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Sin embargo, los psicólogos humanistas como Carl Rogers propusieron algunas ideas sobre los procesos
mentales en los que se enfatiza la libertad de los individuos a la hora de tomar el rumbo de sus
vidas.
Según ellos, ni los factores biológicos ni los ambientales son determinantes en nuestro comportamiento,
y no nos "arrastran" irremediablemente hacia ciertos tipos de comportamiento. En resumidas cuentas, no
eran deterministas.
En concreto, Carl Rogers creía que la personalidad de cada persona se desarrollaba según el modo
en el que consigue ir acercándose a (o alejándose de) sus objetivos vitales, sus metas.Esta idea de
que el desarrollo personal (Los 5 factores de la personalidad:
(Factor O): Apertura a la Experiencia
Muestra en qué grado un sujeto tiende a buscar nuevas experiencias personales y concibe de una
manera creativa su futuro. La persona abierta a la experiencia tiene una relación fluida con su
imaginación, aprecia el arte y la estética, y es consecuente con sus emociones y la de los que le rodean.
Prefieren romper con la rutina y suelen poseer conocimientos sobre amplios temas debido a su
curiosidad intelectual. Su opuesto es la Cerrazón a la Experiencia (o al Cambio).
Los individuos que puntúan bajo tienen intereses más convencionales. Disfrutan de lo sencillo más que
de lo complejo, ambivalente y sutil. Suelen observar las ciencias o el arte como disciplinas poco
prácticas. Prefieren la familiaridad a lo novedoso; son moderados y apegados a la tradición.
(Factor C): Responsabilidad
Refiere a cuán centrado está el sujeto en sus objetivos, además de cuán disciplinado se muestra para la
consecución de dichos fines. Podríamos decir que la persona con alta puntuación en el factor C es un
individuo organizado, con capacidad de concentración, que termina sus tareas y que piensa antes de
tomar una decisión.
(Factor E): Extraversión
Define el grado en que el sujeto se muestra abierto con los demás y canaliza su energía en contextos
sociales. Dicho de otro modo, el factor E examina cuánto le agrada a un sujeto estar rodeado de otras
personas, cuánto le gusta expresarse ante los demás, etc. Su opuesto es la Introversión, que se
caracteriza en personas reservadas, que a menudo son tachados de antipáticos. Suelen ser ciertamente
independientes, prefieren la rutina y el ambiente familiar.
Prefieren estar solos y no les agrada formar parte de bullicios de gente, lo cual no quiere decir que sean
menos felices. Frecuentemente se muestran tan animados como el que más en círculos estrechos de
amistad. Son más reflexivos que los extrovertidos, y tienden menos a la acción.
(Factor A): Amabilidad
Es el grado en que la persona se muestra respetuosa, tolerante y tranquila. La persona amable es
aquella que confía en la honestidad de los otros individuos, tiene vocación para ayudar y asistir a quien
lo necesite, se muestra humilde y sencillo, y es empático hacia las emociones y sentimientos ajenos.
(Factor N): Estabilidad emocional
Define en qué grado una persona afronta sin problema las situaciones complicadas de la vida. Los
sujetos tranquilos, no muy proclives a sentir rabia o a enfadarse, suelen permanecer animados y
gestionan muy bien sus crisis personales.
Dentro de los rasgos de personalidad, el Factor N es aquél que encontramos con alta puntuación en las
personas moderadas y sosegadas.) Y el modo en el que el individuo lucha por llegar a ser como se quiere
ser es una idea central de la psicología humanista, pero para Carl Rogers tiene especial importancia,
porque para él es a través del desarrollo personal como se forma el carácter y el modo de ser.
Carl Rogers propone la idea de que la personalidad de cada individuo puede analizarse según el modo en
el que se acerca o se aleja a un modo de ser y vivir la vida al que él pone la etiqueta de persona
altamente funcional.
Las personas altamente funcionales se caracterizan por estar en un proceso constante de auto-
actualización, es decir, búsqueda de un ajuste casi perfecto con los objetivos y las metas vitales. Este
proceso de desarrollo personal se encuentra en el presente, por lo que siempre está en funcionamiento.
De este modo, la personalidad de las personas altamente funcionales es, para Carl Rogers, un marco en
el que fluye en tiempo real un modo de vivir la vida que se adapta a las circunstancias
constantemente.
Según Carl Rogers, los rasgos de la personalidad que definían a las personas altamente funcionales
están definidos según las siguientes cinco características.
1. Apertura a la experiencia
La personalidad de la personas altamente funcional es, según Carl Rogers, muy abierta a la experiencia,
en un sentido amplio. No adopta una actitud defensiva por defecto ante lo desconocido, sino que prefiere
explorar nuevas posibilidades. Es por eso que este tipo de personalidad se define por la aceptación de
las emociones asociadas a lo que se está viviendo, la no evitación de las "emociones negativas" y la
adopción de actitudes receptivas ante situaciones que no son claramente peligrosas.
