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(Este texto está entre esquema y borrador. Empezó como esquema, luego fuimos
agregando citas y recortes de nuestras publicaciones y documentos internos. Los títulos
y subtítulos no son definitivos. Entendemos que faltan muchas cosas aun, pretendemos
que el artículo no sea extenso, de modo que, con los agregados y las correcciones que
debamos hacer, vamos a simplificar lo que ya tenemos.)
Resistencia obrera y popular en América Latina contra la ofensiva burguesa e
imperialista
Introducción
Para entender la nueva situación de América Latina, es preciso ubicar los cambios más
importantes y decisivos ocurridos en las últimas décadas y que configuran un cambio total en el
mundo. El más importante fue la caída de la URSS y la restauración capitalista en los estados
obreros que fueron parte del Pacto de Varsovia, China y Vietnam. Significó un colosal triunfo
político y económico para el capitalismo mundial, lo cual lo hizo aparecer como el estandarte de
la libertad, como la única alternativa viable de convivencia. Y surgieron los profetas del “fin de
las ideologías”, de la “globalización” del progreso y del bienestar, el mundo se estaría
convirtiendo en un gran mercado libre con acceso universal para todos los habitantes del planeta.
Pero la realidad fue su opuesto, estalló una nueva lucha por el reparto del mundo, se
acrecentó la dominación imperialista y la explotación de los trabajadores pegó un salto a escala
mundial. Con la restauración capitalista en los ex estados obreros se incorporaron al mercado
laboral capitalista más de 1.400 millones de trabajadores como fuerza de trabajo calificada,
barata y disciplinada y se abrió una etapa de contraofensiva económica y política ya no sólo
contra los países semicoloniales sino también contra los trabajadores de las potencias
imperialistas. La explotación de los ex estados obreros, si bien dio un respiro al capitalismo, no
logró superar el proceso de crisis y descomposición del sistema. Al revés, la enorme masa de
plusvalía expoliada preparó una crisis más grande.
La contraofensiva imperialista fue posible en gran medida porque las burocracias de los
ex estados obreros se convirtieron en agentes directos de la burguesía y, como en un juego de
dominó, todas las burocracias sindicales que dependían de ellos y todos los partidos reformistas
tomaron un nuevo rumbo y se pusieron al servicio de la “modernización” del estado y de la
“reforma laboral” dando un discurso de “izquierda”, a la contrarrevolución económica contra las
masas.
El mapa de la globalización pacífica se borró con la invasión militar imperialista a Irak
en 2003 con lo que se puso al rojo vivo la lucha por el reparto de zonas de influencia, por las
materias primas, los recursos energéticos, los mercados y los puntos estratégicos de importancia
militar para el control de los movimientos comerciales.
“La desaparición de estas economías planificadas ha producido un severo retroceso en
la conciencia y en las luchas de la clase trabajadora internacional, y también ha permitido un
fortalecimiento creciente de las intervenciones militares imperialistas” PMI 9. P.5)
La intervención militar imperialista en el Medio Oriente movió todo el tablero del
ajedrez mundial. La prioridad para EE.UU. ha sido Eurasia, los territorios que estuvieron bajo el
dominio de la ex URSS y el Medio Oriente. La guerra contra Irak y Afganistán fue altamente
costosa. El retiro parcial de las tropas constituyó, de hecho, una derrota política. Ambos frentes
de guerra son heridas sangrantes. El retroceso impidió a los EE.UU. desplegar las fuerzas
armadas cuando el estallido de la Primavera árabe, y también hizo que América Latina quedara
en segundo plano en la atención del imperialismo norteamericano. Nunca dejó de tener política
para la región, pero Obama no tenía la misma orientación ni tampoco la concentración que le
dio Reagan, que invadió Grenada y cercó a Nicaragua con los “contras”, ni como Bush padre
que invadió Panamá. (poner fechas)
La década de la ofensiva de Reagan-Thatcher dejó exhausto al subcontinente. La
“revolución conservadora” imperialista fue una contrarrevolución en toda la línea. Los países
endeudados, el parque industrial destruido, empresas estatales privatizadas, precarización
laboral que hizo retroceder a algunos países al siglo XIX. Invasiones militares, guerrillas
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Bretaña y Estados Unidos– a invertir en los mercados que se habían abierto con la
restauración capitalista en los estados obreros: Europa del Este y China
fundamentalmente. Ese proceso de semicolonización de los ex Estados obreros hizo que
Estados Unidos desatendiera su patio trasero, dándole a las burguesías latinoamericanas
–históricamente dependientes- un mayor margen de maniobra respecto del
imperialismo.
