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(Este texto está entre esquema y borrador. Empezó como esquema, luego fuimos
agregando citas y recortes de nuestras publicaciones y documentos internos. Los títulos
y subtítulos no son definitivos. Entendemos que faltan muchas cosas aun, pretendemos
que el artículo no sea extenso, de modo que, con los agregados y las correcciones que
debamos hacer, vamos a simplificar lo que ya tenemos.)
Resistencia obrera y popular en América Latina contra la ofensiva burguesa e
imperialista
Introducción

Para entender la nueva situación de América Latina, es preciso ubicar los cambios más
importantes y decisivos ocurridos en las últimas décadas y que configuran un cambio total en el
mundo. El más importante fue la caída de la URSS y la restauración capitalista en los estados
obreros que fueron parte del Pacto de Varsovia, China y Vietnam. Significó un colosal triunfo
político y económico para el capitalismo mundial, lo cual lo hizo aparecer como el estandarte de
la libertad, como la única alternativa viable de convivencia. Y surgieron los profetas del “fin de
las ideologías”, de la “globalización” del progreso y del bienestar, el mundo se estaría
convirtiendo en un gran mercado libre con acceso universal para todos los habitantes del planeta.
Pero la realidad fue su opuesto, estalló una nueva lucha por el reparto del mundo, se
acrecentó la dominación imperialista y la explotación de los trabajadores pegó un salto a escala
mundial. Con la restauración capitalista en los ex estados obreros se incorporaron al mercado
laboral capitalista más de 1.400 millones de trabajadores como fuerza de trabajo calificada,
barata y disciplinada y se abrió una etapa de contraofensiva económica y política ya no sólo
contra los países semicoloniales sino también contra los trabajadores de las potencias
imperialistas. La explotación de los ex estados obreros, si bien dio un respiro al capitalismo, no
logró superar el proceso de crisis y descomposición del sistema. Al revés, la enorme masa de
plusvalía expoliada preparó una crisis más grande.
La contraofensiva imperialista fue posible en gran medida porque las burocracias de los
ex estados obreros se convirtieron en agentes directos de la burguesía y, como en un juego de
dominó, todas las burocracias sindicales que dependían de ellos y todos los partidos reformistas
tomaron un nuevo rumbo y se pusieron al servicio de la “modernización” del estado y de la
“reforma laboral” dando un discurso de “izquierda”, a la contrarrevolución económica contra las
masas.
El mapa de la globalización pacífica se borró con la invasión militar imperialista a Irak
en 2003 con lo que se puso al rojo vivo la lucha por el reparto de zonas de influencia, por las
materias primas, los recursos energéticos, los mercados y los puntos estratégicos de importancia
militar para el control de los movimientos comerciales.
“La desaparición de estas economías planificadas ha producido un severo retroceso en
la conciencia y en las luchas de la clase trabajadora internacional, y también ha permitido un
fortalecimiento creciente de las intervenciones militares imperialistas” PMI 9. P.5)
La intervención militar imperialista en el Medio Oriente movió todo el tablero del
ajedrez mundial. La prioridad para EE.UU. ha sido Eurasia, los territorios que estuvieron bajo el
dominio de la ex URSS y el Medio Oriente. La guerra contra Irak y Afganistán fue altamente
costosa. El retiro parcial de las tropas constituyó, de hecho, una derrota política. Ambos frentes
de guerra son heridas sangrantes. El retroceso impidió a los EE.UU. desplegar las fuerzas
armadas cuando el estallido de la Primavera árabe, y también hizo que América Latina quedara
en segundo plano en la atención del imperialismo norteamericano. Nunca dejó de tener política
para la región, pero Obama no tenía la misma orientación ni tampoco la concentración que le
dio Reagan, que invadió Grenada y cercó a Nicaragua con los “contras”, ni como Bush padre
que invadió Panamá. (poner fechas)
La década de la ofensiva de Reagan-Thatcher dejó exhausto al subcontinente. La
“revolución conservadora” imperialista fue una contrarrevolución en toda la línea. Los países
endeudados, el parque industrial destruido, empresas estatales privatizadas, precarización
laboral que hizo retroceder a algunos países al siglo XIX. Invasiones militares, guerrillas
2

contrarrevolucionarias. (Ver crecimiento de la pobreza).


El desangre dejó a la región en una situación espantosa, con una pobreza
generalizada que hizo que la propia burguesía tuviera que inventar políticas públicas de
mitigación de la pobreza incluido reparto de comida, en varios países, entre ellos
gigantes como Argentina y Brasil para enfrentar preventivamente posibles estallidos. La
nueva orientación de lucha contra el hambre y la pobreza fue posible por el crecimiento
económico gracias al aumento vertiginoso de los precios de las materias primas,
demandadas fundamentalmente por China, que hizo que hubiera condiciones para
atender algunos problemas sociales.
“Por una combinación excepcional, en América latina y el Caribe en el transcurso de los
últimos veintinco años, pero en particular en la última década, se han presentado
tendencias favorables en relación al crecimiento de la balanza comercial y al nivel de
reservas, y en general mejoraron las condiciones sociales de los trabajadores.” (PMI 9.
P.5).
Pero, en poco tiempo, la desaceleración de China, la caída de los precios de las
materias primas produjo un brusco freno económico en la región y combinado con la
ofensiva norteamericana hizo que cambiara el mapa político, con nuevos gobiernos pro
imperialistas en la región, que aplican medidas brutales contra las masas, endeudan de
manera vertiginosa a los países y desmantelan las débiles medidas de protección
sociales que lograron instalarse.
Ante la crisis económica, la ofensiva burguesa e imperialista se redobla y
aparecen las acciones de las masas obreras y populares que se movilizan. Muchos de
los gobiernos acusan graves crisis políticas aunque apliquen medidas coercitivas contra
las masas y adopten decisiones cada vez más bonapartistas. Los de abajo ya no quieren
seguir como antes y los de arriba ya no pueden seguir gobernando como antes, lo que
configura una situación revolucionaria en toda la región.

