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En definitiva hay que caminar:

En definitiva hay que caminar La literatura de viajes

El viajero:
El viajero He andado muchos caminos, he abierto muchas veredas; he navegado en cien
mares y atracado en cien riberas. En todas partes he visto caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos borrachos de sombra negra, y pedantes al paño que miran,
callan y piensan que saben, porque no beben el vino de las tabernas. Mala gente que
camina y va apestando la tierra… Y en todas partes he visto gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran sus cuatro palmos de tierra. Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a dónde llegan. Cuando caminan cabalgan a lomos de mula vieja. Y no
conocen la prisa ni aun en los días de fiesta. Donde hay vino, beben vino; donde no hay
vino, agua fresca. Son todas buenas gentes que viven, laboran, pasan y sueñan, y en un
día como tantos descansan bajo la tierra. (Antonio Machado)

Literatura de viajes:
Literatura de viajes Viajamos con el cuerpo y con el espíritu más allá de las fronteras que
nuestro medio puede imponernos.

Literatura de viajes:
Literatura de viajes Todo viaje físico es también un viaje interior y ampliar los caminos de
nuestro entendimiento puede expandir las fronteras físicas en un futuro cercano.

Literatura de viajes:
Literatura de viajes Los viajes pueden ser reales o imaginarios y nos proporcionan
grandiosas experiencias vitales que dan origen a múltiples textos.

Características del relato de viaje:


Características del relato de viaje Puede ser un relato real o ficticio. Se escribe en primera
persona del singular o plural Describe el trayecto a través de un país extranjero,
generalmente muy alejado de la nación de origen del narrador. Da cuenta acerca del
paisaje, la geografía, la gente, las costumbres, etc., de aquel país. A menudo desarrolla
un aventura. Tiene una fuerte dimensión antropológica, es decir, nos permite observar el
comportamiento y las conductas de las personas , ya que se produce el encuentro con el
“otro”.

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“Tristes” de Ovidio, Éxodo bíblico Espacios donde los exiliados son acogidos La nostalgia
por el mundo extraviado, encuentro con el otro, descripción de la adaptación o
desadaptación al mundo nuevo Poetas , perseguidos políticos, fugitivos, intelectuales,
pueblos oprimidos Relato de exilio, autoexilio y diáspora Libro de las maravillas de Marco
Polo, Cartas de relaciones de Hernán Cortés, Naufragios de Alvar Núñez América, las
Indias orientales y el extremo Oriente Encuentro con el otro, descripción de los lugares,
las riquezas y los habitantes del mundo encontrado Conquistadores, exploradores
Crónicas, cartas, atlas y relaciones (viajes de descubrimiento, exploraciones científicas y
comerciales) National Geographic, artículos periodísticos Mundos en crisis, y reservas
ecológicas, ciudades turísticas Las guerras, los conflictos internacionales, turismo, la flora
y fauna Periodista, corresponsal, científico, turista Reportaje, artículo y guía turística
(viajes de negocio o de estudios y turístico) Diario de Cristóbal Colón Oriente, América,
Egipto, el Tibet, la India, la Polinesia, África, el Congo Exploración de los lugares, des sus
habitantes y de sus costumbres; exotismo Soldado, mercenario misionero, navegante,
pirata comerciante Diario de viaje y bitácora ( viajes de descubrimiento, de exploraciones
científicas y comerciales Ejemplos Mundos Temas narradores Formas textuales y tipos de
viaje

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Mundos Temas Temas narradores Formas textuales y tipos de viaje Viajes oníricos de
Randolph Carter de H. P. Lovecraft El otro mundo, otras dimensiones Encuentro con el
otro y con lo otro (realidad desconocida) Personajes nacionales, personajes del mundo
popular Relato fantástico, polpular y maravilloso(viaje la más allá, viaje onírico) La
máquina del tiempo de H: G. Wells; De la Tierra a la Luna de Julio Verne; Crónicas
Marcianas de Ray Bradbury; Odisea 2001 de Arthur C. Clarke. Mundos interplanetarios,
otras dimensiones Encuentro con el otro(alienígenas), anticipación y predicción científica.
Tripulantes espaciales, el científico, exploradores Relato de ciencia ficción (viajes en el
tiempo y el espacio) La Odisea, la Eneida, Poema de Mio Cid, Cantar de Roldán Espacios
asociados a la formación de una colectividad como Roma, Grecia, Francia,España.
Defensa de los valores nacionales, aventuras y ardides del héroe, lucha contra el otro Los
héroes, semidioses Epopeyas y cantares de gesta(viajes al más allá, viajes de conquista)
Simbad el marino; La Isla del Tesoro de RobertL. Stevnson; Robinson Crusoe de Daniel
Defoe islas o lugares de difícil acceso y generalmente inexplorados. Peripecias ,
búsquedas y logros del protagonista; crecimiento del aventurero Periodista , corresponsal,
científico, turista Relato de aventuras (viajes de conquista, de exploración, interiores)

