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INDICE PÁGINA

PRESENTACIÓN

UNIDAD I.- VISIÓN PANORÁMICA DE


MESOAMÉRICA
5
1.1.- Orígenes de la cultura mesoamericana. 8
1.2.- El período preclásico: principales características
sociopolíticas, económicas y culturales. 13
1.3.- El período clásico: características generales de
las estructuras socioeconómicas, políticas y culturales. 14
1.4.- El período postclásico: manifestaciones políticas,
económicas, sociales y culturales. 17
1.5.- La situación del mundo mesoamericano en la
conquista.

UNIDAD II.- LA CONQUISTA Y LA ORGANIZACIÓN


DEL VIRREINATO (XVI Y XVII).
22
2.1.- Conquista material. 24
2.2.- Conquista espiritual. 29
2.3.- La Colonización: organización económica,
propiedad de la tierra, minería, comercio, agricultura y
ganadería.

UNIDAD III.- CONSOLIDACIÓN DE LAS


ESTRUCTURAS VIRREINALES (S. XVII Y PRIMERA 36
MITAD DEL XVIII).
42
3.1.- La consolidación de las estructuras políticas, la
audiencia, el ayuntamiento y el virreinato. 50
3.2.- La sociedad novohispana: españoles, criollos, 53
indios y castas. 57
3.3.- La ley de las indias. 59
3.4.- Los pueblos de indios y las ciudades españolas.
3.5.- La iglesia y el regio patronato.
3.6.- Cultura novohispana: literatura, artes plásticas y
desarrollo científico.

UNIDAD IV.- LAS REFORMAS BORBONICAS: LA 64


ILUSTRACIÓN Y LA CRÍSIS DEL SISTEMA
VIRREINAL. 66
4 1.- El ascenso de los borbones y sus nuevas 68
concepciones políticas.
4.2.- Reformas políticas administrativas: las 69
intendencias y su división territorial; las reformas 70
económicas.
4.3.- Los cambios de la vida novohispana: minería, 71
comercio, agricultura e industria.
4.4.- Sociedad mestiza: estamentos y castas.
4.5.- La era ilustrada: su impacto e influencia en la
Nueva España, la cultura.
4.6.- Desajustes políticos e inestabilidad social.
75
77
UNIDAD V.- LA REVOLUCION DE 80
INDEPENDENCIA. 81
86
91
5.1.- Intentos autonomistas: criollos.
5.3.- Insurgentes y realistas: principales campañas.
5.4.- Definición y fin de la revolución popular.
5.5.- Ideas y programas de Hidalgo, Morelos e Iturbide.
5.6.- La constitución de 1814.
5.7.- El proyecto la independentista criollo y la
consumación.
GENERALIDADES Y CARACTERÍSTICAS DE LA ASIGNATURA: El Programa
comprenderá los aspectos que más adelante se detallarán. Las sesiones de las
clases algunas veces se interrumpirán para ver alguna proyección acerca del
tema que nos ocupa, ya sea dentro del horario de clases o en otro que se
acuerde: asimismo se interrumpirán debido a lecturas de algunos trozos
literarios o científicos que den luz a los temas en cuestión o también para
asistir a alguna conferencia, etc.

OBJETIVO DE LA CLASE: El propósito de los cursos de Historia es iniciar al


estudiante en el conocimiento de acontecimientos pasados que han
contribuido en alguna forma a moldear nuestro mundo actual; sus logros
culturales, científicos y tecnológicos, sus formas de organización política,
económica y social, así como sus ideologías y conflictos.

Que el estudiante sea capaz de valorar los hechos históricos y hagan un


análisis crítico de ellos, derivando de ello el respeto a tendencias o ideologías.

Desarrollará hábitos de consulta y de extracción metódica de fuentes


científicas, aprenderá a localizar dichas fuentes y a utilizarlas
inteligentemente.

MÉTODOS DE ENSEÑANZA: Exposición por parte del asesor, exposición por


parte de los estudiantes, trabajos por equipo o individuales. Organización de
talleres de discusión. Composición de carteles y ensayos. Los temas se
ampliarán con explicaciones previas o posteriores así como por
investigaciones. De esta manera, te involucrarás en el desarrollo del
conocimiento y de hábitos.
UNIDAD 1

VISIÓN PANORÁMICA DE MESOAMÉRICA

TEMAS

1.1.- Orígenes de la cultura mesoamericana.


1.2.- El período preclásico: principales características sociopolíticas,
económicas y culturales.
1.3.- El período clásico: características generales de las estructuras
socioeconómicas, políticas y culturales.
1.4.- El período postclásico: manifestaciones políticas, económicas,
sociales y culturales.
1.5.- La situación del mundo mesoamericano en la conquista.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Explicar la formación del área cultural mesoamericano; su concepto, delimitación
geográfica y características generales.
2. Conocer las teorías desarrolladas en torno al poblamiento del continente americano y
territorio de México.
3. Comprender el proceso de cambio de la vida nómada al sedentarismo por el
descubrimiento de la agricultura.
4. Analizar el desarrollo cultural de los Olmecas y su influencia en otras culturas del área
como cultura madre de Mesoamérica.
5. Comprender el nacimiento y desarrollo de la cultura maya; su desenvolvimiento
histórico los factores que lo determinaron; la economía, la sociedad, el estado y cultura
que generaron; la importancia de las ciencias como Matemáticas y la astronomía en el
avance de la humanidad.
6. Conocer la cultura Teotihuacana y entenderá por qué se considera la gran urbe el
centro de México y Mesoamérica.
7. Describir las culturas: Huasteca, Totonaca, Zapoteca, Mexica, Purepecha, su ambiente
cultural, origen y desarrollo histórico, organización política, económica y social, religión
y arte dentro del marco del Estado teocrático del los períodos preclásico, clásico y
posclásico.
8. Analizar todos los estados de la república que resaltan históricamente por la
importancia de estás culturas.

VISIÓN PANORÁMICA DE MESOAMÉRICA.


Aridoamérica

En las tierras norteñas, persistían las formas de vida de la llamada "cultura del
desierto", es decir, de quienes vivían en las regiones semiáridas. Comprende lo
que actualmente es la península de Baja California y la porción de México al
norte y este de una línea formada por las estribaciones orientales de la Sierra
Madre Occidental. Teóricamente los límites entre Mesoamérica y Aridoamérica
fueron los ríos Panuco, Sinaloa y Lerma.

Sus pobladores se alimentaban de la recolección de frutos, de la caza y de la


pesca. Se encontraban conformados por pequeños grupos con escaso o nulo
incremento numérico. Su instrumental era tosco y nada abundante formado
por: raspadoras, machacadoras, piedras para moler, lanzadardos, entre otros.
Entre sus creaciones artísticas se encontraba la cestería y la elaboración de
primitivos petates.

Los grupos nómadas que habitaban la región de Aridoamérica eran designados


con el nombre genérico de chichimecas, era gente muy belicosa, las armas
que tenían era el arco y la flecha, diestros en su manejo y excelente puntería.

Según las investigaciones lingüísticas, hacia fines del tercer milenio a.C. no
había ocurrido la gran disparidad de lenguas que se hablaron en las distintas
regiones de Mesoamérica. Las poblaciones de esta área pueden dividirse en
dos grandes grupos: los que practicaban la agricultura, y los que subsistían
como cazadores y recolectores (norteños).

Mesoamérica
Término geográfico-cultural que designa al conjunto de civilizaciones
indígenas que surgieron en la zona central y meridional de México y en
algunos países de Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Belice y Honduras)
antes de la llegada de los españoles. A veces se aplica, en un sentido
estrictamente geográfico y más amplio, al conjunto formado por los países de
América Central, Antillas y México. Desde un punto de vista antropológico,
este concepto fue introducido por Eduard Seler y definido con mayor
precisión, en 1943, por el científico Paul Kirchhoff para designar un área
cultural de la llamada América Nuclear, que constituyó el centro de la
civilización en la época prehispánica. Se distingue una región nuclear, que
ocupa las tierras altas y que presenta una mayor complejidad a nivel político,
económico, sociocultural y religioso, y unas zonas marginales, en las tierras
bajas, con un nivel inferior de desarrollo.
La agricultura, centrada en el cultivo del maíz, y la domesticación de
animales configuraban la base de su economía. Desde un punto de vista
político, estaban organizados en ciudades, estados y reinos, gobernados por
reyes o sacerdotes. La sociedad, en principio, estaba estratificada en dos
grupos: la nobleza, que controlaba las tierras y la producción, y los
campesinos, que constituían la mano de obra. Con el discurrir del tiempo,
esta estratificación se volvió más compleja. En el orden cultural, la diversidad
lingüística, la escritura jeroglífica, las manifestaciones artísticas (cerámica,
esculturas talladas en piedra, adornos en metal, mosaicos, frescos y códices),
el juego de la pelota, la astronomía y un calendario propio fueron sus
manifestaciones más sobresalientes.
Desde un punto de vista histórico, comprende tres períodos: el formativo o
preclásico (1500 a.C.-300 d.C.), el clásico (300-900) y el posclásico (900-
1500). El período preclásico se caracteriza por una disminución de las
actividades cazadoras-recolectoras, debido a la importancia que adquiere la
agricultura y a la aparición de un cierto comercio. Constituye una etapa de
transición en la organización social, que presenta una clara división del
trabajo. En el orden religioso, existe una clase sacerdotal que ostenta un gran
poder político. La cultura más importante de este período es la olmeca, la
primera gran civilización mesoamericana, que evoluciona hasta la
constitución de los tres destacados centros ceremoniales de La Venta, San
Lorenzo y Tres Zapotes.
Durante el período clásico surgen las ciudades, que agrupaban funciones
políticas, religiosas y residenciales. La organización social y del trabajo
presenta una mayor complejidad. Destacan los centros de Teotihuacán,
Monte Albán, Xochicalco y El Tajín. Florece la cultura totonaca y se desarrolla
la primera fase de la civilización maya, una de las más representativas.
El posclásico se inicia con la caída de estos grandes centros y con la
expansión de los totonacas, aztecas y maya-toltecas. Durante este período,
los distintos pueblos del área mesoamericana se enfrentaron en guerras. El
pueblo tolteca, cuyo centro se situaba en la ciudad de Tula, comenzó a
imponer su hegemonía, expandiéndose hacia el norte y el sur hasta alcanzar
la región de los mayas y de los quiché. Los toltecas itzáes conquistaron
Chichén, que a partir de ese momento pasaría a denominarse Chichén Itzá,
ocuparon Uxmal y fundaron Mayapán, instaurando una tiranía que concluyó
con las rebeliones de mediados del siglo XV y que supuso el inicio de la
decadencia maya.
Las civilizaciones prehispánicas surgieron en Mesoamérica, área que sirvió
como espacio vital para su asentamiento y posterior florecimiento cultura.
De todas las culturas preclásicas de Mesoamérica, la Olmeca es la más
avanzada por sus logros culturales y la que tuvo mayor expansión geográfica.
El instrumento fundamental de los mesoamericanos fue el llamado “Baston
Plantador”, y el cultivo principal de todos los habitantes de Mesoámerica fue
el del maíz, con el que se preparaba el pan de México antiguo.
Es a partir del tercer milenio a.C. cuando en la región de lo que llevaría a ser
territorio mexicano, se intensificaron los contrastes en los niveles culturales
adquiridos por los diversos grupos que habitaban en dicha comarca. Puede
sostenerse que la práctica de la agricultura constituía un factor diversificante,
respecto a quienes se sostenían aun como cazadores y recolectores.
El vocablo Mesoamérica posee una doble significación: geográfica y cultural.

Áreas mesoamericanas
• Cultural.- al hablar de Mesoamérica se abarca el territorio en el cual
comenzaron a desarrollarse nuevas creaciones y más complejos sistemas de
organización social, económica, religiosa y política, que habrían de culminar
con la aparición de niveles de alta cultura y civilización.

• Geográfica.- el hecho de que semejantes procesos de creación y


transformación se iniciaran y se difundieran en el ámbito geográfico situado
entre las grandes masas territoriales del norte y del sur del continente explica
la adopción del término Mesoamérica, en cuanto a zona nuclear que se halla
"en medio".

Entre los principales elementos que caracterizan la transformación cultural del


período preclásico en la zona mesoamericana, encontramos:

• La práctica de la agricultura, cada vez más amplia y diversificada.


• La producción de cerámica, con tendencias a mejores formas.
• La aparición de aldeas, que pasan a convertirse en villas o poblaciones
mayores.
• Los indicios de la división del trabajo.
• Aparición del comercio.
• El enriquecimiento del instrumental técnico.
• La producción de textiles y tejidos.
• El surgimiento de complejas creencias religiosas.
CULTURA OLMECA
El preclásico medio y el nacimiento de la alta cultura
Hacia el 1300 a. C., en la zona de las costas del Golfo (entre Veracruz y
Tabasco), se inicia con mayor intensidad y amplitud una serie de cambios
culturales: aparece la alta cultura olmeca, alcanzando su máximo esplendor así
como su extraordinaria capacidad de difusión (durante el transcurso de dicha
etapa e inicios del preclásico superior).

Los olmecas habitaron en las costas del Golfo de México, en el área


comprendida entre los ríos Papaloapan y Tonalá, así como los lugares
adyacentes del sur de Veracruz y oeste de Tabasco. La región está formada por
una planicie atravesada por caudalosos ríos que durante la época de lluvias
causan frecuentes inundaciones. Estos elementos físicos influyeron de diversas
formas en las características y el desarrollo del pueblo olmeca.

PUEBLO OLMECA
Antiguo pueblo del sur del golfo de México que originó la más antigua
civilización en Mesoamérica (México y América Central), y cuyo esplendor se
fecha desde aproximadamente el 1500 hasta el 900 a.C. Su área central
ocupó unos 18.000 km2, en las pantanosas selvas de las cuencas ribereñas
de los actuales estados mexicanos de Veracruz y Tabasco. Su influencia se
extendió gradualmente hasta las tierras altas de México, esto es, el valle de
México, conocido como el Anáhuac, y los actuales estados de Oaxaca y
Guerrero, por lo que influyeron en otras culturas posteriores como la mixteca
y zapoteca. Los olmecas iniciaron su andadura, durante el denominado
período olmeca I (1500-1200 a.C.), con pequeñas aldeas costeras que
practicaban una agricultura incipiente y mantenían el importante aporte de la
caza y la recolección. El período olmeca II (1200-400 a.C.) comprende San
Lorenzo, su centro más antiguo conocido, que fue destruido en torno al año
900 a.C. y sustituído por La Venta, una ciudad creada según un patrón axial
que influyó en el desarrollo urbanístico de América Central durante siglos.
Una pirámide de tierra apisonada de 30 m de altura, una de las más antiguas
de Mesoamérica, estaba situada en el centro de un complejo de templos y
patios abiertos. El período olmeca III (400-100 a.C.) se caracteriza por su
marcada decadencia, ubicado en los centros de Tres Zapotes y Cerro de las
Mesas y que reflejan ya las influencias de las culturas de Teotihuacán y maya,
que comenzaron su expansión en los primeros siglos de la era cristiana.
Los olmecas, cuyo nombre significa ‘país del hule’ (del azteca ulli, hule o
caucho), fueron los primeros en emplear la piedra en la arquitectura y
escultura, a pesar de tener que extraerla de los montes de Tuxtla, a 97 km al
este de Tula. Sus obras escultóricas incluyen tanto las colosales cabezas
masculinas de basalto de 2,7 m de altura y 25 t de peso como pequeñas
estatuillas de jade que pueden observarse, junto a otros productos olmecas,
en la ciudad mexicana de Villahermosa. Su sistema de escritura fue el
precursor de los jeroglíficos mayas, y es probable que el famoso calendario
maya se haya originado en la cultura olmeca. La civilización olmeca dejó
establecidos patrones de cultura que influyeron en sus sucesores en los siglos
venideros; por ello está considerada como la cultura ‘madre’ más importante
de México.
ARTE OLMECA.
Expresión de carácter singular e innovador que sentó los patrones estéticos
para todo el posterior desarrollo artístico mesoaméricano. Las principales
manifestaciones artísticas de los olmecas fueron la escultura y la cerámica.
Encontramos esculturas en grandes bloques de piedra de basalto y andesita,
y finos trabajos de pequeñas hachas y figuritas labradas en jade y obsidiana.
Es un arte oficial, propio de una sociedad muy desarrollada, donde la
demanda de las elites ha fomentado la aparición de artesanos de dedicación
completa sumamente especializados en distintas tareas. La escultura
monumental pertenece al ámbito de los centros ceremoniales. Encontramos
las famosas cabezas colosales de La Venta y Tres Zapotes que pueden
alcanzar 3 metros de altura por 3 de diámetro y hasta 65 toneladas de peso.
Son representaciones de hombres con nariz achatada y labios gruesos,
cubiertos con una especie de casco circular. Los altares son composiciones
iconográficas sobre bloques paralelepípedos de piedra en uno de cuyos lados
aparece un nicho del que emerge una figura antropomorfa. Las estelas son
bloques alargados tallados por un lado con personajes de alto rango. Hay
tallas de estilo olmeca en lugares tan alejados como Chalchuapa (El
Salvador).
Además de estas enormes esculturas encontramos hachas y estatuillas de
jade, jadeita o serpentina, de formas muy diversas donde predominan las
representaciones de la divinidad hombre-jaguar.
La cerámica se caracteriza por los vasos escultóricos, cilíndricos, platos de
fondo plano y ollas globulares de cuello recto, decorados con motivos incisos o
raspados y por figurillas. Unas son macizas y están modeladas a mano, a la
manera del período formativo, y otras, de arcilla blanca, están huecas y
representan los rasgos faciales del llamado niño jaguar.

Área de surgimiento de la cultura Olmeca


Esta gran variedad de manifestaciones artísticas se encuentran en un amplio
ámbito de expansión mesoamericano formando un compendio de rasgos
comunes que se manifiestan en un estilo poderoso y uniforme.
La palabra olmeca se deriva del término náhuatl olmécatl que significa
"habitante de la región de hule o caucho". Se desconocen sus orígenes étnicos
y la lengua que hablaban. Sin embargo, se ha afirmado que dichas personas
estaban emparentadas con otras de lenguas mayanses.

El culto religioso, que se evidencia en los centros ceremoniales, manifiesta la


existencia de un sacerdocio jerarquizado. Entre las principales deidades
encontramos la tantas veces representada deidad del jaguar (posteriormente
convirtiéndose en el dios de la lluvia). Asimismo se han encontrado numerosos
testimonios de un temprano culto a la serpiente (anticipo a la veneración a
Quetzalcóatl). Ofrendaban culto a sus muertos. Al parecer hubo sacrificios de
niños; y existía, con carácter ritual, el Juego de pelota.

Con respecto al área del pensamiento, los olmecas asociaron con


determinados colores los distintos rumbos de universo; dominaron disciplinas
como la astronomía y las matemáticas.

A los olmecas se les atribuye un hondo sentido de planificación. Sus centros


ceremoniales pueden ser considerados como uno de los vestigios más antiguos
de una concepción de incipiente urbanismo en Mesoamérica.

Los sitios arqueológicos más sobresalientes son: La Venta (Tabasco), San


Lorenzo y Tres Zapotes (Veracruz).

Centro olmeca de La Venta, Tabasco

• Es el más grande de los centros olmecas. Se encontraba situado en una isla


en una región pantanosa formada por el río Tonalá, como a 15 km. de su
desembocadura en el Golfo.

• Entre los vestigios encontrados, según los arqueólogos, se observan nuevas


formas de producción de la cerámica. Prueba de ello son las vasijas y las
figuras, con la frecuente representación del jaguar o de distintos rasgos del
mismo: garras, belfos, manchas. A través de las figuras de cerámica con
representaciones humanas podemos conocer sus tipos étnicos, además de
saber cómo se vestían y ataviaban. Fisonómicamente parecen haber sido de
pequeña estatura, de cara redonda, ojos caídos, y nariz chata.

• Probablemente existió una jerarquía social y diversas formas de distribución


del trabajo.

• En las aldeas más antiguas tenían lugar distintas formas de ceremonia. A


ellas
aluden algunas figuras con máscaras, otras de jugadores de pelota o bailarines
y músicos con distintos instrumentos.
• Los centros ceremoniales de mayor antigüedad son Río Chiquito y San
Lorenzo.

• Perfeccionaron el instrumental que empleaban: utilizaban ya las hachas de


serpentina para desmontar las tierras de cultivo; así como otros utensilios que
hicieron posible el tallado de jade y de la piedra en general (arte característico
de los olmecas).

• En la región donde esta cultura apareció, existió un conjunto de


construcciones acertadamente planificadas. La agrupación de mayor
importancia está compuesta por una gran pirámide y otras edificaciones
(hechas de barro), así como por montículos que dan lugar a dos plazas.

Tres Zapotes

• El centro olmeca de Tres Zapotes se encuentra situado en las colinas


aledañas del río Hueyapan, en el estado de Veracruz.

• Al parecer, dicho centro tuvo dos florecimientos: el primero, contemporáneo


al de La Venta; y el segundo, posterior al abandono y destrucción de esta
última.

• Se han logrado asimismo importantes hallazgos de cerámica, trabajos de


jade, dos cabezas colosales de rasgos negroides y esculpidas en basalto.

En este centro se encuentra la que se conoce como "Estela C". En ella ha


podido leerse la inscripción calendárica considerada como la más antigua en
Mesoamérica. Se trata de una inscripción, expresada al modo de la "cuenta
larga", cuyo uso se generalizó después entre los mayas del período clásico.
Dicha estela ha permitido importantes deducciones, como la afirmación de que
las primeras formas de calendario y de escritura en Mesoamérica se debieron a
los olmecas desde varios siglos antes de la era cristiana.

En la zona de San Lorenzo las edificaciones son menos abundantes. De esta


última provienen las más extraordinarias esculturas olmecas (altares, estelas,
cabezas colosales, piezas de jade, etc.).

Probablemente desde el siglo VIII a. C. la cultura olmeca influyó en un gran


número de lugares de lo que hoy son Morelos, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y
otros puntos de Centroamérica.

El preclásico superior y la asimilación de la influencia olmeca

En esta etapa se da la primera consolidación de Mesoamérica como área


cultural, Brotan nuevos y profundos cambios entre diversos pueblos de lenguas
y orígenes diferentes, lo anterior gracias a la influencia proveniente sobre todo
del ámbito olmeca. Es en Monte Albán, Oaxaca, y en las tierras habitadas por
gente de filiación mayanse, donde la influencia olmeca dejó la mas honda y
rica huella.

En la región central aparece una organización social más compleja: surge la


distribución del trabajo, así como la formación de una jerarquía religiosa.

La religión se hace cada vez más compleja. Comienzan a adorar deidades


como TIáloc el dios de la lluvia, y el que habría de conocerse más tarde con el
nombre de Huehuetéotl, "dios viejo" o señor del fuego.

