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La necesidad del hombre por estimar el riesgo y la confiabilidad de las distintas estructuras
que construye, ha propiciado el desarrollo de distintos métodos, procedimientos y técnicas
que le ayudan a tener una mayor certidumbre de las posibles causas, consecuencias y
efectos que implicaría el que una estructura falle. Como se ha señalado, el objetivo
principal de la investigación es analizar el riesgo y la confiabilidad de una de las
principales obras de infraestructura, las presas de tierra, motivo por el cual se han
presentado algunas herramientas de evaluación.
De esta manera, es común que para un vertedor, el periodo de retorno de una avenida
extraordinaria se fije en 10000 años. En el caso de la cortina, se manejan periodos entre los
10 y los 20 años, mientras que las obras de desvió en presas de tierra y enrocamiento son
diseñadas con intervalos que van de los 50 a los 100 años. En cuanto a los sismos, el
periodo de retorno para presas es del orden de 100 años (Marsal, 1983).
𝟏
𝑷(𝒁 ≤ 𝑿) = 𝟏 −
𝑻𝒎 (𝑿)
Por lo tanto, la probabilidad de que no se presente una falla en alguno de los “n” años de
vida del proyecto, será:
𝟏
𝑷(𝒁 ≤ 𝑿) = (𝟏 − )𝒏
𝑻𝒎 (𝑿)
El análisis de riesgo en este caso se realiza por medio del uso de la integración directa, es
decir, de forma analítica o numérica a partir de las funciones de densidad de las variables
de carga y resistencia. Ambas funciones de distribución requieren estar definidas, y el
analista debe verificar que describen correctamente las variables de interés, de lo contrario
los resultados no representarán el comportamiento de la estructura estudiada.
De este modo, se han desarrollado procedimientos que permiten incorporar las
incertidumbres al modelo de probabilidad, en la evaluación del riesgo de falla de presas,
haciendo uso de una integración directa para la valoración del riesgo hidrológico (Tang,
1980). Por ejemplo, en 1977 calculó la sobre-elevación y el riesgo estructural de una
presa, en forma analítica, por medio de funciones de densidad de probabilidad
supuestas para avenidas y para modos de falla. En el ejercicio, no se consideraron ni las
incertidumbres hidrológicas, ni las hidráulicas, ni las de modelación paramétricas, por lo
que no se pudo explicar el fenómeno en su totalidad. En el mismo tenor de ideas, se han
definido los riesgos para alcantarillas y bordos, estimando primero los parámetros
estadísticos de carga y resistencia, con formulas de aproximación de primer orden,
asignando entonces funciones de distribución a una y a otra. De manera similar se han
estudiado otras estructuras por medio de este método, cuyos resultados han demostrado
que si no se toman las consideraciones y suposiciones adecuadas, el ejercicio corre el
riesgo de no reflejar las condiciones actuantes en la estructura, y por lo tanto generar
resultados poco confiables.
Es un proceso para analizar riesgos que asigna a cada evaluación, un conjunto particular de
valores de variables aleatorias, generadas artificialmente de acuerdo con la distribución de
probabilidad que se está estudiando. Es usual que la simulación se efectué con una
computadora, y el valor del riesgo esperado puede estimarse con mayor precisión cuando
se examina un gran número de eventos.
El primer paso para emplear el método es la generación de un conjunto de valores para las
cargas y resistencias (Xi y Yi), de acuerdo con sus funciones de distribución o propiedades
estadísticas. Acto seguido, por medio de la generación sistemática de variables aleatorias
se puede estimar el valor de la función del margen de seguridad M (X-Y), a través de
cálculos relativamente sencillos pero iterativos, obteniéndose un conjunto de valores de
FM(0)5. Finalmente, el riesgo de falla se evalúa por la relación entre el número de valores
negativos de FM(0) con respecto al total de elementos generados.
El empleo de este método es frecuente en el área de seguridad de presas, utilizándose
para conocer las distribuciones de probabilidad de las variables de carga y resistencia en
distintos elementos (ej: cortina, vertedor, obra de toma, etc). También es empleado en el
diseño y operación de presas en cascada. En esencia, puede decirse que el Método de
Monte Carlo es una de las técnicas aplicadas a problemas que no pueden resolverse
analíticamente debido al comportamiento no lineal o complejo de las relaciones que
intervienen en los sistemas analizados. Así mismo, ésta herramienta permite que los
valores de probabilidad de falla buscados converjan eficientemente, debido a que el
procedimiento es una aproximación lineal, y no una estimación puntual como
tradicionalmente se hace.
Pese a esta ventaja, existen riesgos al usar el método, pues su exactitud depende de:
(i) el tamaño de la muestra,
(ii) el número de simulaciones,
(iii) que los momentos estáticos reales de la unión de funciones de distribución de
probabilidad sean correctos, y
(iv) que el número de iteraciones sea suficiente para modelar el fenómeno. En el
pasado, cuando no se contaba con herramientas tan precisas y potentes como las
computadoras actuales, el empleo de la simulación era limitado debido no solo
a sus altos costos sino también a los amplios tiempos de ejecución.
Afortunadamente esta situación ya no prevalece, como resultado de los avances en materia
de procesamiento de datos.