El giro a la izquierda tras la década perdida


Los medios periodísticos llaman la década perdida al periodo que va de 1990 al
2000, y es cuando se produce la ola privatizadora, el feroz endeudamiento y
flexibilización laboral en la región. Durante la segunda mitad de la década del 2.000 y
los primeros años de la década del 2010, se dio una nueva situación económica.
Mientras en el 2008 estallaba la crisis económica mundial con epicentro en los
principales países imperialistas, en China se daba un fuerte crecimiento económico, que
significó un gran aumento de la demanda de materias primas. La mayoría de los países
latinoamericanos experimentaron un crecimiento de las exportaciones de petróleo,
cobre, hierro, cereales, oleaginosas, ganadería y otras materias primas.
Con el aumento de la demanda de materias primas y el aumento de sus precios,
ingresaba a los países una masa de dólares que dio un superávit fiscal, que permitió a
los gobiernos realizar ciertas concesiones que elevaron el nivel de vida de las masas más
empobrecidas. En algunos países como Venezuela, Brasil y Argentina fue notoria la
mejoría de las condiciones económicas de los trabajadores y el pueblo pobre, ya que
venían de graves crisis. En varios países de Latinoamérica disminuyó el desempleo y
los gobiernos emplearon parte del superávit fiscal en subsidios a sectores sociales
marginalizados durante la década de los 90.
El crecimiento de la demanda china por materia prima de Latinoamérica se
combinó con la tendencia de algunos países imperialistas –sobre todo Alemania, Gran
3

Bretaña y Estados Unidos– a invertir en los mercados que se habían abierto con la
restauración capitalista en los estados obreros: Europa del Este y China
fundamentalmente. Ese proceso de semicolonización de los ex Estados obreros hizo que
Estados Unidos desatendiera su patio trasero, dándole a las burguesías latinoamericanas
–históricamente dependientes- un mayor margen de maniobra respecto del
imperialismo.
El crecimiento económico registrado en América Latina, en medio de la crisis
económica mundial, dio lugar a la ilusión de que era posible el desacople de las
economías latinoamericanas de la crisis económica mundial.
“Una prueba categórica de que el crecimiento económico de los países semicoloniales a
más velocidad que el de los países imperialistas sólo puede ser temporario, y de que ese
crecimiento no los independiza sino que, por el contrario, los vincula cada vez más al
imperialismo mundial.” (PMI 9. P.5)
El retroceso del imperialismo yanqui en su dominio sobre América Latina se
debió al debilitamiento bastante importante de la hegemonía mundial desde la caída de
la URSS. Este debilitamiento tuvo dos causas fundamentales: 1) el fracaso de las
intervenciones militares en Afganistán e Irak. Y 2) la crisis económica del 2008 en los
países imperialistas, que se había iniciado en Estados Unidos.
Esta es la coyuntura en la que surgieron los gobiernos llamados del “socialismo
del siglo XXI”: Chávez-Maduro, Bachelet, Lula-Dilma, Cristina-Néstor Kirchner,
Mujica, Ortega, Lugo, Morales y Correa. A estos gobiernos, aunque se los englobe bajo
la misma denominación, no tuvieron un mismo origen. Las masas, por el tremendo
retroceso, vieron en estos nuevos gobiernos “proyectos socialistas”
Chávez, Kirchner, Morales y Correa fueron producto de levantamientos de
masas que alarmaron a las burguesías: el Caracazo en Venezuela, la “revolución débil”
de 2001 en Argentina, la rebelión de El Alto en Bolivia, una seguidilla de revoluciones
en Ecuador. Por eso, al menos en sus inicios, fueron gobiernos muy débiles, productos
de la movilización, obligados a apoyarse en el movimiento de masas y, para ello, a
hacer muchas concesiones, sobre todo a través de subsidios estatales y a veces de
aumentos salariales. En cambio, Bachelet, Lula-Dilma, Mujica, Lugo, Ortega fueron
simples recambios electorales en el marco de regímenes democrático burgueses.
Igualmente fueron gobiernos que dieron concesiones ya que los países venían de una
dura depredación imperialista y profunda pauperización de la población que ponía en
peligro la estabilidad política, y en el marco de la situación regional, podía dar lugar a
estallidos.
Los denominados “socialismo del siglo XXI” son gobiernos burgueses pero de
relativa independencia respecto al imperialismo, principalmente del yanqui. Se han
pronunciado contra la invasión a Irak en el 2003. Han rechazado los acuerdos
comerciales con los Estados Unidos que no favorecían a las naciones latinoamericanas.
Estos gobiernos se habían opuesto a la propuesta llevada por George Bush a la IV
Cumbre de las Américas realizada en Mar del Plata (Argentina) en noviembre de 2005.
El presidente yanqui intentó que se aprobara la propuesta de constituir con toda América
Latina (menos Cuba) el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), una zona
similar al NAFTA (tratado entre Estados Unidos, Canadá, México) con el objetivo de
semicolonizar todo el continente. En forma paralela a la Cumbre oficial, se organizó la
“III Cumbre de los Pueblos”, también llamada “Contracumbre”, en la que Chávez
realizó duras críticas contra Bush y Néstor Kirchner, entonces presidente de la
Argentina, lanzó un encendido discurso antiimperialista.
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Todos son gobiernos burgueses porque mantienen el sistema capitalista. Todos


