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Depresión y posición sexual

Carmen Lafuente

¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN?

Podríamos empezar haciendo la siguiente afirmación : la depresión no existe. Se


nos contestará que esta afirmación es errónea , que por el contario se trata de una
plaga contemporánea , que es el mal de nuestro tiempo. Se argumentará que los
consultorios psiquiátricos están llenos de pacientes depresivos , que constituyen
uno de los mayores gastos médico- sanitarios y sociales del presupuesto del
Estado, y que aunque la clínica depresiva está sobrevalorada por la industria
farmacéutica, los sujetos depresivos están ahí. Pero lo que ocurre es que el
psicoanálisis no habla el mismo idioma que la psiquiatría o la psicofarmacología, y
podemos afirmar que es una noción inexistente por sí misma, si no la vinculamos a
una estructura. Así podemos hablar de histeria, obsesión, psicosis, pero no de
depresión, ya que ésta no es sino un afecto del sujeto que podemos encontrar
tanto en la neurosis como en la psicosis y la perversión. E incluso hay que
considerarla como un afecto normal, necesario, cuya ausencia en determinadas
situaciones vitales de un ser humano constituye un signo sospechoso.

Freud diferencia en Duelo y Melancolía, el duelo como un proceso normal frente a


la pérdida de un ser querido, de la melancolía , sentimiento profundamente
doloroso que puede llevar al delirio. Sabemos también que la escuela
psicoanalítica Kleiniana, considera la llamada Posición Depresiva del niño , como
parte del desarrollo normal y necesario de un sujeto, que permite separarse de la
madre. El humor triste por si mismo es engañoso, ya que alguien puede llorar de
alegría, o estar triste porque las cosas le van demasiado bien 1. Así como la
angustia es un afecto que no engaña, apunta siempre a lo real, la tristeza no . La
tristeza es un senti-miento que engaña acerca de la causa. Tampoco sería la
tristeza un síntoma , le falta la estructura y la consistencia. Es un estado anímico,
un estado del sujeto compatible con las diferentes estructuras clínicas.

Hay que diferenciar entre la tristeza y la depresión 2. La depresión es algo más


que la tristeza. Generalmente la incluye, pero específicamente consiste en una
falta de ilusión, una inhibición, es decir, es una suspensión del deseo, una
inapetencia apática y dolorosa. Existen depresiones en las que propiamente no
encontramos la tristeza, si no la inhibición. Además la tristeza supone cierta
subjetivación, un reconocimiento, incluso a veces se sale de un estado depresivo
por la tristeza.

Fenomenología de la depresión

 Inespecificidad de los fenómenos clínicos.

 Diferencia entre tristeza y depresión que es sobre todo una inhibición del
deseo.

 La tristeza en si misma tiene poco valor clínico, a diferencia p.e. de la


angustia que es siempre un afecto que apunta a lo real del goce del sujeto.

 Hay momentos de tristeza que son normativos en un niño, en un sujeto y


pueden tener un valor de progreso subjetivo. Así, para la teoría lacaniana,
cuando un sujeto entra en el lenguaje se produce una pérdida de goce,
que instaura el objeto como causa a/-fi. Es decir que la pérdida, la
castración, es necesaria para el deseo y es en ese sentido que se puede
entender como ciertos momentos de tristeza o de reconocimiento de la
castración son necesarios para el progreso de un sujeto. Además esto nos
indica que hay un cierto dolor de existir ligado a la pérdida, que es
inevitable, y que solo el deseo puede "curar"

 La tristeza tiene un carácter paradojal, es decir que es un senti-miento y


por tanto engañoso. "Desconfiemos" pues del sujeto triste y lloroso que
acude a nuestra consulta.