Diario del primer viaje:


Diario del primer viaje Jueves 11 días de Octubre, cuando ya la misericordia divina quiso
hacer a todos ciertos de no haber sido en balde su viaje, vieron nuevas, y más que todas
las otras ciertas y averiguadas señales con que todos respiraron; navegó al
guessudueste, llevando más alta y brava mar de la que habían traído todo el viaje; vieron
pardelas, y, lo que más que todo fue, junto a la nao un junco verde,como si entonces de
sus raíces lo hobieran cortado…

Slide11:
La Plaza Roja está más roja que nunca ahora. Es una radiante mañana de primavera
boreal y el sol acaba de derrotar a una porfiada nube pasajera, que no sabe cuál es su
lugar. Adiós al breve nublado… Ojo, porque si uno de sus destinos en Moscú en esta
temporada primavera- verano es retratar a Lenin, sepa que las cámaras están prohibidas.
Corrí la misma suerte y mi cámara descansó por un momento en la custodia, previo pago
de 30 rublos…

Libro de las maravillas del mundo:


Libro de las maravillas del mundo II De cómo micer Nicolás y micer Mafeo fueron a
Constantinopla en busca del mundo. Fue en tiempo de Baduino, emperador de
Constantinopla en el año 1250 de la encarnación de nuestro Señor Jesucristo: hallándose
con sus mercancías en Constantinopla, procedentes de la ciudad de Venecia, micer
Nicolás Pol (padre de Marco Polo) y su hermano micer Mafeo Pol,prudentes, nobles y
avisados comerciante, reuniéronse en consejo y decidieron embarcar en la mar grande
para hacer prosperar sus asuntos.Después que hubieron comprado joyas…

Segundo viaje de Simbad:


Segundo viaje de Simbad Sindbad el marino empezó a explicar: “Sabed hermanos míos,
que yo vivía en la más dulce de las vidas y en la felicidad absoluta, conforme os conté
ayer”. Sahrazad se dio cuenta de que amanecía, e interrumpió el relato para el cual le
habían dado permiso. Cuando llegó la noche quinientas cuarenta y tres, refirió: -Me he
enterado , ¡oh rey feliz!, de que…(Sindbad prosiguió): “Pero cierto día se me ocurrió
emprender un viaje por otras tierras ya que mi interior ansiaba volver a comerciar y a
rrecorrer los países y las islas y hacer buenos negocios…

Poema del Mio Cid:


Poema del Mio Cid 1 El cid convoca a sus vasallos; estos se destierran con él. Adiós del
Cid a Vivar. Envió abuscar a todos sus parientes y vasallos, y les dijo Cómo el rey le
mandaba salir de todas sus tierras y no le Daba plazo más que nueve días y que quería
saber quiénes De ellos querían ir con él y quienes quedarse. A los que conmigo vengan
que Dios les dé muy buen pago; También a los que se quedan contentos quiero dejarlos.
Habló entonces Álvar Fáñez, del Cid era primo hermano: “Con vos iremos, Cid, por
yermos y por poblados; No os hemos de faltar mientras que salud..

Formas del discurso (configuración de la estructura interna):


Formas del discurso (configuración de la estructura interna) Descripciones y
caracterizaciones de lo “nuevo” y lo “desconocido” Relato en primera persona de un
emisor implicado en lo narrado. Uso de las formas verbales en pasado, por lo general.
Mezcla de elementos históricos y ficcionales. Uso del lenguaje analógico y metafórico
para relatar lo desconocido. Uso del lenguaje científico en algunos casos Marcas
temporales y espaciales definidas

Diversas formas de viaje en la tradición literaria:


Diversas formas de viaje en la tradición literaria Viaje a los infiernos Viaje interior Viaje por
diversos espacios terrestres o extraterrestres.