son gobiernos de países semicoloniales. No son socialistas, porque no implementaron
medidas socialistas. Tanto a la burguesía como al imperialismo, les quedaba claro lo
que muchas organizaciones de izquierda aún no comprenden, que los gobiernos por más
burgueses que sean no son todos iguales, no son lo mismo. Por ejemplo esos gobiernos
no son semejantes a algunos actuales, como Macri, Temer, Santos, Cartes, tanto en su
relación con las masas como en su tímida y relativa independencia del imperialismo.
El reformismo bolivariano
Con Hugo Chávez surgió el fenómeno del “socialismo del siglo XXI” alrededor
del cual se nuclearon gran cantidad de movimientos políticos de la izquierda
latinoamericana y mundial. Al morir Chávez en 2013, le sucedió en la presidencia de
Venezuela Nicolás Maduro. Fidel Castro y otros líderes de la región han reivindicado la
doctrina del “Socialismo del siglo XXI” y de la “Revolución Bolivariana”. También
fueron atraídos por el chavismo muchísimos jóvenes rebeldes que creen honestamente
que la política chavista es la vía para hacer una revolución que logre la necesaria
“segunda Independencia” que libere a sus países del yugo imperialista y dé respuesta a
las necesidades de los trabajadores y el pueblo pobre. 1
La inmensa mayoría de la izquierda, obnubilada por el socialismo del siglo XXI,
impulsó durante más de una década un reformismo que ni siquiera llegaba al
“socialismo utópico”. En efecto, a los utópicos combatió Marx, los criticó porque
pretendían construir comunidades socialistas dentro de las sociedades capitalistas.
Posteriormente los reformistas de la II Internacional pretendieron en algún momento
transformar la sociedad y llegar al socialismo por un proceso evolutivo de reformas
sociales, sin necesidad de hacer una revolución.
La izquierda del siglo XXI y el “Foro de Sao Paulo” 2, antes que “socialismo utópico” o
“transformación reformista” propugnan “otro mundo posible” como la posibilidad de un
capitalismo distinto, con “rostro humano”, cuyo programa no es sino mayor presupuesto
estatal para los sectores vulnerables de la sociedad. La coyuntura hizo alentar la
posibilidad de un “Estado de bienestar” a la manera de los países imperialistas en la
etapa del boom económico post II guerra mundial.
El programa del socialismo del siglo XXI es una sociedad capitalista
“humanizada”, es decir, utópica ya que no puede haber capitalismo justo, ni humanizado
donde hay explotación, donde hay pobres y ricos, y sobre todo ricos que se hacen más
ricos a costa del trabajo de la clase obrera. La desaceleración y la caída de los precios de
las materias primas mostraron lo utópico del proyecto de “otro capitalismo posible”.
Los propios gobiernos de “izquierda” emprendieron planes de ajuste que generaron un
amplio rechazo.
La inflación, los recortes a los subsidios, el congelamiento salarial, el deterioro
de los servicios públicos, mostró que estos gobiernos aplican medidas contra las masas
para enfrentar la crisis y arropar las ganancias de las grandes empresas capitalistas y
aun, imperialistas en sus países. El impacto político de las medidas de ajuste se tradujo
en derrotas electorales como en la Argentina, en golpes parlamentarios con poca o nula
resistencia de masas. En el caso del Brasil, el gobierno del PT soportó movilizaciones
1 PMI. 9.
2 Foro de Sao Paulo: organización de movimientos y partidos de izquierda fundado por el Partido de los
Trabajadores de Brasil en 1990.
5

de masas contra el deterioro de los servicios públicos al mismo tiempo que el Estado
gastaba enormes recursos para construir estadios para la copa mundial y los juegos
olímpicos. El imperialismo aprovechó la pérdida de popularidad de la mayoría de estos
gobiernos para impulsar una ofensiva política reaccionaria.
Esos gobiernos del “socialismo del siglo XXI” llegaron hasta un punto de ciertas
concesiones económica a las masas y luego empezaron a retroceder. La ilusión del
“desacople” de la economía de América Latina que tuvo crecimiento económico –a
pesar de la crisis económica mundial del 2.008 por la gran demanda china de materias
primas- llegó a su fin. En China, se desaceleró el crecimiento económico, con lo cual
disminuyó fuertemente la demanda de los commodities, la economía de algunos países
latinoamericanos dejó de crecer o creció en menor proporción. En algunos hubo un
proceso inflacionario y se inició un período de ataque a las conquistas que la clase
obrera y el pueblo pobre obtuvieron en el período anterior, con la implementación de
planes de ajustes.
En el terreno político también hubo un cambio en la relación con las masas y con
el imperialismo. En algunos países sectores de masas salieron a las calles a protestar
por aumentos del costo de vida, como fue en Brasil en el 2014 con las multitudinarias
movilizaciones en varias ciudades contra el aumento del pasaje del transporte público,
contra el despilfarro de plata para la organización de la copa mundial de fútbol y otras
protestas contra el gobierno de Dilma.
A pesar de que son gobiernos burgueses y de haber posibilitado un mayor
enriquecimiento y aumento de la fortuna de varios grupos económicos, los del
“socialismo del siglo XXI” no son de entera confianza del imperialismo y de las
burguesías locales. Aprovechando la nueva coyuntura económica, la aplicación de
planes de ajustes lo cual alejó a estos gobiernos de las masas, el imperialismo, en
alianza con las burguesías locales iniciaron un ataque contra esos gobiernos diferentes.
En algunos países apoyaron la destitución vía juicio político, que no fueron otra cosa
más que golpes parlamentarios o golpes blandos 3. En otros países, el imperialismo y
las burguesías locales operaron por el recambio utilizando mecanismos de la
democracia burguesa, asumiendo políticos definidamente conservadores4 sin lugar para
el reformismo.
A partir de estos cambios, Latinoamérica cuenta con un escenario diferene, con
gobiernos incondicionales al imperialismo, sin piedad para aplicar planes de ajustes y
para reprimir a las masas que se movilizan, declarar ilegales a las huelgas e imputar a
dirigentes. El imperialismo yanqui cuenta con gobiernos latinoamericanos aliados para
aplicar en cada país medidas similares, como el aumento de tarifas de servicios
públicos, las “reformas del sistema jubilatorio” pero sobre todo para una de las
prioridades del gobierno de Trump, que es presionar por la salida de Maduro del
gobierno de Venezuela.

