You are on page 1of 8

La violencia sexual es aquella que se manifiesta con agresiones a través de la fuerza física, psíquica

o moral, rebajando a una persona a condiciones de inferioridad, para implantar una conducta sexual en
contra de su voluntad. Este es un acto cuyo objetivo es someter el cuerpo y la voluntad de la víctima.

La violencia sexual puede ser: física, mediante el acto sexual, tocamientos, etc.

Psicológica, cuando existe acoso sexual, propuestas indecentes, insinuaciones, etc.

Sensoriales, ocurre cuando se expone en forma deliberada o no, escritos, imágenes, llamadas telefónicas,
lenguaje verbal o gestual, etc.

Esta clase de violencia se manifiesta de distintas maneras, algunas de ellas son:

Estupro: delito que comete un adulto al abusar sexualmente de un menor, valiéndose de la confianza que este
le tiene.

Prostitución forzada: se refiere a la explotación del cuerpo de otra persona para que el explotador
obtenga dinero.

Rapto: se refiere a la detención obligada de la persona para tener relaciones sexuales con ella.

Hostigamiento sexual: se da en casos en donde el jefe valiéndose de su posición, le hace proposiciones a


un subordinado para que tenga sexo con él o ella, y si este se niega, puede que se produzca un perjuicio.

Violación: es cuando ocurre una penetración sexual por la fuerza.

Trata de personas: se refiere al comercio ilegal de personas con fines de explotación sexual, esclavitud
reproductiva, etc.

Sexo transaccional: se refiere al intercambio de favores sexuales a cambio de comida o protección.


La violencia sexual no hace diferencia si son niños, mujeres u hombres, cualquiera puede ser víctima de este
tipo de violencia.

Los casos más comunes de violencia sexual son ejercidos sobre niños (pedofilia) y la violación de mujeres.
El agresor sexual no necesariamente tiene que ser un desconocido, en la mayoría de los casos, es su
cercanía cotidiana lo que le ha permitido ganarse la confianza de su víctima.

El origen de la violencia sexual se fundamenta en tres factores principales:

Factor psicológico: personas con autoestima deficitaria en lo sexual, imposibilidad de lograr excitación sin el
uso de la violencia, historial personal como víctima de abusos sexuales, algún trastorno de personalidad, etc.

Factor social: el lenguaje sexista, la reificación de la mujer en los medios de comunicación.

Factores situacionales: el consumo de todo tipo de drogas, un deseo urgente sexual, etc.

Cómo evitar la violencia sexual en la familia


3 métodos:¿Qué hacer?Frente a una agresión sexual en la familia:Formas de agresión sexual en el hogar
La sexualidad es una manifestación del ser humano que sirve para dar vida, placer o bienestar. Pero puede
suceder que se vuelva agresiva y con la forma de expresiones una persona dañe a otra o destruya su
sexualidad.

La sexualidad humana es un bien que la vida nos brinda y sirve no solo para la procreación sino también para
comunicación sin palabras y para una gran fuente de placer y satisfacción. Estas manifestaciones sexuales
bajo formas de amor, ternura, simpatía y afecto, pueden llegar a ser el eje de la vida en la familia. Pero la
sexualidad también tiene una parte frágil y débil; tiene la facilidad de absorber la agresividad de los demás y
así volverse igualmente agresiva (dominante, posesiva, intrusiva, sometida o sometedora, interersada, etc.).

Sufrir violencia sexual durante la adolescencia es una de las experiencias más traumáticas, dolorosas e
invalidantes que pueden vivir los jóvenes. Muchas personas creen que cuando las chicas y los chicos llegan a la
adolescencia el riesgo de violencia sexual es menor para ellos porque ya son capaces de defenderse. Pero eso
no es cierto, las estadisticas dicen que precisamente la adolescencia es la edad de mayor riesgo.

Según las Asociación contra el Abuso Sexual de Texas (TAASA) -y sus datos pueden ser extrapolables a otros
lugares- el 38% de las mujeres que han sido violadas son adolescentes de entre 14 y 17 años; una de cada
cuatro mujeres universitarias ha sido violada o ha sufrido un intento de violación; el 78% de las chicas que han
padecido una violación no se lo cuenta a sus padres y solo el 6% acude a la policía. Esta asociación también ha
realizado un estudio estadístico que demuestra que las mujeres entre 16 y 24 años son el grupo con mayor
riesgo de sufrir violencia sexual.

Aunque también los chicos de estas edades sufren violencia sexual el riesgo es mucho mayor para las chicas.

