona de generación centralizada de su planta solar fotovoltaica de 1,18
MWp en Tudela (Navarra). El resto de la planta se conectó en la primavera de 2002. La
instalación completa consta de 400 seguidores solares, de los que 280 con un total de
10.080 paneles y una potencia de 856 kWp, tienen inversores centralizados. Otros 120
seguidores, con inversores distribuidos y una potencia total de 321 kWp, se dedican a
experimentar diferentes tecnologías solares, así como distintos sistemas de producción
a red e inversores.
40 Cayetano Espejo Marín
Cuadro 4
DISTRIBUCIÓN REGIONAL DE LA POTENCIA FOTOVOLTAICA. 2002
kWp % Total
Andalucía, Navarra y Cataluña son las regiones españolas con mayor implantación de
este tipo de energía solar. Les siguen en importancia Castilla-La Mancha y las dos Comu-
nidades insulares.
En Andalucía el Programa PROSOL es un sistema de promoción y financiación de ins-
talaciones de energías renovables, creado en 1993 por la Consejería de Trabajo e Industria
de la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Industria Energía y Minas.
La Sociedad para el Desarrollo Energético de Andalucía (SODEAN), mediante un
acuerdo con la Junta de Andalucía, gestiona dicho programa, que incorpora, junto a las
instalaciones solares térmicas, la promoción de instalaciones solares fotovoltaicas, tanto
aisladas como conectadas a la red eléctrica, instalaciones eólicas y de biomasa. SODEAN
ofrece asesoramiento personalizado e información a los profesionales de la edificación sobre
Las energías renovables en la producción de electricidad en España 41
los distintos aspectos de las instalaciones solares. Además ofrece otros servicios dirigidos
a fabricantes, distribuidores, empresas instaladoras y usuarios del Programa, como son la
orientación sobre aspectos técnicos y normativos de la calidad aplicado a las instalaciones
solares.
En Cataluña, desde su creación en 1991, el Institut Català d’Energia, adscrito al De-
partamento de Trabajo, Industria, Comercio y Turismo, tiene como funciones generales
fomentar el uso racional de la energía y el aprovechamiento de los recursos energéticos
renovables, impulsar la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías energéticas,
apoyar la formación en materia energética y oriental a los usuarios en la modificación de
los hábitos de consumo energético. Para ejecutar estas funciones elabora estudios, informes
y recomendaciones de aplicaciones de tecnologías energéticas; participa en programas
de investigación aplicada de tecnologías energética y evalúa, en colaboración con otras
organizaciones públicas o privadas, los recursos energéticos autóctonos; apoya proyectos
de energía renovable y de cogeneración a escala local o comarcal; organiza programas de
formación y de reciclaje profesional; y lleva a cabo campañas y actuaciones específicas
dirigidas a los usuarios.
Dos instalaciones emblemáticas en la ciudad de Barcelona son:
— El edifici nou del Ayuntamiento de Barcelona, que cuenta, desde mayo de 2000, con
una instalación fotovoltaica de 39,5 kWp de potencia y una superficie de captación
de 300 m². Con esta instalación el Ayuntamiento pretende un doble objetivo. Por
un lado, su valor pedagógico, el ejemplo de las administraciones públicas en el
aprovechamiento de los recursos energéticos renovables tiene un gran impacto entre
la ciudadanía y una gran difusión mediática. Por otro lado, esta experiencia forma
parte de las actuaciones del Programa Thermie, de la Comisión Europea.
— Una de las infraestructuras más emblemáticas e importantes del Forum Barcelona
2004 es la planta fotovoltaica de 1,3 MWp, cuya potencia eléctrica generada la sitúa
como la mayor planta fotovoltaica integrada en un entorno urbano de Europa. La
gigantesca estructura, con cuatro pilares de distintas alturas e inclinación, sustenta
un generador fotovoltaico de 3.410 m².
Cuadro 5
SOCIOS DE NÚMERO DE LA ASOCIACIÓN DE LA INDUSTRIA
FOTOVOLTAICA. Octubre 2004
La información ofrecida por las grandes empresas a través de Internet permite hacer
una breve reseña sobre las mismas.
Atersa se funda en 1979 para centrar sus actividades en el sector de la energía solar
fotovoltaica. Desarrolla, fabrica y comercializa la gama completa de equipos necesarios
para cualquier configuración de un sistema de electricidad solar, desde módulos con células
de silicio monocristalino y multicristalino hasta toda la electrónica específica para este tipo
de aplicaciones. En más de dos décadas de funcionamiento ha realizado abundantes obras
institucionales y privadas, y proyectos «llave en mano» en los cinco continentes. Sus centros
de producción se encuentran en Catarroja (Valencia), y cuenta con oficinas comerciales en
Madrid, Valencia y Córdoba.
BP Solar pertenece al grupo BP, una de las mayores empresas energéticas del mundo,
habiéndose convertido también en una compañía líder en energía solar fotovoltaica, con
más de 30 años de experiencia en el sector.
En 1982 se constituye BP Solar España y comienza su actividad comercial y de cons-
trucción de módulos. Su primera fábrica de paneles solares se inaugura en 1983 en Alco-
bendas (Madrid).En 1995 se fabrican los primeros 100 kW de una nueva tecnología de
alta eficiencia: Saturno. En 2001 pone en marcha su planta de San Sebastián de los Reyes
(Madrid), encargada del ensamblaje de los módulos, siendo la más grande de España en
aquel momento. En 2003, ante la creciente demanda y tras varias ampliaciones de su fábrica,
inaugura nuevas instalaciones en Tres Cantos (Madrid), donde concentra más de un tercio
de la producción global de la empresa. Esta nueva planta, la más grande de BP Solar en
el mundo, tiene una capacidad inicial de producción de 30 MW, ampliables hasta los 200
MW. Cuenta con 35.000 m² de edificios sobre una parcela de 1,3 millones de m². En Tres
Cantos se encuentran las oficinas centrales de Europa y el Centro de Tecnología.
Tras el cierre de sus actividades de investigación y desarrollo en el Reino Unido, que
se han unificado en Tres Cantos, estas instalaciones en las que ya trabajan más de 600
empleados, se han convertido en el centro de excelencia de energía solar de BP. Para pre-
dicar con el ejemplo el 10 % del consumo energético de la sede central de BP en España
es de origen solar, y gran parte de sus estaciones de servicio se alimentan también de
esta fuente energética. BP, que está presente en más de 100 países y cuenta con más de
100.000 empelados, no tiene la solución definitiva al problema de las energías renovables,
pero, según su responsable en España «seremos parte de las solución que finalmente se
implante» (Casamayor, 2004).
Isofotón se crea en 1981 en Málaga para implantar, en forma industrial, una tecnología
de fabricación de células fotovoltaicas a partir de obleas de silicio. El impulsor de este
proyecto fue el Profesor D. Antonio Luque de la Universidad Politécnica de Madrid. En
1985 consolidó sus actividades en el ámbito de la energía solar, incorporando la tecnología
de fabricación de colectores térmicos. Desde entonces ofrece soluciones energéticas solares
fotovoltaicas (electricidad) y térmicas (agua caliente). En la actualidad es una compañía
en fase de expansión internacional de sus actividades comerciales productivas, habiendo
sido reconocida como líder entre los fabricantes europeos y la séptima industria a nivel
mundial.
La fábrica actual de Isofotón ocupa una superficie de 16.000 m2. En ella se lleva acabo
todo el proceso de fabricación de células y módulos fotovoltaicos, desde la obtención de
las obleas a partir de lingotes de silicio, la fabricación de células y hasta el ensamblado de
los módulos. A finales de 2002 su capacidad de producción alcanza los 36 MW. En 2003
se inicia un nuevo proyecto de implantación en el Parque Tecnológico de Málaga. Esta
nueva fábrica de 25.000 m² permite ampliar la capacidad productiva de Isofotón y en ella
se desarrollarán conjuntamente las actividades de térmica y fotovoltaica.
Las energías renovables en la producción de electricidad en España 47
El volumen de ventas refleja la evolución reciente de esta sociedad. De los 14,9 millones
de euros facturados en 1998, ha pasado a unas ventas de 92 millones de euros en 2003, y
una previsión 110 millones para 2004. No menos reseñable resulta el dato de que desde
1999, las ventas en el extranjero se sitúan todos los años en cifras en torno al 77 % del
total de ventas de la compañía.
La energía solar fotovoltaica es una fuente de energía renovable, lo que significa que
es inagotable a escala humana. Una de las ventajas fundamentales de la energía solar foto-
voltaica es que permite la obtención de electricidad sin recurrir a ningún tipo de combus-
tión, y por tanto no se producen emisiones a la atmósfera de contaminantes que provocan
fenómenos de lluvia ácida y el denominado efecto invernadero.
Hasta ahora la casi totalidad del aprovechamiento de la energía solar fotovoltaica se ha
realizado en el ámbito local, y por tanto no ha sido necesaria la creación de infraestructuras
de transporte energético (tendidos eléctricos) y de este modo se evita el impacto deriva-
do de la construcción de pistas, cables y postes. En el futuro, la construcción de nuevos
parques solares precisará de grandes cantidades de suelo y de líneas para la evacuación
de la electricidad producida; pero nunca comparables a las necesarias para dar salida a
la producción de las centrales eléctricas convencionales, ya que la diferencia de potencia
oscila entre uno o varios megavatios para las centrales solares y varios centenares para las
hidroeléctricas, nucleares y térmicas.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE)(1996), entre
los potenciales efectos de la energía solar fotovoltaica que pueden resultar perjudiciales
para el medio ambiente se encuentran los siguientes:
Siguiendo la opinión del IDAE se relacionan algunos efectos de las repercusiones sobre
el medio físico y social para los dos tipos de instalaciones fotovoltaicas.
Las distintos impactos entre las instalaciones conectadas a la red y las aisladas afectan
sobre todo al paisaje, la fauna y el medio social.
En este grupo se incluyen las centrales fotovoltaicas de media o gran dimensión y las de
mejora de suministro eléctrico, en las ramificaciones terminales de la red de distribución.
Las instalaciones de pequeño tamaño, normalmente suelen ir asociadas a edificaciones y
no plantean ningún problema de impacto ambiental.
Hay que tener en cuenta que la superficie ocupada por los paneles necesarios para instalar
1 kWp oscila entre 10 y 15 m², por tanto la ocupación de suelo y el impacto paisajístico
se deben tener en cuenta en las instalaciones medias o grandes.
También se debe considerar el impacto visual de los postes y tendidos eléctricos. De
igual modo que se han de establecer las medidas oportunas para proteger la avifauna en el
caso de que sea necesaria la realización de tendidos para el transporte de la electricidad. En
el caso de las centrales realizadas para mejorar el suministro eléctrico en las ramificaciones
Las energías renovables en la producción de electricidad en España 49
las empresas en España. Las líneas prioritarias de actuación son: integración en edificios,
desarrollo y normalización de kits estándar para pequeñas aplicaciones, investigación y
desarrollo de tecnologías de lámina delgada, mejora en el desarrollo de los inversores y
desarrollo de tecnologías de concentración.
