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Las políticas públicas sobre el medio ambiente en México (1970-2010)

Han transcurrido casi cuarenta años de la celebración en Estocolmo, Suecia, entre el 5 y el 16 de


junio de 1972 de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano, también conocida
como Conferencia de Estocolmo, convocada por la Organización de Naciones Unidas. Esta fue la
primera gran convocatoria internacional para debatir sobre cuestiones ambientales, y marcó
también un punto de inflexión en el desarrollo de la política internacional del medio ambiente.

¿Qué ha sucedido en este lapso de tiempo?, si bien se han avanzado en múltiples aspectos, no
podemos dejar de señalar que sigue el avance en la desforestación de selvas tropicales y templadas,
así como pérdidas importantes en la biodiversidad, y México no está al margen de este escenario
de depredación ecológica, porque siguen todavía presentes los fantasmas de los modelos de
bienestar, sobre todo norteamericanos que se implantaron a lo largo del siglo XX, por ejemplo, en
la ciudad de México y que, como bien lo observa César Cancino, se hicieron sobre un descomunal
costo ambiental: casi se han agotaron los recursos naturales de la cuenca por el crecimiento de la
mancha urbana, la desaparición de la flora y fauna, los altos índices de contaminación del aire, la
tierra y el agua; el desecado y entubamiento de casi todas las corrientes de agua de la cuenca,
aunado a una incierta promoción y educación ambiental: hemos transformado cientos de hectáreas
de aguas y bosques en gigantescas planchas de concreto y asfalto. Por ello, las decisiones y los
nuevos modelos de bienestar que queremos y deseamos para nuestra ciudad tienen que ser
diseñados sin continuar exterminando nuestro patrimonio ambiental. La toma de decisiones ya no
puede quedar en manos de unos cuantos, debe ser con base en una corresponsabilidad entre la
ciudadanía y gobierno. Ya casi no tenemos nada del ancestral sistema y cultura lacustre, y conservar
lo que queda es ya un grave asunto de seguridad de la ciudad de México[1].

A lo anterior, ¿Cómo han sido las políticas públicas gubernamentales para abordar el tema
ambiental? En una revisión somera que han seguido en nuestro país las Políticas Públicas Ecológicas
que realizó Eleazar Ramos de 1970 a 1999[2], identifica tres etapas, a las cuales nosotros sumamos
una cuarta, que corresponde a los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa. Estas cuatro
etapas indican las siguientes características:

Primera etapa. El enfoque de salud pública.

Durante los gobiernos de Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo (1970-1982), el enfoque de
salud pública se observa en las adecuaciones para otorgar facultades al Consejo de Salubridad
General para prevenir y evitar la contaminación de la ciudad de México, que ya se perfilaba como
una de las ciudades más contaminadas a nivel mundial. Dicho Consejo era coordinado por la
entonces Secretaría de Salubridad y Asistencia. La concepción era que el tema ambiental tenía un
carácter epidemiológico, y por lo tanto era una cuestión de salud pública.

Segunda etapa. El enfoque ecológico


Durante las administraciones de Miguel de la Madrid Hurtado y Carlos Salinas de Gortari (1982-
1994), las políticas públicas se conceptualizaron desde la perspectiva de una estrategia encaminada
al uso racional de los recursos naturales, con lo que se fijó la primacía de lo económico sobre lo
ecológico en aras del desarrollo. Al modificarse la Ley Orgánica de la Administración Federal, nace
la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE), para formular y conducir las políticas
generales de asentamientos humanos, urbanismo, vivienda y ecología.

Tercera etapa. El enfoque ambiental

Ernesto Zedillo Ponce de León (1995-2000) enfocó el tema de regulación ambiental en consolidar e
integrar la normatividad y garantizar su cumplimiento, al mismo tiempo que definía los lineamientos
para frenar las tendencias del deterioro ambiental, inducir un ordenamiento ecológico del territorio
nacional, tomando siempre en cuenta que su desarrollo fuera compatible con las aptitudes y
capacidades ambientales de cada región, aprovechando de manera plena y sustentable los recursos
naturales como condición básica para la superación de la pobreza.

