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Para que la planificación del desarrollo agrícola tenga éxito es preciso prestar bastante
atención a la variabilidad del sector, y a tal efecto hay que pasar por las siguientes
etapas: Primera, es preciso identificar y analizar las variaciones de una región a otra, e
incluso entre zonas de una misma región, y tenerlas en cuenta en el momento de adoptar
decisiones, de forma que no se preconice una solución general para problemas de
naturaleza diferente. Y Segunda, esos análisis tendrán que revisarse periódicamente
para poder introducir las adaptaciones requeridas y, por ultimo, deberán tomarse en
consideración una serie de factores que poseen un alto grado de interdependencia e
interacción, cosa que obliga a preocuparse constantemente por los puntos de contacto
existentes.
Según Milikan y Hapgood, esos factores pueden clasificarse en cinco categorías: factores
de insumos físicos; factores económicos, organizativos, culturales y motivacionales, y de
conocimientos, si bien estos autores reconocen que “las clasificaciones de fenómenos
continuos e interdependientes no dejan de ser arbitrarias hasta cierto punto”.
Clasificación de los factores que influyen en el desarrollo agrícola
Clima
Simientes
Agua
Factores de insumos Tierra
físicos (no humanos) Fertilizantes
Elementos defensivos
Máquinas y equipos agrícolas
Animales de trabajo
Combustibles
FACTORES ECONOMICOS.
- MERCADO Y COMERCIALIZACIÓN
El precio que reciben los agricultores se debe a millones de decisiones de los diversos
agentes que intervienen en el proceso de comercialización.
Una de las preocupaciones constantes de las instituciones oficiales que actúan para
fomentar el desarrollo agrícola es identificar y establecer las características de los factores
que intervienen en la formación de los precios agrícolas, siendo los mas importantes: las
variaciones de la oferta de productos agrícolas, las variaciones de los ingresos de los
consumidores, los costos de comercialización y la política oficial.
Los programas oficiales para aplicar una política de precios suele tener como finalidad
principal no dejar que desciendan por debajo de un determinado nivel (política de precios
mínimos o de precios garantizados) o impedir un aumento súbito de los productos que tienen
un coeficiente significativo en la determinación de los índices del costo de vida. Según la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los
principios que deben orientar la aplicación de precios mínimos son los siguientes:
1- Permitir que el agricultor y el trabajador campesino tengan un nivel de vida adecuado
de conformidad con el patrón general del país.
2- Aumentar la capacidad competitiva de la agricultura.
3- Evitar fluctuaciones excesivas en los precios, con objeto de estabilizar los ingresos del
productor.
4- Contribuir a flexibilizar la producción, en su constante reajuste con las necesidades,
para evitar escasez o excedentes perjudiciales.
5- Elevar y satisfacer el consumo de productos agrícolas a precios razonables,
igualmente equitativos para productores y consumidores.
6- Ayudar en el desarrollo armonioso de la economía global del país, impidiendo las
transferencias de ingresos de la agricultura a la industria.
7- Equilibrar la distribución mundial de productos primarios en la que deberán participar
con la misma responsabilidad los países exportadores e importadores.
Los caminos para modernizar el sector agrícola son varios, pero todos ellos pueden
resumirse en una sola palabra: Tecnología, que, a su vez, requiere capital. Modernizar la
agricultura introducir nuevas formas de capital, que son mucho mas productivas que las
antiguas.
La modernización de la agricultura tradicional solo tendrá éxito en el grado en que se creen
nuevos insumos, capaces de proporcional una ganancia respetable a los agricultores. Los
programas de investigación y educación formales e informales son políticas compatibles con
esta hipótesis, en el primer caso porque se crearan nuevas formas de capital, y en el
segundo, nuevas formas de capital intangible (Capital Humano – Trabajadores Rurales,
Investigadores y extensionistas) con una capacidad mayor.
Respecto del capital tangible (insumos físicos no humanos), no basta con producirlo y
multiplicarlo sino que tiene que ponerse a disposición de los agricultores a un precio
realmente compensador.
Muchas técnicas modernas que son económicamente ventajosas en otras naciones, dejan de
serlo en los países latinoamericanos ante los altos precios de los insumos modernos y el bajo
nivel de salarios de los trabajadores.
