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Muy buenos días queridos hermanos de camino, que Dios nos bendiga a todos en esta

mañana dominical y nuestro Angel Guardian os de la mano siempre a fin de sostenernos y


darnos fuerza para vencernos a nosotros mismos y nuestras inferioridades ,

Mucho se habla en toda la codificacion espírita y en los libros dictados por espiritus, a
distintos mediums espiritas indubitados; sobre la importancia del pensamiento.

Mucho nos sorprende, debido a nuestra inferioridad, este hecho , al cual no dedicamos
tiempo alguno o casi ninguno , a sanearlo; a pesar de las recomendaciones dadas en este
sentido, ya hace DOS MIL AÑOS POR EL MESIAS DIVINO , JESUS DE NAZARET¡ , al
hablarnos de que el que deseaba la mujer de su projimo , ya peco .... mas tarde en el
ESpiritismo , que es el Cristianismo revivido, los espiritus nos informan sobre la
responsabilidad del pensamiento al decirmos que, somos responsables de nuestros
pensamientos¡¡¡

Comprendemos muy bien la importancia de obrar conforme a las leyes de Dios , entendemos
que si algo hacemos mal habremos de reformarlo y si por desgracia no fuera posible ya la
reparacion en esta vida, sabemos que ese deuda con las leyes del eterno pasa a formar
parte de nuestros innúmeras lista de afectos a recuperar en las sucesivas existencias .

Mucho se habla de "tecnicas de oratoria y lenguaje ..." a fin de convencer al projimo de


que haga tal o cual accion que al hablante interesa .... _ para desgracia de
quien las emplea, dicho sea de paso _ porque quien emplea el lenguaje e inteligencia
, para distintos motivos que para acercar a Dios a sus hermanos de camino , obra del
mismo modo que el servidor a quien se entrega una azada para cultivar el huerto y el
servidor la alza y la estampa en la cabeza del dueño del huerto .... y este servidor
cuando deje el cuerpo fisico solicitará a Dios nuestro padre una nueva existencia en la que
a traves de la inteligencia y el lenguaje no pueda caer .... (viniendo con idiotias y
sordomudeces ) NO COMO CASTIGO y SI COMO APRENDIZAJE.

Comprendemos que a Dios no se le engaña, pues ya los investigadores del genoma humano
han comprendido muy apesar suyo que detras del Genoma han hallado a Dios pues las leyes
de Mendel si bien contribuyeron a la evolucion de la humanidad en cuanto a conocimiento
,se han quedado absoletas para explicar determinadas leyes de alcanzan a la "herencia ".

Tanto asi , que ya a determinada parte de los cientificos , ya han pasado a formar parte
de la muy larga lista de grandes hombres de la ciencia , que han cruzado el umbral de la
doctrina espirita interesados vivamente por los hechos espiritas , y que cuando de verdad
han reparado la gran profundidad del pensamiento han comprendido y cada dia mas hombres
y mujeres de ciencia comprenden que Allan Kardec, se dedicara en cuerpo y alma a la
investigacion de estos hechos que despojados de la parte mas superficial se hallaba
abrigada la verdad de la vida, de nuestra procedencia, de nuestra razon de existir , de
donde venimos y a donde volveremos.

Muchas veces desde jovencita , venia a mi mente una imagen , una trenza de
cabello ondulante y muy brillante, pero una trenza muy particular que estaba formada de
diversos colores y tonalidades de cada uno, semejando un arco iris .... en verdad no
tenia mucho sentido pues aquella trenza no estaba en la cabeza de persona alguna y si al
frente de un caminante .... encima justo de su cabeza en el lado izquierdo, bajando al
lado de los labios y a la altura del corazon y bajaba hasta la pierna derecha del
caminante . . mas tarde, años mucho tarde reconocia en aquella "trenza" imagenes del
genoma...
En esta "construcción diaria" debemos comprender tambien la importancia de nuestro
pensamiento, que forma unidades energeticas seguramente ya en otras dimensiones
medidas por espiritus mas evolucionados intelectualmente y moralmente que nosotros , pero
en nuestro mundo aun muy atrasado no se les concede la importancia que tiene.

Los espiritus respondieron a KARDEC que Dios creo todo lo existente por "su voluntad", y
la voluntad o el deseo de alguien solo puede tomar forma por el pensamiento pues ningun
lenguaje conocido puede hacerlo, tomese cuenta de la importancia de este hecho, y
relealicese si se quiere una pequeña y ruda prueba , pero al propio tiempo muy
aleccionadora ; yo lo hice hace muchos años a raiz de un trabajo de la asignatura de
filosofia en 3º, y fue pensar en una flor _ sencillo no? _ bien luego abran los ojos e
intenten describir la flor a un invidente , con palabras del lenguaje humano, veran que "su
flor " del pensamiento no puede ser descrita con el lenguaje...

Y es que somos hijos de Dios , somos espiritus , y herederos de su poder creativo, no


somos creadores , pues creadores solo hay uno y es Dios nuestro PADRE, pero nuestra
mente es co-creativa y capaz de crear la realidad, nuestra realidad

Lo que nuestra mente registra y produce mediante imagenes y colores, impregnado con
sensaciones , es la antesala de la realidad que un dia antes o despues , aparecerá
construida ante nuestros ojos.

Los que afirman el poder de la mente, no se equivocan en el gran poder de los


pensamientos, se equivocan en la fuente de esos pensamientos... la fuente del pensamiento
no es la mente y si el espiritu que temporalmente se reencarna en( "las distintas moradas
de la casa de mi Padre.." o infinitos mundos ) en nuestro cuerpo, ese espíritu que se
"abraza" a la futura madre y rodea el ovulo que presenta mas parecido con la "trenza "que
tejio cada dia en sus innumeras vidas .... ,

La razon ultima del poderoso influjo de los pensamientos es que somos hijos del Creador, y
por tanto el pensamiento es una emanacion del espiritu que transmite al periespiritu , y
este a la mente; y esta a las celulas de nuestro cerebro.

Por ultimo señalar que los pensamiento son energia, y la materia es tan solo "energia
coagulada", ESA es la razon fisica de que creemos la realidad .