 Podemos encontrar un estado de tristeza que sea satisfactoria para el


sujeto, p. e. llorar de alegría.
La conclusión es que solamente la estructura nos dará cuenta del valor de un
fenómeno clínico
La Depresión , el nombre del malestar en la cultura de nuestra época
Tal y como hizo Freud en El malestar en la cultura de 1930 , Lacan en Television
de 1974 se interesó por el malestar en la modernidad diagnosticándolo como el
producto del discurso capitalista, al que considera el discurso dominante en
nuestra sociedad 3. En la época de la llamada globalización, los hombres actuales
ya no se relacionan tanto con sus semejantes como antes, sino con los objetos . El
discurso capitalista no promueve las relaciones humanas sino que propone al
sujeto la relación con un objeto de consumo, y anula toda cuestión sobre el deseo.
La sociedad regida por el discurso capitalista se nutre de la fabricación de la falta
de goce, produce sujetos insaciables en su demanda de consumo, que la propia
sociedad ofrece como objetos de deseo promoviendo asi una nueva economía
libidinal. Esto evidentemente puede llevar a la depresión, al tedio y a la nostalgia
del Uno prometido en vano, o a los diversos tipos de toxicomanías.
Por otra parte en la civilización actual se han producido la pérdida de los referentes
que guiaban a nuestros antepasados. Así la familia tradicional, la religión, los
grandes ideales del pasado, ya no están ahí para guiar nuestra conducta u orientar
nuestras decisiones. ¿Es la depresión la consecuencia de estas pérdidas?
No cabe duda que la depresión es el mal de nuestra civilización, del bienestar y del
exceso. No existe la depresión en el Tercer Mundo, y es obvio por qué.
Para entender el mecanismo psíquico de la depresión, en primer lugar hay que
diferenciar entre la depresión producida por la pérdida de un objeto, de otras
depresiones o inhibiciones del deseo que se producen para eludir ciertos afectos o
representaciones angustiantes . Son éstas últimas las que calificamos de
depresión de la era actual, las que significan una forma de expresión del malestar
de nuestra civilización. Algunos autores 4 las analizan como nuevas operaciones
del sujeto contemporáneo, formas de renuncia a ciertas fuentes de angustia, sin
tener que pasar por el inconsciente, y con la particularidad de que se retiraría la
líbido de los objetos. Hay en ella pues, diferencias con respecto a la represión, la
operación clásica de evitación de la angustia, en la cual no se retira la libido de los
objetos y además siempre se puede producir el retorno de lo reprimido. Por el
contrario el sujeto deprimido, con algunas excepciones, no quiere saber , lo que
forma parte del cuadro de inercia y apatía que experimenta. Hay una diferencia
entre los síndromes llamados depresivos y una formación del inconsciente
sintomática que apela a un saber.
Se puede pensar si la caida de la figura paterna en nuestros días estaría
modificando el Complejo de castración que es el que regula el goce. La creciente
caducidad de la autoridad en la función paterna , ¿no estaría alterando la
estructura de la angustia de castración y del superyó y su capacidad de provocar la
represión ? Es decir que la depresión sería un nuevo tratamiento de la angustia de
castración, mediante la priorización de la inhibición como tratamiento de la
angustia de castración, a costa de la represión.
INTRODUCCIÓN A LA DIFERENCIA DE LOS SEXOS
De Freud a Lacan encontramos un decalage respecto a la diferencia de los sexos
y la problemática femenina. Freud a partir de su descubrimiento de la fase fálica
que responde mediante un significante único de la diferencia de los sexos en el
inconsciente, distingue a los dos sexos mediante el tener: uno lo tiene y la otra no.
De ello se deducen dos consecuencias subjetivas, para el que lo tiene, el temor de
perderlo, y para la que no lo tiene, la envidia de tenerlo. Por un lado
encontraremos una estrategia defensiva, de protección "el miedo del propietario",
mientras que por el otro diferencias estrategias posibles. Freud en Algunas
consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica de los sexos nos enumera las
diferentes posiciones de la mujer respecto a la falta. Una consiste en eludir
completamente el sexo, la segunda combativa, desmiente la falta, con la
esperanza de adquirir un substituto por si misma, es lo que Freud llama el