Sentidos del viaje.:


Sentidos del viaje. Búsqueda de la verdad, de la felicidad, de la inmortalidad;
descubrimiento de un centro espiritual: el viaje interior. La peregrinación y la búsqueda de
la tierra prometida. Rito de iniciación: el viaje mítico. Visión y crítica social: la moral en la
vida humana.

El viaje mítico:
El viaje mítico El héroe: Es llamado a la aventura. Se niega a emprender el viaje. Se
encuentra con un ayudante sobrenatural Cruza el primer umbral, acepta la aventura y sale
del mundo conocido. Encuentra pruebas, aliados y adversarios. Entra a la caverna (lugar
oculto), donde planifica su triunfo. Pasa la prueba suprema (por Ej., matar al dragón)
Obtiene la recompensa (sabiduría , un tesoro). Regresa a casa. Tiene la prueba final
(donde se comprueba que el héroe aprendió las lecciones de la prueba suprema).
Retorna con la recompensa y y la comparte con su comunidad.
Unidad 2

Subunidad 2: El viaje como tema literario

En el ámbito de la tradición literaria, uno de los temas que adquiere una significativa relevancia es
el viaje, indudablemente porque representa, de un modo u otro, la existencia humana misma.
Adquiere, por lo tanto, el estatus de un símbolo o metáfora de la vida humana con variables que
permiten establecer sus diversos sentidos en el plano de la interpretación de una cantidad importante
de obras, reconocidas como clásicas y parte del bagaje cultural de una persona en nuestra sociedad.
En ellas el viaje constituye el concepto que estructura todos sus elementos, como ocurre en La
Odisea, La Divina Comedia, El Quijote, Los viajes de Gulliver, La montaña mágica, algunos
cuentos de hadas, etc.

El dominio de los sentidos que adquiere el viaje, por lo tanto, en la tradición literaria, como muchos
otros temas, resulta fundamental para orientar a los estudiantes hacia una comprensión apropiada de
tales obras y obtener aquellos aprendizajes que les permitan dar sentido a variados aspectos de la
vida humana, tanto propia como de otros.

Si se considera la vida común y corriente de los seres humanos, el viaje constituye una actividad
cotidiana, habitual, con un propósito definido (realizar un trabajo que permite la subsistencia, un
trámite en alguna oficina, visitar a alguien, ir de compras o a divertirse, etc.) no exenta de
posibilidades insospechadas que muchas veces rompen nuestros esquemas rutinarios de vida.

Un viaje en el metro, en un bus de una ciudad a otra, en una embarcación para ir de un puerto a
otro, tiene un sentido predeterminado, pero que muchas veces adquiere rumbos impensados que
definen nuestra vida hacia horizontes fuera de nuestros cálculos. Podemos afirmar que nuestra
condición de transhumantes se proyecta permanentemente en nuestras formas de vida y la literatura,
como representación de ellas, no hace más que dar al viaje aquellos sentidos prioritarios que
preocupan a los seres humanos.

En todas las literaturas el viaje simboliza una aventura y una búsqueda, se trate de un tesoro, o de
un simple conocimiento, concreto o espiritual. En último término, tiene un sentido en cuanto
significa la búsqueda de la verdad, de la paz, del descubrimiento de un centro y, en definitiva, del
encuentro del sentido de la propia existencia; por esta razón, el viaje, en realidad, se efectúa en el
propio interior del ser, y expresa un profundo deseo de cambio interior, una necesidad de
experiencias nuevas y que, según Jung, es testimonio de una insatisfacción que impulsa al ser
humano hacia la búsqueda y el descubrimiento de nuevos horizontes.

De este modo, el viaje aparece, y la vida misma lo es, como un destino insalvable, inevitable: el
hombre necesita buscar y conocer. Esta necesidad se convierte en una demanda, para lo cual tiene
que huir de sí mismo y de su propia realidad, para enfrentarse a una realidad nueva que le permitirá
volver sobre sí mismo y darle un sentido nuevo a su existencia.

En términos generales, en el ámbito de la tradición literaria, distinguimos algunas formas


arquetípicas del modo como se ha representado el tema del viaje. De algún modo, todas sus
variables se inscriben en alguna de las siguientes formas: el viaje a los infiernos, el viaje interior y
el viaje por diversos espacios terrestres y sociales.

Contenidos
1. El viaje como tema literario: su recurrencia en la tradición literaria y su significación como
representación de la vida humana.

2. Diversas formas del viaje en la tradición literaria:

- viaje a los infiernos;

- viaje interior;

- viaje por diversos espacios terrestres o extraterrestres.