Esta característica tiene que ver con la tendencia a asumir que es uno mismo quien ha de otorgar
sentido a las experiencias que se viven en cada momento, a través de un proceso de creación de
significado. De este modo, se deja que el modo de vivir el día a día sea espontáneo, creativo, sin intentar
que todo lo que se percibe encaje a la fuerza en esquemas preconcebidos. El estilo de vida asociado a
este tipo de personalidad, para Carl Rogers, se caracteriza por evitar la tendencia a prejuzgar.
No se analiza el presente como algo que debe ser explicado totalmente por las vivencias del pasado, sino
que se vive plenamente.
Para Carl Rogers, el hecho de abrazar una manera libre de vivir la vida conlleva fiarse del propio criterio
y la propia manera de tomar decisiones por encima de cualquier otro referente. La idea es que, como
nadie conoce mejor que uno mismo la propia manera de vivir la vida, no se tiende a apoyarse en
códigos de comportamiento impuestos desde instancias externas.
4. Creatividad
El hecho de que las personas altamente funcionales de Carl Rogers sean enemigas de los dogmas y las
convenciones hace que miren más allá de lo considerado como "normal". Esto proporciona las bases
necesarias para que puedan desarrollar su creatividad.
5. Libertad de elección
El modo de ser creativo e innovador de la personalidad altamente funcional teorizada por Carl Rogers
hace que estas personas sean capaces de encontrar nuevas opciones de comportamiento allí donde
aparentemente solo hay unas pocas. Esto define el carácter inconformista de este tipo de personalidad,
que es capaz de resolver paradojas en las que hay una aparente contradicción entre las opciones que a
priori parecen disponibles.
6. Carácter constructivo
Este tipo de personalidad muestra una gran facilidad para dar respuesta a todas las necesidades de
manera equilibrada, de manera que las crisis son aprovechadas como oportunidades para construir
nuevas oportunidades y encontrar maneras de alcanzar niveles de bienestar.
7. Desarrollo personal
El desarrollo personal es el motor vital de las personas altamente funcionales. Se vive como un
proceso de cambio constante, en el que nunca se alcanza una meta final definitiva sino que se va
pasando de una etapa a otra.
Fenomenología
Desde la fenomenología se remarca el hecho de que nunca somos capaces de experimentar "la realidad
en sí" de manera directa (ya que nuestros sentidos actúan como filtro de esta información), mientras que
ocurre lo contrario con aquellos aspectos subjetivos de los que somos conscientes. Es decir, se apela a
la experiencia intelectual y emocional como las fuentes legítimas de conocimiento, una reivindicación
que recoge también la Psicología Humanista. POR ESO ES IMPORTANTE EL ENFOQUE
GESTALTICO DE LA VIDA HUMANA.
Existencialismo
Por su parte, el existencialismo es una corriente filosófica que propone una reflexión sobre la propia
existencia humana. Dos de sus postulados que más influyen sobre la Psicología Humanista son los
siguientes:
Resumiendo
Así pues, la Psicología Humanista toma características del existencialismo y la fenomenología y
propone un estudio del ser humano entendiéndolo como un ser consciente, intencional, en constante
desarrollo y cuyas representaciones mentales y estados subjetivos son una fuente válida de conocimiento
sobre sí mismo.
Un psicólogo que se adscriba a esta corriente muy probablemente negará que el estudio del pensamiento
tenga que partir sólo de la materia y la experimentación, ya que esto supondría una dosis inasumible
de reduccionismo. En cambio, seguramente pondrá énfasis en la variabilidad de las experiencias
humanas y en la importancia del contexto social en el que habitamos. Al acercar la psicología a lo que se
ha dado a conocer como ciencias sociales, se puede decir que la Psicología Humanista admite la
conexión entre filosofía, teoría moral, ciencia y técnica, y rechaza la visión de la ciencia como algo
neutral alejado de cualquier posicionamiento ideológico o político.
De esto se deriva que el mejor punto de vista para entender a un individuo es el del
propio sujeto. Rogers expresó que el individuo es el único que pueda conocer por
completo su campo de experiencia. Reconoció que no siempre es fácil entender la
conducta desde el marco de referencia interno de otra persona. Se está limitado a la
percepción consciente y comunicación de experiencias de una persona es útil para
entenderla y por consiguiente para comprender los procesos de personalidad.
Realización.
La tendencia primaria del organismo es mantenerse, realizarse, y mejorarse a sí
mismo. Esta tendencia a la realización sigue líneas trazadas por la genética y puede
ser influida también por el temperamento. Por ejemplo, si se planta una flor el tipo
particular de semilla determina si será un crisantemo o un bugambilia, pero el ambiente
puede influir mucho en el florecimiento. El proceso de realización no es ni automático ni
fácil; implica lucha incluso dolor. El niño pequeño puede luchar para dar el primer paso
pero esto es natural. Por tanto, cada organismo, o ser vivo, se dirigen en dirección de la
maduración tal como está definida para cada especie.
