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12 DOMINGO, 22 DE JULIO DE 2018 metro@elcolombiano.

com

METRO Daniela recorre cada día la trocha de cinco kilóme-


tros hasta la escuela de la vereda El Porvenir. Su
compañero, un macho manso de pelaje café, se lo
prestó la Alcaldía. FOTOS JULIO CÉSAR HERRERA

EDUCACIÓN CRÓNICA ¿CÓMO FUNCIONA?

Ir a la escuela, la travesía
YA VAN 40 NIÑOS
BENEFICIADOS
Andrés Ramírez Giraldo,

de Daniela a lomo de mula


secretario de Educación
de El Carmen, explica que
el programa “Mulas para
educar” se implementó
desde 2016, como necesi-
dad de equilibrar el plan
de subsidios de transporte
El difícil camino que transitan los estudiantes en zonas rurales de entregados a los estudian-
tes del casco urbano. Des-
Antioquia. Historia de una jornada en el corazón de la cordillera. de entonces han sido be-
neficiados 40 niños de las
zonas rurales de El Ciprés,
Por JUAN DIEGO ORTIZ JIMÉNEZ ción pero me gusta mucho”, tregó el animal a la niña. El co- zorcas con rapidez, llena una Corales, Santa Rita, Cocu-
dice Ciro, al que conocen modato hace parte de “Mulas coca plástica que le entrega a yo, El Retiro y El Porvenir.

L
a luz se cuela por las rendi- como Puñalada en ese caserío para educar”, un programa que su padre y corre a la cocina Además de la mula, entre-
jas de la pared de madera confinado a la lejanía que se presta animales de montar a para preparar la melaza del gan la montura y la pri-
que separa la cocina de la llama El Porvenir. “Yo soy sin los niños de las zonas rurales macho, a quien bautizó como mera ración de alimento.
pieza principal. La penumbra pereza siempre, a mi señora le que viven lejos de los pupitres, Niño. Echa agua en un balde
ayuda a delinear al otro lado la llevo los tragos a la cama des- con la única condición de que curtido, se arrodilla y mete su
figura de Carlos Ciro, un campe- de hace 33 años”, cuenta. terminen la escuela. brazo para diluir la miel. donde pernocta el animal.
sinos menudito de 64 años, que Daniela aparece en escena. Magdalena, la madre de Da- “Hola mi Niño”, saluda. Le
silva los versos de Ilusión perdi- Se frota los ojos con sus puños niela, prende las brasas con ca- dice dos, tres palabras y le em-
da, un éxito popular de Rómulo desde su pieza. Se levanta con la bos de vela. Asa las arepas y pieza a hacer los amarres. Lo
Caicedo, mientras muele el maíz misma ropa que trajinó el día “Los hijos aquí los hierve agua. “Le soy franca, no hace con desparpajo, con la
para las arepas. “Me hace recor- anterior: un bluyín desteñido y nací para madrugar”, se exculpa destreza de un peón de anta-
dar de aquel ayer que fuimos una blusa azul claro, tal como levantamos con y, luego sentencia: “A los hijos ño. “Aprendió viéndome ensi-
tan felices”, dice la canción. ahora está el cielo. aguapanela y los levantamos con aguapanela llar”, cuenta Ciro con orgullo.
Apenas clarea en el cañón “Me hace el favor y se pone y chocolate, nunca tuvimos El animal no hace repulsa.
del Melcocho, en límites entre El a desgranar maíz para los po- chocolate, no para una vaca lechera”. Ya con el cabezal puesto, Da-
Carmen de Viboral y Sonsón, en llos”, le ordena Carlos. tuvimos para una niela lo hala sin esfuerzo.
el Oriente antioqueño. La civili- Tiene que afanarse para Un viaje que era a pie Niño parece seguirla.
zación está a cuatro horas a ca- hacer los oficios pero no tanto vaca lechera”. El Porvenir está asentado en el Llega a otra estancia donde
ballo, no hay otro medio de como hace un año. Entre su MAGDALENA ESTRADA final de la cordillera donde sopla ata el macho. Saca la montura,
transporte para llegar hasta la casa y la escuela de El Porvenir Madre de Daniela viento tibio. Tiene 1.700 hectá- pone la alfombra, luego la silla
casa de madera, con barandas hay un camino de herradura reas, todas inmersas dentro de y con sus manos pequeñas
de guadua, techo de lata, cinco de cinco kilómetros, una hora la reserva de los cañones de los tiempla la cincha con sus do-
bombillos y fogón de leña de de camino con pies ligeros, “Me puse contenta cuando ríos Melcocho y Santo Domin- bleces respectivos. No le pone
cuatro puestos, donde viven aunque el regreso tarda más me lo entregaron. Hace mucho go. La topografía es accidentada, el freno para que su compañe-
Ciro, su esposa Magdalena Es- porque es en ascenso. tiempo, desde que estaba en producto de la erosión de los ro beba con comodidad.
trada y José y Daniela, los últi- Daniela tenía que sortear a preescolar –dice, como si los re- ríos. La zona se precia de gran ri- “Apúrele niña que todavía
mos de los 12 hijos que tuvieron. pie el terreno quebrado de la cuerdos se pudieran escapar en queza hídrica: solo la cuenca del no se ha organizado”, le grita
“No me sé completa la can- media loma donde vive y cru- apenas ocho años de vida-, me Melcocho tiene 14 afluentes. Magdalena, una matrona de
zar tres arroyuelos para llegar tocaba caminar de arriba a aba- Por ejemplo, en la casa de los 52 años que ya tiene seis nie-
a tiempo a la escuela que tiene jo. Me dolían mucho los pies. Ya Ciro Estrada hay una canilla que tos. No sabe si nació en El Car-
un letrero grande en un costa- ahora el único que llega sudado siempre está abierta y que, men o en Cocorná porque, ex-
do que dice: “la alegría está es el macho”. Sonríe. como en posada campesina que plica, su partida de bautismo
Porvenir”. Estaba cansada de Ahora solo se demora media se respete, alimenta un tanque es un enredo. Pero sí se acuer-
tanto agite pero el año pasado hora en cada trayecto. que nunca está vacío. da que conoció a Ciro en una
ICQC 2018-20
todo cambió. Un macho de pe- “A mi amiga Jimena tam- De ese tanque Daniela romería y que la primera invi-
laje café y patas pintadas llegó bién le dieron una mula pero saca el agua para darle de be- tación fue a chocolatina.
de repente a su casa. se pasó de potrero y se la llevó ber a Niño. Con la mezcla Sus otros ocho hijos –dos
La Secretaría de Educación el río”, añade con pesar. dulce terminada toma el bo- fallecieron chiquitos- se fue-
de El Carmen de Viboral le en- Por eso desgrana tres ma- zal y se dirige al entechado ron a buscar mejor suerte en
12 DOMINGO, 22 DE JULIO DE 2018 metro@elcolombiano.com