3. Sentidos del viaje:

- búsqueda de la verdad, de la felicidad, de la inmortalidad; descubrimiento de un centro espiritual:


el viaje interior;

- la peregrinación y la búsqueda de la tierra prometida;

- rito de iniciación: el viaje mítico, su sentido y sus etapas;

- visión y crítica social: la moral en la vida humana.

4. El tema del viaje en las obras literarias como forma de estructuración de argumentaciones que
proponen o contradicen diversas visiones de la vida humana. Contextos históricos, sociales y
culturales, como fundamentos de la producción y recepción de tales obras. Formas genéricas;
tendencias artístico-literarias; estilo y lenguaje.

Actividad para desarrollar el tema

Caracterizar el tema del viaje en diversas obras literarias, considerando sus propósitos, sus
elementos constitutivos y su sentido respecto de determinadas visiones del hombre y del
mundo en contextos históricos, sociales y culturales definidos.

Ejemplo A

Leer comprensiva y analíticamente los cantos II, V, VI y VII de La Divina Comedia, de Dante
Alighieri, enfocando especialmente el sentido moral que tiene en la obra el descenso al infierno.

INDICACIONES AL DOCENTE

La lectura de algunos cantos de la obra de Dante está orientada a valorar su intención moral.

Para este efecto, es importante que el profesor o profesora oriente a los estudiantes a una
investigación de las características de la época y el sentido de la literatura, estableciendo las
argumentaciones necesarias para la valoración de la obra en el contexto histórico-social y su
función ético-social, y fundamentando la presencia del viaje y su sentido como tema literario.

Desde el punto de vista político, y con el fin de caracterizar la sociedad de la época, es importante
que los estudiantes sean orientados a descubrir aquellos rasgos que determinan la relación del
individuo con la sociedad y, por lo tanto, precisar las motivaciones del autor para comunicar a sus
lectores una determinada crítica y configurar de ese modo los aspectos relevantes del entorno social
y contrastarlo con la época actual. En otros términos, definir de qué modo los estudiantes reconocen
ciertos elementos en la sociedad representada por Dante y que les sean útiles para referirse a su
propia realidad social, tanto en lo político como en lo ético-social.

Con el fin de dar agilidad al tratamiento de lectura, el docente podría dividir los textos entre los
estudiantes y generar intercambios de experiencias que enriquezcan el uso del discurso de la
argumentación, en el planteamiento de los fundamentos que avalan la narración como viaje en sus
contextos históricos, sociales y éticos (religiosos), y en relación directa con su intencionalidad.

La orientación tendiente a fijar el propósito de la obra de Dante tiene que ver con el sentido del
viaje a los infiernos como descenso al inconsciente, la toma de conciencia de todas las posibilidades
de ser, en lo cósmico y en lo psicológico, necesaria para acceder al paraíso.

También, siempre en el plano de la explicación, el infierno refunde las ideas de crimen y castigo,
como el purgatorio las de penitencia y perdón, y el paraíso las de premio y felicidad junto a la
divinidad.

Puede trabajarse comparativamente con La divina comedia la novela de Camus El extranjero, una
obra que suele producir gran impacto entre los adolescentes. Desde el punto de vista ético y social
hay varios temas que los estudiantes pueden discutir: el sentido de la libertad, de la vida y de la
muerte; la justicia, la responsabilidad respecto de ésta, tanto del individuo como de la sociedad; y
puede resultar productivo y acercador de la gran obra medieval para los alumnos y alumnas una
comparación respecto de estos temas en la época de producción de una y otra obra.

Ejemplo B

Caracterizar el viaje realizado por Lázaro, en Lazarillo de Tormes, a través de los distintos ámbitos
sociales, considerando el sentido de crítica que posee la obra y los fundamentos para considerar el
relato como un descenso al infierno de la amoralidad, y producir un ensayo que exponga tales
fundamentos.

INDICACIONES AL DOCENTE

La lectura personal o colectiva podría conducir a la elaboración de un esquema de esta obra que
permitiera visualizar los diversos espacios que recorre el protagonista en su viaje de formación
moral, caracterizarlos desde la perspectiva de la moralidad social y de los aprendizajes obtenidos
por Lázaro; es decir, se trata de elaborar un mapa que permita dicha visualización.