El crecimiento económico registrado en América Latina, en medio de la crisis
económica mundial, dio lugar a la ilusión de que era posible el desacople de las
economías latinoamericanas de la crisis económica mundial.
“Una prueba categórica de que el crecimiento económico de los países semicoloniales a
más velocidad que el de los países imperialistas sólo puede ser temporario, y de que ese
crecimiento no los independiza sino que, por el contrario, los vincula cada vez más al
imperialismo mundial.” (PMI 9. P.5)
El retroceso del imperialismo yanqui en su dominio sobre América Latina se
debió al debilitamiento bastante importante de la hegemonía mundial desde la caída de
la URSS. Este debilitamiento tuvo dos causas fundamentales: 1) el fracaso de las
intervenciones militares en Afganistán e Irak. Y 2) la crisis económica del 2008 en los
países imperialistas, que se había iniciado en Estados Unidos.
Esta es la coyuntura en la que surgieron los gobiernos llamados del “socialismo
del siglo XXI”: Chávez-Maduro, Bachelet, Lula-Dilma, Cristina-Néstor Kirchner,
Mujica, Ortega, Lugo, Morales y Correa. A estos gobiernos, aunque se los englobe bajo
la misma denominación, no tuvieron un mismo origen. Las masas, por el tremendo
retroceso, vieron en estos nuevos gobiernos “proyectos socialistas”
Chávez, Kirchner, Morales y Correa fueron producto de levantamientos de
masas que alarmaron a las burguesías: el Caracazo en Venezuela, la “revolución débil”
de 2001 en Argentina, la rebelión de El Alto en Bolivia, una seguidilla de revoluciones
en Ecuador. Por eso, al menos en sus inicios, fueron gobiernos muy débiles, productos
de la movilización, obligados a apoyarse en el movimiento de masas y, para ello, a
hacer muchas concesiones, sobre todo a través de subsidios estatales y a veces de
aumentos salariales. En cambio, Bachelet, Lula-Dilma, Mujica, Lugo, Ortega fueron
simples recambios electorales en el marco de regímenes democrático burgueses.
Igualmente fueron gobiernos que dieron concesiones ya que los países venían de una
dura depredación imperialista y profunda pauperización de la población que ponía en
peligro la estabilidad política, y en el marco de la situación regional, podía dar lugar a
estallidos.
Los denominados “socialismo del siglo XXI” son gobiernos burgueses pero de
relativa independencia respecto al imperialismo, principalmente del yanqui. Se han
pronunciado contra la invasión a Irak en el 2003. Han rechazado los acuerdos
comerciales con los Estados Unidos que no favorecían a las naciones latinoamericanas.
Estos gobiernos se habían opuesto a la propuesta llevada por George Bush a la IV
Cumbre de las Américas realizada en Mar del Plata (Argentina) en noviembre de 2005.
El presidente yanqui intentó que se aprobara la propuesta de constituir con toda América
Latina (menos Cuba) el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), una zona
similar al NAFTA (tratado entre Estados Unidos, Canadá, México) con el objetivo de
semicolonizar todo el continente. En forma paralela a la Cumbre oficial, se organizó la
“III Cumbre de los Pueblos”, también llamada “Contracumbre”, en la que Chávez
realizó duras críticas contra Bush y Néstor Kirchner, entonces presidente de la
Argentina, lanzó un encendido discurso antiimperialista.
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de masas contra el deterioro de los servicios públicos al mismo tiempo que el Estado
gastaba enormes recursos para construir estadios para la copa mundial y los juegos
olímpicos. El imperialismo aprovechó la pérdida de popularidad de la mayoría de estos
gobiernos para impulsar una ofensiva política reaccionaria.
Esos gobiernos del “socialismo del siglo XXI” llegaron hasta un punto de ciertas
concesiones económica a las masas y luego empezaron a retroceder. La ilusión del
“desacople” de la economía de América Latina que tuvo crecimiento económico –a
pesar de la crisis económica mundial del 2.008 por la gran demanda china de materias
primas- llegó a su fin. En China, se desaceleró el crecimiento económico, con lo cual
disminuyó fuertemente la demanda de los commodities, la economía de algunos países
latinoamericanos dejó de crecer o creció en menor proporción. En algunos hubo un
proceso inflacionario y se inició un período de ataque a las conquistas que la clase
obrera y el pueblo pobre obtuvieron en el período anterior, con la implementación de
planes de ajustes.