METRO Daniela recorre cada día la trocha de cinco kilóme-


tros hasta la escuela de la vereda El Porvenir. Su
compañero, un macho manso de pelaje café, se lo
prestó la Alcaldía. FOTOS JULIO CÉSAR HERRERA

EDUCACIÓN CRÓNICA ¿CÓMO FUNCIONA?

Ir a la escuela, la travesía
YA VAN 40 NIÑOS
BENEFICIADOS
Andrés Ramírez Giraldo,

de Daniela a lomo de mula


secretario de Educación
de El Carmen, explica que
el programa “Mulas para
educar” se implementó
desde 2016, como necesi-
dad de equilibrar el plan
de subsidios de transporte
El difícil camino que transitan los estudiantes en zonas rurales de entregados a los estudian-
tes del casco urbano. Des-
Antioquia. Historia de una jornada en el corazón de la cordillera. de entonces han sido be-
neficiados 40 niños de las
zonas rurales de El Ciprés,
Por JUAN DIEGO ORTIZ JIMÉNEZ ción pero me gusta mucho”, tregó el animal a la niña. El co- zorcas con rapidez, llena una Corales, Santa Rita, Cocu-
dice Ciro, al que conocen modato hace parte de “Mulas coca plástica que le entrega a yo, El Retiro y El Porvenir.