Qué es la violencia sexual

Violencia o abuso sexual es cualquier acto de naturaleza sexual al que se obliga a una persona, en este caso a
un adolescente. Cuando a una adolescente se la obliga a mantener relaciones sexuales o cualquier tipo de
contacto sexual sin que ella lo desee, cuando se la toca o se la obliga a tocar a alguien.

También cuando se la obliga a desnudarse o a acariciarse íntimamente, aunque el agresor no la toque, eso es un
abuso sexual. O cuando el que se desnuda o se acaricia sexualmente ante la adolescente es el agresor también
eso es violencia. Igualmente es abuso sexual cuando el agresor acosa verbalmente, con palabras, llamadas,
etc… de contenido sexual a un menor.

Y es abuso sexual cuando se obliga a alguien a mantener relaciones sexuales sin protección.

Es muy importante que las adolescentes y los adolescentes sepan sin ningún género de dudas que violencia
sexual no es solo la penetración no deseada si no cualquier acto de naturaleza sexual en el que se les obligue a
participar en contra de sus deseos, tanto si ese acto es físico como psicológico o verbal.

Tampoco es imprescindible para que se cometa abuso sexual, que el adolescente esté junto a su agresor. Son
muy frecuentes los casos de abuso sexual que ocurren a través de internet. Y también es muy importante que
los adolescentes entiendan perfectamente esto.
No es un asunto privado

Durante décadas, la violencia sexual se consideró un asunto privado. Era algo que desgraciadamente ocurría y
de lo que no se hablaba. Cada vez más las organizaciones de mujeres y las que se encargan de la protección de
los derechos humanos han conseguido que la violencia sexual se considere un asunto social, en el que el estado
tiene responsabilidad y la sociedad debe reaccionar. La violencia sexual es ahora en la mayoría de los países un
atentado contra la integridad de la mujer o la adolescente que la padece y en la mayoría de los lugares un delito
muy grave.

De la misma forma que no se nos ocurriría ocultar un asesinato por "verguenza", lo mismo debemos pensar con
la violencia sexual. Por el bien de las víctimas y para conseguir una sociedad cada vez más segura es
aconsejable denunciar siempre los abusos sexuales.

Cómo detectarla

Aunque con frecuencia se cree que la mayoría de las agresiones sexuales son cometidas por desconocidos, la
realidad dice una cosa muy distinta. En la mayor parte de los casos de violencia sexual sobre las adolescentes,
el violador era el novio o un amigo y en un número mucho menor, un desconocido.

También, como ocurre con los abusos sexuales en la infancia, hay casos de agresiones sexuales desde el ámbito
familiar cometidos por padres, familiares o amigos cercanos y en el ámbito escolar por maestros, consejeros,
tutores, entrenadores, etc…

Ya hemos visto que las chicas tienden a guardarse para sí mismas esas experiencias tan terribles. Pero hay
algunos síntomas que pueden ayudarnos a detectar que una chica o un chico está sufriendo o ha sufrido
violencia sexual:

 Infecciones en el tracto urinario


 Ropa rota, sobre todo si es la ropa interior
 Heridas o cardenales alrededor de la boca, la vagina o el ano
 Cambios repentinos en el comportamiento
 Cambios repentinos en el rendimiento escolar
 Ataques de ira
 Tristeza excesiva sin motivo aparente
 Rechazo repentino hacia un miembro de la familia o amigo o, por el contrario, deseo de estar a
menudo con él.
 Rechazo a estar con la familia

Grooming: El hombre de la gabardina también habita en Internet


¿Cómo prevenir el abuso en los niños?
 GEMMA GARCÍA
02/03/2016 10:11

La semana pasada, el Juzgado de Instrucción de Valladolid enviaba a prisión a un hombre por un delito de

abusos sexuales. Según los datos disponibles del Consejo de Europa, aproximadamente 1 de cada 5 niños en

Europa son víctimas de algún tipo de violencia sexual.


Esta semana ha entrado en vigor la Ley de Protección de la Infancia y Adolescencia que pretende proteger

a los menores de agresores sexuales. Para ello, profesores, personal de autocares escolares, de comedor, de

actividades extraescolares y que cuida de menores en centros docentes, así como monitores que trabajen con

niños deberán acreditar que no son delincuentes sexuales. Para cumplir esta medida, tanto los que ya

están ejerciendo como quienes pretendan hacerlo, deberán aportar la acreditación del Registro Central de

Delincuentes Sexuales.