Abrazos a vuestro corazon. Geno

Pasados los años ante la lectura de los libros de Andre Luiz que dicto a ese hermano tan
elevado y siembargo humildísimo Francisco Cándido Xavier, ya de vuelta en la
espiritualidad , y mi corazon latia desacompasadamente y vino la imagen de la
trenza..., el instructor espiritual explicaba que cada dia en verdad, a cada segundo ,
tejemos y construimos a traves de nuestro pensamiento , palabras y obras., nuestra
proxima reencarnacion, tanto para bien como para mal ... entonces comprendi aquella
imagen, sin duda algun hermano espiritual o mi propio espiritu enviaba a mi mente aquella
imagen tan impactante de una silueta humana caminando y justo encima de esa silueta a la
altura del corazon y bajando hacia la punta del pie derecho que se desplazaba aparecia
aquella trenza formada por miles de colores que era como un arco iris maravilloso ¡¡¡

Entonces comprendi que era el propio ser humano con "sus pasos" en el camino de la vida,
con la palabra y el pensamiento , QUE ESCRIBIA LAS LEYES DE LA HERENCIA.

“Hombre y mujer los creó”

Igualdad y diferencia queridas por Dios

369 El hombre y la mujer son creados, es decir, son queridos por Dios: por una parte, en
una perfecta igualdad en tanto que personas humanas, y por otra, en su ser respectivo de
hombre y de mujer. "Ser hombre", "ser mujer" es una realidad buena y querida por Dios:
el hombre y la mujer tienen una dignidad que nunca se pierde, que viene inmediatamente de
Dios su creador (cf. Gn 2,7.22). El hombre y la mujer son, con la misma dignidad, "imagen
de Dios". En su "ser-hombre" y su "ser-mujer" reflejan la sabiduría y la bondad del
Creador.
370 Dios no es, en modo alguno, a imagen del hombre. No es ni hombre ni mujer. Dios es
espíritu puro, en el cual no hay lugar para la diferencia de sexos. Pero las "perfecciones"
del hombre y de la mujer reflejan algo de la infinita perfección de Dios: las de una madre
(cf. Is 49,14-15; 66,13; Sal 131,2-3) y las de un padre y esposo (cf. Os 11,1-4; Jr
3,4-19).

“El uno para el otro”, “una unidad de dos”

371 Creados a la vez, el hombre y la mujer son queridos por Dios el uno para el otro. La
Palabra de Dios nos lo hace entender mediante diversos acentos del texto sagrado. "No es
bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada" (Gn 2,18). Ninguno de
los animales es "ayuda adecuada" para el hombre (Gn 2,19-20). La mujer, que Dios
"forma" de la costilla del hombre y presenta a éste, despierta en él un grito de
admiración, una exclamación de amor y de comunión: "Esta vez sí que es hueso de mis
huesos y carne de mi carne" (Gn 2,23). El hombre descubre en la mujer como un otro "yo",
de la misma humanidad.

372 El hombre y la mujer están hechos "el uno para el otro": no que Dios los haya hecho
"a medias" e "incompletos"; los ha creado para una comunión de personas, en la que cada
uno puede ser "ayuda" para el otro porque son a la vez iguales en cuanto personas ("hueso
de mis huesos...") y complementarios en cuanto masculino y femenino (cf. Mulieris
dignitatem, 7). En el matrimonio, Dios los une de manera que, formando "una sola carne"
(Gn 2,24), puedan transmitir la vida humana: "Sed fecundos y multiplicaos y llenad la
tierra" (Gn 1,28). Al trasmitir a sus descendientes la vida humana, el hombre y la mujer,
como esposos y padres, cooperan de una manera única en la obra del Creador (cf. GS
50,1).

373 En el plan de Dios, el hombre y la mujer están llamados a "someter" la tierra (Gn
1,28) como "administradores" de Dios. Esta soberanía no debe ser un dominio arbitrario y
destructor. A imagen del Creador, "que ama todo lo que existe" (Sb 11,24), el hombre y la
mujer son llamados a participar en la providencia divina respecto a las otras cosas creadas.
De ahí su responsabilidad frente al mundo que Dios les ha confiado

LA BIBLIA: LA PERFECTA CREACIÓN DE DIOS

“¿Quién soy yo?, ¿de dónde proviene el ser humano?, ¿qué es la vida?”
En el artículo anterior iniciamos un apasionante viaje por la biblia, por el conjunto de libros
que los cristianos consideramos como “la palabra de Dios”; ubicándonos en el libro del
Génesis, específicamente en el relato de la creación.

Cabe destacar que la biblia, como palabra de Dios, no es un libro de fábulas, de historias
maravillosas y hasta increíbles, mucho menos es para la entretención, ni para explicarnos
aspectos científicos, entre otras cosas. La Biblia, o Sagradas Escrituras es el conjunto de
libros compilados por inspiración del Espíritu Santo, en la cual Dios nos habla de Él mismo,
de los hombres, y de como Él se relaciona con ellos a lo largo de la historia. Por ende,
cuando nos referimos a los relatos de la creación, Dios tiene como propósito instruirnos en
la verdad, el amor y en la vida espiritual a través de un lenguaje asequible, con la finalidad
que todo ser humano pueda reconocer su maravilloso poder, que tiene por centro su
esencia, el AMOR.

Hay que recordar que Dios no habla como nosotros, con el sonido de la boca o con gestos
corporales; Dios nos habla y se comunica con nosotros de diversas maneras: Por medio de
nuestra propia conciencia, por medio de otras personas, por medio de la Iglesia, por medio
de la oración, por medio de su Palabra y de muchas otras maneras. Por tal motivo, he
decidido hablar de la creación en 2 partes; para que logremos reconocer que Dios nos habla
hasta en los relatos que nos sabemos de memoria y que muy probablemente los hemos
venido escuchando desde muy pequeños.

Con propiedad puedo asegurar que los relatos de la creación son la respuesta que encontró
el pueblo de Israel a sus interrogantes, y que dicho sea de paso, el hombre actual las
sigue teniendo. ¿Quién soy yo?, ¿de dónde proviene el ser humano?, ¿qué es la vida?, etc.

No pretendo entrar en aspectos teológicos, porque la finalidad de este artículo es


descubrir las enseñanzas que se encuentran en los relatos de la creación, para saber qué
es lo que Dios nos quiere dar a entender por medio de ellos.

El libro del Génesis fue escrito entre los siglos X y IV a.C. y durante su redacción fue
“modificado” por cuatro tradiciones, de acuerdo a las situaciones particulares que vivía
Israel durante ese lapso de tiempo, con la finalidad de dar respuestas a los
acontecimientos e interrogantes del pueblo desde la óptica de la fe. Estas tradiciones son:
Yahvista (porque llaman a Dios, Yahvé), Elohista (llaman a Dios, Elohím), deuterocanónica y
finalmente, la tradición sacerdotal.