complejo de masculinidad, la tercera,por el amor al padre, consiente y renuncia a
tener un pene, pero con la esperanza de obtener algún día un niño compensatorio.
Es una posición de espera pero que pasa por la mediación del hombre, del cual
recibirá el sustituto fálico bajo la forma del amor o del don de un niño.
La mujer freudiana es la que encarna el objeto de deseo de un hombre, toma su
valor fálico de un hombre y el goce que un hombre obtiene de ella, causa su deseo
( deseo que se opone a la pulsión de muerte)
Lacan 5, contrariamente a Freud , ha acentuado en primer lugar la dimensión del
ser, o más bien de la falta en ser, que es común a todos, hombres y mujeres, como
efecto del lenguaje en el ser humano. En el tema del sexo, la problemática del
tener se combina con la del ser. Esto lleva a Lacan a distinguir al hombre y a la
mujer de forma algo diferente a Freud . El hombre, aunque sufra la falta en ser , la
compensa mediante el tener y el goce fálico. La mujer, por el contrario conjuga
falta en ser con la privación del órgano, pero esta falta en cierta forma redoblada le
abre la posibilidad según Lacan , la vía de una solución que consiste en obtener un
efecto de ser de su relación con el hombre, es decir de ser el falo. De ahí la
formulación posible de la diferencia de los sexos mediante la oposición de un tener
a un ser.
Más adelante formulará la diferencia en términos de tener o ser el síntoma (en
lugar del falo, en el Seminario sobre Joyce). No son equivalentes, ya que el falo es
una función negativa de falta, mientras que el síntoma es una función positiva de
goce. También diferenciará a la histérica como la que no quiere ser el síntoma de
un hombre .
Pero Lacan además, aborda la problemática femenina desde una perspectiva
nueva, la del goce. Recordemos que Freud, entiende la cuestión femenina, su
deseo, estructurado por el Complejo de Edipo, que explica la sexualidad femenina
por el amor al padre, y teniendo como única referencia a la castración , que
desemboca en la envidia de pene. De ello se deduce que lo que define a una
mujer en la diferencia de los sexos, es lo que ella es para un hombre. O sea, de
dicha lógica se concluye que el problema de la condición femenina es aceptarse
como objeto de deseo de un hombre. Lacan , sigue a Freud pero añadirá a partir
de 1972 , que el destino de la sexualidad femenina , no se puede tratar únicamente
por la referencia al falo. Hay un suplemento de goce que está más allá del falo, es
lo que Lacan llamará goce Otro, que está más allá del significante y es imposible
de decir. No significa que la mujer sea enteramente Otra en relación al falo, si no
que ella tiene la posibilidad de un suplemento que obtiene a condición de pasar por
el falo. Ella debe pasar por la ley fálica instaurada por la ley paterna, pero tiene un
extra, que está más allá del goce fálico, pero del cual nada se puede decir, solo se
experimenta. Es por ello que Lacan dirá que La Mujer no existe, y es que no hay
significante de La Mujer. Lo que se deduce es que , siguiendo a Lacan, la mujer no
está toda ella determinada por lo que ella es para un hombre, ya que la ley fálica
no la sujeta completamente.
DEPRESIÓN Y POSICIÓN SEXUAL. TESIS.
Es un hecho que se constata en la clínica y en las estadísticas: hay una diferencia
de un 20% más de mujeres deprimidas que de hombres. Este dato muestra un
incidencia irreductible de la diferencia de los sexos, es un real que hay que tener
en cuenta. Las mujeres se deprimen más , mientras que este dato diferencial no
aparece p.e. en la llamada Psicosis maníaco-depresiva, de lo cual podemos
deducir que la forclusión no conoce la diferencia de los sexos. Esta cuestión
interroga a nuestra contemporaneidad y el mundo en que viven las mujeres y cómo
los ideales y los objetos que se les ofrecen no siempre responden a su deseo.
HIPÓTESIS
Frente a este real, lo cierto es que como psicoanalistas tenemos que buscar
posibles respuestas. C.Soler en el artículo anteriormente citado Un plus de
mélancolie, se plantea la posibilidad de que predominancia de la depresión
femenina sea explicable por la propensión a la queja de las mujeres, lo cual daría
lugar a confundirla con la depresión. Es verdad, apunta dicha autora, que las
mujeres se quejan más, y es que además la queja feminiza, de manera que del