Esta conducta dirigida hacia el objetivo es acompañada por emociones que por lo
general facilitan el proceso de realización. Las emociones agradables acompañan al
logro del objetivo. Incluso emociones que por lo general son consideradas
desagradables, tales como temor o enojo, pueden tener un efecto positivo de
integración y concentración de la conducta hacia el objetivo.
El Yo
De la interacción del organismo y el ambiente, en particular de la que se tiene con otros
que son significativos, emerge una forma estructura del yo o un concepto de “quien
soy”. Conforme los niños pequeños interactúan con su ambiente en el proceso de
realización, adquieren ideas acerca de si mismos, de su mundo y de su relación con
éste.
Experimentan cosas que les gustan y disgustan y situaciones que pueden o no pueden
controlar. Aquellas experiencias que parecen aumentar el yo son valuadas e
incorporadas en la imagen de sí mismo; aquellas experiencias que parecen amenazar
al yo son negadas y son consideradas ajenas a este.
Congruencia e Incongruencia.
Hay una necesidad de ser congruente para el yo como es percibido y el yo real, el
organismo. Existe un estado de congruencia cuando las experiencias simbolizadas de
una persona reflejan todas las experiencias reales del organismo. Cuando estas vi
vencías simbolizadas no representan todas las reales, o si son negadas o distorsionas,
hay una falta de correspondencia entre el yo como es percibido y el yo real. En tal
situación hay incongruencia y una posible desadaptación. En forma de diagramas, se
puede mostrar esto con circulas superpuestos, parecidos a la descripción de Horney de
la distinción entre el yo real y el yo ideal.
Rogers ofreció el siguiente ejemplo. Una joven madre se concebía a sí misma como
una “madre buena y amorosa”. No puede reconocer sus actitudes rechazantes
negativas hacia su hijo debido a que no coinciden con su imagen de sí misma. No
obstante, estas actitudes negativas existen, y su organismo busca actos agresivos que
puedan expresarlas.
Se limita a manifestarse sólo a través de canales que son consistentes con su imagen
de sí misma de ser una buena madre.
Desarrollo de la Personalidad.
Rogers no plantea ninguna etapa específica del desarrollo de la personalidad. Se
concentró en la forma en la que las percepciones de otros impiden o facilitan la
autorrealización. Aunque la tendencia a realizarse sigue determinantes genéticos.
Señalo que está sujeta a influencias ambientales intensas.
Usa este pizarrón en su lugar”. Aquí, el padre limita los comentarios a la sola conducta.
Pero el padre dice: “Eres un niño (a) malo por escribir en la pared”, ha pasado de la
desaprobación de la conducta a la desaprobación del niño. Esta consideración ya no es
incondicional.
2. Vida Existencial. Las personas de funcionamiento son capaces de vivir con plenitud y
riqueza cada momento de la existencia. Cada experiencia es fresca y nueva en
potencia. No necesitan estructuras preconcebidas para interpretar cada suceso. Son
flexibles y espontáneas.
El ser humano posee esa tan natural que es tener la capacidad de desarrollarse o
desarrollar su potencial. Para esto lo que se necesita es un ente completo que
desarrolle experiencias y las vaya simbolizando con su experiencia.
Esto ira formando un yo (o percepción del yo organismico) que será similar al yo
experimental o real.
Es decir el ser humano va formando su experiencia, y con eso su yo real, que es
relativamente semejante a su yo organismo o natural de esa persona.
Y cada persona tomara esa experiencia y la simbolizara en la conciencia de forma
particular o individual.
Y eso simbolizado, de la experiencia, podrá ser congruente o no. Y esto hace que se
separe el yo ideal del yo real. Generando una tensión en el organismo que se llamara
incoherencia de ambos yo en juego de la persona.
Esta separación del yo, se verá como incoherencia del yo. Y para que se produjo menor
tensión en el organismo, se caerá en un mecanismo de defensa. Como ser la negación,
introyección o experiencia condicional, racionalización, sublimación, etc.
En cuantos más mecanismos, hagamos valer en nuestra confrontación para simbolizar
la experiencia, mas separación se tendrá entre el yo real con el ideal.
Por eso se cree que una persona creativa, con Apertura de la Experiencia, Vida
Existencial, Confianza Organismico, y Libertad de Experiencia, es formador de un auto yo
real e organismico más genuino con resonancia del yo.
De esta manera, la terapia centrada en el cliente recibe una explicación coherente.
El terapeuta, con vistas a facilitar esta reorganización, tendrá que poner unas
condiciones de aceptación y comprensión que subsanen de algún modo la falta de
las mismas durante las primeras experiencias de la infancia del cliente. Creando una
atmósfera de libertad y seguridad, facilitará al cliente el liberarse de la amenaza y
explorar sus propias experiencias. Comprendiendo al cliente, podrá facilitar la
reorganización de todas sus experiencias en torno a un self más amplio, dúctil y
maleable.