El primer relato es de la tradición sacerdotal, se presenta como un poema litúrgico, una


especie de canto, himno o credo, es una narración muy bien organizada, lo cual respalda la
teoría que era básico en alguna celebración religiosa.

El segundo relato, es más antiguo que el primero, procede de la tradición Yahvista, y


probablemente fue redactado en tiempos del Rey Salomón. Este relato de la creación
presenta a un Dios que tiene un trato más amigable y cercano con su máxima creación, el
hombre.

A continuación pasaremos a desglosar los versículos del texto y poder sacar las enseñanzas
que nos deja el segundo relato de la creación (Gn 2, 4- 25).

– Gn 2, 4- 6: Lo primero que podemos identificar en este texto es que, Dios posee un


nombre, Yahvé; esto complementa lo que mencionábamos acerca de las tradiciones
presentes en la redacción del Antiguo Testamento, específicamente el Pentateuco (5
primeros libros de la biblia).

La enseñanza que podemos sacar del texto es que Dios efectivamente es el que infunde la
vida, porque al hablar del agua en forma de lluvia que hace brotar la vida, los arbustos,
las plantas; el autor sagrado pretende reafirmar que el don de la vida es dado por Dios, lo
interesante del relato es que muestra al hombre como colaborador de la vida. Dios hace
llover, crea los manantiales, pero el hombre riega sus cultivos. Podemos afirmar que este
relato presenta al hombre como un ser con capacidad de decisión, con libertad para poder
cultivar, de poder llevar el agua adonde le plazca, el hombre es cooperador con la
creación, contribuye en la formación de la vida que Dios regala. En este texto no vemos al
hombre sometido por Dios y a sus reglas, en contraposición con lo que en la actualidad se
pretende dar entender acerca de estos hermosos textos, para desacreditar tanto a Dios
como la creencia religiosa.

– Gn 2, 7: Este versículo nos narra de manera diferente la creación del hombre con
respecto a la lectura anterior. En el relato del capítulo 1, no dice como Dios crea al
hombre, en cambio, este narra que toma polvo de la tierra y a partir de ahí lo ha forma.
El pasaje pretende dar a enseñar que el ser humano posee una naturaleza corporal, por esa
razón Dios toma polvo de la tierra, el polvo es el símbolo de nuestra naturaleza corporal,
es con el que el escritor sagrado pretende demostrar que efectivamente somos materia.
Pero, inmediatamente que Dios forma al ser humano del polvo de la tierra, insufla (sopla)
en sus narices el aliento de vida, lo que quiere dar a entender el texto es que, además de
tener una naturaleza corporal, también poseemos una espiritual. Entonces podemos decir
que un individuo está dotado de una naturaleza corporal y de una naturaleza espiritual, por
la primera somos imagen de Dios, ya que él nos pensó así; y por la segunda, somos
semejanza de Dios, porque él no es un ser corpóreo, es un ser espiritual (1)

Por otro lado, analizando un poco más en este verso, específicamente cuando Dios “sopla”
el aliento de vida. Nadie sabe en qué momento específico recibimos este soplo de vida, dice
Eclesiastés 11, 5: “Tú no sabes por dónde llegó el espíritu al niño en el vientre de la mujer
embarazada: otro tanto ignoras la obra de Dios tomada en su conjunto”.

Biológicamente la vida inicia con la fecundación del óvulo por parte del espermatozoide,
tenemos certeza de la parte corporal, pero el momento exacto de la parte espiritual la
ignoramos, por tal Iglesia defiende la vida desde el vientre de la Madre, porque al privar a
un feto de la vida, estamos rechazando ese “soplo de vida que Dios infunde en el ser
humano, con el que somos imagen y semejanza de Dios, dotados de una dignidad humana
desde el mismo instante de la concepción. Esta dignidad humana es infinitamente superior a
los hechos o situaciones previas a la fecundación; porque la vida del ser humano está ligada
a su misma dignidad.

– Gn 2, 8- 9: Estos versículos nos enseñan que la perfección de Dios ha llegado a tal


grado, que toda la naturaleza cuenta con una armonía excepcional, y el ser humano, está
insertado en este mundo sutilmente armónico. Lo realmente cautivante es lo que está en el
medio del jardín, “el árbol de la vida” y “el árbol de la ciencia del bien y del mal”; en la
mente del autor sagrado, el árbol de la vida es un símbolo del don de inmortalidad que Dios
había conferido al primer hombre, y el árbol de la ciencia del bien y del mal, el símbolo de
la línea divisoria de la ley moral entre el bien y el mal. De hecho, Adán y Eva, al tomar de
la fruta de este árbol, conocieron prácticamente la distinción entre el bien y el mal; de ahí
el nombre que le aplica el escritor de árbol de la ciencia del bien y del mal. (2)

– Gn 2, 10- 17: Los versículos 10 al 14 son una interpretación de la ubicación adonde el


autor sagrado suponía que el jardín del edén había estado ubicado, probablemente era un
área en la que él consideraba que se daban las condiciones idóneas para que el jardín del
edén estuviese en tal latitud.

Al llegar a los verso 15 y 16, nos damos cuenta que al hombre Dios le concede dominio,
autoridad y responsabilidad sobre todo lo creado; es decir, retomamos el concepto de
jurisdicción que hablamos en el artículo anterior con el que autor sagrado refleja la
supremacía del hombre como creación de Dios, y las responsabilidades que se derivan de
esta supremacía. Dentro de las responsabilidades que Dios dejó al hombre sobresale la
obediencia total al creador, pero esta obediencia no es impositiva, sino espera del hombre
un actuar libre, recto; como aquel que se mantiene en fidelidad a quien ama por sobre
todas las cosas. “Pero al mismo tiempo, el hombre debe someterse a la voluntad de Dios,
que le pone límites en el uso y dominio de las cosas (cf. Gn 2,16 s.), a la par que le
promete la inmortalidad (cf. Gn 2,9 Sg 2,23). El hombre, pues, al ser imagen de Dios,
tiene una verdadera afinidad con El. Según esta enseñanza, el desarrollo no puede consistir
solamente en el uso, dominio y posesión indiscriminada de las cosas creadas y de los
productos de la industria humana, sino más bien en subordinar la posesión, el dominio y el
uso a la semejanza divina del hombre y a su vocación a la inmortalidad”. (3)