A partir de aquí, definir la argumentación del personaje para fundamentar su destino presente y los
rasgos específicos de éste, en un trabajo de pequeños grupos que definirán un ensayo acerca de la
relación del individuo y la sociedad y su impacto en su formación ética. En el caso de elegir una
modalidad de redacción individual del ensayo, se puede proponer un concurso que permita la
selección de los mejores, tanto en contenido como en uso del lenguaje argumentativo (ver Unidad 1,
Subunidad 3), con el fin de hacer una publicación formal como revista, periódico o libro en el
marco de las posibilidades de los estudiantes y del establecimiento.

Como en el ejemplo anterior, puede resultar productivo para un mejor acercamiento de los
estudiantes a la obra clásica de la picaresca española, leer –o releer– además Mi planta de naranja
lima, del brasileño José Mauro de Vasconcelos, en la que se presenta desde una perspectiva de
crítica social el viaje que realiza el niño protagonista: un ‘viaje acelerado’ hacia el mundo de los
adultos, a través del dolor, el sufrimiento y la injusticia.
Es propiedad: www.profesorenlinea.cl

La literatura de viajes en la enseñanza de ele.

M. Ángeles García Collado

(Instituto Cervantes de Rabat)

La literatura de viajes trata sobre un tema tan universal como es la inquietud humana por
desvelar lo desconocido del mundo, de otros pueblos y costumbres, de ahí que en ella el
estudiante de español como lengua extranjera además de encontrar referencias
lingüísticas a través de las cuales aprender el idioma también puede conocer
entrecruzadas visiones sobre su cultura. La literatura de viajes permite distinguir la
imagen que en la actualidad y en épocas pasadas se ha descrito de nuestra sociedad, y lo
que nuestros contemporáneos y antepasados han pensado y relatado de su encuentro
con otras gentes y lugares. Ello es así porque, si algo caracteriza la literatura de viajes, es
que en ella se inscribe la visión íntima y personal del autor o viajero que describe la
realidad bajo la óptica de su propia experiencia.

Las posibilidades didácticas de la literatura de viajes en la enseñanza del español como


lengua extranjera son muchas. Todo estudiante de ELE aspira adquirir un dominio de la
lengua para comunicarse y a ello puede contribuir con eficacia la literatura de viajes,
porque su temática fomenta la atracción por la lectura y un deseo de acercamiento a las
mentalidades que han ido conformando a lo largo de la historia los perfiles de nuestra
personalidad colectiva. Sin duda, detrás de cada estudiante que se acerca al aprendizaje
del español movido por el interés de comunicarse y conocer su cultura, existe también un
potencial lector y viajero.

Recordemos que la palabra viajero, tan común en nuestros días, fue uno de tantos
neologismos que entraron con fuerza en el español en el siglo XVIII. De la entrada de
viajero en nuestro idioma se hizo eco el Diccionario de Autoridades (1726-1739), que
animaba a los hablantes a descubrir el mundo como los viajeros, como “el que hace algún
viaje, especialmente largo, por varias partes. Se aplica con singularidad a los que
escriben las cosas especiales que han observado en él”. En esta definición la valorización
del viaje a través de su expresión escrita es evidente, en ella se refleja con fidelidad una
apreciación social por la lengua y sus manifestaciones literarias.

Los textos escritos por viajeros, ya fueran literarios o no en el momento de su creación,


permiten a los estudiantes de ELE mediante la lectura entrar en contacto con un autor y la
sociedad de su época. Por su capacidad para sorprender, enganchar, ofrecer una visión
del mundo insólita, la literatura de viajes es un atractivo material para la explotación
didáctica en la clase de español como lengua extranjera. Quizás por sus anchos límites la
literatura de viajes pueda difícilmente ser calificada con una sola etiqueta, ya que las
entremezcladas visiones de realidad y ficción que siempre han ofrecido sus textos le
confieren un alcance extraordinario. La historiografía, la prosa didáctica medieval, la
autobiografía, las relaciones de viajes, las peregrinaciones, las canciones épicas, las
cartas, las crónicas, los diarios, los relatos breves, los cuentos y las novelas, son géneros
que pueden tener como denominador común el motivo del viaje, tratado según exigencias
estéticas y poéticas vigentes en cada época. Así, bajo el epígrafe de la literatura de viajes
entendemos una rica variedad de obras y documentos que, como muestras reales de
lengua, son especialmente útiles para enseñar y aprender español.

