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Introducción
Confiamos que este semana será de gran alegría y esperanza, tal como
lo fue el Año Vocacional 2003, que podamos seguir trabajando y
creciendo en nuestro trabajo pastoral, como también que sigamos
despertando en tantos jóvenes la respuesta generosa a consagrar sus
vidas al seguimiento de Cristo y al anuncio del Evangelio, a través de
una vocación de especial consagración.
Esquema de oración
O bien
“Al sexto mes envió Dios al ángel Gabriel, a una ciudad de Galilea
llamada Nazaret, a una joven desposada con un hombre llamado
José, de la descendencia de David; el nombre de la joven era
María. El ángel entró donde estaba María y le dijo:
Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo.
Al oír esta palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba
que significaba tal saludo. El ángel le dijo:
No temas María pues Dios te ha concedido su favor. Concebirás y
darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús. El será
grande, será llamado hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el
trono de David su padre, reinará sobre la descendencia de Jacob
por siempre y su reino no tendrá fin.
María dijo al ángel:
¿Cómo será esto, pues no tengo relaciones con ningún hombre?
El ángel le contestó:
El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá
con su sombra ; por eso, el que va ha nacer será santo y se
llamará Hijo de Dios. Mira, tu pariente Isabel también a concebido
un hijo en su vejez, y ya esta de seis meses la que todos tenían
por estéril; porque para Dios nada hay imposible.
María dijo:
Aquí esta la esclava del Seño, que me suceda como tu dices.
Y el ángel la dejó”.
Oración
Amén.
Las familias invitan a un consagrado(a) a su casa
Martes 27 de abril
Acogida de la Palabra
Tiempo de Compartir
Oración final
Objetivo: Que los jóvenes puedan dialogar sobre el llamado que Dios
les hace a partir de la vocación bautismal de todo cristiano.
Preparación Previa
Tiempo de Compartir
- Presentación y motivación
- Motivación
- Testimonios
El religioso(a), sacerdote o laico(a) consagrado(a) da su testimonio
que debe durar entre 10 a 15 minutos. Cada testimonio deberá
responder a las preguntas: ¿quién soy? ¿Cómo, cuándo y dónde
descubrí mi vocación? ¿Cómo la vivo hoy concretamente? ¿Cómo me
realizó como persona? U otra que preparé el equipo.
- Preguntas
Se invita a que los participantes planteen preguntas abiertas a las
personas que acaban de dar testimonio.
Oración final
Sugerencias
- Ambientación
Preparar la capilla adecuadamente, se puede colocar frases
vocacionales y a la entrada una imagen de Jesús o pendón (año
vocacional); tener reproducido los cantos y las partes en que
intervienen todos en la celebración.
Celebración
I - CANTOS
2. En Ti, en Ti, en Ti, Señor, hemos puesto nuestra fe. La persona llamada
por Dios a una misión es sólo un instrumento en las manos divinas. Este canto expresa
fundamentalmente esta fe y el ofrecimiento de nuestra colaboración humana.
Servidores de los hombres; Pregoneros de la vida, Sembradores de esperanza... porque
sólo en Ti hemos puesto nuestra fe.
V. Jeremías le dijo al Señor: ¡Ay, Señor mío! mira que no sé hablar, que
soy un muchacho. Y el Señor le contestó: No digas soy un muchacho,
que adonde yo te envíe irás y lo que yo te mande dirás. ¡No tengas
miedo, que yo estoy contigo, oráculo del Señor.
R. Y marchó como se lo había dicho el Señor.
Lector: Por la Iglesia y por todos los que la componemos: para que
respondamos con eficacia al ansia de espiritualidad que vemos en
nuestro mundo de hoy, y con el mensaje salvador del Evangelio
respondamos a las inquietudes de tantos hombres y mujeres que
buscan, oremos hermanos.
* Por todos los creyentes de nuestra Iglesia: para que el Espíritu Santo
suscite nuestro corazón el deseo misionero que nos lleve a compartir
con los demás los dones de la salvación que han recibido, oremos
hermanos.
* Por los que estamos reunidos ahora en oración: para que el Señor nos
fortalezca con su gracia y nos haga los apóstoles que necesita la Iglesia
y el mundo, oremos hermanos.
Presidente: Con la confianza que tenemos por sabernos hijos del Padre
Dios, pidámosle que establezcan su Reino en nuestro mundo y
recémosle con fe: Padre nuestro, ...
1. Si yo no tengo amor.
2. Todos unidos formando un solo cuerpo.
3. Puedo confiar en el Señor.
Motivación
Esquema de visita
Oración final
Sugerencias:
Esquema de celebración
I Recomendaciones Generales
Esquema de la Vigilia
1.1. Bienvenida.
1.2. Motivación.
1.3. Trabajo personal.
1.4. Proclamación de la Palabra.
1.5. Signo.
2.- Segunda Parte: Yo estaré contigo.
2.1. Motivación.
2.2. Proclamación de la Palabra.
2.3. Trabajo grupal.
2.4. Signo.
II Desarrollo
Andrea:
Te he llamado a
Construir la Paz.
1.1. Bienvenida.
Conductor:
Con la alegría de la comunidad reunida que festeja los dones que Dios le
da, los invito a todos a disponer el corazón cantando.
1.2. Motivación.
Animador:
Representación teatral:
Canto: El llamado.
