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“Introducción a la Ciencia Política”

La política en las sociedades democráticas


(Edurne Uriarte)

RESUMEN:

La política es el espacio común donde todos nosotros nos organizamos,


opinamos, decidimos o debatimos sobre algo. Hoy encontramos y vivimos política
en cotidianeidades como ir a votar en alguna elección, hablar sobre algún tema de
coyuntura política que genere debate, al ver o participar en alguna protesta o
movilización contra algún tema específico, etc.; la política se muestra en la
realidad de los ciudadanos. Por ello es que se remarca la idea de que son
justamente los ciudadanos quienes configuran el sistema político, los que
convalidan las decisiones que los representantes, elegidos por ellos, tomen en
concordancia con las necesidades comunes.

Para el autor la política surge de la relación entre Estado y sociedad, pero


concebida bajo la idea de dos premisas: poder y participación. El poder que se
entrega a las instituciones que se desarrollan dentro del Estado, bajo parámetros
democráticos, sale y es controlado permanentemente por los ciudadanos; es decir,
son ellos quienes brindan la capacidad de independizarse a dichas instituciones y
a ellos les debe su construcción dentro de la sociedad.

Hoy, la política es una lucha por conseguir el poder o por influir en la distribución
del poder, es la búsqueda de organizar la vida en sociedad donde las acciones
que los individuos tomen, a través de la participación, se ejerzan sobre la base de
sus costumbres y necesidades, es por ello que tanto el conflicto como el consenso
son dos caras constantes e imprescindibles de la política.

La dinámica de la política permite una constante integración entre ciudadanos e


instituciones políticas, entre ciudadanos y Estado o entre Estado y sociedad. A
raíz de ello los sistemas políticos tienen la necesidad de ejercer un feedback que
permita a los ciudadanos llevar sus demandas colectivas (imputs) y a los
gobiernos tomar acciones o decisiones sobre dichas demandas (outputs) que
afectan la vida de las personas y que son vinculantes para todos.

Si bien la política es un término muy amplio, es necesario entender principalmente


tres conceptos clave: Estado, gobierno y nación. El Estado es la organización
política de un pueblo en el interior de un territorio y que se caracteriza por dirigir y
organizar el funcionamiento de la sociedad y asumir el rol regulador de las
relaciones y los conflictos a través del conjunto de instituciones a quienes se les
reparte el poder político. El término gobierno está vinculado estrechamente al
poder Ejecutivo, aquel a quien le corresponde la conducción y dirección del Estado
y el ejercicio del liderazgo en situaciones de crisis o emergencia. En cambio, por
nación entendemos al conjunto de ciudadanos que tienen rasgos y costumbres
comunes y que configuran y controlan el ámbito político. Los tres conceptos
mencionados son necesarios remarcar ya que en el estudio de la ciencia política
se suelen confundir y debido a los significados impropios que se le dan pueden
conllevar a un análisis futuro errado sobre contextos específicos.

Los sistemas políticos, como mencionábamos líneas arriba, buscan obtener un


retorno de por parte de los ciudadanos a través de la escucha de demandas y las
decisiones sobre estas. Ahora, es necesario evidenciar que dicho sistema político
conlleva la tipificación de la llamada democracia y que más allá de un arraigado
ideal sobre lo que ésta debería ser, es necesario hablar de lo que es y los rasgos
que la democracia muestra. Así, por ejemplo, los sistemas democráticos muestran
características como: el sufragio universal, las elecciones libres y competitivas, la
diversidad de partidos y propuestas políticas y las distintas fuentes de información
que el ciudadano puede elegir. Todas ellas permiten que, en la medida que se
realicen correctamente, se pueda hablar de sistemas políticos democráticos.

Cabe señalar, como indica Uriarte, que si bien todas las democracias son
representativas, no todas tienen el respaldo indicado. La crítica constante deviene
en que la percepción de los ciudadanos es vital para concluir en una
representación ideal. Muchas veces los ciudadanos perciben un alejamiento con
respecto a las decisiones políticas e incluso no hay una identificación de similitud
entre el ciudadano y el gobernante.

Resulta imprescindible que los sistemas políticos democráticos estén vinculados


tanto en participación, poder y percepción social, que a diferencia de las
dictaduras, autoritarismos o totalitarismos no se concentre el poder en una sola
persona o grupo pequeño. El autor menciona que la posibilidad de que los
ciudadanos participen en política es la esencia de la democracia y se dan en
amplísimos márgenes de libertad de expresión y reunión.