lado masculino se aprende pronto a contenerla mientras que del lado femenino, se
la utiliza y a menudo se la pone al servicio del arte de la seducción. Lo cierto es
que la confesión de la debilidad , de la tristeza, desánimo…son más compatibles
con los standares de la feminidad . Todos hemos oido la frase: "los hombres no
lloran" dirigida a un niño por un mayor, como modelo de lo que debe ser la
masculinidad .
Freud por su parte lo relaciona con la envidia del pene, especialmente en la
experiencia analítica. Así en Análisis terminable e interminable, obra escrita en
1937 nos dice: …percibimos dos temas que se presentan con especial
preeminencia y proporcionan al psicoanalista una cantidad desmedida de trabajo.
Uno es característico de los varones y otro de las mujeres. A pesar de las
diferencias de su contenido existe una clara correspondencia entre ellos. Algo que
los dos sexos tienen en común ha sido forzado , por la diferencia de los sexos, a
expresarse de diferentes formas. Los dos temas que se corresponden son: en la
mujer la envidia del pene-una aspiración positiva a poseer un órgano genital
masculino- y en el varón la lucha contra su actitud femenina o pasiva frente a otro
varón …La gran importancia de estos dos temas no se le escapó a Ferenczi que
consideraba que un requisito para todo psicoanálisis realizado con éxito es que
esos dos complejos hubiesen sido dominados. Me gustaría añadir que, según mi
propia experiencia , pienso que al pedir esto se pedía demasiado. En ningún
momento del trabajo psicoanalítico se sufre más de un sentimiento opresivo de
que los repetidos esfuerzos han sido vanos y se sospecha que se ha estado
predicando en el desierto que cuando se intenta persuadir a una mujer de que
abandone su deseo de un pene porque es irrealizable...El deseo de pene por parte
de una mujer es en ella la fuente de graves episodios de depresión debidos a una
convicción interna de que el análisis de nada servirá y que nada puede hacerse
para ayudarla. Y hemos de aceptar que está en lo cierto cuando sabemos que su
más fuerte motivo para el tratamiento era la esperanza de que , después de todo,
todavía podía obtener un órgano masculino, cuya ausencia era tan penosa para
ella…Con frecuencia tenemos la impresión de que con el deseo de un pene y con
la protesta masculina hemos llegado a la roca viva, y que por tanto nuestras
actividades han terminado.
Hemos visto como Freud funda la depresión de la mujer en base a la envidia de
pene, especialmente al final de un análisis. Es cierto que el déficit de autoestima,
de impotencia, de comparación desvalorizante son más frecuentes en la mujer.
Pero ¿qué funda esta disimetría?
Dado que se trata de la causa del deseo, busquemos la respuesta desde dos
vertientes:
1-Las desgracias del amor
La tristeza en el hombre, tiene más que ver con los impasses del deseo, mientras
que en la mujer, se desencadena más por la falta de amor, dice C. Soler en el
artículo antes mencionado. Así Lacan en Ideas directivas para un Congreso sobre
la sexualidad femenina llama a los hombres : mantenedores del deseo (tennants
du désir) y a las mujeres : appelantes del sexo (appelantes du sexe) , Freud
reconoce el valor fálico del amor para las mujeres. Además hace equivaler la
angustia de castración en el hombre al temor de perder el amor en la mujer. El ser
fálico, la única identificación que sostiene el ser mujer, se sustenta del amor. Ser
amada=ser el falo. Además sabemos que se ama desde la propia falta.
Al hombre le basta su goce, su ser se sustenta del deseo más que del amor. La
virilidad se afirma mediante el tener (potencia sexual y equivalentes)
El amor, lo sabemos, es algo azaroso . Las mujeres se hacen con frecuencia
causa del amor y cuendo éste falta, por contingencia o a causa de la civilización
contemporánea, la mujer está en crisis. Nuestra civilización actual no es propensa
al amor, en una civilización en que el tiempo es un valor, el amor entra en crisis. En
la época del fax, del correo electrónico, de la velocidad, hay menos tiempo para el
cortejo, la seducción, las palabras de amor. El amor cortés p. e . con sus mapas
del Tierno, su paciencia, era para gente ociosa que no tenían agendas ni
contestadores automáticos, nos decía C.Soler en conferencia en el Foro
Psicoanalítico de Catalunya "El psicoanálisis y las éticas del S.XXI"
2-Las paradojas del goce