3 En Honduras el presidente Zelaya fue destituido primero a través de un golpe militar y finalmente a través de un
golpe Parlamentario en el 2009, en Paraguay a través de juicio político el presidente Lugo fue destituido en el 2012
y en Brasil la presidenta Dilma fue destituída por medio del empeachment en el 2016).

4 En Chile, Bachelet finalizó primer período en el 2010 y el segundo este año 2018, siendo sucedida en ambos
casos por Piñera, en Argentina Cristina Kirchner fue sucedida por Macri en el 2015, en Brasil tras la destitución de
Dilma, en el 2016, asumió Temer
6

Los eufemismos de la agresión económica: proteccionismo y tasas de interés


Estados Unidos ha realizado la mayor reforma impositiva en treinta años, bajó el
impuesto a la empresas del 35% al 21% 5 cuyos efectos políticos y económicos sufrirá
América Latina. Entre las repercusiones mediatas está la relocalización de empresas
transnacionales hacia ese país, para aprovechar la reducción del impuesto empresarial
con el consiguiente aumento del desempleo en la región. Al mismo tiempo, los
gobiernos latinoamericanos ya siguen la línea del imperialismo de la reducción
impositiva a los empresarios. Los primeros ejemplos del subsidio a los ricos en esta
nueva situación fueron los de Macri en Argentina y Temer en Brasil.
“Según Eric Hershberg, director del Centro de Estudios Latinoamericanos de
la American University en Washington DC, la reforma puede tener efectos negativos a
nivel regional en el mediano plazo si promueve una tendencia al desequilibrio fiscal en
Estados Unidos. “El desequilibrio genera más inflación y una consiguiente alza en la
tasa de interés. Esto puede afectar a las economías latinoamericanas que están altamente
endeudadas, tanto deuda del sector público, como deuda del sector privado”, le dijo
Hershberg a BBC Mundo.”6
Pero no es sólo el nivel de deuda -que aumenta con la revalorización del dólar-
lo que afecta a los países latinoamericanos sino también la fuga de capitales y la suba
de las tasas de interés de las monedas locales para, supuestamente, tratar de mantener el
ahorro local, pero en realidad para favorecer los gigantescos operativos especuladores
de la burguesía financiera.
Gran parte del endeudamiento vía bonos soberanos son para refinanciar deudas
externas o para sostener la emisión de otros papeles locales o deuda interna. Para atraer
inversiones y para repatriar los fondos de los empresarios desde el exterior, los
gobiernos elevan la tasa de interés de sus monedas locales, pero esto que es una
bendición para los especuladores, es un castigo para los productores locales y las pymes
que ven encarecer los créditos hasta hacerlos inaccesibles y provoca cierre de empresas,
despidos, precarización laboral.
Según la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, “la fortaleza del dólar
junto con la debilidad de los precios de los productos crea riesgos para los balances y
financiación de los países deudores en dólares”, de lo que se deduce que las economías
de América Latina y Caribe estarán más expuestas a una posible apreciación del dólar y
la reversión de los flujos de capital asociados, fenómeno que podría reeditar la “Década
perdida de América Latina”
La suba de las tasas de interés en EE.UU. es una aspiradora para absorber los
recursos financieros de los países latinoamericanos, que sumado al pago de intereses por
deuda externa significa un nuevo asalto a la región. Tenemos que recordar que en la
llamada década perdida, el negocio de la deuda significó la transferencia de dinero
equivalente a un Plan Marshall cada dos años. (El total de transferencias negativas entre
los años 1996-2002 sobrepasó la barra de 200.000 millones de dólares, fenómeno que se
vió amplificado a partir de 1999. Desde entonces, cada dos años, los países
latinoamericanos hicieron una transferencia neta hacia los acreedores, transferencia
equivalente a un Plan Marshall.)7
“La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) indica que la
transferencia neta de capitales de América Latina hacia el Norte alcanzó entre 1983 y
1991 más de 200 mil millones de dólares. Los países de América Latina transfirieron a