Resumiendo, la etapa preclásica abarca más de dos mil años. Se nos presenta
como un período acelerado de grandes cambios. Los grupos que conocen ya la
agricultura experimentan transformaciones sucesivas y cada vez más
importantes. Durante el período preclásico inferior surgen las aldeas, así como
la producción de cerámica. En el preclásico medio florece la cultura olmeca,
que se caracteriza por logros antes no conocidos, como el establecimiento de
centros ceremoniales planificados y con grandes edificaciones, la creación
artística (escultura, trabajos de jade, etc.), más compleja organización social,
religiosa y política, los inicios de la escritura y el calendario, y la capacidad de
difusión por diversos medios. Dentro del preclásico superior, aparecen nuevos
focos culturales en las regiones central, del Golfo, oaxaqueña y del mundo
maya, siendo ya antecedentes del esplendor clásico.
PUEBLO TOTONACA.
Grupo étnico amerindio del tronco lingüístico maya-totonaco, cuyo más
cercano pariente es el tepehua. Al parecer los totonacas tuvieron su primer
asentamiento en el norte del actual estado mexicano de Puebla. Ya en el
período clásico mesoamericano (siglos I-VIII d.C.) penetraron en territorio
veracruzano dando lugar a centros tan importantes como los de El Tajín,
Zempoala, Papantla, isla de Sacrificios y otros, entre ellos Yohualichán en
Puebla. En la actualidad los totonacas continúan viviendo en las
inmediaciones de los lugares mencionados de Veracruz y asimismo en otros
de la sierra norte de Puebla. Se caracterizan por haber conservado sus
antiguas tradiciones y forma de vida. Puede citarse a este respecto su danza
del volador que mantiene profundas connotaciones religiosas. De acuerdo
con los datos del censo de 1990 existían aproximadamente 220.000 personas
de filiación étnica totonaca, la mayoría de las cuales seguía hablando su
lengua, si bien un considerable porcentaje dominaba también el español.
CULTURA MAYA
Grupo de pueblos indígenas mesoaméricanos perteneciente a la familia
lingüística maya o mayense, que tradicionalmente han habitado en los
estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas, en la mayor
parte de Guatemala y en regiones de Belice y Honduras.
El pueblo más conocido, el maya propiamente dicho, que da nombre a todo el
grupo, ocupa la península de Yucatán. Entre los demás pueblos significativos
se hallan los tzeltales de las tierras altas de Chiapas; los choles de Chiapas;
los quichés, cakchiqueles, pokonchis y pokomanes de las montañas de
Guatemala y los chortís del este de Guatemala y el oeste de Honduras. Todos
estos pueblos formaban parte de una civilización y cultura comunes que, en
muchos aspectos, alcanzó las más elevadas cotas de desarrollo entre los
indígenas de todo el área mesoamericana.
Organización económica y social
La agricultura ha constituido la base de la economía maya desde la época
precolombina y el maíz es su principal cultivo. Los mayas cultivaban también
algodón, frijol (poroto o judía), camote (batata), yuca y cacao. Las técnicas
del hilado, el tinte y el tejido consiguieron un elevado grado de perfección.
Como unidad de cambio se utilizaban las semillas de cacao y las campanillas
de cobre, material que se empleaba también para trabajos ornamentales, al
igual que el oro, la plata, el jade, las conchas de mar y las plumas de colores.
Los mayas formaban una sociedad muy jerarquizada. Estaban gobernados
por una autoridad política, el Halach Uinic, jefe supremo, cuya dignidad era
hereditaria por línea masculina, y el Alma Kan, sumo sacerdote. El jefe
supremo delegaba la autoridad sobre las comunidades de poblados a jefes
locales o bataboob, capataces de explotación agrícola que cumplían
funciones civiles, militares y religiosas. La unidad mínima de producción era
la familia campesina, que cultivaba una ‘milpa’ (parcela de una 4-5
hectáreas) mediante el sistema de rozas, para atender a sus necesidades y
generar, a veces, un excedente del que se apropiaba la clase dirigente.
Arquitectura
La cultura maya produjo una arquitectura monumental, de la que se
conservan grandes ruinas en Palenque, Uxmal, Mayapán, Copán, Tikal,
Uaxactún, Quiriguá, Bonampak y Chichén Itzá, entre muchas otras. Estos
lugares eran enormes centros de ceremonias religiosas. Se consideran tres
estilos arquitectónicos: el río Bec y el Chenes, cada uno con características
de ingeniería y ornamentación propias. La distribución de las ciudades
consistía en una serie de estructuras piramidales, la mayoría de las veces
coronadas por templos o cresterías labradas, y agrupadas alrededor de
plazas abiertas. Las pirámides escalonadas estaban recubiertas con bloques
de piedra pulida y por lo general llevaban tallada una escalinata en una o
varias de sus caras. La infraestructura de las pirámides estaba formada
habitualmente por tierra y piedras, pero a veces se utilizaban bloques de
piedra unidos con mortero.
Aunque en la actualidad representa una excepción, se cree que el Templo de
las Inscripciones de Palenque, que aloja la tumba del rey Pacal, puede no ser
el único monumento de uso funerario que se construyó en la cultura maya. El
tipo más común de construcción consiste en un núcleo de escombros o
piedra caliza partida, mezclada con hormigón o cemento, y recubierta con
piedra pulida o estuco. Las paredes de piedra se edificaban, por lo general,
sin mortero. La madera se utilizaba para los dinteles de las puertas y para las
esculturas. Su gran hallazgo técnico fue el sistema de la falsa bóveda por
aproximación de filas de bloques de piedra, para cubrir espacios alargados o
estrechos, que concluyen en el característico arco maya, del cual existen 10
tipos diferentes. Las ventanas eran poco frecuentes, muy pequeñas y
estrechas. Los interiores y exteriores se pintaban con colores vivos. Se
dedicaba especial atención a los exteriores y se decoraban profusamente con
esculturas pintadas, dinteles tallados, molduras de estuco y mosaicos de
piedra. Las decoraciones se disponían generalmente en amplios frisos que
contrastaban con franjas de ladrillos lisos. Las viviendas de los comunes se
parecían seguramente a las chozas de adobe y techumbre de ramas que
todavía hoy se pueden apreciar entre los mayas contemporáneos.
Escritura
Los pueblos mayas desarrollaron un método de notación jeroglífica y
registraron su mitología, historia y rituales en inscripciones grabadas y
pintadas en estelas (bloques o pilares de piedra), en los dinteles y escalinatas
y en otros restos monumentales. Los registros también se realizaban en
códices de papel amate (corteza de árbol) y pergaminos de piel de animales.
Sólo existen tres muestras de estos códices: el Dresdensis (Dresde),
actualmente en Dresde; el Perezianus (Peresiano o de París), en París; y el
Tro-cortesianus (Tro-Cortesiano o Matritense maya). Estos códices se
utilizaban como almanaques de predicción en temas como la agricultura, la
meteorología, las enfermedades, la caza y la astronomía.
En el siglo XVI se escribieron textos en lengua maya pero con alfabeto latino,
y entre los más importantes se encuentran el Popol Vuh, relato mítico sobre
el origen del mundo y la historia del pueblo maya, y los llamados libros de
Chilam Balam, crónicas de chamanes o sacerdotes en las que se recogen
acontecimientos históricos. La obra del obispo fray Diego de Landa, Relación
de las cosas de Yucatán, ha resultado una fuente importantísima para
descifrar la grafía maya.
Calendario y religión
Entre los mayas, la cronología se determinaba mediante un complejo sistema
calendárico. El año comenzaba cuando el Sol cruzaba el cenit el 16 de julio y
tenía 365 días; 364 de ellos estaban agrupados en 28 semanas de 13 días
cada una, y el año nuevo comenzaba el día 365. Además, 360 días del año se
repartían en 18 meses de 20 días cada uno. Las semanas y los meses
transcurrían de forma secuencial e independiente entre sí. Sin embargo,
comenzaban siempre el mismo día, esto es, una vez cada 260 días, cifra
múltiplo tanto de 13 (para la semana) como de 20 (para el mes). El
calendario maya, aunque muy complejo, era el más exacto de los conocidos
hasta la aparición del calendario gregoriano en el siglo XVI.
La religión maya se centraba en el culto a un gran número de dioses de la
naturaleza. Chac, dios de la lluvia, tenía especial importancia en los rituales
populares. Entre las deidades supremas se hallaban Kukulkán, versión maya
del dios azteca Quetzalcóatl; Itzamná, dios de los cielos y el saber; Ah Mun,
dios del maíz; Ixchel, diosa de la luna y protectora de las parturientas, y Ah
Puch, diosa de la muerte. Una característica maya era su total confianza en el
control de los dioses respecto de determinadas unidades de tiempo y de
todas las actividades del pueblo durante dichos períodos.
Historia
Los orígenes de la civilización maya son objeto de discrepancias académicas
en virtud de las contradictorias interpretaciones de los hallazgos
arqueológicos. El período formativo comenzó, cuando menos, hacia el 1500
a.C. Durante el período clásico, aproximadamente entre el 300 y el 900 d.C.,
los mayas extendieron su influjo por la zona sur de la península de Yucatán y
el noroeste de las actuales Guatemala y Honduras. Se construyeron entonces
los grandes centros ceremoniales como Palenque, Tikal y Copán. Los centros
maya fueron abandonados de forma misteriosa hacia el año 900 y algunos
individuos emigraron al Yucatán.
En el período posclásico, desde el 900 hasta la llegada de los españoles en el
siglo XVI, la civilización maya tenía su centro en el norte de Yucatán. La
migración tolteca de los itzáes, procedentes del valle de México, impactó
fuertemente en sus estilos artísticos. Chichén Itzá, Mayapán y Uxmal fueron
ciudades esplendorosas. La Liga de Mayapán, que dominó la península de
Yucatán durante dos siglos, preservó la paz durante algún tiempo, pero tras un
período de guerra civil y de revolución, las ciudades quedaron abandonadas.
Los españoles vencieron con facilidad a los grupos mayas más importantes,
pero el gobierno mexicano no logró subyugar las últimas comunidades
independientes hasta 1901. Actualmente los mayas forman la mayoría de la
población campesina en Yucatán y Guatemala.
La lengua maya (también llamada yucateca) la hablan unas 350.000
personas en Yucatán, Guatemala y Belice.
CULTURA AZTECA O MEXICA.
Miembro de un pueblo que dominó el centro y sur del actual México, en
Mesoamérica, desde el siglo XIV hasta el siglo XVI y que es famoso por haber
establecido un vasto imperio altamente organizado, destruido por los
conquistadores españoles y sus aliados tlaxcaltecas.
Algunas versiones señalan que el nombre de ‘azteca’ proviene de un lugar
mítico, situado posiblemente al norte de lo que hoy en día es México, llamado
Aztlán; más tarde se autodenominaron mexicas.
Orígenes
Tras la caída de la civilización tolteca que había florecido principalmente en
Tula entre los siglos X y XI, oleadas de inmigraciones inundaron la meseta
central de México, alrededor del lago de Texcoco. Debido a su tardía aparición
en el lugar, los aztecas-mexicas se vieron obligados a ocupar la zona
pantanosa situada al oeste del lago. Estaban rodeados por enemigos
poderosos que les exigían tributos, y la única tierra seca que ocupaban eran
los islotes del lago de Texcoco, rodeados de ciénagas.
El hecho de que, desde una base tan poco esperanzadora, los aztecas fueran
capaces de consolidar un imperio poderoso en sólo dos siglos, se debió en
parte a su creencia en una leyenda, según la cual fundarían una gran
civilización en una zona pantanosa en la que vieran un nopal (cactus) sobre
una roca y sobre él un águila devorando una serpiente. Los sacerdotes
afirmaron haber visto todo eso al llegar a esta zona; como reflejo de la
continuidad de esa tradición, hoy en día esa imagen representa el símbolo
oficial de México que aparece, entre otros, en los billetes y monedas.
Al aumentar en número, los aztecas establecieron organizaciones civiles y
militares superiores. En 1325 fundaron la ciudad de Tenochtitlán (ubicada
donde se encuentra la actual ciudad de México, capital del país).
La capital
Los aztecas convirtieron el lecho del lago, que era poco profundo, en
chinampas (jardines muy fértiles, construidos con un armazón de troncos que
sostenían arena, grava y tierra de siembra, atados con cuerdas de ixtle, para
lograr islas artificiales donde se cultivaban verduras y flores y se criaban aves
domésticas). Se hicieron calzadas y puentes para conectar la ciudad con
tierra firme; se levantaron acueductos y se excavaron canales por toda la
ciudad para el transporte de mercancías y personas. Las construcciones
religiosas —gigantescas pirámides escalonadas recubiertas de piedra caliza y
estuco de vivos colores, sobre las que se construían los templos— dominaban
el paisaje.
La ciudad floreció como resultado de su ubicación y del alto grado de
organización. En la época en la que los españoles, capitaneados por Hernán
Cortés, comenzaron la conquista en 1519, el gran mercado de Tlatelolco
atraía a unas 60.000 personas diarias. Las mercancías llegaban a manos
aztecas gracias a los acuerdos sobre tributos establecidos con los territorios
conquistados. Muchas de esas mercancías se exportaban a otras zonas del
Imperio azteca y a América Central.
La confederación azteca
Los aztecas-mexicas establecieron alianzas militares con otros grupos,
logrando un imperio que se extendía desde México central hasta la actual
frontera con Guatemala. A principios del siglo XV Tenochtitlán gobernaba
conjuntamente con las ciudades-estado de Texcoco y Tlacopan (más tarde
conocida como Tacuba y en la actualidad perteneciente a ciudad de México)
bajo la denominación de la Triple Alianza. En un período de unos 100 años los
aztecas lograron el poder total y, aunque las demás ciudades-estado
continuaron llamándose reinos, se convirtieron en meros títulos honoríficos.
Al final del reinado de Moctezuma II, en 1520, se habían establecido 38
provincias tributarias; sin embargo, algunos pueblos de la periferia del
Imperio azteca luchaban encarnizadamente por mantener su independencia.
Estas divisiones y conflictos internos en el seno del Imperio azteca facilitaron
su derrota frente a Cortés en 1521, ya que muchos pueblos se aliaron con los
españoles. Además de los problemas internos que contribuyeron a su caída,
el emperador Moctezuma había dado una bienvenida pacífica a Cortés y lo
instaló junto a sus capitanes en los mejores palacios, desde donde se hicieron
con la ciudad. Es posible que la interpretación de antiguos presagios sobre el
regreso del dios Quetzalcóatl indujera a Moctezuma a confundirlo con Cortés,
si bien lo que más interesaba al emperador era colmar de regalos a los
españoles para que se retiraran.
Sociedad y religión aztecas
La sociedad azteca estaba dividida en tres clases: esclavos, plebeyos y
nobles. El estado de esclavo era similar al de un criado contratado. Aunque
los hijos de los pobres podían ser vendidos como esclavos, solía hacerse por
un período determinado. Los esclavos podían comprar su libertad y los que
lograban escapar de sus amos y llegar hasta el palacio real sin que los
atraparan obtenían la libertad inmediatamente. A los plebeyos o macehualtin
se les otorgaba la propiedad vitalicia de un terreno en el que construían su
casa. Sin embargo, a las capas más bajas de los plebeyos (tlalmaitl), no se
les permitía tener propiedades y eran campesinos en tierras arrendadas. La
nobleza estaba compuesta por los nobles de nacimiento, los sacerdotes y los
que se habían ganado el derecho a serlo (especialmente los guerreros).
En la religión azteca numerosos dioses regían la vida diaria. Entre ellos
Huitzilopochtli (deidad del Sol), Coyolxauhqui (la diosa de la Luna que, según
la mitología azteca, era asesinada por su hermano el dios del Sol), Tláloc
(deidad de la lluvia) y Quetzalcóatl (inventor de la escritura y el calendario,
asociado con el planeta Venus y con la resurrección).
Los sacrificios, humanos y de animales, eran parte integrante de la religión
azteca. Para los guerreros el honor máximo consistía en caer en la batalla u
ofrecerse como voluntarios para el sacrificio en las ceremonias importantes.
Las mujeres que morían en el parto compartían el honor de los guerreros.
También se realizaban las llamadas guerras floridas con el fin de hacer
prisioneros para el sacrificio. El sentido de la ofrenda de sangre humana (y en
menor medida de animales) era alimentar a las deidades solares para
asegurarse la continuidad de su aparición cada día y con ella la permanencia
de la vida humana, animal y vegetal sobre la Tierra.
Los aztecas utilizaban la escritura pictográfica grabada en papel o piel de
animales. Todavía se conserva alguno de estos escritos, llamados códices.
También utilizaban un sistema de calendario que habían desarrollado los
antiguos mayas. Tenía 365 días, divididos en 18 meses de 20 días, a los que se
añadían 5 días ‘huecos’ que se creía que eran aciagos y traían mala suerte.
Utilizaban igualmente un calendario de 260 días (20 meses de 13 días) que
aplicaban exclusivamente para adivinaciones. La educación era muy estricta y
se impartía desde los primeros años. A las mujeres se les exhortaba a que
fueran discretas y recatadas en sus modales y en el vestir y se les enseñaban
todas las modalidades de los quehaceres domésticos que, además de moler y
preparar los alimentos, consistían en descarozar el algodón, hilar, tejer y
confeccionar la ropa de la familia. A los hombres se les inculcaba la vocación
guerrera. Desde pequeños se les formaba para que fueran fuertes, de modo
que los bañaban con agua fría, los abrigaban con ropa ligera y dormían en el
suelo. A la manera de los atenienses de la Grecia clásica, se procuraba
fortalecer el carácter de los niños mediante castigos severos y el fomento de
los valores primordiales como amor a la verdad, la justicia y el deber, respeto a
los padres y a los ancianos, rechazo a la mentira y al libertinaje, misericordia
con los pobres y los desvalidos. Los jóvenes aprendían música, bailes y cantos,
además de religión, historia, matemáticas, interpretación de los códices, artes
marciales, escritura y conocimiento del calendario, entre otras disciplinas.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE.
Actividad I:
Compara el medio geográfico mesoamericano con el de aridoamérica y
establezca sus diferencias.

Actividad II:
Analiza las Cultura Olmeca, Maya, Totonaca, Azteca. En la enciclopedia
multimedia “Mesoamérica” y Hacer énfasis en las imágenes.

Actividad III:
Iluminar en un mapa de Centroamérica los estados en que se localizaron cada
una de las culturas anteriores.

Actividad IV:
Realiza un resumen de cada una de las culturas, mencionando los sucesos más
importantes.

Actividad V:
Elabora un resumen de 10 preguntas y respuesta de los siguientes temas:
Cultura Olmeca.
Cultura Totonaca.
Cultura Maya.
Cultura Azteca.

Actividad VI:
Investiga todas las culturas que florecieron en mesoamérica mínimo una
cuartilla de cada una

Actividad VII:
Realiza con tus compañeros de grupo lo siguiente.
Colocar en cada tarjeta el nombre y al reverso la ilustración de las culturas
mencionadas en la Actividad V, VI. Tus compañeros deberán adivinar de cual
se trata. Mínimo 50 tarjetas.

Actividad VIII:
Realiza una línea del tiempo de todas las culturas que florecieron en
mesoamérica.
Actividad IX:
Imita las costumbres y personajes de cada una de las culturas. Tus
compañeros deben adivinar.

Actividad X:
Visita algún museo que exponga piezas o vasijas Arqueológicas de las culturas
mencionadas.

UNIDAD II

LA CONQUISTA Y LA ORGANIZACIÓN DEL VIRREINATO (XVI Y XVII).

TEMAS

2.1.- Conquista material.


2.2.- Conquista espiritual.
2.3.- La Colonización: organización económica, propiedad de la tierra.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Explicará las condiciones de crisis imperantes en el estado azteca en el


momento de la conquista para entender su posición frente a los
españoles.
2. Conocer la situación española a principios del siglo XVI para entender su
actuación en la conquista y la colonización de Mesoamérica.
3. Comprender por qué y como se desarrolló la conquista en México y sus
antecedentes, causas, actores, hechos determinantes y consecuencias.
4. Explicar la introducción de la mentalidad europea a la Mesoaméricana,
analizando la conquista misionera.
5. Conocer a los personajes más destacas en el proceso de la conquista.
LA CONQUISTA MATERIAL
Mientras Carlos V luchaba en Europa, sus capitanes españoles descubrían y
conquistaban para él, Allende el Atlántico, territorios mas dilatados y más ricos
que el conjunto de los que habían recibido de sus antepasados. En efecto, el
poderoso imperio trasatlántico español se formó principalmente durante el
reinado de Carlos V (1516 a1556).

LA COLONIZACIÓN DE LA ESPAÑOLA
Las primeras autoridades coloniales del nuevo mundo residieron en Santo
domingo. Allí se estableció, También, el gobernador Ovando. Ovando gobernó a
la Española con mano férrea, y estimuló la agricultura, introduciendo el cultivo
de la caña de azúcar. Pero permitió la explotación despiadada de los indígenas,
mediante las encomiendas (repartiendo de los indios entre los europeos).
Ovando fue reemplazado por Diego Colón (1509 a 1515), primogénito del
descubridor, quien acababa de ser incorporado ala nobleza, pues se había
casado con María de Toledo, sobrina del duque de alba, con lo cual creció en
prestigio naciente de su casa y su patrimonio. Llegó a Santo domingo al frente
de una bien equipada expedición, y con un brillante séquito Generoso y
amante de las artes, fomento el progreso de Santo Domingo, que pronto se
convirtió en el foco de irradiación colonizadora hacia Tierra Firme y las Islas
Antillanas.

LA CONQUISTA DEL IMPERIO AZTECA


En 1511, comenzó Diego Velázquez la conquista de cuba, con 300 españoles y
numerosos auxiliares indígenas y rápidamente ocupó toda la Isla. Estableció
su capital en Santiago en la costa sudeste de Cuba, y poco después sus
lugartenientes fundaban ala habana, Trinidad y puerto Príncipe. La creciente
importancia de cuba, hizo que el rey Fernando convirtiera la Isla en
gobernación, independiente de la de Santo Domingo.

En 1517 y 1518 dos expediciones salidas de la habana llegaron hasta el


Yucatán, una, y hasta la bahía de Veracruz la otra.

HERNÁN CORTÉS, Nacido de una familia noble, de Extremaduras partió hacia el


nuevo mundo en 1504, cuando aun no tenía veinte años de edad. Velázquez le
confirmo el mando de la expedición de las costas mexicanas, Cortés era
valiente y audaz, pero al mismo tiempo reflexivo; capaz de concebir planes
temerarios, pero de calcular los menores detalles de su ejecución.
Velázquez pretendió, a último momento, sustituir a Cortés por otro, pero este
zarpó inmediatamente rumbo a México. La expedición se componía de once
barcos, con cien tripulantes y quinientos hombres de armas y llevaba diez
cañones.

En la península de Yucatán se les incorporo un naufrago español, el sacerdote


Aguilar, quien, desde hacia ocho años, vivía entre los mayas, y fue utilísimo
como intérprete. Desembarcaron en Tabasco, donde los indígenas que los
atacaron fueron rechazados con grandes perdidas y se sometieron entregando
a los españoles esclavos y ofrendas en señal de paz. Entre los esclavos
figuraba una mujer de origen azteca que fue bautizada con el nombre de
Marina, y que se convirtió en fidelísima compañera y auxiliar de Hernán Cortés.
En la bahía de San Juan de Ulúa Cortés estableció su base de operaciones,
fundando su villa rica de la Vera Cruz - unos tual Puerto de Veracruz -. Cortés
nombro a las autoridades de la naciente villa, y renunció a todos los poderes
ante los funcionarios de la ciudad, quienes en seguida, resolvieron, "en
nombre del rey de España", designarlo capitán general y justicia mayor de la
colonia.

EL INCENDIO DE LAS NAVES


Durante la estadía en Veracruz, muchos expedicionarios, temerosos de llevar
demasiado lejos la desobediencia a Velázquez, quería regresar a cuba cortés
recurrió entonces a una medida extrema: hizo barrenar las naves con
excepción de un barco que fue enviado a España a noticiar al soberano la
fundación del Veracruz, la flota que fue quemada después de retirar el material
aprovechable, con esto se eliminaba toda la posibilidad de retorno, y los
vacilantes comprendieron que la única solución estaba en una acción decidida.
LA CONQUISTA ESPIRITUAL.
En el mes de agosto de 1519 los expedicionarios iniciaron la marcha hacia el
interior, en procura de Tenochtitlán. La ruta era larga y escabrosa, a causa de
las montañas que rodean la maseta de Anáhuac.

Al llegar a Cempoala, localidad indígena próxima a Veracruz, cortés aprisiono a


los jefes nativos y destruyó los ídolos indígenas colocando la cruz en su lugar,
por rara coincidencia, la cruz era también uno de los signos simbólicos del dios
indígena Quetzalcoatl. considerado por sus adorantes el señor de los cuatro
puntos cardinales. La vista de la cruz confirmó en los indígenas su creencia en
su naturaleza divina de aquellos extranjeros blancos y Barbados.

Mas adelante, en Tlaxcala, los indígenas les prestaron batalla pero fueron
derrotados y se convirtieron en aliados.

Cuando Moctezuma supo que los guerreros de Tlaxcala se habían unido a los
"hijos del sol", se sintió perdido y los invito y los invito a visitar a Tenochtitlan,
y a hacer escala de cholula, donde se les tenia preparada una emboscada. La
traición fue desbaratada gracias a Marina, la ex esclava y compañera de
cortés. Éste se anticipo a los conspiradores y la matanza indujo a Moctezuma
a no oponerse mas a los españoles.

Llegaron y tomaron Tenochtitlán a fines de 1519, tres meses después de su


partida de Veracruz.

Pero los españoles prácticamente prisioneros dentro de aquella ciudad


enemiga. Para conjurar este peligro, Cortés se apodero del jefe adversario,
mediante un audaz golpe de mano, llevándolo cautivo al recinto donde se
hospedaban los españoles. Los indígenas ante la prisión de su jefe y sacerdote
se desconcertaron. Cortés utilizo a Moctezuma durante seis meses para
afirmar gradualmente su autoridad pero la aversión hacia los conquistadores
aumentaba día a día. Al mismo tiempo, cortes supo que había desembarcado
en Veracruz una tropa de 800 hombres, dirigidos por Pánfilo de Narváez,
enviado por Velázquez para someterlo. Cortés dejo en Tenochtitlán una parte
de sus tropas, bajo el mando de Pedro Alvarado, y partió con unos 300
hombres al encuentro de Narváez este fue hecho prisionero antes de que
pudiera defenderse sus hombres se plegaron enseguida a cortés y este regreso
victorioso con sus refuerzo el 21 de junio de 1920. Al llegar a la capital,
encontró a Alvarado y a sus compañeros sitiados.
Cortés Pidió a Moctezuma que ordenara la retirada de los sitiadores, pero
cuando éste dirigió la palabra a sus súbditos, cayó sobre el una lluvia de
flechas y piedras que le obligó a retirarse malherido; murió al día siguiente, en
la madrugada del 1° de julio, cortés intento la retirada, pero los aztecas
cayeron sobre los españoles. La lucha fue terrible. La retirada se convirtió
entonces en desordenada fuga, y a duras penas Cortés salvó poco más de la
tercera parte de sus hombres. Este desastre fue llamado la noche triste.

En Tlaxcala, Cortés preparó la reconquista del imperio. Hizo construir trece


bergantines, que luego haría transportar pieza por pieza, hasta el largo para
asegurarse el dominio de sus aguas.

A principios de mayo de 1521 los 600 españoles y los 40 000 indígenas aliados
que integraban las fuerzas de cortés, comenzaron el estudio de Tenochtitlán.
Los doscientos mil hombres que defendían la capital dirigidos a Cuahutémoc,
sucesor de Moctezuma, se defendieron con furia, pero los
bergantinescomunicaciones de la ciudad con las orillas del lago por lo que los
sitiados carecieron de alimentos y agua potable, Después de un asendio de 75
días, cortes dio la orden de asalto final.

Mas de veinte mil aztecas murieron en su desesperado intento por salvar la


ciudad. Cuahutémoc, el alma de la resistencia fue capturado al intentar huir
por el largo en una canoa.

El extraordinario triunfo obtenido por Cortés hizo olvidar en la corte de España


su insubordinación y Carlos V lo nombró gobernador y capitán general de
Nueva España, nombre que desde entonces se dio a las tierras recientemente
conquistadas.

Sobre las ruinas de Tenochtitlán, Cortés hizo edificar la ciudad española, de


México. Inmediatamente, a veces en persona, y otras por medio de sus
lugartenientes fue conquistando las provincias del antiguo imperio azteca.

Cortés marcho a España, donde fue recibido por Carlos V, quien lo hizo
caballero de la orden de Santiago y le otorgó el título de Marqués del Valle de
Oaxaca, adjudicándole la posición de las existensísima región de ese nombre,
al sur de México.

Cortés continuó como gobernador general de Nueva España. Pero con poderes
cada vez mas limitados hasta que, en 1535, Carlos V transformo tal
gobernación en un Virreinato, nombrando Virrey a don Antonio de Mendoza.
Poco mas tarde Cortés regreso definitivamente a España donde murió en 1547.

LA CONQUISTA DEL IMPERIO DE LOS INCAS


FRANCISCO PIZARRO. Al igual que Balboa y Cortés, había nacido en la provincia
de Extremadura. Pero a diferencia de cortés, Pizarro se crió pobremente en el
campo,. Sin instrucción alguna. Llegó al Darién en 1509 y obtuvo algunos
bienes que le dieron una posición desahogada en panamá. Su temperamento
aventurero y su ambición lo decidieron, hacia 1524, a emprender una
expedición al sur, para alcanzar la rica comarca del Birú o Perú.