El Goce Otro
Hemos evocado los efectos del amor a nivel de la identificación fálica del ser, pero
hay que referirlas también al campo del goce. El goce no-todo forcluido del
lenguaje, en exceso, ¿qué efecto produce? Si el remedio a la tristeza nos dice
Lacan en TV es encontrarse en el inconsciente, en sus signos sus ficciones, se
trata pues de la ética del bien decir del análisis,
¿ qué ocurre entonces con este goce que no se inscribe? Este goce no cifrado,que
no pasa al inconsciente, de ese goce Otro se deduce un exceso de goce traducible
muchas veces en un plus de tristeza . Este suplemento de goce, le da un menos
de identidad.
Podemos retomar aquí el debate que surgió en las Jornadas de la AEFCL en
donde L Cáceres recordaba que las mujeres cuando sufren por el desamor, piden
poner palabras a lo que les pasa. Serge André , al que ella citaba, decía que lo que
le atañe a la mujer en este punto es porque es no-toda y por esa condición le faltan
palabras. Lo que dice C. Soler no es que les falten palabras, pero si que el goce
Otro le da un menos de identidad.
Un intento de solución posible , es nuevamente el amor, que además de
proporcionar un plus fálico, nombra la otredad de la mujer con el nombre que le da
el amante. El amor, aunque la deja sola con su otredad, repitiendo la desunión que
hay entre los sexos, la nombra. Es de ello que deducimos que la pérdida del amor
excede la dimensión fálica freudiana, ya que perdiendo el amor, se pierde también
ella misma en tanto Otra. El amor es tratar de dar un partenaire humano a ese real
6
El Goce fálico
Sabemos que la mujer aunque no esta toda entera en el goce fálico, no por ello
está ausente. Sabemos que el goce fálico no se reduce al marco de la relación
sexual, si no que incluye también el conjunto de la relación a la realidad. Este goce
fálico, es el goce capitalizable, el goce del tener.
La mujeres no han estado privadas, pero durante mucho tiempo, su obtención se
limitaba al marco del hogar y los hijos. La compensación a su falta , era a través de
un marido , portador del órgano y de unos hijos sustitutos. Sin embargo hoy en día
a la mujer se le ha abierto el campo de lo que llamaremos objetos fálicos: los
bienes, el saber, el poder están a a su alcance. Estamos en la civilización del uni-
sex , lo que quiere decir el goce fálico ofrecido a todos por igual. Es un hecho la
civilización de la ciencia ha cambiado la realidad de las mujeres, pero sabemos
que esto no siempre proporciona la felicidad, ya que el goce fálico, nos dice Lacan
es aquel que haría falta que no hubiera, es decir que él mismo engendra la culpa.
La culpa no proviene del padre , sino del goce mismo, prohibido para todo sujeto
hablante, hombre y/o mujer. Y la mujer puede facilmente entrar en la competición
fálica lo que le desencadena , a causa del imperativo superyoico , un sentimiento
de culpa por no estar a la altura de sus exigencias. Un ejemplo lo encontramos en
la psicoanalista Joan Rivière, que pensaba que si ella se sentía culpable de su
goce fálico, era porque temía perder su feminidad, pero realmente no es así, ya
que es el propio goce fálico que engendra culpa.
Es un peligro entrar absolutamente en la lógica del Uno fálico, de los ideales, de
los símbolos prescritos por la función paterna. del imperialismo del Uno fálico que
proscribe al otro en provecho de lo mismo. Es el empuje de la civilización, de lo
social que reclama de ella una identidad reconocible en los ideales de la época,
que es todo aquello que es del orden de lo representable. Cualquier sociedad es
intento de contener lo diferente, de homogeneizarlo. Las propias mujeres son
militantes de la igualdad (con cierta razón, pero es a costa de perder su