5 http://www.bbc.com/mundo/noticias-42229532
6 http://www.bbc.com/mundo/noticias-42229532
7 Toussaint. Las crisis de la deuda externa de América Latina en los siglos XIX y XXe
7

los acreedores del Norte sumas colosales. Entre 1982 y 2000, América Latina devolvió
como servicio de la deuda 1.452.000 millones de dólares, es decir más de cuatro veces
el stock total de su deuda, que se elevaba a 333.200 millones de dólares en 1982.” 8
Las medidas económicas de los gobiernos latinoamericanos previas a la crisis de
la deuda son en gran medida similares a las que adoptan los nuevos gobiernos en estos
momentos. En la última crisis de la deuda los especuladores “Fueron atraídos por dos
cosas principalmente: una política de tasas de interés muy elevada practicada por los
buenos alumnos del FMI (Brasil, México, Argentina,...) y una ola de privatizaciones sin
precedentes (empresas vendidas por migajas). Como no se agarran las moscas con
vinagre, los gobiernos preocupados por atraer capitales han tenido el cuidado de
conceder amnistías fiscales a todos sus capitalistas que se dignaran repatriar los
capitales que habían colocado en el extranjero. Toda esta masa de capitales a la
búsqueda de ganancias jugosas no tenía ninguna –o muy poca– intención de reactivar la
economía de sus países invirtiendo dinero fresco en empresas públicas compradas
baratas.” 9
El negocio financiero imperialista sigue con su voracidad imparable. La crisis
del 2008 disparó en poco tiempo una de las armas predilectas para recuperar la tasa de
ganancia, la especulación. Según la CEPAL, en el 2016, la deuda externa bruta en
América Latina (tanto privada como pública) ascendió a US$1,47 billones, casi un 80%
más que en 2009.10
“En América Latina en su conjunto, el endeudamiento de los Gobiernos
alcanzaba al 29,4% del PIB en 2012, pero en 2017 se elevó a 43,3%. Se proyecta que
para 2023 se ubique en 52,7%.”11
Todas las medidas para “atraer inversiones” solo atraen especuladores y, en poco
tiempo establecen las bases de nuevas crisis económicas. Cuando los gobiernos
estatizaron la deuda privada12, lo hicieron en beneficio de los capitalistas locales, que no
contentos con hacer ganancias sustanciales, exportaron la mayor parte de sus capitales
hacia las metrópolis imperialistas. Las cuentas Off shore en los paraísos fiscales son el
destino final de las desregulaciones financieras, los incentivos fiscales y la timba con las
tasas de interés.
En resumidas cuentas, el crecimiento de la deuda y la devaluación de las
monedas locales son una combinación perfecta para la expoliación de los países. La
pérdida de valor de las monedas latinoamericanas, el sobreendeudamiento para cubrir el
déficit y alimentar la especulación produce de nuevo un aluvión de dólares hacia
EE.UU. por cobro de intereses y el escape de los capitales “golondrina” que vuelven
por la subida de las tasas en EE.UU.

Los principales inversores


Gracias a su tamaño y a su colosal desarrollo capitalista, China juega un papel de
primer orden en la economía mundial. La estrategia china no es solo relación comercial
con América Latina porque ya es una poderosa exportadora de capitales, tanto
financieros como productivos (petróleo, infraestructura, industrias extractivas) hacia los
países atrasados (África, Asia Pacífico, América Latina), en los últimos años fue clave

8 Toussaint..
9 Toussaint
10 http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-40853676
11 http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/04/24/america-latina-los-paises-con-mayor-deuda-externa/
12 “(en Argentina, esta operación que tuvo lugar entre 1980 y 1982 representó un esfuerzo equivalente al 25% del
PIB; en México, el salvamento de los bancos en la segunda mitad de los años 90 costó el 15% del PIB)” Toussaint.
8

en la financiación de los gobiernos “progresistas” de A.L. Sin embargo, por la nueva


orientación de su economía, ha mermado el flujo de inversiones hacia la región.
Según un informe del Foro Económico Mundial, China es el principal socio
comercial de Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay, y el segundo de México.
Respecto a las inversiones del gigante asiático en la región, desde el año 2003 se ha
invertido más de US$ 110.000 millones (hasta 2017), y más de la mitad fue en los
últimos cinco años.
Sin embargo, los principales inversores en 2017en la región fueron la Unión
Europea (42%) y EE.UU. (28%)13 Tener en cuenta la tendencia registrada en los
últimos años de caída continua de las inversiones directas. Además hay que discriminar
las inversiones que son nuevas, es decir, que aumentan los bienes y servicios y
multiplican empleos de aquellas que solo significan compra de empresas ya instaladas,
estos no crean nuevas fuentes de trabajo, incluso suele suceder al revés, se eliminan
empleos y aumenta la concentración monopólica.
El informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
explica que en un análisis de mediano plazo, la caída continuada de las inversiones
externas directas (IED) desde el año 2011”
(https://www.cepal.org/es/comunicados/inversion-extranjera-directa-america-latina-
caribe-cae-tercer-ano-consecutivo-2017-llega)
“Agrega que el contexto internacional de incertidumbre favorece un patrón de
crecimiento de los países líderes en el cual la inversión doméstica y las capacidades
locales son factores clave. A pesar de la recuperación de los precios de las materias
primas y del interés en nuevos productos como el litio, no se repetirán los grandes flujos
de IED hacia los recursos naturales de la última década, asegura la CEPAL.”
(https://www.cepal.org/es/comunicados/inversion-extranjera-directa-america-
latina-caribe-cae-tercer-ano-consecutivo-2017-llega)
La inversión cayó en los más grandes como Brasil y México, pero creció
levemente en Argentina, Haití, Colombia y Guyana. La caída en 2017 es un 3,6% menos
que en 2016 y la cifra está un 20% por debajo de 2011, cuando tocó su pico máximo. 14
(citar tb https://www.cepal.org/es/comunicados/inversion-extranjera-directa-america-
latina-caribe-cae-tercer-ano-consecutivo-2017-llega
Las formas de intervención norteamericana
La variedad de opciones desplegadas por la contrarrevolución imperialista para
su intervención en América Latina va desde secuestro de presidentes como el caso de
Honduras, intentos de golpe como en Venezuela, golpes parlamentarios como en
Paraguay y Brasil, acciones criminales callejeras como las de Venezuela con las
guarimbas o Nicaragua, fraudes electorales como Honduras.
La acción ideológica de los medios de comunicación, las redes sociales, los fake
news, la acción de los llamados trolls, constituyen fuertes instrumentos políticos que
son ideados en los EE.UU. Verdaderas corporaciones son las encargadas de producir y
difundir las líneas ideológicas para orientar a los gobiernos. Los llamados think tanks
13 https://www.infobae.com/america/america-latina/2018/07/06/inversion-extranjera-en-america-latina-cayo-por-
tercer-ano-consecutivo/
14 https://elpais.com/economia/2018/07/05/actualidad/1530797275_957108.html
9