Las noticias que sobre las riquezas del Perú llegaron a panamá indujeron a
Pizarro y a Diego de Almagre a realizar una expedición con sus propios medios
y los que le facilitó Fray Hernando de Luque, quien contribuyó con una
importante cantidad de dinero.

LA PRIMERA Y LA SEGUNDA EXPEDICIÓN DE PIZARRO (1524-1527)


La primera expedición, dirigida por Pizarro, que partió de Panamá en 1524,
fracasó por la hostilidad de los indios y la falta de alimentos. La segunda
expedición partió del mismo lugar en 1526, a poco mas de un año de la
primera. En la pequeña isla de gallo, cercana a la costa y a la cual limite entre
Colombia y ecuador esperaron refuerzos. Algunos de los que permanecieron
con Pizarro querían volver a panamá pues les amedrentaban las penurias y les
irritaba la severidad de Pizarro. Al fin apareció un barco, enviado por el
gobernador de panamá el que traía orden de repatriar a los expedicionarios.
Desesperados por la penuria y el hambre estos se aprestaron inmediatamente
a regresar, pero Pizarro resuelto a quedarse trazo con su espada una línea en
la arena de la playa y dirigiéndose a sus hombres les dijo que hacia el norte les
esperaba la seguridad, pero también la pobreza y el oprobio y hacia el sur, a
las dificultades, pero también la gloria y la riqueza. Cuando les intimo a elegir
entre uno y otro destino solo tres se cruzaron la línea para colocarse al lado de
su capitán la energía de Pizarro y el heroísmo de estos trece hombres
impidieron el fracaso de la expedición.

El pequeño grupo sufrió varios meses de privaciones en la isla, hasta que


recibieron socorros y los expedicionarios pudieron llegar a tumbes, en las
proximidades del golfo de Guayaquil, una rica ciudad, cuyos edificios, defensas
y costumbres revelaron a los españoles que aquel era el poderoso reino del
que hablaban los indígenas del Darién. Los nativos los recibieron sin
honestidad y les entregaron incluso una apreciable cantidad de oro y plata.
Este éxito material indujo a la pequeña banda a regresar a panamá.
LA CONQUISTA
Pizarro fue a España donde el rey otorgó el título de hidalgo a los trece
esforzados aventureros de la isla de Gallo, y dio a Pizarro carta de nobleza,
reconociendo el titulo de capitán general y adelantando de las tierras que
conquistara en una extensión de doscientas leguas de costa. Almagro,
ennoblecido también, recibió el título de gobernador y Túmbez y Luque la
promesa del obispado de la misma ciudad.

Pizarro se comprometía a organizar una expedición con doscientos cincuenta


hombres de armas. Con el se embarcaron sus cuatro hermanos, ambiciosos y
valerosos como el: Fernando Pizarro, su medio hermano paterno, y el mayor de
la familia; Gonzalo y Juan sus dos hermanos menores, y, finalmente martín de
Alcántara, su medio hermano materno.

Una expedición formada por tres pequeños navíos, ciento ochenta hombres de
armas bien equipados y treinta y siete caballos partió, a principios de 1531 de
panamá, bajo las órdenes de Pizarro pues almagro quedo reclutando refuerzos.
Los expedicionarios llegaron a Túmbez donde supieron gracias a los interpretes
que llevaba Pizarro, la guerra civil en que estaba envuelto el imperio incaico.
Supieron que atahualpa, recién vencedor de su hermano buscar se hallaba en
Cajamarca, población situada a medio camino entre quito y cusco las dos
grandes ciudades del imperio.

Después de mes y medio de difícil viaje llegaron a Cajamarca, el 15 de


noviembre de 1532, y penetraron en la ciudad, casi desierta porque atahualpa,
con su corte y un ejercito de 30 000 soldados, se hallaba a las afueras de ella.

Pizarro imitando el ejemplo de Cortés, decidió apoderarse de atahualpa, para


lo cual requirió la inca una entrevista, que habría de presentarse en la plaza
central de Cajamarca, a los que atahualpa accedió.

A la caída de la tarde del siguiente día llego atahualpa a la ciudad,


transportando en una lujosa litera por sus nombres y custodiado por unas 6000
soldados. Pizarro que había escondido a sus guerreros en los edificios que
rodeaban la plaza, se adelanto al encuentro del Inca, al frente de unos pocos
hombres, en los que se encontraba un monje dominico, de nombre Valverde, y
un indio llamado Felipillo, que le servía de intérprete.

El padre Valverde se acercó a la inca, y mostrándole la Biblia, que cayó al


suelo. Esta fue la señal del ataque. Los españoles abrieron entonces el fuego
dispersado a los indios y apoderándose del atahualapa, que ofreció a Pizarro
un fabuloso rescate: "un aposento de 22 pies de largo por 16 de ancho,
atestado de oro hasta la altura que pudiera alcanzar la mano del conquistador
y dos aposentos iguales atestados de plata."

La reunión de tan cuantioso rescate duro varios meses: de todo el imperio se


recibían objetos de oro, pendientes collares, adornos de toda clase, y hasta
setecientas planchas áureas que cubrían las paredes del gran templo del sol
en Cusco. Una quinta parte del tesoro fue para el Rey de España, y diversas
porciones para los conquistadores, atahualpa había cumplido finalmente su
oferta, pero no obtuvo la libertad, pues se le atribuyó la muerte de su
hermanastro Huáscar, asesinado en cusco, y la rebelión contra los blancos
atahualpa fue condenado a muerte y estrangulado públicamente en la plaza de
Cajamarca.
LA COLONIZACIÓN.
Las actividades económicas que los conquistadores y colonos desarrollaron en
la Nueva España fueron las mismas que se realizaban en la península de ahí
que la minería, agricultura, comercio e industria textil conformaban las
principales fuentes de trabajo en el período colonial.

Desde su llegada los conquistadores buscaron enriquecerse fácilmente al


adquirir por medio del engaño y de la rapiña el oro y la plata que poseían los
indígenas en joyas y figurillas.

La caída de México-Tenochtitlan permitió a Hernán Cortés y a sus huestes


consultar los libros de tributos donde los mexicas registraban los lugares de
donde procedían, entre ellos el oro y la plata.

Para fines del siglo XVI, los centros mineros más importantes se ubicaban en
las poblaciones de Zacatecas, Fresnillo, Guanajuato, Tlalpajuhua y Oaxaca.

A mediados del siglo XVI, Vázquez del mercado descubrió cerca de Durango un
cerro impresionante, que creyó de plata y resultó de hierro. Hoy se le conoce
como el cerro de Mercado y constituye una de las minas más importantes del
país.

Durante los siglos XVII y XVIII se descubrieron nuevos yacimientos mineros,


principalmente en el estado de San Luis Potosí.

Las herramientas que usaban los mineros para desprender las rocas y metales
eran barretas, picos, cinceles, martillos y marros. La ventilación era escasa, se
alumbraban con velas y el mineral era sacado a la superficie por los
cargadores negros e indígenas que llevaban sobre su espalda costales con
poco más de cien kilos de peso.

Las minas se inundaban sobre todo en la época de lluvias y desaguarlas


significaba un esfuerzo enorme, pues se hacia sacando el líquido con cubetas.

En 1575 se introdujo la primera bomba para el desagüe de las minas.

La pólvora usada en las minas europeas desde el siglo XVIII fue introducida en
la minería novohispana a principios del siglo XVIII.

Al iniciarse la segunda mitad del siglo XVI, en Pachuca, el minero Bartolomé de


Medina introdujo el método de patio, que permitió extraer la plata contenida
en combinación con otros minerales. El nuevo método consistía en un conjunto
de proceso químicos basados en el uso del azogue (mercurio), sal y hierro.
Tuvo tal éxito que sólo fue sustituido hasta mediados del siglo XIV.

A fines del siglo XVIII, se encauzó y se fortaleció de la minería de la Nueva


España con la fundación del colegio de Minería primero de su género en
América.

En los primeros años de la conquista y colonización, los españoles se


posesionaron de grandes extensiones de tierra a las que creyeron tener
derecho como compensación a los servicios prestados.

El principio que prevaleció en el proceso de la conquista y colonización era el


de conceder al rey la propiedad de todas las tierra conquistadas, lo que
significaba que el monarca era el dueño de la tierra y ningún conquistador o
colono podía obtenerla por derecho propio, sino como concesión de la Corona.
La legalización de la posesión de la tierra entre los conquistadores y colonos
fue el resultado de las mercedes o concesiones que la Corona les hizo en
reconocimiento a los servicios prestados.

Pero no todas las tierra fueron concedidas. El rey conservó grandes


extensiones por lo que se les conoció como tierra realengas o del rey, las que
frecuentemente se ponían en venta para cubrir los gastos de la Corona.

LOS NUEVOS TIPOS DE EXPLOTACIÓN DE LA TIERRA.

Con el propósito de diferenciar con claridad nuevos tipos de explotación de la


tierra de los que se practicaban algunos años antes de la conquista, es
necesario mencionar algunos rasgos más sobresalientes de la agricultura de
los pueblos prehispánicos.

Las comunidades indígenas tenían como base alimenticia el maíz, frijol,


calabaza y chile, que complementaban en ocasiones con frutas como
aguacate, piña, zapote y otras.

El maíz constituía la base de la alimentación y su cultivo se hacía con el


sistema de milpa que consistía en el desmonte de la tierra, colocando la
maleza en diferentes puntos, la que una vez seca se quemaba y con sus
cenizas se fertilizaba la tierra, la cual se sembraba durante uno o dos años y
cuando su rendimiento disminuía, se procedía al desmonte de otra fracción.

La tierra se removía con un bastón o coa de madera endurecida en su punta


con fuego, con ello se hacía un pequeño hoyo donde se depositaba la semilla.

Algunas regiones del Valle de México eran irrigadas aprovechando las aguas de
ríos y lagos, con lo que se lograban abundantes cosechas.
Las chinampas formadas con capas alternas de carrizo y tierra en los
márgenes de los lagos representaban una importante fuente de alimentos para
las comunidades indígenas.

Los conquistadores introdujeron nuevos y numerosos cultivos entre los que


sobresalieron el trigo, caña de azúcar, arroz, naranja, plátano, café, la vid y el
olivo. Estos dos últimos de extendieron muy lentamente debido a las
prohibiciones a que estuvieron sometidos.

Los peninsulares introdujeron la rotación de cultivos, el abono animal, el arado


y el azadón; animales como el buey, caballo, asno, que contribuyeron al
desarrollo agrícola.

LA FORMACIÓN DE LA GRAN PROPIEDAD.

Se ha dicho que originalmente la propiedad privada de la tierra era una


concesión o merced, otorgada por el rey. Posteriormente esta facultad se dio a
otras autoridades, incluyendo los ayuntamientos municipales.

Las primeras leyes agrarias limitaron la extensión de las parcelas con las
finalidades de fomentar la propiedad privada, hecho que benefició a infinidad
de personas de muy diversa situación socioeconómica. Por desgracia las
condiciones económicas generales no eran favorables para el desarrollo de la
pequeña y la mediana propiedad.

Los pequeños y medianos propietarios, ante la crítica situación económica,


eran víctimas de una poderosa y voraz burocracia además de los grandes
comerciantes.

Las leyes que limitaban la propiedad de la tierra eran violadas constantemente


y era frecuente encontrar a un funcionario público , un rico comerciante o
minero hacer uso sistemático de presta nombres que le servían de manera
ilegal para aumentar sus dominios.

Para fines del siglo XVI los peninsulares y criollos habían acaparado grandes
extensiones de tierra, de la que poseían en su mayor parte títulos de
propiedad, eran tierras realengas.

En 1591 el rey Felipe II, con el fin de mejorar la Hacienda Pública expidió dos
Células que establecieron que todos los propietarios de tierras deberían
mostrar los títulos que comprobaran su legal posesión. En caso de no ser
suficiente o legales debían para una suma acorde al valor de la tierra o en su
defecto reincorporarlas al patrimonio real.
El proceso de legalización de la tierra se retrasó varias décadas debido a la
oposición de los terratenientes que se negaban a pagar sumas que
consideraban excesivas.

Finalmente, los terratenientes aceptaron pagar una suma moderada. Al mismo


tiempo, se pusieron en venta enormes extensiones de tierras realengas, lo que
determinó la existencia de grandes latifundios al mediar el siglo XVII. Este fue
el origen ilegal de la gran propiedad.

LA EVOLUCIÓN DE LA AGRICULTURA EN LAS COMUNIDADES INDIGENAS.

Una de las características de la administración española fue la falta de


planeación en la agricultura y la insuficiente construcción de presas, bordos y
canales, lo que originó frecuentes períodos de hambre, que coincidían con
terribles epidemias de las víctimas principalmente los indígenas.

El desarrollo de la agricultura entre las comunidades indígenas fue lento y


desigual, debido sobre todo a causas de carácter económico y social entre las
que tenemos.

A) Los indígenas fueron despojados de las mejores tierras, es decir, la más


productivas.
B) Los pueblos de indios sufrieron frecuentemente la reducción de sus tierras
comunales.
C) La mayoría de los indígenas carecía de los recursos económicos para
adquirir las herramientas de labranza como arados, azadas, azadones,
etc.
D) Para los indígenas era imposible comprar animales de tiro y carretas.
E) Los indígenas tenían prohibido por ley montar a caballo.

No puede afirmarse que se haya dado un cambio o un desarrollo agrícola


importante en las comunidades indígenas, toda vez que se continuó cultivando
el maíz, frijol, maguey y chile con los métodos y utensilios prehispánicos. Se
siguió con el sistema de milpa, roza y con la coa.

LA MINERÍA Y SUS EFECTOS ECONÓMICOS Y DEMOGRÁFICOS


Se ha dicho que los conquistadores y colonos españoles reconocían al rey
como único dueño de todas las tierras, las que concedía en propiedad y en
reconocimiento de los servicios prestados a la Corona Este mismo principio se
aplicaba a la propiedad de las minas: pertenecían al rey, de ahí que a la fecha
algunos centros mineros conservan el título de Real de Minas.

El descubrimiento y explotación de los yacimientos mineros se iniciaron a


mediados del siglo XVI, originaron pequeños poblados, de los que algunos se
convirtieron en ricas y prósperas ciudades. En efecto, muchas de las más
antiguas ciudades mexicanas se formaron en torno a las minas como
Zacatecas, Guanajuato, Fresnillo, Taxco, Pachuca, Real del Monte, San Luis
Potosí y otras.

La minería estimuló el desarrollo de la agricultura, la ganadería, el comercio y


la industria. Durante los primeros años los centros mineros se veían obligados
a comprar en las ciudades del centro del país casi todo lo que necesitaban
para supervivencia y desarrollo.

El transporte de las mercancías originalmente se realizaba por medio de


tamemes o cargadores indígenas. Tiempo después se usaron mulas y carretas.

De la ciudad de México salían frecuentemente largas caravanas hacia


Zacatecas, Guanajuato, Pachuca o cualquier otro centro minero llevando
herramientas y materiales para la minería, la agricultura o de uso doméstico y
personal, como marros, palas, picos, repuestos para maquinaria, telas de lana,
algodón y seda. Llevaban ropa, cobijas, zapatos, arados, azadones, coas de
hierro, etc.

El trabajo en las minas era terriblemente agotador y perjudicial para la salud.


Al principio lo realizaban los indígenas, pero el pésimo trato, la desnutrición y
las epidemias causaron millones de muertos.

La falta de mano de obra obligó a los españoles a introducir en el trabajo


minero a esclavos negros, procedentes de África, que no resistieron las
condiciones laborales ni el cambio climático, por lo que a muchos se les dejó
en las costas. Después participaron en el trabajo minero los mestizos y los
mulatos.

En los centros mineros aparecieron los primeros obreros asalariados


independientes. Se considera que una de las principales causas de la
despoblación del país fue el trabajo realizado en las minas. Se calcula que en
1532, la población indígena era de 16’800,000. Casi cincuenta años después
era de 1’900,000 y, al inicio del siglo XVI. Sumaban 1’075,000.
Si pensamos por un momento que los datos pueden ser exagerados y que la
población indígena en la segunda década de la colonia, no era de 16’800,000
sino sólo la mitad, aún así se observa que se cometió un terrible genocidio.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE.
Actividad I:
Realiza una síntesis cronológicamente de los hechos más importantes durante
la conquista.

Actividad II:
Ve la película “La otra conquista”.

Actividad III:
Elabora un cuestionario de 40 preguntas directas de los contenidos que se
muestran en esta guía (módulo II), intercambien respuestas.

Actividad IV:
Escenifica con tus compañeros de grupo un breve relato de la conquista.

Actividad V:
Realiza una cronología que contenga mínimo 20 fechas relacionadas con los
sucesos más importantes de la conquista.

Actividad VI:
Investiga la bibliografía de 5 personajes que destacaron en la Conquista.
UNIDAD III

CONSOLIDACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS VIRREINALES (S. XVII Y


PRIMERA MITAD DEL XVIII).

TEMAS

3.1.- La consolidación de las estructuras políticas, la audiencia, el


ayuntamiento y el virreinato.
3.2.- La sociedad novohispana: españoles, criollos, indios y castas.
3.3.- La ley de las indias.
3.4.- Los pueblos de indios y las ciudades españolas.
3.5.- La iglesia y el regio patronato.
3.6.- Cultura novohispana: literatura, artes plásticas y desarrollo
científico.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Analizar la forma de organización política adaptada en la nueva España,


primero en el gobierno de Hernán Cortés y después en el virreinato con
la instauración de organismos de control establecidos por la corona
española y las audiencias.
2. Conocer las características de las diferentes manifestaciones del
régimen de propiedad en la Nueva España.
3. Explicar el desarrollo y funcionamiento de la estructura económica por
sectores productivos, resaltando la importancia del comercio y la
minería.
4. Conocer el funcionamiento de los mecanismos de explotación laboral: la
encomienda, el obraje, peonaje y coatequil.
5. Conocer la estratificación de la Nueva España, las bases de la división
social y la desigualdad generada por las instituciones del régimen
colonial.
CONSOLIDACION DE LAS ESTRUCTURAS POLITICAS .
VIRREINATO DE LA NUEVA ESPAÑA.
Entidad político-administrativa establecida por los monarcas españoles
durante el período colonial (inicios del siglo XVI-principios del siglo XIX) en los
territorios del actual México (núcleo esencial del virreinato), y que tuvo
asimismo jurisdicción sobre algunas zonas actuales del sur estadounidense,
el resto de Centroamérica, las islas caribeñas, una porción del norte
sudamericano (ya que incluyó durante buena parte de su existencia a
Venezuela) y sobre las islas Filipinas.
Nueva España fue el nombre que dio Hernán Cortés a la tierra que él
conquistó, expresando que así la llamaba por las semejanzas que guardaba
con España. Esta designación aparece ya oficialmente en una real cédula del
emperador Carlos V (el rey español Carlos I), de fecha 15 de octubre de 1522.
El nombre de Nueva España llegó a tener tres acepciones distintas. En una
abarcó los territorios conquistados por Hernán Cortés y por los capitanes de
éste, es decir, el espacio geográfico que ocupan actualmente el Distrito
Federal y los estados de México, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Morelos,
Querétaro, Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí (excluyendo algunos
distritos de éste), el sur de Tamaulipas, Tabasco, Veracruz y algunos lugares
de Durango y Jalisco. En un sentido más amplio, el nombre de Nueva España
comprendió a todo lo que se encontraba bajo la inicial jurisdicción del
virreinato, esto es, a Nueva España en su acepción anterior, además de los
reinos de Nueva Galicia, Nueva Vizcaya, Nuevo León, Nuevo México y
Yucatán. Finalmente, con una acepción mucho más amplia llegó a nombrarse
Nueva España al conjunto de los distritos de las cinco audiencias a ella
vinculadas, las de México, Guadalajara, Guatemala, Santo Domingo
(incluyendo a la actual Venezuela) y Manila. En función de esta acepción,
existía en el Consejo de Indias la Secretaría de Nueva España, en la que se
atendía a los negocios concernientes a estas cinco audiencias. Puede
añadirse que también la península de Florida quedó sometida durante algún
tiempo al virreinato novohispano hasta que más tarde quedó sujeta al
gobernador general de Cuba.
Organización del virreinato
Un virrey nombrado al efecto ejercía, en nombre del rey, el gobierno de
Nueva España. A lo largo del período colonial hubo 63 virreyes, siendo el
primero Antonio de Mendoza y el último Juan O’Donojú, quien suscribió con
Agustín de Iturbide en 1821 el tratado en el que se reconocía la
Independencia de México. En Nueva España se establecieron formalmente
divisiones territoriales que se mantuvieron hasta 1776, cuando, hallándose
en México el visitador general José de Gálvez, se creó la comandancia
general de las Provincias Internas y diez años más tarde, las intendencias. El
territorio abarcado por el reino de Nueva España era el que correspondía a la
acepción más restringida de este nombre. A su vez, el reino de Nueva Galicia
incluía la mayor parte del actual Jalisco, San Luis Potosí y los actuales estados
de Aguascalientes, Zacatecas y Nayarit, con una parte de Sinaloa (todos ellos
en México). El Nuevo León estaba constituido por lo que hoy es
aproximadamente el mismo territorio del estado mexicano de igual nombre.
El reino del Nuevo Santander coincidía con el del actual estado mexicano de
Tamaulipas. El reino de Nueva Vizcaya, sumamente extenso, incluía a los
actuales estados de Durango y Sonora, parte de Coahuila y Sinaloa (todos
ellos hoy en día pertenecientes a México), y parte de Arizona (en la
actualidad, en Estados Unidos). El reino de Nuevo México abarcaba al estado
actual de dicho nombre en Estados Unidos y algunos territorios adyacentes.
Existían asimismo la provincia de Yucatán, así como las Californias, Alta y
Baja. Los gobernantes, tanto de estas provincias como de los reinos
mencionados, recibían su nombramiento de la monarquía, pero en el ejercicio
de sus funciones dependían de los virreyes.
En Nueva España se crearon asimismo circunscripciones religiosas desde
fecha muy temprana. Un primer intento fue el de erigir un obispado en la villa
de Santa María de los Remedios, en la isla de Cozumel. No siendo ello viable,
el Papa León X accedió a la creación de la llamada diócesis Carolina (en honor
de Carlos V), con sede en Tlaxcala. Primer obispo de dicha diócesis fue el
dominico Julián Garcés, en 1527. Un año después, se embarcó con rumbo a
México el franciscano Juan de Zumárraga, en calidad de obispo electo de una
nueva diócesis con sede en la capital de Nueva España. A lo largo del siglo
XVI se erigieron las diócesis de Oaxaca o Antequera (1535), Michoacán
(1536), Chiapas (1539), Compostela, con ulterior traslado a Guadalajara
(1548), y Yucatán (1561). La diócesis de México se convirtió en archidiócesis
en 1546. A partir de entonces, todas las diócesis existentes y las que se
crearon después en el período virreinal fueron sufragáneas de la de México.
En 1620, se establecieron las diócesis de Guadiana o Durango, y, en 1777 y
1778, las de Linares y Sonora. Al transformarse en 1743 en archidiócesis la
que existía en Guatemala, se convirtió en metropolitana con respecto a la de
Chiapas y las otras de Centroamérica.
La sociedad virreinal
Desde el punto de vista demográfico, se produjeron grandes alteraciones a lo
largo de los tres siglos novohispanos. Se ha discutido ampliamente acerca del
número de habitantes que había al tiempo de la conquista en la región
central y meridional de lo que hoy es México. Las cifras que se ofrecen
oscilan entre los 20 y los 15 millones de personas. Las grandes epidemias
que se produjeron en el siglo XVI redujeron notablemente esa cifra, no
obstante los procesos migratorios de españoles y los africanos traídos como
esclavos. Con apoyo en lo afirmado por varios cronistas acerca de la
creciente despoblación debido a las pestes, se ha afirmado que a principios
del siglo XVII la población de Nueva España excedía muy poco a los 2
millones de habitantes. Tan sólo en la segunda mitad de ese siglo se produjo
una cierta recuperación demográfica. A principios del siglo XIX, el aumento
fue más notable. Según los cálculos de Alexander Von Humboldt, en 1803
habitaban en el vasto territorio de Nueva España (cerca de 4 millones de
km2) 5.837.000 personas. De acuerdo con el contador general de los Ramos
Arbitrios de Nueva España, Fernando Navarro y Noriega, la población del
reino de Nueva España en 1810 se aproximaba a los 6.125.000 habitantes.
Dicha población vivió durante los siglos del virreinato muy desigualmente
distribuida. Por una parte, subsistió la mayoría de las antiguas ciudades y
pueblos indígenas de la región central y meridional del país. Casi siempre se
conservaron sus nombres en lengua indígena aunque precedidos por la
invocación correspondiente a un santo. Hubo asimismo numerosas
fundaciones españolas. La primera de ellas fue la de Veracruz, a la que siguió
en 1531 la que se llamó de la Puebla de los Ángeles. Por otra parte, en la
medida en que se inició y amplió luego la expansión hacia el norte, el número
de fundaciones españolas fue en aumento. En algunos casos, los nuevos
núcleos poblacionales se erigieron en zonas de explotación agrícola y
ganadera o en función de los reales de minas y, en menor grado, en torno a
los presidios o fuertes para retener a los llamados ‘indios bárbaros’. Surgieron
así las ciudades de Valladolid de Michoacán, Querétaro, Guanajuato,
Guadalajara, Zacatecas, Fresnillo, Sombrerete, Durango, Parral y otras
muchas en el gran septentrión novohispano.
La economía y la cultura
La vida económica del virreinato se apoyaba principalmente en las
producciones agrícolas que muchas veces incluían cultivos tradicionales
indígenas y otras los introducidos por los españoles. Se desarrolló asimismo,
sobre todo en las regiones del norte, la ganadería. Ésta influyó
profundamente en la vida y cultura del país. En función de ella florecieron la
charrería, las corridas de toros y las de caballos. La minería llegó a tener
también un auge muy grande, en especial la explotación de la plata que hizo
famoso a México en el mundo. El comercio interior se llevaba a cabo a través
de los principales caminos troncales que se fueron abriendo a lo largo de los
tres siglos de la época colonial. En varios lugares se erigieron alhóndigas y
asimismo se celebraban periódicamente ferias (la más importante de las
cuales era la que tenía lugar en Acapulco), en las que, una vez más, las
tradiciones indígenas y las españolas se mezclaban. El comercio exterior
tenía lugar fundamentalmente con España, partiendo del puerto de Veracruz;
asimismo con el Asia, por medio del galeón de Manila o el de Acapulco. Esta
doble vinculación con Asia y Europa permitió el tráfico de productos entre
tres continentes. Menos desarrollado estuvo el comercio con los otros
virreinatos y provincias españolas en el Nuevo Mundo, aunque existió en
cierta escala con Cuba, Centroamérica y con el virreinato del Perú.
Desde el punto de vista cultural, muchos fueron los logros que se alcanzaron.
Muy poco tiempo después de la llegada del primer grupo de los doce
franciscanos, interesó a éstos y más tarde a quien fue presidente de la
segunda audiencia, Sebastián Ramírez de Fuenleal, adentrarse en el
conocimiento de la historia y cultura indígenas. Si bien ese empeño tuvo una
motivación religiosa y asimismo política —buscar la conversión de los indios
y la mejor implantación del régimen de gobierno español—, a ello se sumó el
interés que de por sí mismas ejercían las instituciones y formas indígenas de
pensar.
Los frailes fundaron escuelas para jóvenes nativos en diversos lugares. Allí
aprendían ellos la lengua indígena y enseñaban a sus estudiantes el arte de
la escritura, adaptando el alfabeto latino para la representación de los
fonemas del idioma vernáculo. Hay varios testimonios que muestran que
hacia 1531 había ya varios centenares de jóvenes indígenas que sabían
escribir en lengua náhuatl. Consta también que para esa fecha se había
logrado preparar una primera gramática o arte de dicha lengua. Un proceso
paralelo se desarrolló en otros ámbitos de Nueva España. Tal fue el caso de
los contactos y establecimientos de educación que se fomentaron entre
indígenas mixtecos, huastecos, zapotecas, totonacas, otomíes y otros de la
región maya.
En 1536, abrió formalmente sus puertas el Colegio de la Santa Cruz de
Tlatelolco, donde —como había ocurrido siglos antes en la escuela de
traductores de Toledo— frailes humanistas, trabajando al lado de sabios
indígenas y de un grupo muy selecto de estudiantes, proporcionaron el
acercamiento de lo mejor de la cultura renacentista y los logros alcanzados
por la civilización indígena. En tanto que se enseñaba a los jóvenes el trivium
y el quadrivium, incluyendo por supuesto el aprendizaje de la lengua latina,
se daba también entrada al estudio de los códices o libros con pinturas y
signos glíficos, la medicina y farmacología nativas, la recopilación de textos
sobre las normas morales de comportamiento, la historia y la antigua visión
del mundo. Larga es la lista de los humanistas que participaron en tal
empresa. Entre ellos sobresalen Andrés de Olmos, Juan de Gaona, Juan
Focher, Bernardino de Sahagún y, entre los indígenas, Martín de la Cruz, Juan
Badiado, Antonio Valeriano, Martín Jacobita y otros varios.
La introducción de la primera imprenta en el Nuevo Mundo (1539), así como
la apertura de la Real y Pontificia Universidad de México (1553), fueron dos
hitos de enorme importancia para el desenvolvimiento cultural de Nueva
España. En la Universidad hubo maestros humanistas de gran renombre,
entre ellos Alonso de la Veracruz, en el campo del derecho, antiguo discípulo
de Francisco de Vitoria, que fue aún más allá en la defensa de los indígenas.
Lugar especial merece también Francisco Cervantes de Salazar, renombrado
latinista que llegó a ser rector de la Universidad.
Es cierto que la conquista y lo que a ella siguió fueron causa de que se
destruyeran muchos de los antiguos monumentos indígenas. A veces en el
mismo sitio en que existieron aquellos, se erigieron grandes conventos en
muchos de los cuales son visibles los últimos elementos del arte gótico
español. En esos conventos se prosiguió el intercambio cultural. Allí, tal vez
como nunca había ocurrido antes en la historia, se elaboraron numerosas
gramáticas y vocabularios y se redactaron textos en muchas lenguas
indígenas. Lo alcanzado entonces es riqueza de gran valor a la luz de la
lingüística y la filología. Avanzado ya el siglo XVI, la influencia de la nueva
cultura en formación comenzó a difundirse en las regiones del norte. Allí,
sobre todo los misioneros franciscanos y jesuitas, elaborarían nuevas obras
lingüísticas y aprenderían también de los indígenas valiosos elementos de su
farmacología y su capacidad de adaptación a medios naturales a veces muy
hostiles.
En la capital del virreinato y en otras de las principales ciudades destacaron
varios personajes, sobre todo en la creación literaria y en la preparación de
obras históricas y de otros contenidos. Pueden mencionarse, para la primera
mitad del siglo XVII, entre otros, a Juan Suárez de Peralta, quien, además de
escribir una crónica de Nueva España, hizo imprimir un Tratado de la
caballería de la jineta y de la brida; el franciscano Juan de Torquemada, autor
de la magna crónica de crónicas que intituló Monarquía indiana; el
dramaturgo de fama internacional Juan Ruiz de Alarcón; la también conocida
mundialmente Sor Juana Inés de la Cruz; así como el ingeniero y cosmógrafo
Enrico Martínez. A lo largo de esa centuria, se fueron fundando numerosos
centros de altos estudios, conocidos como colegios, al cargo de varias
órdenes religiosas, principalmente de la Compañía de Jesús. Varios de los
colegios así fundados en ciudades como Puebla, Guadalajara, Valladolid,
Oaxaca y Mérida se convirtieron más tarde en universidades.
Desde la segunda mitad del siglo XVII y, sobre todo, durante el siglo XVIII, en
la arquitectura, la música, la literatura y otras artes se dejó sentir la eclosión
vigorosa del arte barroco. Éste tuvo en México una fisonomía propia e
inconfundible. Numerosas iglesias y palacios dan fe del esplendor barroco.
Asimismo no pocas composiciones musicales que se han descubierto en los
archivos catedralicios de varios lugares y en algunos conservatorios, como el
de Las Rosas, en Valladolid de Michoacán (la actual Morelia). A la par que se
siguió cultivando la literatura y la historia, como en el caso de Carlos
Sigüenza y Góngora y otros muchos, los jesuitas en sus colegios fomentaron
la introducción de la filosofía moderna y el estudio de las ciencias. Ello marcó
un período de nuevas transformaciones. Bajo el reinado de los Borbones y en
particular durante el de Carlos III, no obstante la expulsión decretada por él
de los jesuitas, se erigieron nuevos centros de estudio e investigación. Como
símbolo y resumen de lo que entonces se alcanzó pueden mencionarse los
nombres del científico, antiguo alumno de los jesuitas, José Antonio de Alzate.
Célebre como matemático, físico y cartógrafo, dirigió también un semanario
intitulado Diario Literario de México, realizó trabajos astronómicos y
meteorológicos, hizo algunas excavaciones arqueológicas y fue reconocido
como miembro de la Academia de Ciencias de París y del Real Jardín Botánico
de Madrid. Contemporáneos suyos fueron los científicos españoles, que
trabajaron por algún tiempo en México, Fausto Elhúyar y Lubice, descubridor
del volframio (tungsteno), y Andrés Manuel del Río, que abrió el primer curso
de mineralogía en el Real Seminario de Minería (también llamado Colegio de
Minería) y fue el descubridor del vanadio. El Colegio de Minería, cuyo edificio
(conocido como el Palacio de Minería) fue diseñado y construido por el
arquitecto y escultor Manuel Tolsá, abrió sus puertas en 1813. Baste con decir
acerca de él que, algunos años más tarde, cuando Alexander Von Humboldt
estuvo en la ciudad de México, mostró su gran admiración por cuanto allí se
investigaba y enseñaba. El Colegio apareció así a sus ojos como realización
emblemática de lo que era la cultura novohispana a principios del siglo XIX,
es decir, en vísperas de la emancipación de aquellos territorios respecto de la
dominación española.

