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Fernandez Arias.
El Congreso sancionó las leyes 13.246, 13.897 y 14.451, que ordenaban al Poder Ejecutivo a
organizar en el Ministerio de Agricultura las Cámaras Regionales Paritarias de Conciliación y
Arbitraje obligatorio, y una Cámara Central. Estas cámaras estaban integradas por
representantes de los propietarios de terrenos rurales y de los arrendatarios y aparceros.
Creados los organismos, se organizaron de la siguiente manera, las Cámaras Regionales tenían
competencia exclusiva en la decisión de todas las cuestiones suscitadas entre arrendadores y
arrendatarios o aparceros, con motivo de los respectivos contratos de arrendamiento o
aparcerías rurales, las decisiones de esta Cámara debían apelarse ante la Cámara Central cuyas
decisiones eran susceptibles del recurso extraordinario ante la Corte Suprema.
El caso se origina por un conflicto entre Fernández Arias y Poggio en el cual la Cámara Regional
de Trenque Lauquen, condenó a Poggio a entregar el predio en cuestión; contra dicho
pronunciamiento, el condenado dedujo recurso extraordinario, que al ser denegado motivó una
queja ante la Corte Suprema, donde impugnó la constitucionalidad de las leyes 13.246, 13.897 y
14.451, ya que por éstas se crearon órganos administrativos dotados de facultades
jurisdiccionales lo que contraria al Art. 95 de la Constitución Nacional, que impide al Poder
Ejecutivo el ejercicio de funciones judiciales, resulta violatorio el Art. 67 inc. 11 de la
Constitución toda vez que se faculta a las Cámaras Paritarias para resolver sobre materias
propias de autoridades judiciales de las provincias, e incumple el Art. 18 de la Constitución, en
cuanto se reconoce a toda persona el derecho de defensa en juicio ante el Poder Judicial. Las
leyes cuestionadas extraen de la esfera judicial ciertos conflictos para que sean resueltos
exclusivamente por tribunales administrativos.
Angel Estrada
Caso “Estrada A. y Cía S.A c/ Resol 71/96 Sec. Ener. y Puertos ”(Resuelto el 5/04/2005).
En el caso "Estrada" la Corte afirmó la responsabilidad de las empresas de servicios públicos y
aseguró el derecho de los usuarios a exigir una reparación de los daños sufridos por la falta de
servicio.
Hechos:
A fines de 1993 y comienzos de 1994, la empresa EDESUR interrumpió el servicio eléctrico
durante un mes y medio. El ENRE (organismo de contralor de las empresas que prestan el
servicio público de electricidad) sancionó a EDESUR por este incumplimiento y le impuso una
multa de casi 4 millones de pesos.La sociedad comercial “Estrada y Cia, S.A” demandó a
EDESUR ya que el incumplimiento del servicio durante ese tiempo había impedido que
funcionara su planta industrial. Por ello exigió que le indemnizara los dañados causados por un
total de $ 163.770 pesos.
El caso llegó a la Corte Suprema para que determinara si a EDESUR se le podía exigir que
pagara esta indemnización o, bien, si la ley y el contrato de servicio público limitaba la
responsabilidad de esta empresa al pago de la multa. La segunda cuestión que debía resolver
la Corte era si el reclamo por esta indemnización podía ser resuelto por el ENRE o si sólo
podía ser decidido por la justicia.
Decisión de la Corte:
La Corte Suprema resolvió que EDESUR podía ser demandada por los daños y perjuicios
causados por no haber prestado el servicio de provisión de energía eléctrica en las condiciones
previstas en el contrato (Voto de los jueces Petracchi, Boggiano, Maqueda, Highton de
Nolasco, Belluscio, Zaffaroni y Lorenzetti. Fayt votó en disidencia, rechazando el recurso por
cuestiones formales. Argibay consideró innecesario resolver esta cuestión).Los jueces basaron
su decisión en que el contrato de servicio público con EDESUR expresamente establecía esta
obligación. Además, señalaron que la limitación a la responsabilidad civil sólo podría surgir de
una ley dictada por el Congreso que justificara, debidamente, la razón de ser de esa medida.
Zaffaroni fue el único juez que argumentó que esta posición encontraba justificativo en
el artículo 42 de la Constitución Nacional que asegura la protección económica de los usuarios
de los servicios públicos.
En segundo lugar, la Corte resolvió que este reclamo no podía ser resuelto por el ENRE sino
que correspondía que fuera analizado y decidido por la justicia (Voto de los jueces Petracchi,
Boggiano, Maqueda, Highton de Nolasco, Lorenzetti, Belluscio y Argibay).
Zaffaroni votó en disidencia. Para este juez, la ley que regula la actuación del ENRE le otorga
competencia para resolver este tipo de reclamos y que ello no era violatorio de la división de
poderes porque existía la posibilidad de que la justicia revisara esa decisión. Fayt votó en
disidencia, rechazando el recurso por cuestiones formales. Argibay consideró innecesario
resolver esta cuestión.
Holding : Los jueces pueden controlar la existencia del estado de necesidad y urgencia,
la que no es igual a la mera conveniencia politica. Es decir que es facultad de la corte
analizar si hay necesidad y urgencia, es decir controlar la excepcionabilidad de la
norma
Hechos: Abogados del Estado estaban eximidos de pagar la matrícula del Colegio
Público de Abogados. Se siente agraviados al contar con menos recursos. Sí hubo
delegación legislativa
Verrochi
El Poder Ejecutivo dictó los decretos de necesidad y urgencia Nº. 770/96 y 771/96 mediante los
cuáles suprimió las asignaciones familiares a los trabajadores cuyas remuneraciones superaran
los $1.000. Afectado por la medida Verrochi presentó una acción de amparo aduciendo de
inconstitucionalidad los mencionados decretos por resultar violatorios de la garantía de
protección integral de la familia, reconocida en el Art. 14 bis de la Constitución Nacional.
El actor alegó además que el decreto no estaba fundado en una situación de necesidad y
urgencia. El amparo resultó procedente tanto en primera como en segunda instancia, por lo que
el fisco interpuso recurso extraordinario federal.