son los formadores de opinión tanto para el establishment imperialista como para los
medios de las clases dominantes de la región.
“En las últimas décadas, las relaciones entre Estados Unidos y América Latina se
caracterizaron por numerosas tensiones en el marco del auge de Gobiernos progresistas.
Las críticas a tales experiencias fueron sistemáticas. La mancuerna sector privado-
Gobierno de EE.UU. aglutinó a un importante número de académicos y voces expertas
agrupadas por Think Tanks con importante repercusión en la prensa. Ésta contribuyó a
construir, difundir y consolidar una perspectiva negativa sobre dichos procesos,
calificados como “corruptos, ineficientes, autoritarios, antidemocráticos”, etc” 15
“Esta batería de apreciaciones conforma una cosmovisión que se autodefine
como objetiva, neutral, apolítica y científica, que confluye en la conformación de una
agenda sobre América Latina: define cuáles son los principales problemas y cómo
deberían enfrentarse.” 16
Miles de ONG´s, periodistas, intelectuales, docentes, institutos universitarios,
fundaciones ávidos de conseguir la financiación imperialista para sus proyectos se
convierten en agentes directos ideológicos y reproductores de los lineamientos a favor o
en contra de determinados procesos, gobiernos, personas.
No producen líneas sólo para la “derecha”, para atacar a la “izquierda” sino
también para dar contenido a los discursos de la misma “izquierda” expresadas a través
de las ONG`s, medios de comunicación, partidos reformistas, sindicatos, movimientos
sociales.
Entre las ideas y nociones que alimentan los perfiles ideológicos que la
“izquierda reformista” difunde es el de la transparencia en la gestión pública, los datos
abiertos y disponibles para que la opinión pública conozca los gastos del Estado e
intervenga en su administración con sugerencias. Así la lucha contra la corrupción pasó
a ser el eje de la militancia de derecha y del reformismo de izquierda, la carrera por
hacer transparente la gestión. El discurso anticorrupción permitió la persecución por
ejemplo a los gobiernos de Lula y de Cristina, pero también este mismo discurso hace
de bandera para los que sostienen que “otro mundo es posible” y que la gran traba para
el desarrollo de América Latina es el robo de los gobernantes de turno y la burocracia
estatal clientelista. La gobernanza participativa ha sido un eje fundamental en el
discurso de la izquierda del siglo XXI y de las ONG financiadas por el imperialismo.
Seríamos muy ingenuos si pensáramos que la intervención imperialista se reduce
a lo más arriba descrito. En los últimos tiempos delineó una estructura política: el Grupo
de Lima, fundamentalmente para cercar a Venezuela pero también para liquidar toda
resistencia al imperialismo, desmantelar la UNASUR y presionar a los gobiernos
denominados “progresistas”.
Con la contraofensiva política, EEUU ha logrado reubicarse y conseguir triunfos
políticos importantes en América Latina, luego de los golpes parlamentarios en

15 Principales instituciones de las Think Tanks: Brookings Institution (BI). Council on Foreign Relations (CFR); Inter-
American Dialogue (IAD); Center for Strategic and International Studies (CSIS);

16 Romano Silvina, Lajtman Tamara, García Aníbal. “¿Por qué y cómo se piensa desde EE.UU. a América Latina?
P. 10
10

Honduras, Paraguay y Brasil, la victoria de Macri y del Partido Colorado en Paraguay,