Para la consecución de dichos objetivos se proponen, entre otros, las siguientes medidas
e incentivos: apoyo público a la inversión, subvención y financiación de actuaciones de
investigación y desarrollo, desgravación fiscal a la inversión, desarrollo de un reglamento
de instalaciones fotovoltaicas, simplificación de las condiciones administrativas y técnicas
para la conexión a la red, campaña de concienciación ciudadana, acción ejemplarizante de
las Administraciones Públicas, líneas específicas de financiación preferente, y promoción
de proyectos piloto de aplicación.
En el cuadro 6 se expone el objetivo del Plan de Fomento desglosado por Comunidades
Autónomas y la potencia instalada a finales de 2002. Como se puede ver sólo Navarra, Anda-
lucía, Castilla-La Mancha y Cataluña superan la media nacional del 14,62 % del objetivo.
Cuadro 6
PLAN DE FOMENTO DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES EN ESPAÑA
OBJETIVOS DE POTENCIA SOLAR FOTOVOLTAICA (MWp)
La Ley del Sector Eléctrico, establece los principios de un nuevo modelo de funciona-
miento, en lo referente a la producción, y que están basados en la libre competencia. La
Ley hace compatible este fundamento con la consecución de otros objetivos tales como
la mejora de la eficiencia energética, la reducción del consumo y la protección del medio
ambiente, por otra parte necesarios en función de los compromisos adquiridos por España
en la reducción de gases productores del efecto invernadero. Para su ejecución establece la
existencia de un régimen especial de producción de energía eléctrica, como régimen dife-
renciado del ordinario. En este último, el esquema regulador es el mercado de producción
en el que se cruzan ofertas y demandas de electricidad y donde se establecen los precios
como consecuencia de su funcionamiento como mercado organizado.
En el Real Decreto 2818/1998, de 23 de diciembre, sobre Producción de Energía Eléctrica
por Instalaciones Abastecidas por Recursos o Fuentes de Energía Renovables, Residuos y
Cogeneración (tecnología que permite la producción y aprovechamiento combinado de calor
y electricidad), se impulsa el desarrollo de las instalaciones de régimen especial mediante
la creación de un marco favorable sin incurrir en situaciones discriminatorias que pudieran
ser limitadoras de una libre competencia, aunque estableciendo situaciones diferenciadas
para aquellos sistemas energéticos que contribuyan con mayor eficacia a los objetivos antes
señalados (Espejo, 2004b).
Para alcanzar este logro se establece un sistema de incentivos temporales para aquellas
instalaciones que requieren de ellos para situarse en posición de competencia en un mer-
cado libre. En las instalaciones basadas en energías renovables y de residuos, el incentivo
establecido no tiene límite temporal debido a que se hace necesario internalizar sus bene-
ficios medioambientales ya que, por sus especiales características y nivel tecnológico, sus
mayores costes no les permite la competencia en un mercado libre.
En el Real Decreto 436/2004, de 12 de marzo, se establece la metodología para la actua-
lización y sistematización del régimen jurídico y económico de la actividad de producción
de energía eléctrica en régimen especial.
Este Real Decreto tiene por objetivo unificar la normativa de desarrollo de la Ley del
Sector Eléctrico, en lo que se refiere a la producción de energía eléctrica en régimen especial,
en particular en lo referente al régimen económico de estas instalaciones. Se pretende con él
seguir el camino iniciado con el Real Decreto 2818/1998, sobre producción de energía eléc-
trica por instalaciones abastecidas por recursos o fuentes con energía renovables, residuos o
cogeneración, con una ventaja añadida, como es el hecho de poder aprovechar al propio tiempo
la estabilidad que ha venido a proporcionar, para el conjunto del sistema, el Real Decreto
1432/2002, de 27 de diciembre, de metodología para la aprobación de la tarifa eléctrica media
o de referencia, para dotar a quines han decidido o decidan en el futuro próximo apostar por
el régimen especial de un marco regulatorio duradero, objetivo y transparente.
Para conseguirlo, se define un sistema basado en la libre voluntad del titular de la
instalación, que puede optar por vender su producción o excedentes de energía eléctrica a
la empresa distribuidora, percibiendo por ello una retribución en forma de tarifa regulada,
única para todos los períodos de programación, que se define como un porcentaje de la tarifa
eléctrica media o de referencia regulada en el R.D. 1432/2002, de 27 de diciembre, y que,
por tanto, indirectamente, está basada en el precio del mercado de producción, o bien por
vender dicha producción o excedentes directamente en el mercado diario, en el mercado a
plazo o a través de un contrato bilateral, percibiendo en este caso el precio negociado en
el mercado, más un incentivo por participar en él y una prima, si la instalación concreta
tiene derecho a percibirla.
52 Cayetano Espejo Marín
Cualquiera que se a el mecanismo retributivo por el que se opte, el Real Decreto ga-
rantiza a los titulares de las instalaciones en régimen especial una retribución razonable
para sus inversiones y a los consumidores eléctricos una asignación también razonable de
los costes imputables al sistema eléctrico.
En lo referente al ámbito de aplicación de este Real Decreto, se pueden acoger al régimen
especial las instalaciones de producción de energía eléctrica contempladas en el artículo
27.1 de la Ley del Sector Eléctrico.
— Grupo b.1 Instalaciones que utilicen como energía primaria la energía solar. Dicho
grupo se divide en dos subgrupos:
— Instalaciones que únicamente utilicen como energía primaria la solar fotovoltaica.
— Instalaciones que utilicen como energía primaria para la generación eléctrica la solar
térmica. En estas instalaciones se podrán utilizar equipos auxiliares que consuman gas
natural o propano únicamente para el mantenimiento de la temperatura del acumulador
de calor. El consumo de dicho combustible, en cómputo anual, deberá ser inferior al
12 % de la producción de electricidad y sólo durante los períodos de interrupción de
la generación eléctrica, si la instalación vende su energía de acuerdo con la opción a)
del artículo 22.1. Dicho porcentaje podrá llegar a ser del 15 %, sin limitación temporal,
si la instalación vende su energía de acuerdo a la opción b del artículo 22.1
2.9. CONCLUSIONES
Cabe esperar que, dadas las enormes ventajas ambientales derivadas del aprovechamiento
de la energía solar fotovoltaica, las Administraciones y la iniciativa privada (promotores,
fabricantes e instaladores) sitúen a España en el puesto que merece en el aprovechamiento
de una energía que dispone en abundancia. De este modo, reduciremos nuestra dependencia
energética del exterior, y disfrutaremos unas mejores condiciones ambientales. Según A.
Luque (2003a), España parte con una buena posición científica, tecnológica y empresarial
en el sector fotovoltaico, que parece consolidarse.
2.10. BIBLIOGRAFÍA
FONT TULLOT, I. (1983): Climatología íía de España y Portugal. Madrid, Instituto Nacional
de Meteorología, 296 pp.
FONT TULLOT, I. (1984): Atlas de la radiación solar en España. Madrid, Instituto na-
cional de Meteorología.
GONZÁLEZ, R. (2004): «Energía solar: las claves para una política energética sostenible».
En http://www.censolar.es/articulo01.htm
GREENPEACE (2003): Guía solar. Cómo disponer de energía solar fotovoltaica conectada
a la red eléctrica. Madrid, 83 p.
INFOPOWER (2004); «Pérgola fotovoltaica del Forum Barcelona 2004», Infopower, nº,67,
pp. 51-54.
INSTITUT CATALÀ DE ENERGIA (1999) Energia solar. El recorregut de l’energia.
Barcelona. 15 pp.
INSTITUTO PARA LA DIVERSIFICACIÓN Y AHORRO DE LA ENERGÍA. (1996): Ma-
nual de energíaíía solar fotovoltaica. Madrid, 139 pp.
INSTITUTO PARA LA DIVERSIFICACIÓ ÓN Y AHORRO DE LA ENERGÍA. (2000): Plan
de Fomento de las Energías as Renovales en España. Madrid. 271 pp.
íías
INSTITUTO PARA LA DIVERSIFICACIÓ ÓN Y AHORRO DE LA ENERGÍA. (2000): Situa-
ciónn actual y perspectivas de la energ
energíaííaa solar fotovoltaica en España.. Madrid. 12 pp.
INSTITUTO PARA LA DIVERSIFICACIÓ ÓN Y AHORRO DE LA ENERGÍÍA. (2002): Planta
(Navarra). Madrid, 4 pp.
fotovoltaica de 1,2 MW en Tudela (Navarra)
INSTITUTO PARA LA DIVERSIFICACIÓ ÓN Y AHORRO DE LA ENERGÍA. (2004): «Efi-
ciencia energética
tica y energ
energías renovables». Boletín íín IDAE, nº 6, 151 pp.
INSTITUTO TECNOLÓ ÓGICO Y DE ENERGÍAS RENOVABLES (2004a): «El ITER pre-
sentó en rueda de prensa el proyecto de instalación de una planta fotovoltaica de 15 MW
en Granadilla». En http://www.iter.es/I18Nlayer.noticias/es/ruedaprensaa15mw
INSTITUTO TECNOLÓ ÓGICO Y DE ENERGÍÍAS RENOVABLES (2004b): «Planta de 28
kW. Instalación modular de paneles planos situado en el tejado del edificio principal del
ITER». En http://www.iter.es/I18NLayer.instalaciones/es/solares/28kwplus
LUQUE, A. (2003a): «Fotovoltaica, el explosivo desarrollo de una industria global». Eco-
nomía Exterior,, nº 26, pp. 133-139.
LUQUE LÓPEZ, A. (2003b): «Energ «Energía fotovoltaica». En MARTÍN MUNICIO, A. y COLI-
NO MARTÍNEZ, A. (Dirs.): Diccionario Español de la Energía. Aranjuez, Ed. Doce
Calles, pp. 335-336.
LUQUE, A. y SALA, G. (2001). «La investigación y el desarrollo fotovoltaico en España».
Era Solar, nº 99, pp. 7-18.
MARTÍN MUNICIO, A. y COLINO MARTÍNEZ, A. (Dirs.) (2003): Diccionario Español
de la Energía.. Aranjuez, Ed. Doce Calles, 818 pp.
MENÉNDEZ PÉREZ, E. (1997): Las energías renovables. Un enfoque político-ecológico.
Los Libros de la Catarata. Madrid. 251 pp.
MENÉ ÉNDEZ PÉ ÉREZ, E. (2001): Energías íías renovables, sustentabilidad y creación de
empleo. Una economía íía impulsada por el sol. Los Libros de la Catarata. Madrid.
270 pp.
MINISTERIO DE ECONOMÍA (2002): Planificación de los Sectores de Electricidad y
Gas. Desarrollo de las Redes de Transporte 2002-2011. Madrid. Secretaría de Estado
de Energía.
MINISTERIO DE INDUSTRIA Y ENERGÍA (2000): Ley del Sector Eléctrico é
éctrico Disposiciones
complementarias. Madrid. 380 pp.