CONSOLIDACION DE LAS ESTRUCTURAS DEL VIRREINALES.

 AI convertirse en metrópoli de un imperio colonial, España empezó a


experimentar cambios importantes en su propia realidad interna. La
explotación de sus posesiones indias les rindió prontos y cuantiosos
beneficios, pero al mismo tiempo provocó una serie de fenómenos
económicos y sociales que repercutieron gravemente en el futuro
desarrollo del imperio. La expansión colonial en América puso a prueba
la capacidad de España para transformar en una riqueza perdurable los
bienes que extraían de sus colonias. La plata americana que pareció ser
el símbolo del esplendor del imperio, fue un elemento que desequilibró la
economía nacional y causó una inflación incontenible. AI finalizar el siglo,
se habían dado las condiciones necesarias para que el país se precipitara
en la decadencia
SOCIEDAD NOVOHISPANO.
Como ya se ha mencionado, la campaña de penetración y conquista dio lugar
a la formación de una nueva entidad colonial, dependiente de la corona
española. La colonia recibió desde sus inicios el nombre de Nueva España.

La colonia quedó inicialmente bajo el gobierno de los mismo conquistadores


Recapitulando, en 1519, los miembros de la hueste eligieron en Veracruz a sus propias
autoridades municipales y que éstas a su vez, nombraron a Cortés capitán
general. Se creó más tarde el ayuntamiento de la ciudad de México y los de las
otras villas de españoles que se fueron fundando.

En 1522, Cortés actuó, por designación real. como gobernador y capitán


general de la Nueva España. Fue hasta 1524 cuando el pleito entre Cortés y
Diego Velázquez, se resolvió dando el fallo en favor del primero. al que sólo se
le impuso la obligación de entregar a su antiguo jefe la cuota de ganancia que
a éste correspondía como socio que había sido de la empresa conquistadora.
Ningún reclamo jurisdiccional sobre la Nueva España pudo hacer en lo sucesivo
el gobernador de Cuba.

En un inicio, Cortés estableció la sede de su gobierno en Coyoacán.


Posteriormente la trasladó a la ciudad de México, convirtiéndola en la capital
de la naciente colonia.

La nueva urbe se edificó sobre las ruinas de la ciudad prehispánica y conservó


la traza de la ciudad indígena. Con respecto a la distribución de ésta, los
principales edificios públicos y las casas particulares de los conquistadores
quedaron ubicados en el centro de la ciudad, mientras que la población
indígena fue desplazada a las zonas periféricas.

Cortés duró en el gobierno hasta el 22 de octubre de 1524. y durante su


mandato realizó lo siguiente:
 Expandió el territorio colonial.
 Fortaleció el territorio conquistado.
 Repartió encomiendas y mercedes de tierra.
 Introdujo desconocidas semillas y frutos. así como cultivos a
instrumentos técnicos al Nuevo Mundo.
 Reglamentó varios aspectos de la vida política: introdujo el papel de los
alcaldes y caciques principales (nombrados por él).

El viaje de Cortés a las Hibueras y la administración de los oficiales


reales

Pronto se pusieron de manifiesto los graves inconvenientes que había en el


hecho de que gobernara en la colonia, gente que sintiera preferencia por los
participantes en las campañas de conquista para la repartición de la riqueza.
Desde los inicios de la colonia, se había acusado a Cortés de aprovechar su
puesto de mando para enriquecerse él y favorecer a sus parciales, en prejuicio
de los demás veteranos de la hueste (sobre todo antiguos Velazquistas), y en
perjuicio de los intereses del rey.

No hay que olvidar que durante el gobierno de Cortés se extendió el territorio


colonizado. A una de estas expediciones, a la de las Hibueras (Honduras), fue
enviado Cristóbal de Olid. sin embargo, éste se rebeló a hizo alianza con Diego
Velázquez. Cortés al darse cuenta de la traición, envió al capitán Francisco de
las Casas quien apresó a Olid para posteriormente ejecutarlo.

AI no recibir noticias del capitán de las Casas, Cortés organizó una expedición
a las Hibueras, llevando en esta expedición al señor mexica Cuauhtémoc por
terror a que se rebelara durante su ausencia (y en un sitio llamado Izancánac.
Cortés mandó ahorcar al caudillo mexica y a los señores de Tetzcoco y
Tlacopan, a quienes les hizo el cargo de estar promoviendo una insurrección
indígena en contra de los españoles). Mientras tanto, dejó como substituto del
gobierno al tesorero Alonso de Estrada, al contador Rodrigo de Albornoz y al
licenciado Alfonso Zuazo.

El gobierno de los Oficiales Reales se presentó al tiempo en que Cortés había


viajado a las Hibueras: entonces fue cuando comenzó a darse entre los
substitutos divisiones por la lucha del poder, situación que fue aprovechada
por Francisco de Salazar y el veedor (inspector) Pedro Almíndez Chirinos,
quienes les destituyeron y ocuparon sus cargos.

El gobierno de Salazar y Chirinos se caracterizó por los desaciertos,


persecuciones y abusos, llegando a provocar una lucha política que estuvo a
punto de degenerar en guerra civil. En enero de 1526 los partidarios de Cortés
recuperaron el poder y lo retuvieron hasta el regreso del gobernador.
Cambios en el gobierno de la Nueva España: la Primera y la Segunda
Audiencias

Los informes recibidos en la corte española acerca de todo lo que sucedía en la


Nueva España. hicieron pensar en la necesidad de introducir reformas
radicales en el régimen de gobierno local: la primera medida de control
consistió en el envió de un funcionario real, al que se le confirieron amplios
poderes para destituir a Cortés y someterlo a juicio de residencia.

La corona empleaba estos juicios como un recurso para sancionar la actuación


pública de los funcionarios de alta jerarquía. Durante dichos juicios. los
agraviados declaraban. así como aquellos que tuvieran algo que decir en su
favor. Con base en tales declaraciones, el Consejo de Indias dictaba la
sentencia y ordenaba la ejecución de las penas.

El juicio de residencia de Cortés se llevó hasta 1527, ya que en aquella ocasión


el juez comisionado para ello murió al poco tiempo de haber llegado a la
Nueva España.

La finalidad de implantar la Real Audiencia en la Nueva España, fue la de


concentrar la autoridad en un órgano de gobierno que fuera capaz de ejecutar
la política monárquica y además sirviera para contrarrestar el poder de los
conquistadores. Sólo mediante un instrumento burocrático firmemente
controlado desde la metrópoli podía evitarse que la Nueva España terminara
convirtiéndose en un feudo señoreado por los caudillos de la conquista y
sustrayendo el dominio del rey.

La primera audiencia fue un rotundo fracaso, ya que sus miembros cayeron en


las mismas viciadas prácticas que se trataban de corregir, instaurando un
gobierno tiránico. El presidente y los oidores omitieron muchas de las
instrucciones que se les había dado y no procuraron otra cosa sino ejercer
despóticamente su autoridad y mejorar a costa de los indios.

El obispo Fray Juan de Zumárraga (quien ostentaba el título de defensor de los


indios), alertó al Consejo de Indias, a través de una carta, donde exponía la
situación por la que pasaba la Nueva España. Fue en ese tiempo, cuando se
tomó la determinación de cambiar una vez más de régimen de gobierno,
decidiéndose establecer un virreinato.

Elegir a la persona idónea para recibir la investidura de virrey y acordar las


condiciones bajo las cuales se haría cargo del gobierno fueron tareas que se
llevaron todavía varios años; por lo que para resolver la situación de la colonia.
se acordó relevar de sus cargos a los miembros de la primera audiencia y
nombrar, a otras personas que se consideraron que serían leales al monarca y
capaces de resistir a la seducción del poder y el enriquecimiento personal.

La segunda audiencia estuvo integrada por el obispo de Santo Domingo;


Sebastián Ramírez de Fuenleal y entre sus oidores, al clérigo Vasco de Quiroga.
En poco tiempo, lograron imponer el orden en el país. así como el de crear las
condiciones favorables para la implantación de un virreinato.

Cambios en el gobierno de la Nueva España: la creación del virreinato

Virrey significa etimológicamente "en lugar del rey". El funcionario designado


debía hacer las veces de soberano; siempre en función de la voluntad de éste.
La Creación del virreinato fue una medida consecuente en la política de
afianzamiento del poder real.

En abril de 1535, el rey Carlos V, nombró a Antonio de Mendoza como titular


del primer virreinato instituido en la Nueva España. Este era miembro de una
familia perteneciente a la más alta nobleza castellana. A finales de septiembre
del mismo año desembarcó en el puerto de Veracruz, donde pasó a la capital
para dar inicio a su gestión. Se le encomendaba continuar con algunas tareas
que ya se venían realizando:

• Completar un censo de población.


• Regular el tributo que pagaban los indios.
• Se le instruyó sobre la concesión de encomiendas, los trabajos de
evangelización y el trato que debía de darse a los nativos.

Las funciones que ejercieron los virreyes. se relacionaban prácticamente con


todos los aspectos de la administración colonial. además de que debían
mantener informado al rey de lo que pasaba en la Nueva España:

Puestos que debía ejercer el virrey Funciones que debía ejercer el


virrey
• Jefe supremo de la administración. • Nombraba a las autoridades
• Capitán general. regionales.
• Gobernador de la Nueva España. • Otorgaba mercedes de tierras
• Presidente de la Audiencia de como recompensa por servicios
México. prestados.
• Vicepatronato de la Iglesia. • Hacía construir obras públicas.
• Superintendente de la Real • Ejecutaba las acciones de la Real
Hacienda. Audiencia.
• Vigilaba la cobranza de las rentas
reales.
• Ordenaba la acuñación de
moneda.
• Tenía el mando supremo del
ejército.

La Audiencia de México cumplía con una doble función:

• Se constituyó como la máxima instancia judicial de la Nueva España.


• Actuó como un cuerpo asesor del virrey en asuntos administrativos y
militares

Estaba compuesta por el virrey (presidente), ocho oidores, cuatro alcaldes de


crimen, dos fiscales, un alguacil mayor, un teniente de canciller, un escribano
de cámara y varios relatores. En cuanto a la administración de justicia, se
trataban separadamente los asuntos de orden civil y los de orden penal.

El gobierno de Antonio de Mendoza perduró durante quince años, lo que hace


de su período administrativo el más largo de toda la época colonial. Entre
algunos virreyes del siglo XVI, encontramos a Luis de Velasco, Gastón de
Peralta, Martín Enríquez de Almanza y Lorenzo Suárez de Mendoza, entre otros.

La expansión del núcleo colonial

A partir de 1519 hasta los años que siguieron a la caída de


México-Tenochtitlan, los españoles tuvieron oportunidad de recorrer una vasta
región continental; par lo que una vez vencido el pueblo azteca y asegurado el
dominio español en varios sitios estratégicos como Veracruz y la región de los
lagos centrales se intensificaron las campañas de exploración.

Dichas expediciones se realizaron hacia rumbos distintos. Cristóbal de Olid


visitó Michoacán; otros llegaron a las provincias costeras de occidente y el sur
como Juan Álvarez Chico y Alonso de Avalos que penetraron en Colima:
Francisco Cortés exploró Nayarit: Pedro de Alvarado llegó hasta Tehuantepec,
además de emprender la conquista de Guatemala: Garay viajó al Panuco y
fundó la villa de Victoria Garayana.
Como ya se ha mencionado en temas anteriores. una de las expediciones fue
la que condujo Cortés rumbo a las Hibueras. cuyo propósito era buscar un
estrecho que uniera las aguas del Atlántico con las del Pacífico.

Para los recién llegados y para aquellos que no habían obtenido la ganancia
esperada con la colonización de México, participar en una nueva conquista
tenía como expectativa principal la de obtener encomiendas Por tanto. estos
nuevos conquistadores, se lanzaron a explorar las regiones aún desconocidas.
con la esperanza de hallar pueblos igual o más ricos que los ya descubiertos.

Fue durante la época de la primera audiencia cuando se inició realmente el


poblamiento español en los territorios que habitaban los purépechas o
tarascos. El dirigente de dicho movimiento expansivo fue Nuño de Guzmán. El
objetivo inmediato era saquear Michoacán, donde se suponía, la existencia de
ricos tesoros que guardaban ocultos los señores locales. Posteriormente se
pretendía conquistar las tierras que habitaban los grupos genéricamente
llamados chichimecas.

Ésta es considerada como una de las expediciones más cruentas de la época


de la conquista. En Tzintzuntzan, Nuño de Guzmán mandó a dar tormento a
Tangaxoán, el gobernante purépecha, para obligarlo a entregar el oro que
supuestamente escondía.

Los expedicionarios invadieron luego Jalisco, dejando a su paso una huella de


muerte y destrucción. Un grupo se internó hasta Zacatecas. de donde volvió
apresuradamente por no haber hallado poblados ni abastecimientos.
Posteriormente, la columna avanzó por territorios de Nayarit y, después de
fundar allí la villa del Espíritu Santo (mas tarde Compostela), llegó finalmente a
Sinaloa. En aquella apartada región fundó otra villa: San Miguel de Culiacán.
Un grupo de avanzada atravesó la Sierra Madre y recorrió las llanuras de
Durango. sin embargo la expedición volvió a Culiacán.

Un número indescifrable de indígenas perecieron a manos de los


conquistadores. Machos cayeron en encuentros frontales; y otros más fueron
muertos o mutilados aún cuando permanecieron en actitud pacífica. Bajo
pretexto de rebeldía, los vencidos fueron reducidos a esclavitud o, en el mejor
de los casos, repartidos en encomienda.

Los territorios conquistados por Nuño, recibieron el nombre oficial de Nueva


Galicia; éste permaneció en dicho reino, hasta que fue llamado de la ciudad de
México para someterse a juicio de residencia. Años después de haber
abandonado el reino, en 1541, se rebelaron los indios cazcanes, que habitaban
en Jalisco y Zacatecas. Esta guerra, llamada del Mixton, mostró la capacidad
combativa de los indios fronterizos y fue un anuncio de lo que podía ocurrir en
caso de nuevos avances hacia el norte.
En el año de 1536 arribaron a Culiacán, procedentes del norte, Alvar Núñez
Cabeza de Vaca y tres compañeros suyos. Estos habían llegado ocho años
antes a Florida en una expedición, quedando como los únicos sobrevivientes
de aquel grupo español. Alvar manifestó la existencia de grandes ciudades en
la región del norte. En su búsqueda, salieron dos expediciones:

• En 1539, la de Fray Marcos de Niza. !a cual llegó hasta Nuevo México.

• Y en 1540-1542, la de Francisco Vázquez Coronado. que se internó hasta


la región de Kansas.

Sin embargo, ninguna de éstas logró extender las fronteras de la colonia.

Otra de las expediciones que atrajo a los conquistadores fue la de por vía
marítima. Cortés fue el primero que envió gente suya a navegar en busca de
nuevas tierras insulares o continentales. Por tanto, salieron dos expediciones
sucesivas: una de las embarcaciones de la segunda expedición llegó a las
costas de la península de California, la que se tuvo entonces por una inmensa
isla. El hallazgo en ese lugar, de placeres perleros, incitó al propio Cortés a
encabezar personalmente la siguiente expedición.

Hacia 1535. Cortés arribó a las costas de California con la intención de fundar
allí una colonia. Este proyecto fracasó. ya que el abastecer de provisiones a los
pobladores era de gran dificultad. Las condiciones geográficas de la región (la
aridez del suelo peninsular), así como el hecho de que la población nativa no
tuviera conocimiento de la agricultura, obligaba a transportar las provisiones
desde los puertos de tierra firme.

Nuevos viajes se hicieron a California con el propósito de poblarla. pare así


proteger la ruta de los navíos de Filipinas. amenazados constantemente por los
corsarios ingleses. Las expediciones de Juan Rodríguez Cabrillo (1542 y de
Sebastián Vizcaíno (1596 y 1602), demarcaron parte de los litorales de
California peninsular, que después se llamó Alta California.

A los españoles también se les dificultó el acceso y el establecimiento en la


zona peninsular de Yucatán. En esta región, ocuparon posiciones estratégicas y
fundaron varios centros de población, desde donde se ejerció gran poderío
sobre las numerosas comunidades indígenas. Pero no fue hasta finales de
1527, cuando el ejército español, bajo la dirección de Francisco de Montejo,
hizo una entrada con fines de conquista y poblamiento de dicha península.

Veinticinco años después de la caída de México-Tenochtitlan. la ocupación


española no había podido extenderse más allá de las fronteras septentrionales
del mundo mesoaméricano.
Lo anterior se explica de la siguiente manera: el español necesitaba de indios
que tuviesen una organización social y económica capaz de redituarles
beneficios: el grado de desarrollo de las comunidades indígenas de
Mesoamérica favoreció el establecimiento de las nuevas relaciones sociales de
producción que habrían de caracterizar al régimen colonial, lo que no lo
permitieron otras zonas del continente. Por ejemplo los españoles al recibir una
encomienda y con ella el beneficio del trabajo comunal de los indios,
aprovechaban la capacidad productiva que ya había desarrollado la respectiva
comunidad.

Fue difícil incorporar a los grupos nómadas del norte a tal sistema de
explotación. Sus características formas de vida y su capacidad para eludir el
contacto dificultaba de modo case insuperable su sometimiento al régimen de
encomienda.

Ningún establecimiento español logró perdurar en las regiones de California


hasta antes de 1697, a pesar de haberse hecho intentos de colonización Fue
cuando un pequeño grupo de misioneros jesuitas consiguió al establecimiento
de las primeras misiones que subsistieron en tierras peninsulares.

Los jesuitas fueron también elemento decisivo para la ocupación española de


Sinaloa, Sonora y parte de Arizona. El movimiento fue lento pero
ininterrumpido. Avanzaron hacia el norte, dejando a su paso una larga cadena
de establecimientos misionales (tanto en la planicie costera como en la Sierra
Madre Occidental). Gradualmente los movimientos de expansión siguieron un
patrón fijo los misioneros penetraban en nuevos territorios establecían
contacto con los indios, organizaban a éstos en centros misionales y, como
resultado de esta labor creaban condiciones favorables para la ulterior
colonización civil.