la reelección de Piñera en Chile, el giro a la derecha de Moreno en Ecuador, el
debilitamiento del gobierno del FMLN en El Salvador y el retroceso en Uruguay
(referentes de la izquierda uruguaya reconocen que está en duda que el Frente Amplil
obtenga mayoría). La rendición de las FARC en Colombia con el “Acuerdo de Paz”
también fue un espaldarazo a su línea de destruir focos de resistencia. Pero el gobierno
yanqui, va por más, no para de agredir a Venezuela, a Nicaragua, a Cuba y a Bolivia
para eliminar todos los atisbos de resistencia a su hegemonía.
Sin embargo, la situación es cada vez más inestable. En Perú ya echaron a PPK y
el nuevo presidente Vizcarra está en posición endeble. En Brasil, el golpista Temer no
cuenta con aprobación popular, lo mismo sucede con Juan Orlando Hernández en
Honduras, reelecto en circunstancias fraudulentas. En Guatemala, se pide la renuncia de
Jimmy Morales. Argentina es un hervidero de protestas donde hay movilizaciones casi
cotidianas. La elección de Duque en Colombia es garantía para la permanencia de las
tropas estadounidenses y el uso de las bases militares por parte de EEUU,
La más sólida línea de intervención descansa en Colombia, en las … bases
militares, con capacidad para controlar toda América del Sur, Centroamérica y el
Caribe. Una reivindicación de todos los trabajadores y los pueblos de América Latina es
el desmantelamiento de la bases militares yanquis y su expulsión de Colombia y del
sub-continente. Si bien, en este país está la estructura militar más importante de los
EE.UU. la intervención militar es más amplia e incluye entre otros, la línea política del
uso de la fuerza militar por parte de los gobiernos burgueses en América Latina.
“La militarización de la política de seguridad trae, como consecuencia, un
incremento del poder irrestricto del Ejército.”17 El aumento de la delincuencia es uno de
los argumentos centrales para tratar de que las fuerzas militares ganen en autonomía
tanto en lo administrativo, jurisdiccional y presupuestario.18 En algunos países
participan abiertamente en las tareas policiales como Guatemala y Brasil, en Argentina
es fuerte el intento del gobierno de Macri para involucrar de nuevo a los militares en la
“lucha contra el narcotráfico y la delincuencia”. En Honduras, las fuerzas militares
participaron en la represión de las manifestaciones contra el fraude electoral perpetrado
por JOH.
Los gobiernos que vinieron después de la “década perdida” como el de Chávez-Maduro en
Venezuela, Lula-Dilma en Brasil, el de Tabaré Vázquez-Mujica en Uruguay, Lugo en Paraguay,
el de Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, constituyeron una muralla, aunque
débil contra el imperialismo.
Como parte de la contraofensiva política y económica y en el afán de aplicar drásticas
medidas de ajuste en todo el continente para enfrentar su crisis, el imperialismo emprendió una
brutal campaña mundial de desprestigio a través de poderosos medios de comunicación, redes
sociales en Internet, ONG`s, organizaciones políticas, fundaciones, iglesias y organizaciones
gremiales patronales, contra estos gobiernos. En primer lugar contra el régimen chavista al que
igualan a cualquier dictadura militar genocida como las que gobernaron durante la guerra fría,
así Maduro era similar a Videla, Stroessner o Pinochet. Al mismo tiempo emprendieron una
feroz ofensiva ideológica y política para tratar de demostrar que Brasil o Argentina vivieron la
más grande etapa de corrupción de su historia durante los gobiernos de Lula y de Cristina
Fernández de Kirchner. El mismo imperialismo que llenó de dictaduras el continente, esquilmó
con todos los medios a su alcance a los países a costa de la miseria de sus pueblos, aliado con la

17 https://elpais.com/elpais/2018/05/29/opinion/1527620058_396477.html
18 https://elpais.com/elpais/2018/05/29/opinion/1527620058_396477.html
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burguesía más fraudulenta y chupasangre, encabeza la cruzada contra la ilegalidad y la


corrupción. Más aun, lidera la gran cruzada por la democracia y la libertad llenando de
calumnias todos los medios de comunicación en el afán de derrocar a Maduro y poner fin a la
independencia de Venezuela.

La nueva situación en A.L

Las economías nacionales se mueven por la cornisa, no hay gurú financiero que acierte, se
mueven entre la incertidumbre y los espasmos. Un ejemplo ilustra lo que puede pasar en toda la
región:

“A mediados de abril, se realiza habitualmente la Spring meeting del FMI y el Banco Mundial
en Washington. En uno de los eventos laterales se le preguntó a los inversores cual era el mejor
lugar para invertir el año que seguía. La Argentina arrasó: era la estrella. Una semana después,
arrancó la huida en masa con una fuerza tremenda, que no para y no para.” 19
Fogoneada por la crisis económica que terminó por acoplar al sub-continente, la
ofensiva antiobrera y antipopular en todos los países, incluidos los que tienen gobiernos
“progresistas”, ha configurado una nueva situación en América Latina donde la acción
colectiva de los trabajadores y el pueblo pobre se ha sumado a los factores de crisis.
La lucha de clases ha recobrado su fuerza y en muchos países, mucha fuerza: las luchas
multitudinarias en casi todos los países de América, las movilizaciones contra las maniobras
antidemocráticas, contra los golpes “blandos” e intentos de golpes, contra los ataques al nivel
de vida de las masas. Esta situación revolucionaria 20 nos muestra en cada país fuertes acciones
de masas, que aunque dislocadas, pone en aprietos a los gobiernos. Unificar las luchas en
huelgas generales está a la orden del día, el problema no es la falta de voluntad de lucha, el
problema es la dirección burocrática sindical y la mayoría de las izquierdas que son
electoralistas.
La “izquierda reformista” antepone a la acción directa la preparación para nuevas
elecciones. Para ejemplo nos basta lo que manifiesta uno de los intelectuales más citados por el
“socialismo del siglo XXI” y el “Foro de Sao Paulo”:
“La izquierda puede triunfar, puede volver a triunfar, si logra proyectar un ideal de vida
en sociedad centrada en la atención a los derechos de todos, en la solidaridad, en la construcción
colectiva de una sociedad justa, si gana las conciencias, el alma de las personas, si logra que el
conjunto de la sociedad asuma como objetivo la democratización profunda de la sociedad. Si
logra incorporar a la vida política a las mujeres, a los jóvenes, a los negros, los más ausentes
hasta ahora. Si logra combatir sistemáticamente los mecanismos de alienación en la sociedad, si
logra despertar en la gran mayoría de la población la conciencia de clase, la conciencia nacional,
abriendo espacios para que los jóvenes expresen sus identidades, que rescaten el interés por una
otra forma de hacer política que la tradicional.La izquierda perdería una oportunidad histórica
única si no logra constituirse en alternativa a la derecha en la era neoliberal.” 21
La meta inmediata es la derrota de los planes de ajuste, revertir los ataques a los fondos
previsionales, al salario y las condiciones de vida de las masas, levantar la bandera del no pago
de la deuda externa como uno de los primeros pasos en la defensa de la soberanía de los países
latinoamericanos.
Tenemos la tarea de luchar por la segunda independencia de América Latina, hoy
sometida a las garras de la explotación del imperialismo norteamericano, para ello es
imprescindible la movilización revolucionaria de los trabajadores y el pueblo de los países