MINISTERIO DE INDUSTRIA, TURISMO Y COMERCIO (2004): La energía íía en España
2003. Madrid, Secretaría General de Energía, 216 pp.
56 Cayetano Espejo Marín
3.1. INTRODUCCIÓN
La biomasa es una fuente energética renovable integrada por una variedad relativamente
amplia de recursos, entre los que cabe citar los residuos agrícolas y forestales, los subpro-
ductos biodegradables, residuos industriales, etc., así como los procedentes de cultivos
agrícolas o forestales expresamente desarrollados para poder disponer de materias primas
energéticas.
La leña, la paja y otras materias vegetales han sido la fuente de calor en sistemas tra-
dicionales a lo largo de muchos siglos. Durante el siglo XIX y parte del XX la madera se
utilizó masivamente en la industria, en el ferrocarril y en los barcos. En el mundo rural se
sigue empleando la biomasa como fuente de calor. En los países desarrollados se usa de
forma marginal y con tendencia decreciente. Por tanto, queda en el campo un potencial
energético sin utilizar, y cuya recuperación puede ser positiva. En cambio, en muchas áreas
del tercer mundo la biomasa sigue siendo la base energética de una parte de su población
(Menéndez, 2001).
En la actualidad la biomasa se aprovecha fundamentalmente para la producción de calor
en viviendas (cocinas, hornos, calderas,..) y en usos industriales (hornos cerámicos, secaderos
industriales, ...). Sólo una parte, todavía pequeña, se utiliza para generar electricidad.
Varios son los productos combustibles de biomasa que se pueden dedicar a la produc-
ción de electricidad:
Según J. Fernández (2003), las especies dedicadas a producir biomasa con fines ener-
géticos pueden ser de tipo herbáceo o leñoso, y aunque en ocasiones puedan coincidir con
especies utilizadas en cultivos tradicionales o en aprovechamientos silvícolas clásicos, en
general la fitotecnia y el manejo de las plantaciones variará sensiblemente respecto a los
planteamientos clásicos. En la actualidad, los cultivos destinados a la producción de biomasa
con fines energéticos se pueden agrupar en tres tipos:
Parecida es la opinión de S. López (2003), quien afirma que el uso de la biomasa pre-
senta una serie de problemas:
La combustión de la materia orgánica produce dióxido de carbono, uno de los gases con
mayor incidencia en el efecto invernadero. Por tanto, la característica que más distingue a
la biomasa del resto de energías renovables es la producción de dióxido de carbono en su
consumo. Sin embargo, se considera que este efecto está compensado dado que el dióxido
originado en su combustión se ha fijado previamente desde la atmósfera en los elementos
orgánicos objeto de combustión y, por tanto, su utilización no incrementa la concentración
de gases de efecto invernadero (Unesa, 2001).
No obstante, D. Romano (2002) realiza una serie de consideraciones para el desarrollo
de la biomasa como energía renovable:
c) Centrales que utilizan energías incluidas en los dos grupos anteriores, junto con
combustibles convencionales, siempre que éstos no supongan más del 50 % de la
energía primaria utilizada, medida por el poder calorífico inferior.
Así prevé que la producción de la biomasa para la producción de electricidad alcance una
potencia instalada en 2010 de 1.900 MW y una producción anual de 14.000 millones de
kilovatios/hora (kWh), multiplicando por diez los niveles de 1998.
Este Plan contempla que una de las medidas necesarias para propiciar la generación
eléctrica con biomasa es que reciba la prima adecuada que le permita aproximarse al umbral
de rentabilidad requerido por los agentes inversores. Se considera que esta prima debería
permitir hasta alcanzar un precio de compra de la electricidad igual al 90 % del precio
medio de la tarifa eléctrica para el consumidor, modulable en función de la potencia eléc-
trica de los proyectos. Disponer de una prima en un nivel económico adecuado permitirá
a estas instalaciones ofrecer un precio de compra de la biomasa viable para el agricultor
o suministrador de biomasa residual, con lo cual el ciclo de la biomasa para producción
eléctrica podría comenzar.
También se recoge en el Plan que es necesario impulsar la formación de entidades
para la aplicación de la biomasa para la generación eléctrica o cogeneración, en las que
concurran agentes que estén relacionados con la producción eléctrica, por un lado, y con
los productores de combustible, por otro. Para este tipo de aplicaciones sería necesaria la
combinación de distintos tipos de residuos y cultivos de diversas procedencias y, desde el
punto de vista tecnológico, fomentar medidas que impulsen la eficiencia energética en la
generación eléctrica con biomasa, entre ellas, la gasificación, que constituye una vía cuya
demostración resulta necesaria.
Otras medidas que hacen falta para impulsar la generación eléctrica con biomasa son
las desgravaciones fiscales, el apoyo público a la inversión, el desarrollo de las campañas
de difusión y concienciación, las acciones educacionales, la puesta en marcha de proyectos
de demostración y difusión, actuaciones tecnológicas y de I+D, y la creación de líneas de
financiación adaptadas a este tipo de proyectos.
En el horizonte del año 2006 las inversiones asociadas se estiman en 1.550 millones
de euros. Además de los incentivos fiscales se aplicarán como ayudas públicas un total de
120 millones de euros para subvenciones al tipo de interés a lo largo de dicho período. Las
primas a la producción eléctrica durante el período supondrán 612 millones de euros.
Las previsiones energéticas para el final del período 2010 son de un aumento de la
contribución energética a partir de biomasa de 6 millones de tep, repartidas entre biomasa
residual y cultivos energéticos, y que, en el ámbito de la aplicación se distribuirán en
900.000 tep para aplicaciones térmicas y 5.100.000 tep para aplicaciones eléctricas. En
el cuadro 1 se recoge la distribución de este objetivo tanto en lo referente al origen de la
biomasa utilizada, como a su aplicación energética, teniendo en cuenta en el primer caso
superficies afectadas y rendimientos en producciones y energía.
En cuanto a organismos dedicados a la investigación en biomasa está el Centro de De-
sarrollo de Energías Renovables, dependiente del Centro de Investigaciones Energéticas,
Medioambientales y Tecnológicas, y situado en la proximidades de la ciudad de Soria. Su
actividad se centra en el campo del aprovechamiento energético de la biomasa y tiene entre
sus dos grandes objetivos están:
Las dos líneas básicas de actividad de I+D del Centro de Desarrollo de Energías Re-
novables comprenden los aspectos más relevantes de estudio de la cadena de la biomasa
como combustible en procesos de obtención de calor y electricidad. La primera de las líneas
está dedicada a la producción y evaluación de recursos de biomasa, y abarca el estudio de
aspectos básicos referidos a la producción, disponibilidad y preparación del combustible
biomásico para su uso en los procesos energéticos. La segunda analiza la conversión ter-
moquímica de la biomasa, y comprende el estudio de los citados procesos, entre los que
destacan la combustión y gasificación.
Andalucía es la región con mayor capacidad, ya que cuenta con más de una cuarta parte
del total de España. Salvo Almería, las demás provincias andaluzas disponen de centrales
de este tipo. Predominan las que utilizan para su funcionamiento subproductos obtenidos
de la producción de aceite de oliva, y se localizan en las provincias de Córdoba, Jaén y
Málaga, Está previsto que la electricidad generada con biomasa en Andalucía se duplique
en 2006 con la entrada en funcionamiento de las 11 plantas que están en promoción a
comienzos de 2004, y que suman una potencia total de 80 MW. Con ello se podrá cumplir
el objetivo del Plan Energético de Andalucía para el año 2006, que establece una potencia
de 167 MW para la biomasa.
En segundo lugar se sitúan el País Vasco, Galicia y Navarra. Las tres regiones aportan
cada una al total de España una cifra próxima al 10 %. En Navarra, la planta de biomasa
construida por la corporación Energía Hidroeléctrica de Navarra representa una experien-
cia inédita en el sur de Europa en el aprovechamiento de la paja para la producción de
electricidad. Cuenta con una potencia de 25 MW y en 2003, todavía en fase de pruebas y
puesta a punto, produjo 170 millones de kW/h.
En un tercer grupo se incluyen las comunidades de Madrid, Castilla-La Mancha y
Asturias, con una aportación alrededor del 8 % en cada caso.
En las otras regiones la presencia de centrales de biomasa es escasa. En Aragón, sólo
la provincia de Zaragoza dispone de estas instalaciones. En Castilla y León, a pesar de su
gran extensión territorial, sólo hay en las provincias de Soria y Valladolid, pero con una
potencia tan reducida que la suma de ambas apenas aporta el 1 % al total de la capaci-
dad instalada en España. Con contribuciones más reducidas, y por tanto con un carácter
testimonial se sitúan la Región de Murcia, Cantabria y Extremadura. Baleares y Canarias
son las dos comunidades que no cuentan con centrales de biomasa para la generación de
electricidad.
agrupa a 95 entidades asociativas con más de 40.000 agricultores que cultivan más de
300.000 hectáreas de olivar. La titularidad de la central la comparten al 50 % la empresa
Vetejar, y Abengoa junto con Sevillana de Electricidad (Osorio, 1998).
Endesa Cogeneración y Renovables ha fomentado la utilización del orujillo2 como
combustible para generación de electricidad. Los resultados son dos plantas de 16 MW, de
idéntico diseño y características. La planta de Enemansa se encuentra en Villarta de San
Juan (Ciudad Real) y es propiedad de la sociedad Energías de la Mancha S.A. (Enemansa),
empresa participada por Endesa Cogeneración y Renovables (52 %), Aceites Pina S.A. (24
%) y la Agencia de Gestión de la Energía de Castilla-La Mancha (24 %). La totalidad del
combustible utilizado es el orujillo procedente de la extractora de Aceites Pina en la misma
localidad. De manera paralela a esta instalación, la filial de la mayor empresa eléctrica es-
pañola ha construido otra con la denominación de La Loma, en Villanueva del Arzobispo
(Jaén). La única diferencia relevante entre ambas plantas es que la de Jaén ha tenido que
construir un parque de combustible con capacidad para ochenta mil toneladas, debido a
que el suministro de orujillo proviene de varias instalaciones que no disponen de parques
de almacenamiento (Guinea, 2002).
