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INTRODUCCIÓN
VIAS DE ADMINISTRACIÓN
NO INVASIVAS
Sondaje nasogátrico
Sondaje transpilórico
INVASIVAS
Gastrostomía
Yeyunostomía
INDICACIONES
La nutrición enteral tiene una enorme importancia en el manejo del paciente
crítico siendo actualmente una faceta más de su tratamiento. Está indicada
cuando el paciente no pueda, no deba o no quiera comer lo suficiente para
satisfacer sus necesidades nutricionales, que además, pueden estar aumentadas
por la propia enfermedad.
Para administrar una dieta enteral deben utilizarse las sondas fabricadas
especialmente para este uso, que presentan un calibre, flexibilidad y resistencia
adecuados para garantizar el máximo confort al paciente y evitar complicaciones
indeseables. Los materiales más frecuentemente empleados en la fabricación de
sondas son el PVC (cloruro de polivinilo) y el poliuretano o silicona. Actualmente
las que más se usan son las de silicona ya que son de larga duración, y tienen un
diámetro interno mayor, a igual calibre externo. Son blandas y no se endurecen
una vez colocadas, como ocurre con las sondas de polivinilo que tienen tendencia
a ponerse rígidas con el tiempo, bajo la acción de los jugos digestivos. Por ello, es
necesario reemplazarlas cada 7-10 días. Las sondas de poliuretano no son
atacadas, ni alteradas por la acidez gástrica y pueden permanecer colocadas
períodos de tiempo más largos.
Existen sondas sin guía y con guía para facilitar su inserción, sondas no
lastradas y sondas lastradas, con un lastre inerte de tungsteno, diseñadas para
facilitar el paso transpilórico y disminuir el riesgo de broncoaspiración. En el
extremo superior tienen una conexión en Y para facilitar el lavado y la
administración de los fármacos.
Para calcular la longitud hasta el píloro añadiremos los cm. necesarios hasta el
ángulo costal inferior derecho. La mayor parte de las sondas tienen marcas y
distancias en cm. que facilitan estas mediciones. FIG.3
Con la cabeza girada hacia la derecha se introduce la sonda por la fosa nasal
haciéndola avanzar de forma progresiva hasta alcanzar la primera marca
realizada y que nos indica la llegada al estomago. FIG.4
Una vez que la segunda marca esta a la altura de la fosa nasal, se inyectan 10 cc
de aire. Si aspiramos con dificultad menos de 2 cc la sonda debe estar bien
posicionada. A la auscultación se oirá un gorgoteo en el hipocondrio derecho.
Se introduce la sonda unos cm. más para intentar dejarla en la última porción del
duodeno.
Se retira el fiador.
Se introduce una sonda naso gástrica, generalmente por el mismo orificio nasal
que la transpilórica para permitir el vaciamiento gástrico y la medición de restos.
FORMA DE ADMINISTRACIÓN
Se irá incrementando a 0.5-1 ml/kg/h cada 3-4 horas, siempre que los restos
gástricos sean inferiores al 25% del volumen administrado.
Se seguirá ese ritmo durante las 24-48 h siguientes hasta alcanzar el aporte
calórico necesario.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
Fijación de la sonda a la fosa nasal con esparadrapo poniendo un apósito
hidrocoloide en el punto de apoyo para evitar las ulceras por decúbito. FIG.7-8
Lavar siempre la sonda con agua estéril, antes y después de cada bolo y cada 4
horas si la alimentación es continua.
Manejo del instrumental y nutrientes con la mayor higiene posible. Las soluciones
nutricionales deberán manejarse con cuidado durante su preparación,
conservación y administración con el fin de evitar la contaminación bacteriana