Animador:
Dios nos conoce y nos ama. Él nos llama por nuestro nombre, esto
quiere decir que nos llama desde la verdad de lo que somos, desde
nuestras alegrías y tristezas, nos llama con nuestros sueños temores y
esperanzas, nuestra fortaleza y nuestra debilidad. Dios cuenta con
nosotros para hacer de este mundo un lugar mejor, él ha ido bordando
nuestras vidas para que realicemos en ellas proyectos llenos de su
amor.
El Señor que nos ama nos llama a la vida, su palabra se dirige de un
modo especial a cada uno de nosotros. El Señor nos salva y detiene su
mirada amorosa sobre nuestras vidas, nos llama por nuestro propio
nombre.
Animador:
Meditemos un momento:
1. ¿Qué quiere decirte Dios a través de tu nombre?
Conductor:
1.5. Signo.
Animador:
Dios que nos ama, nos crea y nos da forma; es el Señor que nos salva.
Hagamos un momento de oración y pidamos en él la gracia de saber
reconocer en nuestras vidas su invitación.
Por el bautismos Dios nos llama a una vida plena de sentido y felicidad.
En el bautismo recibimos nuestra vocación: el desafío de realizar un
proyecto de vida impregnado de su amor. Signo palpable de esta
vocación es nuestro nombre, un nombre personal con el que Dios Padre
nos llama a cada uno como sus hijos.
2.1. Motivación.
Animador:
Sin embargo Él nos ha dicho “no temas”, “yo estaré contigo” “yo te he
rescatado, te he llamado por tu nombre y eres mío”. La fecundidad del
amor de Dios en nuestras vidas no depende de nuestros méritos, sí de
nuestra libertad y nuestra voluntad de abrir nuestro corazón ante él; así
tal como somos: grandiosos y pequeños, con fortalezas y debilidades.
Para recibir al Espíritu Santo, presencia amorosa del Padre que nos ha
dejado Jesucristo, hemos de abrir nuestro corazón con sus sueños e
inquietudes.
Diaporama:
Conozco tu miseria,
las luchas y tribulaciones de tu alma,
la debilidad y las dolencias de tu cuerpo;
conozco tu cobardía,
tus pecados y tus flaquezas.
A pesar de todo te digo:
Dame tu corazón, ámame tal como eres.
Conductor:
Lectura: Jn 1, 35 -42
Animador:
Reflexión personal:
Animador:
Muchos son los llamados por Dios y cada uno con un don particular,
meditemos un momento:
(Se entrega a los participantes una lista con los nombres de santos y
santas y alguna característica relevante en una frase o palabra. Si es
oportuno se pueden agregar otros nombres y enriquecer la lista.)
En grupos:
2.4. Signo.
Animador:
Ahora los queremos invitar a realizar un signo sencillo. El Señor que nos
acompaña en la vida va tejiendo nuestras relaciones y con esta red de
fraternidad y comunión va enlazando su Reino. Aunque el llamado es
personal, su verificación se realiza en forma comunitaria. Es la comunión
de los hijos que refleja el esplendor del amor divino que nos constituye
en pueblo santo.
Por eso los queremos invitar a reflejar esta tarea común, que no es la
simple suma de esfuerzos individuales sino el resultado de nuestro
actuar como un solo cuerpo. Para ello los invitamos a plasmar en un
papelógrafo un dibujo que refleje las maneras en que respondemos a la
vocación que Dios nos llama.
Animador:
El Señor nuestro Dios nos ha llamado a la vida. Desde nuestra
concepción en el vientre de nuestra madre, somos proyecto amoroso de
vida que Dios siembra para el mundo. Nuestros pasos y nuestras
acciones, las decisiones cotidianas y las opciones más profundas están
llamadas a responder fecundamente la invitación que hemos recibido de
Dios.
Amén
Una vez rezada la secuencia al Espíritu Santo, a los participantes se les
entrega una vela encendida en el fuego del cirio pascual, y con ella la
segunda parte de su identificación con una invitación concreta: “te he
llamado a construir la paz” “te he llamado a dar esperanza” “te he
llamado a promover la solidaridad” “Te he llamado a escuchar con amor
a tus hermanos”, “te he llamado a cambiar el mundo”, etc.
3. Envío.
Conductor:
Animador:
R. Sí, Creo.
R. Sí, Creo.
R. Sí, creo.
Conductor:
Vamos pues, animados por la fuerza del Espíritu Santo a todos los
rincones de nuestra ciudad, realizando plenamente la vocación a la cual
Dios nos ha llamado.
Que el Dios de la Vida, que nos ha llamado a cada uno por nuestro
nombre nos bendiga, el que es Padre (+), Hijo y Espíritu Santo. Amén
Apocalipsis 7, 9.14b-17.
La buena noticia que nos anuncia la liturgia para este día es la llamada
al encuentro con Jesús, conocerlo y dejarse conocer por él. Es un
mensaje sencillo, pero exigente. Escuchar la voz de Jesús y dejarse
conocer por él significa abandonar nuestras seguridades para aceptar la
que el nos otorga.
Las tres figuras que hoy se nos presentan –los gentiles que aceptan el
evangelio, la multitud de los que ha lavado sus vestidos en la sangre del
Cordero y las ovejas- son un buen modelo para aceptar su llamada.