especificidad). Pero la mujer, no tiene que olvidar esa otra parte, ese otro goce, lo
que ella es como Otra.
Para seguir pensando el por qué las mujeres se derpimen más que los hombres,
vale la pena hacer un recorrido por las estructuras clínicas, histeria y perversión ya
que en ellas la posición de la mujer con respecto a su deseo y su goce puede
hacer creer erroneamente que se trata de una depresión
LA HISTERIA Y LA DEPRESION
El sujeto histérico se caracteriza por su dificultad en aceptarse como objeto del
deseo del hombre. Ella quiere ser deseada pero no gozada. Es la estrategia
histérica que Lacan llama en francés la derobade, es decir escabullirse frente al
goce sexual. La histeria se identifica a la falta de deseo, en oposición al objeto de
deseo. Esta identificación a la falta, la hace con frecuencia aparecer como
deprimida, ya que su deseo, es deseo de deseo, y aparece como deseo
insatisfecho. Recordemos a Dora, cuando el señor K le dice "mi mujer no significa
nada para mi", ella le abofetea, porque no acepta situarse como objeto de deseo
del Sr. K, también el sueño de la bella carnicera , paciente desafiante al saber de
Freud.
Este ejemplo lo encontramos en el capitulo IV de La Traumdeutung, titulado "La
deformación onírica" . En este capítulo, y como hace en muchas ocasiones ,
responde a un interlocutor imaginario que le cuestiona sus propuestas: ¿cómo
pueden ser satisfacciones de deseos aquellos sueños de contenido penoso?.
Freud aclara que hay que diferenciar en el sueño el contenido latente y el
manifiesto y que tras una deformación onírica, un contenido penoso puede en
realidad disfrazar uno deseado. Da ejemplos de ello y elige a la histeria para su
demostración . Una paciente, la bella carnicera , desafía la teoría freudiana
proponiéndole un sueño que la contradice . El sueño es el siguiente: "Quiero dar
una comida, pero no dispongo sino de un poco de salmón ahumado. Pienso en
salir para comprar lo necesario, pero recuerdo que es domingo y las tiendas están
cerradas: Intento luego telefonear a algunos proveedores, y resulta que el teléfono
no funciona. De este modo, tengo que renunciar al deseo de dar una comida".
Análisis: su marido, un honrado y laborioso carnicero , le había dicho el día
anterior que estaba demasiado grueso e iba a comenzar una dieta de
adelgazamiento y que no aceptaría invitaciones para comer fuera de su casa. A
continuación relata la paciente entre grandes risas que un pintor al que su marido
había conocido en un café se había empeñado en pintarle, pero el carnicero le
había respondido que el más pequeño trozo del trasero de una muchacha bonita
habría de serle más agradable de pintar. La sujeto se halla muy enamorada de su
marido y le gusta embromarle de vez en cuando. Así, recientemente le ha pedido
que no le traiga caviar. A ella le apetece mucho tomarlo y sabe que si lo pidiera lo
tendría al instante, pero no lo quiere para poder así seguir embromándole . Le
hace observar Freud que de este modo la paciente se crea un deseo insatisfecho
en la vida y que su sueño le muestra realizada esa negación de un deseo, pero
¿por qué tendría que precisar un deseo insatisfecho? Acto seguido la paciente
asocia con que recientemente fue a visitar a una amiga suya de la que esta celosa
ya que su marido la alaba mucho. Por fortuna, esta amiga está muy delgada y a su
marido le gustan las mujeres gordas. ¿De qué hablo con su amiga durante la
comida? De su deseo de engordar. Además la amiga le pregunto: ¿Cuándo nos
vuelve a invitar? En su casa se come siempre maravillosamente.
Interpretación: Freud le dice que el sentido del sueño queda completamente