Durante el último quinquenio el interés por la biomasa del olivar ha ido en aumento, tanto
en el sector productor de aceite, como por parte de las empresas dedicas a la producción de
energía eléctrica. Los primeros son conscientes de que disponen de un producto que está
aumentando su valor debido al desarrollo de nuevos proyectos de centrales eléctricas, y las
segundas han detectado la existencia de una biomasa disponible anualmente, concentrada
en pocos productores. En septiembre de 2003 existen en España 6 centrales eléctricas en
funcionamiento, 4 en la provincia de Córdoba, 1 en la provincia de Jaén y 1 en la provincia
de Ciudad Real, que utilizan orujo como combustible, y que suman una potencia instalada
de 74 MW, más una en pruebas en la provincia de Málaga, cuyo funcionamiento se prevé
para comienzos de 2004. Por otro lado, en construcción hay una en la provincia de Málaga
de 10 MW y otra en la de Córdoba de 14 MW (Cabrera, 2003).
c) A comienzos de 2001 se conecta a la red la planta de biomasa de la Cooperativa
Frutos Secos El Mañán. Ubicada en el municipio de Pinoso (Alicante), cuenta con una
potencia de 3,35 MW y emplea como combustible cáscara de almendra, producto de un
alto poder calorífico. Esta planta está equipada para el consumo de otros combustibles
agrícolas, como podas de viñas y olivos, con el fin de tener asegurado su funcionamiento
a pleno rendimiento en años de baja producción de almendra.
d) En 2002 entra en funcionamiento en Sangüesa (Navarra) la primera planta de gene-
ración eléctrica de España que emplea paja de cereal como combustible, promovida pro
Energía Hidroeléctrica de Navarra (90 %) y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de
la Energía (10 %). Tiene una potencia de 25 MW, por lo que con un funcionamiento anual
de 8.000 horas producirá 200 millones de kWh al año, con un consumo de 160.000 toneladas
de paja de cereal (trigo, cebada, maíz). En su proyecto y construcción se han invertido 51
millones de euros. Por las innovaciones técnicas que incorpora y por la singularidad de su
arquitectura, esta planta está llamada a ser un autentico hito del desarrollo de la biomasa
en España y en el sur de Europa, y constituye ya una referencia obligada para el sector (
Itoiz, C. et al., 2001; Erviti, 2002).
e) A finales de 2002, los proyectos más avanzados para el consumo de cardos como
biomasa para la generación de electricidad se localizan en los municipios de Quintanadueñas
(Burgos) y Alcalá de Gurrea (Huesca). Ambos proyectos son idénticos: dos centrales de
biomasa con una potencia de 12 MW que consumirán 90.000 toneladas de combustible al
año cada una, procedente del cultivo de cardos preferentemente, y de paja de cereal; con
una producción prevista neta anual de unos 100 millones de kWh. Para la puesta en macha
de la construcción de ambas centrales, en el año 2000 se constituye en Burgos la sociedad
Cultivos Energéticos de Castilla S.A., formada por las empresas Sinae3 y Sufisa, ambas con
amplia experiencia en el campo de las energías renovables. Con posterioridad se incorporan
como socios el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, El Ente Regional
de Energía de Castilla y León, la Caja Municipal de Burgos, la Caja de Ahorros del Circulo
Católico y la Caja Rural de Burgos. Sinae y Sufisa también cuentan con la mayor parte del
capital de Biomasas del Pirineo S.A., sociedad creada para la explotación de la planta de
Huesca. En este proyecto también participan el Instituto para la Diversificación y Ahorro
de la Energía, el Gobierno Aragonés y la Caja Rural de Huesca.
Aunque en los últimos años se han puesto en marcha varias centrales de biomasa en
España, el desarrollo de esta tecnología está siendo más lento de lo previsto, tal y como
se desprende de las previsiones establecidas en el Plan de Fomento de las Energías Re-
novables. Técnicos, empresas del sector, sindicatos y ecologistas señalan que es preciso
tomar una serie de medidas si verdaderamente se quiere impulsar la biomasa como fuente
energética en España.
En diciembre de 2002, con motivo de la celebración de las jornadas Aportación de la
Biomasa al Desarrollo de las Energías Renovables, organizadas por el Instituto Sindical de
Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) de Comisiones Obreras y el Instituto para la Diversi-
ficación y Ahorro de la Energía, Greenpeace, Ecologistas en Acción, Comisiones Obreras
y la Asociación de Productores de Energías Renovables, con el fin de aumentar el apoyo
para el desarrollo de la biomasa, firmaron un acuerdo sobre las condiciones medioambien-
tales en que debe desarrollarse la biomasa, para de este modo hacer llegar a los poderes
públicos una serie de demandas con el fin que en el ejercicio de las competencias que les
corresponden hagan viable ese desarrollo.
A las ventajas comunes al resto de las energías renovables como son su carácter au-
tóctono, el respeto por el medioambiente, la creación de más empleo que las fuentes con-
vencionales, favorecer el equilibrio regional al encontrarse repartido el recurso por todo
el territorio y, en definitiva, su contribución a la diversificación energética y la generación
distribuida geográficamente que son los objetivos energéticos, compartidos tanto a escala
nacional como europea; en el caso de la biomasa se unen otras ventajas como la de ser una
energía modulable y complementaria a otras necesidades medioambientales, la limpieza
de los bosques, la prevención de la erosión, la reducción de los daños por incendios y la
fijación de la población rural.
Una de las principales causas para el retraso de la biomasa en el cumplimiento del
Plan de Fomento de las Energías Renovables es la ausencia de rentabilidad de las plantas
de producción de electricidad por los precios a los que actualmente se retribuyen los kWh
generados por esta tecnología. Es necesaria una subida de las primas para hacer que estos
proyectos sean replicables en forma masiva.
También la ausencia de apoyos logísticos para asegurar el recurso de las plantas, la
necesidad de confluencias de distintas política energéticas, agrícolas, medioambientales,
económicas y de empleo que hoy no se dan, el desconocimiento de las posibilidades de esta
tecnología por parte de otras instituciones como ayuntamientos, son barreras que dificultan
el desarrollo previsto y necesario.
Con la tendencia actual no se cumplirán los objetivos del Plan de Fomento (1.900 MW)
y mucho menos con la previsión (3.000 MW) del Plan de Infraestructuras Energéticas
aprobado en 2002 por el Gobierno.
Por todo ello, los cuatro firmantes del acuerdo reclaman a los poderes públicos:
En referencia a los problemas con los que se encuentra la producción energética con
biomasa, también son de gran interés las conclusiones a las que se llega en el Informe sobre
Biomasa Agrícola y Forestal en España. Análisis de la legislación relativa a las fuentes de
energía renovables en los Estados miembros de la Unión Europea,, a través del Programa
Altener, y dentro del Proyecto ENER-IURE Fase III. Se apunta que en las conclusiones
de este trabajo se quiere hacer una apuesta por el futuro e intentar dar luz a este marasmo
que es la normativa de las energías renovables de la biomasa:
— Es necesario que se dote al sector de una normativa básica a escala nacional, acorde
con los criterios de uniformidad con los demás países europeos que establezca la
Unión, Dicha normativa debe ser exhaustiva, a la vez que basada en un régimen
de fomento del uso de las energías renovables de la agricultura, la ganadería y la
silvicultura.
— Respecto de la materia forestal es preciso establecer las pautas que regulen el uso
energético principalmente de la madera y sus derivados, de modo que se favorezcan y
normalicen usos tradicionales de nuestras zonas rurales, hoy en vías de desaparición,
señalando las épocas, clases de madera, precauciones y responsabilidades derivadas
de la actividad.
— Finalmente, la gestión energética de los residuos de industrias ganaderas, forestales
o agrícolas debe ser contemplada como una vía de ahorro de energía, pero también
como fundamental solución para los problemas ambientales, por lo que es necesaria
una normativa de fomento de tales actividades, a la vez que normalizar la compo-
sición de los purines u orujos, especialmente a efectos ambientales.
— Se trata en definitiva de establecer las reglas del juego en un sector carente de tales:
estándares de calidad, normas de uso, responsabilidades ambientales o de otro tipo,
Las energías renovables en la producción de electricidad en España 71
3.6. CONCLUSIONES
España cuenta con abundantes productos utilizables como biomasa para la generación
de electricidad. A pesar de ello, hasta finales de los años noventa no se construyen centrales
con una potencia reseñable destinadas a esta finalidad.
La Ley 54/1997 del Sector Eléctrico tiene en la protección del medio ambiente uno
de sus objetivos. De ahí que a partir de entonces se impulse la instalación de centrales de
energías renovables, entre las que se incluyen las de biomasa.
La capacidad instalada en centrales de biomasa ha crecido considerablemente desde
1999, como consecuencia da la promulgación del Real Decreto 2818/1998 sobre Pro-
ducción de Energía Eléctrica por Instalaciones Abastecidas por Recursos o Fuentes de
Energía Renovables, Residuos o Cogeneración (Régimen Especial). Con posterioridad, el
Real Decreto 436/2004 establece la metodología para la actualización y sistematización
del régimen jurídico y económico de la actividad de producción de energía eléctrica en
régimen especial.
En cuanto a la distribución territorial de las plantas de producción, se localizan en un
reducido número de provincias, y destaca Andalucía, que concentra una cuarta parte del
total de la potencia instalada en España.
El desarrollo de nuevos proyectos de centrales de biomasa está condicionado por
varias razones: la dificultad para garantizar el combustible, tanto en su logística como en
su cantidad, calidad y precio; la necesidad de grandes inversiones, en su construcción y
mantenimiento; y el precio de venta de la energía generada, cuya tarifa no permite soportar
las inversiones y costes de operación.
La mayor inversión por kW instalado en este tipo de plantas, la garantía de potencia que
aportan a la red, su contribución a la reducción de importaciones de combustibles fósiles
y la posibilidad de un destacado aprovechamiento en España por la superficie y caracterís-
ticas del territorio, deberían posibilitar un mejor tratamiento retributivo de la electricidad
producida en estas centrales, así como un enfoque global de los aprovechamientos de la
biomasa por parte de la Administración que permita crear en el campo un sector productivo
asociado a la generación de energía.
Por tanto, para que se produzca un auténtico desarrollo de la biomasa en España, es
preciso que se cree un escenario claro de apoyo a la misma, y que se apliquen las medidas
establecidas en el Plan de Fomento de las Energías Renovables.
3.7. BIBLIOGRAFÍA
CARRASCO GARCÍA, J.E. (2001): «La biomasa como recurso renovable para la produc-
ción de calor y electricidad». En Tecnologías energéticas e impacto ambiental. Madrid,
Ed. McGraW-Hill, pp. 335-356.
COMISIÓN NACIONAL DE ENERGÍA (2003): Desarrollo Normativo de la Ley del Sector
Eléctrico. Volumen 6. 1ª Edición, 2003.. Madrid. 232 pp.
COMISIÓN NACIONAL DE ENERGÍA (2004): Información básica de los sectores de la
energía.. Madrid. 269 pp.
DOMÍNGUEZ BRAVO, J. ET AL. (2003): «Evaluación de la biomasa potencial como
recurso energético en la Región de Navarra». Geofocus,, nº 3, pp. 1-10.
EHN ENERGÍA HIDROELÉCTRICA DE NAVARRA (2004): Informe Anual EHN 2004,
Pamplona.
ERVITI, A. (2002): «EHN: Planta de biomasa de Sangüesa. 25 MW de potencia neta
mediante combustión de paja». En Aportación de la biomasa al desarrollo de las
energías renovables. Comisiones Obreras e Instituto para la Diversificación y Ahorro
de la Energía, Madri
Madrid, www.istas.net/portada/biomasa.ht
www.istas.net/portada/biomasa.htm.