L
a luz se cuela por las rendi- como Puñalada en ese caserío para educar”, un programa que su padre y corre a la cocina Además de la mula, entre-
jas de la pared de madera confinado a la lejanía que se presta animales de montar a para preparar la melaza del gan la montura y la pri-
que separa la cocina de la llama El Porvenir. “Yo soy sin los niños de las zonas rurales macho, a quien bautizó como mera ración de alimento.
pieza principal. La penumbra pereza siempre, a mi señora le que viven lejos de los pupitres, Niño. Echa agua en un balde
ayuda a delinear al otro lado la llevo los tragos a la cama des- con la única condición de que curtido, se arrodilla y mete su
figura de Carlos Ciro, un campe- de hace 33 años”, cuenta. terminen la escuela. brazo para diluir la miel. donde pernocta el animal.
sinos menudito de 64 años, que Daniela aparece en escena. Magdalena, la madre de Da- “Hola mi Niño”, saluda. Le
silva los versos de Ilusión perdi- Se frota los ojos con sus puños niela, prende las brasas con ca- dice dos, tres palabras y le em-
da, un éxito popular de Rómulo desde su pieza. Se levanta con la bos de vela. Asa las arepas y pieza a hacer los amarres. Lo
Caicedo, mientras muele el maíz misma ropa que trajinó el día “Los hijos aquí los hierve agua. “Le soy franca, no hace con desparpajo, con la
para las arepas. “Me hace recor- anterior: un bluyín desteñido y nací para madrugar”, se exculpa destreza de un peón de anta-
dar de aquel ayer que fuimos una blusa azul claro, tal como levantamos con y, luego sentencia: “A los hijos ño. “Aprendió viéndome ensi-
tan felices”, dice la canción. ahora está el cielo. aguapanela y los levantamos con aguapanela llar”, cuenta Ciro con orgullo.
Apenas clarea en el cañón “Me hace el favor y se pone y chocolate, nunca tuvimos El animal no hace repulsa.
del Melcocho, en límites entre El a desgranar maíz para los po- chocolate, no para una vaca lechera”. Ya con el cabezal puesto, Da-
Carmen de Viboral y Sonsón, en llos”, le ordena Carlos. tuvimos para una niela lo hala sin esfuerzo.
el Oriente antioqueño. La civili- Tiene que afanarse para Un viaje que era a pie Niño parece seguirla.
zación está a cuatro horas a ca- hacer los oficios pero no tanto vaca lechera”. El Porvenir está asentado en el Llega a otra estancia donde
ballo, no hay otro medio de como hace un año. Entre su MAGDALENA ESTRADA final de la cordillera donde sopla ata el macho. Saca la montura,
transporte para llegar hasta la casa y la escuela de El Porvenir Madre de Daniela viento tibio. Tiene 1.700 hectá- pone la alfombra, luego la silla
casa de madera, con barandas hay un camino de herradura reas, todas inmersas dentro de y con sus manos pequeñas
de guadua, techo de lata, cinco de cinco kilómetros, una hora la reserva de los cañones de los tiempla la cincha con sus do-
bombillos y fogón de leña de de camino con pies ligeros, “Me puse contenta cuando ríos Melcocho y Santo Domin- bleces respectivos. No le pone
cuatro puestos, donde viven aunque el regreso tarda más me lo entregaron. Hace mucho go. La topografía es accidentada, el freno para que su compañe-
Ciro, su esposa Magdalena Es- porque es en ascenso. tiempo, desde que estaba en producto de la erosión de los ro beba con comodidad.
trada y José y Daniela, los últi- Daniela tenía que sortear a preescolar –dice, como si los re- ríos. La zona se precia de gran ri- “Apúrele niña que todavía
mos de los 12 hijos que tuvieron. pie el terreno quebrado de la cuerdos se pudieran escapar en queza hídrica: solo la cuenca del no se ha organizado”, le grita
“No me sé completa la can- media loma donde vive y cru- apenas ocho años de vida-, me Melcocho tiene 14 afluentes. Magdalena, una matrona de
zar tres arroyuelos para llegar tocaba caminar de arriba a aba- Por ejemplo, en la casa de los 52 años que ya tiene seis nie-
a tiempo a la escuela que tiene jo. Me dolían mucho los pies. Ya Ciro Estrada hay una canilla que tos. No sabe si nació en El Car-
un letrero grande en un costa- ahora el único que llega sudado siempre está abierta y que, men o en Cocorná porque, ex-
do que dice: “la alegría está es el macho”. Sonríe. como en posada campesina que plica, su partida de bautismo
Porvenir”. Estaba cansada de Ahora solo se demora media se respete, alimenta un tanque es un enredo. Pero sí se acuer-
tanto agite pero el año pasado hora en cada trayecto. que nunca está vacío. da que conoció a Ciro en una
ICQC 2018-20
todo cambió. Un macho de pe- “A mi amiga Jimena tam- De ese tanque Daniela romería y que la primera invi-
laje café y patas pintadas llegó bién le dieron una mula pero saca el agua para darle de be- tación fue a chocolatina.
de repente a su casa. se pasó de potrero y se la llevó ber a Niño. Con la mezcla Sus otros ocho hijos –dos
La Secretaría de Educación el río”, añade con pesar. dulce terminada toma el bo- fallecieron chiquitos- se fue-
de El Carmen de Viboral le en- Por eso desgrana tres ma- zal y se dirige al entechado ron a buscar mejor suerte en

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