explicitado: Es como, si a la pregunta de su amiga, hubiese usted
contestado :"Cualquier día te invito yo a cenar, para que engordes y así gustes
mas a mi marido". El salmón ahumado que aparece en el contenido manifiesto es
el plato que más le gusta a su amiga y que además le pasa con él lo mismo que a
ella con el caviar, es decir se priva de él por razones de economía.
La interpretación es que su deseo es precisamente, que no se realice el deseo de
su amiga, pero Freud agrega algo más y es que la paciente se identifica a la
amiga, y en el sueño es a ella misma a quien no se le satisface un deseo.
La interpretación de Freud se sustenta en:
1. Deseo insatisfecho de la histérica
2. Identificación histérica al deseo de la Otra mujer.
La posición sacrificial de la histeria la encontramos a menudo. Es el goce de la
privación absoluta. Para ella su partenaire, no es un objeto que podría satisfacer, si
no un hombre que desea. Ella acepta causar el deseo de un hombre, pero el goce
que un hombre obtiene de ella, no causa su deseo .
En esta misma línea encontramos las anorexias que inicialmente dejan de comer
para estar bellas, es decir suscitar el deseo de un hombre, la falta en el Otro, pero
finalmente entran en ese campo de la privación absoluta, cercano a la muerte, la
nada del deseo puro, que no es si no la pulsión de muerte. Hay una asociación
entre depresión y anorexia en la clínica ( que señalaba Daniela Aparicio en su
ponencia de las Jornadas de la AEFCL) y además ambas son patologías
contemporáneas, síntomas de nuestra civilización capitalista. La depresión es una
huelga del deseo, la anorexia del consumo.
EL MASOQUISMO FEMENINO
El masoquismo es un concepto amplio y complejo que incluye el masoquismo
verdaderamente perverso, al masoquismo originario de todo sujeto sometido a las
leyes del lenguaje, el masoquismo femenino. Para Freud el masoquismo es una
condición erótica y también del ser humano que tiene su origen en la intrincación
de la libido en la p. de muerte. Sin embargo se ha hablado mucho del masoquismo
como algo femenino y ha contribuido a ello el famoso artículo de Freud "Pegan a
un niño" en el que analiza el fantasma de 6 sujetos, 4 mujeres y dos hombres, así
como su artículo "El problema económico del masoquismo". Sin embargo los
textos de Freud dedicados al masoquismo, realmente no situan a la mujer como
tal, sino que más bien hablan de las paradojas del goce en el ser hablante.
Lacan tampoco no concede a la mujer capacidad para la perversión , que situa en
general del lado masculino. Respecto al llamado masoquismo femenino, Lacan
dice que en realidad es un fantasma masculino (Ideas directivas para un Congreso
sobre la sexualidad femenina), y hace una crítica a lo que él califica de prejuicio.
Es frecuente en la clínica encontrar a la "mujer objeto" sometida a la mascarada
del fantasma masculino, como manera de encontrar su propia subjetividad.
Encontramos la modalidad contemporánea de esas mujeres aparentemente
masoquistas, en las top models anoréxicas, o en aquellas que se someten a la
cirugía para adaptarse al fantasma del Otro. Pero no son verdaderas masoquistas,
ya que realmente lo que tratan es de calcular el valor de una mujer en el fantasma
masculino. Es cierto que una de las condiciones del deseo en el hombre es que el
objeto incluya la castración imaginaria, y la mascarada femenina es una concesión
inconsciente a esos requerimientos . Podríamos diferenciar brevemente la
mascarada femenina del escenario perverso:
1. El masoquista no deja nada al azar, por el contrario impone que las
condiciones de goce se estipulen bajo contrato. La mascarada femenina
está más bien determinada por el Otro y no es contractual.