ESPEJO MARÍN, C. (2004a): «La energía eólica en España». Investigaciones Geográficas,
nº 35, pp. 45-65.
ESPEJO MARÍN, C. (2004b): «La energía solar fotovoltaica en España». Nimbus, nº 13-
14, pp. 5-31.
FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, J. (2000): «El cardo como cultivo energético». Boletín Infor-
Burgos. Junio de 2000, pp. 19-27.
mativo del Servicio Agrario de la Caja de Burgos.
FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, J. (2003): «Agroenergética: Producción de biomasa para fines
energéticos». Agroinformacion.com, 10 de septiembre de 2003.
GUINEA MAIRLOT, R. (2002): «Biomasa eléctrica a partir de residuos de olivar. La expe-
riencia de Enemansa (Villarta de San Juan)». En Aportación de la biomasa al desarrollo
de las energías renovables. Comisiones Obreras e Instituto para la Diversificación y
Ahorro de la Energía, Madrid, www.istas.net/portada/biomasa.ht
www.istas.net/portada/biomasa.htm.
HERNÁNDEZ GONZÁLVEZ, C. ET AL (1996): Energía de la biomasa. Instituto para la
Diversificación y Ahorro de la Energía, Madrid, 155 pp.
INFOPOWER (2002): «Planta de generación de 16 MW empelando orujillo como com-
bustible». Infopower, nº 47, pp. 53-71.
INFOPOWER (2003): «Planta de 25 MW quemando paja de cereal de EHN en Sangüesa,
Navarra». Infopower, nº 54, pp. 19-33.
INSTITUTO PARA LA DIVERSIFICACIÓN Y AHORRO DE LA ENERGÍA. (2000):
Plan de Fomento de las Energías as Renovales en España. Madrid. 271 pp.
íías
INSTITUTO PARA LA DIVERSIFICACIÓ ÓN Y AHORRO DE LA ENERGÍA. (2003):
«Eficiencia energética y energías renovables». Boletín íín IDAE, nº 5, 131 pp.
ITOZ, C. ET AL. (2001): «Planta de 25 MW en Sangüesa: una referencia en generación
eléctrica a partir de biomasa». Infopower, nº 37, pp. 89-95.
LA CAL, J.A. (2002): «La Agencia de Gestión de la Energía de Castilla-La Mancha (AGE-
CAM, S.A.)». En Aportación de la biomasa al desarrollo de las energías renovables.
Comisiones Obreras e Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, Madrid,
www.istas.net/portada/biomasa.htm.
LA CAL, J.A. (2002): «La biomasa en Castilla-La Mancha». Retema: Revista técnica de
medio ambiente, nº 89, pp. 21-26.
LÓPEZ GRACIA, S. (2003): «Utilización de energía generada por subproductos del entorno
rural». Agroinformacion.com, 23 de septiembre de 2003.
MARCOS, F. (1999): «Centrales eléctricas de biomasa». Montajes e Instalaciones: Revista
técnica sobre la construcción e ingeniería de instalaciones, nº 333, pp. 85-92.
Las energías renovables en la producción de electricidad en España 73
4.1. INTRODUCCIÓN
* Amica Verba in honoren Prof. Antonio Roldán Pérez, Murcia, Universidad de Murcia, 2005, págs.
249-263.
1 La eficiencia energética comprende el conjunto de programas y estrategias con la finalidad de reducir
la energía que emplean determinados dispositivos y sistemas sin que se vea afectada la calidad de los servicios
suministrados.
76 Cayetano Espejo Marín
El Régimen Especial está regulado desde 1980 por la Ley 80/1980 de Conservación
de la Energía. Esta Ley surge para hacer frente a la segunda crisis del petróleo, y en ella
se establecen como objetivos fundamentales la mejora de la eficiencia energética de la
industria y la reducción de la dependencia del exterior. El desarrollo de dicha Ley da lugar
al fomento de la autogeneración eléctrica y de la producción hidroeléctrica en pequeñas
centrales. Con posterioridad, el Plan Energético Nacional 1991-2000 establece un programa
de incentivación de la cogeneración y de la producción con energía renovables con el fin
de pasar del 4,5 % de la producción nacional de energía eléctrica en 1990 al 10 % para el
año 2000. Dentro de este contexto, la Ley 40/1994, Ley de Ordenación del Sector Eléctrico
Nacional (LOSEN), consolidó el concepto de régimen especial.
En diciembre de 1994 se publica el Real Decreto 2366/1994 sobre producción de energía
eléctrica por instalaciones hidráulicas, de cogeneración y otras centrales abastecidas por
recursos o fuentes de energía renovables, en él se definen los principios que se establecían
en la LOSEN.
La Ley 54/1997 del Sector Eléctrico establece los principios de un nuevo modelo de fun-
cionamiento que, en lo que se refiere a la producción, están basados en la libre competencia.
Se da una libertad efectiva en cuanto a la instalación de centrales generadoras, es decir, no se
limita la entrada en el mercado a ninguna instalación por razones de política energética o de-
terminaciones de la planificación. La Ley hace compatible este fundamento con la consecución
de otros objetivos tales como la mejora de la eficiencia energética, la reducción del consumo
y la protección del medio ambiente, necesarios en función de los compromisos adquiridos
por España en la reducción de gases productores del efecto invernadero. Así, establece para
su consecución la existencia de un régimen especial de producción de energía eléctrica, como
régimen diferenciado del ordinario. En este último, el esquema regulador es el mercado de
producción en que se cruzan ofertas y demandas de electricidad y donde se establecen los
precios como consecuencia de su funcionamiento como mercado organizado.
La nueva Ley hace obligada la promulgación del Real Decreto 2818/1998, de 23 de
diciembre, sobre producción de energía eléctrica por instalaciones abastecidas por recursos
o fuentes de energía renovables, residuos y cogeneración, con el fin de adecuar el funciona-
miento de dicho régimen a la nueva regulación e introducción a la competencia. Este Real
Decreto impulsa el desarrollo de instalaciones de régimen especial mediante la creación de
un marco favorable sin incurrir en situaciones discriminatorias que pudieran ser limitadoras
de una libre competencia, aunque estableciendo situaciones diferenciadas para aquellos
sistemas energéticos que contribuyan con mayor eficacia a los objetivos antes señalados
Con el fin de alcanzar ese logro se fija un sistema de incentivos temporales para aque-
llas instalaciones que requieren de ellos para situarse en posición de competencia en un
mercado libre. Para las instalaciones basadas en energías renovables y de residuos, el in-
centivo establecido no tiene límite temporal debido a que se hace necesario internalizar sus
beneficios medioambientales ya que, por sus especiales características y nivel tecnológico,
sus mayores costes no les permite la competencia en un mercado libre.
Las energías renovables en la producción de electricidad en España 77
2 Conjunto de vegetales de crecimiento menor de un año que pueden utilizarse directamente o tras un
proceso de transformación para producir energía.
3 Conjunto de residuos de una primera utilización de la biomasa, principalmente estiércoles, lodos
procedentes de la depuración de aguas residuales, residuos agrícolas, forestales, biocombustibles y biogás.
78 Cayetano Espejo Marín
de energía solar, eólica, geotérmica, de las olas, de las mareas y rocas calientes y secas,
así como de centrales hidroeléctricas cuya potencia no sea superior a l0 MW y la que esté
comprendida ente 10 y 50 MW. Estas centrales pueden incorporar a la red la totalidad de la
energía eléctrica producida, en tanto no se alcance el 12 % del total de la demanda energética
al que hace referencia la disposición transitoria 16. de la Ley del Sector Eléctrico.
En el artículo 22 se recopilan las condiciones de la cesión de energía eléctrica, que,
cedida a las empresas distribuidoras, debe ser adquirida por la más próxima que tenga
características técnicas y económicas suficientes para su posterior distribución.
El artículo 23 se dedica al precio de la electricidad cedida a la empresa distribuidora
por parte de las instalaciones que no se acojan al régimen general de ofertas. Los titulares
de las instalaciones con potencia igual o inferior a 50 MW no tienen obligación de formular
ofertas al mercado mayorista para dichas instalaciones, pero tienen el derecho a vender sus
excedentes o, en su caso, la producción de energía eléctrica a los distribuidores al precio
final horario medio del mercado de producción de energía eléctrica, complementado, en
su caso, por una prima o incentivo que toma los valores recogidos en el capí capítulo IV del
Real Decreto 2818/1998.
En el reciente Real Decreto 436/2004, de 12 de marzo, se establece la metodología
para la actualización y sistematización del régimen jurídico y económico de la actividad de
producción de energía eléctrica en régimen especial. Este Real Decreto tiene como objetivo
unificar la normativa de desarrollo de la Ley del Sector Eléctrico, en lo que se refiere a la
producción de energía eléctrica en régimen especial, en particular en relación al régimen
económico de estas instalaciones.
Se define un sistema basado en la libre voluntad del titular de la instalación, que puede
optar por vender su producción o excedentes de energía eléctrica a la empresa distribuidora,
percibiendo por ello una retribución en forma de tarifa regulada, o bien por comercializar
dicha producción o excedentes directamente en el mercado diario, en el mercado a plazo
o a través de un contrato bilateral, percibiendo en este caso el precio negociado en el mer-
cado, más un incentivo por participar en él y una prima, si la instalación concreta tiene
derecho a percibirla.
Cualquiera que sea el mecanismo retributivo por el que se opte, el Real Decreto garantiza
a los titulares de las instalaciones en régimen especial una retribución razonable para sus
inversiones, y a los consumidores de electricidad una asignación también suficiente de los
costes imputables al sistema eléctrico.
Con este Real Decreto se pretende que en el año 2010 cerca de un tercio de la demanda
de electricidad esté cubierta por tecnologías de alta eficiencia energética y por energías
renovables, sin incrementar el coste de producción del sistema eléctrico, respecto a las
previsiones que sirvieron para fijar la metodología de tarifas en el año 2002. Con esta
aportación del régimen especial, posiblemente se alcance el objetivo fijado en la Ley del
Sector Eléctrico de conseguir que en el año 2010 las fuentes de energía renovable cubran,
al menos, el 12 % del total de la demanda energética en España.
Residuos Sólidos Urbanos 139 104 104 104 161 161 161 54,8
Total RESIDUOS 247 286 302 313 429 438 446 47,7
TRAT. DE RESIDUOS Gas natural 38 82 159 275 388 921,1
Total TRATAMIENTO DE RESIDUOS 0 0 38 82 159 275 388 921,1
TOTAL 4.545 6.255 7.750 9.157 11.136 13.154 14.552 87,8
Fuente: Comisión Nacional de Energía.
79
80 Cayetano Espejo Marín
4 MUEZ, Mikel (2003): «Navarra pone en marcha la planta fotovoltaica más potente de España», Diario
El País, 22 de enero de 2003, p. 26.