En principio, seria posible reducir algo los precios que pagan los agricultores por los insumos
modernos mejorando el sistema de comercialización, de manera que disminuya el margen
que perciben realmente los comerciantes e importadores. Para conseguir una reducción más
significativa de los precios también hay que introducir importantes modificaciones en los
procesos de fabricación. En cuanto a los salarios de los trabajadores rurales, es más difícil
conseguir que suban, pero mediante procesos educativos y reformas estructurales quizás se
consiga alguna mejora. No obstante, a medida que progresa la agricultura, principalmente
mediante la modernizaciones, tienden a empeorar las posibilidades de empleo de los
trabajadores rurales, cuyos salarios son forzados a mantenerse en un nivel bajo, casi de
subsistencia.
Otro problema que debe examinarse es la relación entre los precios de los productos
agrícolas y el precio de los insumos modernos. Todo el mundo sabe que el precio de estos
últimos son en general altos cuando se comparan con los precios que reciben los agricultores
por la venta de sus productos, cuyos índices de alza no son proporcionales por lo que viven
permanentemente sujetos a oscilaciones temporales.
Hay motivos para que persista esta situación, pues el poder adquisitivo del mercado interno
de los países subdesarrollados es limitado, las dificultades que se oponen a la exportación
relativa y las condiciones de la oferta en cierto modo favorable. En estas condiciones los
precios que perciben los agricultores por los productos agrícolas tienden a permanecer en un
nivel relativamente bajo, lo que hace difícil aumentar el uso de insumos modernos. Se
pueden adoptar muy pocas medidas para mejorar esta situación; la garantía de un precio
minino y la mejora de los procesos de comercialización pueden mejorar los precios que
reciben los agricultores, pero no ofrecen una solución definitiva para la composición
estructural. De la misma manera, los subsidios concedidos a las industrias que producen
insumos o los créditos con interés negativos a los agricultores para que adquieran insumos a
precios compensadores solo son simples medidas coyunturales, sin la sensación de
permanencia que requiere el problema.
El crédito rural representa el mecanismo más importante para dar dinamismos a los
programas y proyectos de desarrollo de la agricultura, si se tiene en cuenta que:
1- Los recursos disponibles son escasos en comparación con las inversiones requeridas,
por lo que obligan a realizar inversiones adicionales por conducto de un sistema de
crédito institucionalizado.
2- Esa institucionalización representa un vehículo adecuado para introducir innovaciones
tecnológicas, sobre todo cuando va asociado con asistencia técnica y extensión rural.
3- Su aplicación sistemática contribuyen a acelerar la capitalización de las unidades
agrícolas.
4- Su uso constituye un medio de crear condiciones para que los agricultores adquieran
responsabilidades mutuas en el proceso de desarrollo de la agricultura.
A pesar de las muchas líneas de crédito existentes para financiamiento convencional o para
apoyar programas integrados de desarrollo rural más ambiciosos, la legislación vigente y los
procedimientos bancarios (en función de las condiciones que imponen a los prestatarios) no
permiten encauzar recursos en la forma y volumen más convenientes. En los países
latinoamericanos muchos agricultores no tienen más que uso temporal de la tierra, sin poder
mostrar un título de propiedad, por lo que quedan prácticamente al margen de los programas
de financiamiento a medio y largo plazo y de concesión de créditos para inversiones.
La experiencia adquirida demuestra que existe un desfase en las instituciones financieras
respecto de la política general de acción pues simultáneamente con la ejecución de un
programa específico de crédito rural debieran procurar inducir a los agricultores a que utilicen
ese crédito. Como la capacidad de reembolso de los agricultores es en general poco
satisfactoria, bien como consecuencia de las investigaciones o de una orientación deficiente
de la aplicación del crédito, es preciso dar directrices más coherentes con el sistema de
cultivo que siguen muchas de las unidades agrícolas de América Latina y con el grado de
capacitación de los agricultores.
La actuación de la extensión rural, para movilizar y adaptar el crédito rural a las necesidades
de un programa de desarrollo agrícola, se ajustaría a dos finalidades:
1- Ayudar al agricultor a actuar para lograr una combinación optima de recursos. Cuando
el mercado de capital tiene imperfecciones, los agricultores no suelen utilizar los
recursos al nivel optimo; en estas circunstancias, el crédito rural tiende a crear
condiciones que amplían al máximo sus ingresos, lo que generalmente origina un
aumento de la producción. Esta función exigirá que se le enseñen nuevos
conocimientos. Dentro de la tecnología que conocen, el agricultor ampliara su negocio
con ayuda del crédito. Es probable que en algunos casos haya de realizar algún
trabajo para demostrar que los recursos se usan a nivel optimo y que hay
oportunidades apreciables de lucro si se amplia el negocio.