La conquista de los radios Pueblos se inició en los últimos años del siglo XVI
Los indios Pueblos a diferencia de los demás grupos del norte. llevaban una
vida sedentaria lo que simplificó el trabajo de !os misioneros ya que !o único
que hicieron fue introducirse en las comunidades existentes, buscando influir
en ellas pero sin tratar de alterar su organización socioeconómica tradicional.

A finales del siglo XVI. los colonos franceses se establecieron en la


desembocadura del río Mississippi; posteriormente lograron adueñarse de esta
zona a la que se les dio el nombre de Luisiana. Los españoles se conformaron
con ocupar Texas. más que nada para impedir una posible invasión francesa.
Por primera vez en la histórica, la frontera de la Nueva España colindaba con
posesiones coloniales de una potencia europea.

El nuevo orden económico y social

Dos tipos de valores económicos fueron objeto de repartimiento entre los


miembros del grupo conquistador: la riqueza móvil (bienes muebles) y la
riqueza inmóvil o estable (inmuebles).

• La riqueza móvil. Estaba constituida por objetos de valor de los que se


apoderaban en calidad de botín en el curso de la acción de una guerra o al
finalizar ésta, se encontraba constituida generalmente por piedras y metales
preciosos. Los beneficiarios eran exclusivamente el rey. los conquistadores y
los inversionistas que aportaban sus recursos. El criterio para distribuir la
riqueza se basaba principalmente en la cuantía de la inversión hecha y en
segundo término, en el mérito de la participación militar. Los indios declarados
como esclavos pasaban a ser propiedad de los conquistadores (éstos, primero
se concentraban en algún lugar, para luego rematarlos en una subasta pública
entre los colonizadores. Lo que se pagaba por los esclavos ingresaba a las
áreas reales.

• La riqueza inmóvil o estable, consistió en repartir a los particulares una


porción significativa de las fuentes básicas de la riqueza potencial de la recién
edificada colonia: tierras cultivables, minas y tributos de los indios. Esto era un
estímulo económico para asegurar la permanencia de los soldados en las
tierras ganadas y propiciar la inmigración de otros pobladores. También fueron
los cargos públicos. El reparto de estas fuentes de riqueza de carácter
perdurable se hizo en función de los servicios meritorios que cada individuo
había hecho en favor del rey. La corona hizo también partícipes del reparto a
los nuevos pobladores, reconociendo en ellos el mérito de haberse avecinado
en la colonia y estar dispuestos a procurar su defensa y desarrollo.

La encomienda

Una de las mayores ambiciones de los conquistadores era recibir indios en


encomienda. De este modo, se beneficiaban con el pago de los tributos de los
pueblos nativos y al mismo tiempo aseguraban una posición de privilegio
político y social.

La instauración de la encomienda en las islas Antillanas permitió conocer


algunos de los resultados desastrosos de ésta. Los excesos de los
encomenderos de las islas fueron, desde un principio tan patentes, que no
faltaron personas que los denunciaran a hicieran ver los peligros que
amenazarían la propia sobrevivencia de los indios de continuar con aquel
sistema de explotación. Un claro ejemplo fue fray Antonio de Montesinos quien
condenó duramente a los encomendaderos de Santo Domingo y los amenazó
con negarles la comunión si no liberaban a los indios que tenían a su servicio.

Hacia 1520, Carlos V declaró en varias cédulas reales que los indios debían
tenerse por hombres libres y ordenó que no se hicieran nuevas
encomendaciones. AI fundarse la Nueva España, las disposiciones de la Coruña
se encontraban vigentes. No obstante, Cortés dio principio al repartimiento de
indios sin haberlo consultado con el rey, y se justificó diciendo, en su tercera
carta de relación, que sin este incentivo, los colonizadores se negaban a
quedarse en las tierras conquistadas y defender así lo ganado.

El mandatario español juzgó los repartos hechos por Cortés como una
insubordinación a las disposiciones irrefutables dadas con anterioridad. Hacia
1523, después de haber examinado el caso, el rey reafirmó la prohibición de
repartir a los naturales entre los colonos de la Nueva España. Sin embargo,
esta cuestión no podía resolverse con una simple orden, por más que ésta
viniera del mismo monarca. Los conquistadores representaban una fuerza que
no podía menospreciarse, ya que su permanencia en la Nueva España
resultaba indispensable para la conservación de la colonia. Los colonos
novohispanos no se dieron por vencidos y pugnaron porque la corona cambiara
el criterio que estaba sosteniendo y aceptara la implantación generalizada de
la encomienda.

LA LEY DE INDIAS.
Conjunto de leyes dictadas por España para la América hispana.
Durante los tres siglos de vida colonial, los virreinatos americanos
dependientes de España se rigieron por un conjunto de leyes que se fueron
adaptando a la compleja realidad para la que en la mayoría de los casos no
existían precedentes. Estaba formado por las normas procedentes del Derecho
de Castilla, que actuaba como base jurídica fundamental, las específicas de
Indias y aquellas procedentes del Derecho Indígena que fueron introducidas
por su utilidad en las relaciones con la población autóctona, como las que
trataban sobre los sistemas del cacicazgo o el ayllu, que afectaban a los
sistemas de parentesco y de herencia. El Derecho Indiano estuvo formado por
las leyes y los numerosos documentos jurídicos que generó su aplicación,
gestionados por una compleja burocracia que funcionó tanto desde la
metrópoli como desde las diferentes sedes administrativas americanas.

Creación del Derecho Indiano


El Consejo de Indias y las secretarías de Estado dieron salida, tras las
correspondientes consultas al rey, a un gran número de decretos, órdenes,
autos, instrucciones, cédulas y provisiones como instrumentos legales que
sirvieron para reglamentar el gobierno de las provincias americanas. Todas
estas disposiciones quedaron reflejadas en los libros de registro que se fueron
multiplicando en relación con su contenido general o específico, ya que los
documentos originales eran enviados directamente a las autoridades o a las
personas implicadas en el tema. Los libros generales se iniciaron en 1492 y
estuvieron activos hasta 1717, con una breve interrupción de 1505 a 1509.
Posteriormente se fueron abriendo nuevos libros relacionados con la Casa de
Contratación de Sevilla, áreas concretas de América, como Nueva España,
Perú o Río de la Plata, entre otros, y materias específicas. Se calcula que las
disposiciones dictadas durante este período superan el millón y fueron
recogidas en cerca de dos mil libros.
El volumen y la diversidad de este conjunto legal en permanente aumento
creó numerosas dificultades a las autoridades para su puesta en práctica. A
mediados del siglo XVI, cuando el establecimiento en el continente abarcaba
una extensión insospechada treinta años antes, las normas de diferente
rango se superponían unas a otras sin que los encargados de su
cumplimiento dispusieran de los repertorios legales imprescindibles para su
trabajo. Las polémicas Leyes Nuevas de 1542 habían sido publicadas en su
momento con el título de Leyes y Ordenanzas nuevamente hechas por su
Magestad para la gobernación de las Indias y buen tratamiento y
conservación de los indios, pero al poco tiempo fueron derogadas
parcialmente y de forma desigual en los diferentes virreinatos, a causa de los
duros enfrentamientos con los encomenderos.
En 1563 se publicó en México la obra del oidor de la Audiencia Vasco de Puga
que es conocida como Cedulario de Puga, en la que se reunieron un conjunto
de disposiciones que afectaban a la Nueva España, dictadas entre 1525 y
1563.
En la metrópoli, el Consejo de Indias inició la tarea de recopilación a partir de
1562. Entre 1570 y 1574 Juan de Ovando actuó como Presidente del Consejo
y dedicó gran parte de su trabajo a la elaboración del Libro de la gobernación
espiritual y temporal de las Indias, que en realidad era un índice con el que
su autor intentaba poner orden y facilitar la consulta de los instrumentos
legislativos. Ovando había sido encargado por Felipe II de inspeccionar el
funcionamiento del Consejo de Indias años antes y había detectado con
claridad las dificultades de su funcionamiento. Tras la muerte de Ovando esta
labor quedó interrumpida hasta 1582 en que Diego de Encinas se hizo cargo
de un trabajo de carácter más reducido, de uso específico del Consejo, que
apareció en 1596 y que es conocido como el Cedulario de Encinas. La
selección de las leyes reunidas en él no tuvo el rigor del anterior ni supuso
una necesaria puesta al día del cuerpo legislativo pero fue usado tanto en
España como en los virreinatos durante mucho tiempo.

Las Recopilaciones indianas


El mayor esfuerzo de clarificación de toda esta normativa fue el llevado a
cabo por Antonio de León Pinelo y Juan de Solórzano Pereira, que culminó con
la publicación en 1680 de la Recopilación de leyes de los reinos de las Indias
en la que se seleccionaron aquellas que continuaban en vigor. Inicialmente el
trabajo fue encargado a Diego de Zorrilla quien lo realizó entre 1603 y 1609
dejándolo de nuevo incompleto y sin publicar. Esta recopilación fue
sancionada por Carlos II el 18 de mayo de 1680 y está formada por nueve
libros, divididos en cuatro volúmenes, que contienen 6.385 leyes agrupadas
en 218 títulos. Esta obra tuvo una tirada de 3.500 ejemplares y se reeditó en
1759, 1774, 1791, 1841 y 1889-90.
Su contenido abarcó todos los aspectos relacionados con la vida colonial,
incluidos los religiosos. El primer libro reunió toda la normativa sobre el
acceso a los cargos eclesiásticos, el funcionamiento del Tribunal de la
Inquisición, la distribución de las limosnas y el control de la importación de
libros, entre otras disposiciones. De los ocho restantes, uno de ellos, el sexto,
estuvo dedicado específicamente a todo lo relacionado con la población
indígena: la condición del indio, su reducción, los servicios y tributos que
tenía que prestar y el trato que debía recibir de las autoridades. La compleja
estructura política y administrativa quedó reflejada en siete libros que
reunieron las leyes que afectaban a la formación de las instituciones de
gobierno y sus cargos, la defensa de las colonias, la formación de las
ciudades, el comercio, la composición de la sociedad y el papel que debía
desempeñar cada grupo, los tributos y su distribución y la administración de
la justicia, entre muchos otros.
El cumplimiento de esta legislación por las autoridades virreinales siempre
estuvo dificultado por un desconocimiento real de la normativa vigente en
cada caso, a causa de la falta de los repertorios legales y de una complejidad
que se reflejaba en la existencia de disposiciones contradictorias. También
influyó de forma negativa el tiempo que se tardaba en resolver los asuntos
que debían pasar por una larga, lenta y centralista burocracia antes de recibir
las resoluciones precisas. El envío de la documentación de cualquier asunto a
la metrópoli para ser resuelto por el rey, tras los informes del Consejo de
Indias y su devolución al punto de origen, podía tardar aproximadamente un
año.
Las autoridades locales también tuvieron que adaptarse a las necesidades
concretas del medio en el que ejercían su gobierno, desconocidas en la
mayoría de los casos por los legisladores que dictaban normas generales en
muchas ocasiones, difíciles de aplicar a la múltiple realidad americana. La
capacidad de adaptación de estas autoridades, sin contravenir directamente
las órdenes reales, dio lugar a un repetido incumplimiento de una legislación
que en la teoría permitía ejercer un poder controlador pero que en la realidad
no respondía a ello. El mayor esfuerzo realizado por la Corona para retomar el
tema se llevó a cabo durante el siglo XVIII, con una reorganización de la
Administración a partir de los informes, que hablaban de un incumplimiento
generalizado en todos los terrenos.
Una forma de fiscalizar la aplicación de las leyes por las máximas autoridades
era a través de los informes oficiales que los virreyes tenían que entregar
sobre su actuación. A esta documentación se sumaban las inspecciones que,
con el nombre de 'visita', podían recibir durante su gobierno.
LOS PUEBLOS DE INDIOS Y LAS CIUDADES ESPAÑOLAS.

La base de la sociedad novohispana se formó sobre dos grupos étnicos: el que


constituían los antiguos pobladores de los territorios conquistados, es decir, la
población autóctona, y el de los inmigrantes de origen europeo. Más tarde un
tercer grupo étnico se incorporó a la sociedad novohispana: el de los negros
traídos del continente africano en calidad de esclavos.

AI paso del tiempo, cambios cuantitativos importantes se registraron en


relación a estos grupos de origen.

AI concluir el siglo XVI, los indios que vivían en la Nueva España no rebasaba el
millón y medio. Esta espeluznante despoblación se debió a diversas causas:

• A las cruentas guerras de conquista.


• A las expediciones a tierras remotas a donde grandes contingentes de
indios fueron forzados a ir en compañía de los conquistadores.
• A la explotación que implicaron la esclavitud y la encomienda.
• A las varias desastrosas epidemias y las hambrunas.
• AI mestizaje de la población.

ESPAÑOLES INDÍGENAS NEGROS


PENINSULARES
Primeros • • Sumaba varios • Proporción
años de la Aproximadamente millones de relativamente
conquista más de 2 000 individuos escasa
hombres
Para 1570 • • No pasaba de • 20 000
Aproximadamente un millón individuos
más de 6 500
colonos

En un principio, la condición étnica fue un factor de diferenciación social. Ser


español equivalía a ocupar un lugar privilegiado dentro de la sociedad y tener
la oportunidad de obtener los servicios directa o indirectamente de las masas
trabajadoras indígenas o negras. Pertenecer al grupo indígena significaba estar
obligado a trabajar, individual o colectivamente, en beneficio del amo español.
Servir como esclavo era el destino ineludible de los negros.

Con la aparición de los nuevos grupos étnicos derivados del mestizaje


(indomestizos y afromestizos), el panorama cambió en forma esquemática.
Estos nuevos grupos tuvieron que superar una serie de obstáculos para
conseguir ubicarse dentro del sistema social colonial. Los indomestizos o
mestizos (empezaron a crecer con rapidez) seguido eran rechazados por las
comunidades indígenas, y por lo regular casi nunca aceptados como miembros
del grupo español. La gran mayoría tuvo que buscar acomodo entre las masas
miserables de las ciudades o en las empresas mineras o agrícolas alejadas. Los
afromestizos no estuvieron sujetos a esclavitud, se hallaban en situación
similar y también ellos tendieron a retirarse a zonas marginales.

A su vez, la minoría blanca estaba dividida en dos grupos antagónicos: los


nacidos en la península, llamados "gachupines", y los nacidos en tierras
americanas, llamados "criollos". Ante la ley ambos eran considerados
españoles y componían una sola República; la realidad era que existía una
profunda brecha entre ambos, pues los peninsulares eran los privilegiados y los
que obtenían empleos más distinguidos. Los criollos reaccionaron ante
semejantes actitudes, con extrema violencia, adoptando varias formas
intelectuales (buscaron una identidad con el propio suelo donde habían
nacido).

Los mestizos, al ser un grupo desfavorecido por la legislación aprovechaban, a


la hora del registro en las parroquias, la facilidad que tenían para ocultar su
condición étnica (ésta dependía del color del mestizo) a incorporarse al grupo
de españoles o al de los indios.

Los esclavos negros, producto de mezclas con otros grupos, prácticamente se


confundían con los indomestizos.

Aparentemente la recuperación de la población indígena se inició alrededor de


1630-1640.

Economía

Los acontecimientos económicos, sociales, políticos y culturales del siglo XVII,


forman parte de los procesos de integración de nuestro país y de lo que hemos
llamado nuestra realidad mestiza.

Una de las primeras formas de captación de fuerza de trabajo fue la esclavitud


indígena, sin embargo, ésta quedó prohibida en las Leyes nuevas, por lo que
en la segunda mitad del siglo XVI tendió a desaparecer. Debido a que esta
institución contribuyó a la extinción de los indígenas tuvo que ser sustituida
por otra práctica laboral.

Posteriormente se implantó el régimen de la encomienda, sistema indirecto de


explotación. Este servicio no se retribuía con un salario. A finales del siglo XVII
la encomienda se debilita y con ella uno de los sueños de los colonizadores: la
instauración de la nobleza mediante el señorío privado sobre los indios.

En sustitución de la anterior, se crearon dos formas de relación laboral que se


distinguen por la presencia de un nuevo elemento: el salario.

• Repartimiento o Cuatéquitl. Donde cada comunidad indígena sujeta a


repartimiento debía destinar semanalmente un grupo de peones para las
labores en las minas, haciendas agrícolas o construcciones públicas. Una vez
cumplidas sus faenas, los indios jornaleros recibían su pago y retornaban a su
pueblo para que otros miembros de la comunidad salieran luego a cumplir su
función. Las cuadrillas debían estar formadas por el cuatro por ciento de los
varones aptos para el trabajo, pero en ocasiones, como en la época de
cosecha, el número de trabajadores era mayor. El repartimiento puede
definirse como un sistema de trabajo forzoso asalariado (el trabajo era
excesivo y la paga insignificante), que se prestó a muchos abusos, por lo que
fue abolido por orden del rey en diversas fechas del primer tercio del siglo XVII,
aunque en realidad se siguió practicando de manera restringida en algunas
zonas del virreinato.

• Trabajo libre asalariado. Este sistema de trabajo prevaleció en las


zonas mineras del norte del país. El que un indio llegara a ser un trabajador
libre asalariado implicaba normalmente su separación de la comunidad de
origen y su creciente alejamiento de las tradiciones culturales indígenas.

Cuando se prohíbe el sistema de repartimiento, los españoles y criollos se ven


obligados a intervenir directamente en las actividades productivas. Así surge
un sistema nuevo cuyo eje es la hacienda.

La hacienda era una propiedad de tierra de producción amplia y diversificada


(agrícola, ganadera, industrial o minera), cuyo rasgo más importante fue el de
la autosuficiencia (la eficacia y perdurabilidad de dicho método radicaba en
este último rasgo). La productividad llegaba a intensificarse cuando los
mercados locales o internacionales se abrían, pero cuando se cerraba el
comercio, la hacienda se limitaba a su autoabasto. La principal dificultad que
presentaron las haciendas se centró en la mano de obra reducida por el
desplome demográfico indígena. Los hacendados se disputaban a los
trabajadores indios y mestizos y elucubraban medios para retenerlos. El
sistema que resultó más eficaz para inmovilizar a la mano de obra fue el
retener a los peones por las deudas que adquirían con los hacendados y que
resultaba imposible liberar. El endeudamiento de los trabajadores fue usado
hasta principios del siglo XX.

Cuando los conquistadores se establecieron en el Nuevo Mundo aprovecharon


las estructuras de producción ya existentes entre los pueblos nativos. Parte de
los bienes producidos por aquellos núcleos de población, constituidos
principalmente por productos agrícolas (maíz, frijol, algodón, cacao, etc.) y sus
producciones artesanales, fueron preservados a fin de obtener su beneficio
personal.

La conquista facilitó el camino para la pronta introducción de un conjunto de


elementos tecnológicos no conocidos o utilizados por los indios (ruedas,
arados. molinos, medios de transporte, etc.), de nuevos cultivos agrícolas
(trigo, caña de azúcar, lino, etc.), y de productos pecuarios (ganado caballar,
ovino, porcino, bovino). El conjunto de elementos tecnológicos de los europeos
permitió asimismo iniciar la explotación de ciertos recursos naturales que no
habían sido aprovechados económicamente por los nativos, como fue el caso
de los metales.

Desde el punto de vista interno, el desarrollo de las actividades económicas


contribuyó a la diferenciación regional.

Minería y comercio
Las labores de la minería funcionaban de forma similar al sistema de la
hacienda y al igual que ésta padeció el mismo problema de la escasez de
mano de obra.

Es en el siglo XVI cuando se descubren los primeros yacimientos minerales; sin


embargo, dicha actividad toma auge hasta el siglo XVII, cuando el eje de
expansión española fue la búsqueda de nuevos reales de minas.

Los trabajos mineros eran mejor remunerados en comparación con las


actividades agrícolas. En dicha forma de producción se empleó la estrategia
del "partido", es decir, se otorgaba al operario la mitad del mineral excedente,
en otras palabras, el que se obtuviera después de haber cumplido con la tares
o cuota.

La economía sufrió un descenso en el siglo XVII, contribuyendo para ello la


disminución del abastecimiento de azogue o mercurio. El descubrimiento de un
método para beneficiar la plata, mezclándola con azogue, había facilitado la
producción de ésta; sin embargo, la corona disminuyó la cuota de mercurio
para la Nueva España en beneficio del Perú, cuyas minas eran más
productivas.

Los descubrimientos de nuevas minas del norte, y el subsecuente poblamiento


en dichas regiones, intensificaron el tráfico comercial interno en la Nueva
España, debido a que se tenía que surtir de todo lo necesario a los nuevos
establecimientos.

La introducción de la colonia dentro de un sistema económico de carácter


internacional favoreció el desarrollo de la economía del país. La demanda de
los mercados europeos estimuló algunos ramos de la producción. Se
exportaron así productos agrícolas como el cacao y la vainilla, y también se
enviaron al mercado externo los tintes obtenidos del palo de Campeche, del
añil y de la cochinilla. En la minería, la plata fue la que se exportó.

El comercio exterior tenía dos vías:


España
Veracruz
Resto de Europa
Comercio Exterior
Filipinas
Acapulco
Asia

El sistema para la practica comercial era el de las flotas (grupos de navíos


protegidos por buques de guerra que realizaban un viaje anual).

El gobierno español obstaculizó el libre comercio de sus colonias hispanas, con


el objeto de proteger el comercio la industria española.
Para evitar la creación de una industria colonial, estableció una serie de
monopolios estatales, es decir, una lista de restricciones que controlaban la
fabricación de algunos productos. Esta política proteccionista de la Corona,
lejos de favorecer a España ocasionó su decadencia, pues fomentó el
contrabando, la salida de moneda y la piratería, que sirvieron para enriquecer
a otros países europeos.

LA IGLESIA Y EL REGIO PATRONATO


Como vimos en temas anteriores, una obligación que el Papa Alejandro VI
impuso a los reyes Católicos al hacerles la “donación” de las tierras
descubiertas por Colón fue la de extender en ellas la fe cristiana. En 1501, el
mismo pontífice, mediante el breve titulado Eximia devótionis, cedió a los
monarcas españoles los diezmos que hubiera de recaudar la Iglesia en el
mundo indiano, come una compensación económica que aligerara la carga de
las tareas de evangelización.

Un nuevo documento papal, la bula Universalis Ecclesia, expedida en 1508 por


Julio II, otorgó a la monarquía española el derecho del patronato sobre la
Iglesia de las Indias, es decir, la facultad que tendrían los soberanos de España
de fungir come protectores de la institución eclesiástica en América.

Lo anterior implicaba una serie de derechos y obligaciones para la corona:

Derechos Obligaciones
• Derecho de conceder • Sostenimiento a la
permisos institución
para la edificación de temples, eclesiástica.
conventos, y monumentos • Apoyo a la obra de
eclesiásticos. evangelización.
• Presentar candidatos para
proveer los cargos
eclesiásticos.
• Revisar sentencias dictadas
por los tribunales de la Iglesia.
• Autorizar la vigencia de las
disposiciones papales en la
colonias de España.

Con el propósito de propagar la fe cristiana entre los indios, arribaron a la


Nueva España gran cantidad de frailes y misioneros de distintas órdenes
religiosas. El sector laico de los cristianos se empeñó también en cambiar la
religión de los pueblos indígenas, pero su obra se redujo a la destrucción de los
centres ceremoniales e ídolos.

En 1523, el arribo de tres franciscanos de origen flamenco, fray Juan de Tecto,


fray Juan de Aora y fray Pedro de Gante, dio un nuevo sesgo a la
evangelización.

Fray Pedro de Gante, convencido de la necesidad de utilizar otras formas de


acercamiento que dieran mayor eficacia a la enseñanza religiosa, combinó la
predicación cristiana con múltiples tareas encaminadas a instruir a los
converses en actividades (antes y oficios) que pudieran series de utilidad.
Gante fue el primer europeo que se preocupó por enseñar a leer y a escribir a
jóvenes indígenas. Aprendió además la lengua náhuatl, en la que escribió una
Doctrina cristiana.

En 1524 se inició un programa sistemático de evangelización. Lo llevaron a


cabo un grupo de doce franciscanos, miembros de la provincia de San Gabriel
de Extremadura. Los franciscanos recién llegados y los que ya estaban en la
colonia se reunieron en la ciudad de México pare distribuirse las zonas de
evangelización y acordar los procedimientos que habrían de utilizar.

- Suele llamarse conquista espiritual a la conversión de los indios a la religión


cristiana, con el apoyo de los creyentes. La adopción del cristianismo, por
parte de los indios, implicaba el abandono de muchas de sus antiguas
tradiciones, lo que no podía ocurrir más que de una manera paulatina y
conflictiva. Frecuentemente los indios tras una aceptación formal del
cristianismo, mantenían viva su propia tradición religiosa.

Los miembros de las distintas órdenes religiosas, en su conjunto, formaban lo


que se conoce como clero regular, es decir, el que vive conforme a ciertas
reglas. La primera orden que actúo organizadamente en la Nueva España fue
la de los franciscanos. Luego llegaron dominicos (1526), agustinos (1533) y
jesuitas (1572) entre otros. El clero secular (no está sujeto a reglas de vide
comunitaria), también contribuyó de modo desorganizado y espontáneo a la
evangelización comunitaria.

De diversas maneras se castigaba a los indios que rehusaban escuchar las


prédicas cristianas. Muchos templos cristianos se construyeron en los lugares
en que los indios habían tenido sus santuarios y es un hecho bien sabido que
los nativos solían esconder sus ídolos en las nuevas construcciones pare
continuar con su culto tradicional sin que los españoles se dieran cuenta de
ello.

Muchos religiosos se opusieron a los métodos violentos y procuraron que la


aceptación del cristianismo se hiciera más bien con el ejemplo moral y la
persuasión. Un ejemplo de ello fue fray Bartolomé de las Cases, quien defendió
con ardor este punto de vista y se empeñó en demostrar prácticamente la
eficacia de la evangelización pacífica.

Algunos religiosos se dedicaron a estudiar la historia y cultura propias de los


pueblos nativos, ya que consideraban que un completo conocimiento de esta
gente, podría ayudar a combatir las antiguas prácticas religiosas de los indios.
Tal fue el caso de fray Bernardino de Sahagún.

En nombre del cristianismo muchos religiosos desarrollaron una active labor en


favor de los indios. Pedro de Gante, Toribio de Benavente, Vasco de Quiroga,
Juan de Zumárraga y Bartolomé de las Cases, son entre muchos otros,
personajes que de alguna manera contribuyeron a atenuar la dureza del
dominio español.