Si bien la participación ciudadana tiene muchas formas de ejemplificarse, se han


distinguido dos formas de desarrollarse: la convencional y la no convencional. La
primera es estimulada desde las instituciones del Estado, mientras que la segunda
no. Esta última en comparación con la convencional sí busca un cambio o
transformación del sistema político. La protesta en las calles, por ejemplo, es una
de las formas de llevar a cabo la participación política no convencional; mientras
que la afiliación o adhesión a los partidos políticos lo es para la convencional.

La política en las democracias surge mediante interrelaciones entre los actores


político-sociales de determinado lugar. Esta vinculación se logra mediante la
intervención de los medios de comunicación de masas es por ello que el autor
enfatiza en el peso esencial de estos en la creación de opinión y la contribución al
moldeamiento de la opinión pública. Los medios deben asumir el papel de
representación de los ciudadanos y defensa de sus intereses que en algún
momento pueden verse perjudicados frente a las instituciones políticas, ya que su
función no es solo la de transmitir información, sino también el de ejercer el control
del poder político a través de la vigilancia constante que se apoya en la libertad de
expresión como pilar de la democracia.

La opinión que el público genera sobre algún particular hoy gira en torno a la
intención de influir en las acciones de los gobiernos. Uriarte hace mención en la
confusión que suelen tener diversos conceptos de la ciencia política en torno a la
cultura política y la opinión pública. La diferencia radica en que la cultura política
indica un determinado tipo de relación con la política a lo largo del tiempo
mediante valores y costumbres que la respaldan, mientras que la opinión pública
refiere a las críticas puntuales de los ciudadanos ante las acciones o decisiones
de los representantes de las instituciones públicas.

Recordemos que, como señala el autor, en la política existen grupos de interés


que pretenden influir en las decisiones políticas y en las decisiones de otros
grupos sociales en cuyos intereses colisionan. La variedad de grupos de interés
no oculta que los grupos más poderosos sean los sindicatos y las asociaciones
empresariales, por ello es importante que el actuar en política sea sobre la base
de la participación y del espacio transparente de intercambio de opinión entre cada
uno de los actores que se sitúan dentro de los sistemas políticos democráticos.

La política en general debe verse como la integra relación entre gobernantes y


gobernados. Los Estados necesitan de la participación y opinión de sus actores
bajo el manto de democracia representativa, pero solo una buena interrelación
entre gobierno, sociedad, medios de comunicación y demás, ayudará a entender
la política como principio de organización y espacio común de todos nosotros.

REFLEXIÓN:
En el Perú la política es muy variopinta. Aquella concepción de espacio de
intercambio y debate sobre temas coyunturales parece no estar muy definido y la
puesta en práctica de la participación entre los actores involucrados, sobre todo de
los ciudadanos, no es muy permanente en todos los niveles.

Si bien somos conscientes que la política forma parte de nuestra vida y nuestras
realidades, es también necesario recalcar que en nuestro país es una radiografía
de lo que tratamos de hacer y aún no logramos: ser un país. Sabemos que, como
menciona el autor, la realización de elecciones, la diversidad de organizaciones
políticas participantes y los múltiples medios de comunicación refuerzan la idea, y
considero que así es, de que vivimos bajo sistemas políticos democráticos. No
obstante, la mención a los grupos de interés que se especifican dentro del
contenido de la política juega un partido aparte dentro del sistema peruano.

Casos como el de empresas extranjeras en nuestro país como Odebrecht o


empresas locales como Graña y Montero evidencian que aún la concepción de
variedad de grupos de interés está reducida en poder a asociaciones
empresariales. La política en estos casos surge como aquella base que debe
hacer trasparente todas las relaciones de intercambio entre actores políticos
dentro del sistema democrático.

Es imprescindible llegar a acuerdos en la toma de decisiones mostrando siempre


el principio democrático de libertad de expresión. El conflicto que se evidenció
hace unos meses en cuanto a la huelga de maestros en nuestro país nos sirve
para mostrar cómo es -en política- el funcionamiento de las instituciones públicas y
-en lo social- la respuesta de la gente ante las decisiones de los gobiernos. Si bien
existió una respuesta y participación de ambos lados, las relaciones de conflicto
fueron mayores que las de acuerdo. La participación política no convencional
(huelga) por parte del sector magisterial mostró como el feedback no tuvo la ida y
vuelta que se necesita en la concepción de política y el equilibrio entre lo que se
conoce como imput (demandas sociales) y output (respuesta del gobierno) no
produjo el orden y la calma. Punto aparte, el papel de los medios de comunicación
en la construcción de la opinión pública y la multiplicidad de líderes abanderados
como “líderes de opinión” fueron también determinantes.

La Ciencia Política entonces nos permitirá comprender las relaciones de poder


que existen en cada paso que damos y buscará a través de la organización de la
vida en sociedad la participación de todos con la finalidad de convertir los
conflictos en consensos.

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