– Gn 2, 18- 24: Este versículo por demás interesante narra desde otra perspectiva la
creación; pero principalmente, lo que el autor pretende enseñar no es más que la
sociabilidad del hombre. Según el relato, Dios creó a todos los animales para que el hombre
no estuviera “solo” y al ver que estos seres no eran la compañía perfecta, crea a la mujer
de la costilla del hombre.
El hombre aparentemente tenía todo para ser feliz; sin embargo, hacía falta algo, alguien
que poseyera su misma dignidad humana, su misma naturaleza corpórea, y este ser no podía
ser otro que la mujer. Al crear a la mujer, Dios crea un complemento, tanto a nivel
anatómico, psicológico y espiritual; es por tal motivo que la Iglesia defiende el matrimonio
tradicional, porque Dios en su plan amoroso dotó al hombre con la capacidad de amar y de
manera peculiar, como lo es el amor conyugal. Este amor es tan fuerte, tan especial que el
hombre y la mujer rompen la cotidianidad de su vida para unirse y así formar una nueva
familia, continuando con el ciclo de amor, contribuyendo en la creación, utilizando la
jurisdicción, la autoridad y la responsabilidad que Dios le ha dado al hombre. Dice Mt 19,
4- 5: “Jesús respondió: “¿No han leído que el Creador al principio los hizo hombre y mujer
y dijo: El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá con su mujer, y serán los dos
una sola carne?”

Con la cita de Mateo, podemos comprobar como Jesús da vigencia a un texto tan antiguo y
a vez refuerza que el hombre está llamado a vivir en comunión de una manera singular como
lo es el matrimonio, lo cual es algo bueno y querido por Dios.

No vale la pena entrar en el debate sobre la veracidad de la narración, es decir, intentar


descubrir quien fue primero, el hombre o la mujer. Lo que realmente importa es discernir
qué el hombre y la mujer fueron dotados de la misma dignidad (significado de la costilla), y
que por tener la misma dignidad ambos son seres complementarios, y al descubrir esta
complementariedad, ambos están llamados a vivir en la unidad como Dios vive en la unidad
(misterio de la Trinidad), porque ambos fueron creados a imagen y semejanza de Dios.

– Gn 2, 25: El segundo relato de la creación concluye narrando que tanto el hombre como
la mujer estaban desnudos y que no había pena entre ellos. Este texto lo que pretende
mostrar es que, Dios creó al ser humano bueno y perfecto, sin corrupción, un ser libre de
mancha, puro, totalmente libre de cualquier atadura. Ese es el significado de la desnudez
que narra la biblia. El autor utiliza la desnudez corporal, para referirse al mismo tiempo a
un aspecto espiritual; es decir, el ser humano se mostraba tal cual era ante su similar y
ante Dios. Por eso la importancia de aspectos tan poco valorados hoy en día como la
virginidad, la castidad, la exclusividad de las relaciones sexuales para el matrimonio, la
fidelidad, etc. Al vivir estos aspectos no solo cumplimos el plan de Dios sino que nos
revestimos de ese ser humano bueno y en busca de la perfección, capaz de edificar su
espíritu. Solo al vivir estos aspectos Dios alcanza a observar un poco de ese ser humano
que un día creó, que lucha por regresar a él, y que da su esfuerzo por serle agradable y
cumplir su voluntad; porque la desnudez que narra este versículo es la pureza con la Dios
nos dotó en un inicio, y a la cual estamos llamados a regresar al hacer operante en
nosotros el plan de salvación en su Hijo, Jesús.

Habiendo terminado de sacar “algunas enseñanzas” de este segundo relato de la creación,


dejo una invitación para que puedas formar el hábito de leer las sagradas escrituras;
porque al leer las sagradas escrituras no solo lees la historia de la salvación, también
aprendes sobre Dios, sobre su pedagogía, encuentras respuestas a las interrogantes más
profundas del ser humano. Ten presente que no puedes amar a quien no conoces y la
manera de conocer a Dios es mediante la lectura de la palabra. Pero también, no puedes
amar con quien no hablas, y la oración es el único medio para hablar con Dios.

En conclusión, ¿Quieres amar a Dios por sobre todas las cosas? Lee su palabra y ora,
porque solo así sabrás cual es el plan el que tiene para ti; y créeme, él no te va a
decepcionar.

Quien Es Dios Según La Biblia? Cómo Es o Qué Es Este Ser Supremo del Mundo Espiritual?

Quién es?: Dios es el creador del cielo de la tierra, si te preguntas qué es? El es amor,
pero también es fuego consumidor, es Jehová el fuerte y valiente, el poderoso en batalla,
tu creador, padre eterno, el rey de gloria y digno de toda honra y alabanza. Hoy tratamos
de responder esta pregunta que yo mismo me hacia en el pasado!

Quién es Dios? Para ti, lo que tú decidas: tu padre, tu señor, tu proveedor, tu protector,
tu ayudador. El dice: yo soy el que soy, y yo soy es uno que se sostiene a si mismo (que no
depende de nada ni nadie para existir), él es y todos somos en él. Es espíritu y los que le
adoramos es necesario que lo hagamos en espíritu y verdad, él es la verdad.

Citas Bíblicas de Referencias Sobre Quien y Como Es Dios

No me creas a mi (pues todo hombre es mentiroso, más sea Dios veraz), cree en la santa y
sagrada palabra la cual Jesús te manda a escudriñar porque nos parece que en ella está la
vida eterna. La vida es Jesús, que también es el camino y es verdad, él es el buen pastor
y como tal la vida da por sus ovejas, lo dijo y lo cumplió, la pregunta del millón, tu daría tu
vida por Jesús?, si lo haces ganarás tu vida y vida eterna.

Citas de referencias sobre quién, qué y cómo es Dios: Génesis 1.1, Éxodo 3.14-16, Salmo
24, 1 Juan 4.8-, toda la biblia está llena de referencias sobre Dios. El es su autor por
medio del Espíritu Santo que inspiró a cada escritor pata su composición y lo más
importante es: que la biblia es el único libro que cuando se lee su autor está presente
acompañando al lector.

Hablando de biblia, la biblia y con toda su variedad de escritores (autores), fue escrita en
la certeza fuera de toda discusión de que existe un ser espiritual único, eterno, todo
poderoso, soberano a quien llamamos Dios.

El Nombre de Dios Es Yahveh Que Traducido Es Jehová (Yo Soy el Que Soy)

En los escrito del antiguo testamento, su nombre propio es Jehová (Yo soy el que soy), se
le reveló a una Tribu que llegó a ser una nación grande (la nación de Israel), fue a ese
pueblo a quien le reveló: su naturaleza, su voluntad, amor y propósitos. En el nuevo
testamento encontramos a Jesús el hijo de Dios que dió a conocer al padre y vino a
reconciliar la humanidad con él.