En el terreno político también hubo un cambio en la relación con las masas y con
el imperialismo. En algunos países sectores de masas salieron a las calles a protestar
por aumentos del costo de vida, como fue en Brasil en el 2014 con las multitudinarias
movilizaciones en varias ciudades contra el aumento del pasaje del transporte público,
contra el despilfarro de plata para la organización de la copa mundial de fútbol y otras
protestas contra el gobierno de Dilma.
A pesar de que son gobiernos burgueses y de haber posibilitado un mayor
enriquecimiento y aumento de la fortuna de varios grupos económicos, los del
“socialismo del siglo XXI” no son de entera confianza del imperialismo y de las
burguesías locales. Aprovechando la nueva coyuntura económica, la aplicación de
planes de ajustes lo cual alejó a estos gobiernos de las masas, el imperialismo, en
alianza con las burguesías locales iniciaron un ataque contra esos gobiernos diferentes.
En algunos países apoyaron la destitución vía juicio político, que no fueron otra cosa
más que golpes parlamentarios o golpes blandos 3. En otros países, el imperialismo y
las burguesías locales operaron por el recambio utilizando mecanismos de la
democracia burguesa, asumiendo políticos definidamente conservadores4 sin lugar para
el reformismo.
A partir de estos cambios, Latinoamérica cuenta con un escenario diferene, con
gobiernos incondicionales al imperialismo, sin piedad para aplicar planes de ajustes y
para reprimir a las masas que se movilizan, declarar ilegales a las huelgas e imputar a
dirigentes. El imperialismo yanqui cuenta con gobiernos latinoamericanos aliados para
aplicar en cada país medidas similares, como el aumento de tarifas de servicios
públicos, las “reformas del sistema jubilatorio” pero sobre todo para una de las
prioridades del gobierno de Trump, que es presionar por la salida de Maduro del
gobierno de Venezuela.
3 En Honduras el presidente Zelaya fue destituido primero a través de un golpe militar y finalmente a través de un
golpe Parlamentario en el 2009, en Paraguay a través de juicio político el presidente Lugo fue destituido en el 2012
y en Brasil la presidenta Dilma fue destituída por medio del empeachment en el 2016).
4 En Chile, Bachelet finalizó primer período en el 2010 y el segundo este año 2018, siendo sucedida en ambos
casos por Piñera, en Argentina Cristina Kirchner fue sucedida por Macri en el 2015, en Brasil tras la destitución de
Dilma, en el 2016, asumió Temer
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5 http://www.bbc.com/mundo/noticias-42229532
6 http://www.bbc.com/mundo/noticias-42229532
7 Toussaint. Las crisis de la deuda externa de América Latina en los siglos XIX y XXe
7
los acreedores del Norte sumas colosales. Entre 1982 y 2000, América Latina devolvió
como servicio de la deuda 1.452.000 millones de dólares, es decir más de cuatro veces
el stock total de su deuda, que se elevaba a 333.200 millones de dólares en 1982.” 8
Las medidas económicas de los gobiernos latinoamericanos previas a la crisis de
la deuda son en gran medida similares a las que adoptan los nuevos gobiernos en estos
momentos. En la última crisis de la deuda los especuladores “Fueron atraídos por dos
cosas principalmente: una política de tasas de interés muy elevada practicada por los
buenos alumnos del FMI (Brasil, México, Argentina,...) y una ola de privatizaciones sin
precedentes (empresas vendidas por migajas). Como no se agarran las moscas con
vinagre, los gobiernos preocupados por atraer capitales han tenido el cuidado de
conceder amnistías fiscales a todos sus capitalistas que se dignaran repatriar los
capitales que habían colocado en el extranjero. Toda esta masa de capitales a la
búsqueda de ganancias jugosas no tenía ninguna –o muy poca– intención de reactivar la
economía de sus países invirtiendo dinero fresco en empresas públicas compradas
baratas.” 9
El negocio financiero imperialista sigue con su voracidad imparable. La crisis
del 2008 disparó en poco tiempo una de las armas predilectas para recuperar la tasa de
ganancia, la especulación. Según la CEPAL, en el 2016, la deuda externa bruta en
América Latina (tanto privada como pública) ascendió a US$1,47 billones, casi un 80%
más que en 2009.10
“En América Latina en su conjunto, el endeudamiento de los Gobiernos
alcanzaba al 29,4% del PIB en 2012, pero en 2017 se elevó a 43,3%. Se proyecta que
para 2023 se ubique en 52,7%.”11
Todas las medidas para “atraer inversiones” solo atraen especuladores y, en poco
tiempo establecen las bases de nuevas crisis económicas. Cuando los gobiernos
estatizaron la deuda privada12, lo hicieron en beneficio de los capitalistas locales, que no
contentos con hacer ganancias sustanciales, exportaron la mayor parte de sus capitales
hacia las metrópolis imperialistas. Las cuentas Off shore en los paraísos fiscales son el
destino final de las desregulaciones financieras, los incentivos fiscales y la timba con las
tasas de interés.