Las energías renovables en la producción de electricidad en España 81
El tercer grupo de centrales incluidas en el régimen especial incluye las que producen
electricidad a través de residuos de distinta procedencia. A su desarrollo ha contribuido el
Plan Nacional de Residuos Urbanos (2000-2006), que tiene por objeto prevenir la producción
de residuos, establecer sus sistemas de gestión y promover, por este orden, su reducción,
reutilización, reciclado y otras formas de valorización; dentro de estas se sitúa la valoriza-
ción energética para la fracción no reciclada, que se deberá llevar a cabo en instalaciones
adecuadas, y habrá sido objeto previamente de un programa de recogida selecta y reciclaje.
Los residuos se queman en las plantas incineradoras para producir vapor que acciona una
turbina que genera la electricidad. A este proceso generalmente le precede un tratamiento
previo para aumentar el contenido energético de los residuos.
La distribución por Comunidades Autónomas de la potencia instalada a finales de 2002,
con la información de la Comisión Nacional de Energía, queda expuesta en el cuadro 2.
De todas las tecnologías, la cogeneración es la única que se utiliza en todas las regiones;
estas centrales están instaladas en todo tipo de empresas agrícolas, industriales y de servi-
cios: químicas, papeleras, cerámicas, alimentarias, aeropuertos, hospitales, universidades
o parques tecnológicos.
Reseñable también es la presencia territorial de las centrales minihidráulicas, dada la
tradición centenaria de su aprovechamiento y su reciente recuperación. La Cuenca del Ebro
y la Cuenca Norte concentran la mayoría de estas instalaciones.
El desarrollo de la energía eólica no ha afectado de igual modo a todas las Comunidades
Autónomas. Durante el período comprendido entre los años 1998 y 2002 se han producido
dos hechos reseñables. Por un lado, la incorporación de cuatro regiones a la producción de
este tipo de electricidad: Comunidad Valenciana, País Vasco, La Rioja y Asturias. Por otra
parte, se ha dado un crecimiento espectacular en la mayoría de las que ya contaban con par-
ques eólicos en 1998. Llama la atención los casos de Castilla-La Mancha, que en 1998 aún
no había puesto en funcionamiento parques eólicos, y Castilla y León, que apenas disponía
de 29 MW; en cambio en 2002 cada región cuenta con una potencia instalada próxima a
los 600 MW. Galicia ha sextuplicado la capacidad en este breve período de tiempo y así
continúa manteniendo un papel hegemónico entre las regiones que producen electricidad
de origen eólico en España. Parecido comportamiento han tenido las comunidades del Va-
lle del Ebro. Navarra, la región con más potencia en 1998, ha triplicado el volumen de la
misma, y por tanto continúa siendo un referente dentro del conjunto de España; en Aragón,
la construcción de parques eólicos ha sido tan intensa que ha dado lugar a que la potencia
contabilizada en 2002 sea seis veces superior a la de 1998; reseñable también es el caso
de La Rioja, que pese a su tardía incorporación a la producción de energía eólica, pasa de
24 a 204 MW de 2000 a 2002. (Espejo 2004b).
En cuanto a la biomasa, Andalucía es la región con mayor capacidad, aporta el 32,5 %
al total nacional, y ello es posible por la presencia de varias instalaciones que utilizan para
su funcionamiento subproductos obtenidos en la producción de aceite de oliva. Detrás de
Andalucía se sitúan Navarra, Galicia, Asturias y Castilla-La Mancha, con una contribución
cada una próxima al 10 %. En otros ámbitos la presencia de centrales para combustión de
biomasa es testimonial, y no se han instalado en las dos comunidades insulares, Madrid y
La Rioja (Espejo 2005).
El resto de tecnologías, solar y tratamiento de residuos, necesitan de un mayor desarrollo
para contar con una presencia territorial reseñable.
Cuadro 2 82
POTENCIA INSTALADA EN RÉGIMEN ESPECIAL EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS. 2002. MEGAVATIOS
COGE- TRAT.
HIDRÁU- BIOMA- RESI-
NERA- SOLAR EÓLICA RESI- TOTAL
LICA SA DUOS
CIÓN DUOS
MW % MW % MW % MW % MW % MW % MW % MW %
ANDALUCÍA 611 11,0 82 1,8 88 5,9 96 32,5 76 17,2 34 14,3 987 7,9
ARAGÓN 482 8,6 719 16,0 247 16,6 21 7,1 10 2,3 29 12,2 1.508 12,0
ASTURIAS 57 1,0 0,1 1,8 74 1,6 75 5,1 33 11,2 54 12,2 293 2,3
BALEARES 3 0,1 0,1 1,8 34 7,7 37 0,3
CANARIAS 71 1,3 0,3 5,5 121 2,7 192 1,5
CANTABRIA 293 5,3 61 4,1 2 0,7 356 2,8
CASTILLA-LA MANCHA 369 6,6 1,1 20,0 741 16,5 60 4,0 26 8,8 10 4,2 1.207 9,6
CASTILLA Y LEÓN 429 7,7 0,2 3,6 515 11,5 161 10,8 1 0,3 17 3,9 41 17,3 1.164 9,3
CATALUÑA 1.152 20,6 0,7 12,8 75 1,7 236 15,9 12 4,1 60 13,6 119 50,2 1.655 13,2
Cayetano Espejo Marín
C. VALENCIANA 560 10,0 0,1 1,8 3 0,1 11 0,7 10 3,4 48 10,9 1 0,4 633 5,1
EXTREMADURA 9 0,2 13 0,9 1 0,3 3 1,3 26 0,2
GALICIA 608 10,9 1.212 27,0 293 19,7 34 11,5 66 15,0 2.213 17,6
LA RIOJA 48 0,9 204 4,5 15 1,0 1 0,2 268 2,1
MADRID 200 3,6 0,7 12,8 46 3,1 40 9,1 287 2,3
MURCIA 221 4,0 0,1 1,8 10 0,2 8 0,5 2 0,7 10 2,3 251 2,0
NAVARRA 98 1,8 1,9 34,5 716 15,9 116 7,8 41 13,9 973 7,8
PAÍS VASCO 368 6,6 0,2 3,6 24 0,5 55 3,7 16 5,4 25 5,7 488 3,9
TOTAL ESPAÑA 5.579 100 5,5 100 4.496 100 1.485 100 295 100 441 100 237 100 12.539 100
4.4. CONCLUSIONES
5 CASCAR, S.: «Kioto costará a España 19.000 millones entre 2008 y 2012. Pricewaterhouse cree «casi
imposible» cumplir con los objetivos», Diario El País, 2 de abril de 2004, p. 63.
6 MATÉ, Vidal (2004): «Energía funde los purines. Las empresas amenazan con cerrar las plantas de
depuración», Diario El País Negocios, 11 de abril de 2004, p. 8.
7 MARDONES, Inmaculada (2004): «Las ayudas a las energías renovables sumarán 5.742 millones
hasta 2010», Diario El País,, 10 de marzo de 2004, p. 38.
84 Cayetano Espejo Marín
4.5. BIBLIOGRAFÍA
ESPEJO MARÍN, C. (2004c): «La energía solar fotovoltaica en España». Nimbus, nº 13-
14, pp. 5-31.
ESPEJO MARÍN, C. (2005): «La biomasa en la producción de electricidad en España».
Estudios Geográficos, nº 258, pp. 105-128.
FABRA UTRAY, J. (2003): ¿Liberalización o regulación? Un mercado para la electricidad.
Madrid, Instituto Pascual Madoz del Territorio, Urbanismo y Medio Ambiente de la
Universidad Carlos III, y Marcial Pons.
INSTITUTO PARA LA DIVERSIFICACIÓN Y AHORRO DE LA ENERGÍA (1996):
Manual de energía íía eólica. Madrid.
INSTITUTO PARA LA DIVERSIFICACIÓN Y AHORRO DE LA ENERGÍA (2000): Plan
de Fomento de las Energías as Renovales en España. Madrid.
íías
INSTITUTO PARA LA DIVERSIFICACIÓ ÓN Y AHORRO DE LA ENERGÍA (2003):
«Eficiencia energética y energías renovables». Boletín íín IDAE. 5.
LAALI, A. y BENARD, M. (1999): «Production d’électricité par énergie éolienne. Situation
dans le monde et programme franç français
fran ç Eole 2005». La Météorologie, nº 25, pp. 38-48.
MARTÍN MUNICIO, A. y COLINO MARTÍNEZ, A. (2003): Diccionario Español de la
Energía.. Aranjuez, Ediciones Doce Calles.
MENÉNDEZ PÉREZ, E. (1997): Las energías renovables. Un enfoque político-ecológico.
Madrid, Los Libros de la Catarata.
MENÉNDEZ PÉREZ, E. (2001): Energías íías renovables, sustentabilidad y creación de empleo.
Una economía íía impulsada por el sol. Madrid, Los Libros de la Catarata.
MINISTERIO DE ECONOMÍA (2002): Planificación de los Sectores de Electricidad y
Gas. Desarrollo de las Redes de Transporte 2002-2011. Madrid, Secretaría de Estado
de Energía, Desarrollo Industrial y de la Pequeña y Mediana Empresa.
MINISTERIO DE ECONOMÍA (2003): La Energía en España 2002. Madrid, Secretaría
de Estado de Energía, Desarrollo Industrial y de la Pequeña y Mediana Empresa.
MINISTERIO DE ECONOMÍA (2003): Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en
España. Madrid, Secretaría de Estado de Energía, Desarrollo Industrial y de la Pequeña
y Mediana Empresa.
MINISTERIO DE INDUSTRIA Y ENERGÍA (2000): Ley del Sector Eléctrico é
éctrico. Disposi-
complementarias. Madrid:
ciones complementarias
MOLINA IBÁÑEZ, M. (2001): «Las fuentes de energía». En Geografía de España. Bar-
celona, Ariel, pp. 455-476.
PLAZA BALAGUER, V. (1998): «Respuestas del sector eléctrico a la problemática del
efecto invernadero». En Energía íía y Cambio Climático. Madrid, Ministerio de Medio
Ambiente, pp. 97-130.
PINEDA, M. y CABELLO, P. (Eds.) (1998): Energía de la biomasa: realidades y pers-
pectivas. Córdoba, Universidad de Córdoba.
RED ELÉCTRICA DE ESPAÑA (2003): El sistema eléctrico ééctrico español. Informe 2002.
Madrid.
UNESA (1998): Centrales eléctricas
é
éctricas . Madrid.
UNESA (2001): La industria eléctrica ééctrica y el medio ambiente. Madrid.