El papel de la literatura en clase de ELE

Cuando relacionamos literatura y enseñanza es una premisa fundamental partir de la


consideración general de que la literatura permite, a partir de textos que no han sido
creados con una finalidad didáctica, consolidar nuestros valores culturales y enriquecer el
conocimiento de nuevos usos lingüísticos. Resulta evidente que por su naturaleza
creativa, estética y semiótica el texto literario es un vehículo imprescindible de
comunicación de alto contenido histórico y cultural que refuerza el papel hegemónico de la
lengua respecto a sus usuarios. El texto literario se manifiesta siempre como resultado de
un conjunto de usos de la lengua, es por ello que no sólo es obvia su dimensión estética,
sino también su proyección lingüística, su carácter paradigmático y pragmático.

La utilidad pedagógica de la literatura es innegable. En el ámbito de la enseñanza de


idiomas, si se enfoca la enseñanza de la lengua como modo de exponer al estudiante una
cultura diferente, el empleo didáctico de textos literarios alcanza aún más importancia. No
obstante, la explotación de textos literarios en clase ha sido debatida en numerosas
ocasiones. Recordemos que a partir de la irrupción en la década de los años 70 del
enfoque comunicativo en la enseñanza de lenguas se ha dado prioridad al uso, a la
puesta en práctica de la lengua como instrumento de comunicación, siendo el objetivo
principal lograr que los estudiantes alcancen una buena competencia comunicativa en la
lengua aprendida. Este enfoque ha fomentado que en clase de ELE se otorgue mayor
importancia a las producciones orales y que en los diseños curriculares el papel atribuido
a la literatura quede en un lugar reservado a servir de apoyo o pretexto de actividades
para mejorar la calidad de la lengua hablada.

Sin duda, cualquier aprendiz de lenguas extranjeras necesita el lenguaje para expresarse
en el mundo real, de ahí que los manuales de enseñanza ELE sigan actualmente un
diseño nocio-funcional ordenando las secuencias didácticas a partir de las funciones del
lenguaje (preguntar, pedir, etc.) y las nociones semánticas (tiempo, lugar, etc.) dando
prioridad a las relaciones cotidianas. No obstante, es evidente que un estudiante de
idiomas necesita todas las claves posibles para acceder a la cultura de la lengua que
aprende, traspasando el límite de las primeras necesidades. Dentro de la enseñanza de
las segundas lenguas y lenguas extranjeras, la utilización de textos literarios en el aula en
un contexto curricular debe tener presente una consideración amplia del hecho literario
trascendiendo la idea de que la literatura es un sistema de comunicación diferente al
lenguaje usual y de que ahí radica su valor intrínseco. Precisamente, en el contexto
didáctico actual en el ámbito de la enseñanza/aprendizaje de lenguas extranjeras, ni la
literatura ni el discurso literario se presentan como sinónimos de complejidad lingüística,
ni como un desvío arbitrario del uso de la lengua, sino como exponentes de uso que
enriquecen la competencia comunicativa del estudiante.

Alrededor de la problemática del texto literario y su inscripción en el sistema de la lengua


se han desarrollado muchas teorías en diversas disciplinas humanísticas. Podemos
señalar que su denominador común es la consideración de que el texto funciona a dos
niveles, tanto como elemento individual, objeto único creado dentro de unas coordenadas
concretas, como también elemento social sustentado por el lenguaje que hace posible,
pese a la diversidad de sus manifestaciones, la comunicación entre todas las culturas en
las que el ser humano se manifiesta. En palabras de M. Bajtin "detrás de cada texto está
el sistema de la lengua”. Así entendidos, los textos literarios son una encrucijada entre lo
individual y lo social, se diferencian según las culturas, pero por su naturaleza lingüística
hacen posible que las culturas se traduzcan, se comuniquen, sean susceptibles de ser
enseñadas, son expresiones culturales contextualizadas, establecen un diálogo con su
época.

Por encima de sus cualidades estéticas, el texto literario es una unidad de comunicación
sin carácter restrictivo, de ahí que sea una decisión pedagógica no fijar delimitaciones
entre los usos cotidianos y los literarios. La consideración en clase de los textos literarios
puede ayudar a los alumnos a valorarlos e interpretarlos de modo significativo y, al mismo
tiempo, progresar en el conocimiento y la comprensión general de la lengua que
aprenden. Bajo estos principios, la selección de los textos en el aula ELE es vital y ocupa
un lugar de primer orden. Los textos literarios destinados a la enseñanza de la lengua
tienen que ser modelos de lengua, de ahí que una acertada selección de los materiales
literarios (con una conveniente adecuación al nivel del alumno) sea un eje alrededor del
cual puede girar el éxito del progreso en clase de español. Así entendido, resulta evidente
que un texto literario puede ser el eje que estructure cualquier curso ELE que tenga como
finalidad familiarizar al alumno con intercambios lingüísticos en contextos socioculturales
reales.