Las órdenes religiosas tuvieron gran influencia en la vide de la colonia,


derivada de la ascendencia que llegaron a tener sobre la población indígena.
Nueva España quedó prácticamente en manos de las órdenes religiosas, tanto
en lo que se refiere a los indios como a los españoles. Fue aquella también la
época en que los miembros del clero regular tuvieron mayor acceso a las
dignidades eclesiásticas; varios fueron nombrados obispos, Fray Juan de
Zumárraga, fue el primer arzobispo en México.

La cultura novohispana

Las dos corrientes culturales que se manifestaron en la Nueva España fueron la


indígena y la española.

En un inicio, los españoles se mantuvieron en el ámbito de su propia cultura:


conservaron su lengua, trasladaron sus instituciones a la colonia y trajeron
consigo un conjunto de formas de vida, costumbres, técnicas y creencias. AI
contrario, los indios se vieron obligados a asimilar de inmediato algunos de los
elementos culturales de sus vencedores, lo que significó, sin la pérdida total de
sus propias tradiciones, al menos un grave quebranto de ellas.

Este contacto dio origen a un proceso de aculturación, es decir, a un


intercambio de elementos culturales. Con el tiempo, tal proceso llegaría a
producir una modalidad cultural que puede calificarse como mestiza.

En la Nueva España existieron diversos centros educativos de diversos niveles,


orientados con fines distintos y para diferentes grupos sociales, como aparece
en el siguiente cuadro:

Indígenas Caciques Mestizos Estudios


superiores
(naturales a hijos
de españoles)
San José de los Santa Cruz de San Juan de Letrán. Colegio de Santa
Naturales. Tlatelolco. Atendía la María de Todos los
Fue fundado por Enseñanza de la educación de los Santos; el de San
fray Pedro de doctrina cristiana, hijos de indígenas Pedro y San Pablo.
Gante. a y españoles . La Real y Pontificia
leer y a escribir, a Universidad inició
tocar instrumentos, sus labores en
y aún la gramática 1553. Se
latina. enseñaron las
cátedras de:
teología, cánones,
decretales, leyes,
artes, retórica,
gramática,
medicina, religión y
algunas lenguas
indígenas.

En cuanto a obras literarias caben destacar:

Literatos
Bernardo de Balbuena El siglo de oro; Grandeza
mexicana; etc.
Juan Ruiz de Alarcón Las paredes oven; La verdad
sospechosa; etc.
Sor Juana Inés de la Cruz Sueño; Sonetos; Autos
sacramentales; etc.
Crónicas o historias
Hernán Cortés Cartas de Relación.

Bernal Díaz del Castillo Historia verdadera de la conquista


de la Nueva España.

Fray Toribio de Benavente Historia de los indios de la Nueva


España.

En cuanto a la arquitectura, hubo expresiones importantes; sobre todo en los


edificios de tipo religioso. Se advierte en las construcciones de esta época una
pluralidad de estilos. Las obras escultóricas estuvieron asimismo asociadas a
las construcciones religiosas.

Arquitectos, pintores y escultores


Melchor Pérez de Soto y Luis Catedral de México (arquitectos)
Gómez de Transmonte
Baltasar de Echave Ibía Pintor, autor de gran número de
cuadros religiosos
Pedro García Ferrer Arquitecto y escultor, autor de la
Catedral de Puebla

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE.
Actividad I:
Investiga ampliamente el descubrimiento de América.

Actividad II:
Explica la diferencia entre virreinato y virrey.

Actividad III:
Remarca en un mapa de la república mexicana los distrito mineros de
importancia en siglo XVIII.

Actividad IV:
Investiga ampliamente sobre la cultura Nonohispana.

Actividad V:
Investiga y relata con tus compañeros de estudio: Las leyendas de la época
colonial sobre las calles de México.

Actividad V:
Investiga ampliamente sobre la Época prehispánica y Colonial. Intercambien
conocimientos en grupo.
Actividad VI:
Localiza en tu diccionario las siguientes palabras.
Esclavitud.
Encomienda.
Repartimiento.
Trabajo libre asalariado.
Hacienda.
Audiencia.
Intendencia.
Consejo de las indias.

Actividad VII:
Investiga la biografía de Sor Juana Inés de la Cruz.

Actividad VIII:
Personifica con tus compañeros los tipos de mestizajes que existieron en
nuestro país

ACTIVIDAD IX:
Elabora un cuestionario de 40 preguntas de los contenidos que se muestran en
esta guía (módulo III) directas, intercambien respuestas.

Actividad X:
Realiza una síntesis sobre las obras más importantes de los literatos que
rezaltaron en esta unidad (unidad III).

Actividad XI:
Investiga que estados de la república mexicana conservan rasgos coloniales y
que es lo más importante en cada uno de ellos.

Actividad XII:
Investiga la situación laboral de un minero en la época colonial.

Actividad XIV:
Realiza una cronología con los hechos más importantes que se vivieron en esa
época.

Actividad XV:
Investiga los tipos de religión que existieron duran la época prehispánica y
colonia. Y define cada uno de ellos.

Actividad XVI:
Investiga “La Ley de Indias”.
UNIDAD IV

LAS REFORMAS BORBONICAS: LA ILUSTRACION Y LA CRISIS DEL


SISTEMA VIRREINAL.

TEMAS

4 1.- El ascenso de los borbones y sus nuevas concepciones políticas.


4.2.- Reformas políticas administrativas: las intendencias y su división
territorial; las reformas económicas.
4.3.- Los cambios de la vida novohispana: minería, comercio,
agricultura e industria.
4.4.- Sociedad mestiza: estamentos y castas.
4.5.-La era ilustrada: su impacto e influencia en la Nueva España, la
cultura.
4.6.- Desajustes políticos e inestabilidad social.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Entender por qué la primera mitad del siglo XVII, constituyó un difícil
período de transición, que mostró a las autoridades coloniales la
necesidad de efectuar cambios radicales en la administración y en el
sistema productivo.
2. Comprender como las reformas Borbónicas que, fundamentaban en el
“Despotismo Ilustrado” y aplicadas en Nueva España a partir de la
segunda mitad del siglo XVIII, pretendían cumplir los propósitos de
recuperar el control del virreinato e implantar un proyecto más efectivo
de explotación económica.
3. Conocer los rasgos esenciales de la economía novohispana en la
segunda mitad del siglo XVIII, misma que mostró un crecimiento
notable, aunque desequilibrada en casi todas las actividades
productivas.
4. Conocer las profundas desigualdades en la estructura social de la
Nueva España, manifiestas, tanto entre los habitantes de las diferentes
regiones del país como en la estratificación vertical de los grupos
étnicos, establecida desde los primeros tiempos del período colonial.
5. Conocer los rasgos generales de la cultura novohispana en el siglo
XVIII, representada por el grupo de intelectuales que, bajo la influencia
de la nueva mentalidad ilustrada, consolidaron el nacionalismo criollo
surgido en la centuria anterior.
6. Comprender cómo las obras literarias e históricas de criollos notables,
en los siglos XVII y XVIII, reflejan un progresivo sentimiento
racionalista, vinculado a una posición de crítica y hasta de
rompimiento con la patria de los peninsulares, acrecentado con la
influencia del liberalismo europeo.

EL ASCENSO DE LOS BORBONES Y SUS NUEVAS CONCEPCIONES


POLÍTICAS.

Tras la muerte de los monarcas Carlos II, último de los Habsburgo hispanos, se
produjo un enfrentamiento entre los imperios Francés y Austriaco por imponer
en el trono español a un miembro de su familia. El aspirante por parte de
Francia era Felipe de Anjou, nieto de Luis XI y de María Teresa (hermana de
Carlos II) por su parte, Austria deseaba el trono para el archiduque Carlos, hijo
del emperador Leopoldo y Margarita Teresa (hermana también de Carlos II).

Durante los reinados sucesivos de Felipe V (1701-1746), Fernando VI (1746-


1759) y Carlos III (1759-1788), se estableció el “Despotismo Ilustrado”,
régimen político en el cual los gobernantes ilustrados cuyo lema máximo era
“Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. La dinastía de los borbones realizó
durante el siglo XVIII acciones para modernizar la administración del estado
con la finalidad de:
 Hacer más eficiente y racionalizar la estructura administrativa pública o
estatal.
 Continuar con la centralización de la toma de decisión en el monarca.
 Afianzar el poder estatal sobre el eclesiástico.
 Desplazar las instituciones medievales que todavía persistían en el
imperio.
 Cancelar la autonomía económica y política que iban adquiriendo las
colonias a principios del siglo XVII.
 Impulsar el desarrollo de la manufactura en España.
 Retomar las ideas de libertad individual y económica de igualdad jurídica
así como la tolerancia religiosa que pregonaba la burguesía, siempre que
no afectara los intereses del monarca.

Durante las primeras décadas del siglo XVIII la Nueva España experimentó un
desarrollo económico basado fundamentalmente en la minería de plata y oro,
en el comercio de materias primas para la manufactura europea a través de la
Metrópoli y en la “hacienda”, que fungía como principal unidad de producción
agrícola y ganadera
para el autoconsumo regional.

Dicho crecimiento económico permitió en cierta medida experimentar una


estabilidad y política interrumpida de manera breve por ciertas revueltas, así
como una cultura cada vez más indefinida. El crecimiento económico que
experimentó la Nueva España no trajo bienestar para todos los grupos
sociales, por el contrario acentúo las desigualdades socioeconómicas y
políticas entre estos grupos. No obstante, surgen, en el seno de los criollos,
inquietudes en contra de su marginación de la toma de decisiones económicas
y políticas.

Aparecen también las primeras manifestaciones culturales del mestizaje, tales


como el culto a la “Virgen de Guadalupe” del cerro del Tepeyac, lugar donde
los indígenas rendían culto a la diosa Tonantzin, igualmente surge por parte de
los intelectuales criollos el interés por recobrar y articular la historia
prehispánica. Son éstas las principales manifestaciones del incipiente
nacionalismo cultural. Dentro de la burocracia novohispana se naturaliza la
compra de cargos públicos y se difunde la concepción patriomonialista de los
mismos.

Otros procesos importantes fueron el significativo crecimiento demográfico


durante ese período, principalmente en las ciudades y la serie de expediciones
realizadas hacia el norte con la finalidad de conquistar a ciertos grupos
indígenas y colonizar nuevos territorios. A mediados del siglo XVIII el virreinato
de la Nueva España comprendía un enorme territorio, que al sur llegaba hasta
Costa Rica por el este llegaba su jurisdicción a las islas antillanas; al oeste
incluía las islas Filipinas y al norte ocupaba grandes extensiones de lo que
actualmente son los Estados Unidos de América.
REFORMAS POLÍTICAS ADMINISTRATIVAS:
Bajo el reinado de Carlos III (1759-1788) se realizaron los más ambiciosos
proyectos del "despotismo ¡lustrado". Dichos proyectos de dividen en dos
etapas: la primera de febril actividad reformadora que concluye en 1766 y la
segunda, con matices más moderados, que finaliza con la muerte del monarca
en 1788.

Durante la primera etapa, Carlos III estableció normas jurídicas para restringir
las facultades de la iglesia católica, tales como la prohibición para publicar
cualquier documento pontificio en el imperio Español sin la previa autorización
del monarca; la limitación del derecho de asilo en las iglesias y las
restricciones a la inmunidad personal de los clérigos. Contra el poder de la
nobleza, estableció la obligatoriedad del pago de impuestos y se iniciaron los
ataques al sistema de mayorazgo.

Estas reformas afectaron intereses de la poderosa iglesia católica y de la


nobleza, los cuales aprovecharon el tradicionalismo de los sectores populares
para promover una violenta revuelta en Madrid en el año de 1766 que obligó a
Carlos III y sus consejeros, provenientes la mayoría de ellos de estratos
sociales ajenos tanto a la aristocracia como a la iglesia, a detener el acelerado
ritmo de las reformas para realizarlas con mayor prudencia.

Tras realizar una investigación del motín popular de 1766, los funcionarios del
monarca emitieron un informe donde hacían responsables a los "jesuitas" de
instigar a la población a la revuelta. Por lo cual el monarca decreta la expulsión
de la influyente orden de España y de sus colonias el 27 de febrero de 1767,
expropiando sus bienes.

El proceso de reformas de Carlos III continuó, entre ellas destacan la creación


de nuevas secretarías de Estado y una Junta de Estado; la colaboración de la
burguesía para modernizar los sistemas agrícolas, ganaderos e industriales; la
supresión de aduanas interiores; la fundación de un banco nacional y, por
último, la reformulación de planes y programas de estudio de las
Universidades españolas para que se admitieran y divulgaran las ideas de la
ilustración.

Con la finalidad de aplicar las reformas de manera sistemática en la Nueva


España, Carlos III nombró dos visitadores. El primero de ellos fue Juan de
Villalba quien arribó al puerto de Veracruz en 1764 con el objetivo de crear un
ejército regular que estuviera a las órdenes directas del Rey, conformado
fundamentalmente por criollos. El segundo fue José de Calvez que llegó a la
Nueva España en julio de 1765 con la finalidad de investigar el funcionamiento
de la administración pública para detectar sus rezagos y plantear soluciones
que la hicieran más eficiente, así como articular los mecanismos para obtener
dinero que financiara a la corona, sin crear impuestos impopulares.

El visitador Calvez con la colaboración del Virrey Carlos Francisco de Croix,


realizó la expulsión de la "Compañía de Jesús" de la Nueva España en 1767;
también la represión contra las revueltas populares que surgieron por el
destierro de dicha orden religiosa, principalmente en el norte del territorio.

Durante su visita general entre 1765 a 1771 Gálvez logró que las rentas de la
hacienda pública de la Nueva España se reincorporaran a la finanzas del
monarca; monopolizó la producción y distribución de mercancías muy
solicitadas tales como el tabaco, los naipes y el licor; combatió el contrabando
y los monopolios comerciales ajenos a la corona; reorganizó la administración
pública en todos sus niveles, dotándola de un cuerpo de funcionarios
profesionales ligados a los intereses de la corona.
Después de su regreso a la metrópoli en 1772, el visitador malagueño José de
Gálvez propuso al rey varias reformas para la modernización de la
administración pública de la Nueva España. Entre estas innovaciones destacan
la modernización de la minería; la suspensión del sistema de alcaldes mayores
y corregidores con la finalidad de dividir la administración en intendencias
ligadas directamente al monarca y por último, la creación de un gobierno y de
una comandancia general en el norte de la Nueva España con el fin de detener
la constante amenaza por parte de ingleses, colonos angloamericanos y rusos
de a apropiarse de ese territorio. Tales innovaciones se realizaron poco a poco
durante los siguientes años.

Tras la muerte de Carlos III, subió al trono Carlos IV con quién se verían
continuadas las reformas del monarca anterior. En 1804 obligó a la iglesia
novohispana a prestar grandes cantidades de dinero a la corona para sostener
los conflictos armados que España entabló a principios del siglo XIX. Esta
medida no solamente afectó a la iglesia, sino a muchos mineros, agricultores y
ganaderos que se encontraban ligados al sector externo de la economía y que
dependían de los préstamos que recibían del clero para impulsar su actividad
productiva.

Si bien, la realización de las reformas borbónicas ocasionó un importante


desarrollo económico en la Nueva España del cual se beneficiaron aquellos
grupos sociales ligados de manera directa con la corona, tales como
peninsulares que ocupaban los más altos puestos dentro de la estructura de la
administración pública; la milicia y la iglesia así como los sectores de la
economía externa (minería, agricultura y ganadería de exportación), también
las reformas de la dinastía de los Borbones rompió en las últimas dos décadas
del siglo XVIII con la estabilización socioeconómica que se había iniciado en la
sociedad novohispana a finales del siglo XVII y desenvuelto durante la mayor
parte del siglo XVIII, acentuando y haciendo más evidentes las enormes
desigualdades socioeconómicas existentes. Fueron los criollos y mestizos, que
ocupaban los sectores intermedios de la pirámide social, los grupos que más
resintieron dicha desestabilización económica.

LOS CAMBIOS EN LA SOCIEDAD NOVOHISPANA.

En septiembre de 1791 los monarcas Borbones de Francia y con ellos la


nobleza e iglesia católica fueron obligados a establecer una monarquía
constitucional con división de poderes. En 1792 se derrocó al rey Luis XVI,
estableciéndose una República gobernada por una Convención Nacional y en
1793 fue guillotinado el rey e importantes miembros del viejo orden social.
El Rey Carlos IV dio instrucciones precisas en 1789 para que se decomisaran
estampas, noticias, manuscritos y cualquier cosa "alusiva a los desastrosos
hechos de Francia" y en 1791 prohibió la publicación de los periódicos no
oficiales para evitar contagios e influencias perniciosas tanto en la Metrópoli
como en las Colonias. No obstante, ya era demasiado tarde, puesto que a
pesar de las prohibiciones estatales y de las autoridades eclesiásticas, las
ideas de la ilustración ya habían permeado a importantes grupos sociales tanto
en la península ibérica como en América Española.

El desarrollo de las ideas ilustradas en las colonias españolas en América tuvo


influencia tanto de la obra de los pensadores franceses como de los ilustrados
hispánicos. A través de los jesuitas, la filosofía escolástica, sistema de
pensamiento que fusiona el pensamiento de Aristóteles y los dogmas del
cristianismo, se conjugó con las ideas de la ilustración en las Universidades y
colegios. Lo que permitió hacer una particular lectura de las innovadoras ideas,
desde el origen de la autoridad civil y la subordinación del poder de los
monarcas al del pueblo, hasta el derecho de resistencia contra un dominio
tiránico y la nulidad de leyes injustas.

SOCIEDAD MESTIZAJE.
La supervivencia de la tradición doctrinal escolástica en la mayoría de los
grupos sociales de la Colonia determinó el menor impacto de los aspectos
ateístas, pensamiento que niega la existencia de Dios, de los pensadores
franceses. El pensamiento ilustrado en América se caracteriza por combinar la
fe religiosa y el racionalismo, sistema filosófico que asienta que el.
conocimiento de la realidad se construye a partir de la razón, propio de las
nuevas ciencias y de la ilustración.
Otro proceso sociopolítico que influyó enormemente en el desarrollo del
pensamiento ilustrado en las colonias españolas de América fue la
independencia de las treces colonias inglesas de Norteamérica. El acta de
independencia de dichas colonias afirmaba que los derechos inalienables de!
individuo son la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que el gobierno
debe preservar estos derechos naturales y que el fundamento de la autoridad
gubernamental se encuentra en el consentimiento de los gobernados.

La guerra de independencia de Estados Unidos de América se inicia en 1774 y


concluye en 1783. En 1787 se promulgó la Constitución de los Estados Unidos
en donde se establecía que el gobierno sería una República federal con división
de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. El poder legislativo recayó en el
Congreso compuesto por el Senado y la Cámara de Representantes; el poder
ejecutivo en un presidente elegido cada cuatro años y el poder judicial
atribuido a un tribunal supremo.

LA ERA ILUSTRADA
Los anteriores acontecimientos históricos (la independencia de los Estados
Unidos y la Revolución Francesa) así como los ideales en que se
fundamentaron tuvieron una gran influencia en los intelectuales criollos de la
Nueva España (principalmente aquellos formados por los jesuitas) Pero dicha
asimilación no fue de manera mecánica sino que en la mayoría de los casos se
combinó con una visión exaltadora del pasado indígena, principalmente
azteca.
Entre estos intelectuales destaca al jesuita Francisco Xavier Clavijero, quien
publicó en 1781 su Historia Antigua de México donde argumenta que el
imperio "Azteca” se compara con las culturas clásicas europeas, concluyendo
que no había fundamento para hablar de inferioridad americana y que la
decadencia indígena obedecía a la colonización española.

Otros destacados criollos difusores de la ilustración son: el enciclopedista José


Antonio Álzate; el médico y matemático José Ignacio Bartolache; los
astrónomos Antonio León y Joaquín Velázquez; el inquieto padre Fray Servando
Teresa de Mier, quien afirmaba que los indígenas adoraban a la Virgen de
Guadalupe antes de la llegada de los españoles; los botánicos José Mariano
Mociño y Vicente Cervantes; así como un enorme número de curas, frailes,
médicos, abogados, y militares que sin ser científicos o intelectuales
compartían las ideas ilustradas sobre todo en el aspecto político.

Las ideas centrales de la ilustración se resumían en el pensamiento de los


criollos radicales con la idea de la independencia del imperio Español y con la
doctrina de la soberanía popular. Este ideario emancipatorio se difundió
rápidamente en los últimos años del siglo XVIII, procreando brotes de lucha. En
1873 se descubre en Guadalajara una conspiración de 200 criollos acaudillados
por el padre Juan Antonio de Montenegro y en 1794 en la ciudad de México se
produjo una conjura dirigida por el criollo Juan Guerrero. En 1799, también en
la capital, se intenta realizar una conspiración con el propósito de iniciar una
guerra para acabar con el yugo europeo.

Con el pretexto de enfrentar el bloqueo marítimo de Inglaterra en su lucha por


obtener la supremacía política y económica de Europa, las fuerzas de Napoleón
Bonaparte entran a la península Ibérica a partir de octubre de 1807, puesto
que el imperio Español era aliado de Francia desde 1796. En febrero de 1808
las fuerzas francesas toman bajo su control las principales ciudades y puertos
españoles revelando con esto que sus intenciones verdaderas eran invadir y
controlar el imperio Español.

DESAJUSTES POLÍTICOS E INESTABILIDAD SOCIAL.


Ante tales hechos, el ministro Godoy sugiere al monarca Carlos IV y a la familia
real trasladarse a Sevilla para tener la posibilidad de ir a las colonias
americanas en caso de necesidad. Pero la maniobra es descubierta por el
pueblo, él se siente traicionado por lo cual realiza motines para exigir la
destitución de Godoy en un primer momento; posteriormente el monarca
abdica en favor de su hijo Fernando VIl el 19 de marzo de ese año.
Días después Carlos IV firma un decretó que anula su abdicación al trono del
imperio, pero Fernando Vil no desea dejar el poder. Por lo cual, ambos solicitan
apoyo político a Napoleón para su reconocimiento como legítimo monarca
español y se trasladan al ciudad fronteriza de Bayona a entrevistarse con el
monarca francés a finales del mes de abril. En dicha reunión, el 4 de mayo de
1808 Napoleón obliga a Femando VII a renunciar al trono en favor de su padre,
Carlos IV, y éste a su vez es forzado a dimitir en favor de Bonaparte. Así
también los infantes Carlos y Antonio se vieron obligados a reconocer tales
acuerdos.

El 10 de mayo de 1808 Napoleón cede el trono de España y de sus colonias a


su hermano José. Ante tales acontecimientos se inicia el 2 de mayo una
revuelta popular) en toda la península repudiando a los franceses. Dicha
revuelta fue brutalmente reprimida por las milicias bonapartitas, pero surgió
un movimiento de guerrilla por toda España que se mantuvo activo hasta 1813
cuando lo franceses abandonan la península. Durante este período surgieron
numerosas juntas provisionales con la finalidad de ejercer el poder político y
guardar la soberanía en ausencia del monarca legítimo Fernando VIl que se
encontraba en Francia. Sin proponérselo, tales juntas poco a poco van
poniendo en práctica los principios de la ilustración francesa con respecto a la
forma de gobierno.

Al llegar a la Nueva España noticias referentes a los hechos anteriormente


descritos y a la heroica resistencia popular a la invasión francesa iniciada el 2
de Mayo de 1808, se originó una efervescencia política de gran envergadura
en todos los grupos novohispanos.

Los criollos y mestizos que ocupaban la posición intermedia en la pirámide


social de la Nueva España perciben la situación como el momento propicio
para formar un movimiento que les permita acceder a las posiciones de poder
económico y político que le han negado los grupos conservadores y el Estado
español portante tiempo. Mediante el reconocimiento de que la soberanía de la
Nueva España, al no encontrarse el monarca español legítimo en posibilidad de
ejercer su derecho a gobernar, recaía en el virrey (el cual no dependía de
ninguna potencia extranjera), y en el ayuntamiento o cabildo de la ciudad de
México, con lo cual, se ponía en acción la independencia de la Nueva España.

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE.
Actividad I:
Investiga cuantos reyes existieron en la descendencia de los Habsburgo.

Actividad II:
Realiza una síntesis del Despotismo ilustrado.

Actividad III:
Consulta en una enciclopedia o diccionario el significado de los siguientes
términos.
Cultura.
Autonomía.
Colonia.
Dinastía
Metrópoli.
Jesuitas.
Hacienda.
Modernización.
Reforma.
Burguesía.

Actividad IV:
Menciona los objetivos de las reformas borbónicas para la Nueva España.

Actividad V:
Completa los siguientes enunciados con las respuestas que aparecen al
termino de los enunciados.

1) Jesuita criollo que escribió la Historia Antigua de México y afirmó que la


cultura prehispánica era comparable con las culturas clásicas europeas.
__________________________
2) Monarca español que dictó órdenes para decomisar todo material
“alusivo” a la Revolución Francesa y prohibió la publicación de periódicos
no oficiales para evitar la influencia perniciosa de la ilustración en el
imperio.
__________________________________
3) Grupo social que combinó las ideas de la ilustración con el sentimiento de
exaltación del pasado prehispánico, principalmente de la civilización
azteca.
__________________________________

4) Ideas que resumían para los grupos sociales radicales de la Nueva España
los principios de la ilustración y exaltación del pasado prehispánico.
__________________________________.

5) Padre dominicano que afirmó que los indígenas adoraban a la virgen de


Guadalupe antes de la conquista de los españoles.
__________________________________

6) Movimiento sociopolítico desarrollado en las últimas tres décadas del siglo


XVIII en América que influyó enormemente para significativamente en el
pensamiento de los criollos liberales.
__________________________________
7) Proceso sociopolítico desarrollado en las últimas tres décadas del siglo
XVIII en América que influyó enormemente para alentar las ideas de
independencia en ciertos grupos sociales de la Nueva España.
__________________________________

Revolución Francesa.
Carlos IV.
Francisco Javier Clavijero.
Fray Servando Teresa de Mar.
Independencia de los Estados Unidos.
Los criollos.
Independencia de la Nueva España con respecto a l imperio Español y en la
doctrina de la soberanía popular.

