Antes de terminar la secundaria tenía que hacer algo emocionante con mi
grupo de amigos, todos queríamos tener un buen recuerdo de nuestra secundaria, pues claro quien no va a querer tener un hermoso recuerdo con sus mejores amigos de esa edad, estuvimos planeando meses y meses un gran viaje a la playa, habíamos decidido irnos a Miami, puesto que mi amiga tenía familia allá y así evitaríamos gastar en el hospedaje. Así fueron pasando los meses, hasta que llegó el gran día. Era momento de irnos. Todos los padres estuvieron de acuerdo con que viajemos, ninguno se opuso, y por el lado de los permisos no hubo problemas. Los padres de cada uno fueron hasta el aeropuerto acompañando a sus hijos, por mi lado fui sola mis padres no me acompañaron, ni el perro, ni el gato, ni el alma. Siempre era así, tenían trabajo, reuniones, viajes pero algo siempre les impedía estar conmigo en los momentos que yo consideraba especiales. Tomamos el vuelo a Miami, todos estábamos emocionados puesto que nadie conocía el lugar, yo ya me lo imaginaba un lugar hermoso, con un sol radiante, el mar precioso, con el agua tan clara y transparente como los ojos de él, un cielo tan azul, quería llegar muy pronto. Al fin llegamos después de 8 horas de viaje en avión, los tíos de mi amiga, nos recibieron. Fueron muy amables con nosotros nos ayudaron con el equipaje. Nos llevaron a casa, que por cierto era un lugar muy amplio, lindo pero al mismo tiempo terrorífico, a mí me daban mucho miedo las muñecas de porcelana, había escuchado muchas historias de ellas, la casa estaba repleta de esas muñecas, sin embargo no le tome demasiada importancia, trate de evitar ese detalle, había ido a divertirme no a frustrarme con unas muñequitas. El señor y la señora Zvicovitch nos invitaron un delicioso banquete, un plato muy típico de Miami llamado FLORIBBEAN CUISINE. Al terminar de comer, nos avisaron que ellos tenían que viajar fuera del país y que probablemente iba a ser un viaje un poco largo, nos dieron unas recomendaciones para el cuidado la casa. Ellos llegarían un día antes que regresemos a casa, todos nos emocionamos porque sabíamos que sin adultos iba a ver más diversión (o al menos eso creíamos) Así pasamos la primera noche sin ellos. Toda la casa era nuestra, la primera noche estuvo muy bien. Estaba demasiado cansada así que me dormí de largo, no desperté ni para ir al baño. (me pareció muy raro) Amaneció, nos fuimos a la playa, conocimos el lugar un poco, algo relajado eran vacaciones teníamos que divertimos, después de cenar en la calle, volvimos a casa, estuvimos un momento en la sala mirando una película, y ahí fue donde todo comenzó. Yo, como ya les dije temía de las muñecas de porcelana ya que se me hacían tenebrosas y como muchos decían era diabólicas, estaba algo asustada por que la señora Zvicovitch tenía esas muñecas por todo lado y yo sentía que me observaban. Lamentablemente no mire la película nada calmada, tampoco comente nada, ya que parecía que a nadie más le daba miedo y no quería verme ridícula. Fue en eso en que se escuchó un golpe muy fuerte en la cocina, pausamos la película y todos nos paramos a ver qué había sucedido fuimos juntos hasta la cocina, al inicio pensamos que se había caído algo por el viento, entramos a la cocina y todo estaba en orden no había nada y fue en ese momento en el que alguien empezó a reproducir la película, la cual habíamos dejado pausada. Regresamos a la sala rápidamente y sí, la película continuaba reproduciéndose, nadie dijo nada, nos miramos unos a los otros y nos hicimos de la vista ancha, continuamos viendo la película y volvió a suceder pero ahora era alguien corriendo en el piso de arriba, nadie dijo nada nos quedamos callados mucho tiempo, y en ese lapso sucedió lo mismo tres veces, tres veces sentimos que alguien corría por la casa mientras se reía. Fueron así las cinco noches que estuve en aquella casa, todas empezaban con el mismo suceso, la cocina, la sala, y luego el segundo piso, todos estábamos aterrados, hacíamos de todo para no tener que ir a casa, hasta que me harte, no pude más y la penúltima noche no dormí allí, así que me fui con uno de mis uno de mis amigos a dormir a un hospedaje. Prometimos volver a casa en la mañana para alistar las cosas e irnos. Eso hicimos después de descansar. Entramos y me pareció extraño que no estuvieran despiertos, puesto que era muy tarde, conociéndolos ellos ya estarían despiertos. Fue algo muy extraño que ese día sea la excepción. Subimos las gradas y cuando llegamos al segundo piso nos extrañamos más ya que había ropa por el callejón de los cuartos ropas de los que se habían quedado en la casa, me asuste así que llame a la policía, mientras la policía llegaba yo decidí entrar a revisar los cuartos con mi amigo, entramos al cuarto de la sobrina de los dueños de la casa, y ella estaba tirada en el piso, apuñalada, le habían cortado el cabello, tenía demasiadas cortaduras, y me percate que no tenía un ojo, lo mismo con los otros dos que faltaban todos en la misma posición con las mismas heridas, a todos les faltaba un ojo y justo era el ojo derecho, yo sabía que era obra de las muñecas por ello me asuste y jale a mi amigo insistí que saliéramos de la casa en ese preciso momento pero él se opuso no pude evitarlo y me salí sola. Llego la policía hizo las investigaciones correspondientes y encontraron cuatro cadáveres a el también lo mataron si solo me hubiera hecho caso de salir de aquella casa nada le hubiera pasado, pero no decidió quedarse, a las horas me entere que los señores Zvicovitch murieron a casusa de un asesinato. Muchas personas me contaron que la señora Zvicovitch era bruja y que ella había ordenado matar a mis amigos e incluso a su propia sobrina, a mi pues a mi jaja me culparon de asesinato de mis cuatro amigos, quien iba imaginar que una simple viaje terminaría así, ahora cumplo 12 años en una prisión por algo que no hice, es injusto, yo no los mate, las muñecas lo hicieron.