Textos literarios en clase de ELE

▪ La literatura proporciona materiales textuales auténticos, muestras reales de la lengua


meta que aportan input lingüístico para su aprendizaje.

▪ Presentan contenidos de valor cultural, pragmático y sociolingüístico.

▪ Están caracterizados por un continuum de usos, códigos y expresividad lingüística


compartida por el discurso cotidiano y el discurso artístico.

▪ Permiten distinguir entre el nivel referencial y el nivel representativo del lenguaje.


▪ Su recepción está vinculada a la práctica de la lectura; la lectura es una actividad base
para el aprendizaje, a través de la destreza de la comprensión lectora el aprendiz/lector
activa sus conocimientos lingüísticos, pragmático-comunicativos y textuales.

▪ Los textos literarios son un exponente lingüístico para la enseñanza/aprendizaje de una


LE, propician el uso efectivo de la lengua.

El texto literario se distingue porque exige un esfuerzo interpretativo, apela a la recreación


y no la simple comprensión de sus elementos constituyentes. Es por ello que, incluso para
los hablantes cultos, las dificultades de leer textos literarios pueden ser muchas, desde el
desconocimiento del léxico, el uso figurado, las referencias culturales, etc. Entonces, ¿por
qué leer literatura en la enseñanza de idiomas? Una razón general puede ser que los
textos literarios, aunque acto de comunicación, presentan características y propiedades
peculiares con respecto a otro tipo de textos escritos al abrirse a enormes posibilidades
de interpretación. Desde el punto de vista de la pragmática, es una especificidad de la
literatura el permitir al lector partir del texto literario para llegar al contexto y, así pues, a la
interpretación del mismo. Es por ello que los textos literarios permiten al estudiante de
lenguas el entendimiento de grandes unidades significativas, la reconstrucción de
contextos culturales y su interpretación.

Literatura de viajes hispánica para la enseñanza de ELE

Cuando iniciamos la lectura de un texto literario buscamos principalmente conocer


experiencias humanas y, sin duda, comunicación. La literatura de viajes nos ofrece llevar
este propósito a su último término, ya que en ella podemos encontrar las descripciones
desde la óptica personal de un viajero de nuevos territorios y culturas lejanas a la nuestra
en el tiempo o en el espacio. En este sentido, quizás el rasgo más definitorio de la
literatura de viajes sea su carácter vivencial, ya que propone una invitación a la lectura de
la mano de la experiencia particular de un autor, llámese viajero, cronista o testigo. Así, al
presentar la literatura de viajes descripciones geográficas conforme al itinerario seguido
en un viaje, ya sea real o ficticio, el protagonismo y la presencia explícita del narrador en
último término pueden interpretarse como una evocación del camino que se recorre en la
trayectoria vital de cualquier ser humano.

Obviamente este carácter vital e individual subraya aún más el poder de motivación de la
literatura de viajes, cuya lectura permite recrear en la imaginación del lector nuevos
contextos significativos con los que identificarse. Así, el hecho de que la literatura de
viajes facilite la proyección de la subjetividad del lector sobre el texto hace más irresistible
su lectura y, por lo tanto, impulsa con mayor fuerza que otros textos la afición a leer. Por
ello, podemos decir que la literatura de viajes es, más allá de una invitación, una
provocación a la lectura a partir de temáticas de tipología diversa.

Con todo, si algo permite la literatura de viajes en la enseñanza E/LE es salir de modelos
argumentales tópicos, al facilitar a los alumnos el progreso en sus conocimientos
(lingüísticos, pragmáticos, socioculturales) a través de textos infrecuentes en las
antologías literarias al uso. Así, si el profesor de español opta por focalizar la atención
sobre imágenes de la cultura creadas a partir del encuentro literario con nuevas
realidades fuera de estereotipos, conseguirá que más de un alumno se aproxime a la
lectura con el mismo espíritu de descubrimiento que el manifestado por los autores en los
textos. Sin duda, la literatura de viajes ofrece tramas que pueden mantener el interés del
alumno, además de una variedad temática y estilística que puede facilitar segundas o
repetidas lecturas que permitirán profundizar en aspectos diversos de la lengua
(semánticos, de uso, etc.).