Nuestro Señor es Santo y demanda santidad, aborrece el pecado y siempre da oportunidad


al pecador de que se arrepienta y cambie de vida. Si te pones en las manos de Dios, él te
hace nueva criatura en donde todas las cosa viejas pasan y todas son hechas nuevas.
Nuestro Señor dice: "arrepentíos y convertíos para que sean borrados tus pecados y
vengan a tu vida tiempos de refrigerios". Hechos 3.19.

Tu creador es fuerte y celoso y como tal te prohíbe tener ídolos (imágenes a las cuales
honrar) según éxodo 20. Ninguna iglesia enseña bien los diez mandamientos: primero fue la
iglesia católica la que ordenó el decálogo, fijó la forma en que se leen los diez mandamiento
y como iglesia idólatra que le encantan las imágenes, pues sacó de los mandamiento el
primero ya que no le conviene y las demás iglesias sólo copiaron el decálogo y no advierten
el engaño.

No le creas a un bocón como yo, lee tu mismo el capitulo 20 de éxodo y verás el titular
que dice "los 10 mandamientos", y es el mismo Dios quien inicia diciendo: "He aquí yo soy
Jehová tu Dios fuerte y celoso que te saqué de tierra de Egipto de casa de servidumbre,
no tendrás dioses ajenos delante de mi, ni te harás imagen de ninguna semejanza de lo que
hay arriba en el cielo, no abajo en la tierra, ni debajo de las aguas de la tierra, no te
inclinaras a ellas ni las honrarás", etc, etc. Y ese es el primer mandamiento.

La mejor manera de saber quien es Dios es aceptándole como tu Señor y Salvador por
medio de su hijo Jesucristo quien te amo y te sigue amando tanto que dio su vida por ti,
fue capaz de morir de la forma más dolorosa que narra la historia y sólo para mostrarte su
amor. Eso es prueba más que suficiente de que podemos confiar la vida en manos de Dios.

4. La naturaleza de Dios y Su obrar

Pbro. Dr. PabloArce Gargollo


29 mayo 2017
Sección: Resumen doctrina

La manera que tenemos de conocer a Dios y su acción.

en Power Point

4. LA NATURALEZA DE DIOS Y SU OBRAR

4.1 LA NATURALEZA DE DIOS

4.1.1 Cómo podemos conocerlo

Podemos conocer a Dios por la razón y por la revelación.

En este capítulo se estudian aquellas realidades de la naturaleza divina susceptibles de ser


alcanzadas por la razón. A partir del capítulo siguiente el principal apoyo en los desarrollos
explicativos será el conocimiento a través de la Revelación.

La razón nos da a conocer la naturaleza de Dios de dos modos:

a) Por acción, atribuyéndole todas las perfecciones que encontramos en las criaturas, y
todas las que podamos concebir.

b) Por remoción, removiendo de El todo cuanto las criaturas tienen de limitado e


imperfecto.

Esta forma de conocer se llama analógica, es decir, según un grado de semejanza (Dios es
bueno ya que vemos que las criaturas son buenas) y otro de desemejanza (Dios no es bueno
del mismo modo ni en el mismo grado de las criaturas). A la analogía se sigue la eminencia:
Dios es bueno, pero bueno infinitamente.

Así, pues, para el conocimiento racional de la naturaleza divina el punto de partida es la


naturaleza de las criaturas y en particular la naturaleza humana: las perfecciones que ésta
posee las trasladamos por analogía a la naturaleza divina, elevadas al infinito.

Y así, podemos atribuir a Dios la inteligencia, el poder, la bondad, la ciencia, la belleza,


etc. Esta forma de proceder se apoya en un clarísimo texto de San Pablo (Rom. 1, 20-2
1): “. . . las perfecciones invisibles de Dios, su poder eterno y su divinidad, se han hecho
visibles después de la creación del mundo, por el conocimiento que de ellas nos dan las
criaturas”.

4.1.2 Definición de Dios

Podemos definir a Dios diciendo que es: un espíritu infinitamente perfecto que existe por sí
mismo, y de quien todos los demás seres reciben la existencia.

Se dice:

a) Espíritu, esto es un ser inmaterial, dotado de entendimiento y voluntad como nuestra


alma, aunque infinitamente más perfecto.

b) Infinitamente perfecto, porque tiene todas las perfecciones posibles en grado sumo e
ilimitado.

c) Que existe por sí mismo, porque no ha recibido de nadie la existencia.

d) Y de quien todos los demás seres reciben la existencia. El es el creador de todos los
seres; y en cambio El no ha sido hecho por nadie, pues es el Ser necesario que existe
desde toda la eternidad.

4.1.3 Diferencias entre Dios y la criatura

Las criaturas no poseen su ser por necesidad de naturaleza; de hecho, hubo un momento en
que no fueron y, aunque actualmente son, pudieron no haber sido. Tienen el ser recibido de
otro (en último término de Dios), según el grado y los limites de su propia naturaleza. Dios
en cambio, existe por sí mismo con necesidad absoluta; es el Ser sin limitación. Todo
aquello que es algo -bondad, sabiduría, poder, bello- se encuentra en El, y no de cualquier
modo sino en grado infinito.

4.2 LA ESENCIA DE DIOS

Así como para el hombre el concepto de animal racional define su naturaleza y sirve para
deducir sus otras perfecciones (ser libre, poder adquirir virtudes, etc.), nos planteamos
ahora si habrá en Dios una cualidad que sea la primera y de la que se deriven todas las
demás.
Esa cualidad no podrá ser limitada, pues Dios es causa de infinitas perfecciones. Por tanto,
tendrá que definirse a partir de aquello más primario y común de todo ser: y esta cualidad
es precisamente, que t son”, que tiene ser. Dios “es”, pero no por tener el ser recibido
como las criaturas, sino que “es” por esencia, con imposibilidad radical de no ser – Ya
Platón había vislumbrado que el Ser divino tenía que bastarse a sí mismo; Dios no “tiene” su
ser como nosotros, sino que “es” su ser. Aristóteles demostró claramente la necesidad de
un Ser que es su ser.