Los abusos sexuales se pueden dar a cualquier edad, "aunque la pubertad es el período en el que los niños y

las niñas son más vulnerables. La edad media de las víctimas en la primera agresión se sitúa entre los 7 y 8

primeros años. Cabe señalar que son 4 veces más frecuentes en las chicas y 4,6 veces más en menores con

algún tipo de discapacidad" señala Alexander Muela, Doctor en Psicología en la Universidad del País

Vasco. En 2012 la OMS reveló que los niños con algún tipo de deficiencia o minusvalía tienen un riesgo

mayor de sufrir abusos. "Por ejemplo, se ha encontrado que los niños y las niñas con sordera presentan el

doble y el triple de probabilidad de sufrir abuso respectivamente", añade David Cantón, Doctor en

Psicología en la Universidad de Málaga.

Según ambos especialistas, existen signos que indican cierta evidencia de padecimiento de abusos sexuales:

 Masturbación compulsiva (se advierte cuando ésta es la actividad que más interés despierta en el niño o

que no puede evitar incluso delante de una figura que podría censurarlo).

 Conductas hipersexualizadas y/o autoeróticas.

 Una variante peculiar de los juegos 'médicos', 'los novios' o 'el papá y la mamá'.

 Excesiva curiosidad sexual para su edad.

 Tratar de tocar u oler genitales de un adulto.

 Simular movimientos de coito.

 Introducir la lengua cuando se besa.

 Exhibicionismo.

 Agresiones sexuales a otros niños

También puede detectarse en una inspección médica. Muela nos explica las consecuencias tras sufrir

dichos abusos en función del tiempo y la edad:


 Efectos a corto plazo: Aparecen dos años después de la revelación del abuso. Quejas somáticas, alteración

hormonal, embarazo no planificado, vergüenza, fobias, culpa, depresión...

 Efectos a largo plazo: Pesadillas, dificultades para dormir, estrés postraumático, ideas suicidas, imágenes

obsesivas, baja autoestima...

 Edad preescolar (0-6 años): Discapacidades cognitivas que afectan al desarrollo intelectual, físico y social,

además de ansiedad, pesadillas, aislamiento...

 Edad (7-12 años): Anormalidades en los genitales, enuresis, desregulación del cortisol. Pesadillas,

trastornos de conducta, hiperactividad...

 Adolescencia: Inicio temprano en las relaciones sexuales, promiscuidad, prostitución, abuso de

sustancias, conducta autolesiva, intentos de suicidio...

Para el psicólogo "es importante especificar que un significativo porcentaje de víctimas de

abuso sexual no muestra síntomas de ningún tipo. Las consecuencias del abuso sexual, a

veces, no son tan evidentes (no es el caso de los abusos con penetración)".

A pesar del elevado porcentaje de casos que se producen en el entorno familiar,solo un 2%

acaba en denuncia. "En caso de que exista sospecha de que su hijo ha podido sufrir abuso se

podría preguntar directamente, de forma calmada, si alguien le ha tocado de un modo que no le

gustó o le han forzado a hacer cosas que él no quería", aconseja Cantón.

La aparición de estos comportamientos a veces está relacionada con abuso sexual pero no siempre es así,
también pueden indicar otros problemas y a veces este tipo de comportamiento se produce solo por los
cambios propios de la adolescencia. Pero si observamos uno a varios de estos síntomas en un adolescente
habrá que indagar para saber qué es lo que lo ha provocado. Si no somos capaces de llegar a una conclusión
o si dudamos lo más aconsejable es acudir a un experto. Podemos hablar con el pediatra del niño o la niña o
incluso pedir ayuda a la enfermera de la escuela. Ellos sabrán orientarnos sobre a quién acudir. Pero es muy
importante reaccionar, saber qué es lo que está ocurriendo realmente y pararlo porque las consecuencias de la
violencia sexual sobre los adolescentes son muy graves.
UNIVERSIDAD SAN ANTONIO ABAD DE CUSCO

ESPECIALIDAD CIENCIAS SOCIALES

CURSO : GEOGRAFIA DEL PERU Y DEL MUNDO

INTEGRANTES:

MAGALY TECSE ANCCASI

VANESA MORALES CARRILLO


UNIVERSIDAD SAN ANTONIO ABAD DE CUSCO

ESPECIALIDAD CIENCIAS SOCIALES

CURSO : GEOGRAFIA DEL PERU Y DEL MUNDO

INTEGRANTES:

MAGALY TECSE ANCCASI

VANESA MORALES CARRILLO

You might also like