5. APÉNDICE ESTADÍSTICO
5.1. EVOLUCIÓN ANUAL DEL RÉGIMEN ESPECIAL. POTENCIA INSTALADA
Y ENERGÍA VENDIDA
5.1.1. EVOLUCIÓN ANUAL DEL RÉGIMEN ESPECIAL. POTENCIA INSTALADA Y ENERGÍA VENDIDA. TOTAL ESPAÑA
COGENERACIÓN SOLAR EÓLICA HIDRÁULICA BIOMASA RESIDUOS TRAT. RESIDUOS TOTAL
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
1995 1.759 6.690 1 1 98 181 998 2.240 36 189 201 692 3.093 9.993
1996 2.350 9.050 1 1 227 374 1.058 3.589 36 219 247 859 3.919 14.092
1997 2.728 11.232 1 1 420 697 1.107 3.451 36 89 247 1.011 4.539 16.481
1998 3.671 13.681 1 1 884 1.354 1.241 3.621 69 170 333 1.589 6.199 20.416
1999 4.190 16.578 1 1 1.678 2.696 1.379 3.788 78 192 352 1.746 29 98 7.707 25.099
2000 4.931 16.744 1 1 2.288 4.689 1.408 3.923 142 275 334 1.636 82 194 9.186 27.462
2001 5.346 16.683 3 2 3.500 6.932 1.501 4.390 212 698 445 1.930 159 559 11.166 31.194
Las energías renovables en la producción de electricidad en España
2002 5.576 18.327 7 5 5.058 9.603 1.533 3.901 336 1.155 457 2.171 328 1.041 13.295 36.203
2003 5.660 19.039 11 9 6.317 12.063 1.605 5.092 436 1.535 463 2.299 424 2.118 14.916 42.155
2004 5.786 19.081 21 18 8.518 16.078 1.648 4.749 450 1.745 581 2.282 473 2.712 17.477 46.665
2005 5.789 18.722 41 40 10.000 20.955 1.704 3.790 485 2.100 581 2.602 542 3.178 19.142 51.387
5.1.2. EVOLUCIÓN ANUAL DEL RÉGIMEN ESPECIAL. POTENCIA INSTALADA Y ENERGÍA VENDIDA. ANDALUCÍA
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
1998 495,96 2.315,17 111,37 232,67 73,99 200,76 12,90 72,36 43,57 60,62 737,79 2.881,58
1999 562,08 2.765,79 123,70 266,72 74,80 130,39 19,25 79,95 55,50 123,01 835,33 3.365,86
2000 628,79 2.794,75 143,50 358,74 82,30 101,62 55,38 132,80 33,50 120,96 943,47 3.508,87
2001 605,19 2.812,02 151,96 370,92 87,56 186,14 60,20 412,67 70,50 334,36 15,00 22,06 990,41 4.138,17
Cayetano Espejo Marín
2002 602,40 2.893,33 0,03 0,00 180,74 386,09 87,56 154,18 96,20 615,13 78,67 458,66 35,89 200,93 1.081,49 4.708,32
2003 603,20 3.027,83 0,34 0,38 230,89 482,40 102,14 236,57 115,53 704,92 78,67 470,74 93,67 481,57 1.224,44 5.404,41
2004 606,20 2.914,13 0,65 0,65 338,69 518,11 102,14 213,51 117,24 711,24 78,67 420,07 93,67 672,48 1.337,26 5.450,19
2005 606,20 2.853,50 1,68 1,68 441,54 912,09 102,14 146,73 126,33 726,75 78,67 398,87 136,73 837,73 1.493,29 5.877,35
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
2000 419,17 1.323,62 237,00 541,78 249,15 762,82 14,14 6,72 919,46 2.634,94
2001 423,65 1.279,11 487,28 786,55 249,29 923,30 21,75 31,78 28,78 53,26 1.210,75 3.074,00
2002 448,57 1.240,79 883,21 1.388,95 249,29 684,38 21,75 76,04 28,78 84,97 1.631,60 3.475,13
2003 455,47 1.362,55 0,01 0,01 947,01 1.911,13 249,29 1.013,65 21,75 66,64 42,92 97,33 1.716,45 4.451,31
2004 464,97 1.519,63 0,03 0,06 1.186,96 2.484,90 252,80 880,38 21,75 69,12 42,92 102,88 1.969,43 5.056,97
2005 476,53 1.524,43 0,14 0,21 1.410,71 3.144,88 252,85 649,13 21,75 69,27 42,92 98,99 2.204,90 5.486,91
Las energías renovables en la producción de electricidad en España
5.1.4. EVOLUCIÓN ANUAL DEL RÉGIMEN ESPECIAL. POTENCIA INSTALADA Y ENERGÍA VENDIDA. ASTURIAS
COGENERACIÓN SOLAR EÓLICA HIDRÁULICA BIOMASA RESIDUOS TRAT. RESIDUOS TOTAL
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
1998 44,23 162,46 110,43 147,57 5,50 29,78 50,00 370,66 210,16 710,47
1999 47,16 253,11 110,43 150,89 7,32 33,68 50,00 381,64 214,91 819,32
2000 55,27 230,67 0,00 71,55 190,01 7,32 45,69 50,00 362,69 184,14 829,06
2001 55,27 264,58 0,03 0,01 71,98 184,18 7,32 48,24 50,00 385,57 184,60 882,58
2002 63,03 258,89 0,09 0,05 49,30 51,91 76,79 223,51 33,32 45,20 54,00 391,92 276,53 971,48
Cayetano Espejo Marín
2003 63,03 285,19 0,09 0,20 96,16 121,95 76,79 227,32 33,32 63,09 54,00 395,65 2,00 0,00 325,39 1.093,40
2004 68,50 289,30 0,15 0,10 102,11 229,17 76,79 240,03 33,32 53,99 73,44 454,66 6,07 9,40 360,38 1.276,65
2005 67,00 283,58 0,20 0,15 120,11 248,50 76,79 239,18 46,51 168,37 73,44 545,27 6,07 10,12 390,12 1.495,17
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
2004 5,92 4,93 0,55 0,52 3,20 3,73 34,11 145,81 43,78 154,99
2005 5,92 3,68 0,62 0,67 3,20 5,43 34,11 123,49 43,85 133,27
Las energías renovables en la producción de electricidad en España
5.1.6. EVOLUCIÓN ANUAL DEL RÉGIMEN ESPECIAL. POTENCIA INSTALADA Y ENERGÍA VENDIDA. CANARIAS
COGENERACIÓN SOLAR EÓLICA HIDRÁULICA BIOMASA RESIDUOS TRAT. RESIDUOS TOTAL
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
1998 24,20 58,10 0,03 0,03 68,38 117,39 0,46 1,35 38,20 309,09 131,27 485,96
1999 26,42 55,32 0,01 0,03 82,40 221,90 0,46 1,95 38,20 311,52 147,49 590,72
2000 26,42 15,02 0,01 0,05 104,83 237,23 0,46 2,84 38,20 281,64 169,92 536,78
2001 32,58 8,31 0,01 0,08 112,38 331,36 0,46 2,70 38,20 249,66 183,63 592,11
Cayetano Espejo Marín
2002 32,58 19,39 0,08 0,13 122,86 343,97 0,46 1,83 38,20 242,63 194,18 607,95
2003 33,27 3,45 0,12 0,18 124,18 341,50 0,46 2,33 38,20 243,29 196,23 590,75
2004 33,27 1,22 0,23 0,27 130,73 329,56 0,46 2,85 38,20 242,80 202,89 576,70
2005 33,27 1,79 0,39 0,51 130,73 325,56 0,46 2,37 38,20 228,07 203,05 558,30
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
2003 288,28 1.415,01 0,02 0,00 62,03 219,50 2,39 15,34 352,72 1.649,85
2004 288,28 1.573,36 0,06 0,02 67,03 248,25 2,39 17,47 357,76 1.839,10
2005 288,28 1.477,12 0,12 0,09 67,03 262,38 2,39 16,72 357,82 1.756,31
Las energías renovables en la producción de electricidad en España
5.1.8. EVOLUCIÓN ANUAL DEL RÉGIMEN ESPECIAL. POTENCIA INSTALADA Y ENERGÍA VENDIDA.
CASTILLA-LA MANCHA
COGENERACIÓN SOLAR EÓLICA HIDRÁULICA BIOMASA RESIDUOS TRAT. RESIDUOS TOTAL
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
1998 241,15 697,41 1,00 1,11 54,58 121,16 0,80 0,32 297,53 820,00
1999 321,14 986,12 1,00 1,26 111,54 112,79 54,74 140,74 0,80 0,24 489,22 1.241,15
2000 352,94 1.149,85 1,00 1,08 298,98 501,50 54,85 172,77 0,80 0,01 8,88 717,45 1.825,21
2001 369,53 881,05 1,02 1,15 470,25 930,37 58,47 219,32 26,04 9,33 8,88 43,89 934,19 2.085,11
Cayetano Espejo Marín
2002 377,11 950,01 1,10 1,22 767,72 1.206,14 61,37 174,24 26,40 73,32 8,88 60,65 1.242,58 2.465,58
2003 400,01 993,97 1,01 1,29 1.070,18 1.810,00 66,19 237,10 33,62 124,37 8,88 46,87 1.579,89 3.213,60
2004 406,29 1.076,24 1,41 1,39 1.619,40 2.446,91 66,19 244,72 41,42 121,32 8,88 53,65 2.143,59 3.944,23
2005 416,16 1.131,33 2,68 2,44 2.061,73 3.273,16 95,99 236,00 42,46 119,34 0,00 7,97 2.619,02 4.770,24
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
1998 259,33 865,34 28,71 32,08 125,94 405,56 0,25 0,14 414,23 1.303,12
1999 295,67 958,86 183,00 121,27 137,77 311,17 0,25 0,22 616,69 1.391,52
2000 365,91 1.088,95 238,20 471,19 151,56 399,51 0,25 0,07 5,05 3,75 760,97 1.963,47
2001 449,02 1.207,06 0,04 0,02 379,43 610,60 168,12 468,75 0,85 0,25 25,80 83,55 1.023,26 2.370,23
2002 467,92 1.489,61 0,18 0,09 608,42 1.017,18 170,71 397,54 4,88 1,01 40,80 136,44 1.292,91 3.041,87
2003 485,86 1.589,57 0,49 0,36 877,07 1.494,84 171,31 637,33 4,88 5,48 63,00 253,16 1.602,61 3.980,74
2004 485,86 1.668,47 1,51 1,37 1.546,97 2.332,93 192,42 536,16 5,39 13,82 63,00 414,63 2.295,15 4.967,38
2005 495,96 1.712,22 4,25 4,11 1.705,37 3.293,90 204,02 385,39 6,76 13,51 85,04 500,86 2.501,40 5.909,99
Las energías renovables en la producción de electricidad en España
5.1.10. EVOLUCIÓN ANUAL DEL RÉGIMEN ESPECIAL. POTENCIA INSTALADA Y ENERGÍA VENDIDA. CATALUÑA
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
1998 945,74 4.215,33 0,04 0,05 34,52 8,30 183,62 636,63 0,50 0,66 44,56 226,60 1.208,98 5.087,57
1999 994,94 4.813,56 0,04 0,04 71,38 86,62 196,00 671,58 0,50 0,55 49,76 263,16 29,28 98,17 1.341,90 5.933,68
2000 1.167,09 4.709,60 0,06 0,07 71,38 140,28 208,87 674,89 2,40 2,23 54,33 258,92 54,03 183,54 1.558,16 5.969,53
2001 1.194,22 4.114,99 0,12 0,10 97,63 166,91 231,51 772,91 4,78 10,86 54,33 227,97 80,60 356,51 1.663,19 5.650,25
Cayetano Espejo Marín
2002 1.194,30 4.174,18 0,90 0,29 100,23 195,42 237,63 761,48 11,43 24,12 54,33 214,04 118,82 513,31 1.717,64 5.882,84
2003 1.195,21 3.866,12 1,30 0,92 100,23 187,59 237,98 974,90 24,10 61,36 59,44 297,90 118,82 699,03 1.737,08 6.087,82
2004 1.242,04 3.958,75 2,39 2,05 108,15 231,84 239,00 891,62 25,43 115,55 59,44 276,77 133,82 814,01 1.810,27 6.290,59
2005 1.187,10 3.998,23 3,30 3,53 160,65 274,19 246,59 597,66 34,63 109,92 59,44 284,40 143,82 954,12 1.835,53 6.222,05
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
1999 500,93 1.592,87 2,64 0,95 6,65 14,64 39,91 88,88 550,13 1.697,34
2000 544,73 1.563,73 0,02 0,00 2,64 6,11 10,93 13,56 3,34 0,86 39,91 91,32 601,57 1.675,58
2001 560,15 1.371,37 0,04 0,02 2,64 13,12 31,33 17,30 5,85 13,46 47,21 68,39 647,22 1.483,66
2002 577,41 1.435,79 0,20 0,11 20,49 25,47 31,33 10,31 9,38 25,13 47,21 98,25 0,61 0,00 686,63 1.595,06
2003 582,40 1.453,22 0,53 0,38 20,49 33,26 31,33 19,89 9,38 15,99 47,21 86,57 0,61 1,08 691,95 1.610,39
2004 595,98 1.458,08 1,82 1,14 20,49 33,43 31,33 22,24 10,44 18,87 56,15 34,62 0,61 0,38 716,82 1.568,76
2005 635,35 1.509,69 5,67 4,09 20,49 25,53 31,33 20,01 10,44 22,81 56,15 30,06 1,70 0,48 761,13 1.612,67