En resumidas cuentas, el crecimiento de la deuda y la devaluación de las
monedas locales son una combinación perfecta para la expoliación de los países. La
pérdida de valor de las monedas latinoamericanas, el sobreendeudamiento para cubrir el
déficit y alimentar la especulación produce de nuevo un aluvión de dólares hacia
EE.UU. por cobro de intereses y el escape de los capitales “golondrina” que vuelven
por la subida de las tasas en EE.UU.
8 Toussaint..
9 Toussaint
10 http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-40853676
11 http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/04/24/america-latina-los-paises-con-mayor-deuda-externa/
12 “(en Argentina, esta operación que tuvo lugar entre 1980 y 1982 representó un esfuerzo equivalente al 25% del
PIB; en México, el salvamento de los bancos en la segunda mitad de los años 90 costó el 15% del PIB)” Toussaint.
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son los formadores de opinión tanto para el establishment imperialista como para los
medios de las clases dominantes de la región.
“En las últimas décadas, las relaciones entre Estados Unidos y América Latina se
caracterizaron por numerosas tensiones en el marco del auge de Gobiernos progresistas.
Las críticas a tales experiencias fueron sistemáticas. La mancuerna sector privado-
Gobierno de EE.UU. aglutinó a un importante número de académicos y voces expertas
agrupadas por Think Tanks con importante repercusión en la prensa. Ésta contribuyó a
construir, difundir y consolidar una perspectiva negativa sobre dichos procesos,
calificados como “corruptos, ineficientes, autoritarios, antidemocráticos”, etc” 15
“Esta batería de apreciaciones conforma una cosmovisión que se autodefine
como objetiva, neutral, apolítica y científica, que confluye en la conformación de una
agenda sobre América Latina: define cuáles son los principales problemas y cómo
deberían enfrentarse.” 16
Miles de ONG´s, periodistas, intelectuales, docentes, institutos universitarios,
fundaciones ávidos de conseguir la financiación imperialista para sus proyectos se
convierten en agentes directos ideológicos y reproductores de los lineamientos a favor o
en contra de determinados procesos, gobiernos, personas.
No producen líneas sólo para la “derecha”, para atacar a la “izquierda” sino
también para dar contenido a los discursos de la misma “izquierda” expresadas a través
de las ONG`s, medios de comunicación, partidos reformistas, sindicatos, movimientos
sociales.
Entre las ideas y nociones que alimentan los perfiles ideológicos que la
“izquierda reformista” difunde es el de la transparencia en la gestión pública, los datos
abiertos y disponibles para que la opinión pública conozca los gastos del Estado e
intervenga en su administración con sugerencias. Así la lucha contra la corrupción pasó
a ser el eje de la militancia de derecha y del reformismo de izquierda, la carrera por
hacer transparente la gestión. El discurso anticorrupción permitió la persecución por
ejemplo a los gobiernos de Lula y de Cristina, pero también este mismo discurso hace
de bandera para los que sostienen que “otro mundo es posible” y que la gran traba para
el desarrollo de América Latina es el robo de los gobernantes de turno y la burocracia
estatal clientelista. La gobernanza participativa ha sido un eje fundamental en el
discurso de la izquierda del siglo XXI y de las ONG financiadas por el imperialismo.
Seríamos muy ingenuos si pensáramos que la intervención imperialista se reduce
a lo más arriba descrito. En los últimos tiempos delineó una estructura política: el Grupo
de Lima, fundamentalmente para cercar a Venezuela pero también para liquidar toda
resistencia al imperialismo, desmantelar la UNASUR y presionar a los gobiernos
denominados “progresistas”.