2- Hacer viable una tecnología nueva. En este caso, el objetivo consistirá en modificar el
sistema de trabajo. Esa viabilidad se consigue de dos formas: una es consecuencia
del tipo negativo de interés, que origina una reducción relativa del precio de los
insumos en comparación con los precios de los productos. Como el crédito suele ser
selectivo, en el sentido de que se financia un determinado grupo de insumos, tal grupo
podrá adquirirse en condiciones competitivas en relación con otros grupos, por lo que
lo utilizaran los agricultores. De esta forma, se hace posible aplicar una tecnología
diferente. La otra manera de conseguir los recursos que el agricultor podrá obtener en
el futuro es el ahorro, que le permite adquirir un conjunto de insumos que no podría
obtener de otra forma.
- IMPUESTOS
2- Impuesto sobre la Renta Agrícola. La ventaja que tiene este gravamen es que
resulta fácil preparar una escala gradual, obteniendo un tributo mayor de los que
poseen mas capacidad de pago. Además son impuestos que le parece más justos al
público. Por otra parte, la inflación hace que su monto aumente continuamente, a
medida que los ingresos están sujetos a tasas más elevadas. Por último, el valor real
de las sumas cobradas también aumenta, a medida que se incrementa los ingresos
gracias al progreso tecnológico o a otras causas.
Las ventajas que se acaban de enumerar del impuesto sobre las rentas agrícolas,
tienen en general como contrapartida el problema casi insoluble que origina su
aplicación. Para gravar con él, es preciso conocer las rentas de las personas; y para
lograrlo se necesita contar con la buena voluntad del contribuyente, unida a la facilidad
de acceso de las autoridades fiscales a los registros financieros y a un servicio de
administración y recaudación bien organizado. El problema creado en la agricultura es
complicado por la falta de una contabilidad agrícola.
La política de imposición al sector agrícola tiene que compensarse con alguna forma
de prestación de servicios directos en el área de la infraestructura, concediendo
créditos subvencionados para la adquisición de insumos básicos o con alguna otra
medida de política agrícola; de lo contrario, faltará estímulo para el sistema productivo
y aparecerán limitaciones en el proceso de desarrollo de la agricultura.
Las variaciones de la política fiscal de tributación sobre la producción, las empresas y
la comercialización afectan mucho los resultados económicos que obtienen los
empresarios rurales. Esos impuestos, tasas y contribuciones pueden incrementar o
reducir la renta liquida de las empresas por su efecto sobre los precios que cobran y/o
sobre los costos de producción de los distintos productos y sobre los costos globales
de la empresa. Con objeto de minimizar estos efectos, el empresario deberá
mantenerse al corriente de los beneficios que otorga la legislación fiscal en forma de
deducciones o rebajas del impuesto sobre la renta, lo que obliga a llevar una
contabilidad y un control mínimo de sus actividades.
- INCENTIVOS.
Para que un programa de desarrollo agrícola tenga éxito, requiere que participen
efectivamente sus beneficiarios. Y para que esta participación cristalice es necesario
modificar la actitud y comportamiento de los individuos en el transcurso del proceso de
desarrollo.
Es posible iniciar un proceso de modernización del sector, mediante excensiones o
deducciones del impuesto sobre la renta, en beneficio de los agricultores que logren un nivel
de productividad que se considera adecuado o que contribuye indirectamente al proceso de
desarrollo. Por la inelasticidad clásica de su producción, el sector agrícola necesita
permanentemente estos incentivos, bien para atenuar las fluctuaciones que siempre
experimental los ingresos o para compensar los periodos de precios administrados a que
esta sujeto, en el sentido de rebajar los precios que pagan los consumidores con objeto de
disminuir los índices del costo de vida.
Todos sabemos que el aumento de productividad del trabajo es el alma del proceso de
desarrollo económico, pues permite incrementar la producción de bienes y servicios y
mejorar el nivel de ingresos. En la actualidad, existe un intenso proceso de urbanización, el
cual esta íntimamente relacionado con el éxodo de la población campesina. En
consecuencia, es necesaria una mejora de las técnicas de la agricultura para sustituir a esa
masa de trabajadores que abandonan las zonas rurales, a fin de evitar que disminuya la
producción de alimentos y materias primas.
FACTORES ORGANIZATIVOS
- ESTRUCTURA AGRARIA.
El problema que tienen planteado los países de América Latina nace en gran parte de la
pobreza de su población rural.
Entre los factores que influyen en el nivel de vida del campo y restringen de una manera
definitiva el desarrollo agrícola se encuentra la estructura agraria, con cuya expresión se
designan al conjunto de instituciones en que esta basada la producción agrícola.