Es algo también evidente que la literatura de viajes ofrece a sus lectores la posibilidad de
relacionar factores externos al texto, ya que la lectura puede ser un ejercicio comparativo
de relación de las experiencias vividas por el lector en espacios geográficos, culturales o
imaginarios con los descritos en las tramas argumentales de un texto concreto. La ilusión
referencial de la literatura de viajes permite, por su verosimilitud, ensanchar por un
momento el espacio de lo real. Esta amplitud del marco referencial es interesante para los
estudiantes de español, ya que abre los horizontes de la experiencia de la lectura al
facilitar la posibilidad de relación de al menos dos modelos culturales de representación,
el del lector y el propuesto por el texto. Pensemos que ahí radica uno de los grandes
atractivos de la lectura de obras como, por ejemplo, el Voyage en Espagne (1862) del
barón Charles Davillier, que viajó por España con el célebre ilustrador de libros Gustavo
Doré, y en cuya obra se recogen bellas estampas literarias llenas de costumbrismo y
sabor local en la que tanto nos gusta reconocer las impresiones de un francés sobre la
cultura española.

Todo país ha de tener conciencia de la imagen del mundo, de ahí que los libros de viajes
sean tan antiguos como el impulso de las civilizaciones a conocer otras culturas y
pueblos. La literatura de viajes española tiene profundas raíces en la tradición narrativa
medieval europea, y en el mundo hispánico afianza su razón histórica en el siglo XV con
el descubrimiento de América. Sin duda, la apertura de las fronteras de los grandes
espacios marítimos del Atlántico, el Índico y el Pacífico inauguraba nuevas
representaciones colectivas del extranjero. Con todo, en España la apreciación social de
la literatura de viajes se produce en la época ilustrada con la consideración del viaje como
actividad enriquecedora de las letras y del idioma, como respuesta al sentido de la utilidad
y el espíritu científico. Esta actitud racional, crítica y utilitaria característica del setecientos
dio paso a nuevas visiones con el advenimiento del movimiento romántico en Europa. En
el siglo XIX el romanticismo decimonónico, que entendía el paisaje y la naturaleza como
expresiones genuinas de nuestros valores sociales, concebía el viaje como recreación
sentimental. Y si avanzamos en el tiempo, al fin, en la época actual bajo la acepción de
literatura de viajes se sigue inscribiendo un abanico de textos entre los que cabe añadir a
la vieja nómina los relatos periodísticos, cuya actualidad e inmediatez tanto atraen al
público lector de la sociedad de la comunicación y la información.

Como vemos, en la historia literaria española los géneros de la literatura de viajes son
híbridos y la figura del viajero versátil, ya que del puño y letra de peregrinos, navegantes,
escribanos, científicos, expedicionarios, espías, diplomáticos, aventureros o periodistas
que informaron a sus coetáneos, han llegado a nuestros días muchas descripciones
cuyas claves enriquecen nuestra mirada y la percepción actual de tantos enclaves y
culturas. Es por ello que, si a lo largo de la historia el viaje ha sido un potente instrumento
documental y literario para describir hechos singulares, extraños y lejanos, podemos
valernos de la literatura de viajes para enseñar y aprender aspectos lingüísticos,
culturales y pragmáticos de la lengua española.
Literatura de viajes para la enseñanza E/LE

Diez propuestas (nivel avanzado)

1. Los libros de viajes medievales. Andanzas e viajes de un hidalgo español (1436-1439),


de Pero Tafur

2. De la Edad Media al Renacimiento. Diario de a bordo (1492-1504), de Cristóbal Colón

3. Imágenes del mundo otomano en la literatura de los Siglos de Oro. Viaje de Turquía (la
odisea de Pedro de Urdemalas) (1557), de Cristóbal de Villalón

4. Un viaje cervantino y bizantino. Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Historia


septentrional (1617), de Miguel de Cervantes

5. El viaje cosmopolita en la España Moderna. Las Cartas Marruecas (1789), de José


Cadalso

6. Viaje a la intrahistoria. Por tierras de Portugal y España (1911), de Miguel de Unamuno

7. El viaje poético. Campos de Castilla (1912), de Antonio Machado

8. El costumbrismo revisitado. Viaje a la Alcarria (1948), de Camilo José Cela

9. Arquetipo de un viajero del siglo XX. Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero


(1986-1990), de Álvaro Mutis

10. Itinerarios del humor. El último trayecto de Horacio dos (2002), de Eduardo Mendoza

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