Con la contraofensiva política, EEUU ha logrado reubicarse y conseguir triunfos
políticos importantes en América Latina, luego de los golpes parlamentarios en
15 Principales instituciones de las Think Tanks: Brookings Institution (BI). Council on Foreign Relations (CFR); Inter-
American Dialogue (IAD); Center for Strategic and International Studies (CSIS);
16 Romano Silvina, Lajtman Tamara, García Aníbal. “¿Por qué y cómo se piensa desde EE.UU. a América Latina?
P. 10
10
17 https://elpais.com/elpais/2018/05/29/opinion/1527620058_396477.html
18 https://elpais.com/elpais/2018/05/29/opinion/1527620058_396477.html
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Las economías nacionales se mueven por la cornisa, no hay gurú financiero que acierte, se
mueven entre la incertidumbre y los espasmos. Un ejemplo ilustra lo que puede pasar en toda la
región:
“A mediados de abril, se realiza habitualmente la Spring meeting del FMI y el Banco Mundial
en Washington. En uno de los eventos laterales se le preguntó a los inversores cual era el mejor
lugar para invertir el año que seguía. La Argentina arrasó: era la estrella. Una semana después,
arrancó la huida en masa con una fuerza tremenda, que no para y no para.” 19
Fogoneada por la crisis económica que terminó por acoplar al sub-continente, la
ofensiva antiobrera y antipopular en todos los países, incluidos los que tienen gobiernos
“progresistas”, ha configurado una nueva situación en América Latina donde la acción
colectiva de los trabajadores y el pueblo pobre se ha sumado a los factores de crisis.
La lucha de clases ha recobrado su fuerza y en muchos países, mucha fuerza: las luchas
multitudinarias en casi todos los países de América, las movilizaciones contra las maniobras
antidemocráticas, contra los golpes “blandos” e intentos de golpes, contra los ataques al nivel
de vida de las masas. Esta situación revolucionaria 20 nos muestra en cada país fuertes acciones
de masas, que aunque dislocadas, pone en aprietos a los gobiernos. Unificar las luchas en
huelgas generales está a la orden del día, el problema no es la falta de voluntad de lucha, el
problema es la dirección burocrática sindical y la mayoría de las izquierdas que son
electoralistas.
La “izquierda reformista” antepone a la acción directa la preparación para nuevas
elecciones. Para ejemplo nos basta lo que manifiesta uno de los intelectuales más citados por el
“socialismo del siglo XXI” y el “Foro de Sao Paulo”:
“La izquierda puede triunfar, puede volver a triunfar, si logra proyectar un ideal de vida
en sociedad centrada en la atención a los derechos de todos, en la solidaridad, en la construcción
colectiva de una sociedad justa, si gana las conciencias, el alma de las personas, si logra que el
conjunto de la sociedad asuma como objetivo la democratización profunda de la sociedad. Si
logra incorporar a la vida política a las mujeres, a los jóvenes, a los negros, los más ausentes
hasta ahora. Si logra combatir sistemáticamente los mecanismos de alienación en la sociedad, si
logra despertar en la gran mayoría de la población la conciencia de clase, la conciencia nacional,
abriendo espacios para que los jóvenes expresen sus identidades, que rescaten el interés por una
otra forma de hacer política que la tradicional.La izquierda perdería una oportunidad histórica
única si no logra constituirse en alternativa a la derecha en la era neoliberal.” 21
La meta inmediata es la derrota de los planes de ajuste, revertir los ataques a los fondos
previsionales, al salario y las condiciones de vida de las masas, levantar la bandera del no pago
de la deuda externa como uno de los primeros pasos en la defensa de la soberanía de los países
latinoamericanos.
Tenemos la tarea de luchar por la segunda independencia de América Latina, hoy
sometida a las garras de la explotación del imperialismo norteamericano, para ello es
imprescindible la movilización revolucionaria de los trabajadores y el pueblo de los países
Falta agregar sobre las luchas estudiantiles que se dieron en varios países en reivindicando
la educación pública, gratuita y de calidad. Y en el marco de las luchas democráticas, la de
las mujeres
Para forjar la unidad en la lucha es preciso que las direcciones sindicales y las
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organizaciones de izquierda y populares, rompan con las ataduras electoralistas y pongan en pie
un plan de lucha y la huelga general para canalizar las movilizaciones hacia una salida
revolucionaria que rompa con el imperialismo, y ponga la economía al servicio de los
trabajadores y el pueblo y levante la perspectiva de la unidad de todos los países en una
Federación de Estados Socialistas de América Latina