Entre esas instituciones, son pertinentes las condiciones de posesión y uso de la tierra, la
forma legal o jurídica de esa posesión, la distribución de la propiedad agrícola en latifundio y
minifundios y, como complemento, los servicios que prestan a la población rural los
Organismos oficiales, tales como crédito, asistencia técnica, comercialización e
infraestructura económica y social.
La estructura agraria puede reducir el nivel de vida de los campesinos, imponiéndole unos
cánones de arrendamiento o alquileres exorbitantes; puede privarles de incentivos o de
oportunidades para progresar y puede perjudicar o impedir la modernización, por la precaria
tenencia o el insuficiente tamaño del fundo hacen que las inversiones sean imposibles o
antieconómicas.
Por lo tanto, uno de los factores que impiden que se modernice la agricultura es la estructura
agraria, en la cual la mala distribución de la tierra y el exceso de ocupación de la mano de
obra en relación con la superficie cultivada, dificultan el incremento de la productividad y, en
consecuencia, el aumento de los ingresos.
Los ingresos reducidos de los citados grupos sociales del sector rural se deben al escaso
índice de productividad, constituyendo la escasez relativa del factor tierra uno de los
elementos que limita la modernización. Por otra parte, la escasez de tierra no existe en sí
pues lo que comprueba en realidad es su mala distribución, es decir la existencia de un
complejo formado por minifundios y latifundios.
A este respecto, una política de reforma agraria para rectificar la mala distribución de la tierra,
a parte de permitir que la población tenga acceso a ella, podría contribuir a modernizar el
sector rural. Enfocada la reforma agraria con este criterio, no solo se convertiría en factor de
modernización del sector agrícola, sino que también serviría como política para impulsar el
desarrollo económico de la nación. Por sus condiciones, y principalmente por la poca
elasticidad ingreso de los productos agrícolas y por las posibilidades relativamente pequeñas
de introducción de nuevos productos, el sector agrícola se caracteriza por su lento desarrollo.
La parte dinámica de una economía en desarrollo es el sector secundario, dada la elevada
elasticidad ingreso de los productos industriales y las posibilidades de innovación e
introducción de nuevos artículos que ofrece.
Hasta donde son posibles las generalizaciones, la reforma de la estructura agraria origina
una elevación del nivel de vida de la población de las zonas rurales, si forma parte de un
programa global de desarrollo agrícola y no se efectúa aisladamente.
- TAMAÑO DE LA EXPLOTACIÓN.
La determinación del tamaño de la explotación agrícola es uno de los puntos más complejos
que debe determinarse en un programa de desarrollo de la agricultura. Los problemas de la
estructura agraria creados por la gran concentración de la población en algunas regiones
agrícolas, los suelos deficientes y la topografía variada, mano de obra poco calificada y falta
de insumos a precios compensadores hacen que la solución de esta cuestión sea
problemática.
Cuando la finca tiene un tamaño óptimo las operaciones son más eficientes y se aprovecha
mejor el trabajo, la tierra y el capital; en resumen, la utilización más eficaz proporciona unos
ingresos más satisfactorios y reduce los gastos, porque es bien sabido que los costos fijos se
“diluyen” cuando aumenta la escala de la realización. Sin embargo, en muchas ocasiones las
unidades agrícolas que operan en gran escala no tienen el éxito que se esperaba, cosa que
según Mellor, puede atribuirse a dos factores:
1.- La aplicación general de determinadas prácticas de cultivo sin tener en cuenta las
condiciones físicas variadísimas de las regiones o localidades en que se utilizan. Las
características distintas de los suelos y de la topografía requieren muchas veces que se
introduzcan importantes modificaciones en las técnicas.
Los servicios del gobierno abarcan las instituciones y organizaciones públicas que
proporcionan servicios y que ejercen directa e indirectamente una influencia significativa a la
empresa agrícola, tomado en sentido general, pero que son externas a ellas. En esta
definición existen tres elementos básicos: la prestación de servicios, la capacidad para influir
significativamente y el ser externa, es decir, en el sentido de no pertenecer y detener un
proceso decisorio (incluso formalmente) independientemente del proceso de decisiones de la
empresa agrícola.
Con capital intensivo – en las que la prestación de servicios dependen de que existan
grandes cantidades de capital; así sucede con la infraestructura de transporte,
comercialización, riego, drenaje y electrificación rural. En otras palabras los servicios de
capital sufragan la mayoría de los gastos en oposición a los servicios de trabajo.