Cuarta etapa. El enfoque de sustentabilidad

El gobierno de Vicente Fox Quezada (2000-2006), estableció un compromiso de crear conciencia


entre bienestar y medio ambiente, fomentando un mayor conocimiento sobre el deterioro del
medio ambiente que provocan algunas prácticas sociales y productivas. Las estrategias de este eje
buscaron orientar las políticas de crecimiento poblacional de acuerdo con modelos sustentables de
ocupación y aprovechamiento del suelo; crear una cultura ecológica que considerara al tema
ambiental en la toma de decisiones; fomentar procesos productivos y de consumo sustentables;
proteger y conservar los ecosistemas del país y su diversidad biológica; disminuir la contaminación
del agua, aire y suelo; y revertir la erosión del suelo e incrementar la reforestación. Para ello, el
Programa Nacional de Medio Ambiente y Recursos Naturales se basó en seis pilares: integralidad,
compromiso de todos los sectores económicos, nueva gestión ambiental, valoración de los recursos
naturales apego a la legalidad y combate a la impunidad ambiental, y participación social y rendición
de cuentas[3].

Finalmente, el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), define con claridad el concepto
de sustentabilidad ambiental al referirse a la administración eficiente y racional de los recursos
naturales, de manera tal que sea posible mejorar el bienestar de la población actual sin
comprometer la calidad de vida de las generaciones futuras. Uno de los principales retos que
enfrenta México, de acuerdo a este planteamiento, es incluir al medio ambiente como uno de los
elementos de la competitividad y el desarrollo económico y social. Solo así se puede alcanzar un
desarrollo sustentable.

El cuidado del ambiente es un tema central en sus políticas económicas porque las consecuencias
de modelos de desarrollo, pasados y actuales, que no han tomado en cuenta con la profundidad
necesaria al medio ambiente, se manifiestan inequívocamente en problemas de orden mundial
como el cambio climático. Así, el gobierno de Felipe Calderón se ha sumado a los esfuerzos
internacionales suscribiendo importantes acuerdos, entre los que destacan el Convenio sobre
Diversidad Biológica; la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y su
Protocolo de Kioto; el Convenio de Estocolmo, sobre contaminantes orgánicos persistentes; el
Protocolo de Montreal, relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono; la Convención de
Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación; la Convención sobre el Comercio Internacional
de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres; y los Objetivos del Milenio de la Organización
de las Naciones Unidas. Estos acuerdos tienen como propósito hacer de México un participante
activo en el desarrollo sustentable[4].

Aunque muchas de las políticas se quedaron en el marco normativo o en el papel, no podemos negar
que sí hemos avanzado, por ello es importante la participación de la sociedad para que poder tener
mayor capacidad de respuesta. Vecinos y visitantes nos preguntan porqué como ciudadanos
debemos asumir la corresponsabilidad de la conservación del medio ambiente, ya que eso “es sólo
un asunto del gobierno” como generalmente se piensa; nosotros les respondemos: sólo con el
trabajo conjunto entre gobierno y sociedad, transparente y con rendición de cuentas, podremos
alcanzar los niveles de bienestar que todos deseamos ya sea en el orden económico, social,
medioambiental o educativo.

Aún falta mucho camino por andar, pero si tenemos idea de cuales han sido las formas de pensar
de los gobiernos en los últimos cuarenta años, nos puede dar luz sobre cómo participar de mejor
manera en esta grave responsabilidad que tenemos de vivir en un medio digno para nosotros,
nuestras familias y seres queridos.

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[1] López de la rosa, Edmundo, El Canal Nacional. Páginas sobre su historia. Asamblea Legislativa del
Distrito Federal, México, 2011.

[2] Ramos Lara, Eleazar, “México: ecología y participación civil”. En: La cuestión social, 7(2):150-154,
México, 1999.

[3]http://archivos.diputados.gob.mx/Centros_Estudio/Cesop/Eje_tematico/3_mambiente.htm

[4] http://pnd.calderon.presidencia.gob.mx/sustentabilidad-ambiental.html

Fuente:

https://edmundod.wordpress.com/2011/08/05/las-politicas-publicas-sobre-el-medio-ambiente-
en-mexico-1970-2010/

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