Este razonamiento filosófico, que se desarrolla en la 3a. vía de Santo Tomás, encuentra
una confirmación en la Revelación que Dios hace de su Naturaleza: Moisés preguntó a Dios:
“¿Cuál es tu nombre? ¿Quién diré que me envía? Dijo Dios a Moisés: Yo soy el que es (Ego
Sum qui sum). Esto dirás al pueblo: El que “es” (Yahweh) me envía a vosotros” (Exodo 3,
14).

4.3 ATRIBUTOS DE LA ESENCIA DIVINA

Atributos divinos son las diversas perfecciones que distinguimos en Dios; como su Sabiduría,
su Bondad, etc.

Estas perfecciones no son realmente distintas en Dios; y así su Sabiduría no difiere


realmente de su Bondad, ni ambas de la esencia divina, porque Dios es Simplicísimo.

Sin embargo, las llamamos diversas, porque no pudiendo nuestro entendimiento abarcar de
una mirada el cúmulo de infinitas perfecciones de Dios, se ve obligado a distinguirlas para
poderlas estudiar.

La Esencia divina es Unica, Simple, Infinita, Inmutable, Eterna e Inmensa.

a) Unidad

Dios es único, esto es, no puede haber sino un solo Dios, porque la esencia divina es
incomunicable.

Esta verdad consta de muchos lugares de la Sagrada Escritura. Basta citar el primer
mandamiento de la ley: “Yo soy el Señor tu Dios; no tendrás otros dioses delante de Mí”
(Exodo 20, 2). Los símbolos de la fe comienzan diciendo: “Creo en un solo Dios”.

Concebimos a Dios como Ser Infinito, esto es, que tiene todas las perfecciones. Si hubiera
varios dioses el uno no tendría las perfecciones de los otros, y así ninguno sería Dios. En
otras palabras, es imposible que existan dos seres infinitos.

Se llama idolatría el error que consiste en admitir y adorar varios dioses.

Las causas principales de la idolatría son:

1. La ignorancia y debilidad del entendimiento humano que toma como dioses las
manifestaciones de Dios en la naturaleza.
Especialmente aquellos que le causan admiración o temor, como el sol, el rayo, etc.; o que
tienen relación más directa con la vida y felicidad del hombre, como el fuego, el agua, la
paz, etc.

2. La malicia del demonio que se hace adorar como Dios y lleva a los hombres a adorar los
mismos vicios.

Es deber de todo buen cristiano trabajar con la oración y la limosna por la conversión de
los infieles.

b) Simplicidad

Dios es simple, esto es, no compuesto de partes.

La Simplicidad de Dios implica que Dios no tiene cuerpo, ni cualidades sensibles, ni partes
de ninguna especie. San Juan nos enseiía que “Dios es un espíritu “. Y en otro lugar que
“nadie vio a Dios ni lo puede ver” (Jn. 4, 24; Jn. 1, 18).

En Dios no puede haber partes, porque todo ser compuesto es posterior a las partes que lo
componen. Dios no puede ser posterior a ningún ser, porque es la causa de todos. Luego no
puede constar de partes.

Ejemplos de que todo ser compuesto es posterior a sus partes: en una casa los ladrillos,
piedras, maderas, etc., existen antes que la casa. Primero existen el hombre y el caballo;
y entre los dos forman el jinete, etc.

Cuando la Sagrada Escritura nos habla de los ojos y manos de Dios, etc., emplea un
lenguaje figurado para darnos a entender mejor sus perfecciones y sus obras.

Así para significamos que Dios todo lo sabe, nos dice que. “En todo lugar los ojos de Dios
contemplan a los buenos y a los malos” (Prov. 15, 3). E Isalas pinta con estas grandiosas
figuras el poder de Dios: “¿Quién es aquél que ha metido las aguas del océano en el cuenco
de su mano, y sostiene con sólo tres dedos la mole del universo?” (Is 40, 12).

c) Infinidad

Dios es Infinito, esto es, tiene todas las perfecciones en grado sumo e ilimitado.

La Escritura nos enseña que Dios es la misma sabiduría, “el solo Poderoso “, “el solo bueno
“, “el que da a todas las cosas vida y movimiento”; en una palabra, que tiene to das las
perfecciones en sumo grado.

La razón nos demuestra que Dios es Infinito, porque de no serio podría recibir Más
Perfecciones. Dependería entonces de aquél que se las diera, y, por tal motivo, no sería
Dios.
La consideración de la infinita grandeza de Dios, unida al reconocimiento de nuestra miseria
y pequeñez, debe humillarnos profundamente ante El. Este es el sólido fundamento de la
humildad cristiana.

d) Inmutabilidad

La inmutabilidad de Dios consiste en que Dios no está sujeto a cambio ni en su Ser, ni en


sus designios.

Así leemos en Santiago: “Dios, en quien no cabe mudanza ni sombra de variación”. (1, 17).
Y en Malaquías: “Yo soy el Señor y no cambio” (3, 6).

Pruebas de razón: a) Dios no cambia en su Ser, porque ni puede adquirir nada nuevo, ni
perder nada de lo que tiene, pues ya no sería infinito. b) Dios no cambia en los propósitos
de su Voluntad, porque todo lo que sucede El lo tenía previsto y determinado desde la
eternidad.

Cuando se dice en la Escritura que “Dios se arrepintió de haber creado al hombre”, es un


modo de hablar figurado, porque en realidad Dios no puede mudar ni arrepentirse (cfr.
Gen. VI, 7).

Mudar o arrepentirse es cambiarse designios; Y el cambio de designios importa el


conocimiento de cosas que antes se ignoraban. Pero Dios desde toda la eternidad todo lo
sabe.

La Sagrada Escritura quiere significar simplemente la indignación Dios ante la maldad del
hombre.

e) Eternidad

Consiste en que Dios no ha tenido principio ni puede tener fin.

“Tú, oh Dios, eres desde toda eternidad y por toda la eternidad”, dice David (Ps. 89, 2).

Prueba de razón: Dios es eterno porque es el Ser necesario que lleva en sí la razón de su
existencia, y no Puede no existir.

En consecuencia, para Dios no hay pasado ni futuro, sino que todas las cosas están en un
eterno presente ante sus ojos.

Siendo Dios Acto Puro no cabe en Sí la sucesión de tiempos y acontecimientos, como no


cabe la adquisición de nuevas perfecciones. Todo lo abarca de una sola mirada y “mil años
son para El como un día” (Ps. 89, 4).