Con capital extensivo – en las que el componente capital es la parte menor de los gastos
totales, en las cuales los gastos que representan la remuneración del trabajo constituyen
la partida más grande. En esta categoría están incluidos el sistema educativo escolar y no
escolar, las instituciones de investigación, las instituciones de crédito, los servicios de
salud y los servicios de fiscalización y defensa de animales y vegetales.
La capacidad para establecer, ampliar, modernizar o “agilizar” todos estos servicios está en
relación directa con el éxito o el fracaso de los programas de desarrollo agrícola.
- POLÍTICA OFICIAL.
2.- Medidas de política agrícola, que abarca el conjunto de disposiciones para tratar de
amparar la propiedad rural y que sirven para orientar, en beneficio de la economía del
sector primario, las actividades agropecuarias, bien para garantizar el pleno empleo o
para armonizarlas con el proceso de industrialización del país.
- ASOCIANISMO.
La definición de tal sistema es una de las tareas más importantes para el grupo de técnicos y
administradores que desea iniciar un proceso de modernización en un subsector agrícola
tradicional, e incluso ampliar las fronteras de la economía.
En general los agricultores apenas participan en tales actividades, y su pasividad puede
atribuirse a las causas siguientes:
La mentalidad paternalista originada por la presencia permanente y a veces ostensiva, del
poder público en esas áreas, que actúa como inhibidor de la aparición de dirigentes
genuinos.
Una propagación inadecuada del grupo encargado de la ejecución del proyecto, en el
sentido de que no comprende las aspiraciones reales de los agricultores, con lo que le es
difícil una acción recíproca positiva y eficaz con ellos.
Una percepción deficiente del objetivo final de los proyectos, que consiste en crear una
comunidad organizada para producir, con facultades para decidir y capacidad de
autodeterminación, lo que redunda en la adopción de directrices operacionales
inadecuadas para alcanzar el objeto previsto.
Factores que pueden servir para facilitar u obstaculizar los cambios de actitud.
Entre ellos se destacan las actitudes extremas, la complejidad de la nueva idea y la
congruencia de las actitudes entre si, que son factores que se refieren a la propia naturaleza
de las actitudes.
Los factores culturales también son muchos y nacen de tradiciones más o menos complejas,
que definen rutinas, hábitos y tabúes que se respetan de maneras distintas. Para analizarlos,
es preciso tener una gran experiencia en encuestas sociológicas.
Es importantísimo disponer de elementos de información, tal como los factores globales que
se enumeran a continuación:
La estructura agraria
El nivel de vida de los diversos estratos de la población
Las técnicas de cultivo
La importancia económica del conjunto regional constituido por los agricultores
La naturaleza de los recursos disponibles y posibilidad de aprovecharlos de la mejor
forma.
Respecto de los aspectos personales de los agricultores como el análisis habrá de ser
minucioso y consistir en:
La “localización” del agricultor en el grupo social
La edad, pues este factor influye decisivamente en la receptividad de las innovaciones
El grado de instrucción
Las características psicológicas, tales como aspiraciones y sentido de la vida.
Una vez conocida la realidad social y cultural, podrá ponerse en práctica el programa de
divulgación, pero sin olvidar que al abordar el problema acerca de los agricultores no todos
están en igualdad de condiciones para absorber las fases de difusión de los conocimientos y
técnicas. Unos serán rápidos, llegando sin esfuerzo hasta las últimas etapas, mientras que
otros se mostraran lentos, interesándose menos en los problemas que se les presentan. De
la misma manera, hay que ensayar los métodos de divulgación (para la masa, el grupo y el
individuo) y comprobar su eficacia, medida o evaluada según un criterio administrativo (que
establezca el costo de la actividad) y social (que evalué la influencia del acto).
FACTORES QUE INFLUYEN EN EL DESARROLLO AGRÍCOLA
FACTORES
MERCADEO Y ESTRUCTURA
CLIMA COMERCIALZACIÓN AGRARIA DINAMICAS DE LAS
COMIUNIDADES
SUELOS RURALES
PRECIOS TAMAÑO DE LA
AGRICOLAS REALIZACIÓN
AGUA NIVEL DE
CONOCIMIENTO DE
VEGETACIÓN DISPONIBILIDAD SERVICIOS LOS AGRICULTORES
DE INSUMO OFICIALES
INCENTIVOS
EFICIENCIA DE LA
MANO DE OBRA
EFICIENCIA DE LAS
MAQUINAS Y EQUIPOS
ORGANIZACIÓN DE EQUIPOS PARA LA DISCUSIÓN Y PRESENTACIÓN DE INFORMES