19 ERNESTO TENEMBAUM El carrusel en el que gira y gira


Macrihttps://elpais.com/internacional/2018/07/06/america/1530831084_514740.html

20 (citar las condiciones de la situación revolucionaria de Lenin)


21 Emir Sader. La izquierda puede triunfar. http://www.jornada.com.mx/2018/07/04/opinion/020a1pol
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latinoamericanos y la construcción de una organización socialista revolucionaria e


internacionalista, un partido internacional que ponga en perspectiva una Federación de Estados
Socialistas de América Latina. De manera inmediata, la lucha por ese proyecto hoy pasa en
primer lugar por la defensa de Venezuela.
La línea divisoria entre el compromiso revolucionario y la traición pasa hoy por la defensa
de la soberanía de Venezuela. No lo defendemos por ser socialista, porque no lo es, sino porque
es el principal bastión hoy de la resistencia al imperialismo. No somos chavistas, pero si anti
imperialistas, y el imperialismo es el principal enemigo de los trabajadores y de los pueblos
latinoamericanos y del mundo.
Un camino es avanzar hacia una revolución auténticamente socialista, es decir, que expropie
a los monopolios imperialistas, a los bancos y financieras, al gran comercio y a la gran industria.
El otro camino es tener el mismo triste final de todos los procesos semejantes, desde el
peronismo argentino y el nasserismo egipcio hasta el sandinismo nicaragüense. El peronismo
fue derrocado por el “golpe gorila” proimperialista de 1955. El partido Baath de Nasser es el
mismo partido Baath de Sadat, quien firmó con Estados Unidos los acuerdos de Camp David,
convirtiendo al país en el más importante apoyo de los yanquis, junto con Israel, en Medio
Oriente. El gobierno sandinista entregó pacíficamente el poder por vía electoral a la
proimperialista Violeta Chamorro. Tres caminos diferentes, pero los tres desembocaron en la
pérdida de la independencia de esas naciones y en una verdadera tragedia para esos países y
para los trabajadores y el pueblo de todas ellas. Si el gobierno de Maduro mantiene el mismo
curso que el de Chávez –y vemos muy improbable que lo cambie–, inexorablemente despeñará
a Venezuela por ese mismo precipicio. (pmi 9) (P.4)
El continente está sumido en una crisis económica y los que la pagan son los trabajadores y
el pueblo pobre; en todos los países hay signos de voluntad de lucha de las masas, y la lucha
revolucionaria es el único camino para poner fin a la miseria capitalista. La unidad de acción es
fundamental para derrotar a los gobiernos y sus políticas económicas y poner fin a las medida
antidemocráticas.
En breve tiempo sucedieron movilizaciones de gran envergadura en el centro y Suramérica,
que fueron oportunidades políticas que podrían haber torcido el rumbo de la situación de la
lucha de clases en el continente. Es destacable que en toda la región los docentes han ocupado el
primer plano, han hecho huelgas y han tomado las calles de de las principales ciudades de
Brasil, Colombia, Argrentina, Chile, México, Paraguay, Puerto Rico, (poner las demás) para
combatir la destrucción de la educación pública y para defender sus niveles de vida y derechos
fundamentales. La huelga más larga es la que hicieron los docentes en Perú, que duró más de 70
días.
En Argentina se dieron huelgas generales (poner fechas) de gran acatamiento, pero con las
centrales divididas y sin el llamado a la movilización, es decir, los trabajadores se quedaron en
sus casas. En Brasil hubo una muy fuerte huelga de camioneros que casi paraliza el Brasil, en
medio de una fuerte crisis política, con la popularidad de Temer en el mínimo histórico (poner
datos), pero que no fue acompañada por las grandes centrales sindicales, sobre todo la CUT que
no convocó a la huelga general; la misma situación se vivió en Colombia con una grandiosa
huelga de los docentes (fecha) que las centrales sindicales dejaron aislada o como sucedió con
las movilizaciones contra el fraude electoral en Honduras a las que las centrales dieron la
espalda. En la mayoría de los casos, la trampa es la “gobernabilidad” que pactan con el
gobierno y el intento de no profundizar la crisis para llegar a las siguientes elecciones y operar
el “recambio” político. De modo que toda la “oposición” a los gobiernos antipopulares es a
medias y con tinte electoralista, gran parte de la izquierda está en esta misma tesitura.
Una batalla en curso en toda la región es por la defensa de los fondos previsionales, que los
distintos gobiernos buscan expropiar por línea expresa del Fondo Monetario Internacional.

Falta agregar sobre las luchas estudiantiles que se dieron en varios países en reivindicando
la educación pública, gratuita y de calidad. Y en el marco de las luchas democráticas, la de
las mujeres

Para forjar la unidad en la lucha es preciso que las direcciones sindicales y las
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organizaciones de izquierda y populares, rompan con las ataduras electoralistas y pongan en pie
un plan de lucha y la huelga general para canalizar las movilizaciones hacia una salida
revolucionaria que rompa con el imperialismo, y ponga la economía al servicio de los
trabajadores y el pueblo y levante la perspectiva de la unidad de todos los países en una
Federación de Estados Socialistas de América Latina

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