Siendo Dios Eterno e Inmutable debemos unirnos a El por ser lo único que permanecerá
para siempre. El más funesto engaño de los hombres es cuidar únicamente de lo que pronto
desaparece y olvidarse de asegurar lo eterno.
f) Inmensidad. Presencia de Dios

La Inmensidad de Dios consiste en que está en todo lugar y en todas las cosas: y esto de
tres modos:

a) Por esencia, en cuanto les comunica ser y actividad.

b) Por presencia, en cuanto está en todos los lugares presenciando lo que pasa en ellos.

c) Por potencia, en cuanto conduce todas las cosas al fin que les ha señalado.

No está lejos de cada uno de nosotros, sino que, “en El vivimos, nos movemos y somos”
(Hechos 18, 27).

Dios es Inmenso porque como causa universal de todas las críaturas, debe obrar en ellas
para crearlas, conservarlas y gobernarlas, pues ningún ser puede obrar donde no existe.

Pero Dios no está limitado ni contenido en ningún lugar, aun cuando está en todos los
lugares. Por eso decía Salomón hablando del Templo: “Si el cielo y los cielos no pueden
contenerte, cuánto menos esta casa que he levantado” (III Re. 8, 27).

La presencia de Dios debe movernos a evitar todo cuanto pueda ofenderlo y a hacer todas
nuestras obras dignas de sus divinos ojos. La Esciitura attibuye elpecado al olvido de Dios:
“El impío no tiene a Dios ante sus ojos, por eso su proceder es siempre perverso”; y nos
muestra la virtud como fruto delpensamiento de su presencia. “Anda delante de mí, y serás
perfecto” (Gen. 17, l).

Es también muy expresivo y digno de ser meditado este consejo que daba Toblas a su hijo:
” Ten a Dios en tu mente todos los días de tu vida, y guárdate de consentir en el pecado ”
(I”ob. 4, 6).

“Los hijos… ¡Cómo Procuran comportarse dignamente cuando están delante de sus padres!

Y los hijos de Reyes, delante de su padre el Rey, ¡cómo Procuran guardan la dignidad de la
realeza!

Y tú. . . ¿no sabes que estás siempre delante del Gran Rey, tu Padre Dios?” (San
Josernaría Escrivá de Balaguer, Camino, n. 265).

4.4 EL ENTENDIMIENTO DIVINO

Como nosotros observamos que el hombre posee inteligencia, hemos de afirmar esta
perfección de Dios, en grado eminente: “Dios es infinito en su entendimiento, en su
voluntad y en toda perfección” (Concilio Vaticano 1, Dz. 1782.)

Dios, pues, posee una inteligencia infinita.

Las propiedades de la inteligencia divina son:


a) pefecta e inmediata: la inteligencia divina no necesita pasarpor la trama de los hechos,
a través del tejido de relaciones y de la multitud de estratos y entrecruces: no necesita
encontrar la solución de un problema para pasar a otro. A los ojos de Dios se halla patente
toda la realidad en toda su cognoscibilidad, hasta en sus más profundas complejidades: ”
Todas las cosas están descubiertas a sus ojos”(Heb. 4, 13).

b) comprensiva e inmutable: el conocimiento divino no es pasajero ni superficial; no se


detiene en los aspectos pasajeros de las cosas. Tampoco puede aumentarse o enriquecerse,
ni se halla sometido al peligro de disminuir o desaparecer. No existen en Dios los oscuros
estratos del subconsciente, sino que conoce todo en un estado de conciencia despierta y
clarísima.

c) universal: el espíritu humano elige los objetos de su conocimiento, pasando por alto otros
o relegándolos a un segundo plano. El conocimiento divino ni selecciona ni queda reducido a
una simple vista parcial: es universal y absoluto, lo mismo que su Ser.

4.4.1 Conocimiento divino y Libertad humana

¿Cómo se concilia el conocimiento divino con la libertad humana? ¿Un acto que Dios ha
previsto desde toda eternidad no se realiza necesariamente? Entonces ¿cómo puede ser
libre?

Daremos dos respuestas a esta importante cuestión:

1a. Nos constan de modo cierto, las dos verdades, a saber, que Dios todo lo sabe, y que
el hombre es libre. Si no vemos cómo se concilian entre sí, no tenemos derecho a negar
ninguna de las dos; tan sólo debemos reconocer la flaqueza de nuestro entendimiento.

2a. Las cosas que Dios prevé (o mejor dicho ve) desde toda eternidad, sucederán
infaliblemente, pero de acuerdo con la naturaleza de cada criatura; esto es necesariamente
en las criaturas irracionales, y libremente en las criaturas libres.

No fuera Dios Sabio si un suceso que debe ser libre de acuerdo con la naturaleza de la
criatura, se tornara fatalmente necesario únicamente porque El lo conoce de antemano.

Explicación: Las cosas que Dios prevé, sucederán infaliblemente porque la ciencia de Dios
no puede fallar; pero sucederán de acuerdo con la naturaleza del ser. Así el sol y la
tierra, que no tienen libertad, obedecen necesariamente las previsiones u órdenes de Dios.
Pero el hombre como ser libre, debe realizarlas libremente.

Si un suceso libre de acuerdo con la naturaleza del ser, se tornara necesario únicamente
porque Dios lo conoce, tendríamos esta contradicción: Dios al mismo tiempo hizo al hombre
y no lo hizo libre.

Lo hizo libre porque le dio la libertad. No lo hace libre, porque al ver de antemano lo que
hará, le quita la libertad.
Semejante contradicción no puede encontrarse en Dios.

4.4.2 La predestinación

¿Cómo contestar la tan conocida objeción: Si Dios tiene previsto que me he de condenar,
me condenaré, sea que obre bien o que obre mal; y si Dios tiene previsto que me he de
salvar, me salvaré, sea que obre bien o que obre mal? Luego, ¿es inútil obrar el bien?

Se puede contestar de tres maneras: indirectamente, retorciendo el argumento;


directamente, mostrando que es contradictoria; y por laexposición de la doctrina católica.

lo. Indirectamente, esto es, volviendo al argumento contra el que me lo hace: El argumento
citado prueba tanto como este otro: Si Dios ha previsto que me he de morir de hambre,
me moriré de hambre sea que coma o que no coma. Luego no debo comer. ¿Quién no ve que
este argumento es falso?

2o. Directamente, haciendo ver que es contradictoria. Esta objeción se basa en una
contradicción evidente: en efecto, si Dios ha previsto que he de salvarme, por lo mismo ha
previsto también que obraré bien. Igualmente si previó que habría dé condenarme, por lo
Mismo tuvo que prever que obraría mal. Pero es un absurdo suponer que Dios haya previsto
que se condene el que obra bien, o que se salve el que obra mal. Esto iría directamente
contra su sabiduría y su justicia.