Actividad VI:
Menciona los principales ilustrados de la Nueva España.

Actividad VII:
Realiza un panel con tus compañeros y analicen el significado de las siguientes
palabras.
Abdicación.
Inquisición.
Cabildo o Ayuntamiento.
Soberanía.
Nación.

UNIDAD V

LA REVOLUCION DE INDEPENDENCIA.

TEMAS
5.1.- Intentos autonomistas: criollos.
5.3.- Insurgentes y realistas: principales campañas.
5.4.- Definición y fin de la revolución popular.
5.5.- Ideas y programas de Hidalgo, Morelos e Iturbide.
5.6.- La constitución de 1814.
5.7.- El proyecto la independencista criollo y la consumación.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

1. Comprender la situación política, económica y social que posibilitó el


movimiento de Independencia en contra de la corona española.
2. Comprender la influencia de factores externos en la gestación del
movimiento de independencia.
3. Explicar por qué la manera en que se consumó la independencia no
correspondía a los ideales de quienes iniciaron el movimiento libertario.
4. Explicar por qué la independencia de México no significó un cambio
sustancial en la estructura socioeconómica del país.
5. Comprender como, durante la etapa de 1821-1855, las dificultades de
México para constituirse como nación independiente revelaron la
necesidad de establecer una Reforma Legislativa fundamentada en el
Liberalismo.
6. Explicar en que consistió la inestabilidad política en México durante la
etapa 1821-1855.

INTENTOS AUTONOMISTAS CRIOLLOS.


Primera fase del proceso de independencia
Los criollos ilustrados agrupados en el ayuntamiento de la Ciudad de México,
encabezados por Francisco Primo de Verdad; Francisco Azcárate y Jacobo de
Villaurrutia, al saber que tanto Carlos VI como Fernando Vil renunciaron al
trono español en favor de Bonaparte, propusieron al virrey José de Iturrigaray,
el 5 de agosto de 1808, que convocara una junta de ciudadanos dirigida por el
virrey (semejantes a las surgidas en las principales ciudades de la península
Ibérica) para que asumiera el gobierno, puesto que cuando el rey se ve
imposibilitado de ejercer el poder, la nación vuelve a tener la soberanía hasta
que se restablezca el monarca legítimo. El cabildo fue el organismo originario y
el más representativo de la comunidad que dio origen al reino de España.

Por su parte, tanto los peninsulares como los criollos allegados a la corona y
que ocupaban los puestos más importantes dentro de la estructura de la
administración pública, de la milicia y el clero, así como el sector de la
economía externa (los cuales se agrupaban en la Real Audiencia, encabezada
por Guillermo Aguirre), se opusieron al proyecto presentado por el cabildo de la
Ciudad de México al considerar que expresaba el paso previo a la
independencia, pero sobre todo que dicho proyecto posibilitaba la
transformación política en la cual estos grupos serían afectados seriamente en
sus intereses. Por ello, propusieron suspender las medidas ordenadas por la
Metrópoli y manifestaron que la soberanía la ostentaba Fernando Vil y en tanto
no asumiese éste su cargo, la Colonia debía gobernarse conforme a las
disposiciones legales vigentes a través de la Real Audiencia y el virrey.

El virrey manifestó interés por la postura del ayuntamiento e incluso estaba de


acuerdo en convocar un Congreso Nacional, con la representación de todos los
cabildos, puesto que salía favorecido en sus intereses. Debido a lo anterior, los
miembros de la Real Audiencia realizaron un complot para destituir al virrey, y
encarcelar a los dirigentes del ayuntamiento bajo la dirección del rico y
poderoso hacendado español Gabriel Yermo.

En la noche del 15 de septiembre de 1808 los partidarios del ayuntamiento


asaltaron la residencia de Iturrigaray tomando preso a éste y a su familia. Al
mismo tiempo fueron aprehendidos los licenciados Primo de Verdad y Azcarate
así como el fraile Melchor de Talamantes, quien había planteado mediante
radicales escritos que el congreso era el primer paso hacia la independencia de
España y del absolutismo. En esa noche es designado como absolutismo. En
esa misma noche es designado como virrey el militar Pedro de Garibay.

Una vez prisioneros, José de Iturrigaray fue conducido a la Inquisición y


posteriormente embarcado rumbo a la Metrópoli donde se le procesó
jurídicamente. Fray Melchor de Talamantes fue trasladado a la prisión de San
Juan de Ulúa, en donde pereció cuando iba a ser deportado a España y Primo
de Verdad murió en condiciones poco claras cuando se encontraba en prisión.

A principios de 1809 fue sustituido Garibay por el arzobispo Francisco Javier


Lizana, quien a su vez fue sustituido por Francisco Xavier Venegas a mediados
del año de 1810. Garibay, Lizana y Venegas gobernaron con mano fuerte a fin
de cortar de raíz todo intento de independencia e inclusive de reformas que
afectaran la paz y el orden tradicional de la colonia.
INSURGENTES Y REALISTAS.
La primera parte de la fase de la insurrección popular, la campaña encabezada
por Miguel Hidalgo.
Los acontecimientos anteriormente descritos demostraron al sector de criollos
y mestizos radicales que era imposible todo intento de cambio pacífico
quedando sólo la vía armada para obtener la independencia con respecto a
España. Inmediatamente proliferaron conspiraciones en varias regiones con la
finalidad de iniciar un levantamiento armado, principalmente en la región del
Bajío en donde había una economía pujante, un alto nivel cultural y cierta
autonomía con respecto a la ciudad de México.

En septiembre de 1809 fue descubierta y disuelta una conjura encabezada por


los militares José Mariano Michelena y José María García Obeso en Valladolid,
secundada por varios oficiales criollos, así como por miembros del bajo clero.
Pero dicha conspiración poseía ya adeptos en otros lugares del centro,
particularmente en San Miguel el Grande, Guanajuato, en donde el criollo,
capitán Ignacio José Allende comienza a realizar actividades de conspiración
para obtener mediante la lucha armada la independencia de la Nueva España.

Con el paso del tiempo la conspiración se extiende llegando a Querétaro, en


donde se reúnen bajo la apariencia de tertulias literarias los licenciados Laso y
Altamirano, los comerciantes Epigmenio y Emeterio González; los militares
Arias, Allende y Aldama; el cura Miguel Hidalgo y el corregidor de Querétaro,
Miguel Domínguez y su esposa Josefa Ortíz con la finalidad de preparara la
insurrección armada para los primeros días de octubre de 1810.

Pero la conspiración es traicionada y denunciada ante las autoridades en los


primeros días de septiembre, por lo que Hidalgo, Allende y Aldama deciden
comenzar la lucha armada por la emancipación de la sociedad novohispana en
la madrugada del 16 de septiembre.

Hidalgo reunió a los indios y mestizos del pueblo de Dolores, Guanajuato,


convocándolos a luchar para sacudirse el yugo europeo y defender la religión
católica, proclamando que la Virgen de Guadalupe era protectora de la
rebelión.
Este hecho es denominado como "El grito de Dolores".

Al llamamiento de Hidalgo responden centenares de campesinos pobres de las


aldeas vecinas de Dolores y conforme avanza la muchedumbre se incorporan
labradores, peones de hacienda, esclavos y miembros de comunidades
indígenas. La revuelta se extendió explosivamente por toda la región y en
pocos días llegan a ser miles los rebeldes que siguen a Hidalgo armados con
palos, picos, hondas y machetes.

En la tarde del 16 de septiembre la muchedumbre (aproximadamente 5,000


hombres) toma por asalto San Miguel el Grande. Una vez obtenido el control de
la comunidad son aprendidos los peninsulares y se incautan sus caudales así
como las rentas reales. En ese lugar se une a los sublevados el regimiento de
la Reina.

El 21 de septiembre de 1810 la muchedumbre sublevada ocupa la plaza de


Celaya, Guanajuato sin presentarse resistencia alguna. En esa localidad unos
80,000 (aproximadamente) insurrectos proclaman a Hidalgo generalísimo ya
Allende teniente general. Si bien, cada día se sumaban hombres a la
insurrección se carecía de una organización militar que posibilitara la victoria
final. Por ello, Allende se empeña en introducir disciplina y jerarquía militar en
la masa revolucionara sin obtener resultados favorables, lo cual será un factor
que influya en el desarrollo de la insurrección
El ejército de Hidalgo continúa su avance hacia el centro del país y el 28 de
septiembre se toma Guanajuato, en este lugar los insurrectos tuvieron que
abatir una férrea resistencia por parte de los españoles. Una vez obtenida la
victoria, los rebeldes masacran a los peninsulares del lugar e inician un
saqueo masivo. Al saber tales acontecimientos, Allende restablece el orden y
da por terminados los actos vandálicos, e Hidalgo promulga un bando por el
cual se castigaba con pena de muerte todo acto vandálico.

Posteriormente, el ejército insurgente se dirige a la ciudad de Valladolid,


Michoacán, entrando el 19 de octubre de manera pacífica. Nuevamente se
presentan acciones vandálicas, pero Allende establece el orden en la ciudad.
En ese mismo día Hidalgo expide un decreto donde se abolía la esclavitud y el
pago de tributos de las castas.

A finales de octubre el ejército insurgente emprende la marcha sobre la Ciudad


de México. En Indaparapeo, Michoacán, se le une José María Morelos y Pavón,
quien era cura de Carácuaro, Michoacán, con el propósito de ofrecer sus
servicios como capellán del ejército insurgente. Hidalgo intuyendo la capacidad
de Morelos lo nombra su lugarteniente y lo comisiona para difundir la
insurrección popular en las costas del sur, y tomar el puerto de Acapulco,
Guerrero.

La noticia de la aproximación de los sublevados a la ciudad llena de terror a la


población, puesto que se difunden rumores que los habitantes de esta urbe
sufrirían el mismo destino que los peninsulares de la ciudad de Guanajuato y
que sus bienes serían robados por la muchedumbre. Por otra parte, los criollos
y mestizos partidarios del ayuntamiento de la ciudad comienzan a considerar
que el ejército insurgente no representa sus intereses, sino al contrario los
ponía en peligro, puesto que Hidalgo planteaba no solamente la independencia
de España sino también la transformación de las relaciones políticas y
económicas existentes en la sociedad novohispana en beneficios de los
sectores más pobres y marginados, por lo que descalifican la gesta de Allende,
Aldama, López Rayón e Hidalgo y se unen al bando realista, encabezado por el
virrey; los altos mandos de la milicia, los españoles y criollos ricos, el alto clero
y la inquisición.

A finales de octubre, el ejército de Hidalgo entra a Toluca, estado de México, en


medio de repiques de campanas y aclamación popular. El 30 de octubre de
1810 los insurgentes se enfrentan a fuerzas realistas encabezadas por el
brigadier Torcuato Trujillo en el Monte de las Cruces, estado de México,
obteniendo la victoria, pero el ejército revolucionario sufre un número
significativo de bajas y no cuenta con suficientes pertrechos, además se hace
evidente las falta de organización militar entre los insurgentes.

Después de permanecer dos días en Cuajimalpa, ahora en el Distrito Federal,


las fuerzas revolucionarias deciden no tomar la capital, que hubiera sido
relativamente fácil y que significaría un hecho de suma importancia militar y
político. Se retiran hacia Querétaro para reorganizarse y fortalecer el
movimiento, pero inesperadamente se enfrentan con las tropas realistas
encabezadas por el brigadier Félix María Calleja, el 2 de noviembre en San
Jerónimo Acúleo, donde los insurgentes sufren una terrible derrota.

A partir de entonces la capacidad de combate de las fuerzas insurrectas


encabezadas tanto por Hidalgo como por Allende comienza a declinar. Hidalgo
marcha hacia Valladolid y Allende se dirige a Guanajuato. Cabe resaltar que
para ese tiempo el movimiento armado, para obtener la independencia, se
había propagado por todo el territorio de la Nueva España, mediante caudillos
regionales.

Rafael Iriarte tomó durante los meses de octubre y noviembre las plazas de
León, Guanajuato; Aguascalientes, Aguascalientes; Zacatecas, Zacatecas y San
Luis Potosí, San Luis Potosí. En el norte José María González extendió el
movimiento en la región de Sinaloa, tomando las plazas de El Rosario,
Mazatlán y San Sebastián. El amo Torres ocupó Colima; Sayula y Zocoalco y el
11 de noviembre entra a Guadalajara. Por ultimo, el cura Morelos y Pavón inicia
su campaña militar en la región del actual estado de Guerrero.

Al llegar Allende a Guanajuato empieza a organizar la defensa contra las


fuerzas, pero sin tener éxito puesto que el 25 de noviembre de 1810 Calleja
ataca y logra obtener la victoria. Allende se repliega a Guadalajara en donde
se localizaba el cura Hidalgo desde el 26 de noviembre.

Durante su estadía en Guadalajara, Hidalgo decreta una serie de disposiciones


que manifiestan de manera clara que el cura del pueblo de Dolores no
encabeza un movimiento que responda solamente a los intereses de los
criollos sino a las masas de indígenas, esclavos, castas, mestizos y criollos
pobres que durante el dominio español han sido olvidados por criollos
ilustrados en sus argumentaciones por obtener la independencia. Es decir,
Hidalgo se había radicalizado de tal manera que está consciente que dirige un
ejército que busca la independencia política y la emancipación tanto
económica como social del pueblo novohispano sin distinción de posición
económica.
DEFINICION Y FIN DE LA REVOLUCIÓN POPULAR
El 6 de diciembre de 1810 Hidalgo expide un bando por el cual es abolida la
esclavitud en todo el territorio de la Nueva España, Asimismo, decreta el goce
exclusivo de las tierras de comunidad para los indios, así como la supresión o
desaparición de tributos; alcabalas; del papel sellado y de los estancos Para
contrarrestar la propaganda realista y difundir los principios de la lucha se
publica el primer periódico insurgente, titulado El despertador americano.

Entre tanto, el bando realista recupera Valladolid y se reorganiza para atacar al


principal núcleo insurrecto. El 17 de enero de 1811 las tropas realistas
encabezadas por Calleja se enfrentan a los insurgentes en Puente de Calderón,
lugar cercano a Guadalajara. A pesar de que el ejército revolucionario era
mayor que el realista, es derrotado de manera total puesto que carecían de
armamento y de organización militar.

El 21 de enero las fuerzas dirigidas por Calleja entran victoriosas a


Guadalajara, donde días antes festejaban con toda clase de honores a los
insurrectos. Mientras tanto, las decaídas tropas de Hidalgo y Allende inician un
éxodo hacia al norte con la esperanza de encontrar apoyo en la República
norteamericana.

En la huida Allende, Aldama y otros jefes insurgentes deciden quitar el mando


militar a Hidalgo y solamente dejarle el autoridad política. Los caudillos
revolucionarios llegan a Zacatecas, posteriormente se trasladan a Saltillo
donde consideran posible reorganizar nuevamente la lucha armada. En ese
sitio se nombra al licenciado López Rayón y a José María Liceaga jefes militares
encargados de continuar el movimiento revolucionario.

En tanto que Hidalgo y Allende emprenden la marcha hacia Monclova, pero en


el trayecto son emboscados y aprehendidos el 21 de marzo de 1811. Son
remitidos a Chihuahua donde son juzgados por el comandante de las
provincias internas y los eclesiásticos; son llevados a Durango donde son
juzgados; por el obispo y la inquisición.

El 26 de junio de 1811 son fusilados por la espalda Allende, Aldama y Mariano


Jiménez. El 30 de julio de 1811 es ejecutado Hidalgo ya que se le practico el
acto de la degradación eclesiástica.

Por orden del virrey sus cuerpos son decapitados y sus cabezas son enviadas a
Guanajuato en donde permanecieron colgadas dentro de jaulas de hierro en las
esquinas de la albóndiga de Granaditas, sitio donde habían llevado a la
muchedumbre de marginados y explotados por el régimen colonial a su
primera gran victoria.

IDEAS Y PROGRAMAS DE HIDALGO, MORELOS E ITURBIDE.


La continuación del movimiento insurgente, principalmente bajo la campaña
de Morelos. La revolución popular no concluye con la muerte de Hidalgo y
Allende, puesto que en ciertas regiones del territorio de la Nueva España
habían guerrillas que proseguían con la lucha por la independencia, aunque
aislados entre sí: La coordinación del movimiento insurgente parte de dos
puntos, el primero se localizó en Zitácuaro, Michoacán, en donde Ignacio López
Rayón y el "Amo Torres" establecen la "Suprema Junta Gubernativa de
América", siendo el presidente de la Junta López Rayón y vocales José María
Liceaga y el cura José Sixto Verduzco:
Los insurrectos agrupados en la "Suprema Junta Gubernativa de América"
manifestaron a través de varios documentos, tales como el "Plan de Paz", que
su proyecto era restituir el orden legal alterado por la usurpación a la corona
del imperio por parte de Bonaparte y el golpe de Estado producido por Yermo.
Asimismo se señalaba que la soberanía residía en la masa de la nación de
América, la cual era integrante del imperio y por tanto fiel a Fernando Vil. Con
respecto al eje económico no planteaban grandes cambios, además
enfatizaban el respeto al orden social y político.

El segundo foco se desarrolló en la región costera de tierra caliente (que


actualmente conforma el estado de Guerrero), en donde José María Morelos,
cura rural y de antecedentes populares, logra acrecentar su ejército popular.
Este último fue quien logró darle un nuevo impulso significativo a la lucha
armada por la independencia con la colaboración destacada de los hermanos
Galeana (Hermenegildo, Pablo, Juan y José); Mariano Matamoros y los
hermanos Bravo (Miguel, Víctor, Máximo, Leonardo y su hijo Nicolás). Afínales
de octubre de 1810, Morelos organiza a un puñado de hombres y toma sin
resistencia Tecpan, Guerrero, en donde se le unen los hermanos Galeana y las
tropas realistas de la región.

En noviembre, Morelos con un ejército de 3,000 elementos inicia el ataque al


puerto de Acapulco, Gro., apoderándose del cerro del Valadero. En febrero de
1811 las fuerzas revolucionarias encabezadas por Morelos se dirigen a
Chilpancingo, Gro., para organizar al ejército, en ese sitio se incorporan al
ejército del sur los hermanos Bravo. En mayo el ejército del sur toma la plaza
de Tixtia, en donde se incorpora a la lucha armada el mestizo Vicente
Guerrero.

Posteriormente Morelos toma la plaza de Chilapa, Gro., en donde procede a


organizar la región controlada por los insurrectos, la cual abarcaba desde las
costas del Pacífico hasta el río Balsas, exceptuando el puerto de Acapulco.

Para diciembre de 1811 el ejército del sur encabezado por Morelos toma la
plaza de Chiautia, Puebla. Después de esta acción divide su ejército en tres
columnas: una, bajos sus órdenes, se dispone amagar México y Puebla; otra,
bajo las órdenes de Miguel Bravo, con la finalidad de controlar Oaxaca, y la
última, bajo el mando de Hermenegildo Galeana, que debía ocupar Toluca.

La columna dirigida por Morelos toma, en diciembre, Izúcar, Pue., y en enero


de 1812 Tenancingo y Tenango, estado de México. Los insurgentes
encabezados por Galeana consiguen controlara en diciembre de 1811
Tepecoacuilco y Taxco, Guerrero. Por su parte Miguel Bravo es derrotado en
enero de 1812 en la plaza de Tecanextla. Durante este período se unen a la
columna de Morelos los curas Mariano Matamoros y José Manuel Herrera.
Ante el éxito de los insurgentes el virrey ordena a Calleja destruir al peligroso
ejército insurgente. Morelos decide fortificarse en Cuautla, Morelos, con la
finalidad de hacer frente a Calleja. En febrero de 1812 la milicia realista inicia
el ataque a la plaza defendida por Morelos, y por los resultados favorables que
obtiene de manera inmediata, Calleja procedió-a sitiar Cuautla. Las fuerzas
rebeldes resisten valerosamente por espacio de tres meses, hasta agotar al
ejército realista lo que les permite a los insurrectos evacuar la ciudad
ordenadamente para dirigirse a Chilapa. Este sitio representó un valioso triunfo
moral al ejército de Morelos y para Calleja una dolorosa derrota de estrategia
militar.

Por su parte, los miembros de la "Suprema Junta Gubernativa de América" se


ven obligados a abandonar Zitácuaro el 2 de enero de 1812 porque Calleja
está a punto de tomar la plaza. Se dirigen en un primer momento a Tlachapa,
Gro., y posteriormente llegan a Sultepec, edo. de Méx., en donde se une al
movimiento el doctor José María Cos. Con el fin de propagar las ideas que
fundamenta y orienta el movimiento el doctor Cos publica durante los meses
de abril y mayo de ese año un semanario titulado El Ilustrador Americano. Para
junio de 1812, en el seno de la Junta surgen diferencias que ocasionan la
separación de sus miembros para operar militarmente en distintos puntos del
territorio novohispano.

En junio de 1812 la columna de Morelos derrota a los españoles en la plaza de


Huajuapan, Oaxaca; posteriormente se traslada a Tehuacán, Pue., y el 29
octubre de 1812 ataca la plaza de Drizaba, Veracruz. En noviembre toma la
ciudad de Oaxaca, en donde procede a reorganizar el territorio bajo su control.
Entre febrero y diciembre de 1813 en esa ciudad se publica el periódico El
Correo Americano del Sur, cuyos redactores son el cura José Manuel Herrera y
Carlos María Bustamante.

El 12 de abril de 1813 el ejército de Morelos toma la ciudad de Acapulco, Gro.,


pero la fortaleza continuó resistiendo por espacio de cuatro meses. El 20 de
agosto los insurgentes consiguen derrotar a las milicias realistas y controlan el
puerto de Acapulco en su totalidad. No obstante las columnas dirigidas por
Nicolás Bravo, y Matamoros experimentan derrotas en Tonalá, Chiapas; en San
Agustín del Palmar, Puebla, y en Coscomatepec, Veracruz.

Durante este período algunos intelectuales criollos se adhieren al movimiento


insurgente: Joaquín Fernández de Lizardi, fray Servando Teresa de Mier, Andrés
Quintana Roo, Liceaga, Bustamante, Velasco y otros. Ante las victorias de los
insurgentes el virrey Venegas es destituido de su cargo y es nombrado en su
lugar al general Félix María Calleja, el cual gozaba de prestigio entre el bando
realista.

Por su parte, Morelos y sus colaboradores comprenden la necesidad de la


existencia de un órgano coordinador de las operaciones militares y que
articulara el sustento jurídico-político del movimiento insurgente, por ello
convocan a los diversos caudillos insurgentes a conformar un "Congreso
Nacional" en la ciudad de Chilpancingo. Dicho órgano quedó establecido el 14
de septiembre de 1813, al cual asistieron como diputados López Rayón,
Verduzco, Liceaga y J. Manuel Herrera; como suplentes Carlos Bustamante, J.
María Cos, Andrés Quintana Roo y José María Munguía.

Durante la primera sesión del "Congreso de Anáhuac" Morelos da a conocer su


programa político, contenido en el documento titulado Sentimientos de la
Nación. Los postulados de dicho programa eran: en lo político, declarar la
independencia absoluta de la nación, es decir, romper todo lazo con la corona
española. Asimismo, establecer un gobierno republicano, el cual se dividiría en
poder legislativo, en poder ejecutivo y en poder Judicial, señala también que
solamente los americanos podían ocupar los cargos de gobierno. En la esfera
de lo religioso, se declaraba la religión católica como la única válida en el
territorio nacional y la supresión de las tributaciones parroquiales; en lo social,
se manifiesta la abolición de la esclavitud y la distinción de castas. Se señala
que ante la ley todos los ciudadanos son iguales. En lo referente al aspecto
económico, se plantea dictar leyes que moderen la riqueza y que aumente el
jornal del pobre. Se reconoce el derecho a la propiedad privada y se suprimen
alcabalas, estancos y el tributo a la corona. Plantea una incipiente reforma de
la tenencia de la tierra en favor de las comunidades indígenas y campesinos
pobres.

Sentimientos de la Nación era el programa más radical que se elaboró durante


el movimiento de independencia e incluso es considerado un proyecto
sumamente avanzado para las condiciones imperantes en esa época. Tal
proyecto no sólo emanaba del igualitarismo social de la ilustración, sino se
manifestaban las necesidades e intereses de los grupos sociales populares, los
cuales sustentaban la lucha armada por la independencia de la Nueva España
del imperio Español.

Una vez instalado el Congreso, Morelos entrega a este órgano toda la


autoridad militar y política. Los miembros del Congreso designan a Morelos
"Generalísimo del Ejército Americano" y depositario del poder ejecutivo. En el
mes de noviembre de 1813 el Congreso publica un Acta Solemne en donde se
proclama la independencia de México con respecto del trono español.
Estableció como forma de gobierno de la nación emancipada una República
libre con la capacidad de dictar sus propias normas legales.

Posteriormente los miembros del "Congreso de Anáhuac" se dedicaron a


elaborar una constitución política. En enero de 1814 el Congreso se traslada a
Tlacotepec, Gro. Después, el Congreso cambia de sede a Apatzingán,
Michoacán, en donde se promulga el Decreto Constitucional para la Libertad de
la Independencia Americana.
En la Constitución de Apatzingán se establecía, que la soberanía reside
originalmente en el pueblo, y su ejercicio en la representación nacional
compuesta por diputados elegidos por los ciudadanos; el gobierno se
fundamenta en la división de poderes y en un régimen de derecho, de libertad,
igualdad y propiedad. Sin embargo, dicha constitución no retomaba el ideario
socioeconómico de Moretes, no consagraba ninguna medida agraria ni social.
Asimismo, señalaba que el mando de la fuerza armada lo debería tener el
congreso y que el poder ejecutivo, en manos de Morelos, era incompatible con
el mando militar. El congreso elige a Liceaga, Cos y Morelos como miembros
responsables del poder ejecutivo.

Con la instauración del congreso, la dirección política del movimiento


insurgente pasaba a manos de los criollos ilustrados que actuaban material y
espiritualmente ajenos a los grupos sociales populares. A partir de la
promulgación de la Constitución de Apatzingán la revolución popular comienza
a decaer, Morelos y sus más cercanos colaboradores sufren grandes derrotas.