Las energías renovables en la producción de electricidad en España
5.1.12. EVOLUCIÓN ANUAL DEL RÉGIMEN ESPECIAL. POTENCIA INSTALADA Y ENERGÍA VENDIDA.
EXTREMADURA
COGENERACIÓN SOLAR EÓLICA HIDRÁULICA BIOMASA RESIDUOS TRAT. RESIDUOS TOTAL
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
2001 8,77 22,85 0,00 13,23 14,73 1,30 0,79 23,30 38,37
Cayetano Espejo Marín
2002 8,77 22,77 0,01 0,00 18,83 14,98 1,30 0,44 4,29 5,73 33,20 43,92
2003 8,77 24,46 0,01 0,00 18,83 31,14 1,30 4,29 17,03 33,20 72,63
2004 8,77 23,20 0,02 0,02 18,83 24,23 1,30 0,04 4,29 15,87 33,21 63,36
2005 8,77 19,03 0,27 0,05 18,83 13,66 1,30 0,01 4,29 23,71 33,46 56,46
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
1998 351,74 1.378,63 256,13 294,39 257,06 621,14 32,44 34,98 897,37 2.329,14
1999 423,31 1.769,32 521,73 721,97 259,46 714,90 32,44 44,86 1.236,94 3.251,05
2000 496,12 1.709,42 693,77 1.317,53 276,40 713,20 32,44 42,32 1.498,73 3.782,47
2001 579,07 1.797,29 0,01 0,00 1.081,30 2.049,86 297,11 745,56 32,44 42,11 66,00 154,51 2.055,93 4.789,33
2002 626,06 1.975,84 0,01 0,01 1.365,76 2.915,33 301,37 708,21 40,98 44,55 66,00 252,12 2.400,18 5.896,06
2003 631,43 2.273,83 0,03 0,02 1.669,39 3.410,66 351,18 790,85 43,48 42,46 67,20 295,02 2.762,71 6.812,84
2004 635,23 1.857,64 0,24 0,13 2.006,18 4.322,37 368,40 698,78 43,48 51,96 67,20 315,22 3.120,73 7.246,10
2005 622,33 1.510,84 0,52 0,60 2.432,36 5.780,36 372,19 612,79 43,48 216,94 67,20 329,38 3.538,08 8.450,91
Las energías renovables en la producción de electricidad en España
5.1.14. EVOLUCIÓN ANUAL DEL RÉGIMEN ESPECIAL. POTENCIA INSTALADA Y ENERGÍA VENDIDA. LA RIOJA
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
2000 49,62 111,88 24,42 57,55 15,76 49,25 5,00 2,47 94,80 221,15
2001 49,62 125,32 73,92 133,26 16,46 47,94 5,00 3,35 145,00 309,87
Cayetano Espejo Marín
2002 49,62 147,71 0,03 0,01 203,52 316,11 16,46 40,23 5,00 3,36 274,63 507,42
2003 49,62 139,58 0,05 0,03 271,87 491,16 16,46 52,93 5,00 3,10 343,00 686,80
2004 49,62 134,95 0,08 0,09 398,28 740,02 18,06 63,00 5,00 2,79 471,04 940,85
2005 49,62 121,60 0,68 0,29 410,18 969,82 19,31 61,94 7,19 2,56 486,98 1.156,21
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
1999 115,71 286,36 0,01 43,57 61,19 40,20 247,89 199,49 595,44
2000 124,22 254,66 0,06 0,01 44,29 92,36 40,20 243,81 208,77 590,84
2001 196,63 410,02 0,25 0,09 44,46 118,88 40,20 222,13 281,54 751,12
2002 197,20 638,43 1,12 0,51 44,46 48,94 40,20 219,16 42,13 33,86 325,11 940,90
2003 205,09 619,66 1,81 1,54 44,46 127,14 36,80 35,74 40,20 213,93 42,13 288,30 370,49 1.286,31
2004 239,08 644,91 2,92 2,82 44,46 119,94 38,35 165,87 29,80 173,38 42,13 325,83 396,74 1.432,75
2005 239,08 699,74 4,85 4,88 44,46 35,71 38,35 214,59 29,80 162,96 42,13 326,00 398,67 1.443,88
Las energías renovables en la producción de electricidad en España
5.1.16. EVOLUCIÓN ANUAL DEL RÉGIMEN ESPECIAL. POTENCIA INSTALADA Y ENERGÍA VENDIDA. MURCIA
COGENERACIÓN SOLAR EÓLICA HIDRÁULICA BIOMASA RESIDUOS TRAT. RESIDUOS TOTAL
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
1998 64,07 280,89 5,94 0,64 10,93 52,65 10,40 76,11 91,34 410,29
1999 99,88 325,51 5,94 11,10 10,93 47,69 1,05 5,21 10,40 80,24 128,20 469,75
2000 124,45 426,08 12,54 12,11 10,93 46,13 2,05 8,52 10,40 32,88 160,37 525,72
2001 124,45 413,58 0,03 0,00 12,54 21,25 10,93 50,96 2,05 12,23 10,40 50,05 160,40 548,07
Cayetano Espejo Marín
2002 219,66 577,09 0,11 0,07 12,54 21,84 10,93 43,52 2,05 12,01 10,40 75,48 39,64 1,70 295,33 731,71
2003 219,66 944,98 0,28 0,20 50,19 32,53 11,51 45,79 3,10 12,68 10,40 68,60 39,64 210,64 334,78 1.315,42
2004 219,66 909,27 0,79 0,64 50,19 95,88 11,51 44,13 3,10 14,22 10,40 58,68 54,58 239,52 350,23 1.362,34
2005 219,66 812,54 2,94 1,25 50,20 94,01 12,62 41,52 3,10 14,30 10,40 12,03 54,84 290,67 353,76 1.266,32
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
1998 65,90 169,05 0,03 0,02 243,89 422,24 101,93 351,34 1,94 5,14 413,69 947,79
1999 78,45 212,12 0,06 0,04 342,89 719,58 107,94 361,36 1,94 3,39 531,28 1.296,49
2000 94,60 231,50 0,12 0,11 433,41 992,37 115,50 388,26 1,94 3,35 645,57 1.615,59
2001 97,46 247,23 1,43 0,26 603,57 1.431,55 116,64 333,76 1,94 3,06 821,04 2.015,86
2002 100,79 271,67 2,18 2,10 716,46 1.640,45 118,24 311,66 40,42 81,69 978,09 2.307,57
2003 107,08 276,36 3,61 3,15 738,36 1.599,42 116,19 356,90 40,42 225,94 1.005,66 2.461,77
2004 107,59 294,36 7,23 6,31 885,51 2.000,31 113,23 385,08 40,42 211,65 15,00 54,64 1.168,98 2.952,35
2005 110,63 331,55 11,66 14,65 930,46 2.439,64 112,66 364,12 40,42 246,21 15,00 111,10 1.220,83 3.507,27
Las energías renovables en la producción de electricidad en España
5.1.18. EVOLUCIÓN ANUAL DEL RÉGIMEN ESPECIAL. POTENCIA INSTALADA Y ENERGÍA VENDIDA. PAÍS VASCO
COGENERACIÓN SOLAR EÓLICA HIDRÁULICA BIOMASA RESIDUOS TRAT. RESIDUOS TOTAL
Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía Potencia Energía
AÑO instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida instalada vendida
(MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh) (MW) (GWh)
1998 202,12 476,43 44,19 97,01 12,99 22,54 31,67 110,99 290,97 706,97
1999 223,57 631,55 50,58 101,95 12,99 17,13 31,67 106,75 318,81 857,38
2000 238,06 580,57 0,01 0,01 26,97 52,18 50,58 116,34 27,49 22,76 31,67 105,03 374,78 876,89
2001 311,92 539,50 0,05 0,01 26,97 85,65 51,41 98,05 40,04 96,69 31,67 91,29 462,06 911,19
Cayetano Espejo Marín
2002 321,91 725,15 0,36 0,10 26,97 94,43 55,82 118,10 40,52 138,13 31,67 101,42 8,14 3,16 485,39 1.180,49
2003 322,18 756,63 0,59 0,40 120,77 146,32 56,89 118,37 60,52 156,94 31,67 96,46 8,14 22,55 600,76 1.297,67
2004 327,29 759,23 1,29 0,90 120,77 308,69 58,00 135,88 60,52 177,44 131,17 159,86 8,14 8,58 707,18 1.550,58
2005 320,07 739,91 2,29 1,68 180,75 331,34 59,39 145,61 60,82 160,12 131,17 487,75 9,69 16,43 764,18 1.882,84
2003 7,98% 0,00% 5,05% 2,13% 0,64% 0,96% 0,89% 17,65% 16,29% 24,11%
2004 7,65% 0,01% 6,44% 1,90% 0,70% 0,91% 1,09% 18,70% 11,93% 20,98%
2005 7,18% 0,02% 8,09% 1,46% 0,81% 1,00% 1,22% 19,78% 7,35% 17,73%
Total 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00%
Total Renovables 6,52% 6,26% 5,43% 5,59% 6,55% 5,37% 6,76% 6,44% 6,07%