2. El perverso busca crear la angustia en el Otro, mientras que las mujeres


más bien buscan la señal de amor.
SUICIDIO Y TENTATIVA DE SUICIDIO EN LA MUJER
La mujer lleva a cabo 10 veces más tentativas de suicidio que los hombres. El
hombre hace 4 veces más suicidios consumados que las mujeres. Estas son las
estadísticas clásicas, aunque ultimamente , y debido al acercamiento de los
standares masc/fem , se han limado estas diferencias.
Las mujeres, tradicionalmente hacen tentativas de suicidio. Las tentativas son
demandas de atención, de ayuda, de amor, lo que sabemos que a la mujer le
proporciona ese plus fálico y además la nombra como Otra.
Estas tentativas son de dos tipos, los fálicos y los del lado Otro. Los del lado Otro,
se producen cuando la mujer no puede decir nada de por qué lo llevó a cabo.
Tienen que ver con ese goce suplementario , ese exceso de goce del que no hay
significante que lo limite.
De los fálicos, la mujer puede decir, explicar por qué lo ha realizado, que quería
conseguir, o modificar de ella o de su entorno. Son tentativas que dicen, que
hablan, acting out dirigidos a alguien.
Las mujeres realizan menos suicidios consumados que los hombres. Es un hecho
constatado que ellas utilizan métodos menos violentos, y que incluso cuando se
quieren matar, muchas veces hasta en ese último momento cuidan su narcisismo,
su imagen. Es el llamado suicidio de la bella durmiente, que se maquilla, se viste
elegantemente y ordena su habitación, antes de tomarse las pastillas.
LAS MUJERES Y LA DEMANDA DE AMOR
C. Soler nos dice en su curso Análisis finito, que el análisis puede cambiar la
demanda de amor porque la desepera "Es el único tratamiento que merece y el
único posible, ya que el amor no puede resolver la contradicción entre los goces :
el fálico que la identifica, y el suplementario que engendra la alteridad, el menos
de identidad. El análisis puede llevar a cesar de sufrir por el hecho de que la
exigencia de amor no asegura la fusión de los sexos, y puede llevar a la
aceptación de la no relación sexual.
Creo que esto es así en la dirección de la cura, pero en lo social no está tan mal la
demanda de amor de las mujeres. Tiene una función el amor , una función
socializante que contradice las tesis freudianas de la asocialidad femenina.
Cuando Freud lo decía, era la época del uno colectivizante del padre, que soldaba
los grupos. Entonces el amor era una objeción, ya que busca lo particular y lo
íntimo. pero en la sociedad actual, en la que los lazos sociales se fragmentan
extremadamente, la exigencia de amor femenino, que pone límite a esa
fragmentación, tiene un valor 7.
Hay que admitir el no-todo, la diferencia, lo no idéntico. Es la salida lacaniana al
impasse freudiano sobre la sexualidad femenina, que si unicamente espera un
sustituto fálico , al ver que el psicoanálisis no se lo proporcionará, se deprimirá
como nos dice Freud. Lacan nos dice en L´Etourdit que no se puede dejar a la
mujer unicamente en el sentido fálico: "Lo que escandaliza del discurso analítico,
es que un campo , que no es que sea nada, esté tan ignorado. Este campo es el
de todos los seres que asumen el estatuto de mujer".
Apostemos pues por el amor y también por la diferencia.
Notas
1 Freud,S:: Los que fracasan al triunfar
2 Soler, C.: Un plus de mélancolie. Silhouettes du déprimé. Rev. Cause Freudienne. nº 35
3 Quinet, A: La Ciencia. Red de Foros
4 Trobas, G. Dépression el alienation. Silhouettes du déprimé. Rev de la Cause freudienne
nº 35
5 Lacan,J.:La significación del falo. scritos
6 Soler,C.: Un plus de melancolie. Revue de la C.F nº 35

Bibliografía
Soler, C.:Un plus de mélancolie. Revista de la Cause Freudienne nº 35.
Soler, C.: Les appelantes de l´amour. Filium 13
Soler, C.: Psicoanálisis finito. (1993-94)
Soler, C.: Le pas tout. Lettre mensuelle nº 112
Soler, C.: Posicion masoquista, posición femenina. Revista de la Causa Freudiana
nº 24
Freud,S.: Análisis terminable e interminable.
Freud,S: Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica de los sexos
Freud,S.: Los que fracasan al triunfar
Lacan,J.: Television. Seuil
Lacan,J.: La significación del falo. Escritos
Lacan,J.: Ideas directivas para un Congreso sobre la sexualidad femenina. Escritos
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