En diciembre Morelos intenta tomar Valladolid para extender el dominio


insurgente, pero es derrotado por las fuerzas realistas dirigidas por Llano e
Iturbide el 24 de diciembre de 1813. Posteriormente el 1° de febrero de 1814
las fuerzas insurgentes exhaustas son nuevamente derrotados en Puruarán,
Michoacán, sitio donde es aprendido Matamoros. El lugarteniente de Morelos
es conducido a Valladolid, en donde es juzgado y fusilado dos días después de
sus captura.

Abatido por las derrotas y la pérdida de importantes hombres, Morelos


renuncia al poder ejecutivo como también al alto mando militar, dejando al
congreso organizar la campaña militar y sólo asume el control de tropas. Entre
febrero de 1814 y septiembre de 1815, Morelos permaneció al margen de las
batallas decisivas, retirándose primero a Acapulco y luego a Tecpan.

Durante este período son derrotados los insurgentes Rossains, Guerrero,


Galeana y los Bravo con lo cual las fuerza realistas recobran el control de
Chilapa, Tixtia y Chilpancingo.

El 22 de junio de 1814 en Coyuca son derrotados los insurgentes, en donde


muere Hermenegildo Galeana. Ante la difícil situación el congreso resolvió
trasladarse a Tehuacán, siendo Morelos el encargado de realizar tal evacuación
en septiembre de 1815. En su intento por salvar a los miembros del congreso
decide cubrir la retaguardia de la huida y encarga a Vicente Guerrero continuar
y dirigir la evacuación del Congreso.

El 5 de noviembre de 1815 Morelos se enfrenta al realista Matías Carranco,


pero es derrotado y aprendido; siendo trasladado en un primer momento a
Tepecuacuilco, Gro., y posteriormente hacia la capital donde es juzgado por la
corona y la inquisición. Fue sentenciado a muerte; el 22 de diciembre de 1815
es fusilado en San Cristóbal Ecatepec, edo. de México.

Con la derrota y muerte de Morelos y colaboradores, finaliza la revolución


popular por la independencia de México iniciada en el Grito de Dolores. Aunque
durante los subsecuentes años en algunas zonas se desarrollan guerrillas,
éstas no tienen la fuerza militar ni la definición política del movimiento
insurrecto encabezado por Morelos.

LA CONSTITUCION DE 1824.
El establecimiento de las Cortes y la elaboración de una Constitución liberal en
Cádiz.
Después de los sucesos donde Carlos IV y Femando VII son obligados por
Napoleón Bonaparte a renunciar al trono del imperio Español a su favor en
Boyona, surgen reacciones encontradas ante estos hechos: por una parte
algunos ilustrados, amplios sectores de la iglesia, la nobleza y el ejército
decidieron colaborar con el gobierno francés. Por el otro lado, ciertos ilustrados
y los grupos populares (campesinos, empleados, artesanos, etc.) inician una
lucha armada para expulsar al invasor.

Estos últimos crean en distintas partes de la península Ibérica juntas


gubernativas provinciales que resumían la soberanía en ausencia del
verdadero monarca Fernando VII. Con la finalidad de esgrimir la diferencias
existente entre la juntas y llegar a puntos comunes, los liberales opositores a
Bonaparte convocaron a la creación de Cortes para la formulación de las bases
normativas de una monarquía constitucional. Las Cortes iniciaron sus labores
en septiembre de 1810; se integraban por un tercio de los representantes o
diputados clérigos; un sexto por nobles y el resto por miembros de la
burguesía.

A pesar de las grandes dificultades que se presentaban en esos momentos, las


colonias de América enviaron 53 representantes. La mayoría de los
representantes
de las colonias eran criollos con posturas más radicales que las esgrimidas por
los representantes peninsulares, siendo los criollos Guridi y Alcocer los
representantes de la Nueva España ante las Cortes. Entre las propuestas
manifestadas por los diputados americanos en los trabajos para la elaboración
de la constitución, se encuentran la igualdad jurídica para los ciudadanos tanto
de la península como de las colonias de América; la libertad de explotación
agrícola e industrial para las colonias así como de comercio y de explotación
minera; la supresión de estancos y el restablecimiento de la Compañía de
Jesús en el imperio.

En marzo de 1812 se firmó en Cádiz la nueva constitución española, en la cual


se señalaba que España y América tendrían el mismo estatuto Jurídico; se
reducía el papel del rey al poder ejecutivo; se proclamaba que la soberanía
residía en la nación; se abolían las instituciones feudales y ia inquisición; se
decretaba la libertad de prensa y de expresión. El 30 de septiembre de ese año
se juró la Constitución y las Cortes ordenaron que se pusiera en vigor en las
colonias, así como las leyes que señalaban la libertad de imprenta y el indulto
a los revolucionarios.

Si bien la Constitución de Cádiz no planteaba la solución de los problemas más


importantes que padecía la mayoría de la población americana ni concedía la
independencia a las Colonias, sí manifestaba transformaciones importantes en
el sistema colonial.

Cuando algunas regiones de la península Ibérica fueron liberadas del invasor


francés por un movimiento guerrillero de carácter popular, a finales de 1813 y
principios de 1814, las Cortes se trasladan a Madrid. En la capital del imperio la
composición de las Cortes cambia, ahora la mayoría son conservadores o
moderados quedando en minoría los liberales y los radicales americanos.
Cuando era eminente el regreso a España de Fernando VII, la mayoría de los
integrantes de la Cortes propone al monarca desconocer la Constitución de
Cádiz por ser contraria a las tradiciones e historia del imperio.

Una vez instalado en el trono Fernando VII disuelve el parlamento, desconoce a


la Constitución liberal de 1812 como normatividad legal para el imperio
Español e inició la persecución de los liberales que hicieron la guerra contra
Francia y que fueron un factor importante para que el monarca regresara al
trono. Por otra parte, algunos de los grupos que apoyaron a Bonaparte (Iglesia,
nobleza, ejército y algunos burgueses) son recibidos de manera favorable por
el monarca puesto que son aliados naturales al orden del absolutismo.
Fernando VII restablece la inquisición y los fueros, permite el retorno de los
jesuitas. Así también, gira instrucciones para que se vuelva a instaurar el
antiguo régimen en las colonias.

Constitucionalismo (mexicano), proceso seguido por el Estado mexicano


para crear las leyes que han configurado históricamente su ordenamiento
constitucional.
Antecedentes
Los antecedentes constitucionales en México se inician con la española
Constitución de Cádiz de 1812, vigente en el país por dos períodos.
Posteriormente, la Constitución de Apatzingán, sancionada en esa población
el 22 de octubre de 1814, fue la primera ley fundamental redactada en el
país, resultado del Congreso de Chilpancingo. Se atribuye a José María
Morelos y Pavón la inspiración de este ordenamiento liberal que, debido a la
guerra de Independencia respecto de España, no entró en vigor. La
inestabilidad económica, política y social que caracterizó la vida del país
durante el siglo XIX, originó que México tuviera seis constituciones en ese
período. De ellas, tres son federalistas: la Constitución de 1824, el acta
Constitutiva y de Reformas de 1847 y la Constitución de 1857. Las
constituciones centralistas son, por su parte, la conocida con el nombre de
Siete Leyes de 1836 y la llamada Bases para la Organización de la República,
de 1843. De otro lado, el Estatuto del Imperio (1865) puede ser considerado,
aunque no pasó de un proyecto constitucional, como la sexta constitución
mexicana del siglo XIX.
Constitución de 1824
Fue el primer ordenamiento jurídico en forma que estuvo en vigor en la época
independiente de México. Estableció un gobierno republicano, representativo
y federal. Gran parte de este ordenamiento se inspiró en la Constitución
española de 1812 redactada y aprobada por las Cortes de Cádiz. Sin
embargo, en lo concerniente a la distribución de la representatividad, tomó lo
expuesto en la Constitución estadounidense. Así, la Cámara de Senadores,
órgano para representar a los estados, se formó con dos senadores por
entidad; en tanto que la de Diputados, representante de la población, se
integró con un diputado por cada ochenta mil habitantes. Cada estado elegía
sus gobernadores y legislaturas, cobraba sus impuestos y contribuía para
sostener al gobierno federal con una cantidad fija, que variaba según la
población y riqueza de cada estado. Esto provocó que el nuevo gobierno
fuera económicamente débil. El proyecto jurídico comenzó a discutirse el 1
de abril de 1824 y se aprobó el 3 de octubre de ese año, con el nombre de
Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos. Se mantuvo en vigor
hasta 1835 sin registrar enmiendas.

La tercera etapa corresponde al decremento de la insurrección armada a


ciertos focos guerrilleros.
Entre los primeros meses de 1816, y marzo de 1817 no hubo ninguna figura
insurgente con la capacidad militar ni política que fuera una amenaza seria
para el régimen colonial. Se estima que en ese período había mas de 20,000
insurgentes por todo el territorio novohispano pero sin coordinación ni
armamento suficiente .para realizar batallas importantes. No obstante, la lucha
continuaba aunque a manera de guerrilla.

Entre los guerrilleros más notables de esta fase se encuentran Vicente


Guerrero, que dominaba la región del sur; Guadalupe Victoria,,que operaba en
el trayecto de México a Veracruz; Nicolás Bravo, que recorría la costa de
Alvarado; El "amo" Torres, que operaba en el Bajío; Pedro Moreno, que se
encontraba en la zona de Guanajuato; el padre Marcos Castellanos, que se
encontraba en la isla de Chápala; López Rayón, quien se encerró en Zacatlán y
Manuel Mier y Terán, que operaba en el cerro Colorado.

Por otra parte, el período de Calleja como virrey se caracterizó por su crueldad
para combatir a los insurgentes, así como por permitir atropellos contra la
población por parte de jefes militares. Entre los que más sobresalieron por sus
reprobables acciones se encuentra Agustín de Iturbide.

En septiembre de 1816 es sustituido Calleja en su cargo de virrey, en su


lugares nombrado Juan Ruiz de Apodaca. Este virrey comenzó una nueva
táctica, consistente en ofrecer indultos a los rebeldes para que dejaran la lucha
armada, con lo cual consiguió que muchos insurgentes abandonaran la lucha:
Rossains, J. María Cos, el licenciado Herrera y otros.

En este crítico panorama para el movimiento insurgente llega a México una


expedición encabezada por el militar Javier Mina, quien había luchado en la
península Ibérica en contra de los franceses y posteriormente contra el
absolutismo de Fernando VII, y el fraile criollo Fray Servando Teresa de Mier,
quien había sido desterrado a Europa por sus particulares ideas acerca del
culto a la Virgen de Guadalupe y por manifestar ideas liberales. Tal expedición
tuvo por finalidad ayudar a la causa de la independencia de América de la
tiranía de la Metrópoli.
Javier Mina y fray Servando Teresa de Mier se conocen en 1814 en el puerto de
Liverpool, Inglaterra, donde se ponen de acuerdo para zarpar a la Nueva
España el 15 de mayo de 1816 con la finalidad ya mencionada. La expedición
de 300 hombres, encabezada por Mina, desembarca en el río Santander,
Tamaulipas, en abril de 1817 y en seguida se posesiona de la población Soto la
Marina. En ese lugar, Mina dirige una proclama a la nación americana en
donde manifiesta sus propósitos libertarios.

Posteriormente una columna dirigida por Mina se dirige al interior del territorio
novohispano para ponerse en contacto con los guerrilleros insurgentes y otra
encabezada por José Sarda y fray Servando Teresa de Mier se quedan en Soto
la Marina para edificar un fuerte. En junio de 1817 las tropas realistas toman el
fuerte de Soto La Marina, fusilando a todos los prisioneros milicianos tomados
en el lugar y fray Servando es remitido a los calabozos de la Inquisición
nuevamente.

Por su parte, Mina obtiene una serie de victorias sobre las fuerzas realistas y
llegan al fuerte de "El Sombrero", que se localizaba cerca de León, en donde se
reúne con las milicias dirigidas por Pedro Moreno. A partir de ese momento
Mina y Moreno realizan una intensa campaña militar por todo el Bajío, la cual
preocupa al virrey Ruiz de Apodaca por su éxito. Sin embargo, las banderas
constitucionalistas y liberales de Mina no tuvieron eco popular. En los primeros
días de noviembre Mina y Moreno son derrotados en el rancho de "El
Venadito", en el combate muere Pedro Moreno, y Mina es capturado y
trasladado al sitio del fuerte de "Los Remedios",en donde es juzgado y fusilado
el 11 de noviembre de 1817.

Este fuerte se encontraba en poder de los insurgentes, encabezados por el


Padre Torres. Las fuerzas realistas los sitiaron por espacio de más de tres
meses. El 1° de enero de 1818 los insurgentes intentan evacuarlo pero son
descubiertos y derrotados, salvándose pocos hombres, entre ellos el Padre
Torres que se une a las fuerzas de Vicente Guerrero.

Tras la muerte de Mina y la toma del fuerte de "Los Remedios", el movimiento


insurgente comienza a decaer y los lugares fortificados por ellos son tomados
por los realistas, como el fuerte de "Palmillas" en Veracruz y el del "Cerro de
Cóporo" en Michoacán. Algunos de los jefes rebeldes más relevantes, como
Bravo, López Rayón y Verduzco, son derrotados y condenados a prisión
perpetua.

Entre 1818 y 1820 tan sólo permanecían dos focos insurgentes de importancia
en todo el territorio de la Nueva España. El primero encabezado en la región
sur por Vicente Guerrero y el otro en la región centro dirigido por Pedro
Ascensio.
A mediados de 1818 Guerrero intentó organizar a los jefes rebeldes y con
algunos de los miembros del Congreso de Chilpancingo estableció en la
hacienda de "Las Balsas", Gro., una Junta de gobierno. Sin embargo, por las
constantes persecuciones de las fuerzas realistas dirigidas por Armijo, la Junta
se disolvió en noviembre de 1818. Durante 1819 y 1820 Guerrero continuó con
la lucha armada; en un primer momento se fortificó en el cerro de Barrabás,
pero es obligado a desalojar el sitio. Posteriormente emprendió una campaña
por las riberas del río Balsas, controlando la región de Tierra Caliente y la
denominada Costa Grande, del actual estado de Guerrero, donde propició una
serie de derrotas a la fuerzas de Armijo.

Por su parte, Pedro Ascencio combatió en la Sierra de la Goleta, Edo. De Méx.,


donde controlaba el fuerte de "San Gaspar", pero es derrotado por las fuerzas
realistas dirigidas por Ráfols y se repliega al sur. Para enero de 1820 Ascensio
operaba militarmente en la zona de Tlatlaya, edo. De México, en donde derrotó
en varias ocasiones a las fuerzas realistas en sus intentos por acabarlo a él y a
su guerrilla.
LA CONSUMACION DE LA INDEPENDENCIA.

El 16 de septiembre de 1810 Miguel Hidalgo y Costilla, cura del pueblo de


Dolores, en el actual estado de Guanajuato, alzó la bandera de la rebelión
demandando el fin del mal gobierno, pero sin desconocer el poder del rey
español Fernando VII. A pesar de que inicialmente tuvo éxito, la rebelión de
Hidalgo no sobrevivió mucho tiempo, ya que fue capturado por las fuerzas
realistas y ejecutado en Chihuahua en 1811. El liderazgo del movimiento
pasó a otro sacerdote, José María Morelos y Pavón, quien, en 1814, proclamó
a México como república independiente de España y abolió la esclavitud. Un
año más tarde, Morelos y su ejército fueron derrotados por las fuerzas reales
bajo el mando de Agustín de Iturbide, general criollo. La revolución continuó
bajo el liderazgo de Vicente Guerrero, quien encabezaba un ejército
comparativamente pequeño.

En 1820 se produjo una rebelión liberal en la península Ibérica la cual tendría


grandes repercusiones en la Nueva España. En enero el comandante Rafael
Riego, asignado en Cádiz, se pronuncia en contra del régimen absolutista de
Fernando VII y proclama el restablecimiento de la Constitución de 1812. El
movimiento liberal se extendió rápidamente por el territorio de la Metrópoli,
obligando al monarca a aceptar y jurar en marzo de 1820 la Constitución
liberal que antes había repudiado, así como a restablecer las Cortes disueltas
en 1814.

Los anteriores acontecimientos son vistos con alarma por los sectores
conservadores (los mandos superiores de la Iglesia, del ejército y de la
administración pública, así como los grandes comerciantes) de la Nueva
España, puesto que temen que la revolución liberal llegue a sus dominios y
transforme el orden social en prejuicio de sus intereses y necesidades
socioeconómicas y políticas. Inician acciones para independizarse de la
Metrópoli, pero no con la perspectiva de transformación que el movimiento
popular había pretendido, sino que su objetivo era mantener intactas tanto las
estructuras socioeconómicas como los privilegios sociopolíticos del sistema
colonial sin la injerencia liberal de la Metrópoli.

Dicho grupo de conjurados, encabezados por el Inquisidor general Matías


Monteagudo, que contaba con las simpatías del virrey Ruiz de Apodaca se
reunieron en el templo de la "Profesa" para concertar un plan de acción. Los
conjurados llegaron a la conclusión que se requería de un dirigente militar,
cargo que a recomendación del Inquisidor general recayó en el oficial realista
Agustín de Iturbide, quien había participado en la lucha contra las fuerzas
insurgentes. Por recomendaciones de Monteagudo; el virrey nombró a Iturbide
comandante general del sur con la consigna de acabar con las fuerzas de
Guerrero y de Ascensio.

En noviembre de 1820 Iturbide sale de la capital para combatir a las fuerzas


insurgentes, habiendo asegurado al virrey que antes de febrero de 1821 habría
pacificado completamente el sur de la Nueva España; pero fue derrotado en
varias ocasiones por las milicias de Ascencio y Guerrero, entre diciembre de
1820 y los primeros días de enero de 1821.

Ante estos fracasos militares, Iturbide comprende que será difícil derrotar a las
fuerzas insurgentes y decide negociar con ellos para no retrasar los planes
realizados por los conjurados de la "Profesa". Para ello, Iturbide escribe a
Guerrero una misiva, el 10 de enero de 1821, invitándolo a someterse al
gobierno y asegurándole que si fracasan las acciones de los diputados
americanos en la Cortes de España para obtener la independencia de la Nueva
España, entonces el mismo Iturbide encabezaría la lucha.

Vicente Guerrero le contesta al militar español, en una carta del 20 de enero,


que rechaza el indulto, y le manifiesta que aún siendo Iturbide uno de los
mayores enemigos de los insurgentes, aceptaría una alianza con él siempre
que se tratara de lograr la independencia de la nación.

El 25 y 27 de enero nuevamente son derrotadas las fuerzas realistas, por lo


que Iturbide escribe a Guerrero solicitando una entrevista para negociar. Tal
encuentro se efectuó el 10 de febrero de 1821 en Acatempan, Gro. En este
lugar se acordaron los principales puntos por los que se mantendría el
movimiento armado, así como la subordinación del jefe rebelde a las órdenes
de Iturbide.

El 24 de febrero Iturbide proclamó un plan para obtener la independencia de la


Nueva España con respecto a la corona española, en Iguala, Guerrero. Dicho
plan se apartaba del realizado en las juntas de la "Profesa", en él se
fundamentaba la necesidad de unirse españoles y americanos para obtener la
independencia y así poner remedio a los males sociales padecidos por la
población novohispana a raíz de la lucha armada.

Otros puntos centrales del "Plan de Iguala" eran: el mantenimiento de la


unidad religiosa y conservación de fueros del clero, así como los del ejército; la
instauración de una monarquía constitucional; la concesión de la ciudadanía a
todos los habitantes y el derecho a ocupar cargos públicos. Además se
estipulaba que el trono se reservaba a Fernando VII u otro miembro de la
dinastía reinante; el establecimiento de una junta de regencia que asumiría el
poder de manera transitoria, hasta que ésta designara soberano y convocara a
un congreso para redactar una constitución.
Este plan obtuvo la aprobación rápida de amplios sectores sociales, puesto que
respondía en cierta manera a todos los grupos sociales de la Nueva España,
desde los indígenas y castas hasta el clero y los ricos comerciantes, pasando
por los criollos y los militares. Pero intereses tan opuestos engarzados en el
papel, se enfrentarían en la realidad poco después de lograr el principal
objetivo del "Plan de Iguala".

En los meses posteriores, los insurrectos encabezados por Iturbide y Guerrero


tomaron bajo su control las principales ciudades de la Nueva España. Al
ejército trigarante, nombre que se le asignó a las fuerzas encabezadas por
Iturbide, se le unieron importantes jefes realistas como: Anastasio Bustamante,
Celestino Negrete; Filisola; Joaquín de Herrera y López de Santa Anna. También
los caudillos insurgentes más importantes se unieron al ejército trigarante
tales como: Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria, López Rayón.

Para mediados de 1821 quedaban sólo Oaxaca, Puebla, Veracruz y la Ciudad


de México en poder de los realistas. Ante el avance de las fuerzas rebeldes, las
tropas fieles a la Metrópoli destituyen a Ruiz de Apodaca en julio de 1820,
puesto que consideran tímida su actitud en la defensa de los intereses de la
corona española y lo sustituyen por Francisco Novella, quien intenta sofocar el
movimiento sin éxito.

Novella es sustituido por órdenes de la monarquía constitucionalista de la


península Ibérica por Juan 0'Donojú, quien llega a Veracruz el 3 de agosto de
1821. A su arribo 0'Donoju, quien era un liberal enemigo del absolutismo y que
había sido perseguido por Fernando VII, se da cuenta de la compleja situación
política del país y ante el hecho evidente del triunfo de las fuerzas
encabezadas por tturbide, se pone en contacto con éste para negociar. Tal
entrevista se efectuó en la villa de Córdoba, Veracruz, donde Iturbide y
0'Donojú firman el "Tratado de Córdoba" el 23 de agosto de 1821.

Mediante este tratado, que era en lo general una confirmación del "Plan de
Iguala", se establece la independencia del "Soberano Imperio Mexicano". Cabe
resaltar que en un artículo se aceptaba que si el trono de México no era
aceptado por ningún infante de la dinastía reinante en España, entonces las
"Cortes Mexicanas" tendrían la libertad de elegir monarca, con lo cual quedaba
abierta la posibilidad para que Iturbide aspirará aspirará al trono del imperio
Mexicano.

Al tener conocimiento del "Tratado de Córdoba" Novella, manifestó no estar


dispuesto a reconocer lo acuerdos firmados por 0'Donojú, ante lo cual se
concertó una reunión entre Iturbide, Novella y 0'Donojú en la hacienda de "La
Patera", cercana al cerro de la Villa de Guadalupe, el 13 de septiembre de
1821. En dicha reunión se allanaron las dificultades y Novella terminó
aceptando el "Tratado de Córdoba".
El 21 y 22 de septiembre, 0'Donojú ordenó la evacuación de las fuerzas
realistas de la ciudad de México y el 27 de septiembre de 1821 el ejército
trigarante entró triunfante a la ciudad de México encabezado por Iturbide y
Vicente Guerrero.

Los grupos sociales favorecidos o triunfadores con esta independencia son la


iglesia católica, el ejército realista, los grandes terratenientes, los importantes
comerciantes, los grandes mineros, hacendados y un sector de intelectuales
criollos. Los grupos populares que apoyaron la lucha armada encabezada por
Hidalgo, Allende y Morelos, continuaron padeciendo los efectos negativos del
sistema socioeconómico que se gestó en la Colonia y continuó funcionando por
lo menos en las primeras décadas del México independiente.

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE.
Actividad I:
Investiga las siguientes bibliografías.:
Miguel Hidalgo y Costilla.
Ignacio Allende
Vicente Guerrero.
José María Morelos.
Juan Aldama.
Mariano Abasolo.
Josefa Ortíz de Domínguez.
Pedro moreno .
Agustin de Iturbide.

Actividad II.
Investiga ampliamente ”La batalla de la alhóndiga de Granaditas”.

Actividad III:
Ejemplifica con tus compañeros el “Grito de Dolores”.

Actividad IV:
Remarca en una Mapa los estados y Municipios que intervienen en el proceso
de Independencia.

Actividad V:
Consulta los siguientes términos.
Caudillo.
Soberanía.
Ejecutivo.
Legislativo
Judicial.
Monarquía constitucional.
Plan político.
Constitución.
Alianza.

Actividad VI:
Realiza una línea del tiempo incluyendo los personajes más destacados de
acuerdo a la época.

Actividad VII:
Realiza una síntesis de la Independencia de México.

Actividad VIII:
El Estado de Guanajuato, tiene museos muy importantes, muestran gran parte
de los hechos históricos ocurridos en esa época no pierdas oportunidad y
visítalos.

Actividad IX:
Explica ampliamente la consumación de la Independencia.

Actividad X:
Investiga y explica las causas internas de la guerra de Independencia.

Actividad XI:
Intégrense equipos de trabajo de nomás de cuatro alumnos. Analicen y
discutan las causas de la independencia. Determinen cual es la más
importante y por qué.

Actividad XII:
En un mapa de Nueva España, ilumina de diferentes colores las intendencias
en que se desarrolló principalmente la guerra de Independencia y describe los
daños materiales que causo.

Actividad XIII:
Investiga y ordena cronológicamente a los virreyes de Nueva España durante
el siglo XIX:
BIOGRAFÍA

JUAREZ INFANTE ROBERTO, DE LA TORRES ZERMEÑO FRANCISCO. “ HISTORIA


DE MEXICO 1”. ED. Mc GRAW-HILL, 1998.

JUAREZ INFANTE ROBERTO, DE LA TORRES ZERMEÑO FRANCISCO. “ HISTORIA


DE MEXICO 2”. ED. Mc GRAW-HILL, 1998.

SERRATO DELGADO DAVID. “HISTORIA DE MEXICO”. ED. PRENTICE-HALL


HISPANOAMERICANA, S.A. 1997.

DELGADO CANTU, GLORIA. “HISTORIA DE MEXICO 1”. ED. ALHAMBRA –


MEXICANA. 1996.

DELGADO CANTU, GLORIA. “HISTORIA DE MEXICO 2”. ED. ALHAMBRA –


MEXICANA. 1996.

“HISTORIA ILUSTRADA DE MÉXICO”. DESDE LOS ORIGENES HASTA ERNESTO


ZEDILLO. OCEANO 1998.

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