3o. Exponiendo la doctiina. Dios me ha dado libertad para obrar. Mi salvación o mi


condenación dependen del uso bueno o malo que yo haga de mi 1ibertad. Pero este uso no
deja de ser 1ibre por ser conocido de Dios.

4.5 LA VOLUNTAD DIVINA

Al ser la voluntad una de las perfecciones de la naturaleza humana, hemos de afirmarla -


por la vía de analogía y eminencia- de la naturaleza divina.

Es de fe que en Dios existe una Voluntad infinitamente perfecta (cfr. Conc. Vat. 1, Dz.
1782).

La voluntad es la facultad espiritual e inmanente, que sigue al conocer, y con la cual la


persona -humana, angélica o divina- adquiere algo o alguien.

En Dios -Ser simplicímo-, su obrar se identifica con su esencia, y Por eso -como hemos
dicho- hay una identidad entre su Inteligencia, su Voluntad y su mismo Ser. Es importante
no perder de vista esta importante precisión, para evitar el peligro de hablar o pensar de
la divinidad antropomórficamente.

De esta identificación de la Voluntad con el Ser de Dios, brotan sus propiedades


fundamentales: simple, inmutable y eterna omnipotente, buena y justa.
a) Es simple, porque está exenta de todo lazo interno o externo de dependencia, y en ella
no hay sucesión de actos: su volición es única, aunque los efectos sean múltiples en la
esfera de lo extradivino. De aqui se sigue que no pueda haber contradicción en las
consecuencias del querer de Dios.

b) Es inmutable y eterna, pues se identifica con el Ser divino. No obstante la diversidad


de objetos del querer divino que se desarrolla en la sucesión del tiempo, el querer divino
que ordena toda esa diversidad está siempre inmutable desde toda la eternidad sin sufrir
cambio alguno.

Esta inmutabilidad comporta, sin embargo, una diferencia esencial con el fatalismo, que
dice estar sometido todo a un destino ciego y necesario, sin tener en cuenta para nada la
actividad humana. La doctrina católica no excluye la Providencia divina ni el juego de la
libertad humana; no impone a todos los seres la necesidad de obrar, sino que predispone
las causas necesarias para la producción de efectos necesarios, y las contingentes o libres
para la producción de efectos no necesarios.

c) Es omnipotente. La Omnipotencia de Dios consiste en que con solo su Voluntad puede


hacer todo cuanto quiere.

Dice la Sagrada Escritura: ” Todo cuanto quiso el Señor lo hizo en el cielo, en la tierra y
en los abismos” (Ps. 134, 6).

La razón nos certifica la Omnipotencia de Dios, porque es Infinito. Si su poder fuera


limitado, Dios no sería Infinito, y dejaría de ser Dios.

Advertencias:

a) La Voluntad de Dios está como la nuestra, dotada de libertad. Pero la Libertad de Dios
es infinitamente perfecta, y así no está sometida a las imperfecciones y deficiencias de la
libertad humana, la mayor de las cuales es poder pecar, esto es, elegir el mal. Dios, como
perfectísimo que es, es impecable.

b) Dios no puede morir, porque el poder morir, lejos de ser una perfección de la voluntad,
es una grave deficiencia y limitación del poder.

c) Dios no puede hacer un círculo cuadrado, porque esto es una cosa absurda, que envuelve
contradicción en sí misma, y que ni siquiera podemos concebir.

La Omnipotencia divina debe movernos a poner en Dios toda nuestra confianza. “No
confiéis, dice la Escritura, en los hombres, porque vuestra salvación no está en manos de
ellos. Dichoso el que pone su esperanza en Dios” (Ps. 117, 9, 145, 2; Jer. 17, 5, 7).

d) Buena y justa
La Bondad es un atributo que mueve a Dios a amarse a Sí mismo, y en sí a todas las
criaturas y a colmarlas de beneficios.

Todas las páginas de la Sagrada Escritura están llenas de testimonios de la infinita bondad
de Dios para con sus criaturas, especialmente con el hombre. Hasta tal punto la bondad
existe en Dios, que el mismo Salvador nos la señala como atributo exclusivo de El: “Nadie
es buenosino sólo Dios” (Lc. 18, 19).

La bondad reviste en Dios de diversas formas, y según ellas, toma nombres diferentes. Se
llama:

a) Amor cuando es un afecto de su voluntad lo inclina a buscar nuestro bien;

b) liberalidad cuando se manifiesta por obras y beneficios;

c) gracia cuando no dispensa auxilios sobrenaturales;

d) ternura o compasión cuando se compadece de nuestras necesidades;

e) paciencia y mansedumbre cuando tolera a los malos y se demora en castigarlos;

f) misericordia o clemencia cuando perdona nuestros pecados.

Para corresponder a la infinita bondad de Dios, debemos:

a) agradecer sus beneficios y pagarle Amor con amor;

b) pedirle confiadamente las gracias necesarias y el perdón de nuestras culpas.

Inmensa diferencia existe entre el Dios verdadero y los dioses del paganismo, entre la
religión cristiana y las falsas religiones. Estas, aún en los pueblos más civilizados, están
llenas de ignominia. Los dioses eran mentirosos, crueles, vengativos, lujuriosos y llenos de
todos los defectos. Muchas veces llegaron a ser la personificación de los vicios; así entre
los griegos y romanos, Venus era la diosa de la impureza, Baco de la embriaguez, Mercurio
del hurto, Némesis de la venganza, etc.; y el modo de honrarlos, era imitarlos y
entregarse a los más abominables excesos.

¡Qué distinto se muestra nuestro Dios! El es espejo purísimo de santidad; aborrece todo
mal, ya sea el error, que es el mal del entendimiento, ya el vicio, que es el mal de la
voluntad . Es modelo de todas las virtudes; y todos deben imitar su Santidad si quieren
gozar de El, porque a su cielo nada entra manchado. En fin, ha dejado a su Iglesia
numerosos medios de expiación y santificación que todos podemos y debemos aprovechar
para nuestro perfeccionamiento.

De la excelsa bondad divina se sigue que Dios es infinitamente justo.

La justicia de Dios consiste en que “retribuye a cada cual según sus obras”, premiando al
bueno y castigando al malo (cfr. Prov. 2, 14).
Al hablar de la Providencia explicaremos por qué Dios permite en el mundo los males y el
pecado

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